tag:blogger.com,1999:blog-77527178257383204432024-03-19T05:59:30.267-07:00Pensamiento contracorrientePENSAMIENTO CONTRACORRIENTE
Un espacio de debate, análisis crítico e intercambio sobre los sucesos más relevantes en el mundo, nuestra patria grande y en Guatemala.Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.comBlogger3291125tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-13643841179384256242018-08-12T15:41:00.001-07:002018-08-12T15:41:50.488-07:00SAMIR AMIN, “Geopolítica del imperialismo contemporáneo”En Honor a uno de los grandes intelectuales comprometidos que emergieron en el siglo XX. Samir Amin, quien falleció hoy, dejó un enorme legado teórico vigente y necesario para comprender el Mundo de Hoy. Gracias a A. Borón por compartir el texto.<br style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;" /><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;"><br /></i></b><br />
<b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;"><br /></i></b>
<b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Texto incluido en Atilio A. Boron (Compilador) Nueva Hegemonía Mundial. Alternativas de Cambio y Movimientos Sociales (Buenos Aires: Clacso, 2004).</i></b><br style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;" /><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">SAMIR AMIN * </i></b><br style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;" /><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;"><br style="margin: 0px; padding: 0px;" /></i></b><br />
<div style="text-align: justify;">
<b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;"><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">EL ANÁLISIS que propongo está inscrito en una visión histórica general de la expansión del capitalismo, que no voy a desarrollar aquí por razones de espacio1. En esta visión, el capitalismo ha sido siempre, desde sus orígenes, un sistema polarizante por naturaleza, es decir, imperialista. Esta polarización –es decir, la construcción concomitante de centros dominantes y periferias dominadas y su reproducción más profunda en cada etapa– es propia del proceso de acumulación del capital operante a escala mundial, fundado sobre lo que he llamado “la ley del valor mundializada”.</i></b></i></b></div>
<span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En esta teoría de la expansión mundial del capitalismo, las transformaciones cualitativas de los sistemas de acumulación entre una fase y otra de su historia construyen las formas sucesivas de la polarización asimétrica centros/periferias, es decir, del imperialismo concreto. El sistema mundial contemporáneo seguirá siendo, en consecuencia, imperialista (polarizante) para cualquier futuro posible, en tanto la lógica fundamental de su despliegue siga estando dominada por las relaciones de producción capitalistas. Esta teoría asocia al imperialismo con el proceso de acumulación del capital a escala mundial, hecho que considero como una sola realidad con diferentes dimensiones, de hecho indisociables. Se diferencia de la versión vulgarizada de la teoría leninista del “imperialismo como fase superior del capitalismo” (como si las fases anteriores de la expansión mundializada del capitalismo no hubieran sido polarizantes) y de las teorías post-modernistas contemporáneas que califican a la nueva mundialización como “post imperialista”2.</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Del conflicto permanente de los imperialismos al imperialismo colectivo</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En su despliegue mundializado el imperialismo se conjugó siempre en plural, desde sus orígenes en el siglo XIX hasta 1945. El conflicto entre los imperialismos ocupó un lugar decisivo en la transformación del mundo a través de la lucha de clases, según la cual se expresan las contradicciones fundamentales del capitalismo. Luchas sociales y conflictos entre imperialismos se articulaban estrechamente y esta articulación es la que ha comandado la historia del capitalismo realmente existente. Señalo en este sentido que el análisis propuesto se separa ampliamente del de la “sucesión de hegemonías”.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La Segunda Guerra Mundial provocó una transformación mayor en lo concerniente a las formas del imperialismo: la sustitución de un imperialismo colectivo, asociando al conjunto de los centros del sistema mundial capitalista (para simplificar, la “tríada”: Estados Unidos y su provincia exterior canadiense, Europa Occidental y central y Japón) a la multiplicidad de imperialismos en conflicto permanente. Esta nueva forma de la expansión imperialista pasó por diferentes fases en su desarrollo, pero está aún presente. El rol hegemónico eventual de Estados Unidos, del cual habrá que precisar sus bases y las formas de su articulación con el nuevo imperialismo colectivo, debe ser situado en esta perspectiva. Estas cuestiones subrayan problemas, que son precisamente los que desearía tratar a continuación.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los Estados Unidos obtuvieron un beneficio gigantesco una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial: sus principales combatientes –Europa, Unión Soviética, China y Japón– quedaron arruinados y Norteamérica en condiciones para ejercer su hegemonía económica, ya que concentraban más de la mitad de la producción industrial del mundo de entonces y tenían la exclusividad de las nuevas tecnologías que dirigirían el desarrollo de la segunda mitad del siglo. Además, Estados Unidos tenía la exclusividad del arma nuclear –la nueva arma</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">“absoluta”. En Postdam el tono norteamericano cambió; días después de los bombardeos a Hiroshima y Nagasaki Estados Unidos ya contaba con armamento nuclear.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Esta doble ventaja absoluta –económica y tecnológica– resultó erosionada en un tiempo relativamente breve (dos décadas) por la doble recuperación, económica para Europa capitalista y Japón, militar para la Unión Soviética. Recordaremos entonces como este repliegue relativo de la potencia norteamericana alimentó a toda una época en que floreció el discurso sobre el “declive americano” e incluso crecieron hegemonías alternativas (Europa, Japón, y más tarde China).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El gaullismo es de esta etapa, De Gaulle consideraba que el objetivo de Estados Unidos después de 1945 había sido el control de todo el Viejo Mundo (“Eurasia”), y que Washington había logrado hacer avanzar sus peones destruyendo a Europa –a la Europa verdadera, del Atlántico a los Urales, es decir, incluyendo a la “Rusia Soviética” como él decía– agitando el espectro de una “agresión” de Moscú en la cual él no creía. Sus análisis eran, según mi punto de vista, realistas y perfectos. Pero él era casi el único que decía esto. La contra-estrategia que proponía frente al “atlantismo” promovido por Washington estaba fundada en la reconciliación franco-alemana, como base para concebir la construcción de una “Europa no americana” con el cuidado de mantener a Gran Bretaña fuera del proyecto, ya que estaba tildada, a justo título, de ser el Caballo de Troya del atlantismo. Europa entonces podría abrirse hacia una reconciliación con Rusia (soviética). Reconciliar y aproximar a los tres grandes pueblos europeos –franceses, alemanes y rusos– pondría un término definitivo al proyecto norteamericano de dominación del mundo. El conflicto interno propio del proyecto europeo puede reducirse a la opción entre dos alternativas: la Europa atlántica, proyecto norteamericano, o la Europa (integrando en esta perspectiva a Rusia) no atlántica. Pero este conflicto aún no está resuelto. Las evoluciones ulteriores –el fin del gaullismo, la admisión de Gran Bretaña en Europa, el crecimiento del Este, el derrumbe soviético– han favorecido hasta el presente lo que califico como la “supresión del proyecto europeo” y su “doble disolución en la mundialización económica neoliberal y en la alineación política y militar con Washington” (Amin, 2000). Esta evolución reconforta, además, la solidez del carácter colectivo del imperialismo de la tríada.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">¿Se trata de una transformación cualitativa “definitiva” (no coyuntural)? ¿Implicará forzosamente un “liderazgo” de Estados Unidos de una u otra manera? Antes de intentar responder a estas preguntas es necesario explicar con más precisión en qué consiste el proyecto de Estados Unidos.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El proyecto de la clase dirigente de Estados Unidos</i></b></div>
</span><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La iniciativa de extender la doctrina Monroe a todo el planeta, en toda su demencial e incluso criminal desmesura, no nació de la cabeza del presidente Bush hijo, para ser puesta en práctica por una junta de extrema derecha que logró el poder por una suerte de golpe de Estado como consecuencia de elecciones dudosas.</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Éste es el proyecto que la clase dirigente de Estados Unidos concibe después de 1945 y del cual nunca se ha separado, a pesar de que, con toda evidencia, su puesta en marcha ha conocido algunas vicisitudes. A punto de fracasar, sólo pudo ser llevado a cabo con la coherencia y la violencia necesarias en ciertos momentos coyunturales como el nuestro, consecuencia del derrumbe de la Unión Soviética.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El proyecto le ha dado siempre un papel decisivo a su dimensión militar. Concebido en Postdam, tal y como argumenté anteriormente, este proyecto se fundó sobre el monopolio nuclear. Muy rápidamente Estados Unidos puso en marcha una estrategia militar global, repartiendo el planeta en regiones y delegando la responsabilidad del control de cada una de ellas a un US Military Command. Vuelvo aquí a recordar lo que escribí antes del derrumbe de la Rusia soviética acerca de la posición prioritaria que ocupaba el Medio Oriente en esta visión estratégica global (Amin y otros, 1992). El objetivo no era solamente “encerrar en un círculo a la URSS” (y a China) sino también disponer de los medios que harían de Washington el dueño absoluto de todas las regiones del planeta. Dicho de otra manera, extender a todo el planeta la Doctrina Monroe, que efectivamente otorgaba a </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Estados Unidos el “derecho” exclusivo sobre el Nuevo Mundo conforme a los que ellos definían como sus “intereses nacionales”.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">De esta manera, “la soberanía de los intereses nacionales de Estados Unidos” era colocada por encima de todos los otros principios que enmarcan a los comportamientos políticos considerados como medios “legítimos”, desarrollando una desconfianza sistemática frente a todo derecho supranacional. Ciertamente, los imperialistas del pasado no se habían comportado tampoco de manera diferente y aquellos que busquen atenuar las responsabilidades –y los comportamientos criminales– de la dirigencia de Estados Unidos en el momento actual, buscando “excusas”3, deben considerar el mismo argumento –el de los antecedentes históricos indiscutibles.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Hubiéramos deseado ver cambiar la historia tal como parecía suceder después de 1945. El conflicto entre los imperialismos y el desprecio del derecho internacional, dados los horrores que las potencias fascistas provocaron durante la Segunda Guerra Mundial, fueron los elementos que condujeron a que la ONU fuera fundada sobre un nuevo principio que proclamaba el carácter ilegítimo de las guerras. Estados Unidos, podríamos decir, no hizo suyo este principio, sino que además ha sobrepasado ampliamente a sus precoces iniciadores. Al día siguiente de la Primera Guerra Mundial, Wilson preconizaba volver a fundar la política internacional en principios diferentes a los que, después del tratado de Westfalia (1648), le habían dado la soberanía a los estados monárquicos y luego a las naciones más o menos democráticas, dado que ese carácter absoluto estaba cuestionado por el desastre hacia el cual había conducido a la civilización moderna. Poco importa que las vicisitudes de la política interior de Estados Unidos hayan pospuesto la puesta en marcha de estos principios, ya que por ejemplo Franklin D. Roosevelt, e incluso su sucesor Henry S. Truman, tuvieron un desempeño decisivo en la definición del nuevo concepto de multilateralismo y en la condena a las guerras que lo acompañaban, base de la Carta de las Naciones Unidas.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Esta bella iniciativa –sostenida por los pueblos del mundo entero en aquel entonces– que representaba efectivamente un salto cualitativo hacia el progreso de la civilización, nunca contó con la convicción ni con el apoyo de las clases dirigentes de Estados Unidos. Las autoridades de Washington siempre se sintieron mal dentro de la ONU y hoy proclaman brutalmente lo que estuvieron obligadas a esconder hasta este momento: ellas no aceptan siquiera el concepto de un derecho internacional superior a lo que consideran ser las exigencias de la defensa de “sus intereses nacionales”. No creo que sea aceptable encontrar excusas ante este retorno a la visión que los nazis habían desarrollado en su momento al exigir la destrucción del SDN. Predicar a favor del derecho, con tanto talento y elegancia como lo hizo Dominique de Villepin ante el Consejo de Seguridad, lamentablemente sólo es una “mirada nostálgica hacia el pasado” en vez de constituir un recordatorio sobre lo que debe ser el futuro. Estados Unidos, en esa ocasión, defendió un pasado que creíamos sobrepasado definitivamente.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En la inmediata postguerra el liderazgo norteamericano no solamente fue aceptado, sino solicitado por las burguesías de Europa y de Japón. Porque aunque la realidad de una amenaza de “invasión soviética” sólo podía convencer a los débiles de espíritu, su invocación redituaba tanto a la derecha como a los socialdemócratas, con sus primos adversarios comunistas. Era posible creer que el carácter colectivo del nuevo imperialismo sólo se debió a este factor político, y que una vez que Europa y Japón recuperaran su desarrollo buscarían desembarazarse de la tutela molesta e inútil de Washington. Pero éste no fue el caso. ¿Por qué?</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Mi explicación requiere remontarse al crecimiento de los movimientos de liberación nacional en Asia y en África –la era de Bandoung 1955-1975 (Amin, 1989)– y el apoyo que la Unión Soviética y China les dieron (cada uno a su manera). El imperialismo se vio entonces obligado a actuar, no solamente aceptando la coexistencia pacífica con un área vasta que se les escapaba ampliamente (“el mundo socialista”), sino también negociando los términos de la participación de los países de Asia y de Africa en el sistema mundial imperialista. La alineación del colectivo de la tríada bajo el liderazgo norteamericano parecía un hecho inútil para poder dominar las relaciones Norte-Sur de la época. Ésta es la razón por la cual los No Alineados se encontraron confrontados frente a un “bloque occidental” prácticamente sin fallas.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El derrumbe de la Unión Soviética y el desvanecimiento de los regímenes nacional-populistas nacidos de las luchas de liberación nacional posibilitaron, evidentemente, que el proyecto de Estados Unidos se desplegara con </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">vigor, sobre todo en el Medio Oriente, pero también en África y América Latina. El gobierno económico del mundo sobre la base de principios del neoliberalismo, puesto en práctica por el Grupo de los 7 y las instituciones a su servicio (OMC, Banco Mundial y FMI) y los planes de reajuste estructurales impuestos al Tercer Mundo, son la expresión de esto. En el plano político, podemos constatar que en un primer momento europeos y japoneses aceptaron alinearse con el proyecto de Estados Unidos, durante las guerras del Golfo (1991) y después en la de Yugoslavia y Asia Central (2002), aceptando marginar a la ONU en beneficio de la OTAN. Este primer momento no ha sido aún superado, aunque algunos signos indican un posible fin a partir de la guerra de Irak (2003[a] y [b]).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La clase dirigente norteamericana proclama sin reticencia alguna que no “tolerará” la reconstitución de ninguna potencia económica o militar capaz de cuestionar su monopolio de dominación del planeta y se adjudica, con esta finalidad, el derecho de conducir “guerras preventivas”. Tres adversarios potenciales se vislumbran.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En primer lugar Rusia, cuyo desmembramiento constituye el objetivo estratégico mayor para Estados Unidos. La clase dirigente rusa no parece haber comprendido esto hasta el momento. Antes bien, parece haberse convencido de que después de haber “perdido la guerra” ella podría “ganar la paz”, tal y como les sucedió a Alemania y a Japón. Olvida que Washington tenía la necesidad de ayudar a estos dos adversarios de la Segunda Guerra Mundial, precisamente para hacerle frente al desafío soviético. La nueva coyuntura es diferente, Estados Unidos no tiene competencia seria. Su opción es entonces destruir definitiva y completamente al adversario ruso derrotado. ¿Putin lo habrá comprendido y comienza Rusia a salir de sus ilusiones?</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En segundo lugar China, cuya masa y éxito económico inquietan a Estados Unidos, cuyo objetivo estratégico es desmembrar a este gran país (Amin, 1996: capítulo VII).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Europa está en tercer lugar dentro de esta visión global que tienen los nuevos dueños del mundo. Pero con este caso la dirigencia norteamericana no parece inquieta, al menos hasta el momento. El atlantismo incondicional de los unos (Gran Bretaña y los nuevos poderes serviles del Estado), las “arenas movedizas del proyecto europeo” (punto sobre el cual regresaré) y los intereses convergentes del capital dominante del imperialismo colectivo de la tríada, contribuyen al desvanecimiento del proyecto europeo, mantenido en su estatus de “modo europeo del proyecto de Estados Unidos”. La diplomacia de Washington ha logrado mantener a Alemania en su sitio y la reunificación y la conquista de Europa del Este han, aparentemente, reforzado esta alianza: Alemania se ha envalentonado y retoma su tradición de “expansión hacia el Este”. El papel de Berlín en el desmembramiento de Yugoslavia dado el reconocimiento de la independencia de Eslovenia y Croacia fue una expresión de esto (Amin, 1994) y, por el resto, ha sido invitada a navegar en la silla de Washington. Sin embargo, la clase política alemana parece vacilante y puede estar dividida en cuanto a sus opciones estratégicas. La alternativa de un renovado alineamiento atlántico tiene como contrapartida un reforzamiento del eje París-Berlín-Moscú, el cual se convertiría en el pilar más sólido de un sistema europeo independiente de Washington.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Podemos regresar entonces a nuestra cuestión central: naturaleza y solidaridad eventual del imperialismo colectivo de la tríada y las contradicciones y debilidades de su liderazgo por parte de Estados Unidos.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El imperialismo colectivo de la tríada y la hegemonía de Estados Unidos</i></b></div>
</span><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El mundo de hoy es militarmente unipolar. Simultáneamente parecen dibujarse fracturas entre Estados Unidos y ciertos países europeos, en lo que concierne a la gestión política de un sistema mundializado, alineado –en una primera instancia– en su conjunto bajo los principios del liberalismo. ¿Estas fracturas son solamente coyunturales y de alcance limitado o anuncian cambios duraderos? Habría que analizar en toda su complejidad las lógicas que comandan el despliegue de la nueva fase del imperialismo colectivo (las relaciones Norte-Sur en un lenguaje corriente) y los objetivos propios del proyecto de Estados Unidos. En este espíritu es que abordaré sucinta y sucesivamente cinco series de cuestiones.</i></b></div>
</span><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La naturaleza de las evoluciones que contribuyen a la constitución del nuevo imperialismo colectivo</i></b></div>
</span><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Sugiero en este apartado que la formación del nuevo imperialismo colectivo tiene su origen en la transformación de las condiciones de la competencia. Hace algunas décadas, las grandes firmas libraban sus batallas competitivas por lo general en los mercados nacionales, se tratase de Estados Unidos (mayor mercado nacional del mundo) o de los Estados europeos (a pesar de su talla modesta). Los vencedores de los matches nacionales podían situarse en buenas posiciones en el mercado mundial. En la actualidad, la talla del mercado necesario para llegar hasta el primer ciclo de los matches es cercana a los 500/600 millones de “consumidores potenciales”. Y son aquellos que logran este mercado quienes se imponen en sus terrenos nacionales respectivos. La mundialización profunda es el primer marco de actividad de las grandes firmas. Dicho de otra manera, en la pareja nacional/mundial los términos de la causalidad se invirtieron: antes la potencia nacional comandaba la presencia mundial, hoy es al revés. De esta manera, las firmas trasnacionales, sea cual sea su nacionalidad, tienen intereses comunes en la gestión del mercado mundial. Estos intereses se superponen a los conflictos permanentes y mercantiles que definen a todas las formas de competencia propias del capitalismo, sean cuales sean.</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La solidaridad de los segmentos dominantes del capital trasnacional con todos los integrantes de la tríada es real, y se expresa en su afiliación al neoliberalismo globalizado. Dentro de esta perspectiva Estados Unidos está considerado el defensor (militar si fuera necesario) de sus “intereses comunes”. Eso no quiere decir que Washington entienda que debe “compartir equitativamente” los provechos de su liderazgo. Estados Unidos se empeña, por el contrario, en avasallar a sus aliados y sólo está dispuesto a consentirles a sus subalternos de la tríada concesiones menores. Este conflicto de intereses del capital dominante ¿llegará hasta el punto de entrañar una ruptura con la alianza atlántica? No es imposible, pero es poco probable.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El lugar de Estados Unidos en la economía mundial</i></b></div>
</span><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La opinión general es que el potencial militar de Estados Unidos sólo constituye la punta del iceberg que extiende su superioridad en todos los dominios, económico, político, cultural. La sumisión ante la hegemonía estadounidense será entonces algo inevitable. Considero, por el contrario, que en el sistema de imperialismo colectivo Estados Unidos no tiene ventajas económicas decisivas, ya que su sistema productivo está lejos de ser el “más eficiente del mundo”, ya que casi ninguno de sus segmentos le ganaría a sus competidores en un mercado verdaderamente abierto como el que imaginan los economistas liberales. Testimonio de ello es el agravamiento de su déficit comercial. Prácticamente en todos los segmentos del sistema productivo, incluso en los bienes de alta tecnología, los beneficios han cedido su lugar a un déficit. La competencia entre Ariane y los cohetes de la Nasa y entre Airbus y Boeing da cuenta de la vulnerabilidad de la ventaja americana. Frente a Europa y a Japón en las producciones de alta tecnología, a China, Corea y otros países industrializados de Asia y América Latina en lo que respecta a productos manufacturados banales, y frente a Europa y al Cono Sur en cuanto a la agricultura. Estados Unidos no ganaría la competencia si no recurriera a ¡medios “extra económicos” que violan los propios principios del liberalismo impuestos a sus competidores!</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Estados Unidos sólo tiene ventajas comparativas establecidas en el sector armamentista, precisamente porque éste escapa ampliamente a las reglas del mercado y se beneficia con el apoyo estatal. Sin dudas, esta ventaja trae algunas otras para la esfera civil (Internet es el ejemplo más conocido) pero es igualmente la causa de serias distorsiones que constituyen handicaps para muchos sectores productivos.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La economía norteamericana vive como parásito en detrimento de sus socios en el sistema mundial. </i></b></div>
</span><br />
<div class="separator" style="background-color: white; clear: both; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<br style="margin: 0px; padding: 0px;" /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">“Estados Unidos depende para el diez por ciento de su consumo industrial de bienes cuya importación no está cubierta por exportaciones de productos nacionales” (Todd, 2002). El mundo produce, Estados Unidos (cuyo ahorro nacional es prácticamente nulo) consume. “La ventaja” de Estados Unidos es la de un depredador cuyo déficit está </i></b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">cubierto con el aporte de los otros, con su consentimiento o a la fuerza. Los medios puestos en práctica por Washington para compensar sus deficiencias son de naturaleza diversa: violaciones unilaterales repetidas de los principios del liberalismo, exportaciones de armas y búsqueda de rentas petroleras (que suponen el acuerdo de sus productores, uno de los motivos reales de las guerras de Asia central y de Irak). Lo esencial del déficit norteamericano está cubierto por los aportes en capitales que provienen de Europa y Japón, del Sur (países petroleros ricos y clases compradoras de todos los países del Tercer Mundo, incluyendo a los más pobres), a lo cual podríamos añadir la punción ejercida en nombre del servicio de la deuda impuesta a la casi totalidad de los países de la periferia del sistema mundial.</i></b></div>
<b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El crecimiento de los años Clinton, vanagloriado como el producto de un “liberalismo” al cual Europa se resistió desgraciadamente, es ficticio y no generalizable, porque reposó en transferencias de capital que implicaron la afectación de sus socios. En todos los segmentos del sistema productivo real, el crecimiento de Estados Unidos no ha sido mejor que el de Europa. El “milagro norteamericano” se alimentó exclusivamente del crecimiento de los gastos producidos por el agravamiento de las desigualdades sociales (servicios financieros y personales: legiones de abogados y de policías privados, etcétera). En este sentido, el liberalismo de Clinton preparó bien las condiciones que permitieron el despegue reaccionario y la victoria ulterior de Bush hijo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Las causas que originaron el debilitamiento del sistema productivo de Estados Unidos son complejas y estructurales. La mediocridad de los sistemas de enseñanza general y de formación, y el prejuicio tenaz que favorece sistemáticamente al servicio privado en detrimento del servicio público, cuentan entre las principales razones de la profunda crisis que atraviesa la sociedad norteamericana.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Debería entonces extrañarnos que los europeos, lejos de sacar estas conclusiones que se imponen al constatar la insuficiencia de la economía de Estados Unidos, se esfuercen en imitarlos. El virus liberal tampoco explica todo, aunque tenga algunas funciones útiles para el sistema, como la de paralizar a la izquierda. La privatización a ultranza y el desmantelamiento de los servicios públicos sólo conseguirán reducir las ventajas comparativas de las cuales se beneficia aún la “Vieja Europa”, como la califica Bush. Pero sean cuales sean los daños que ocasionarán a largo plazo, estas medidas ofrecen al capital dominante, que vive en el corto término, la ocasión de provechos suplementarios.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los objetivos propios del proyecto estadounidense</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La estrategia hegemónica de Estados Unidos se sitúa en el marco de un nuevo imperialismo colectivo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los economistas (convencionales) no disponen de herramientas analíticas que les permitan comprender toda la importancia del primero de estos objetivos. ¿No los oímos repetir hasta el cansancio que en la “nueva economía” las materias primas que brinda el Tercer Mundo perderán su importancia y, en consecuencia, será éste cada vez más marginal en el sistema mundial? En contraposición a este discurso ingenuo y vano, el Mein Kampf de la nueva administración de Washington4 confiesa que Estados Unidos se considera con derecho a apropiarse de todos los recursos naturales del planeta para satisfacer prioritariamente a sus consumidores. La carrera por las materias primas (petróleo, agua y otros recursos) ya se nos presenta con toda su virulencia. Especialmente en los casos de recursos en vías de extinción, no solamente por el cáncer exponencial provocado por el derroche del consumo occidental, sino también por el desarrollo de la nueva industrialización de las periferias.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Por otra parte, un respetable número de países del sur están llamados a convertirse en productores industriales cada vez más importantes, tanto en sus mercados internos como en el mercado mundial. Importadores de tecnologías, de capitales, pero también competidores en la exportación, ellos estarán presentes en los equilibrios mundiales con un peso creciente. No se trata solamente de algunos países de Asia del este (como Corea), sino de la inmensa China y, mañana, de la India y de los grandes países de América Latina. Ahora bien, lejos de ser éste un factor de estabilidad, la aceleración de la expansión capitalista en el sur sólo podrá ser </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">la causa de conflictos violentos, internos e internacionales. Porque esta expansión no puede absorber, en las condiciones de la periferia, a la enorme fuerza de trabajo que se encuentra allí concentrada. En este sentido, las periferias del sistema son “zonas de tempestad”. Los centros del sistema capitalista tienen necesidad de ejercer su dominación en las periferias y de someter a sus pueblos a la disciplina feroz que exige la satisfacción de sus prioridades.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En esta perspectiva, la dirigencia norteamericana ha comprendido perfectamente que, para conservar su hegemonía, dispone de tres ventajas decisivas sobre sus competidores europeos y japonés: el control de los recursos naturales del globo terráqueo, el monopolio militar y el peso que tiene la “cultura anglosajona” a través de la cual se expresa preferentemente la dominación ideológica del capitalismo. La puesta en práctica sistemática de estas tres ventajas aclara muchos aspectos de la política de Estados Unidos, sobre todo los esfuerzos sistemáticos que Washington realiza por el control militar del Medio Oriente petrolero, su estrategia ofensiva frente a Corea –aprovechándose de la “crisis financiera” del país– y frente a China, y el sutil juego que busca perpetuar las divisiones en Europa –movilizando con esta finalidad a su aliado incondicional británico e impidiendo un acercamiento serio entre la Unión Europea y Rusia. En el plano del control global de los recursos del planeta, Estados Unidos dispone de ventajas decisivas sobre Europa y Japón. No solamente porque son la única potencia militar mundial, hecho por el cual ninguna intervención fuerte en el Tercer Mundo puede ser conducida sin ellos, sino porque Europa (ex URSS excluida) y Japón están desprovistos de los recursos esenciales para la sobrevivencia de sus economías. Por ejemplo, su dependencia en el dominio energético será considerable durante largo tiempo, incluso aunque decrezca en términos relativos. Tomando –militarmente– el control de esta región con la guerra de Irak, Estados Unidos ha demostrado que es perfectamente conciente de la utilidad de este medio de presión frente a sus aliados-competidores. Anteriormente, el poder soviético había comprendido esta vulnerabilidad de Europa y de Japón y ciertas intervenciones soviéticas en el Tercer Mundo habían tenido el objetivo de recordarlo, de manera de llevarlos a negociar en otro terreno. Evidentemente, las deficiencias mencionadas podrían haberse compensado mediante un serio acercamiento Europa-Rusia (la “casa común” de Gorbachov). Ésta es la razón por la cual el peligro de esta construcción en Eurasia fue vivido por Washington como una pesadilla.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los conflictos que enfrentan a Estados Unidos con sus socios de la tríada</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Aunque los socios de la tríada comparten intereses comunes en la gestión mundial del imperialismo colectivo en sus relaciones con el sur, ellos tienen también una relación conflictiva potencialmente seria.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La superpotencia americana vive gracias a los flujos de capitales que alimentan el parasitismo de su economía y de su sociedad. La vulnerabilidad de Estados Unidos constituye, en ese sentido, una seria amenaza para el proyecto de Washington.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Europa –en particular– y el resto del mundo –en general– deberán escoger entre una de las dos opciones estratégicas siguientes: utilizar el “excedente” de los capitales (“de ahorro”) de que disponen para financiar el déficit de Estados Unidos (de consumo, inversiones y gastos militares), o conservar e invertir en ellos estos excedentes.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los economistas convencionales ignoran el problema, en base a una hipótesis (carente de sentido) según la cual la “mundialización” suprimirá a las naciones y las grandezas económicas (ahorro e inversiones) no podrán ser administradas a nivel internacional. Se trata de un razonamiento tautológico que implica en sus propias premisas las conclusiones a las cuales queremos llegar: justificar y aceptar el financiamiento del déficit de Estados Unidos por parte de los otros porque, a nivel mundial, ¡encontraremos la igualdad entre ahorro e inversiones!</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">¿Por qué tal ineptitud es aceptada? Sin dudas, los equipos “de sabios economistas” que existen en las clases políticas europeas (y otras, como las rusas y las chinas) de derecha y de la izquierda electoral son las propias </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">víctimas de la alienación economicista que llamo el “virus liberal”. Más aún, a través de esta opinión se expresa el juicio político del gran capital trasnacional, el cual considera que las ventajas procuradas por la gestión del sistema mundializado por Estados Unidos por cuenta del imperialismo colectivo están por encima de sus inconvenientes: el tributo a pagar a Washington para asegurarse la permanencia. Porque se trata de un tributo y no de un negocio de buena rentabilidad garantizada. Hay países calificados como “países pobres endeudados” que están obligados a asegurar el servicio de su deuda a cualquier precio. Pero hay también “países potentes endeudados” que tienen todos los medios que les permitirían desvalorizar su deuda si lo consideraran necesario.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La otra opción para Europa (y el resto del mundo) consistiría en poner fin a la transfusión a favor de Estados Unidos. Los excedentes podrían ser entonces utilizados en los lugares de origen y relanzar las economías. Porque la transfusión exige la sumisión de los europeos a las políticas “desinflacionarias” (término impropio del lenguaje de la economía convencional y que sustituiría por “sentenciarias”) para poder sacar un excedente de ahorro exportable. Ello hace retardar los avances de Europa, siempre mediocres, de los sostenidos artificialmente de Estados Unidos. En sentido inverso, la movilización de este excedente para empleos locales en Europa permitiría relanzar simultáneamente el consumo (a través de la reconstrucción de la dimensión social de la gestión económica desvastada por el virus liberal), la inversión –en particular en las nuevas tecnologías (y financiar sus investigaciones), e incluso los gastos militares (poniéndole término a las “ventajas” norteamericanas en este dominio). La opción a favor de esta respuesta ante el desafío implica un re-equilibrio de las relaciones sociales a favor de las clases trabajadoras. Conflictos entre naciones y luchas sociales se articulan de esta manera. En otras palabras, el contraste Estados Unidos/Europa no opone fundamentalmente los intereses de los segmentos dominantes del capital de los diferentes socios sino que es resultado, ante todo, de las diferencias en las respectivas culturas políticas.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los problemas teóricos que sugieren las reflexiones precedentes</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La complicidad/competencia entre los socios del imperialismo colectivo por el control del sur (saqueo de sus recursos naturales y sumisión de sus pueblos) puede ser analizada a partir de diversos ángulos y visiones diferentes. En este sentido, tres observaciones me parecen esenciales.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Primera observación: el sistema mundial contemporáneo, que califico como imperialista colectivo, no es “menos” imperialista que los precedentes. Él no es un “Imperio” de naturaleza “post capitalista”. Propongo, en consecuencia, una crítica a las formulaciones ideológicas del “disfraz” que alimentan este discurso dominante “a la moda”5.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Segunda observación: merece hacerse una lectura de la historia del capitalismo, mundializado desde sus orígenes, anclada en la distinción entre las diferentes fases del imperialismo (relaciones centros/periferias). Existen, por supuesto, otras lecturas de esta misma historia, sobre todo las que se articulan alrededor de la “sucesión de hegemonías” (Amin, 1996: capítulo III). Personalmente tengo algunas reservas con respecto a esta última. De entrada y en lo esencial, porque ella es “occidentalocéntrica”, en el sentido en que considera que las transformaciones que se operan en el corazón del sistema, en sus centros, comandan de manera decisiva –y casi exclusiva– la evolución global del sistema. Creo que las reacciones de los pueblos de las periferias ante el despliegue imperialista no deben ser subestimadas porque ellas provocaron la independencia de América, las grandes revoluciones hechas en nombre del socialismo (Rusia y China), la reconquista de la independencia de los países asiáticos y africanos, y porque además no creo que podamos rendir cuentas de la historia del capitalismo mundial sin tener en cuenta los “ajustes” que estas transformaciones le han impuesto al propio capitalismo central. La historia del imperialismo me parece que ha sido construida más por los conflictos de los imperialismos que por el tipo de “orden” que las hegemonías sucesivas hayan impuesto. Los períodos de “hegemonía” aparente han sido siempre muy breves y la hegemonía en cuestión es algo muy relativo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Tercera observación: mundialización no es sinónimo de “unificación” del sistema económico por medio de la “apertura desregulada de los mercados”. Ésta –en sus formas históricas sucesivas (“la libertad de comercio” en el ayer, la “libertad de empresa” hoy)– sólo ha sido un proyecto del capital dominante. En realidad, este programa ha estado casi siempre obligado a ajustarse ante exigencias que no forman parte de su lógica interna, exclusiva y propia. Sólo ha podido ser puesto en práctica en breves momentos de la historia. El “libre intercambio”, promovido por la mayor potencia industrial de su época –Gran Bretaña–, sólo fue efectivo durante dos décadas (1860-1880) a las cuales las sucedió un siglo (1880-1980) caracterizado por el conflicto entre los imperialistas y por la fuerte desconexión de los llamados países socialistas (a partir de la revolución rusa de 1917, y después la de China) y la más modesta de los países del nacional populismo (Asia y África, 1955-1975). El momento actual de reunificación del mercado mundial (la “libre empresa”) inaugurado por el neoliberalismo a partir de 1980 se ha extendido al conjunto del planeta con el derrumbe soviético. El caos que éste ha generado testimonia su carácter de “utopía permanente del capital”, término con el cual lo califiqué en El imperio del caos (Amin, 1991).</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El Medio Oriente en el sistema imperialista</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El Medio Oriente, con sus antiguas extensiones hacia el Caúcaso y el Asia central ex soviéticas, ocupa una posición de importancia particular en la geoestrategia/geopolítica del imperialismo y, singularmente, en el proyecto hegemónico de Estados Unidos. Esta posición se debe a tres factores: su riqueza petrolera, su posición geográfica en el corazón del Viejo Mundo y el hecho de que constituye en la actualidad el “vientre” del sistema mundial.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El acceso al petróleo relativamente barato es vital para la economía de la tríada dominante y el mejor medio de ver este acceso garantizado consiste, bien entendido, en asegurarse el control político de la región.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Pero la región le debe su importancia también a su posición geográfica, a la misma distancia de París, Pekín, Singapur y Johannesburgo. En otros tiempos, el control de este lugar de paso obligatorio le dio al Califa el privilegio de sacar los mayores beneficios de la mundialización de la época (Amin, 1996: capítulos I y II). Después de la Segunda Guerra Mundial, la región, situada en el flanco sur de la URSS, ocupaba, por este hecho, un lugar importante en la estrategia de encerrar militarmente a la potencia soviética. Y la región no perdió su importancia a pesar del derrumbe del adversario soviético, porque instalándose en ella Estados Unidos podría simultáneamente avasallar a Europa y someter a Rusia, China y la India a un chantaje permanente nacido de las intervenciones militares si fuera necesario. El control de la región permite entonces, efectivamente, la extensión de la doctrina Monroe hacia el Viejo Mundo, lo cual constituye el objetivo del proyecto hegemónico norteamericano.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los esfuerzos desplegados con continuidad y constancia por Washington desde 1945 para asegurarse el control de la región –excluyendo a los británicos y a los franceses– no habían sido hasta el momento coronados por el éxito. Recordemos el fracaso de la tentativa de asociar la región a la OTAN a través del Pacto de Bagdad, y más tarde la caída del Shah de Irán, uno de sus aliados más fieles.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La razón era simplemente que el proyecto de populismo nacionalista árabe (e iraní) entraba en conflicto con los objetivos de la hegemonía norteamericana. Este proyecto árabe tenía la ambición de imponer a las potencias el reconocimiento de la independencia del mundo árabe. Éste fue el sentido que tuvo el “no alineamiento” formulado en 1955 en Bandoung por el conjunto de los movimientos de liberación de los pueblos de Asia y de África que tenían el viento a su favor. Los soviéticos comprendieron rápidamente que aportándole su apoyo a este proyecto mantendrían en jaque los planes agresivos de Washington.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Pero la historia dio vuelta esta página, de entrada porque el proyecto nacional populista del mundo árabe rápidamente agotó su potencial de transformación y porque los poderes nacionalistas se convirtieron en dictaduras sin programa. El vacío creado por esta deriva le abrió la vía al Islam político y a las autocracias oscurantistas del Golfo, aliados preferenciales de Washington. La región se convirtió en uno de los vientres del </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">sistema global, produciendo coyunturas que permitieron intervenciones exteriores (incluidas las militares) que los regímenes en plaza no lograron contener –ni incluso desalentar– debido a la falta de legitimidad ante sus pueblos.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La región constituía –y constituye– en el mapa geomilitar norteamericano que cubre al planeta entero una zona considerada como de primera prioridad (al igual que el Caribe), es decir, una zona donde Estados Unidos se ha otorgado el “derecho” de intervención militar. ¡Y después de 1990 no se priva de esto!</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Estados Unidos opera en el Medio Oriente en estrecha colaboración con sus aliados Turquía e Israel, fieles e incondicionales. Europa se ha mantenido fuera de la región, aceptando que Estados Unidos defienda sólo los intereses vitales globales de la tríada, es decir, el abastecimiento de petróleo. A pesar de los signos de irritación evidentes después de la guerra de Irak, los europeos continúan en su conjunto navegando en la región tras la huella de Washington.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Por otra parte, el expansionismo colonial de Israel constituye un desafío real. Israel es el único país del mundo que rechaza reconocer fronteras definitivas (y por ello carece del derecho de ser miembro de las Naciones Unidas). Al igual que Estados Unidos en el siglo XIX, Israel considera que tiene el “derecho” de conquistar nuevas áreas y de tratar a los pueblos que habitan los nuevos territorios colonizados desde hace miles de años como Pieles Rojas. Israel es el único país que declara abiertamente no sentirse implicado en las resoluciones de la ONU.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La guerra de 1967, planificada en acuerdo con Washington desde 1965, perseguía diversos objetivos: amortiguar el derrumbe de los regímenes nacional-populistas, romper su alianza con la Unión Soviética, obligarlos a reposicionarse bajo las órdenes norteamericanas y abrir tierras nuevas para la colonización sionista. En los territorios conquistados en 1967 Israel puso en práctica un sistema de apartheid inspirado en el de África del Sur.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Y en este punto es que los intereses del capital dominante mundial se concilian con los del sionismo. Porque un mundo árabe modernizado, rico y potente cuestionaría el acceso garantizado de los países occidentales al saqueo de sus recursos petroleros, hecho necesario para continuar con el derroche asociado a la acumulación capitalista. Los poderes políticos de los países de la tríada, fieles sirvientes del capital transnacional dominante, no desean que exista un mundo árabe moderno y potente.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La alianza entre las potencias occidentales e Israel está fundada entonces en la solidez de sus intereses comunes. Esta alianza no es ni el producto de un sentimiento de culpabilidad de los europeos, responsables del antisemitismo y del crimen nazi, ni tampoco de la habilidad del “lobby judío” para explotar ese sentimiento. Si las potencias occidentales pensaran que sus intereses no estaban en conjunción con el expansionismo colonial sionista, encontrarían rápidamente los medios para sobreponerse a su “complejo” y neutralizar al “lobby judío”. No soy de aquellos que creen ingenuamente que la opinión pública en los países democráticos se impone ante los poderes. Sabemos que la opinión “se fabrica” también. Israel sería incapaz de resistir mucho tiempo medidas (incluso moderadas) de bloqueo, tal y como las que las potencias occidentales le han impuesto a Yugoslavia, a Irak y a Cuba. No sería entonces nada difícil hacer entrar a Israel en razones y crear las condiciones para una paz verdadera, si se deseara. Pero no se desea.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Al día siguiente de la derrota en 1967, Sadate declaraba que ya que Estados Unidos tenía en sus manos el “noventa por ciento de las cartas” (ésta fue su propia expresión) había que romper con la URSS, reintegrarse al campo occidental y que, gracias a esto, podrían obtener de Washington la concesión de que ejerciera una presión suficiente sobre Israel para hacerlo entrar en razones. Más allá de esta “idea estratégica” propia de Sadate –sobre cuya inconsistencia los eventos subsiguientes dieron cuenta– la opinión pública árabe permaneció ampliamente incapaz de comprender la dinámica de la expansión capitalista mundial, y aún menos de identificar sus contradicciones y debilidades reales. ¿No oímos decir y repetir que “los occidentales comprenderían a la larga que su propio interés era el de mantener buenas relaciones con los doscientos millones de árabes –sus vecinos inmediatos– y no sacrificar estas relaciones por el apoyo incondicional a Israel”? Esto significa implícitamente pensar que los “occidentales” en cuestión (es decir, el capital dominante) desean un mundo árabe </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">modernizado y desarrollado, y no comprender que desean, por el contrario, mantenerlos en la impotencia y que para ello les resulta útil el apoyo a Israel.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La opción escogida por los gobiernos árabes (con excepción de Siria y del Líbano) de suscribir el plan norteamericano de pretendida “paz definitiva” no podía dar resultados diferentes que los que dio: envalentonar a Israel en hacer avanzar sus peones en su proyecto expansionista. Rechazando en la actualidad abiertamente los términos del “contrato de Oslo” (1993), Ariel Sharon demuestra solamente lo que debíamos haber comprendido antes –que no se trataba de un proyecto de “paz definitiva”, sino de comenzar una nueva etapa de la expansión colonial sionista.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El estado de guerra permanente que Israel, junto a las potencias occidentales que sostienen su proyecto, le impone a la región, constituye un potente motivo que permite a los sistemas árabes autocráticos perpetuarse. Este bloqueo, ante una evolución democrática posible, debilita las oportunidades de renovación árabe y permite el despliegue del capital dominante y de la estrategia hegemónica norteamericana. El lazo está anudado: la alianza norteamericana-israelí sirve perfectamente a los intereses de ambos socios.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En un primer momento, el sistema de apartheid puesto en marcha después de 1967 dio la impresión de ser capaz de lograr sus fines. La gestión miedosa de la cotidianidad en los territorios ocupados por parte de los notables y de la burguesía comerciante parecía aceptada por el pueblo palestino. La OLP, alejada de la región después de la invasión del Líbano por parte del ejército israelí (1982), parecía no tener los medios –desde su lejano exilio en Túnez– para cuestionarse la anexión sionista.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La primera Intifada estalló en diciembre de 1987. Explosión de apariencia “espontánea”, ella expresaba la irrupción en la escena de las clases populares, y singularmente de sus segmentos más pobres, confinados en los campos de refugiados. La Intifada boicoteó el poder israelí a través de la organización de una desobediencia cívica sistemática. Israel reaccionó con brutalidad, pero no logró ni restablecer su poder policial con eficacia ni el de las clases medias palestinas. Por el contrario, la Intifada llamaba a un retorno en masa de las fuerzas políticas en el exilio, la constitución de nuevas formas locales de organización y la adhesión de las clases medias a la lucha de liberación desatada. La Intifada fue provocada por jóvenes, inicialmente no organizados en las redes formales de la OLP (Fath, devoto de su jefe Yasser Arafat, el FDLP, el FPLP, el Partido Comunista) que se integraron inmediatamente en la Intifada y se ganaron la simpatía de la mayor parte de sus Chebab. Los Hermanos Musulmanes, sobrepasados dada su débil actividad durante los años precedentes, a pesar de algunas acciones del Jihad islámico, hicieron su aparición en 1980, cediendo el lugar a una nueva expresión de lucha: Hamas, constituido en 1988.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En tanto que esta primera Intifada daba, después de dos años de expansión, signos de agotamiento, dada la violenta represión de los israelitas (uso de armas de fuego contra niños, cierre de la “línea verde” a los trabajadores palestinos, fuente casi exclusiva de entradas para sus familias, etc.), la escena estaba montada para una “negociación” iniciada por Estados Unidos que condujo a los acuerdos de Madrid (1991) y después los llamados de la paz en Oslo (1993). Estos acuerdos permitieron el retorno de la OLP a los territorios ocupados y su transformación en una “Autoridad Palestina” (1994).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los acuerdos de Oslo imaginaron la transformación de los territorios ocupados en uno o varios Bantustanes, definitivamente integrados en el espacio israelí. En este marco, la Autoridad Palestina sólo debía ser un falso Estado –como el de los Bantustanes– y de hecho, ser la correa de transmisión del orden sionista.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">De regreso en Palestina, la OLP convertida en Autoridad logró establecer su orden, no sin algunas ambigüedades. La Autoridad absorbió en sus nuevas estructuras a la mayor parte de los Chebab que habían coordinado la Intifada. Ella logró legitimidad por la consulta electoral de 1996, en la cual los palestinos participaron en masa (ochenta por ciento) en tanto que Arafat se hizo plebiscitar como presidente de esta Autoridad. La Autoridad permaneció, sin embargo, en una posición ambigua: ¿aceptaría las funciones que Israel, Estados Unidos y Europa le atribuían, la de “gobierno de un Bantustán”, o se alinearía con el pueblo palestino que se negaba a someterse?</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Como el pueblo palestino rechazó el proyecto de Bantustán, Israel decidió denunciar los acuerdos de Oslo, de los cuales, sin embargo, había dictado los términos, para sustituirlos por el empleo de la violencia militar pura y simple. La provocación de las Mezquitas, puesta en marcha por el criminal de guerra Sharon en 1998 (pero con el apoyo del gobierno trabajista que le brindó los medios de asalto), y la elección triunfal de este criminal al frente del gobierno de Israel (con la colaboración de los “colombes” contra Simon Peres), fueron la causa de la segunda Intifada, en curso actualmente.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">¿Logrará ésta liberar al pueblo palestino de la perspectiva de sumisión planificada por el apartheid sionista? Demasiado pronto para decirlo. En todo caso, el pueblo palestino dispone ahora de un verdadero movimiento de liberación nacional con sus especificidades. No es del estilo “partido único”, de apariencia (sino de realidad) “unánime” y homogéneo. Tiene componentes que conservan su personalidad propia, sus visiones de futuro, sus ideologías incluso, sus militantes y sus clientelas, pero que, aparentemente, saben entenderse para llevar a cabo la lucha de conjunto.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El control del Medio Oriente es ciertamente una pieza maestra del proyecto de hegemonía mundial de Washington. ¿Cómo entonces Estados Unidos imagina asegurar el control? Hace ya una decena de años Washington había tomado la iniciativa de avanzar en el curioso proyecto de un “mercado común del Medio Oriente”, en el cual los países del Golfo habrían aportado el capital, y los otros países la mano de obra barata, reservándole a Israel el control tecnológico y las funciones de intermediario obligado. Aceptado por los países del Golfo y Egipto, el proyecto se enfrentaba al rechazo de Siria, Irak e Irán. Para ir hacia delante había entonces que abatir a estos tres regímenes. Ahora bien, esto ya está hecho en Irak.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El problema es entonces saber qué tipo de régimen político debe ser impuesto para que sea capaz de sostener este proyecto. El discurso propagandístico de Washington habla de “democracias”. De hecho, Washington sólo se emplea en sustituir autocracias nacidas del populismo sobrepasado por autocracias oscurantistas pretendidas “islámicas” (obligado por el respeto de la especificidad cultural de las “comunidades”). La alianza renovada con un Islam político llamado “moderado” (es decir, capaz de dominar la situación con la suficiente eficacia para prohibir las derivas “terroristas” –las dirigidas contra Estados Unidos y sólo contra ellos, por supuesto) constituye el eje de la opción política de Washington, permaneciendo como la única opción posible. En esta perspectiva es que la reconciliación con la autocracia arcaica del sistema será buscada.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Frente al despliegue del proyecto norteamericano, los europeos inventaron su propio proyecto, bautizado como “sociedad euro-mediterránea”. Proyecto intrépido, lleno de habladurías, pero que, igualmente, se proponía “reconciliar a los países árabes con Israel”. A la vez que excluían a los países del Golfo del “diálogo euro-mediterráneo”, los europeos reconocían que la gestión de estos era de responsabilidad exclusiva de Washington (Amin y Kenz, 2003).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El contraste entre la audacia temeraria del proyecto norteamericano y la debilidad del de Europa es un bello indicador de que el atlantismo realmente existente ignora el sharing (compartir responsabilidades y asociación en la toma de decisiones, poniendo en condiciones iguales a Estados Unidos y a Europa). Anthony Blair, que se considera el abogado de la construcción de un mundo “unipolar”, cree poder justificar esta opción porque el atlantismo que se le permitiría estaría fundado en el sharing. La arrogancia de Washington desmiente cada día más esta esperanza ilusa, aunque sirva simplemente como medio para engañar a la opinión europea. El realismo del propósito de Stalin, que había dicho en su momento que los nazis “no sabían dónde detenerse”, se aplica a la junta que gobierna Estados Unidos. Y las “esperanzas” que Blair intenta reanimar se parecen a las que Mussolini colocaba en su capacidad de “clamar” Hitler.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">¿Es posible otra opinión europea? El discurso de Chirac, oponiendo al mundo “atlántico unipolar” (que comprende bien, parece, que la hegemonía unilateral de Estados Unidos reduce al proyecto europeo a ser sólo el modo europeo del proyecto de Washington) frente a la construcción de un mundo “multipolar”, ¿anuncia el fin del atlantismo? </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Para que esta posibilidad se convierta en realidad, faltaría aún que Europa logre salir de las arenas movedizas sobre las cuales resbala.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Las arenas movedizas del proyecto europeo</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Todos los gobernantes europeos hasta el presente se han aliado a la tesis del liberalismo. Esta alianza no significa otra cosa que el fin del proyecto europeo, su doble disolución económica (las ventajas de la unión económica europea se disuelven dentro de la mundialización económica) y política (la autonomía política y militar europea desaparecen). Ya no existe, en este momento, ningún proyecto europeo. Ha sido sustituido por un proyecto noratlántico (o eventualmente de la tríada) bajo el comando norteamericano.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Las guerras made in USA han ciertamente despertado a la opinión pública e incluso a ciertos gobiernos (en primer lugar el de Francia, pero también los de Alemania, Rusia y China). No obstante, estos gobiernos no han cuestionado su fiel alineamiento ante las exigencias del liberalismo. Esta contradicción mayor deberá ser sobrepasada de una manera o de otra, ya sea a través de la sumisión ante las exigencias de Washington, ya sea por una verdadera ruptura que ponga término al atlantismo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La conclusión política más importante que saco de este análisis es que Europa no podrá salir del atlantismo en tanto las alianzas políticas que definen sus bloques de poder permanezcan centradas en el capital transnacional dominante. Solamente si las luchas sociales y políticas lograran modificar el contenido de estos bloques e imponer nuevos compromisos históricos entre el capital y el trabajo será Europa capaz de tomar alguna distancia frente a Washington, hecho que permitiría, en consecuencia, el renacer de un eventual proyecto europeo. En estas condiciones Europa podría –debería incluso– comprometerse igualmente en el plano internacional, en sus relaciones con el Este y con el Sur, en otro camino diferente al trazado por las exigencias exclusivas del imperialismo colectivo, amortiguando, de esta manera, su participación en la larga marcha “más allá del capitalismo”. Dicho de otra manera, Europa será de izquierda (el término izquierda es tomado aquí muy en serio) o no será Europa.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Conciliar la adhesión al liberalismo con la afirmación de una autonomía política de Europa es el objetivo de ciertas fracciones de las clases políticas europeas preocupadas por preservar las posiciones exclusivas del gran capital. ¿Podrán ellas lograrlo? Lo dudo mucho.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En contrapunto, las clases populares en Europa ¿serán capaces de sobreponerse ante la crisis que enfrentan? Yo lo creo posible, precisamente por las razones que hacen que la cultura política de ciertos países europeos al menos sea diferente de la de Estados Unidos, y podría producirse un renacimiento de la izquierda. La condición es evidentemente que éstas se liberen del virus del liberalismo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El “proyecto europeo” nació como el modo europeo del proyecto atlántico de Estados Unidos, concebido al día siguiente de la Segunda Guerra Mundial, dentro del espíritu de la “Guerra Fría” puesta en marcha por Washington, proyecto frente al cual los burgueses europeos –a la vez debilitados y temerosos frente a sus propias clases obreras– se adhirieron prácticamente sin condiciones.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Sin embargo, el propio despliegue de este proyecto –de origen dudoso– ha modificado progresivamente datos importantes del problema y de sus desafíos. Europa del Oeste logró terminar con su retraso económico y tecnológico con respecto a Estados Unidos. Por otra parte, el enemigo soviético ya no está. El despliegue del proyecto aglutinó a las principales adversidades que habían marcado durante siglo y medio la historia europea: los tres países mayores del continente –Francia, Alemania y Rusia– se reconciliaron. Todas estas evoluciones son, según mi punto de vista, positivas, y están llenas de un potencial aún más positivo. Ciertamente, este despliegue se inscribe en bases económicas inspiradas en los principios del liberalismo, pero de un liberalismo temperado hasta los años ‘80 por la dimensión social tenida en cuenta por y a través del “compromiso histórico socialdemócrata”, que obligaba al capital a ajustarse ante las demandas de justicia social expresadas por las clases trabajadoras. Después el despliegue continuó en un marco social nuevo, inspirado por un liberalismo “a la americana”, completamente anti-social.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Este último viraje ha lanzado a las sociedades europeas hacia una crisis multidimensional. De entrada, está la crisis económica de la opción liberal. Una crisis agravada por la alineación de los países europeos ante las exigencias económicas de su líder norteamericano, consintiendo estos en financiar el déficit de éste último en detrimento de sus propios intereses. Luego la crisis social, acentuada con el crecimiento de las resistencias y de las luchas de las clases populares contra las consecuencias fatales de la opción liberal. Finalmente, el intento de una crisis política –el rechazo de alinearse, sin condiciones al menos, bajo la opción de Estados Unidos en la guerra sin fin contra el Sur.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">¿Cómo harán frente los pueblos europeos a este triple desafío?</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los europeos se dividen en tres conjuntos diferentes:</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">- Los que defienden la opción liberal y aceptan el liderazgo de Estados Unidos, casi sin condiciones.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">- Los que defienden la opción liberal, pero desearían una Europa política independiente, fuera de la alineación norteamericana.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">- Los que desearían (y luchan por) una “Europa social”, es decir, un capitalismo temperado por un nuevo compromiso social capital/trabajo que opere a escala europea, y simultáneamente una Europa política practicante de “otras relaciones” (amistosas, democráticas y pacíficas) con el Sur, Rusia y China. La opinión pública general en toda Europa ha expresado, durante el Foro Social Europeo (Florencia 2002) y en la ocasión de la guerra contra Irak, su simpatía por esta posición de principios.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Hay ciertamente otros, los “no europeos”, en el sentido de que no piensan que sea posible ni deseable ninguna de las tres opciones pro-europeas. Estos son aún minoritarios, pero ciertamente están llamados a reforzarse en una de dos opciones fundamentalmente diferentes:</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">- Una opción “populista” de derecha, que rechaza la progresión de los poderes políticos –e incluso económicos– supranacionales, con la excepción evidente de los del capital trasnacional.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">- Una opción popular de izquierda, nacional, ciudadana, democrática y social.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">¿Cuáles son las fuerzas en las que se apoya cada una de estas tendencias y cuáles son sus oportunidades de éxito respectivas?</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El capital dominante es liberal por naturaleza. En este sentido, lógicamente sostiene la primera de estas tres opciones. Anthony Blair representa la expresión más coherente de lo que he calificado como “el imperialismo colectivo de la tríada”. La clase política, reunida detrás de la bandera estrellada, está dispuesta, si fuera necesario, a “sacrificar al proyecto europeo” –o al menos a disipar toda ilusión al respecto– usando el desprecio por sus orígenes: ser el modo europeo del proyecto atlantista. Pero Bush, al igual que Hitler, no concibe otros aliados que los subordinados alineados sin condiciones. Ésta es la razón por la cual segmentos importantes de la clase política, incluyendo la derecha –aunque sean en principio los defensores de los intereses del capital dominante– rechazan alinearse a Estados Unidos como ayer lo hicieron frente a Hitler. Si hay un Churchil posible en Europa, éste sería Chirac. ¿Lo será?</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La estrategia del capital dominante puede acomodarse en un “anti-europeísmo de derecha”, el cual se contentaría con retóricas nacionalistas demagógicas (movilizando, por ejemplo, el tema de los emigrados) en tanto que se sometería de hecho frente a las exigencias de un liberalismo no específicamente “europeo”, sino mundializado. Aznar y Berlusconi constituyen los prototipos de estos aliados de Washington. Las clases políticas serviles de Europa del Este lo son igualmente.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">En este sentido, creo que la segunda opción elegida por los europeos más importantes (Francia-Alemania) es difícil de mantener. ¿Expresa ella las ambiciones de un capital suficientemente potente para ser capaz de </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">emanciparse de la tutela de Estados Unidos? No tengo respuesta salvo indicar que intuitivamente lo veo poco probable.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Esta opción, sin embargo, es la de los aliados frente a un adversario norteamericano que constituye el enemigo principal de toda la humanidad. Estoy persuadido de que, si ellos persisten en su opción, deberán hacer frente a la lógica de proyecto unilateral del capital (el liberalismo) y buscar alianzas de izquierda (las únicas que pudieran darle fuerza a su proyecto de independencia frente a Washington). La alianza entre los conjuntos dos y tres no es imposible. Tal y como lo fue la gran alianza anti-nazi.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Si esta alianza toma forma, ¿deberá operar exclusivamente en el marco europeo si todos son incapaces de renunciar a la prioridad brindada a este marco? No lo creo, porque este marco, tal como es, sólo favorece sistemáticamente la opción del primer grupo pro-americano. ¿Habría entonces que hacer estallar a Europa y renunciar definitivamente a su proyecto?</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">No lo creo tampoco necesario, ni siquiera deseable. Otra estrategia es posible: la de dejar el proyecto europeo “dormir” un tiempo en su estadío actual de desarrollo, y paralelamente construir otros ejes de alianzas.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Una primera prioridad es entonces la construcción de una alianza política y estratégica París-Berlín-Moscú, prolongada hasta Pekín y Delhi si fuera posible. Y digo específicamente política con el objetivo de darle el pluralismo internacional y todas las funciones que deberían tener en la ONU. Estratégica, en el sentido de construir fuerzas militares a la altura del desafío norteamericano. Estas tres o cuatro potencias tienen todos los medios (económicos, tecnológicos y financieros) reforzados por sus tradiciones militares, frente a los cuales Estados Unidos palidece. El desafío norteamericano y sus ambiciones criminales lo imponen en virtud de su carácter desmesurado. Constituir un frente anti-hegemónico es en la actualidad tan prioritario como en el pasado lo fue constituir una alianza anti-nazi.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Esta estrategia reconciliaría a los “pro-europeos” con los grupos dos y tres y con los “no europeos” de izquierda. Se crearían condiciones favorables para retomar más tarde un proyecto europeo, que integraría incluso probablemente a una Gran Bretaña liberada de su sumisión frente a Estados Unidos y a una Europa del Este desprendida de su cultura servil. Debemos ser pacientes porque esto tomará bastante tiempo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">No habrá progreso posible alguno de un proyecto europeo en tanto que la estrategia norteamericana no sea desviada de su rumbo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Europa frente a su propio Sur árabe y mediterráneo</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El Mundo Árabe y el Medio Oriente ocupan un lugar decisivo en el proyecto hegemónico de Estados Unidos. La respuesta que los europeos le darán al desafío norteamericano en la región será uno de los tests decisivos que tendrá el propio proyecto europeo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El problema consiste en saber si los costeños del Mediterráneo y sus prolongaciones –europeos, árabes, turcos, iraníes y países del África– se orientarán o no hacia una representación de su seguridad que se diferencie de la que está dirigida por la primacía de la salvaguarda de la hegemonía mundial americana. La razón pura debería hacerlos evolucionar en esta dirección. Pero hasta el momento, Europa no ha brindado ningún signo de ir en este sentido. Una de las razones que podría explicar en parte la inercia europea es que los socios de la Unión Europea, aunque no son demasiado divergentes, están cargados de un coeficiente de prioridades relativas muy diferente de un país al otro. La fachada mediterránea no es central en las polarizaciones industriales del capitalismo desarrollado: las fachadas del Mar del Norte, del Noreste Atlántico americano y del Japón central tienen una densidad sin denominador común. Para los del Norte de Europa –Alemania y Gran Bretaña– el peligro del caos en los países situados al Sur del Mediterráneo no resulta tener la misma gravedad que para los italianos, españoles y franceses.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Las diferentes potencias europeas tuvieron hasta 1945 políticas mediterráneas propias a cada una de ellas, a menudo conflictivas. Después de la Segunda Guerra Mundial, los estados de Europa Occidental no tuvieron prácticamente ninguna política mediterránea ni árabe, ni particular, ni común, más allá de la que implicaba el alineamiento implicado por Estados Unidos. En este marco, Gran Bretaña y Francia, que tenían sus posesiones coloniales en la región, libraron batallas para conservar sus ventajas. Gran Bretaña renunció a Egipto y a Sudán (1954) y, después de la derrota en la aventura de agresión tripartita (1956), se sucedió un viraje violento que, a finales de los años ‘60, implicó el abandono de su influencia en los países costeros del Golfo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Francia, eliminada desde 1945 de Siria, aceptó finalmente la independencia de Argelia (1962), pero conservó cierta nostalgia de su influencia en Maghreb y en el Líbano, envalentonada por las clases dirigentes locales, al menos en Marruecos, Túnez y en el Líbano. Paralelamente, la construcción europea no sustituyó el retiro de las potencias coloniales por una política común operante en este sentido. Recordemos que, después de la guerra israelo-árabe de 1973, los precios del petróleo fueron reajustados y la Europa comunitaria, sorprendida en sus sueños, descubrió que tenía “intereses” en la región. Pero este despertar no suscitó de su parte ninguna iniciativa de importancia, por ejemplo, concerniente al problema palestino. Europa se quedó, tanto en este dominio como en otros, vegetativa y finalmente inconsistente. Algunos progresos en dirección de una autonomía frente a Estados Unidos fueron vistos en los años ‘70, pero tras la Cumbre de Venecia (1980) se erosionaron durante los años ‘80 para finalmente desaparecer con la alineación junto a Washington que se adoptó durante la Crisis del Golfo. Es por ello que las percepciones europeas concernientes al futuro de las relaciones Europa-Mundo Árabe e Iraní deben ser estudiadas a partir de análisis propios a cada uno de los estados europeos.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Gran Bretaña no tiene ninguna política mediterránea ni árabe que le resulte específica. En este dominio, como en otros de la sociedad británica en todas sus expresiones políticas (conservadores y laboristas), la opción ha sido el alineamiento incondicional con Estados Unidos. Se trata, en este caso, de una opción histórica fundamental, que sobrepasa ampliamente las circunstancias coyunturales y que refuerza considerablemente la sumisión de Europa ante las exigencias de la estrategia norteamericana.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Por razones diferentes, Alemania no tiene tampoco política árabe ni mediterránea específica y no buscará probablemente desarrollar ninguna en un futuro cercano. Debilitada por su división y su Estatus, la RFA consagró todos sus esfuerzos a su desarrollo económico, aceptando tener un perfil político bajo y ambiguo con Estados Unidos y la Europa de la CEE. En un primer momento, la reunificación de Alemania y su reconquista de la plena soberanía internacional no modificaron este comportamiento, sino que, por el contrario, acentuaron sus expresiones. La razón es que las fuerzas políticas dominantes (conservadoras, liberales y socialdemócratas) escogieron brindar la prioridad a la expansión del capitalismo germánico en Europa central y oriental, reduciendo la importancia relativa de una estrategia europea común, tanto en el plano político como en el de la integración económica. Quedaría por saber si esta tendencia se ha invertido en la actualidad, tal y como parece sugerirlo la actitud de Berlín frente a la Guerra de Irak.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Las posiciones de Francia son más matizadas. País a la vez atlántico y mediterráneo, heredero de un Imperio colonial, clasificado entre los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, Francia no renunció a expresarse como potencia. Durante la primera década de la postguerra, los sucesivos gobiernos franceses trataron de preservar las posiciones coloniales de sus países a través de posiciones atlantistas anticomunistas y antisoviéticas. Sin embargo, no adquirieron el apoyo de Washington, tal y como lo demostró la actitud de Estados Unidos durante la agresión tripartita contra Egipto (1956). La política mediterránea y árabe de Francia era simplemente retrógrada. De Gaulle rompió simultáneamente con las ilusiones paleocoloniales y proamericanas, y concibió el triple proyecto de modernizar la economía francesa, conducir un proceso de descolonización que permitiera sustituirlo por un neocolonialismo frente a las viejas fórmulas y compensar las debilidades intrínsecas a todo país medio como Francia a través de la integración europea. En esta última perspectiva De Gaulle concebía una Europa capaz de ser autónoma, no solamente en el plano económico y financiero, sino también en el plano político e incluso, a término, en el plano militar, al igual que concebía, a la larga, la asociación de la URSS con la construcción europea (“la Europa del Atlántico hasta los Urales”). Pero el gaullismo no sobrevivió a su fundador y, a partir de 1968, las fuerzas políticas francesas, tanto de la derecha clásica como de la izquierda socialista, </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">regresaron progresivamente a sus actitudes anteriores. Su visión de la construcción europea se estrechó hasta la sola dimensión de un “mercado común” entre Francia y Alemania Federal (hasta el momento en que la unificación alemana se realizó, en París estuvieron un poco sorprendidos e inquietos…) y en la invitación con presiones hecha a Gran Bretaña para unirse a la CEE (olvidando que Inglaterra sería el Caballo de Troya de los norteamericanos en Europa). Naturalmente, este cambio implicaba el abandono de toda política árabe digna del nombre propio de Francia, es decir, de una política que fuera más allá de la simple defensa de los intereses mercantiles inmediatos. En el plano político, Francia se comportó objetivamente tanto en el mundo árabe como en África Subsahariana como una fuerza suplementaria de apoyo a la estrategia de hegemonía norteamericana. Es en este marco que hay que colocar el discurso mediterráneo, que llama a asociar a los países del Maghreb al carro europeo (de la misma manera en que se asoció a Turquía hoy en crisis), lo que conllevó a romper la perspectiva de un acercamiento unitario árabe y abandonar a Mashrek ante la intervención israelo-norteamericana. Sin dudas, las clases dirigentes del Maghreb son responsables, dada la simpatía que mostraron por este proyecto. Sin embargo, la Crisis del Golfo le dio un fuerte golpe a este proyecto, y las masas populares de África del Norte afirmaron, en esa ocasión y con fuerza, su solidaridad con Maghreb, hecho totalmente previsible.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Italia es, por su posición geográfica incluso, un país muy sensible frente a los problemas mediterráneos. Esto no significa que ella tenga una política real mediterránea y árabe, y mucho menos que ésta tenga eficacia y autonomía. Por su desarrollo capitalista marginal, Italia se vio obligada a inscribir sus ambiciones mediterráneas bajo la tutela europea en una alianza con otras potencias del área, más decisivas que ella. Desde que se logró su unidad a mitad del siglo pasado con la caída de Mussolini en 1943, Italia vaciló entre la alianza con los dueños del Mediterráneo –es decir, con Gran Bretaña y Francia– o con aquellos que podían contestar las posiciones anglo-francesas, es decir, Alemania. El atlantismo, que se ejerce en Italia en una visión que implica un perfil político exterior bajo la tutela de Estados Unidos, ha dominado la acción y las opciones de los gobiernos italianos desde 1947. Él es igualmente dominante, aunque en una visión más ideológica aún, en ciertos sectores de la burguesía laica (los republicanos y los liberales, y algunos socialistas). Porque entre los cristianos demócratas existe la presión del universalismo de la tradición católica. Por ello resulta significativo que el Papa haya tomado, a menudo, posiciones más retrógradas frente a los pueblos árabes (sobre todo en el problema palestino) y del Tercer Mundo que las de los numerosos gobiernos italianos y occidentales en general. El paso hacia la izquierda de una parte de la Iglesia Católica, bajo la influencia de la Teología de la Liberación de América Latina, refuerza en la actualidad este universalismo, del cual encontramos versiones laicas en los movimientos pacifistas, ecologistas y tercermundistas. La corriente “mittel” europea tiene sus raíces en el siglo XIX italiano y en el corte Norte-Sur que no ha logrado mitigar la unidad italiana. Afiliada a los intereses del gran capital milanés, ésta sugiere brindar la prioridad a la expansión económica de Italia hacia el este europeo, en asociación estrecha con Alemania. En este marco, Croacia constituye en la actualidad un objetivo inmediato. Bien entendida, esta opción implicaría que Italia continuara la tradición de bajo perfil internacional, y que se mantenga sobre todo marginal en sus relaciones con el Sur del Mediterráneo. Una opción paralela de España la aislaría aún más del concierto europeo, reduciéndola a su más bajo denominador común. La corriente mediterránea, que aún es débil, a pesar del aporte que el universalismo podría significarle, se expresa, por esta razón, en una versión “levantina”: se trata de “hacer negocios” aquí o allá, sin preocuparse por el marco de estrategia política en el cual se inscriben. Para tomar otra consistencia, más noble, asociando a Italia a aperturas económicas que se inscriban en una perspectiva de reforzar su autonomía y la de sus socios árabes, sería necesario que se lograra una convergencia entre este proyecto y las ideas universalistas, sobre todo de una parte de la izquierda italiana, comunista y cristiana. Por su parte, la derecha italiana, reunificada bajo la dirección de Berlusconi en el poder, ha optado por inscribirse bajo la tutela del eje atlántico de Washington-Londres. El comportamiento de las fuerzas de policía durante la reunión del G8 en Génova (julio de 2001) expresa claramente esta opción.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">España y Portugal ocupan un lugar importante en la geoestrategia de hegemonía mundial de Estados Unidos. El Pentágono considera, en efecto, que el eje Azores-Canarias-Gibraltar-Baleares es esencial para la vigilancia del Atlántico Norte y Sur y el cuidado de la entrada al Mediterráneo. Estados Unidos forjó su alianza con estos dos países inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, sin tener la más mínima preocupación por su </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">carácter fascista. Por el contrario, incluso el anticomunismo de las dictaduras de Salazar y de Franco sirvió bien a la causa hegemónica norteamericana, permitiendo admitir a Portugal dentro de la OTAN y establecer en suelo español bases americanas de primera importancia. En contrapartida, Estados Unidos y sus aliados europeos apoyaron sin reservas a Portugal hasta el final de su fracasada guerra colonial.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La evolución democrática de España después de la muerte de Franco no fue la ocasión de un cuestionamiento de la integración del país al sistema militar norteamericano. Por el contrario, incluso la adhesión formal de España a la OTAN (en mayo de 1982) fue objeto de un verdadero chantaje electoral que dejó entrever que la participación de la CEE exigía esta adhesión, a la cual se oponía la mayor parte de la opinión pública española.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Después, el alineamiento de Madrid bajo las posiciones de Washington ha sido sin reserva. En contrapartida, Estados Unidos habría, al parecer, intervenido para “moderar” las reivindicaciones marroquíes e incluso para intentar convencer a Gran Bretaña acerca de Gibraltar. En este sentido, podemos dudar de la propia realidad de estas intervenciones. El alineamiento atlantista reforzado de Madrid se tradujo en cambios radicales en la organización de las fuerzas armadas españolas, calificados por los analistas como un “movimiento hacia el Sur”. En la tradición española, en efecto, el ejército estaba diseminado sobre todo el territorio del país. Concebido además –después de Franco de una manera evidente– como una fuerza de policía interior más que como una fuerza dirigida contra el exterior, el ejército español permaneció siendo rústico y, a pesar de la marcada atención que le brindaba el poder supremo de Madrid a los cuerpos de generales y oficiales, no había sido objeto de una verdadera modernización, tal y como fueron los casos de Francia, Gran Bretaña y Alemania.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los gobiernos socialistas, y después los de derecha, procedieron a una reorganización de las fuerzas españolas para combatir un “frente Sur” eventual y se comprometieron en un programa de modernización del ejército de tierra, de la aviación y de la marina. Este cambio, exigido por Washington y la OTAN, es una de las numerosas manifestaciones de la nueva estrategia hegemónica norteamericana, sustituyendo el Sur por el Este para la defensa de Occidente. Éste está acompañado en España por un nuevo discurso que pone en evidencia a un “enemigo hipotético que viene del Sur”, cuya identificación no deja lugar a ninguna duda. Curiosamente, este discurso de los medios democráticos (y socialistas) españoles recuerda la vieja tradición de la Reconquista, muy popular dentro de los círculos católicos del ejército. El cambio en las fuerzas armadas españolas es entonces el signo de una determinación de España de tener un papel activo en el seno de la OTAN, en el marco de la reorientación de las estrategias occidentales en previsión de intervenciones en el Tercer Mundo. Desde hace tiempo la Península Ibérica constituye la primera escala del eje Washington-Tel Aviv, la cabeza del puente europeo principal de la Rapid Deployment Force americana (la cual tuvo un papel decisivo en la Guerra del Golfo), completada con las bases de Sicilia (que, igualmente, nunca habían servido hasta las operaciones dirigidas contra el Mundo Árabe como Libia, bombardeo israelí a Túnez, etc.) y, curiosamente, las facilidades acordadas por Marruecos. Evidentemente, esta opción occidental vacía el discurso “euro-árabe” de todo contenido serio. La nueva España democrática, que pretende activar una política de amistad en dirección de América Latina y el Mundo Árabe, ha más bien dirigido sus movimientos en un sentido inverso, de hecho, a las exigencias de su proclamación de principios.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El gobierno de derecha dirigido por Aznar ha confirmado este alineamiento atlantista de Madrid. Más aún que Italia, España rechaza capitalizar su posición mediterránea en beneficio de una nueva política europea en dirección al mundo árabe, África y el Tercer Mundo, y tomar distancia ante las exigencias de la hegemonía norteamericana. La idea francesa de un grupo mediterráneo en el seno de la Unión Europea queda, por estas razones, suspendida en el aire y sin puntos de apoyo serios. Por otra parte, en el plano económico, el capital español, heredero de la tradición franquista, ha colocado sus principales esperanzas de expansión en el desarrollo de acuerdos con Alemania y Japón, invitados a participar en la modernización de Cataluña.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Mientras existió, la línea de confrontación Este-Oeste pasaba a través de los Balcanes. La afiliación obligada de estados de la región ante Moscú o Washington –con la única excepción de Yugoslavia desde 1948 y de </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Albania a partir de 1960– le había colocado una sordina a las querellas nacionalistas locales que hicieron de los Balcanes el traspatio europeo.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Turquía se colocó en el campo occidental desde 1945, después de haber puesto término a su neutralidad frente a la Alemania hitleriana. Las reivindicaciones soviéticas sobre el Cáucaso formuladas por Stalin a partir de la victoria fueron rechazadas por Ankara gracias al apoyo decidido de Washington. En contrapartida, Turquía, miembro de la OTAN, a pesar de su sistema político poco democrático, acogió a las bases americanas más próximas de la URSS. No hay lugar a dudas de que la sociedad turca continúa siendo del Tercer Mundo, aunque después de Ataturk las clases dirigentes de este país proclamen la parte europea de la Nueva Turquía, tocando a la puerta de una Unión Europea que no la desea. Aliada fiel de Estados Unidos y de sus socios europeos, ¿deseará Turquía reintegrar su pasado y tener un papel activo en el Medio Oriente, haciéndole pagar al Occidente los servicios que podría brindarle en esta región? Parece ser que el problema de los kurdos, sobre el cual desconoce hasta su propia existencia, ha conllevado a hacer vacilar la toma de esta opción hasta el presente. Lo mismo resulta para una eventual opción pan-turaniana, sugerida por ciertos medios kemalistas, y relegada después al museo de la historia. Pero en la actualidad, la descomposición de la URSS podría constituir una invitación para que el poder de Ankara tome la dirección de un bloque turco que, desde Azerbaidján hasta Sinkiang, domine el Asia Central. Irán siempre expresó sus reales temores hacia una evolución de este tipo, que no solamente cuestionaría el estatus del Azerbaidján meridional iraní sino también la seguridad de su amplia frontera asiática septentrional con Turkmenistán y Ouzbekistán.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Grecia no se alistó en el campo soviético. Ella estuvo obligada y forzada por la intervención británica de 1948 a alinearse con Estados Unidos. En conformidad con los Acuerdos de Yalta, la URSS, como todos sabemos, abandonó a su suerte a la resistencia griega, dirigida por el Partido Comunista que, sin embargo, en este país al igual que en Yugoslavia y Albania, había liberado al país y conquistado por ello el apoyo popular mayoritario. De esta manera, los occidentales estuvieron obligados a apoyar contra este movimiento popular a regímenes represivos sucesivos y, finalmente, a una dictadura de coroneles fascistas, sin ver en ello una contradicción importante con su discurso, según el cual la OTAN protegería al “mundo libre” contra el “Satán” totalitario. El retorno de Grecia a la democracia, por la victoria electoral de Pasok (1981), arriesgaba, en esas condiciones, cuestionar la fidelidad de este país con la OTAN. La Europa comunitaria vino entonces al apoyo de Washington para, al igual que en el caso de España, unir a la candidatura griega con la CEE, y mantenerla en su participación dentro de la alianza atlántica. Esta integración en la CEE fue ampliamente discutida por la opinión pública griega de la época. La opción de Papandreu de unirse a pesar de todo, después de algunas vacilaciones y a pesar de los principios tercermundistas y neutralistas de Pasok, parece haber desatado una evolución irreversible incluso a nivel de las mentalidades, adulando las aspiraciones del pueblo griego a la modernidad y al europeísmo. Sin embargo, los nuevos socios europeos de Grecia no le han ofrecido gran cosa a este país, quedando durante todo el tiempo en la posición de pariente pobre de la construcción comunitaria.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La fidelidad de Atenas ante el Occidente euro-americano no le ha valido un apoyo real en su conflicto con Turquía. Incluso aunque la dictadura griega haya tenido una determinada responsabilidad en la tragedia chipriota (1974), la agresión turca abierta (operación Atila) y la creación posterior de una República Turca de Chipre, en franca violación del estatus de la isla, no solamente han sido aceptadas, sino probablemente también acordadas con los servicios del Pentágono, frente a los cuales Europa cede una vez más. Resulta evidente que, para Estados Unidos, la amistad con Turquía, potencia militar regional considerable, está muy por encima de Grecia, por democrática que ésta sea.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">El conjunto de la región de los Balcanes-Danubio (Yugoslavia, Albania, Hungría, Rumania y Bulgaria) entró en 1945 bajo la égida de Moscú, ya fuera por la ocupación militar soviética y la aceptación de los socios de Yalta, o por su propia liberación y la opción escogida por los pueblos de Yugoslavia y de Albania.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La Yugoslavia de Tito, aislada durante los años 1948-1953, entre el ostracismo de Moscú y el anticomunismo occidental, había logrado con éxito una estrategia de construcción de un frente de “no alineados”, que le valió su amistad con el Tercer Mundo, particularmente a partir de la Conferencia de Bandoung (1955). Los analistas del </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">pensamiento geoestratégico de la época señalan curiosamente que este pensamiento era poco sensible ante la dimensión mediterránea de su país. Quizás el abandono de Italia después de la Segunda Guerra Mundial de sus visados tradicionales y la solución encontrada en 1954 ante el difícil problema de Trieste fueron la causa de este “olvido histórico”. Yugoslavia vivió después como un estado preocupado ante todo por los problemas de equilibrio de sus relaciones regionales y, sobre todo, por el del equilibrio mundial entre las superpotencias. Porque en primer lugar, ella había logrado capitalizar la doble atracción nordista y danubiana de Croacia y Eslovenia y la rusa y balcánica de Serbia. El acercamiento iniciado por Kroutchev y continuado por sus sucesores, reconociendo como positivo el neutralismo de Tito en la arena mundial, así como el debilitamiento de los regímenes del Pacto de Varsovia a partir de los años ‘60 y sobre todo en los ‘70, garantizó, durante un tiempo, la seguridad yugoslava, que había cesado de sentirse como el objeto de cualquier conflicto regional. La diplomacia yugoslava pudo entonces desplegarse en las arenas internacionales, dándole al país un peso fuera de proporción con respecto a su tamaño. Pero, a pesar de que esta diplomacia había indiscutiblemente marcado puntos en Asia, en África y en América Latina, falló en Europa, donde su llamado a ampliar el frente de neutralistas nunca tuvo ecos favorables. Sin embargo, frente a la Europa de la OTAN, desde el norte hasta el sur del continente, entre dos pactos militares adversos, Suecia, Finlandia y Austria hubieran podido buscar iniciativas positivas comunes que se separaran del espíritu de la Guerra Fría. Más tarde la Grecia de Pasok intentó ampliar el campo neutral europeo desembocando esta idea en 1982 en la proposición de cooperación para la desnuclearización de los Balcanes, dirigiéndose, simultáneamente, a ciertos países miembros de las dos alianzas (Turquía, Rumania y Bulgaria) o a neutrales (Yugoslavia y Albania). Estas proposiciones tampoco encontraron eco alguno.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">La descomposición de Europa suroriental a partir de 1989 cambió todo el problema. La erosión y luego el derrumbe de la legitimidad de los regímenes –fundada sobre un determinado desarrollo, sean cuales hayan sido sus límites y sus aspectos negativos– hizo estallar la unidad de la clase dirigente, cuyas fracciones intentaron fundar su legitimidad bajo el nacionalismo. Las condiciones estaban dadas no solamente para permitir la ofensiva del capitalismo salvaje sostenido por Estados Unidos y la Unión Europea, sino también para que Alemania retomara la iniciativa en la región, arrojando leña al fuego –a través del reconocimiento de la independencia de Eslovenia y de Croacia, que la propia Unión Europea reafirmó– y acelerando en consecuencia el estallido de Yugoslavia y la guerra civil. Curiosamente, los europeos intentaron imponer en Bosnia ¡la coexistencia de las comunidades que ellos habían insistido en separar! Si es posible que los serbios, croatas y musulmanes coexistan en la pequeña Yugoslavia que resulta ser Bosnia, ¿por qué no hubieran podido coexistir en la gran Yugoslavia? Evidentemente, una estrategia de este tipo no hubiera tenido ningún éxito, lo que le permitió a Estados Unidos intervenir en pleno corazón de Europa. En la estrategia de Washington, el eje de los Balcanes-Cáucaso-Asia Central prolonga al Medio Oriente.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">De los análisis propuestos anteriormente y que conciernen a las opciones político estratégicas de los países de la Rivera Norte del Mediterráneo saco una importante conclusión: la mayor parte de estos países, en el ayer fieles partidarios de Estados Unidos en el conflicto Este-Oeste, continúan alineados bajo la estrategia de hegemonía norteamericana frente al Tercer Mundo, y singularmente frente a los países árabes y de la región del Mar Rojo-Golfo. Los otros países (balcánicos y del Danubio), ayer implicados de una u otra manera en el conflicto Este-Oeste, han cesado de ser agentes activos en el permanente conflicto Norte-Sur, y se han convertido en objetos pasivos ante el expansionismo occidental.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Conclusiones: el Imperio del caos y la guerra permanente</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">He calificado el proyecto de dominación de Estados Unidos –la extensión de la doctrina Monroe a todo el planeta, particularmente desde el derrumbe de la Rusia soviética (1991)– como Imperio del Caos. El crecimiento de las resistencias de las naciones del Viejo Mundo anuncia que no aceptarán someterse tan sencillamente. Estados Unidos estará llamado a sustituir el derecho internacional por el recurso a las guerras permanentes (proceso que ha comenzado en el Medio Oriente, pero que apunta ya hacia Rusia y Asia), deslizándose por la </i></b><b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">pendiente fascista (la “ley patriótica” ya le ha dado poderes a su policía frente a los extranjeros –aliens– que resultan ser similares a los que poseía la Gestapo).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Los estados europeos, socios en el sistema del imperialismo colectivo de la tríada, ¿aceptarán esta deriva que los colocará en posiciones subalternas? La tesis que he desarrollado coloca el acento no tanto en los conflictos de intereses del capital dominante como en la diferencia que separa las culturas políticas de Europa y la que caracteriza a la formación histórica de Estados Unidos, y encuentra en esta nueva contradicción una de las principales razones del probable fracaso del proyecto de Estados Unidos 6.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Notas</i></b></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><br /></span></div>
<b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">* Desde 1980, Director del Foro del Tercer Mundo, Buró Africano, Dakar, y Presidente del Foro Mundial de Alternativas.</i></b></div>
</b><span style="background-color: white; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; font-style: italic; font-weight: 700;"><br /></span></div>
</span><span style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">1 Sugiero consultar los siguientes títulos de mi autoría: Clase y nación en la historia y la crisis contemporánea, capítulos VI y VIII (1979); El eurocentrismo, capítulo IV (1988); Más allá del capitalismo senil por un siglo XXI no americano (2001).</i></b></div>
</span><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">2 Para la crítica del post-modernismo y la tesis de Negri, consultar los siguientes trabajos de mi autoría: “Crítica de la moda”, capítulo VI, en Harmattan (1997); El tiempo de las cerezas (2003[a]) y El virus liberal, página 20 y siguientes (2003[b]).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">3 Como por ejemplo Gérard Chaliand y Arnaud Blin, America is back, Bayard (2003).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">4 Me refiero a La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, anunciada en el 2002.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">5 Cf. nota 2.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">6 Ver El virus liberal, página 20 y siguientes (2003[a]), y La ideología americana, publicado en inglés en Ahram Weekly (2003[c]), ambos libros de mi autoría.</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Bibliografía</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 1979 Clase y nación en la historia y la crisis contemporánea (Minuit).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 1988 El eurocentrismo (Anthropos).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 1989 La derrota del desarrollo (Harmattan).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 1991 El imperio del caos (Harmattan).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 1994 La etnia al asalto de las naciones (Harmattan).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 1996 Los desafíos de la mundialización (Harmattan).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 1997 Crítica de la moda (Harmattan).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 2000 La hegemonía de los Estados Unidos y el fin del proyecto europeo (Harmattan).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 2001 Más allá del capitalismo senil, por un siglo XXI no americano (PUF).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 2003[a] El tiempo de las cerezas (s/d).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 2003[b] El virus liberal (The New York Press).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir 2003[c] The American Ideology (El Cairo: Ahram Weekly).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir y Ali El Kenz 2003 El mundo árabe, finalidades sociales y perspectivas mediterráneas (Harmattan).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Amin, Samir y otros 1992 Las finalidades estratégicas en el Mediterráneo (Harmattan).</i></b></div>
</b><b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Chaliand, Gérard y Arnaud Blin 2003 America is back (Bayard).</i></b></div>
</b><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px;"><br /></span></div>
<b style="background-color: white; color: #4c4c4c; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12px; margin: 0px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">
<b style="margin: 0px; padding: 0px;"><i style="margin: 0px; padding: 0px;">Todd, Emmanuel 2002 Después del Imperio (Gallimard).</i></b></div>
</b>Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-75643094020856089502018-08-05T21:27:00.002-07:002018-08-05T21:36:48.038-07:00Simona V. Yagenova Intento de Magnicidio contra Nicolás Maduro evidencia escalada de estrategia imperial contra el sueño de paz, autodeterminación y justicia de los pueblos de la Patria Grande<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
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1. El fracasado intento de magnicidio contra el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, se suma a la larga cadena de acciones de desestabilización, intentos de golpe de Estado, boicot, sanciones, guerra económica y mediática que ha tenido que enfrentar la revolución bolivariana. Se trata de una densa estrategia de guerra no convencional que opera a distintas escalas, (global,regional, con soportes nacionales y locales); es multidimensional: militar, económica, mediática, psicológica, diplomática, política y social, propio de un teatro de operaciones bélicas, articulado por el Imperio, gobernado actualmente por extremistas y el ala más belicista del Pentágono. Pretenden, nada menos, que reforzar su dominio total sobre la Patria Grande, aplicando la infame doctrina de Monroe, en un contexto global en que EEUU ha perdido influencia y poder en otras regiones del Mundo.</div>
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2. En febrero del 2016 el almirante Kurt W. Tidd, comandante del Comando Sur, divulgó la estrategia para el derrocamiento del gobierno legítimo de Nicolás Maduro en un documento titulado “Operación Venezuela, Freedom 2”, en el cual define distintas etapas del plan intervencionista.[1] ( ver documento completo al final del texto). A la luz de lo que ha ocurrido durante los últimos años, es posible identificar claramente la aplicación de este guión aunque han fracasado una y otra vez en su intento por desestabilizar y derrocar al gobierno. </div>
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3. De manera paralela se constata una creciente presencia militar de los EEUU en el cono sur( Paraguay, Argentina, Brasil), en la zona andina ( Perú, Colombia, y próximamente en Ecuador), así como Centroamérica (Panamá, Honduras, Guatemala) y la región del Caribe. Las más de 70 bases militares norteamericanas que operan en la región, se articulan estratégicamente con las distintas agencias norteamericanas enmarcadas en la estrategia del Comando Sur(2017)[2]. Se busca reforzar el control territorial y crear condiciones para la neo-colonización del territorio latinoamericano y caribeño. </div>
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4,A esta ofensiva imperial se suman: a) las estrategias de persecución jurídica contra figuras emblemáticas de la izquierda que se han aplicado a los ex presidentes de Lula y Dilma de Brasil, Correa de Ecuador, Christina Kirchner de Argentina y Lugo de Paraguay; b)una apabullante campaña mediática de odio y difamación contra los proyectos políticos de izquierda;c) la reaparición del histórico servilismo de la derecha latinoamericana, que acciona en el seno de la OEA y a través del Grupo de Lima;d) la represión y criminalización contra líderes y lideresas de los movimientos sociales que luchan contra la nueva ola neoliberal, el saqueo de los bienes naturales,la violencia y la injusticia en sus distintas formas y e) modalidades diversas de golpes de Estado e intervencionismo contra gobiernos progresistas.</div>
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3. En este contexto, el intento de magnicidio contra el presidente Nicolas Maduro, cobra particular relevancia, porque demuestra que los extremistas de la Casa Blanca conjuntamente con las fracciones más serviles y apátridas de la derecha latinoamericana, están dispuestos a imponer su proyecto dominación al costo de lo que sea,aplastando las alternativas sistémicas, con el enorme riesgo de acercarnos a un escenario de intervencionismo bélico y caotización, que podría desembocar en un escenario similar a lo que ha ocurrido en Siria,Iraq o Libia, o sea la ocupación de los territorios por partes de las fuerzas más destructivas del capital transnacional, con tal de garantizar el acceso ilimitado a los recursos estratégicos necesarios para la reproducción del hegemón y de las grandes corporaciones globales. </div>
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4. No hay equivocarse, la lucha contra el imperialismo en todas sus formas, cobra más vigencia hoy que nunca, y debe implementarse sin titubeos en todos los espacios de vida cotidiana, mediante una reforzada batalla ideológica-política, la desconexión de los mecanismos reproductores del sistema dominante en el plano económico,político y socio-cultural, y un robustecimiento del internacionalismo activo y solidario entre los diferentes pueblos del mundo. Romper la atávica dependencia económica y militar de los EEUU que es precisamente lo que le otorga campo de acción para el chantaje, subordinación y manipulación de los gobiernos de la región, diseñar estrategias que permiten transitar del capitalismo dependiente hacia modelos económicos socialistas exitosos y eficaces, deben ser una prioridad insoslayable para los proyectos políticos de izquierda, lo que requiere repensar la integración latinoamericana y caribeña con nuevas miradas, estrategias y planes multidimensionales. </div>
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Si algo nos ha mostrado la historia es que EEUU no es, ni será, amigo, ni aliado de nuestra Patria Grande, mientras este país este gobernado por el complejo industrial militar, una oligarquía rapaz y elite racista identificada con la supremacía blanca. El imperio, tal como se estructura y opera hoy, constituye una amenaza directa para el futuro próximo de nuestra Patria Grande, amenaza que no puede subestimar, ni ignorarse. </div>
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5.Si de algo deberíamos ser orgullosos y orgullosas los hombres y mujeres que habitamos nuestra Patria Grande, es el enorme legado teórico-práctico de las resistencias, luchas revolucionarias y del pensamiento crítico latinoamericano y caribeño, que hoy por hoy, sigue nutriendo las luchas y sueños de emancipación. No obstante, existen importantes vacíos en la transmisión de esta praxis hacia las nuevas generaciones, en la sistematización de los aprendizajes y lecciones aprendidas, y en la resignificación teórica-práctica de los saberes y practicas contra hegemónicas que se libran en los microespacios de vida cotidiana de quienes luchan desde distintas trincheras contra el sistema de dominación imperante. Vivimos una época de una intensa disputa que abarca todos los ámbitos de la vida y esto exige que conozcamos de una mejor manera, cómo, dónde y con qué mecanismos se reproduce el actual sistema de dominación global y regional. </div>
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6. En este marco, la República Bolivariana de Venezuela, encabezado por el compañero presidente Nicolás Maduro, ha sido ejemplar en desplegar una permanente dinámica socio-política-cultural en defensa de su patria socialista, su independencia y el legado de Bolivar y Chávez. Con una creatividad solo propio de quienes viven y defienden a costa de la vida un proyecto revolucionario, han impulsado una praxis que no descansa un minuto para encontrar soluciones a problemas muy complejos en un contexto de una agresión internacional permanente. Por esto han salido victoriosos de una agresión, tras otra. Por esto mismo, es un digno ejemplo de lucha antiimperialista, de amor por los pueblos de nuestra Patria Grande y el futuro de la humanidad. Por esto mismo, ratificamos nuestro compromiso y solidaridad activa con la Revolución Bolivariana de Venezuela y el compañero presidente Nicolás Maduro.</div>
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5 de agosto 2018</div>
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<span style="color: #3d85c6; font-weight: bold;">Anexo</span></div>
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<span style="color: #3d85c6; font-weight: bold;">“Operación Venezuela, Freedom 2” elaborado por el almirante Kurt W. Tidd, Comandante del Comando Sur.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">Etapa 1;</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">· Poner en evidencia el carácter autoritario y violador de los derechos humanos del gobierno de Maduro.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">· Empleo del mecanismo de la Orden Ejecutiva (EXECUTIVE ORDER) como parte de una estrategia que puede justificar el desarrollo de nuestra política, teniendo como justificativo legal la Constitución y las leyes de Estados Unidos de América, incluida la Ley Internacional de Poderes Económicos de Emergencia (50 USC 1701 y siguientes) (IEEPA, por sus siglas en inglés), la Ley de Emergencia Nacional (50 USC 1601 y siguientes) (NEA, por sus siglas en inglés), la Ley de Defensa de Derechos Humanos y de la Sociedad Civil de Venezuela de 2014 (Ley Pública 113-278) (la “ley de Defensa de Derechos Humanos de Venezuela”) (la “Ley”), la sección 212 (f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1952 (8 USC 1182 (f)) (INA), y la sección 301 del título 3 del Código de Estados Unidos, emitiendo nuestro gobierno la “orden” donde se declara una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos, representada por la situación en Venezuela.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">· Aislamiento internacional y descalificación como sistema democrático, ya que no respeta la autonomía y la separación de poderes.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">· Generación de un clima propicio para la aplicación de la Carta Democrática de la OEA.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">· Colocar en la agenda la premisa de la crisis humanitaria que permita una intervención con apoyo de organismos multilaterales, incluyendo la ONU.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">Etapa2</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">Considerando los diversos aspectos reseñados en el resumen anterior, esta Junta Evaluativa y nuestro componente de operaciones especiales común (Componentes Operacionales del U.S. Southern Command: Comando de Operaciones Especiales Sur, Joint Task Force-Bravo, Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur – Jiatfs) involucrados en esta operación, debe elevar un conjunto de recomendaciones que permita una planeación efectiva de nuestra intervención en Venezuela, concebida como una operación de amplio espectro, conjunta y combinada dentro del área de responsabilidad, priorizando los conceptos estratégicos: fuerza decisiva, proyección de poder, presencia en ultramar y agilidad estratégica (Joint Vision 2020, como un proceso de actualización permanente de la doctrina militar) (que) continuarán rigiendo nuestros esfuerzos donde se incorpore todos los instrumentos de autoridad nacional, entre ellos, recursos diplomáticos, de información, militares, económicos, financieros, de inteligencia y jurídicos. Con esa dirección estratégica, los aspectos que debemos evaluar a partir de los soportes informativos previos y sus proyecciones, son el resultado de la labor conjunta entre la Agencia de Inteligencia para la Defensa (DIA, que es nuestro organismos de adscripción) en estrecha colaboración con otros entes de la Comunidad de Inteligencia (IC, por sus siglas en inglés). Con estos fundamentos, traigo una agenda resumida (anexo tienen ustedes los soportes documentales) para el análisis de una serie de políticas que nos permitan abordar los diversos ámbitos (político y militar) siendo necesario su desagregación en acciones específicas:</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">a) Con los factores políticos de la MUD hemos venido acordando una agenda común, que incluye un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada. Por supuesto, hay que seguir impulsando como cobertura el referéndum o la enmienda que se apoya en el texto constitucional y que sirve para censar, movilizar y organizar una masa crítica para la confrontación. Por eso, también hay que enarbolar los artículos 333 y al 350 que legitiman la rebelión. Es indispensable destacar que la responsabilidad en la elaboración, planeación y ejecución parcial (sobre todo en esta fase-2) de la Operacion Venezuela Freedom-2 en los actuales momentos descansa en nuestro comando, pero el impulso de los conflictos y la generación de los diferentes escenarios es tarea de las fuerzas aliadas de la MUD involucradas en el Plan, por eso nosotros no asumiremos el costo de una intervención armada en Venezuela, sino que emplearemos los diversos recursos y medios para que la oposición pueda llevar adelante las políticas para salir de Maduro.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">b) Bajo un enfoque de “cerco y asfixia”, también hemos acordado con los socios más cercanos de la MUD, utilizar la Asamblea Nacional como tenaza para obstruir la gobernanza: convocar eventos y movilizaciones, interpelar a los gobernantes, negar créditos, derogar leyes.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">c) También en el plano político interno hay que insistir en el gobierno de transición y las medidas a tomar después de la caída del régimen, incluyendo la conformación de un gabinete de emergencia, donde puedan incluirse sectores empresariales, jerarquía eclesial, sindicatos, ONGs, Universidades.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">d) Para arribar a esta fase terminal, se contempla impulsar un plan de acción de corto plazo (6 meses con un cierre de la 2 fase hacia julio-agosto de 2016), como señalamos, hemos propuestos en estos momentos aplicar las tenazas para asfixiar y paralizar, impidiendo que las fuerzas chavistas se pueden recomponer y reagruparse. Hay que valorar adecuadamente el poderío del gobierno y su base social, que cuenta con millones de adherentes los cuales pueden ser cohesionados y expandirse políticamente. De allí nuestro llamado a emplearnos a fondo ahora que se vienen dando las condiciones. Insistir en debilitar doctrinariamente a Maduro, colocando su filiación castrista y comunista (dependencia de los cubanos) como eje propagandístico, opuesta a la libertad y la democracia, contraria a la propiedad privada y al libre mercado. También doctrinariamente hay que responsabilizar al Estado y su política contralora como causal del estancamiento económico, la inflación y la escasez.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">e) Mantener la campaña ofensiva en el terreno propagandístico, fomentando un clima de desconfianza, incitando temores, haciendo ingobernable la situación. En esto es importante destacar todo lo que tiene que ver con desgobierno: las fallas administrativas, la afectación con los altos índices de criminalidad y la inseguridad personal. En este terreno el gobierno está a la defensiva y muestra signo de agotamiento, con un discurso que cada día tiene menos credibilidad. Los análisis evidencian que se ha conformado una corriente de opinión incrédula y apática en torno a las promesas del llamado “Socialismo del siglo XXI”, existiendo en los jóvenes, fundamentalmente, una creciente identidad con nuestra forma de vida e ideales. De esta manera contamos con un piso sólido para nuestra seguridad e intereses económicos y nuestros valores políticos. EEUU quiere una Venezuela próspera para todos, asentada sobre una base de valores compartidos, con un gobierno eficiente, una democracia representativa y una economía abierta de mercado. Estos avances en los actuales momentos son el resultado de nuestras campañas propagandísticas, pero no podemos obviar el peso de la crisis como dato empírico que la detona y refuerza.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">f) Por esto, particular importancia tiene la explotación de los temas como la escasez de agua, de alimentos y de electricidad, teniendo este último aspecto un carácter grave para el gobierno, ya que la sequía ha generado una amenaza de colapso de los embalses y debemos prepararnos para explotarlo al máximo desde el punto de vista político, reforzando la matriz mediática que ubica la crisis eléctrica como responsabilidad exclusiva de Maduro.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">g) Especial interés adquiere, en las actuales circunstancias, posicionar la matriz de que Venezuela entra en una etapa de CRISIS HUMANITARIA por falta de alimentos, agua y medicamentos, hay que continuar con el manejo del escenario donde Venezuela está “cerca del colapso y de implosionar” demandando de la comunidad internacional una intervención humanitaria para mantener la paz y salvar vidas.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">h) Al mismo tiempo, en el plano internacional hay que insistir en la aplicación de la Carta Democrática, tal como lo hemos convenido con Luis Almagro Lemes, Secretario General de la OEA y los ex-presidentes, encabezado por el ex-secretario de la OEA, César Gaviria Trujillo, pudiendo contar con algunos nexos con la Alianza Parlamentaria Democrática de América a quienes hemos sumado a la compaña en desarrollo. Conjugar estas iniciativas con la citada figura de las “emergencias humanitarias” que permita construir alianzas con otros países que están en el área de influencia del Comando Sur. Más adelante nos referiremos a este aspecto.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">Aquí se hace relevante la coordinación entre organismos de la Comunidad de Inteligencia (IC) y otras agencias como las organizaciones no gubernamentales (ONGs), corporaciones privadas de comunicación como la SIP y diversos medios privados (TV, Prensa, Redes, circuitos radiales). En esto juega un rol preponderante el enlace en Venezuela Tenney Smith, de la Agencia de Inteligencia para la Defensa (DIA), quien con Rita Buck Rico de la sección de asuntos políticos, tienen una cubierta en la Embajada de Caracas y deben ser apoyados con un contingente de inteligencia mayor.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">i) No se puede dejar a un lado el esfuerzo que hemos venido haciendo para vincular al gobierno de Maduro en la corrupción y el lavado de dinero. En esto debemos apoyarnos en el trabajo que vienen haciendo las Unidades de Inteligencia Financiera (Grupo Egmont), el Grupo de Acción Financiera (GAFI) y el Comité de Expertos sobre la Evaluación de medidas contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo (MONEYVAL). Estos son organismos intergubernamentales cuyo propósito es el desarrollo y la promoción de políticas nacionales e internacionales para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. El GAFI, por ejemplo, actualmente cuenta con 36 miembros que comprende 34 países, quienes pueden aportar datos y proporcionan información para demostrar la vinculación de los personeros del gobierno de Maduro sumariados en la Orden Ejecutiva. En estas coordenadas, hay que desarrollar campañas mediáticas con los testigos protegidos que colaboran con la aplicación del decreto del 9 de marzo de 2015.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">j) En otro ámbito, tenemos que prestarle atención a la cuestión militar. Si bien hasta ahora ha resultado exitosa la campaña que hemos impulsado para disuadir y ganar adeptos en sectores institucionalistas (Generales apegados a la ley, quienes han garantizado el reconocimiento de la oposición y han trazado una línea de no emplear la represión contra manifestaciones) existe una alta probabilidad que los mandos identificados con el chavismo duro ofrezcan resistencia, sobre todo en unidades élites que históricamente se han alineado con el régimen. Por eso, hay que sostener el trabajo de debilitar ese liderazgo y anular su capacidad de mando.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">k) Lectura similar es necesario hacer en relación al empleo que va a hacer el gobierno de las llamadas milicias y colectivos armados. La presencia de este personal combatiente y fanatizado en las ciudades priorizadas en el plan, se convierten en obstáculos para las movilizaciones de calle de fuerzas aliadas y grupos opositores, siendo también un impedimento para el control efectivo de instalaciones estratégicas. De allí la demanda de su neutralización operativa en esta fase decisiva.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">l) Si bien en este terreno foco de la situación militar no podemos actuar ahora abiertamente, con las fuerzas especiales aquí presente hay que concretar lo ya anteriormente planificado para la fase 2° (tenaza) de la operación. Los entrenamientos y aprestos operacionales de los últimos meses, con la Fuerza de Tarea Conjunto Bravo en la base de Palmerola, en Comayagua, Honduras, la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur –Jiatfs, permite colocar tales componentes en condiciones de actuar rápidamente en un arco geo-estratégico apoyado en las bases militares de “control y monitoreo” en las islas antillanas de Aruba (Reina Beatriz) y Curazao (Hato Rey); en Arauca, Larandia, Tres Esquinas, Puerto Leguízamo, Florencia y Leticia en Colombia; todo ello como Lugar de Operaciones de Avanzada (FOL con proyecciones sobre la región central de Venezuela donde se concentra el poderío político-militar). En este aspecto debemos mantener la vigilancia electrónica sobre esta zona de influencia, sobre todo en la fachada atlántica, manteniendo las incursiones de los RC-135 COMBAT equipados con sistemas electrónicos que han permitido recientemente recolectar inteligencia, interceptar y bloquear comunicaciones, tanto del gobierno como de contingentes militares (Ver informe confidencial respectivo). También se debe poner OK el Primer Batallón 228 del Regimiento del Aire con sus 18 aviones y los helicópteros UH-60 Blackhawk y CH-47, aproximándolos al terreno, preferiblemente las instalaciones de Hato Rey en Curazao. Ya hemos establecido las directivas y órdenes vinculantes.</span></div>
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<span style="color: #0b5394;">En estas 12 recomendaciones están involucrados aspectos políticos, económicos y militares que son parte de planes estratégicos de nuestro gobierno, las cuales vienen siendo impulsados por múltiples agencias y a los que se apega el U.S. Southern Command. En correspondencia con esa guía de planeamiento, he enfocado mis esfuerzos en cuatro áreas principales: garantizar que seguimos siendo el primer socio de seguridad de elección en este hemisferio; profundizar en la colaboración entre las agencias generando confianza, plataforma de innovación para el Departamento de Defensa y planificación de operaciones críticas y transregionales como esta Operación Venezuela Freedom-2 donde se involucran comandos combativos y socios interagenciales. Vamos a seguir construyendo alianzas que protegen nuestros intereses, defender nuestro territorio, defender el bien común mundial, y avanzar la seguridad, el buen gobierno, frente a las amenazas como las que presenta el régimen opresivo de Venezuela. Por esto en la planificación hay cuestiones particulares que nos atañen, donde debemos elaborar planes específicos que operacionalicen las recomendaciones, tal como se reseñan en los apartados y documentos anexos, siendo la tarea del día de esta Junta Evaluativa, por lo que ordeno la mayor atención y esfuerzo en la reunión. <b>Almirante Kurt W. Tidd Comandante,U.S. Southern Command (SOUTHCOM),Febrero 25.2016 </b></span></div>
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[1] http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/operacion-venezuela-freedom-2-el-documento</div>
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[2] http://www.southcom.mil/Portals/7/Documents/USSOUTHCOM_Theater_Strategy_Spanish_(FINAL).pdf?ver=2017-10-26-124307-193&timestamp=1509036213302</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-60732327511856802242018-07-25T18:59:00.005-07:002018-07-25T18:59:49.593-07:00Simona V. Yagenova Nicaragua: La (im)posibilidad de comprender la crisis en su complejidad<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
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<b><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">1.La
crisis nicaragüense tiene determinantes múltiples: geoestratégicos,
estructurales y coyunturales, que se articulan actualmente en una dinámica
socio-política contenciosa, de diferentes escalas y son de carácter
multidimensional. En esta crisis accionan diversos actores, heterogéneos en su
extracción clasista, su posicionamiento ideológico-político, en sus formatos
organizacionales, sus demandas, intereses y objetivos inmediatos. El campo de
disputa se centra en torno al Estado nicaragüense y su actual gobierno, no así
las pretendidas reformas al INSS, el detonante inicial de la movilización
ciudadana. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">2.
En pocos días, producto del asesinato de participantes en las manifestaciones
pacíficas, se configura un intenso escenario de acciones contenciosas, en el
que se realizan protestas ciudadanas y al mismo tiempo se despliegan acciones
de tipo “insurreccionales”, que buscaban tomar control territorial mediante la
instalaciones de barricadas armadas, ataques y quemas de edificios públicos, etc.
que se extendieron rápidamente en distintas partes del país. La violencia
ejercida tanto por el Estado, bajo el argumento de la necesidad de restaurar el
control sobre el territorio disputado, como por quienes se habían atrincherado
en distintos lugares, generó una espiral creciente de víctimas y muertes. Previo
al 19 de julio, mediante la actuación de grupos leales al gobierno y las
fuerzas de seguridad, se habían ya “liberado” violentamente en algunos lugares
y con mediación pacífica en otros, la casi totalidad de los lugares donde se habían
atrincherado estos grupos armados. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">3.La
iglesia católica, ambigua y con feligreses en ambos lados del conflicto, no
logra desempeñarse con fuerza, ni objetividad en este escenario, como tampoco
las universidades. Este vacío político contribuyó a una exacerbación de un
conflicto que se tornó extremadamente violento y polarizó las posiciones en un
todo o nada. La crisis aún no ha concluido y existen fuerzas socio-políticas
quienes continuarán movilizándose para lograr la renuncia o el derrocamiento
del gobierno de Daniel Ortega; otras, ante lo que consideran como una seria
amenaza de golpe de Estado, cerrarán filas en torno al gobierno de Ortega y/o
al sandinismo, y quizás la mayoría, quienes no están a favor de los grupos
opositores, ni el sandinismo, quieren que se acabe la violencia y se restaure
una relativa tranquilidad.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">3.
La crisis que vive Nicaragua hoy se fue gestando desde tiempos atrás, tiene
como trasfondo histórico el reiterado intervencionismo imperial, el legado de
la Revolución 1979 y su posterior derrota política electoral, el impacto del
neoliberalismo-extractivismo sobre la sociedad nicaragüense, los pactos
políticos entre las elites del sandinismo con la iglesia, fracciones de la
derecha y los empresarios, un proyecto
reformista que en materia económico redujo la pobreza, invirtió en políticas
sociales pero claudicó ante la demanda de reformas más radicales que hubieran significado
un cambio en la estructura clasista y mejorado sustancialmente la vida material
de la clase trabajadora nicaragüense. El sandinismo, a pesar de logros importantes
en materia socio-económica, no logró comprender que cualquier proceso
revolucionario que se encamine por la senda del reformismo, y los pactos entre
elites, más temprano que tarde, sucumbirá ante las traiciones de la clase
dominante, si no crea estructuras de poder popular democráticas territoriales,
si no libra una permanente batalla ideológica política en contra del
pensamiento neoliberal y de derecha, y si no establece una relación estrecha de
confluencias y sinergias con los movimientos sociales territoriales y
nacionales, que desde sus trincheras construyen pensamiento y practicas contra
hegemónicas y de emancipación humana.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">4.Lo
sucedido durante los últimos tres meses, ha reconfigurado el escenario político de
Nicaragua. El pacto reformista de Ortega con la Iglesia y Empresarios se rompe,
y la oposición política, hasta recientemente, debilitado y fragmentado en sí,
contará con mayores soportes, incluyendo financieros, para fortalecerse. Tiene
a su disposición los capitales mediáticos, la OEA, el Grupo de Lima, el régimen
trumpista, la derecha continental y la Unión Europea, que en su conjunto
presionarán económica y políticamente para que renuncie Ortega o convoque a
nuevas elecciones. En tal sentido, los factores intervencionistas externos
jugarán un rol más preponderante que ahora, lo que significa una violación a la
autodeterminación del pueblo nicaragüense, quien debe decidir su futuro y
encontrar vías políticas de solución a sus problemas internos.<o:p></o:p></span></b></div>
<b><span style="font-family: "Comic Sans MS"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-GT; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">5. Las fracturas que fueron creadas por la
actual crisis difícilmente se podrán solucionar a corto plazo, ni mucho menos,
entregando la conducción del Estado a fuerzas de derecha, neoliberales y
pro-imperiales. La única solución es girar hacia la izquierda, emprender un
nuevo ciclo revolucionario mediante reformas políticas radicales que empoderan
a la clase trabajadora, al campesinado, que reconozcan los derechos plenos de
las mujeres y de los pueblos originarios, y que restablezcan un Estado laico,
democrático,socialista y popular</span></b>Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-73592163123803687852018-07-18T18:18:00.000-07:002018-07-18T18:18:09.760-07:00John Bellamy Foster and Brett Clark The Robbery of Nature Capitalism and the Metabolic Rift<header style="background-color: white; color: #444444; font-family: "Average Sans", arial, sans-serif; font-size: 16px;"><h1 class="title entry-title" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 2.1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; line-height: 1.1em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Monthly Review, Julio 2018</h1>
</header><div class="byline" style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; color: #999999; font-family: "Average Sans", arial, sans-serif; font-size: 16px; margin: 1em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="byline-tags" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0.3em 0px; outline: 0px; overflow: hidden; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
</div>
<div class="post-image " style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; color: #444444; float: right; font-family: "Average Sans", arial, sans-serif; font-size: 16px; margin: 1em 0px 1em 1em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="wp-caption" style="background: rgb(221, 221, 221); border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 0px 1px; vertical-align: baseline; width: 300px;">
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/bk007555web.jpg" rel="lightbox" style="background: transparent; border: 0px; color: #880000; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;" title="19th-century guano harvesting in Peru. Credit: Corbis."><img alt="A 19th-century illustration depicts a scene off the coast of Peru, where bird poop, or guano, was harvested" class="woo-image thumbnail alignnone lazyloading" data-was-processed="true" height="300" src="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/bk007555web-300x300.jpg" style="background: rgba(255, 255, 255, 0.7); border: none; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: bottom;" title="The Robbery of Nature" width="300" /></a></div>
<div class="wp-caption-text" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 14.4px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.1em; margin: 1em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
19th-century guano harvesting in Peru. Credit: Corbis.</div>
</div>
</div>
<section class="entry" style="background-color: white; color: #444444; font-family: "Open Sans", arial, sans-serif; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-top: 1em;"><div class="authorbio" style="background: rgb(221, 221, 221); border: 0px; clear: both; float: right; font-family: Cardo, Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 0.9em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 1em 1em; outline: 0px; padding: 1em; vertical-align: baseline; width: 273px;">
<div style="background: transparent; border: 0px; font-family: "Open Sans", arial, sans-serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 10px; margin-top: 1em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span class="authorbioname" style="background: transparent; border: 0px; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">John Bellamy Foster </span>is the editor of <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">MR</i>and a professor of sociology at the University of Oregon. <span class="authorbioname" style="background: transparent; border: 0px; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Brett Clark</span> is the associate editor of <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">MR</i> and an associate professor of sociology at the University of Utah.</div>
</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The chapter on “Machinery and Large-Scale Industry” in the first volume of Karl Marx’s <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital </i>closes with this statement: “All progress in capitalist agriculture is a progress in the art, not only of robbing the worker, but of robbing the soil…. Capitalist production, therefore, only develops the techniques and the degree of combination of the social process of production by simultaneously undermining the original sources of all wealth—the soil and the worker.” “Robbing the worker” referred to the theory of exploitation, which entailed the expropriation of the worker’s surplus labor by the capitalist. But what did Marx mean by “robbing the soil”? Here robbery was connected to his theory of the metabolic rift arising from the expropriation of the earth. As he stated earlier in the same paragraph, “capitalist production…disturbs the metabolic interaction between man and the earth, i.e. it prevents the return to the soil of its constituent elements consumed by man in the form of food and clothing; hence it hinders the operation of the eternal natural condition for the lasting fertility of the soil.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-1" id="endnote-1-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">1</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The same basic logic was present in the other famous passage on the metabolic rift, at the end of the chapter on “The Genesis of Capitalist Ground Rent” in the third volume of <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</i>. There Marx referred to “the squandering of the vitality of the soil” by large-scale capitalist enterprise, generating “an irreparable rift in the interdependent process of social metabolism, a metabolism prescribed by the natural laws of life itself.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-2" id="endnote-2-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">2</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In both instances, Marx’s notion of the robbery of the soil is intrinsically connected to the rift in the metabolism between human beings and the earth. To get at the complexities of his metabolic rift theory, it is therefore useful to look separately at the issues of the <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">robbery</i> and the <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">rift</i>, seeing these as separate moments in a single development. This is best done by examining how Marx’s ecological critique in this area emerged in relation to the prior critique of industrial agriculture provided by the celebrated German chemist Justus von Liebig. Of particular importance in this context is Liebig’s notion of the “robbery system” (<i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Raubsystem</i>) or “robbery economy” (<i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Raubwirthschaft</i>), which he associated with British high farming.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-3" id="endnote-3-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">3</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
For Marx, as for Liebig, this robbery was not of course confined simply to external nature, since humans as corporeal beings were themselves part of nature.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-4" id="endnote-4-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">4</span></a> The expropriation of nature in capitalist society thus had its counterpart, in Marx’s analysis, in the expropriation of human bodily existence. The robbery and the rift in nature’s metabolism was also a robbery and a rift in the human metabolism. This was visible in the many forms of bonded labor, in the conditions of social reproduction in the patriarchal household, and in the destructive physical impacts and the loss of the vital powers of individual human beings.</div>
<h2 class="mr-heading" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 1.4em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 1px; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Liebig: Industrial Agriculture and the Alienation of the Soil</h2>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Beginning in the late 1850s and early 1860s, Liebig, who had long advocated the use of scientific methods in agriculture, began to argue that British high farming’s systematic “alienating [of] the crops” of the fields was irrational from a long-term perspective, since it ultimately despoiled the earth of its nutrients. “A farmer,” he declared, “may sell and permanently alienate all that portion of the produce of his farm which has been supplied by the atmosphere [but not the constituents of the soil]—a field from which something is permanently taken away, cannot possibly increase or even continue equal in productive power.” He stressed that “the axiom thus enunciated is simply a natural law.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-5" id="endnote-5-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">5</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The “natural law” at issue here was what Liebig called the “law of compensation” or law of replacement (<i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Gesetz des Ersatzes</i>), whereby nutrients removed from the soil had to be restored.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-6" id="endnote-6-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">6</span></a> This was in turn based on the recognition of the metabolic interaction (<i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Stoffwechsel</i>) governing the exchanges of matter and energy between life forms and their environments. Metabolism was a fundamental concept of natural science, and Liebig was one of its nineteenth-century pioneers.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-7" id="endnote-7-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">7</span></a> In essence, it raised the question of the material interchanges and processes governing the complex interrelations between organic and inorganic nature.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
“All plants, without exception,” Liebig wrote, “exhaust the soil, each of them in its own way, of the conditions for their reproduction.” To sell the food and fiber to populations in cities hundreds and thousands of miles from the land prevented the return of these essential nutrients to the soil, resulting in a system of “spoliation.” Attempts to compensate for this—for example, through Britain’s massive imports of guano from Peru, and bones from the battlefields and catacombs of Europe—were temporary and makeshift solutions, almost inherently insufficient, that plundered other countries of their earthly resources.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-8" id="endnote-8-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">8</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Liebig’s emphasis in the late 1850s and early 1860s on the alienation and robbery of the soil can be seen as a product of developments that began in the 1840s and that extended to the time that Marx was writing <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital </i>in the 1860s. Responding to the deterioration of soil conditions and the commercial demands for higher agricultural productivity—what historians have called the Second Agricultural Revolution—English farmers in 1841 began importing massive amounts of guano from Peru.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-9" id="endnote-9-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">9</span></a> Meanwhile, the Irish potato famine, beginning in 1845, led to the abolition of the Corn Laws in England, allowing for the importation of cheaper grain and forcing new, competitive market conditions, which in turn gave rise to what Marx called a “new regime” of the international food system.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-10" id="endnote-10-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">10</span></a> This period saw the development of “high farming” or intensive agriculture in England (itself symbolized by the importation of guano, bones, oil cakes, and other natural fertilizers), and the shift to an increasingly meat-based agricultural system grounded in agricultural practices such as the famous Norfolk rotation, establishing a mixed animal-crop system.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-11" id="endnote-11-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">11</span></a> In this context, concerns were raised about the loss of soil nutrients to the land from new, intensive forms of agriculture and the waste of nutrients in human sewage resulting from massive food and fiber imports to the cities.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-12" id="endnote-12-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">12</span></a> In Germany and other parts of Europe, there were growing worries among agronomists and soil scientists about England’s voracious importation of bones from the Continent. The entire period of the Second Agricultural Revolution was thus one of crisis and transformation in the socioecological metabolism of British soil cultivation, associated with the Industrial Revolution.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
To underscore the enormity of the crisis of soil ecology, Liebig made a point of attacking entrenched notions propounded by some agriculturalists and the classical political-economist David Ricardo that the “power of the soil” on any given plot of land was “indestructible” and hence “inexhaustible.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-13" id="endnote-13-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">13</span></a> The development of modern chemistry had discredited such views. Plant growth, Liebig contended, depended on “eight substances” (today we know this to be eighteen; sixteen of which, excluding carbon and oxygen, are chemical elements plants derive from the soil and not the atmosphere)—all of which had to be replenished for the soil to remain fertile.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-14" id="endnote-14-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">14</span></a> Of these, the nutrients needed in the largest quantities were nitrogen, phosphorus, and potassium. Liebig’s famous “law of the minimum,” moreover, indicated that there was a complex balance of soil nutrients such that, to enhance the productivity of the soil in a given area, it was necessary to supply the nutrient in which the soil was most deficient, to the point at which that nutrient was once again in proportion with the next-most deficient soil mineral. Growth rates were determined by the most limited factor. Soil “exhaustion” meant that the mineral composition of the earth had been so compromised that nutrients needed to be massively imported by “the hand of man” from outside the farm. “In this sense,” Liebig declared, “most of our cultivated fields are exhausted,” requiring massive infusions of chemical nutrients from outside.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-15" id="endnote-15-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">15</span></a></div>
<div class="wp-caption alignright" id="attachment_119046" style="background: rgb(248, 248, 248); border-radius: 3px; border: 1px solid rgb(230, 230, 230); box-shadow: rgb(255, 255, 255) 0px 0px 1px 1px inset; float: right; margin: 5px 0px 15px 15px; max-width: 100%; outline: 0px; padding: 1px; text-align: center; vertical-align: baseline; width: 410px;">
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p.jpg" rel="lightbox" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px !important; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" title="Soluble Pacific Guano, 1857-83. Credit: Mystic Seaport, Mystic, Conn., #1994.5."><img alt="Soluble Pacific Guano, 1857-83" class="size-medium wp-image-119046 lazyloaded" data-lazy-src="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-400x544.jpg" data-lazy-srcset="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-400x544.jpg 400w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-200x272.jpg 200w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-500x680.jpg 500w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-300x408.jpg 300w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-80x109.jpg 80w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p.jpg 1000w" data-was-processed="true" height="544" sizes="(max-width: 400px) 100vw, 400px" src="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-400x544.jpg" srcset="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-400x544.jpg 400w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-200x272.jpg 200w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-500x680.jpg 500w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-300x408.jpg 300w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p-80x109.jpg 80w, https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/07/Guano_1994_5p.jpg 1000w" style="background: none; border: 0px; height: auto; margin: 0px !important; max-width: 100%; outline: 0px; padding: 4px 0px; vertical-align: bottom;" width="400" /></a></div>
<div class="wp-caption-text" style="background: transparent; border: 0px; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, sans-serif; font-size: 12px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 0.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Soluble Pacific Guano, 1857-83. Credit: <a href="http://www.nuevayork-exhibition.org/galleries/2/port" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px !important; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">Mystic Seaport, Mystic, Conn., #1994.5</a>.</div>
</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Liebig was not alone from the 1850s through the 1870s in addressing the issue of the destructive relation to the soil. Other major natural scientists, agronomists, and political economists raised the same questions, including George Waring, Henry Carey, James F. W. Johnston, Carl Fraas, and Wilhelm George Friedrich Roscher—all of whom (except Waring) Marx studied closely.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-16" id="endnote-16-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">16</span></a> It was Liebig, however, who advanced the most critical and global concerns with respect to large-scale industrial agriculture. In doing so, he focused in particular on the extraordinary ascent of the guano trade as a measure of the extent of the European soil crisis.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
By far the richest deposits of guano were to be found on the Chincha Islands off the coast of Peru, where it was the product of cormorants, boobies, and pelicans feeding since time immemorial on huge shoals of fish in the coastal currents and depositing their excrement in what became mountains of natural fertilizer. Peruvian guano was rich in nitrogen, ammonia, phosphates, and alkaline salts. Historian Gregory Cushman writes that “all told, from 1840 to 1879, Peru exported an estimated 12.7 million metric tons of guano from its islands,” the great bulk of it destined for British fields.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-17" id="endnote-17-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">17</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Between 1841 and 1855, according to Liebig, “upwards of 1,500,000 metric tons” of Peruvian guano had been imported into Great Britain, and two million tons into Europe as a whole. This was enough, based on the figures for Europe in this period, to produce an additional 200 million cwts (or hundredweights—an imperial hundredweight is 112 pounds) of grain more than would have been produced without the guano. This was “sufficient to feed perfectly 26 ¾ million human beings [more than the population of England, Wales, and Scotland at that time] for one year.” Liebig indicated that “one cwt. of guano was, in terms of the effective mineral constituents it contained, the equivalent of 25-80 cwt. of wheat.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-18" id="endnote-18-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">18</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
A sense of the deficiency in English agricultural fields in relation to their full productivity could thus be found in the immense quantity of guano imported at great cost and applied to the fields—as well in the importation of bones (bonemeal), nitrates, oil cakes, and other fertilizers and feeding stuffs for farm animals. Reflecting on this situation, Liebig charged that if England were to continue with its high farming system—a high-input, high-output, capital-intensive form of large-scale industrial agriculture—it would so despoil the soil and become so dependent on increasing inputs that it would need quantities of guano “of about the extent of the English coal fields.” No wonder that “British and American ships have searched through all the seas, and there is no small island, no coast, which has escaped their enquiries after guano.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-19" id="endnote-19-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">19</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
All this reinforced Liebig’s argument that the much-vaunted industrial agriculture of British high farming was simply a more intensive, modern “robbery system” undermining the conditions of reproduction for future generations. To be sure, this was a more “refined” form of robbery, where “robbery improves the art of robbery.” But the resulting impoverishment was the same. Indeed, the system’s new techniques often effected an even more thoroughgoing impoverishment of the constituents of the soil. Rather than a “mark of progress,” under these circumstances, an increase in crop production was likely a sign of long-term regression—the more so if examined on a global scale.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-20" id="endnote-20-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">20</span></a> The English importation of bones from the Continent to be used as fertilizer, and its effect on the growth of individuals, could be seen in the greater height of British military conscripts relative to their Continental counterparts. “Great Britain,” Liebig declared, “robs all countries of the conditions of their fertility; she has already ransacked the battle-fields of Leipzig, Waterloo, and the Crimea for bones, and consumed the accumulated skeletons of many generations in the Sicilian catacombs…. We may say to the world that she hangs like a vampire on the neck of Europe, and seeks out its hearts-blood, without any necessity and without permanent benefit to herself.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-21" id="endnote-21-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">21</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Such a modern robbery culture, based on the total alienation of the soil, was the antithesis of a rational agriculture rooted in the application of science. Liebig did not hesitate to point out the structural reasons for this contradiction. As he wrote in the conclusion to the introduction to the 1862 edition of his <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Agricultural Chemistry</i>, the entire rapacious system associated with industrial agriculture could be attributed to “the folly and ignorance…which private property interposes” in the way of the “recovery” of the constituents of the soil. The natural law of compensation was being violated by a production system which knew no bounds, operating as if “the Earth is inexhaustible in its gifts.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-22" id="endnote-22-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">22</span></a> Moreover, attempts to compensate for the loss of soil nutrients by using only particular fertilizers might yield still more irrational results in the form of an “excess of nutritive substances,” as opposed to “rational husbandry.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-23" id="endnote-23-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">23</span></a></div>
<h2 class="mr-heading" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 1.4em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 1px; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Marx: The Robbery of Nature and the Metabolic Rift</h2>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Marx’s conception of the robbery or expropriation of nature was necessarily much broader than that of Liebig, though the latter’s natural-scientific researches had a decisive impact on Marx’s thought. Marx emerged as a materialist thinker in his early twenties through a long and intense struggle with the Hegelian system of German idealism, in which his doctoral dissertation on Epicurus’s ancient materialist philosophy of nature played a central role (together with his encounter with the work of Ludwig Feuerbach). Epicurean materialism, which exerted a powerful influence on the scientific revolution of the seventeenth century, would remain a crucial reference point in Marx’s critical outlook, even as he developed his own historical-materialist approach.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-24" id="endnote-24-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">24</span></a> As a thinker concerned centrally with the human relation to the earth through production, his analysis already displayed, in the early 1840s, a broad ecological outlook, though his sharper critique of the environmental contradictions of capitalist development was only developed in his mature works. Still, already in the 1840s, he addressed such issues as the expropriation and alienation of the land; the division between town and country; the pollution of air, water, and food in the cities; and the corporeal reality of humanity, since human beings remained inherently “a part of nature,” albeit increasingly alienated from their natural environments.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-25" id="endnote-25-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">25</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
By the 1850s, due to the influence of his close friend Roland Daniels—physician, natural scientist, communist organizer, and author of <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Mikrokosmos</i> (which Marx read and commented on, but which, due to Daniels’s premature death was not published until late in the twentieth century)—Marx took up the concept of metabolism, integrating it into his system.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-26" id="endnote-26-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">26</span></a> No doubt he also drew upon Liebig. During this period, he introduced the concept of “social metabolism,” representing the real material relation between nature and humanity formed by the labor and production process.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-27" id="endnote-27-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">27</span></a> The “social metabolic process,” he wrote, constituted “the real exchange of commodities,” including the productive exchange with nature, encompassing both matter and form, “use-value and…exchange-value.” The labor process itself was defined as the “eternal natural necessity which mediates the metabolism between man and nature, and therefore human life itself.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-28" id="endnote-28-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">28</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Marx’s analysis of the social metabolism was thus never conceptually divorced from what he called the “universal metabolism of nature”—of which the human social metabolism was simply a part.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-29" id="endnote-29-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">29</span></a> His entire dialectical framework rested on what would today be called an ecological (or socioecological) systems theory, connecting the materialist conception of history to that of nature—and requiring continuing study not only of changing developments in human history, but also in natural history (which in Marx’s work took the form of extensive inquiries into geology, agronomy, chemistry, physics, biology, physiology, mathematics, and more).<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-30" id="endnote-30-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">30</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
While writing <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</i> in the late 1850s and 1860s, Marx famously paused twice, not only to absorb Charles Darwin’s evolutionary theory and its implications for the human relation to the environment, but also to study Liebig’s analysis of the more intensive robbery system characterizing modern agriculture. In taking up Liebig’s critique, he was to develop this more fully than Liebig had, forging a dynamic theory of the alienated social metabolism based on the exploitation of human labor. For Marx it was clear that socioecological contradictions were embedded in the process of capital accumulation in historical ways that went far beyond Liebig’s natural-scientific perspective.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-31" id="endnote-31-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">31</span></a> The result was a much deeper and richer sense of the structural imperatives underlying the expropriation of nature in the modern system of commodity production, informed by developments in natural science while also connecting these processes to the inner contradictions of capitalism as a historical social system.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
To understand Marx’s ecological critique, it is necessary to recognize that the contradiction between natural-material use values and economic exchange values lay at the core of his entire system. Inspired by G. W. F. Hegel’s contradiction between matter and form, Marx’s critique of the capitalist political economy rested in large part on the contradiction between metabolic interchange and the economic value form of commodities. The circuit of exchange value ultimately depended on the production and exchange of commodities embodying natural-material use values. “The chemical process, regulated by labor,” Marx wrote, “has everywhere consisted of an exchange of (natural) equivalents,” whose violation meant the expropriation of nature, with disastrous consequences.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-32" id="endnote-32-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">32</span></a> The capitalist valorization process could thus never free itself from the conditions of “metabolic interaction [<i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Stoffwechsel</i>] between man and nature.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-33" id="endnote-33-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">33</span></a> All attempts to do so, as in industrial agriculture or the exploitation of labor power, generated a metabolic rift, a crisis of social-metabolic reproduction.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Marx’s concern with the break in social-metabolic reproduction of capitalism was undoubtedly deeply affected by the growing public discussions in the 1850s, during the Second Agricultural Revolution, of soil nutrients, the impact of the guano trade, and the enormous waste of human sewage. These developments all derived from the growth of English high farming, and what Marx called the “new regime” of international food production following the abolition of the Corn Laws. He stressed in the <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Grundrisse </i>how “self-sustaining agriculture” had broken down and been replaced by an industrial agriculture that required “machinery, chemical fertilizer acquired through exchange, seeds from different countries; etc.,” while guano was being imported from Peru in exchange for the export of other products.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-34" id="endnote-34-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">34</span></a> In the new regime of food production, 25 percent of the wheat consumed in Britain in the mid-1850s was imported. Meanwhile, “large tracts of arable land in Britain” were being transformed into pasture. The derangement of the British food trade in the period, including competitive price instability, which interfered with securing the necessary foreign supplies, was such as to make “even an abundant harvest, under the new regime, [appear] relatively defective.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-35" id="endnote-35-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">35</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
These concerns regarding the contradictions of capitalist agriculture and its material impacts were further heightened by Marx’s reading of the 1862 edition of Liebig’s <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Agricultural Chemistry</i>, especially its long incendiary introduction, on which Marx took extensive notes in 1865–66, while struggling to complete the first edition of <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</i>. “One of Liebig’s immortal merits,” Marx declared in <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</i>, was “to have developed from the point of view of natural science, the negative, i.e. destructive side of modern agriculture.” Nevertheless, he followed this immediately by pointing out that Liebig’s work contained the most egregious errors wherever its author ventured beyond the laws of natural science to comment on the laws of political economy.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-36" id="endnote-36-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">36</span></a> Only by integrating these new natural-scientific developments with the critique of capital would it be possible to understand the wider implications for the human-nature metabolism. Thus, in <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</i>, Marx argued that “all progress in increasing the fertility of the soil for a given time is a progress towards ruining the more long-lasting sources of that fertility,” and that “the more a country proceeds from large-scale industry as the background of its development, as in the case of the United States, the more rapid is this process of destruction.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-37" id="endnote-37-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">37</span></a> Here he emphasized that capital accumulation through its rapacious expropriation of nature inevitably promoted ecological destruction. Hence, in his <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Economic Manuscript of 1864–65</i>, he expressly raised the question of “the declining productivity of the soil when successive capital investments are made.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-38" id="endnote-38-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">38</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
At the heart of the contradiction was the reality that the human metabolism with nature under capitalism was mediated by value. Thus “the cultivation of particular crops depends on fluctuations in market prices and the constant changes in cultivation with these price fluctuations.” This reflects the fact that “the entire spirit of capitalist production, which is oriented toward the most immediate monetary profit—stands in contradiction to agriculture, which has to concern itself with the whole gamut of permanent conditions of life required by the chain of human generations.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-39" id="endnote-39-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">39</span></a> Writing in <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Theories of Surplus Value</i>, Marx observed that</div>
<blockquote class="quote" style="background: transparent; border: 0px; color: blue; font-size: 14.4px; line-height: 1.4em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 10px 20px 10px 50px; position: relative; quotes: none; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<div style="background: transparent; border: 0px; color: #444444; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; margin-top: 1em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
even manure, plain muck, has become merchandise, not to speak of bone-meal, guano, potash, etc. That the [natural] elements of production <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">are estimated </i>in terms of money is not merely due to the formal change in production [as compared with pre-capitalist forms of agriculture]. New materials are introduced into the soil and its old ones are sold for reasons of <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">production</i>…. The seed trade has risen in importance to the extent to which the importance of seed rotation has been recognised.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-40" id="endnote-40-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 7.3125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">40</span></a></div>
</blockquote>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Yet the mediation of value, the high inputs and high outputs required by capitalist agriculture, long-distance trade, and the pressures on the soil all pointed to the intensification and long-term instability of the agricultural metabolism.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Marx argued that more intensive forms of agriculture, even as they produced a record harvest, could so deplete the soil that famine followed, requiring years for the soil to recover.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-41" id="endnote-41-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">41</span></a> Ireland, he noted, was even forced to “export its manure” across the sea to England in a dramatic instance of ecological imperialism.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-42" id="endnote-42-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">42</span></a> In the East Indies, “English-style capitalist farming…only managed to spoil indigenous agriculture and to swell the number and intensity of famines.” This was part of a colonial “bleeding process, with a vengeance!”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-43" id="endnote-43-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">43</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The deeper significance of Marx’s analysis became clear as he developed the implications already present in his concept of social metabolism, in order to conceptualize the systemic nature of the ecological contradictions of capitalism. Hence, in <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</i>, he brought the natural-material or ecological side of his social-metabolic reproduction to the fore in an attempt to understand the wider ramifications of the capitalist robbery system and its disruptive, indeed destructive, impact on natural systems. It was in this context that he raised the critical issue of the “irreparable rift in the interdependent process of social metabolism.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-44" id="endnote-44-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">44</span></a> By “irreparable rift,” he did not of course mean that a restoration of a rational and sustainable metabolism between human beings and the earth was impossible—indeed he was to define the need for socialism ultimately in these terms.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-45" id="endnote-45-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">45</span></a> Nevertheless, the destructive aspects of capitalism’s alienated metabolic relation to the earth were not to be denied.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Here Marx’s deep understanding of Epicurean materialism is evident. Central to his materialist ontology was the Epicurean conception of mortality, to which he often made reference.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-46" id="endnote-46-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">46</span></a> Thus, in <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Poverty of Philosophy</i>, he referred to “<i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">mors immortalis</i>” (“death the immortal”)—an allusion to Lucretius’s “immortal death has taken away mortal life.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-47" id="endnote-47-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">47</span></a> Both in Epicurean materialism and in Marx’s own philosophy, this referred to the transitoriness of things as the only permanent material reality.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Thus, in evoking the enormity of capitalism’s destructive impact on the “metabolism prescribed by the natural laws of life itself,” nothing would have been more characteristic for Marx than to recall Lucretius’s epic poem <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">De Rerum Natura</i>. In Thomas Charles Baring’s classic 1884 translation, we read: “A property is that which ne’er can cut itself adrift; / Nor can be sundered anyhow, without a fatal rift.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-48" id="endnote-48-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">48</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
It is quite conceivable that Marx, confronted with capitalism’s growing ecological contradictions, turned back to Epicurus (and Lucretius) to call up the notion of a “fatal rift” (or “irreparable rift”), reflecting the disruption and destruction of nature’s properties and processes. In this perspective, capitalism, by robbing the elements of reproduction on which future generations depended, undermined not only external nature, but also the basis of human life itself.</div>
<h2 class="mr-heading" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 1.4em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 1px; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The Corporeal Rift</h2>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The metabolic rift generated by capitalism is not confined to the alienated relation to external nature, but affects the human metabolism itself, the bodily existence of human beings—a phenomenon that we can call the corporeal rift. This is related to what socialist ecofeminist Ariel Salleh has called “metabolic value,” that is, struggles around social reproduction focused on the household and the reproduction of humans themselves, as both physical and social beings.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-49" id="endnote-49-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">49</span></a> It is also connected to what Howard Waitzkin called “the second sickness”—the social-epidemiological effects of capitalist development.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-50" id="endnote-50-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">50</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
A key component of Epicurean materialism, one that distinguished it from later Cartesian dualism, was the fundamentally corporeal nature of human beings, who are part of and dependent on nature. As Norman Wentworth DeWitt explained, “to Epicurus body and soul are alike corporeal; they are coterminous.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-51" id="endnote-51-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">51</span></a> Following this approach, Marx consistently integrated his materialist conception of history with the materialist conception of nature, as developed within modern science, while also incorporating physiological developments. Human beings, like other animals, have specific bodily needs essential to their survival, such as hydration, sufficient calories, sleep, and clean air. Marx argued that in meeting these physiological imperatives, human beings actively make history, transform the world, and produce a social metabolism interconnected with the universal metabolism.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-52" id="endnote-52-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">52</span></a> Yet while humans can make history, there are real constraints on this potential, given the limits associated with “inherited socio-cultural conditions,” the corporeal structure related to evolutionary descent, and the biophysical characteristics and processes of the Earth System.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-53" id="endnote-53-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">53</span></a> With these considerations in mind, Marx offered a rich historical examination of the numerous ways that the capital system degraded, undermined, or disrupted the corporeal metabolism, thwarting human social development.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
During the long transition from mercantilism to industrial capitalism, the expropriation of nature also involved the extreme expropriation of human bodily existence. Marx wrote that “this history,” which involves the outright seizure of title to property from immediate producers, “is written in the annals of mankind in letters of blood and fire.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-54" id="endnote-54-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">54</span></a> Peasants were forcibly removed from the countryside when the customary rights associated with land tenure were abolished. British soldiers carried out evictions by burning villages, as well as individuals who refused to leave. Bourgeois property laws helped steal the land, ushering in a revolutionary transformation, whereby the human population was progressively removed from access to the means of subsistence. As a result, landowners “conquered the field of capitalist agriculture, incorporated the soil into capital, and created for the urban industries the necessary supplies of free and rightless proletarians,” who had to sell their labor-power to earn wages to purchase the means of subsistence.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-55" id="endnote-55-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">55</span></a> This is a relationship of force and deprivation, because, as Marx remarked, “if the workers could live on air, it would not be possible to buy them at any price.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-56" id="endnote-56-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">56</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
With colonial expansion and European settlement of distant lands, the violation of corporeal existence took the form of the expropriation associated with the genocide against the indigenous peoples of the Americas and the enslavement of Africans.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-57" id="endnote-57-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">57</span></a> Violence and coercion were integral components of the bonded labor system: confinement, flogging, beating, and rape were commonplace. In this living nightmare, slaves were beasts of burden, regularly deprived of the conditions that allowed for adequate sustenance. Escaped slaves were hunted, tortured, and killed, so long as there was a steady supply of more bonded workers.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-58" id="endnote-58-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">58</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
With the demise of slavery, the British devised the infamous “coolie” trade. Large numbers of Chinese bonded workers were forced to dig in the guano islands off the coast of Peru, to provide the fertilizer to spread on English fields. As one contemporary English observer described the conditions of these workers:</div>
<blockquote class="quote" style="background: transparent; border: 0px; color: blue; font-size: 14.4px; line-height: 1.4em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 10px 20px 10px 50px; position: relative; quotes: none; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<div style="background: transparent; border: 0px; color: #444444; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; margin-top: 1em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
I can state that their lot in these dreary spots is a most unhappy one. Besides being worked almost to death, they have neither sufficient food nor passably wholesome water. Their rations consist of two pounds of rice and about half a pound of meat. This is generally served out to them between ten and eleven in the morning, by which time they have got through six hours’ work. Each man is compelled to clear from four to five tons of guano a day. During the last quarter of 1875, it is reported that there were 355 Chinamen employed at Pabellon de Pica alone, of whom no less than 98 were in the hospital. The general sickness is swelled legs, caused, it is supposed, by drinking condensed water not sufficiently cooled, and by a lack of vegetable diet. The features of this disease are not unlike those of scurvy or purpura.</div>
</blockquote>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The bodily metabolism of these workers was thus being sacrificed to obtain the guano to compensate for the impaired soil metabolism on English fields. The suicide rate of the Chinese bonded workers digging the guano was so high that, as a U.S. consul to Peru noted in 1870, guards had to be placed “around the shores of the Guano Islands, where they are employed, to prevent them [the Coolies] from committing suicide by drowning, to which end the Coolie rushes in his moments of despair.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-59" id="endnote-59-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">59</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Throughout their critique of capital, Marx and Engels exhaustively assessed the system’s effects on corporeal conditions. They were horrified by the extent to which it failed to meet bodily needs, resulting in disease, suffering, and shortened lives. Marx stressed that capitalist production “squanders human beings, living labor, more readily than does any other mode of production, squandering not only flesh and blood, but nerves and brain as well.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-60" id="endnote-60-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">60</span></a> This tension and contradiction exists at the heart of the capital system, whose “purpose is not the satisfaction of needs but the production of profit.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-61" id="endnote-61-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">61</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Drawing on first-hand experience, field work, and official reports and studies, Marx and Engels detailed changes in corporeal existence. In 1839, when Engels was nineteen years old, he wrote a vivid description in his “Letters from Wuppertal” of corporeal and ecological conditions in his birthplace, Barmen, Germany, then the most industrialized city in the region. He observed that the river was red due to pollution from cotton factories using “Turkey red” as a dye. He linked many of the city’s problems, such as the lack of a “vigorous life” and degraded health, to working conditions, both in factories and at home. “Work in low rooms where people breathe in more coal fumes and dust than oxygen—and in the majority of cases beginning already at the age of six—is bound to deprive them of all strength and joy in lives,” he wrote. “The weavers, who have individual looms in their homes, sit bent over them from morning till night, and desiccate their spinal marrow in front of a hot stove.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-62" id="endnote-62-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">62</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
For <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Condition of the Working Class in England</i>, his pioneering study in urban sociology and environmental injustice, Engels, accompanied by his partner Mary Burns, went door to door conducting interviews and collected official medical and public health reports, documenting and analyzing the social and ecological conditions in Manchester, whose dominance in spinning and weaving cotton had made it the center of the Industrial Revolution. The city was ominous, due to the black smoke that blocked out the sun. Charles Dickens described this ceaseless smoke pollution as “black vomit, blasting all things living or inanimate, shutting out the face of day, and closing in on all these horrors with a dense dark cloud.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-63" id="endnote-63-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">63</span></a>Engels detailed how the conditions within factories further robbed workers of their health, “The atmosphere of the factories is, as a rule, at once damp and warm, unusually warmer than is necessary, and, when the ventilation is not <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">very </i>good, impure, heavy, deficient in oxygen, filled with dust and the smell of the machine oil, which almost everywhere smears the floor, sinks into it, and becomes rancid.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-64" id="endnote-64-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">64</span></a> These workers spent long hours, day after day, tending to machines. As a result, they were physically exhausted, yet only slept a couple hours a day, preventing rest and restoration of their bodies and making them more susceptible to diseases.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Engels documented how specific types of work contributed to distinct corporeal problems.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-65" id="endnote-65-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">65</span></a> Working in mills caused curvatures in the spine and bowing of leg bones. Women suffered pelvis deformities. Winders suffered from eye problems, such as diminished eyesight, cataracts, and, in time, blindness. Dressmakers were confined in small rooms with “almost total exclusion from fresh air,” breathing in “foul air.” These girls also experienced skeletal deformities at a young age, and their growth was stunted. Exposure to dust, toxins, and air contaminants was a major problem. Workers in the combing rooms of spinning mills breathed in “fibrous dust,” causing “chest affections,” such as asthma, constant coughing, and difficulty breathing. These health problems also resulted in a loss of sleep.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-66" id="endnote-66-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">66</span></a> Metal workers laboring at grinders inhaled sharp metal particles, often developing Grinder’s asthma, which included shortness of breath, spitting blood, and coughing fits. The conditions were worse for those who worked with a dry stone versus a wet stone; the average life span was thirty-five years for the former and forty-five years for the latter.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-67" id="endnote-67-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">67</span></a> Workers bleaching textiles were exposed to chlorine. Potters who dipped the wares were exposed to lead and arsenic. Their clothing was contaminated with these dangerous materials, to which their family members at home were thus also exposed. These workers in particular experienced stomach and intestine disorders, epilepsy, and paralysis.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-68" id="endnote-68-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">68</span></a> Using medical reports, Engels considered how miners, which included adults and children, were exposed to “the inhalation of an atmosphere containing little oxygen, and mixed with dust and the smoke of blasting powder, such as prevails in the mines, [which] seriously affects the lungs, disturbs the action of the heart, and diminishes the activity of the digestive organs.” He noted that these miners developed “black spittle” disease when their lungs were saturated with coal particles, causing intense pain, headaches, and difficulty breathing.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-69" id="endnote-69-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">69</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
All these ailments and conditions disrupt corporeal existence, disturb metabolic bodily processes, and shorten workers’ lives. Engels illuminated corporeal class differences, as machine operators looked decades older than their wealthy counterparts.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-70" id="endnote-70-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">70</span></a> The bodies of workers were simply worn out due to the conditions of work. Reflecting on the consequences of factory conditions and their effects on the human metabolism, Marx wrote that</div>
<blockquote class="quote" style="background: transparent; border: 0px; color: blue; font-size: 14.4px; line-height: 1.4em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 10px 20px 10px 50px; position: relative; quotes: none; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<div style="background: transparent; border: 0px; color: #444444; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; margin-top: 1em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Every sense organ is injured by the artificially high temperatures, by the dust-laden atmosphere, by the deafening noise, not to mention the danger to life and limb among machines which are so closely crowded together, a danger which, with the regularity of the seasons, produces its list of those killed and wounded in the industrial battlefield. The economical use of the social means of production, matured and forced as in a hothouse by the factory system, is turned in the hands of capital into systematic robbery of what is necessary for the life of the worker while he is at work, i.e. space, light, air, and protection against the dangerous or the unhealthy concomitants of the production process, not to mention the theft of appliances for the comfort of the worker.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-71" id="endnote-71-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 7.3125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">71</span></a></div>
</blockquote>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Technological innovations, which could improve working conditions, were only employed if they reduced labor costs and increased production—or when there was enough social pressure that forced protection and regulation.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-72" id="endnote-72-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">72</span></a> As Marx pointed out, “the decisive factor is not the health of the worker, but the ease with which the product may be constructed…which is on the one hand a source of growing profit for the capitalist [and] on the other hand the cause of a squandering of the worker’s life and health.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-73" id="endnote-73-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">73</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In addition to documenting how working conditions robbed workers of their health and shortened their lives, Marx analyzed extensively the ways that the system of capital affected the nutritional intake and corporeal constitution of workers. This issue is especially important, given that nutrients provide energy and support vital bodily functions. Thus, an insufficient supply causes an array of corporeal problems. On this front, two of the major concerns for Marx included adequate quantity of food/calorie consumption and health risks associated with food adulteration.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Drawing on official reports regarding public health in the United Kingdom, such as those by John Simon, Marx considered how class and gender influenced calorie intake. He noted that agricultural families had diets deficient in protein and carbohydrates. “Insufficiency of food” among these families “fell as a rule chiefly on the women and children.” Adult industrial workers consumed around nine pounds of bread each week, constituting almost their entire diet. Needlewomen consumed the least, at just under eight pounds, while shoemakers ate the most, at eleven-and-a-half pounds. In general, as far as consumption of butter, meat, sugar, and milk, “the worst-nourished categories were the needlewomen, silk-weavers and kid-glovers”—all jobs predominantly occupied by women.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-74" id="endnote-74-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">74</span></a> Historian Anthony Wohl stresses that at the time of these studies, individuals performed very physically demanding labor and had to walk long distances to work. Thus, the caloric intake for the average working-class family was not sufficient. They ate few fresh green vegetables and drank little liquid, water or otherwise. As a result, they received minimal protein and were deficient in vitamins A and D. Families with children too young to work suffered even greater food insufficiencies.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-75" id="endnote-75-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">75</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
“The intimate connection between the pangs of hunger suffered by the most industrious layers of the working class,” Marx explained, “and the extravagant consumption, coarse or refined, of the rich, from which capitalist accumulation is the basis, is only uncovered when the economic laws are known.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-76" id="endnote-76-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">76</span></a> Capitalists attempted to “reduce the worker’s individual consumption [as far as the means of subsistence] to the necessary minimum,” except in special cases, such as in the mines in South America. Quoting Liebig, Marx noted that these mine owners force workers to consume bread and beans, given “that the men cannot work so hard [carrying almost 200 pounds of metals up 450 feet] on bread” alone.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-77" id="endnote-77-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">77</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Using this documentation, Marx and Engels highlighted how the capital system disrupted corporeal metabolic processes due to insufficient or inadequate food, leading to various illnesses, ailments, and starvation diseases. In particular, Engels detailed how working-class children were very vulnerable to rickets and scrofula due to poor-quality food and inadequate nutrition.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-78" id="endnote-78-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">78</span></a> In working-class neighborhoods, sewage ran through the streets and no clean water was available. When food prices increased, families reduced their daily rations. All these conditions made them more susceptible to contagious diseases and illnesses, such as during the regular cholera epidemics of the period.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
To make matters worse, the adulteration of food, drink, and medicine were common practice. The working poor consumed dark bread rather than the white loaves prepared for the wealthy. The former was made with alum, sand, and bone earth, often with feces and cockroaches baked into it.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-79" id="endnote-79-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">79</span></a> Other common adulterations included adding mercury to pepper; white lead to tea; dirt and red lead to cocoa; clay and sand to medicinal opium; copper in gin, bread, and butter; chalk in milk; and strychnine to beer. Regular consumption of these items resulted in chronic gastritis and food poisoning, which was sometimes fatal.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-80" id="endnote-80-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">80</span></a> Many of the pigments used to color food were poisonous and would accumulate in workers’ bodies.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Marx remained concerned about corporeal issues throughout his life. In “A Workers’ Inquiry,” a questionnaire he devised by Marx in 1880 at the request of <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La Revue socialiste</i> that asked French workers to share details and stories of their labor conditions, he listed a hundred specific questions, many of which addressed bodily matters. In particular, he requested information related to the sizes of work rooms, including details regarding ventilation and temperature; muscle strain; exposure to industrial effluvia and specific diseases related to the work; safety standards and actions in case of accidents; specific bodily dangers and health related to work; whether or not children were working at the site; duration of shifts; time it took to travel to and from work; prices of lodging and food, including types of food consumed; how many years workers average within specific trades; and “the general physical, intellectual, and moral conditions of life of the working men and women employed” in the trade.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-81" id="endnote-81-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">81</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Just as the profit-driven capital system disrupts natural processes and cycles, it creates corporeal rifts, undermining general health, the bodily metabolism, and longevity. It violates an array of “biological needs whose satisfaction is an absolute prerequisite of human existence.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-82" id="endnote-82-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">82</span></a> The satisfaction of basic bodily needs is central to humans’ capacity to make history. Joseph Fracchia argues that Marx’s materialist focus on bodily questions</div>
<blockquote class="quote" style="background: transparent; border: 0px; color: blue; font-size: 14.4px; line-height: 1.4em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 10px 20px 10px 50px; position: relative; quotes: none; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<div style="background: transparent; border: 0px; color: #444444; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; margin-top: 1em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
enabled him to decipher the exploitative character of capitalism and to expose the corporeal depths of capitalist immiseration. In this way, he wielded human corporeal organization as a limited, but effective normative measure for social critique and as an attribute of freedom: labor practices which deform the body and atrophy its dexterities are indicators of exploitation [and expropriation], while those that enhance its capacities and cultivate its dexterities are emancipatory.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-83" id="endnote-83-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 7.3125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">83</span></a></div>
</blockquote>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Marx and Engels sought to uproot the capital system “which, vampire-like, lives only by sucking living labor, and lives the more, the more labor it sucks.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-84" id="endnote-84-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">84</span></a> None of this was inherent in the human condition, nor had the human body been so systematically and intensively exploited before; capitalist methods were designed to carry corporeal exploitation, i.e., expropriation of bodily powers, to its maximum. Nothing could be more at odds with the ancient Epicurean materialists, who rejected the pursuit of wealth at the cost of the human being. As Lucretius writes in the opening paragraph of Book II of <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">De Rerum Natura</i>: “Therefore we see that our corporeal life / Needs little, altogether, and only such, / As takes the pain away” (II, 20).<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-85" id="endnote-85-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">85</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
For Marx and Engels, a society of associated producers—i.e., socialism—is founded on mending this corporeal rift, along with the rift in the metabolism between society and nature in general, to establish a sustainable path for human social development, and to overcome needless pain and suffering. It is necessary, as Salleh has argued, to develop a society that moves beyond capitalist commodity value to one that emphasizes “metabolic value,” encompassing the entirety of social and environmental needs.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-86" id="endnote-86-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">86</span></a></div>
<h2 class="mr-heading" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 1.4em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 1px; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The Conditions of Reproduction of Nature and Humanity</h2>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
For Marx, “it is not the <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">unity </i>of living and active humanity with the natural, inorganic conditions of their metabolic exchange with nature, and hence their appropriation of nature, which requires explanation or is the result of a historical process, but rather the <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">separation</i> between these inorganic conditions of human existence and this active existence, a separation which is completely posited only in the relation of wage labor and capital.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-87" id="endnote-87-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">87</span></a> Likewise, we can say that it is not the <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">universal metabolism of nature</i> (or even the human-social metabolism) that requires explanation, but rather the <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">metabolic rift</i>, the active estrangement of this universal/social metabolism with nature.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Human beings in Marx’s conception were “corporeal” beings, constituting a “<i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">specific </i>part of nature”—the “self-mediating beings” of nature.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-88" id="endnote-88-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">88</span></a> With the development of class society, this crucial self-mediating characteristic that distinguishes human species-being, takes an alienated form. The expropriation of nature on behalf of the capitalist class becomes the basis for the further expropriation and exploitation of humanity and nature, in a vicious circle leading ultimately to a rupture in the metabolism of nature and society, including corporeal existence.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In the most important revelation to come out of Marx’s doctoral thesis on ancient materialism, he wrote: “It was only with Epicurus that appearance is grasped as appearance, i.e. as an <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">alienation of the essence</i> which <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">gives practical proof of its reality through such an alienation</i>.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-89" id="endnote-89-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">89</span></a> For Marx, the alienated social metabolism between humanity and nature provided the “practical proof” of the possibility of a new, more organic system of social metabolic reproduction, to be organized by the freely associated producers. Stripping away the alienation and destruction, it was possible to perceive the potential for more egalitarian, collective, and sustainable relations. In such a higher society, “socialized man, the associated producers, [would] govern the human metabolism of nature in a rational way…accomplishing it with the least expenditure of energy and in conditions most worthy and appropriate for their human nature.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-90" id="endnote-90-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">90</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Should we see Marx’s theory of metabolic rift as ecological by today’s standards? Some have argued not. Sven-Eric Liedman, in his ambitious and in many ways enlightening 2018 biography <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">A World to Win: The Life and Works of Karl Marx</i>, insists that Marx cannot be considered “an ecologically conscious person in the modern sense.” True, he notes, “Marx found support in Liebig for his thesis that over the longer term capitalism was devastating in all aspects.” But Marx, Liedman tells us, “also imagined that the society that would replace capitalism could also restore the balance between humanity and nature in agriculture.” Hence “the pessimistic conclusions that Marx…drew from Liebig’s book” were “not unconditional. In <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">another </i>society, agriculture would not drain nature of its resources, just as industry would not devastate the air, water, and soil…. The ‘irreparable break’ he spoke about is thus only irreparable in a capitalist society.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-91" id="endnote-91-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">91</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
By Liedman’s yardstick, then, it is precisely because Marx offered a conception of a future society beyond capitalism, directed to sustainable human development, in which the associated producers would rationally regulate the metabolism between nature and society, that his views can be said to have fallen short of those who can be considered “ecologically conscious person[s] in the modern sense.” The implication is that modern Green thinkers, by definition, see ecological devastation as “unconditional” and hence wholly insurmountable, and are inherently pessimistic and apocalyptic, conceiving of no way forward for humanity—at least if this requires a break with the existing social order. This is no doubt an accurate description of the views of most mainstream environmentalists today, who categorically refuse to consider any solution that involves going beyond capitalist relations of production. For Marx, in contrast, it was essential to treat nature, as the Epicureans had, as “my <i style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">friend</i>,” challenging the entire system of the alienation of nature and society.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-92" id="endnote-92-backlink" rel="footnote" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">92</span></a> If the classical historical-materialist ecological critique little resembles today’s contemporary mainstream ecology, this is hardly because Marx’s critique is somehow antiquated. Rather it is Marx’s critique that has emerged in recent years as the theoretical and practical point of departure for the most advanced planetary movement of the twenty-first century: ecosocialism. In our time, the famous words of the “Internationale” take on new meaning: “The earth shall rise on new foundations / We have been naught, we shall be all.”</div>
<h2 class="mr-notes" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 1.6em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 1px; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Notes</h2>
<ol style="background: transparent; border: 0px; font-size: 15.2px; list-style-image: initial; list-style-position: outside; margin: 0px 0px 15px 1em; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 30px; vertical-align: baseline;">
<li class="endnote hovernote" id="endnote-1" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-1-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1 (London: Penguin, 1976), 637–38. On how Marx saw the exploitation process as revealing the expropriation of the surplus labor of the worker within production, which was concealed by equal exchange relations within circulation, see <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 728–29; Karl Marx and Fredrick Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 33 (New York: International Publishers, 1991), 301, and vol. 34 (New York: International Publishers, 1994), 134; Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Texts on Method</cite> (Oxford: Blackwell, 1975), 186–87.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-2" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-2-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 3 (London: Penguin, 1981), 949–50. In his recent biography of Marx, Sven-Eric Liedman writes that “in his treatment, Engels made rearrangements in the text and moved the expression ‘irreparable break’ to a later context, where the reader gets the impression that it is the transition from small-scale to large-scale agriculture that creates the growing gap.” This is incorrect, however: Engels moved not only this passage but the whole section (some two pages of discussion) on the transition from small-scale to large-scale agriculture, to the end to form a conclusion, preserving intact Marx’s argument—and thus not creating any false impression, as Liedman contends. Sven-Eric Liedman, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">A World to Win</cite> (London; Verso, 2018), 479; Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Economic Manuscript of 1864–1865</cite> (Boston: Brill, 2016), 797–98, 882–83.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-3" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-3-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> See Justus von Liebig, “1862 Preface to <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Agricultural Chemistry</cite>,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 70, no. 3 (July–August 2018): 146–50; William H. Brock, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Justus von Liebig</cite> (Cambridge: Cambridge University Press, 1997), 177–78.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-4" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-4-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> On Marx’s corporeal materialism, see Joseph Fracchia, “<a href="https://doi.org/10.14452/MR-068-10-2017-03_1" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">Organisms and Objectifications: A Historical-Materialist Inquiry into the ‘Human and Animal,’</a>” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 68, no 10 (March 2017): 1–16; John Fox, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx, the Body, and Human Nature</cite>(London: Palgrave Macmillan, 2015).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-5" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-5-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Justus von Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters on Modern Agriculture</cite> (London: Walton and Maberly, 1859), 175–77, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Natural Laws of Husbandry</cite> (New York: Appleton, 1863), 177–78. The quoted sentence from <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters on Modern Industry </cite>was Liebig’s restatement of a proposition by the practical farmer Albrecht Brecht: “A farmer can afford to sell and permanently alienate only that portion of the produce of his farm which has been supplied by the atmosphere—a field from which nothing is abstracted can only increase, not decrease in productive power.”</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-6" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-6-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters on Modern Agriculture</cite>, 179, 254–55; <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Natural Laws of Husbandry</cite>, 233; Kohei Saito, <a href="https://monthlyreview.org/product/karl_marxs_ecosocialism/" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank"><cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Karl Marx’s Ecosocialism</cite></a> (New York: Monthly Review Press, 2017), 154.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-7" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-7-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Saito, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Karl Marx’s Ecosocialism</cite>, 68–70; John Bellamy Foster, <a href="https://monthlyreview.org/product/marxs_ecology/" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank"><cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx’s Ecology</cite></a> (New York: Monthly Review Press, 2000), 159–61.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-8" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-8-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters on Modern Agriculture</cite>, 175–77, 220, 230; Justus von Liebig, Introduction to <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Agricultural Chemistry</cite>, seventh ed. (1862), translated by Lady Gilbert, archives, Rothamsted Research, Hertfordshire, United Kingdom (hereafter Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Einleitung</cite>; page numbers refer to Gilbert translation), 72, 80–85. Although Liedman claims that “most” of Liebig’s readers saw him as simply a proponent of industrial progress through the use of fertilizers, and only a “minority” interpreted him otherwise, this is too simple a depiction of the intellectual climate of the time. It is true that Liebig’s most severe indictment of British high farming, in his introduction to the 1862 edition of his <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Agricultural Chemistry</cite>, was never published in English, as it was considered too incendiary. But especially after the publication of his <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters on Modern Agriculture</cite>, Liebig’s criticism of the wasting of soil nutrients and its relation to the sewage in the towns was widely debated, for example in the London <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Times</cite>. His analysis was taken up by many leading thinkers of the time, extending to political economy in the works of Henry Carey in the United States and Wilhelm Roscher in Germany. The importance of his critical analysis in the era’s debates over the political economy of agriculture can hardly be overstated, and was not, as Liedman suggests, a particular obsession on Marx’s part. See Liedman, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">A World to Win</cite>, 478–79; Foster, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx’s Ecology</cite>, 147–63; Saito, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Karl Marx’s Ecosocialism</cite>, 75–78, 183–86, 221–26.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-9" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-9-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> F. M. L. Thompson, “The Second Agricultural Revolution, 1815–1880,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Economic History Review</cite> 21, no. 1 (1968): 62–77.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-10" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-10-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Dispatches for the New York Tribune</cite> (London: Penguin, 2007), 169; John Bellamy Foster, “<a href="https://doi.org/10.14452/MR-068-07-2016-11_1" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">Marx as a Food Theorist</a>,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 68, no. 7 (December 2016): 12–14.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-11" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-11-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> See Foster, “Marx as a Food Theorist,” 10-11.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-12" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-12-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> On Liebig and the sewage controversy, see Ian Angus, “Cesspools, Sewage, and Social Murder: Ecological Crisis and Metabolic Rift in Nineteenth-Century London,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 70, no. 3 (July–August 2018): 33–69.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-13" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-13-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters on Modern Agriculture</cite>, 137–38, 147, 161; <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Cultivator: Journal for the Farm and Garden</cite> 8, third series (1860): 22; David Ricardo, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Principles of Political Economy and Taxation</cite> (Cambridge: Cambridge University Press, 1951), 67.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-14" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-14-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters on Modern Agriculture</cite>, 28; Fred Magdoff and Harold van Es, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Building Soils for Better Crops</cite> (Burlington: Sustainable Agricultural Publications, 2000), 149; John Bellamy Foster and Paul Burkett, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx and the Earth</cite> (Chicago: Haymarket, 2016), 29. It is worth emphasizing, following Magdoff and van Es, that the vitality of the soil is best seen in terms of the <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">soil organic matter</cite> in all its numerous aspects, including a diversity of microorganisms such as bacteria, viruses, fungi, protozoa, and of plant roots, insects, and earthworms, while constituting the home of larger animals as well. The living portion represents 15 percent of the overall soil organic matter. Soil organic matter also includes organic material at various levels of decomposition. Although the nutrient cycle is at the center of soil metabolism, of which Liebig was the leading nineteenth-century analyst, it would be a mistake to reduce the vitality of the soil simply to the question of nutrients or soil chemistry alone. Magdoff and van Es, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Building Soils</cite>, 9–10.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-15" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-15-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Natural Laws of Husbandry</cite>, 180, 210. Although known as Liebig’s Law of the Minimum, it was first advanced by Liebig’s contemporary, the German soil scientist Philipp Carl Sprengel. See R. R. van der Ploeg, W. Böhm, and M. B. Kirkham, “On the Origin of the Theory of Mineral Nutrition of Plants and the Law of the Minimum,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Soil Science Society of America Journal</cite> 63 (1999): 1055–62.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-16" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-16-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Foster, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx’s Ecology</cite>, 149–63; Saito, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Karl Marx’s Ecosocialism</cite>.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-17" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-17-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Gregory T. Cushman, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Guano and the Opening of the Pacific World</cite> (Cambridge: University of Cambridge Press, 2013), 45, 170–73.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-18" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-18-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Einleitung</cite>, 76–78, and <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters on Modern Agriculture</cite>, 219–22, 269–70; <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Census of England and Wales for the Year 1861</cite>, vol. 3., <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">General Report</cite>, 5. Liebig’s figures for the import of guano greatly exceed those presented in a table by Thompson in his classic article. Nevertheless, Liebig’s data is in line with the numbers presented in the work of more recent historians who have examined official records. See C. Alexander G. de Secada, “Arms, Guano, and Shipping,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Business History Review</cite> 59, no. 4 (1985): 597–621; Brett Clark and John Bellamy Foster, “Guano,” in Alf Hornborg, Brett Clark, and Kenneth Hermele, ed., <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ecology and Power</cite> (London: Routledge, 2012), 75; F. M. L. Thompson, “The Second Agricultural Revolution,” 75.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-19" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-19-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Einleitung</cite>, 79–81.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-20" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-20-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Einleitung</cite>, 79, 94, and <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Letters of Modern Industry</cite>, 183, 188; Saito, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Karl Marx’s Ecosocialism</cite>, 202.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-21" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-21-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Einleitung</cite>, 85; Brock, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Justus von Liebig</cite>, 178.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-22" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-22-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Einleitung</cite>, 96, 101.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-23" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-23-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Natural Law of Husbandry</cite>, 233.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-24" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-24-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> See Foster, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx’s Ecology</cite>, 39–65.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-25" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-25-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Early Writings</cite> (London: Penguin, 1974), 318–19, 323–28, 348–50, 359–60, 389–91.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-26" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-26-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Saito, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Karl Marx’s Ecosocialism</cite>, 72–78; Roland Daniels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Mikrokosmos</cite> (Frankfurt am Main: Lang, 1988).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-27" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-27-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Grundrisse</cite> (London: Penguin, 1973), 158; Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">A Contribution to a Critique of Political Economy</cite> (Moscow: Progress Publishers, 1970), 51–52.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-28" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-28-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Contribution to a Critique of Political Economy</cite>, 86; <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 133.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-29" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-29-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Grundrisse</cite>, 271, 489, Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 30 (New York: International Publishers, 1988), 54–66; John Bellamy Foster, “<a href="https://doi.org/10.14452/MR-065-07-2013-11_1" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">Marx and the Rift in the Universal Metabolism of Nature</a>,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 65, no. 7 (2013): 1–19.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-30" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-30-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> See Fred Magdoff and Chris Williams, <a href="https://monthlyreview.org/product/creating_an_ecological_society/" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank"><cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Creating an Ecological Society</cite></a> (New York: Monthly Review Press, 2017), 76, 217.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-31" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-31-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx contended that Liebig used the word “labor” in a quite “different sense from that adopted by political economy,” thereby confusing his analysis. For Liebig’s approach to labor, which he conflated with the “labor” of organisms in general, see Justus von Liebig, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Familiar Letters on Chemistry</cite> (London: Taylor, Walton, and Maberly, 1851), 468–69.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-32" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-32-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Grundrisse</cite>, 360–61, and <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Texts on Method</cite>, 190–91; Georg Wilhelm Friedrich Hegel, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Science of Logic</cite> (New York: Humanity, 1969), 450–56; Saito, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Karl Marx’s Ecosocialism</cite>, 75–76.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-33" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-33-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 290.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-34" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-34-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Grundrisse</cite>, 527.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-35" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-35-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Mette Ejrnæs, Karl Gunnar Persson, and Søren Rich, “Feeding the British,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Economic History Review</cite> 61, no. S1 (2008): 140–71; Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Dispatches for the New York Tribune</cite>, 169; Foster, “Marx as a Food Theorist,” 12–13.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-36" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-36-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 638–39.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-37" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-37-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 638.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-38" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-38-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Economic Manuscript of 1864–65</cite>, 882.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-39" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-39-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 3, 754.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-40" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-40-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Theories of Surplus Value</cite>, Part Two (Moscow: Progress Publishers, 1968), 24.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-41" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-41-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 46, 62.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-42" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-42-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx and Frederick Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ireland and the Irish Question</cite> (Moscow: Progress Publishers, 1971), 120–42; Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">On the First International</cite> (New York: McGraw Hill, 1973), 90; Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 860. Eamonn Slater has brilliantly shown that Marx’s argument on the robbery of the soil and the resulting metabolic rift had its counterpart in Ireland, where cultivators were actively prevented from replenishing the soil. Eamonn Slater, “Marx on the Colonization of Irish Soil,” Social Science Institute, Maynooth University, MUSSI Working Paper Series, no. 3 (January 2018): 4, 10.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-43" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-43-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, “Drafts of a Reply to Vera Zasulich,” in Teodor Shanin, ed., <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Late Marx and the Russian Road</cite> (New York: Monthly Review Press, 1983), 121; Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 46 (New York: International Publishers, 1992), 63–64.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-44" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-44-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 3, 949.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-45" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-45-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Paul Burkett, “<a href="https://doi.org/10.14452/MR-057-05-2005-09_4" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">Marx’s Vision of Sustainable Human Development</a>,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 57, no. 5 (2005): 34–62; John Bellamy Foster, “<a href="https://doi.org/10.14452/MR-069-04-2017-08_1" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">The Meaning of Work in a Sustainable Society</a>,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 69, no. 4 (2017): 1–14; John Bellamy Foster, <a href="https://monthlyreview.org/product/ecological_revolution/" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank"><cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Ecological Revolution</cite></a> (New York: Monthly Review Press 2008); John Bellamy Foster, Brett Clark, and Richard York, <a href="https://monthlyreview.org/product/ecological_rift/" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank"><cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Ecological Rift</cite></a> (New York: Monthly Review Press, 2010); Fred Magdoff, “<a href="https://doi.org/10.14452/MR-062-08-2011-01_1" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">Ecological Civilization</a>,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 62, no. 8 (2011): 1– 25.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-46" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-46-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Foster, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx’s Ecology</cite>, 36, 225.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-47" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-47-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Poverty of Philosophy</cite> (New York: International Publishers, 1963), 110, 228; Lucretius, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">On the Nature of the Universe</cite>, trans. Ronald Melville (Oxford: Oxford University Press), 93 (III, 869).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-48" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-48-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Lucretius, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Scheme of Epicurus</cite> (<cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">De Rerum Natura</cite>), trans. Thomas Charles Baring, (London: Kegan Paul, Trench, 1884), 21 (I: 450–52). Other translations from Lucretius convey the same idea in slightly different and less colorful language. W. E. Leonard’s translation reads: “A property is that which not at all / Can be disjoined and severed from anything / Without a final dissolution”; Melville: “A property is something that cannot be separated / Or removed from a thing without destroying it”; Cyril Bailey: “That is a property which can in no way case be sundered or separated without the fatal disunion of the thing.” Lucretius, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">On the Nature of Things</cite>, translated by W. E. Leonard (New York: Dutton, 1921), 18; Lucretius, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">On the Nature of the Universe</cite>, trans. Melville, 16; Lucretius, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Lucretius on the Nature of Things</cite>, translated by Cyril Bailey (Oxford: Oxford University Press, 1910), 41–42.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-49" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-49-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Ariel Salleh, “From Metabolic Rift to ‘Metabolic Value,'” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Organization & Environment</cite> 23, no. 2 (2010): 205–19; Ariel Salleh, ed., <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Eco-Sufficiency and Global Justice</cite> (London: Pluto, 2009).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-50" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-50-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Howard Waitzkin, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Second Sickness</cite> (Boston: Rowman and Littlefield, 2000).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-51" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-51-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Norman Wentworth DeWitt, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Epicurus and His Philosophy</cite> (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1954), 133.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-52" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-52-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Karl Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Early Writings</cite> (New York: McGraw Hill, 1964), 207; Foster, “Marx and the Rift in the Universal Metabolism of Nature”; Fracchia, “Organisms and Objectifications.”</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-53" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-53-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Joseph Fracchia, “Beyond the Human–Nature Debate: Human Corporeal Organisation as the ‘First Fact’ of Historical Materialism,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Historical Materialism</cite> 13, no. 1 (2005): 43.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-54" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-54-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 875.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-55" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-55-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 891–95.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-56" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-56-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 748.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-57" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-57-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 915; also see Roxanne Dunbar-Ortiz, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">An Indigenous Peoples’ History of the United States</cite> (Boston: Beacon, 2014); John Bellamy Foster and Brett Clark, “<a href="https://doi.org/10.14452/MR-069-10-2018-03_1" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">The Expropriation of Nature</a>,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Monthly Review</cite> 69, no. 10 (2018): 1–27.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-58" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-58-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Edward E. Baptist, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Half Has Never Been Told</cite> (New York: Basic, 2016); Sven Beckert, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Empire of Cotton</cite> (New York: Vintage, 2014).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-59" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-59-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Watt Stewart, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Chinese Bondage in Peru: A History of the Chinese Coolie in Peru: 1849–1874</cite> (Westport, CT: Greenwood, 1951), 96–98; see also Brett Clark, Daniel Auerbach, and Karen Xuan Zhang, “The Du Bois Nexus: Intersectionality, Political Economy, and Environmental Injustice in the Peruvian Guano Trade in the 1800s,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Environmental Sociology</cite> 4, no. 1 (2018): 54–66.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-60" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-60-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 3, 182.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-61" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-61-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 3, 365.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-62" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-62-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 2 (New York: International Publishers, 1975), 7-9.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-63" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-63-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> John Green, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">A Revolutionary Life </cite>(London: Artery, 2008), 70; Steven Marcus, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Engels, Manchester, and the Working Class</cite> (New York: Norton, 1985), 98–99; Roy Whitfield, “The Double Life of Friedrich Engels,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Manchester Region History Review</cite> (Spring/Summer 1988): 13–19; Charles Dickens, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Old Curiosity Shop</cite> (New York: Dutton, 1908), 327.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-64" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-64-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 4, 447–48.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-65" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-65-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> See Waitzkin, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Second Sickness</cite>, 67–70.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-66" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-66-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 4 (New York: International Publishers, 1975), 448–54, 498–99.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-67" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-67-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 4, 492–94.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-68" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-68-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 4, 495–96.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-69" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-69-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 4, 531–35.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-70" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-70-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 4, 450.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-71" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-71-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 552–53.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-72" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-72-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 3, 181–85.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-73" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-73-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 3, 185.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-74" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-74-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 809–11.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-75" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-75-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Anthony Wohl, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Endangered Lives</cite> (Cambridge: Harvard University Press, 1983), 50–52.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-76" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-76-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 811.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-77" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-77-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 718.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-78" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-78-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 4.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-79" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-79-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 359–61.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-80" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-80-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Wohl, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Endangered Lives</cite>, 52–53.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-81" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-81-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, “<a href="https://www.marxists.org/history/etol/newspape/ni/vol04/no12/marx.htm" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">A Workers’ Inquiry</a>,” available at http://marxists.org; Asad Haider and Salar Mohandesi, “<a href="https://www.viewpointmag.com/2013/09/27/workers-inquiry-a-genealogy/" rel="noopener" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;" target="_blank">Workers’ Inquiry: A Genealogy</a>,” <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Viewpoint</cite> 3, September 27, 2013, http://viewpointmag.com.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-82" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-82-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Fracchia, “Beyond the Human–Nature Debate,” 50.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-83" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-83-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Fracchia, “Beyond the Human–Nature Debate,” 57.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-84" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-84-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1, 342.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-85" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-85-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Lucretius, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">On the Nature of Things</cite>, trans. Leonard, 45.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-86" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-86-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Salleh, ed., <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Eco-Sufficiency and Global Justice</cite>, 24–25, 306. For Salleh, metabolic value constitutes a larger category of socioecological value, extending beyond use value.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-87" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-87-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Grundrisse</cite>, 489.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-88" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-88-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Early Writings</cite>, 61, 328, 389; István Mészáros, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx’s Theory of Alienation</cite> (London: Merlin, 1970), 82, 100–01, 163–65; Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 3 (New York: International Publishers, 1975), 7.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-89" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-89-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite>, vol. 1 (New York: International Publishers, 1975), 64; translation according to Mészáros, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Marx’s Theory of Alienation</cite>, 351.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-90" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-90-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 3, 959.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-91" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-91-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Liedman, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">A World to Win</cite>, 479–80.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-92" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/07/01/the-robbery-of-nature/#endnote-92-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px 0.5em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Marx and Engels, <cite class="journal book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Collected Works</cite> vol. 5 (New York: International Publishers, 1975), 141–42.</li>
</ol>
</section>Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-37311942359415833992018-07-18T17:55:00.000-07:002018-07-18T17:55:05.779-07:00William I Robinson La renovación de la izquierda es urgente<br /><div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-node-created" style="background: rgb(249, 249, 249); font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 15px 0px 25px; vertical-align: baseline; width: 90px;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
13/07/2018</div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-field-image-atom-art" style="background: rgb(255, 255, 255); font-family: Ubuntu; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding-top: 20px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-field-image-atom-art field-type-atom-reference field-label-hidden" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<img alt=" izquierda" src="https://www.alainet.org/sites/default/files/styles/imagen-principal-articulo/public/izquierda.jpg?itok=H2Om3bUu" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;" title=" izquierda" typeof="foaf:Image" /></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-block pane-text-resize-0 pane-text-resize" style="background: rgb(255, 255, 255); font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<a class="changer" href="https://www.blogger.com/null" id="text_resize_decrease" style="background: url("/sites/all/modules/contrib/text_resize/aSmall.gif") 0px 0px no-repeat; cursor: pointer; display: block; float: right; height: 21px; margin: 12px 0px 0px 3px; outline: none; text-align: justify; text-indent: -9000px; vertical-align: baseline; width: 23px;"><span style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">-</span>A</a><a class="changer" href="https://www.blogger.com/null" id="text_resize_increase" style="background: url("/sites/all/modules/contrib/text_resize/aBig.gif") 0px 0px no-repeat; cursor: pointer; display: block; float: right; height: 27px; margin: 6px 0px 0px; outline: none; text-align: justify; text-indent: -9000px; vertical-align: baseline; width: 28px;"><span style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">+</span>A</a><div id="text_resize_clear" style="background: transparent; clear: both; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
</div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-body" id="solotexto" style="background: rgb(255, 255, 255); font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 10px 15px 20px 25px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-hidden" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" property="content:encoded" style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">Intervención de William I. Robinson ante Foro de Sao Paulo-Los Ángeles, 7 de julio 2018.</em></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Quiero dirigirme hoy a dos cosas entrelazadas: un análisis de la coyuntura de crisis del capitalismo global como marco general para entender el entorno latinoamericano, y una crítica fraternal de algunas debilidades del proyecto de la izquierda.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
El capitalismo global enfrenta una crisis orgánica, es decir, tanto estructural como de hegemonía y legitimidad. Se trata de una <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">crisis del dominio capitalista</em>. Este hecho pareciera contra-intuitiva ya que la Clase Capitalista Transnacional y sus agentes políticos están en la ofensiva. Sin embargo, el resurgimiento de la derecha es una respuesta a la profunda crisis.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Quiero aquí enfocarme en el análisis de la dimensión estructural, la sobre-acumulación y el <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">estancamiento prolongado</em>. Intrínseco al capitalismo es la tendencia hacia la polarización de los ingresos, es decir, los ricos más ricos y los pobres más pobres. Históricamente a nivel del estado-nación, se contrarrestaba esta polarización social mediante las luchas sociales y clasistas que lograban presionar al capital y al Estado a efectuar una redistribución de los ingresos y a regular el mercado.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Pero el capitalismo se globaliza a partir de los años 80. Surge el capital transnacional, una Clase Capitalista Transnacional, un sistema globalizado de producción y finanzas. Al globalizarse, el capital transnacional se libera de los encierros del estado-nación, y con ello, se desata desenfrenadamente la tendencia hacia la polarización. Las clases populares pierden la capacidad de obligar al Estado a frenar el capital. Los Estados ya no pueden captar y redistribuir los excedentes. Se esfuman las palancas para contrarrestar la polarización a nivel nacional y en el sistema global. Por eso tenemos vertiginosas desigualdades globales sin precedente: ahora el 1 por ciento de la humanidad controla más del 50 por ciento de la riqueza del planeta, el 20 por ciento controla el 95 por ciento, y el 80 por ciento – la gran masa de la humanidad – tiene que conformarse con apenas el 5 por ciento de la riqueza.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Dada esta desigualdad, el mercado global no puede absorber la producción de la economía global. El capital transnacional no puede encontrar salidas para el excedente. En Estados Unidos, los datos para 2017 indican que las compañías tuvieron $1.8 billones (trillones en inglés) en efectivo sin invertirlo. A nivel internacional, los grandes conglomerados de capital reportan niveles record de ganancia mientras las tasas de inversión decrecen. Se trata de <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">capital ocioso</em> – ¡pero el capital no puede quedarse ocioso! <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">Tiene que</em><em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">buscar donde intervenir y seguir acumulando.</em></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En este sentido, en el capitalismo la crisis precisamente consiste en que existen obstáculos a la acumulación de capital y por ende el estancamiento, y esta situación acarrea fuertes conflictos sociales, políticos, ideológicos, y militares. Es lo que estamos viendo ahora. Es el telón de fondo de la peligrosa escalada de las tensiones internacionales.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Estructuralmente se trata del agotamiento de nuevas oportunidades para invertir. Es ante esta situación que el capital y sus agentes políticos y Estados capitalistas buscan abrir nuevas oportunidades de acumulación típicamente por la violencia, ya sea directa o estructural. Ejemplos de la violencia directa en pos de abrir oportunidades de acumulación son la invasión a Iraq, la llamada “guerra contra las drogas”, la farsa de la “guerra contra el terrorismo”, la guerra contra los inmigrantes, etcétera. La violencia estructural es, por ejemplo, las políticas neoliberales, la estrangulación por medio del endeudamiento, como en Grecia, etcétera.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En los últimos años el sistema ha perseguido tres mecanismos para sostener la acumulación frente al estancamiento:</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<ol style="background: transparent; list-style: square; margin: 0px 0px 0px 20px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<li style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;"><div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Expansión del crédito al consumo y a los Estados. Pero el mecanismo del crédito llega a sus límites. En Estados Unidos, que ha fungido como mercado de última instancia, la deuda de los consumidores rebasa ya los $13 billones (trillions en ingles) – ¡más que en el año 2008 en vísperas del colapso financiero! En Europa y otras regiones se reportan también niveles record del endeudamiento de los consumidores. Mientras tanto, el endeudamiento de los Estados también llega a los límites. El mercado global de bonos (señal del endeudamiento de los Estados) ya rebasa los $100 billones (trillions en inglés), mientras la deuda global alcanza los $270 billones, provocando crisis fiscal en muchos países.</div>
</li>
</ol>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin-left: 1.91cm; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<ol style="background: transparent; list-style: square; margin: 0px 0px 0px 20px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<li style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;" value="2"><div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Reconfiguración profunda de las finanzas públicas. Ha habido un masivo traslado de la riqueza de las clases populares a la Clase Capitalista Transnacional mediante las privatizaciones, la desregulación, el recorte del gasto social, la expansión de los subsidios al capital, las reformas impositivas, etcétera.</div>
</li>
</ol>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<ol style="background: transparent; list-style: square; margin: 0px 0px 0px 20px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<li style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;" value="3"><div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Frenética especulación financiera en el casino global. Crece la brecha cada vez más entre la economía real y el capital ficticio, llegando a niveles desestabilizadores del sistema. En 2015, el producto bruto global (es decir, el valor de todos los bienes y servicios producidos a nivel mundial) alcanzó los $75 billones (trillions en inglés), mientras en ese mismo año el mercado global de los derivados – que representan pura especulación – llego a los $1.2 trillones (quadrillon en inglés).</div>
</li>
</ol>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin-left: 1.91cm; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Estos tres mecanismos llegan ahora a su límite. A la larga, terminan agravando el problema de la sobreacumulación. Hay una <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">inestabilidad estructural subyacente en la economía global, la misma sumamente frágil. Otro colapso parece ser inevitable. </em>Es solo una cuestión de cuándo y bajo cuales circunstancias.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
El gran reto ahora que enfrenta el sistema es: ¿dónde encontrar salidas para los excedentes acumulados? En la actualidad, el sistema busca una nueva oleada expansiva y no le es fácil encontrarla. Busca expandirse ahora en: 1) guerras, conflictos y militarización; 2) una nueva ronda de despojos (como sucede ahora en América Latina); 3) un saqueo aún mayor de los Estados.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Se agravan las tensiones internacionales. Somos testigos del surgimiento de un <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">Estado Policiaco Global</em>. Este es un concepto que vengo desarrollando últimamente. Estado Policiaco Global se refiere a 3 dimensiones:</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin-left: 1.91cm; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<ol style="background: transparent; list-style: square; margin: 0px 0px 0px 20px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<li style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;"><div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Sistemas cada vez más ubicuos del control social de las masas, de represión, y de guerras promovidas por los grupos gobernantes para contener la rebelión real o potencial de la clase obrera global y la humanidad sobrante;</div>
</li>
</ol>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin-left: 1.31cm; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<ol style="background: transparent; list-style: square; margin: 0px 0px 0px 20px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<li style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;" value="2"><div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La cada vez mayor dependencia de la economía global del desarrollo y del despliegue de estos sistemas de guerra, control social y represión simplemente como medio para sacar ganancia y seguir acumulando capital frente al estancamiento – lo que denomino la <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">acumulación militarizada</em>, o al <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">acumulación por represión</em>;</div>
</li>
</ol>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin-left: 1.31cm; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<ol style="background: transparent; list-style: square; margin: 0px 0px 0px 20px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">
<li style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;" value="3"><div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La emergencia de sistemas políticos que cada vez más se aproximan al <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">fascismo del siglo XXI</em>.</div>
</li>
</ol>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; margin-left: 1.31cm; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Ahora, frente a la crisis se da una rápida polarización política en la sociedad global: un fuerte repunte de las resistencias y luchas populares alrededor del mundo, pero también el resurgimiento de la ultra-derecha. Esta ultra derecha es una fuerza insurgente en muchos países (por ej., en Honduras, Colombia, Brasil, Israel, Europa, EEUU, Turquía, India, las Filipinas, etcétera). Se presenta el espectro del fascismo del siglo XXI. El Trumpismo es símbolo potente de la respuesta fascista a la crisis. El fascismo del siglo XXI se basa en la triangulación de: el capital transnacional; el poder político reaccionario y represivo; y la movilización de fuerzas fascistas en la sociedad civil.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Ahora bien, esta crisis es el telón de fondo para entender el entorno latinoamericano. La Clase Capitalista Transnacional busca intensificar la violenta expansión de las transnacionales en América Latina y apropiarse de tierras y recursos, con la confabulación de la resurgente derecha y extrema-derecha latinoamericana. En América Latina las explosivas desigualdades y contradicciones del capitalismo global no pueden ya ser contenidos mediante los mecanismos de la dominación consensual y se dé la inclinación hacia regímenes autoritarios y dictatoriales, como en Honduras, Brasil, Guatemala, etcétera, y en el caso de Colombia, el verdadero fascismo del siglo XXI.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En las últimas 2 décadas se dio una fuerte expansión del capitalismo global en América Latina. Ya no quedan espacios autónomos del capitalismo global. Ha habido en la región una expansión del sistema en dos sentidos.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Primero, una expansión extensiva: la conquista del campo y la mercantilización por parte del capital transnacional y sus capas locales, la conquista de reductos autónomos. Este proceso está bien avanzado. Miremos a Honduras, por ejemplo, donde las comunidades Afro-Hondureñas (Garífunas) e indígenas están envueltas en una lucha de vida o muerte contra los mega-proyectos, la agro-industria, y el turismo transnacional. Igual en Guatemala, Colombia, Brasil, y otros países.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Segundo, una expansión intensiva: se viene convirtiendo a los espacios que aún quedaba fuera de la lógica del mercado en mercancía, conforme de la lógica de la acumulación de capital – salud, educación, agua y otros servicios públicos, esferas de la cultura, y desenfrenada privatización del Estado. En resumidas cuentas, la región se ve asediada por una nueva y aún más profunda ronda del neo-liberalismo.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Lo que queda del bloque de ALBA está enfrentando un renovado asalto por parte de la Clase Capitalista Transnacional, la derecha internacional, y Estados Unidos. <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">Pero es crucial para entender este asalto, abordar las debilidades y las fallas de la izquierda</em>. Se bien la tarea principal y urgente es combatir la derecha revanchista, integral a esta tarea es la crítica fraternal y la auto-crítica de la izquierda y sus prácticas en las últimas dos décadas. No hemos de soslayar esta crítica. ¡Esquivamos la auto-critica a nuestra cuenta y riesgo! Mis comentarios a continuación son generalizaciones y no se aplican por igual a cada caso nacional.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Las luchas de masa contra el neoliberalismo rompió la hegemonía neoliberal hacia finales del siglo XX y la izquierda llegó al poder levantando la bandera anti-neoliberal. Pero la izquierda ahora ha perdido la hegemonía conquistada. Dicha hegemonía está en disputa con el regreso de la Derecha revanchista. No se puede simplemente achacar la culpa al Imperio, ¡no podemos exonerarnos de cualquier culpa! Hay que ver cómo los errores y los límites de la izquierda abrieron espacio para la Derecha.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Dejamos a un lado cómo los gobiernos izquierdistas toleraron alarmantes niveles de corrupción y acumulación lícita e ilícita de capital – hasta funcionarios estatales y partidarios participaron ampliamente en esta acumulación. Desde luego, la acumulación de capital, el enriquecimiento personal, no tiene absolutamente nada que ver con la izquierda y aquellos que participan en dicha acumulación no se atreven a llamarse “izquierdistas”.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Más bien, veamos el modelo imperante de la izquierda en las últimas dos décadas: un asistencialismo basado en captar y redistribuir los excedentes generados por la expansión de las exportaciones de la materia prima en asociación con la Clase Capitalista Transnacional. Este modelo – con la excepción de Venezuela – no representaba un mayor desafío al capital transnacional, cuando más un estorbo.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Los gobiernos izquierdistas supervisaron una vasta expansión extractivista. Dependieron de este extractivismo para sostener el proyecto. En Brasil, Argentina, Uruguay, y Bolivia, se produjo una vasta expansión de la producción de soya en manos de la agro-industria transnacional mientras los pequeños productores se vieron marginados y los campesinos sufrieron el despojo. Este agro-negocio transnacional resultó en una mayor concentración de tierras y de capital y aumentó el poder estructural de la Clase Capitalista Transnacional sobre los Estados izquierdistas.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En Venezuela, la dependencia del petróleo no disminuyó con la revolución sino se intensificó, dejando al país en jaque a los mercados petroleros y financieros controlados por la Clase Capitalista Transnacional.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La izquierda en el Estado no emprendió transformaciones estructurales (con excepción de Venezuela, y en muy menor grado, en Bolivia y Ecuador, aunque las tímidas transformaciones llegaron al parecer a su fin): de las relaciones de propiedad y la estructura de clase. Los programas asistenciales dependieron de los caprichos del mercado global controlado por la Clase Capitalista Transnacional. Cuando se desplomaron los precios de los commodities a partir de 2011 y en adelante, la izquierda perdió las bases de su tímido proyecto.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
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<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Las clases populares estuvieron clamando por mayores transformaciones. Pero bajo el pretexto de la necesidad de atraer al capital transnacional en pos del desarrollo, se vieron apaciguadas estas clases y suprimidas sus exigencias. Por tanto, los movimientos sociales fueron desmovilizados o al menos subordinados a la izquierda institucional en el Estado y a su electoralismo mientras los Estados capitalistas absorbieron a esta izquierda.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Ahora bien, en mi juicio, para poder enfrentar la actual embestida de la Derecha, la izquierda ha de renovar un proyecto revolucionario y la refundación del Estado. En esta tarea hay que redescubrir a Gramsci y la lucha hegemónica. Si la izquierda intenta controlar o frenar la movilización de las masas y sus movimientos sociales autónomos desde abajo, si suprime sus reivindicaciones, estará traicionando a lo que significa ser izquierda.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Solo esa movilización desde abajo puede generar un contra-peso al control que ejerce desde arriba el capital transnacional y el mercado global sobre los Estados capitalistas latinoamericanos. <em style="background: transparent; margin: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline;">Porque aquí hay un evidente desfase entre movimientos sociales pujantes e izquierda partidaria e institucional francamente menguantes</em>.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Finalmente, comento: actualmente se presentan tendencias recesionarias en Argentina, Brasil, México, etcétera. La crisis económica, lejos de resolverse, se va a agravar con la Derecha. Se ciernen nubarrones, una mayor polarización política, escalada de represión, mayores despojos, y dictadura del capital transnacional y sus adeptos locales.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La tarea de una crítica y una renovación de la izquierda es urgente si ésta va a estar en una posición de aprovechar de los trastornos de una crisis mayor de la economía global y de la legitimidad de los Estados. Si no, la derecha neo-fascista aprovechará de esos trastornos.</div>
<div style="background: transparent; line-height: 1.3em; outline: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
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Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-85830496301891201252018-07-18T17:51:00.000-07:002018-07-18T17:51:07.360-07:00Claudio Katz Dependencia y Teoría de valor<div class="titular titular-single" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 28px; line-height: 27.44px; margin-bottom: 10px; margin-top: 10px;">
<br /></div>
<div class="texte" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px;">
<div style="text-align: justify;">
La teoría marxista de la dependencia postuló una explicación del subdesarrollo asentada en la dinámica del valor. Con ese fundamento explicó el intercambio desigual y los ciclos industriales de América Latina, en una época previa al actual predominio del extractivismo y las maquilas. ¿Cuáles son los conceptos vigentes de esa caracterización? ¿Cómo deben evaluarse sus omisiones o insuficiencias?</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Las causas del intercambio desigual</b></div>
<div style="text-align: justify;">
En los años 70 Marini estudió los desequilibrios de la industria que impedían a Brasil, México o Argentina repetir el desarrollo de las economías centrales. Describió cómo la preeminencia del capital extranjero incentivaba las transferencias de valor al exterior, mientras la provisión foránea de maquinaria obsoleta aumentaba la pérdida de divisas. Destacó que las grandes empresas remuneraban a los trabajadores por debajo del promedio imperante en las metrópolis y señaló que sus pares locales compensaban sus debilidades competitivas con una mayor extracción de plusvalía (Marini, 1973: 16-66).</div>
<div style="text-align: justify;">
Ese diagnóstico presentaba numerosos parentescos con las teorías del intercambio desigual de la época. Todos los autores razonaban suponiendo escenarios de transferencias de valor de las economías retrasadas a las avanzadas. Esas asimetrías eran atribuidas a la retribución internacional diferenciada del trabajo incorporado en los bienes elaborados en ambos polos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Estas visiones extendían al contexto mundial el esquema expuesto por Marx, para ilustrar de qué forma los precios de producción alteran los valores de las mercancías, en función de la productividad vigente en las distintas ramas de la economía. Consideraban las transacciones entre productos de distinta complejidad, generados en países con grandes desniveles de desarrollo.</div>
<div style="text-align: justify;">
El debate comenzó con las tesis de Emmanuel que explicaba la desigualdad en los intercambios por las divergencias de los salarios. Postulaba que la fuerza de trabajo no acompañaba la mundialización de los precios de producción y las tasas de ganancia. Ese divorcio determinaba la perpetuación de las brechas entre ambos tipos de economías (Emmanuel, 1972: cap 3).</div>
<div style="text-align: justify;">
Como esa caracterización resaltaba la centralidad de la explotación y anticipaba descripciones de las maquilas, algunos analistas observan coincidencias con el modelo de Marini (Rodrigues, 2017). Pero en los hechos, las afinidades del pensador brasileño eran mayores con los críticos marxistas de Emmanuel. Estos objetores atribuían el intercambio desigual a las diferencias de productividad y no de salarios. Consideraban que las distancias en el desenvolvimiento de las fuerzas productivas explicaban las brechas en las remuneraciones y no a la inversa (Bettelheim, 1972a).</div>
<div style="text-align: justify;">
Esta mirada subrayaba que el salario es un resultado y no un determinante de la acumulación. Estimaba que el nivel de los sueldos depende en cada país de la productividad, el ciclo, el acervo de capital y la intensidad de la lucha de clases (Mandel, 1978: cap XI).</div>
<div style="text-align: justify;">
Esas objeciones alertaron también contra la magnificación de la brecha salarial internacional. Recordaron que el análisis de esa fractura, debe registrar la mayor productividad de las actividades calificadas imperantes en las economías centrales (Bettelheim, 1972b).</div>
<div style="text-align: justify;">
Ninguna de esas caracterizaciones puso en tela de juicio la existencia del intercambio desigual. Pero señalaron que esa asimetría en el comercio constituía tan sólo una causa del subdesarrollo, con efectos disímiles en cada estadio del capitalismo mundial (Arrighi, 1990).</div>
<div style="text-align: justify;">
El debate también desembocó en otros planteos que postularon la presencia del intercambio desigual, cuando las divergencias entre los salarios son mayores que sus equivalentes en las productividades (Amin, 1976: 159-161). Esta mirada señaló que el divorcio se asienta en la creciente movilidad internacional de los capitales y las mercancías, frente a la inalterada inmovilidad de la fuerza de trabajo (Amin, 2003: cap 4).</div>
<div style="text-align: justify;">
La visión de Marini sintonizaba con estos enfoques correctivos. En su presentación del ciclo dependiente, destacó que las transferencias de plusvalía hacia las economías avanzadas eran consecuencia de las grandes brechas existentes en los niveles de desarrollo. Reconoció las fuertes divergencias en los salarios, sin observarlas como determinantes de la fractura entre el centro y la periferia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esa óptica no sólo coincidió con la síntesis madurada por los participantes del debate. Confirmó que a diferencia de varios economistas heterodoxos, el teórico de la dependencia atribuía el subdesarrollo a la dinámica polarizadora del capitalismo mundial y no al retraso de los salarios latinoamericanos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>El alcance de la mundialización</b></div>
<div style="text-align: justify;">
En las controversias sobre el intercambio desigual se intentó esclarecer también cuál era nivel de internacionalización alcanzado por el capitalismo. Todos recordaron que Marx expuso su modelo concibiendo escenarios nacionales. Esa referencia estaba presente en los distintos niveles de abstracción de su esquema. Regía en la formación de los valores individuales y sociales de las mercancías, en las técnicas modales definitorias de la productividad sectorial, en la formación de la ganancia media y en los precios de producción, mercado o monopolio.</div>
<div style="text-align: justify;">
Estos pilares analíticos fueron radicalmente modificados por el diagrama de variables internacionalizadas que postuló Emmanuel. La referencia británica de Marx fue sustituida por un equivalente global. Esa reconsideración era lógica un siglo después de publicado El Capital. ¿Pero correspondía evaluar el intercambio desigual en un marco de economías totalmente globalizadas?</div>
<div style="text-align: justify;">
Un destacado teórico objetó ese supuesto remarcando la continuada relevancia de las variables nacionales. Observó que los precios de producción y las ganancias medias continuaban establecidos a esa escala, determinando una variedad de situaciones yuxtapuestas en el plano mundial. Destacó que la ausencia de instituciones estatales mundiales determinaba la continuidad de monedas, aranceles, tipos de cambio y precios nacionalmente diferenciados (Mandel, 1978: cap XI).</div>
<div style="text-align: justify;">
Esa visión deducía el intercambio desigual de las transacciones entre mercancías, con cantidades diferentes de horas trabajadas para su producción. Entendía que las transferencias de plusvalía se consumaban por la mayor remuneración internacional del trabajo más industrializado.</div>
<div style="text-align: justify;">
Era una tesis afín al marco keynesiano de posguerra y a los modelos de sustitución de importaciones en las semiperiferias. En ambos polos prevalecía la fabricación nacional integrada. El sello aclaratorio del lugar de producción expresaba una elaboración completa al interior de cada país.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero este enfoque fue objetado por otra interpretación, que subrayó la vigencia de un nuevo marco de variables internacionalizadas. Explicó la centralidad del intercambio desigual por la novedosa fractura, entre capitales circulantes por todo el planeta y fuerzas de trabajo atadas a la localización nacional.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esta visión cuestionó la presentación de la economía mundial como un conglomerado de unidades yuxtapuestas y subrayó la preeminencia de un funcionamiento internacionalizado. Señaló que el “valor mundial” constituía un nuevo principio ordenador de todas las categorías del capitalismo (Amin, 1973: 12-87).</div>
<div style="text-align: justify;">
Otros autores profundizaron esa conceptualización, contrastando explícitamente el escenario de Marx con la nueva era de firmas multinacionales. Señalaron que las empresas, ramas y procesos de producción ya operaban en forma internacionalizada a escala intra e intersectorial (Carchedi, 1991, cap 3 y 7).</div>
<div style="text-align: justify;">
Marini no definió su preferencia por uno u otro enfoque en su obra de los años 60-70. Pero posteriormente subrayó la contundente primacía del curso globalizador (Marini, 2007: 231-252). Ese rumbo se ha profundizado y requiere otra conceptualización.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Globalización productiva</b></div>
<div style="text-align: justify;">
El avance cualitativo registrado en la mundialización modifica los términos del debate desarrollado hace varias décadas. Salta a la vista el carácter globalizado de muchas actividades que no tenían ese perfil en los años 70. Esa modificación consolida la tendencia de un gran segmento de la economía a desenvolverse con precios y tasas medias de ganancia internacionalizados.</div>
<div style="text-align: justify;">
La nueva división global del trabajo que despuntó en el debut del neoliberalismo se ha consolidado con la actual relocalización fabril. Se ha generalizado el desplazamiento de las empresas transnacionales, que emigran a la periferia para lucrar con la baratura, disciplina o sometimiento de los trabajadores. Ese cambio fue incluso percibido por los autores que en los años 70, objetaban la vigencia de un status avanzado de mundialización. En la década posterior reconocieron la nueva presencia de campos de valorización regidos por barómetros internacionales (Mandel, 1996).</div>
<div style="text-align: justify;">
La preeminencia actual de ese segmento global es notoria. No sólo los tradicionales límites a la movilidad del capital y las mercancías fueron quebrantados por la mundialización financiera y los tratados de libre comercio. También se debilitó la obstrucción interpuesta por la multiplicidad de tipos de cambio a los patrones internacionales de precios y ganancias. Algunas economías confluyeron en monedas comunes (Europa) y otras dolarizaron sus movimientos o instauraron formas regionales de coordinación cambiaria.</div>
<div style="text-align: justify;">
La ausencia de un sistema estatal planetario continúa imposibilitando la vigencia de variables plenamente mundializadas. Pero las empresas transnacionales operan a esa escala y los organismos que apuntalan su actividad (BM, FMI, OMC), administran modalidades tendenciales de esa gestión.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los mecanismos de mayor internacionalización han sido particularmente introducidos en las cadenas globales de valor. Ese tipo de estructuras incluye formas muy avanzadas de localización diversificada de los procesos de fabricación. Las empresas aprovechan las diferencias de rentabilidad que genera esa variedad de formas de explotación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Las cadenas aseguran la captura de beneficios extraordinarios por parte de las empresas ubicadas en la cúspide de la red. En la industria del vestido, por ejemplo, las plusganancias quedan en manos de los grandes compradores (marcas), en desmedro de los fabricantes textiles (plantas automatizadas) y las firmas intensivas en mano de obra (Starosta; Caligaris, 2017: 237-276). El mismo principio de redistribución de la plusvalía opera en el funcionamiento territorial de las empresas satélites. La subcontratación es el principal dispositivo de transferencia de valor. La compañía rectora obtiene ganancias superiores, fijando las condiciones de adquisición de los insumos provistos por sus abastecedores.</div>
<div style="text-align: justify;">
En las cadenas ya opera un circuito unificado de precios y ganancias medias internacionalizadas. Marini sólo observó en las maquilas los anticipos de un mecanismo que remodela toda la dinámica del intercambio desigual.</div>
<div style="text-align: justify;">
En la etapa actual la generación de plusvalía diverge significativamente de su distribución geográfica. El proceso de transformación de los valores en precios se consuma a escala internacional, acompañando el divorcio entre mercancías producidas en un país y consumidas en otro. La plusvalía gestada con bajos costos en las fábricas de Asia es plasmada en los mercados de Estados Unidos y Europa, bajo la gestión de las empresas transnacionales (Smith, 2010; 246-249). En esta nueva secuencia las transferencias internacionales de valor asumen una escala sin precedentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>El sentido del trabajo potenciado</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Los desplazamientos mundiales de plusvalía que fundamentan la dinámica del intercambio desigual han suscitado fuertes controversias. Algunos autores impugnan su vigencia, señalando que las diferencias entre economías desarrolladas y retrasadas derivan de la existencia de productividades disímiles. Afirman que las horas de trabajo en ambos lugares no son simplemente comprables. El contraste requiere considerar el nivel de complejidad laboral en el centro y el consiguiente gasto superior en formación de la fuerza de trabajo (Astarita, 2010: 140-145).</div>
<div style="text-align: justify;">
Esa desigualdad se resume en la noción de trabajo potenciado, que Marx utilizó para caracterizar las modalidades laborales avanzadas. Como la periferia carece de esas calificaciones comercia desde un status diferente, sin generar transferencias en el intercambio de mercancías (Astarita, 2011). Los capitales del centro no sustraen valor de las economías relegadas. Sólo producen mercancías más valorizadas con mejores técnicas y menor cantidad de horas de trabajo (Astarita, 2013b).</div>
<div style="text-align: justify;">
En los años 70 los debates sobre este mismo problema se plantearon en otros términos. Bettelheim señaló que era incorrecto comparar los salarios de las distintas economías omitiendo las diferencias de productividad. Pero introdujo esa observación sólo para revisar el alcance del intercambio desigual. Buscó enmendar esa tesis sin invalidarla. Conectó la gravitación de los salarios a sus diferentes productividades, pero en ningún momento cuestionó las transferencias internacionales de valor, en que se asienta el funcionamiento del capitalismo mundial.</div>
<div style="text-align: justify;">
Su señalamiento permite entender que el trabajo potenciado no desmiente los desplazamientos internacionales de plusvalía. Simplemente incorpora distintas complejidades del trabajo a una estructura de funcionamiento global, modificando las magnitudes en juego.</div>
<div style="text-align: justify;">
El trabajo potenciado es un concepto relevante, en relación al tiempo de trabajo socialmente necesario que rige en cada rama de la producción. El análisis de esa categoría se ubica en ese plano determinante del valor de las mercancías.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero los bienes no se intercambian por esas magnitudes, sino en función de los precios de producción que adopta cada producto, al cabo de un proceso de conformación de la ganancia media. Esa dinámica involucra transferencias de valor entre distintas ramas en una circulación intermediada por el dinero. A través de ese eslabón, las mercancías elaboradas con calificaciones diferentes y productividades diversas quedan convertidas en unidades intercambiables.</div>
<div style="text-align: justify;">
En este segundo terreno de transferencias de plusvalía se sitúa el estudio del intercambio desigual. A esa escala del mercado mundial y de la totalidad de las mercancías, no existe ninguna incompatibilidad con los parámetros del trabajo potenciado, que definen previamente el valor de las mercancías en cada sector.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esta diferencia de niveles analíticos ha sido subrayada por los investigadores, que recuerdan por qué razón la noción de trabajo potenciado fue introducida en el primer tomo de <i>El Capital</i>. Allí se indaga la formación del valor de las mercancías.</div>
<div style="text-align: justify;">
En las observaciones sobre el mercado mundial añade otro concepto, para resaltar las diferencias existentes entre productos gestados con disímiles niveles de acumulación. A esa brecha alude con el concepto de remuneración internacional diferenciada del trabajo más productivo (Machado, 2011). Esta segunda categoría -situada en un plano más empírico-concreto- fue el punto de partida de los debates sobre el intercambio desigual.</div>
<div style="text-align: justify;">
En un ejemplo contemporáneo de estas distinciones, se podría señalar que el trabajo potenciado se verificó cuando Microsoft desplazó a IBM. Allí fijó un nuevo parámetro de valor en el universo informático. La dinámica de transferencias de plusvalía se observó en cambio en otro plano y a otra escala, cuando la misma empresa absorbió valor -en concepto de renta tecnológica- a múltiples firmas de distintos sectores. El despegue del índice NASDAQ en Wall Street ilustró esa captación.</div>
<div style="text-align: justify;">
En esta segunda dimensión y en la órbita internacional se ubica la problemática inicialmente estudiada por el intercambio desigual. Comenzó a conceptualizar los flujos internacionales de plusvalía provenientes de las economías retrasadas. Esos países exportan bienes elementales y participan en tareas básicas de la fabricación internacionalizada de las mercancías. El trabajo potenciado es un componente y no una refutación de ese proceso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Monopolio y dualidad del valor</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Los cuestionamientos a las transferencias internacionales de valor -postuladas por el dependentismo- se basan también en la relevancia asignada a los monopolios. Los críticos estiman que la gravitación otorgada por esa escuela, a las grandes empresas en la determinación de los precios, divorcia a esas cotizaciones de la lógica objetiva de la ley del valor (Astarita, 2014a).</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero esa incidencia de los monopolios sólo es concebida con duraciones transitorias, a favor de las firmas que detentan un relativo dominio del mercado. Como tarde o temprano enfrentan la competencia de otras compañías del mismo peso, no pueden eternizar su control. Reconocer la capacidad de los monopolios para multiplicar beneficios en segmentos diferenciados, no entraña ningún desconocimiento de la ley del valor. Sólo se registra otra esfera de funcionamiento de ese principio.</div>
<div style="text-align: justify;">
Marini siempre estuvo más próximo a los pensadores marxistas que resaltaban esa dinámica de competencia diferenciada entre monopolios (como Mandel). Mantuvo más distancias con los teóricos que subrayaban la capacidad de las grandes firmas para manejar los precios en forma descontrolada (como Sweezy)<b>.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Quienes, por el contrario, adoptaron la acertada crítica de varios economistas a la magnificación de los monopolios (como Shaik), ahora se ubican en al extremo opuesto. Niegan la evidente existencia de gigantescas corporaciones que obtienen ganancias extraordinarias en ciertos mercados, a costa de las compañías de menor envergadura.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los monopolios logran beneficios extraordinarios por su peso dominante. Pero a largo plazo, no pueden sustraerse de los principios que rigen la conformación de todos los precios, bajo el impacto combinado de la productividad y las necesidades sociales. El primer factor incide en esa valoración a través del tipo de empresas predominantes en la oferta de cada sector. El segundo influye mediante el perfil que asume la demanda (Rosdolsky, 1979: 101-125).</div>
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Si por ejemplo una rama está ascendiendo (calzado deportivo), habrá lugar para las firmas de menor y mayor productividad, mientras que en el caso inverso (sombreros) tenderán a subsistir sólo las más eficientes. El cruce de ambos procesos genera los premios y castigos del mercado, a las empresas que economizan o derrochan trabajo social (Katz, 2009: 31-60).</div>
<div style="text-align: justify;">
Las grandes compañías suelen obtener beneficios superiores al promedio por su primacía en la innovación (rentas tecnológicas) o por su control de la oferta de un bien escaso (renta natural). Pero sólo preservan esas plusganancias durante el lapso que limitan la competencia en el sector hegemonizado y aprovechan la vigencia de necesidades sociales amoldadas a la demanda de sus mercancías. Ambos determinantes condicionan los precios finales de todas las mercancías (Mandel, 1985: 209-216).</div>
<div style="text-align: justify;">
Esta caracterización de la dimensión dual del valor no sólo clarifica las singularidades y límites de los monopolios. También resalta la gravitación del mercado, en el reconocimiento <i>ex post</i> del trabajo incorporado a las mercancías. Esta última dimensión clarifica la existencia de crisis específicas de realización del valor.</div>
<div style="text-align: justify;">
Marini estudió este tipo de problemas derivados de la doble faceta de las mercancías. Indagó la pirámide de los monopolios, los desequilibrios de la demanda y las crisis generadas por la estrechez del consumo en la periferia (Marini, 1979: 18-39).</div>
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Adscribió a una tradición de la economía marxista, que discrepa con las vertientes exclusivamente centradas en el análisis del valor en la esfera de la producción. Ese enfoque cuantifica a esa variable sólo en el ámbito inicial de generación de la plusvalía. Subraya en forma insistente la gravitación asignada por Marx a la lógica de la explotación y deduce todas las contradicciones del capitalismo de lo ocurrido en esa esfera. Con esa óptica descalifica los desequilibrios localizados en el plano de la demanda.</div>
<div style="text-align: justify;">
La crítica al dependentismo está enraizada en esta vieja interpretación “tecnológica” del valor, que algunos analistas han objetado recientemente (Solorza; Deytha, 2014). Con ese fundamento conceptual es muy difícil captar las singularidades de las economías periféricas que investigó Marini.</div>
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<b>Incomprensión del subdesarrollo</b></div>
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Las transferencias de valor aportan el sustento teórico para evaluar cómo se canaliza la plusvalía entre las distintas fracciones burguesas de la periferia. Si se desconoce esta dimensión, resulta imposible entender la forma que asumen los conflictos distributivos, en países periódicamente afectados por esas pugnas. Un ejemplo de ese tipo fue la disputa con los agro-sojeros de Argentina en el 2008.</div>
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Se afirma que esa indagación oscurece la contradicción central entre el capital y el trabajo (Astarita, 2009b). Pero en los hechos ocurre lo contrario. Clarifica el escenario de ese antagonismo social, al situarlo en el marco de las tensiones que acosan a los opresores. Ninguna acción política de los asalariados es efectiva si se ignoran los conflictos por arriba.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esa gravitación de los choques entre dominadores es desconsiderada como un desvío de la atención prioritaria en el proletariado. Se estima que esa deformación es propia del “marxismo nacional y popular”, que postula caminos de convergencia del antiimperialismo con el socialismo (Astarita, 2014a). La teoría marxista de la dependencia es visualizada como una expresión suprema de ese desacierto.</div>
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Pero esa actitud cierra todas las posibilidades de participación en las luchas populares de América Latina, promoviendo estrategias de radicalización para avanzar hacia el logro de las metas anticapitalistas.</div>
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El rechazo de esta intervención política corona las dificultades teóricas para explicar el subdesarrollo. Al objetar la existencia de transferencias de valor de la periferia al centro queda obstruida la comprensión de la estratificación global. La relativa estabilidad histórica de esa fractura se convierte en un enigma irresoluble.</div>
<div style="text-align: justify;">
La simple constatación de mayor productividad en las economías avanzadas, no explica la reproducción de esa brecha en un sistema regido por la competencia. Las tesis antidependentistas rehúyen estos dilemas.</div>
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A lo sumo evalúan el origen histórico de las asimetrías de desarrollo, señalando el lugar que ocupa cada país en la división internacional del trabajo (Astarita, 2013c). También recuerdan la herencia legada por los sistemas pre-capitalistas y el rol jugado por las distintas burguesías (Astarita, 2004: cap 8). Pero esas observaciones se limitan a describir la polarización de la acumulación a nivel mundial, sin esclarecer los mecanismos de esa fractura.</div>
<div style="text-align: justify;">
El problema no radica en lo ocurrido durante el surgimiento del capitalismo, sino en lo sucedido a posteriori. El proceso contemporáneo de subdesarrollo y su continuidad requieren alguna explicación. Frente al silencio de sus críticos, la teoría marxista de la dependencia ofrece una interpretación basada en las transferencias de plusvalía.</div>
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<b>Ciclos de las materias primas</b></div>
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La escasa participación de Marini en los debates sobre el intercambio desigual probablemente obedeció a su peculiar uso de ese concepto. Lo utilizó como simple fundamento de la adversidad estructural padecida por la economía latinoamericana. Identificó esa asimetría con el deterioro de los términos de intercambio (Marini, 1973: 24-38).</div>
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Ese principio era el cimiento indiscutido de muchos enfoques de la época. La desvalorización perdurable de las exportaciones primarias era atribuida por la CEPAL, a la estructura socio-económica de la periferia. Estimaba que en las metrópolis las ganancias y los salarios crecían por encima de la productividad (manteniendo elevados los precios industriales), mientras que en su contraparte agro-exportadora prevalecía un proceso opuesto (Prebisch, 1986).</div>
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Marini compartía esa conclusión pero no la interpretación institucionalista. Explicaba la depreciación de los bienes primarios por la dinámica objetiva de la acumulación a escala internacional. Describía cómo las inversiones externas facilitaban la apropiación de los recursos de la periferia y atribuía esa exacción a la subordinación de los países retrasados. Pero este acertado diagnóstico no esclarecía los mecanismos que desvalorizaban a las materias primas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Una influyente pista para resolver ese enigma fue aportada por los primeros estudios de transferencia de la plusvalía entre regiones avanzadas y retrasadas de Europa (Howard; King, 1992: 189-2000). Esta caracterización contrastaba con la simple identificación desarrollista de las adversidades del intercambio con la implementación de erróneas políticas económicas.</div>
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En pleno auge de estas visiones apareció el primer cuestionamiento al principio de inexorable depreciación de las exportaciones primarias. El encarecimiento del petróleo que acompañó a la irrupción de la OPEP suscitó esa crítica, en medio de un gran atesoramiento de divisas por parte de las retrasadas economías de Medio Oriente.</div>
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Este episodio involucraba a una materia prima muy peculiar y enriquecía a pocos países. Pero la objeción conceptual al deterioro de los términos de intercambio se afianzó con cuestionamientos empíricos a la tesis Prebish. Los críticos ejemplificaron con el caso de Estados Unidos, la ausencia de total automaticidad entre agro-exportación y subdesarrollo (Bairoch, 1999: 234-236).</div>
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Entre los marxistas comenzó también una reconsideración de la especificidad de los productos básicos. Dada su dependencia de la naturaleza, esos insumos difieren de sus pares fabriles por la menor flexibilidad a la innovación tecnológica y al consiguiente incremento de la productividad. Por eso tienden a encarecerse suscitando procesos reactivos de industrialización de las materias primas (Grossman, 1979: 269-290). Esas oleadas de inversión generan sustitutos, como ocurrió por ejemplo con el caucho sintético, cuando la demanda automotriz apreció a su precedente natural.</div>
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Aunque el deterioro de los precios se verifica en un gran número de productos básicos, la dinámica prevaleciente en el sector está dictada por un patrón cíclico de cotizaciones. Esa fluctuación amolda la comercialización de esos bienes al doble proceso de presiones encarecedoras y reacciones de abaratamiento.</div>
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Aplicando este criterio, algunos estudios retrataron los ciclos históricos de las materias primas. La apreciación inicial (1820-73) fue sucedida por dos picos ascendentes en la primera mitad del siglo XX y un tercero determinado por los shocks petroleros (1970-80). En todos los casos se registraron oleadas de inversión en la actividad primaria para revertir esos aumentos (Mandel, 1978: cap 3). Este esclarecimiento de la especificidad de los insumos básicos indujo a revisar otra noción clave para las economías periféricas.</div>
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<b>La reintroducción de la renta</b></div>
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Las modalidades de la renta agro-minera despertaron poca atención en el dependentismo. Fueron en cambio estudiadas por el endogenismo marxista para comprender el atraso latinoamericano. El grueso de esos análisis presentaba a ese excedente como un “resabio feudal”.</div>
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Marini rechazó esa caracterización objetando la subsistencia de formas de exacción pre-capitalista. El trasfondo de la controversia era político. El pensador brasileño propiciaba un proceso socialista ininterrumpido, contrapuesto al proyecto de erradicar las “rémoras del feudalismo” con alguna variante de “capitalismo progresista”.</div>
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Estos imprescindibles debates igualmente oscurecieron la enorme gravitación de una renta totalmente capitalista. Esa categoría había perdido interés en el grueso del planeta desde principio del siglo XX por su decreciente peso en las economías avanzadas. La participación de la renta en el ingreso nacional de Inglaterra declinó del 30% (1688) al 20% (1801) y luego del 14% (1855), al 12% (1900) y 6% (1963) (Baptista, 2010: 16-20). Por esa menguada influencia se suponía que carecía de efectos significativos sobre los precios. La mecanización agrícola de posguerra consolidó esa impresión.</div>
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Pero la renta recobró interés a partir de los años 80. Ese resurgimiento confirmó que las actividades dependientes de la naturaleza nunca se transforman en sectores industriales corrientes. El detonante del giro fue el shock petrolero y la apreciación posterior de ciertos metales. El reciente “superciclo de las materias primas” reforzó la curiosidad por la renta. La demanda china valorizó en las últimas décadas todos los productos básicos y generó un récord de cotizaciones de los insumos alimenticios, energéticos y minerales.</div>
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La discusión sobre las peculiaridades de una remuneración a la propiedad de los recursos naturales ha resurgido a pleno. Los economistas clásicos habían captado en el siglo XIX los mecanismos de esa renta, sin comprender su contenido social. Marx esclareció esos cimientos en la plusvalía y señaló que el excedente no emerge espontáneamente de la naturaleza. Se nutre del trabajo no remunerado a los asalariados y es acaparado por los dueños de la tierra, cuando pueden ejercer su monopolio territorial (Marx, 1973: T 3-209-216).</div>
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Pero el sustento de la renta en la plusvalía constituye tan sólo un principio genérico, que no define su forma de sustento en la explotación de los trabajadores. Algunos enfoques identifican ese soporte con la plusvalía extraordinaria generada por los asalariados de la propia actividad primaria. Otras miradas sitúan el origen de ese lucro, en porciones de la plusvalía extraída a los trabajadores industriales, y transferida a los dueños de la tierra.</div>
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Las dos caracterizaciones coinciden en actualizar los criterios establecidos por Marx para evaluar el monto y duración de la renta. El precio de los bienes agrícolas queda fijado por su costo de producción más la ganancia media del terreno (o la inversión) de menor rendimiento. Los dueños de los predios restantes obtienen una renta creciente y acorde a la fertilidad o localización de sus propiedades. La magnitud del lucro depende de los precios de los productos primarios, puesto que su elevación acrecienta las ventajas de los poseedores de los mejores terrenos.</div>
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La renta queda definida por estas singularidades y oscila con la apetencia o desinterés que rodea a cada valor de uso. Algunas mercancías son demandadas en forma estable durante prolongados períodos por su función en la alimentación (trigo) o la energía (uranio). Otras sufren abruptas declinaciones por la aparición de sustitutos (azúcar). Ciertos productos protagonizan recurrentes vaivenes (petróleo) y otros sorpresivos despuntes (litio). Los reemplazos gestados en los laboratorios se expanden a gran velocidad, pero nunca pueden vulnerar la peculiar conexión de esos productos con la naturaleza.</div>
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Al igual que el grueso de los economistas de su época, el dependentismo no estudió esas peculiaridades de la renta. La continuidad de esa omisión es muy problemática en una etapa de capitalismo neoliberal, centrado en la devastadora explotación de los recursos naturales.</div>
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<b>Renta imperialista</b></div>
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La prioridad que tiene el usufructo de la naturaleza para las grandes empresas es registrada por el nuevo concepto de extractivismo. Ese término resalta la destrucción del medio ambiente que imponen las reglas del capitalismo contemporáneo.</div>
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Esa virulencia es impactante en la actividad minera que dinamita montañas, disuelve rocas con compuestos químicos y derrocha el agua requerida para la agricultura. El efecto de esa calamidad es la desaparición de los glaciares andinos, la sabanización de la cuenca amazónica y la inundación de las costas.</div>
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La altísima rentabilidad de las materias primas ha introducido a ese ámbito en el sofisticado universo de las transacciones financieras. También se han multiplicado las intensas disputas por la captura de las ganancias en juego. Las ventajas logradas por cada competidor no dependen exclusivamente de su capacidad tecnológica o astucia comercial. El peso geopolítico de las distintas potencias se ha tornado decisivo para ejercitar el control efectivo de los territorios apetecidos.</div>
<div style="text-align: justify;">
En el mapa del petróleo, los metales, el agua y las praderas flamean las banderas de las principales economías desarrolladas. Algunos teóricos han acuñado el acertado concepto de renta imperialista, para graficar la forma que actualmente asume la apropiación de esas riquezas. Las grandes compañías operan con la estratégica protección de sus estados (Amin, 2011: 119-126).</div>
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La renta imperialista es un término que polemiza con la difundida denigración de los “estados rentistas” de la periferia. Los neoliberales utilizan esa denominación para descalificar a los países subdesarrollados. Justifican el saqueo perpetrado por las firmas transnacionales, con hipócritas críticas a la corrupción imperante en esas regiones.</div>
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El escandaloso pillaje en curso de África y América Latina presenta ciertas semejanzas con los precedentes descriptos por Lenin a principio del siglo XX. La renta es ambicionada por las clases dominantes del centro y la periferia, en un marco de luchas sociales que definen su eventual captación por los sectores populares. El análisis de ese excedente en estos términos permite superar la estrechez economicista, que suele desconocer la peculiar dependencia de esos recursos de la fuerza política de sus captores.</div>
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Marx remarcó esa especificidad en su tratamiento de la renta agraria. Luego de exponer sus variadas modalidades económicas, atribuyó el destino de ese ingreso al desenlace de conflictos políticos. Explicó en esos términos los choques de la burguesía con los terratenientes, que en Inglaterra se zanjaron con la importación de trigo. Con el mismo razonamiento analizó esa crisis en Francia. En los dos casos situó el eje de la explicación en la arena de la lucha de clases (Amin, 2011: 81-82).</div>
<div style="text-align: justify;">
Este abordaje ilustra la gravitación de la dimensión política en cualquier reflexión sobre la renta. Por el carácter estratégico de los recursos ansiados la batalla por su apropiación incluye confrontaciones de gran porte. Por la misma razón los distintos estados pueden jugar roles protagónicos como administradores, empresarios o propietarios de ese ingreso. Esos atributos les permiten retener, drenar o absorber la renta. El arbitraje de cada estado puede definir cuáles son los sectores sociales favorecidos por su distribución.</div>
<div style="text-align: justify;">
La renta imperialista no sólo es una noción compatible con la teoría marxista de la dependencia. Remarca además la especificidad del concepto frente a la ganancia, facilitando la separación de ambas categorías. Su incorporación al pensamiento dependentista contribuye a la actualización de ese paradigma.</div>
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<b>La renta internacional</b></div>
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Una interpretación particular de la economía argentina postula que ese país ha sido perceptor de una renta diferencial a escala internacional. Esa noción surgió en los años 60 destacando que los precios de los granos exportados se fijaban a nivel mundial. Señaló que el lucro embolsado por los terratenientes constituía una transferencia de plusvalía gestada en los países importadores de esos alimentos.</div>
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Esta mirada subrayó la especificidad de una renta asentada en fertilidades excepcionales y no en la explotación de la mano de obra, como ocurría en las plantaciones tropicales (Flichman, 1977: 15-80). El significado teórico de este nuevo concepto fue poco desarrollado por sus creadores y estuvo desconectado de la problemática de la dependencia. Fue sólo utilizado para esclarecer las causas del estancamiento agrario argentino e inspiró interpretaciones de la conducta conservadora de los latifundistas.</div>
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La misma tesis fue posteriormente perfeccionada para explicar los enormes ingresos receptados por Argentina desde fines del siglo XIX. Como el grueso de la producción agraria se exportaba con costos inferiores al resto del mundo, el país absorbía ganancias extraordinarias gestadas fuera de su espacio nacional. La venta de alimentos que abarataban la reproducción de la fuerza de trabajo europea generaba esa elevada renta de los terratenientes (Iñigo Carrera, 2015: 710-740).</div>
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Pero este enfoque también señaló que la captación local de ese excedente se diluyó por su recaptura a manos de las empresas extranjeras. La renta refluyó hacia los frigoríficos, bancos y ferrocarriles ingleses que controlaban y financiaban la comercialización externa del trigo y la carne (Iñigo Carrera, 2017). La plusvalía apropiada por la clase dominante argentina fue re-apropiada por sus competidores británicos. Ese mismo circuito fue posteriormente recreado por los capitalistas estadounidenses que sustituyeron al declinante imperio británico.</div>
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La misma interpretación es aplicada al contexto actual. Se destaca que los enormes cambios registrados desde los años 60, no han alterado la vieja dinámica de rentas internacionales que afluyen y se desvanecen con la misma velocidad.</div>
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Se estima que ese mecanismo sobrevivió a la enorme mutación del agro. El boom de la soja reemplazó el estancamiento de la producción cárnica y cerealera, los latifundistas se convirtieron en empresarios y los chacareros se transformaron en contratistas. Toda la actividad se capitalizó con sofisticadas modalidades de siembra directa y semillas transgénicas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero los teóricos de la renta internacional resaltan que esa modernización no alteró el viejo mecanismo de neutralización del excedente. El saldo favorable de la agro-exportación queda contrarrestado por el déficit comercial de una industria más concentrada, extranjerizada y subsidiada. El endeudamiento continúa absorbiendo el grueso de las divisas, en una economía dolarizada por la inflación, la frecuencia de la crisis y la localización externa del patrimonio de los acaudalados.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esta presentación de repetidas secuencias de ingresos y salidas de rentas internacionales ha suscitado controversias, sobre la consistencia de esta tesis con el pensamiento de Marx (Astarita, 2009a, Mercatante, 2010). Pero desde una óptica dependentista este enfoque podría ser interpretado como una variante del ciclo estudiado por Marini. Como la captación inicial de divisas por parte del agro se esfuma luego en la industria y las finanzas, Argentina afronta una estructural pérdida de recursos. Sin deterioro inicial de los términos de intercambio se verifica el status subrayado por la teoría de la dependencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los mentores de la renta internacional rechazan esa eventual convergencia y contraponen explícitamente su tesis al dependentismo. Cuestionan todos los términos utilizados por esa tradición para caracterizar el retraso del país. Objetan la presencia de una “economía deformada”, la existencia de un “drenaje de recursos” y el uso de las nociones “intercambio desigual” e “imperialismo” (Iñigo Carrera, 2015: 739-740)<em>.</em> ¿Es válido ese contrapunto?</div>
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<b>Incompatibilidades forzadas</b></div>
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Los intérpretes de la renta internacional cierran los ojos ante la evidente familiaridad de sus descripciones con el enfoque descalificado. Ambas tesis resaltan la centralidad de los desplazamientos mundiales de plusvalía y describen cómo esos movimientos obstruyen el desarrollo de las fuerzas productivas. Es cierto que el dependentismo ignoró la renta en los años 70, pero ninguna teoría debutó sin lagunas. Lo importante es registrar si esa carencia desmiente a Marini o si es coincidente con su concepción.</div>
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La compatibilidad entre ambos enfoques ha sido expuesta en una reciente comparación (Lastra, 2018)<em>.</em> Ese análisis destaca la relevancia asignada por las dos teorías a las transferencias de valor. El primer enfoque estudia los movimientos de la plusvalía y el segundo los desplazamientos de la renta. Otros estudiosos de la obra de Marini han incorporado también variantes de la renta a su concepción (Carrizalez; Sauer, 2017).</div>
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La forzada contraposición (Iñigo Carrera, 2017: xi-xviii) cuestiona en cambio a los autores <em>(Laclau, 1973), </em>que esbozaron miradas dependentistas de la renta internacional<em>. Estos últimos planteos apuntalaron la síntesis marxista posterior entre el endogenismo marxista y la teoría de la dependencia.</em></div>
<div style="text-align: justify;">
<em>En lugar de profundizar esa confluencia se postula una oposición, que </em>divorcia la renta de otras obstrucciones semejantes al desenvolvimiento latinoamericano. Se ignora que las modalidades de esa sofocación son secundarias, frente al trasfondo del problema que es el subdesarrollo. La teoría de la renta internacional por sí misma aporta tan poco, como la simple descripción de un ciclo dependiente o de una corriente de pagos financieros.</div>
<div style="text-align: justify;">
El interés de esos procesos radica en su esclarecimiento del atraso regional. Si no generan en Argentina, Colombia o Bolivia un efecto diferente a Suiza, Estados Unidos o Japón deben ser observados como simples rasgos de la economía. Si por el contrario potencian la perpetuación de las distancias con los países avanzados, corresponde integrarlos a alguna teoría de la dependencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
La negativa a registrar esa convergencia conduce a una mirada ambigua sobre el efecto final de la renta. Se remarca que obstaculiza la acumulación sostenida de capital, pero se rechaza su incidencia sobre el subdesarrollo. Se describe cómo ingresa y sale del país, pero se objeta la existencia de una sangría estructural de divisas. Este tipo de indefiniciones ha sido señalada por varios autores (Anino; Mercatante, 2009). Es una consecuencia de absolutizar la renta en desmedro de otros procesos, que tienen los mismos efectos sobre la regresión estructural de la economía argentina.</div>
<div style="text-align: justify;">
Si sólo se mira el movimiento de la renta, el árbol tapa al bosque y la excepción oscurece el resultado final. Se olvida que en la propia tesis de la renta internacional, la absorción inicial de valor por parte de los exportadores primarios queda neutralizada por la dinámica posterior del capitalismo dependiente. Marini desconoció la renta, pero sus críticos la desconectan de las contradicciones esclarecidas por el pensador brasileño. Por eso divorcian el concepto de las desigualdades entre el centro y la periferia.</div>
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La consecuencia de ese razonamiento es un posicionamiento político antidependentista. Los intérpretes de la renta internacional impugnan cualquier confluencia del antiimperialismo con el socialismo. Esta mirada propicia abordajes analíticos centrados en la “unidad mundial del capitalismo”, que son contrapuestos a todas las variantes del nacionalismo (Kornblihtt, 2017). Ese enfoque sólo reivindica afinidades con el internacionalismo proletario (Iñigo Carrera, 2008: 27). Esa actitud desconoce todos los antecedentes de confluencia de ambas tradiciones en la historia latinoamericana.</div>
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Pero en cualquier interpretación es evidente que esas controversias sólo pueden procesarse a través de la acción política. Por eso los teóricos marxistas de la dependencia conectaron desde muy temprano su concepción con la estrategia socialista de la revolución cubana. Sus críticos prefieren optar por razonamientos abstractos, reflexiones puramente económicas y evaluaciones filosóficas ancladas en el lenguaje dialéctico. Con esa lejanía de la lucha de clases resulta imposible comprender y actuar en la realidad latinoamericana.</div>
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<b>El contraste con Venezuela</b></div>
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Los estudios de la renta petrolera (o minera) son actualmente muy gravitantes. Es probable que resulten más decisivos para la actualización de la teoría de la dependencia que los centrados en la esfera agrícola. Ambas indagaciones difieren en varios planos.</div>
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La renta petrolera opera con un caudal de reservas limitadas y fechas estimadas de agotamiento. Se nutre de un tipo de extracción de gran incidencia para el funcionamiento del capitalismo. Incluye, además, barreras de ingreso y costos de explotación muy superiores a los imperantes en el agro. En el universo de la energía el elemento diferencial está determinado por la calidad, la proximidad y las condiciones de explotación de cada yacimiento.</div>
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La presencia dominante del estado es también muy superior. La propiedad privada ya no obstruye la inversión como ocurría en el agro. La renta absoluta -que percibían de los latifundistas por su monopolio territorial- carece de incidencia en la extracción de combustible.</div>
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En todos los países latinoamericanos el petróleo quedó bajo la gestión integral del estado. En el relevante caso de Venezuela, la renta que a principio del siglo XX disputaban las compañías extranjeras y los terratenientes fue paulatinamente estatizada, mediante acciones impositivas. La nacionalización de 1976 reforzó esa tendencia, que incluyó la creación de una empresa estatal (PDVSA) en todos los eslabones de la actividad (Mommer, 1999).</div>
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La estimación de la renta petrolera tampoco afronta las dificultades de su par agrario. Los contratos estadounidenses -adoptados como referencia de las transacciones mundiales- discriminan ese concepto de los impuestos y los beneficios. Esa codificación facilitó el cálculo del excedente, cuando las compañías dominantes (“siete hermanas”) perdieron el control del mercado. Allí comenzó la disputa por la renta entre el cartel productor (OPEP), su adversario importador (AIEA) y las firmas intermediarias.</div>
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Al igual que sus colegas argentinos, los marxistas venezolanos disintieron en la conceptualización de ese excedente. Quienes lo caracterizaron como una renta internacional, describieron la magnitud de las divisas ingresadas y su canalización posterior hacia el pago de las importaciones. Señalaron que el intercambio favorable inicial quedó totalmente neutralizado, en un país carente de producciones propias significativas (Mommer, 1998: 305-310).</div>
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La dilapidación de divisas consolidó en Venezuela un modelo de capitalismo rentista más vulnerable que el modelo argentino. El consumismo improductivo y la ineficiencia de la gestión pública han obstruido la gestación de la endeble industria que emergió en el Cono Sur.</div>
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Pero a diferencia de Argentina, este análisis de la renta internacional no fue contrapuesto por el dependentismo. Al contrario, se concibió al capitalismo rentista como una variante del capitalismo dependiente (Trompíz, 2013). Con esos fundamentos se analizó el endeudamiento y las crisis periódicas (Mora Contrera, 1987).</div>
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Esta mirada combinada de renta internacional y dependentismo tuvo su traducción en el plano político. Permitió constituir una vertiente de confluencia con el chavismo, para apuntalar el empalme del antiimperialismo con el socialismo. Ese desemboque contrasta con lo ocurrido en Argentina y demuestra las ramificaciones factibles de una matriz dependentista.</div>
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<b>Miradas totalizadoras</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Marini postuló una interpretación integral de las causas del subdesarrollo, enriqueciendo la tradición forjada por varios pensadores anticapitalistas. Absorbió además ideas innovadoras de otras corrientes. Se distanció de las tesis convencionales que involucionaron adoptando planteos liberales y mantuvo controversias con vertientes afines, que se zanjaron en una confluencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esa trayectoria indica un camino para la renovación de las tesis dependentistas. La renovación exige comprender la nueva etapa neoliberal del capitalismo mundializado, modificando conceptos insuficientes e incorporando tesis faltantes.</div>
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La teoría del valor es el principio ordenador de ese replanteo. Explica cómo la globalización productiva asentada en la explotación de los trabajadores, remodela las fracturas entre el centro y la periferia mediante transferencias de plusvalía. La omisión de este mecanismo impide a los críticos del dependentismo comprender la lógica del subdesarrollo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Reintegrar la teoría del valor a la explicación de la dependencia es también vital, para desentrañar el esqueleto oculto del capitalismo actual. No hay una mano invisible que guía a los mercados, ni tampoco una sabia institución estatal que timonea la economía. El cimiento del sistema es una competencia por beneficios surgidos de la explotación, que multiplica el lucro de las minorías y el sufrimiento de las mayorías. La misma indignación y rebeldía que en el pasado impulsó el estudio del subdesarrollo orienta su investigación actual.</div>
<div style="text-align: justify;">
28-5-2018</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Claudio Katz</i> es economista, investigador del CONICET, profesor de la UBA, miembro del EDI. Su página web es: <a href="http://www.lahaine.org/katzlaudio" style="color: #ed2225; text-decoration-line: none;">www.lahaine.org/katzlaudio</a></div>
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<b>Referencias</b></div>
<div style="text-align: justify;">
-Amin, Samir (1973) <i>¿Cómo funciona el capitalismo?</i>, Siglo XXI, Buenos Aires.</div>
<div style="text-align: justify;">
-Amin, Samir (1976) <i>Imperialismo y desarrollo desigual</i>, Fontanella, Barcelona.</div>
<div style="text-align: justify;">
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Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-37495138050832482792018-07-18T17:45:00.003-07:002018-07-18T17:45:27.158-07:00Michael Roberts Guerra Comercial y depresión<h2 style="color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 1.6em; margin: 30px 0px 0px;">
<br /></h2>
<small style="color: #777777; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 0.9em; line-height: 1.5em; text-align: justify;">July 6, 2018</small><span style="color: #333333; font-family: "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 12px; text-align: justify;"></span><br />
<div class="entry" style="color: #333333; font-family: "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.4em; text-align: justify;">
Today is a threshold date for the global economy. Trump’s US administration starts imposing trade tariffs on $34bn of imports from China. And Beijing is set to target an equal amount in retaliation. Add that to the pile of tariffs and counter-tariffs growing across the Atlantic and North America, and the value of trade covered by the economic wars that Trump has launched will race through the $100bn mark by today.<br />
And that’s just the beginning. This escalating trade war could easily surge through the trillion-dollar mark, taking 1.5% of global GDP. It would be equivalent to a quarter or more of the US’s $3.9tn total trade with the world last year and at least 6% of global merchandise trade (worth $17.5tn in 2017, according to the World Trade Organization).<br />
The $34bn in Chinese imports being targeted by the Trump administration today are roughly equivalent in value to a month of imports from China. In this tranche, a 25% import tax will be applied on 818 products ranging from water boilers and lathes to industrial robots and electric cars. In return, Beijing charge a similar tariff on a list that includes soya beans, seafood and crude oil. Both countries have also issued further product lists that would take the total trade covered to $50bn on each side.<br />
Angered by China’s retaliation, Trump has ordered a further $200bn worth of imports to be targeted for a 10% tariff and threatened to go for another $200bn beyond that. To which Beijing has vowed its own response. US imports from China were worth $505bn last year while US exports to China reached a record $130bn. So a £450bn rise in tariffs will sweep across much of China’s imports.<br />
The Trump auto wars could be worth even more than $600bn. In a televised interview on Sunday the US president called his plan to impose tariffs on imported cars and parts in the name of US national security “the big one”. And that is certainly how the EU and others see it. According to official data, the US imported $192bn in cars and light trucks in 2017 and a further $143bn in parts for a total of $335bn.<br />
Then there’s NAFTA. The US trades more with Canada and Mexico ($1.1tn) than it does with China, Japan, Germany and the UK combined. Trump is seeking to renegotiate it just as a leftist and nationalist President AMLO has been elected in Mexico. Trump seems to believe the auto tariffs will give him leverage over the EU and Japan in trade negotiations as well as over Canada and Mexico in the continuing talks over an updated North American Free Trade Agreement. Mr Trump is dialling up the pressure to force capitulation. For that reason, the US could impose 20% tariffs on some or all of those imports.<br />
Then there is FART. Trump is planning a bill through Congress, called the Fair and Reciprocal Tariff Act, or FART for short. FART would allow Trump to abandon the World Trade Organization’s tariff rules, granting him new authority to unilaterally change tariff agreements with certain countries; to abandon central WTO trade rules, namely the “most favoured nation” principle that keeps countries from setting different tariff rates for different countries outside of free trade agreements and “bound tariff rates,” the tariff ceilings that each WTO member country has previously agreed to. In short, it would give Trump the authority to start a trade war without Congressional oversight, all while flouting the WTO’s rules. It would mean the end of the WTO, in essence. Already, at least one prominent Trump backer, Trump’s short-lived communications director Anthony Scaramucci, tweeted that FART <em>“stinks.”</em> But the smell is getting worse.<br />
Any US tariffs are likely to be met with retaliation. EU officials have been working on a plan to target upwards of €10bn in US goods for retaliation if it goes ahead with tariffs on the $61bn in cars and parts it imported from the EU in 2017. But in the extreme scenario — of like-for-like, tit-for-tat tariffs — more than $650bn in global trade would be covered, with consequences for companies globally.<br />
What is the likely impact on global growth from this trade war? Well, Paul Krugman, Keynesian economist, won the Nobel prize in economics for his work on international trade and recently he did a ‘back of the envelope’ calculation. Krugman reckons that <em>“there’s a pretty good case that an all-out trade war could mean tariffs in the 30-60% range; that this would lead to a very large reduction in trade, maybe 70%”</em>! And the overall cost to the world economy would be about a 2-3% reduction in world GDP per year – in effect wiping out more than half of current global growth of about 3-4% a year (and the latter assumes that there is no new global recession).<br />
Krugman reminds us that in the Great Depression of the 1930s, the trade war launched by the US with the Smoot-Hawley tariff, pushed tariffs up to 45%. <em>“So both history and quantitative models suggest that a trade war would lead to quite high tariffs, with rates of more than 40% quite likely</em>.” Remember current global trade tariff rates are about 3-4% only.<br />
Already, world trade has been staggering from the impact of the Great Recession and the subsequent Long Depression. And world trade share (share of trade in global GDP) has stagnated at about 55% (see figure below). Indeed, the great era of globalisation is over. Now the trade war – another consequence of the Great Recession and the Long Depression since 2008 – could roll back the world trade share to 1950s levels, according to Krugman. <em>”If Trump is really taking us into a trade war, the global economy is going to get a lot less global.”</em><br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-15090" data-attachment-id="15090" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Trump 1" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png?w=450&h=285?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png?w=450&h=285?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png?w=450&h=285" data-orig-size="600,380" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/07/06/trade-war-and-depression/trump-1/" height="285" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png?w=450&h=285" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png?w=450&h=285 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png?w=150&h=95 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png?w=300&h=190 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-1.png 600w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
Given this, Krugman looked at the hit to US economic growth. He reckoned it could take 2% of GDP off real growth each year. As average growth is expected to be about 2% a year over the next five years (assuming no world slump), that would mean the US economy would stagnate. That is not as bad as the Great Recession, which knocked 6% of US real GDP growth, but it’s bad enough to sustain a further leg of the current Long Depression.<br />
And other countries will be hit even harder. Several major economies rely on trade much more than the US and Europe for growth. In the league of global value chain for trade, Taiwan is top with nearly 70% of value-added coming from exports; and many Eastern European countries also have high export ratios. The US is only at 40% and indeed China is under 50%.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-15091" data-attachment-id="15091" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Trump 2" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=450&h=238?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=450&h=238?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=450&h=238" data-orig-size="1217,643" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/07/06/trade-war-and-depression/trump-2/" height="238" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=450&h=238" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=450&h=238 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=900&h=476 900w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=150&h=79 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=300&h=159 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-2.png?w=768&h=406 768w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
According to Pictet asset management, if a 10% tariff on US trade were fully passed onto the consumer, global inflation would rise by about 0.7%. This, in turn, could reduce corporate earnings by 2.5% and cut global stocks’ price-to-earnings ratios by up to 15%. All of which means global equities could fall by some 15-20%. In effect, this would put world stock market price back by three years – indeed a crash.<br />
Meanwhile, Asian governments, led by China, are continuing their drive to relax trading restrictions among themselves, while retaliating to Trump’s trade war. Last week, the 16-nation Regional Comprehensive Economic Partnership, which includes China, Japan and India but not the US, met in Tokyo to try and complete a new trade pact that would include the 10 members of the Association of Southeast Asian Nations as well as South Korea, Australia and New Zealand, and cover one third of the world’s economy and almost half its population.<br />
And of course, <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/04/trump-trade-and-the-tech-war/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">as I have argued previously,</a> China is driving forward its belt and road global investment scheme across central Asia. So, although many Asian and Eastern European economies may suffer more than the US initially from a global trade war, longer term, trade pathways may alter to make them more Euro-Asia centric, to the detriment of the US and Latin America.<br />
Global growth has been picking up in the last 12 months after a near-recession in 2015-16. Indeed, Gavyn Davies, FT economics blogger and former Goldman Sachs chief economist, <a href="https://www.ft.com/content/78dbfa26-7ac1-11e8-bc55-50daf11b720d" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">reckoned that world growth was growing at 4.4%,</a> about 0.6% above trend, and a full percentage point higher than a couple of months ago.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-15092" data-attachment-id="15092" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Trump 4" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png?w=450&h=408?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png?w=450&h=408?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png?w=450&h=408" data-orig-size="650,589" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/07/06/trade-war-and-depression/trump-4/" height="408" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png?w=450&h=408" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png?w=450&h=408 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png?w=150&h=136 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png?w=300&h=272 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-4.png 650w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
But the trade war will particularly hit the manufacturing and productive sectors of the major economies. And while global growth as a whole may have picked up recently, world manufacturing growth is looking frail. The global manufacturing PMI measures activity in manufacturing and anything over 50 means growth. So not looking so rosy.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-15093" data-attachment-id="15093" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Trump 3" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png?w=450&h=237?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png?w=450&h=237?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png?w=450&h=237" data-orig-size="595,313" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/07/06/trade-war-and-depression/trump-3/" height="237" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png?w=450&h=237" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png?w=450&h=237 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png?w=150&h=79 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png?w=300&h=158 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/trump-3.png 595w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
Indeed, the US stock market has not bounced very much because, counteracting the one-off rise in corporate profits, has been <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/06/10/trumps-tantrums-and-the-world-economy/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">the possibility of rising interest rates driving up the cost of borrowing and servicing existing debt and the potential hit from the coming trade war.</a><br />
Hopes for a sharp rise in productive investment from the tax cuts appear dashed. Instead of more investment, there has been a three-fold increase ($150bn) is share buybacks. In Q1 alone, US corporations collectively repatriated $217bn of their international stashes, around 10% of the $2.1trn of greenbacks estimated to be currently offshore. But JPMorgan calculates only $2bn of the $81bn repatriated in Q1 by the top 15 companies was spent on productive investment.<br />
<a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">World economic growth (and US growth may have peaked in Q2 2018</a> and now there is the prospect of an all-out trade war.</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-73279383402315333102018-07-18T17:44:00.001-07:002018-07-18T17:44:27.629-07:00Michael Roberts Free trade or protectionism? – the Keynesian dilemma<h2 style="color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 1.6em; margin: 30px 0px 0px;">
<br /></h2>
<small style="color: #777777; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 0.9em; line-height: 1.5em; text-align: justify;">July 11, 2018</small><span style="color: #333333; font-family: "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 12px; text-align: justify;"></span><br />
<div class="entry" style="color: #333333; font-family: "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.4em; text-align: justify;">
The trade war that has broken out has confused mainstream macroeconomics. The majority still see tariff increases as ‘protectionism’ and ‘free trade’ as the only way to operate. Trump’s measures are generally condemned. But among the Keynesians, there is confusion and split.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-15103" data-attachment-id="15103" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Protection 1" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png?w=450&h=321?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png?w=450&h=321?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png?w=450&h=321" data-orig-size="700,500" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/07/11/free-trade-or-protectionism-the-keynesian-dilemma/protection-1/" height="321" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png?w=450&h=321" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png?w=450&h=321 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png?w=150&h=107 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png?w=300&h=214 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-1.png 700w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
Martin Wolf, the Keynesian economic journalist, who writes for the FT, reckoned that the trade war would be costly for global capital: <em>“Global co-operation would surely be shattered” </em> Nevertheless, <a href="https://www.ft.com/content/b327f02a-84af-11e8-a29d-73e3d454535d" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">he argued for UK retaliation against Trump’s measures</a> <em>“more because the alternative looks weak than in the belief that it would work. Another thing the rest of the world should do is to strengthen their co-operation.”</em> On the other hand, he thought Trump’s wild proposal to create tariff-free area (for rich countries only) could be taken up. <em>“Who knows? It might even work.”</em> He did not explain how cutting tariffs on goods from the 3-4% (that they average now for most advanced countries) to zero would make any difference.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-15104" data-attachment-id="15104" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Protection 2" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png?w=450&h=332?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png?w=450&h=332?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png?w=450&h=332" data-orig-size="700,516" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/07/11/free-trade-or-protectionism-the-keynesian-dilemma/protection-2/" height="332" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png?w=450&h=332" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png?w=450&h=332 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png?w=150&h=111 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png?w=300&h=221 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/07/protection-2.png 700w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
While Wolf looks for ways to ‘save globalisation and free trade’ through retaliation, another Keynesian <a href="https://www.project-syndicate.org/commentary/china-europe-reaction-trump-trade-tariffs-by-dani-rodrik-2018-07" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">Dani Rodrik actually advocates protectionism</a> as a good idea for economies with weak domestic growth: <em>“US protectionism surely will generate some beneficiaries as well in other countries.” </em><br />
In a contrary view to Wolf, who calls for retaliation to stand up to Trump. Rodrik says Europe and China should <em>“should refuse to be drawn into a trade war, and say to Trump: you are free to damage your own economy; we will stick by policies that work best for us.”</em> Indeed, he says, domestic industries may benefit from tariffs on their exports to the US – they could sell at home instead. He cites how Boeing could sell more planes in the US and Airbus could do the same in Europe. “<em>Some European airlines favor Boeing over Airbus, while some US airlines prefer Airbus over Boeing. Trade restrictions may result in a total collapse in this large volume of two-way trade in aircraft between the US and Europe. But the overall loss in economic welfare would be small, so long as airlines view the two companies’ products as close substitutes.” </em>According to Rodrik<em>, “US protectionism surely will generate some beneficiaries as well in other countries.”</em><br />
The protectionist line has also been peddled by <a href="https://rwer.wordpress.com/2018/07/11/six-lies-on-trade/https://rwer.wordpress.com/2018/07/11/six-lies-on-trade/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">leftist economist Dean Baker</a>. He points out that not everyone gains from ‘free trade’. He claims that it was free trade that lost manufacturing jobs in the US, echoing the Trumpist argument. However, <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2016/12/10/trump-trade-and-technology/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">there is much evidence that this was not the case. </a>As I said in a past post on Trump, trade and technology,<em> “the loss of US manufacturing jobs, as it has been in other advanced capitalist economies, is not due to nasty foreigners fixing trade deals. It is due to the inexorable attempt of American capital to reduce its labour costs through mechanisation or through finding new cheap labour areas overseas to produce. The rising inequality in incomes is a product of ‘capital-bias’ in capitalist accumulation and ‘globalisation’ aimed at counteracting falling profitability in the advanced capitalist economies. But it is also the result of ”neo-liberal’policies designed to hold down wages and boost profit share.”</em><br />
Baker claims that trade deficits lose jobs because it reduces “demand” and so reducing the US trade deficit would save jobs. He makes this argument when the official unemployment rate in the US, the UK and Japan is at an all-time low (yes, I know many are crap jobs)! Apparently, if everybody ran a trade surplus (impossible by the way) all would be better off. What he really means is Trump is right to turn the US trade deficit into a surplus and get manufacturing jobs back from the developing world and Europe. It is certainly a weird and confused argument for nationalism.<br />
The Keynesians are confused about whether they favour ‘free trade’ or protectionist/nationalist measures. That echoes that confusion that Keynes had during the last Great Depression of the 1930s. He changed his mind from a strong free trader in the late 1920s to a protectionist and advocate of tariffs by the mid-1930s. This changing view was really an expression of the changing view of British capitalism. Free trade is fine for those winning in markets; protectionism is better when a national capital loses share. And that was Britain’s position.<br />
In 1923, Keynes endorsed free trade in no uncertain terms: <em>“We must hold to Free Trade, in its widest interpretation, as an inflexible dogma, to which no exception is admitted, wherever the decision rests with us. We must hold to this even where we receive no reciprocity of treatment and even in those rare cases where by infringing it we could in fact obtain a direct economic advantage.</em><em> We should hold to Free Trade as a <strong>principle of international morals</strong>, and not merely as a doctrine of economic advantage.”</em><br />
But his ‘moral’ position soon dissipated as British capitalism fell into a long depression in the mid-1920s and then in the 1930s. In his seminal work, The General Theory, published in 1936, he concluded that <em>“the one big (and smart) idea of absolute monarchy was to push exports over imports…..“A favorable balance, provided it is not too large, will prove extremely stimulating; whilst an unfavorable balance may soon produce a state of persistent depression.”</em><br />
He advocated tariffs on imports into the UK as an alternative way of cutting real wages (by increased import prices) and to boost domestic production. For Keynes, it was a way for British capital to gain a cost advantage over its rivals by reducing wage costs in real terms. <em>“I am frightfully afraid of protection as a long-term policy,”</em> he testified to a UK parliamentary commission, <em>“but we cannot afford always to take long views . . . the question, in my opinion, is how far I am prepared to risk long-period disadvantages in order to get some help to the immediate position.” </em>Of course, once capitalism globally had recovered and, with it British capital, then ‘free trade’ could be renewed.<br />
The current confusion in macroeconomics and particularly among modern Keynesians mirrors the changing views of Keynes as the current Long Depression lingers and ‘globalisation’ fails for all. So now we have Keynesians like Rodrik and Baker supporting tariffs on US imports and pushing for trade surpluses, while calling on Europe and China not to retaliate! And Wolf calls for retaliation by Europe and Asia.<br />
What is the Marxist view? Should we support tariffs and other protectionist measures introduced by weaker capitalist nations to ‘stand up’ to Trump’s measures (Wolf)? Alternatively should we support Trump’s measures as a way of saving US manufacturing jobs (Baker) and perhaps helping other countries to boost their domestic industries (Rodrik)?<br />
Free trade or protection? I outlined my answer <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/03/19/trumps-trade-tantrums-free-trade-or-protectionism/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">in a previous post.</a> Free trade has been no great capitalist success. Capitalism does not tend to equilibrium in the process of accumulation. As Adam Smith put it, in contrast to Ricardo, <em>“When a rich man and a poor man deal with one another, both of them will increase their riches, if they deal prudently, but the rich man’s stock will increase in a greater proportion than the poor man’s. In like manner, when a rich and a poor nation engage in trade the rich nation will have the greatest advantage, and therefore the prohibition of this commerce is most hurtful to it of the two”. </em>Capitalism does not grow globally in a smooth and balanced way, but in what Marxists have called ‘uneven and combined development’. Those firms and countries with better technological advances will gain at the expense of those who are behind the curve and there will be no equalisation.<br />
Free trade works for national capitalist states when the profitability of capital is rising (as it was from the 1980s to 2000) and everybody can gain from a larger cake (if in differing proportions). Then globalisation appears very attractive. The strongest capitalist economy (technologically and thus competitively in price per unit terms) will be the strongest advocate of ‘free trade’, as Britain was from 1850-1870; and the US was from 1945-2000. Then globalisation was the mantra of the US and its international agencies, the World Bank, the OECD and the IMF. But if profitability starts to fall consistently, then ‘free trade’ loses its glamour, especially for the weaker capitalist economies as the profit cake stops getting large.<br />
Marx and Engels recognised that ‘free trade’ could drive capital accumulation globally and so expand economies, as has happened in the last 170 years. But they also saw (as is the dual nature of capitalist accumulation) the other side: rising inequality, a permanently floating ‘reserve army’ of unemployed and increased exploitation of labour in the weaker economies. And so they recognised that rising industrial capitalist nations could probably only succeed through protecting their industries with tariffs and controls and even state support (China is an extreme example of that).<br />
Engels re-considered the case for free trade in 1888 when writing <a href="https://www.marxists.org/archive/marx/works/1888/free-trade/index.htm" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">a new preface on a pamphlet on free trade</a> that Marx had wrote in 1847. Engels concluded that <em>“the question of Free Trade or Protection moves entirely within the bounds of the present system of capitalist production, and has, therefore, no direct interest for us socialists who want to do away with that system. Whether you try the Protectionist or the Free Trade will make no difference in the end.”</em><br />
But it is informative to see the Keynesians split over favouring <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/07/06/trade-war-and-depression/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">free trade for global capital (Krugman)</a> or protection for national capitals (Rodrik and Baker for the US and Wolf for the UK and Europe). Sign of the times.</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-30810777847607618682018-07-18T17:40:00.004-07:002018-07-18T17:40:42.957-07:00Declaración Final Foro de Sao Paolo<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<strong style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">TEXTO COMPLETO DE LA DECLARACIÓN FINAL</strong></div>
<div class="story-body-text story-content" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="text" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
1- América Latina y el Caribe viven hoy, 28 años después de haberse fundado el Foro de Sao Paulo, los efectos de una multifacética ofensiva reaccionaria, conservadora y restauradora neoliberal, fruto de intereses convergentes y de esfuerzos combinados entre las élites mundiales del capitalismo transnacional, del gobierno de los EE.UU. como su núcleo hegemónico, y de las clases dominantes aliadas de nuestra región.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
2. Esta multifacética ofensiva, ha logrado hacer retroceder a las fuerzas de izquierda y progresistas, mediante el derrocamiento de gobiernos, los golpes parlamentarios y judiciales. La derecha imperial y las oligarquías subordinadas han amplificado para ello los errores y las limitaciones de las fuerzas transformadoras, que sufren reveses y a la vez poseen inmensas potencialidades de lucha. Ello explica en un grado fundamental el cambio adverso en la correlación coyuntural de fuerzas imperante.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Examinar el carácter y la profundidad de los errores e insuficiencias, corresponderá de forma soberana a los partidos políticos y a los movimientos sociales de cada país.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
3. El golpe militar y parlamentario contra Zelaya, en Honduras (2009); el golpe parlamentario dado a Lugo, en Paraguay (2012); la derrota electoral de Cristina Kirchner, en Argentina (2015); el Impeachment contra Dilma Rousseff en Brasil (2016), mediante un golpe parlamentario, judicial y mediático; la victoria de figuras de derecha conservadoras o ultraconservadoras en Chile, Paraguay y Colombia; la condena sin pruebas y prisión de Lula para impedir su candidatura a la presidencia de la Republica del Brasil; las divisiones ostensibles en el campo popular a la hora de encarar las agendas neoliberales restauradas; la descalificación de la política que en importantes países de la región favorecen los planes de la derecha, y el fortalecimiento público de figuras y proyectos de raíz fascista en varios países, constituyen, entre otros muchos, indicadores de la ofensiva neoliberal, que las fuerzas de izquierda están desafiada a revertir a favor de los pueblos.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
4. La actuación de la derecha guarda relación directa, con la naturaleza expansionista y depredadora del capitalismo, y con los intereses del capital financiero que lo dominan.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
5. Los hechos hablan: entre el último Encuentro del Foro de Sao Paulo (Managua/2017) y este de La Habana (2018), a nivel global se ahondaron los efectos negativos de la concentración de la propiedad, el poder y la riqueza en manos de una élite mundial decidida a imponer, a cualquier precio, mejores condiciones para elevar sus tasas de ganancia</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
6. Así lo confirman la destrucción de la naturaleza, con efectos negativos crecientes sobre el clima; las tentativas de privatización de los bienes públicos como el agua, la tierra y el petróleo y su uso predatorio por las trasnacionales; las tentativas de privatización de los fondos públicos; el ataque a los derechos laborales y sociales; el incremento insultante de la inequidad y la desigualdad; la destrucción de fuerzas productivas mediante la guerra para animar las economías llamadas centrales; la multiplicación de los flujos migratorios y del sufrimiento que millones de seres humanos padecen al verse obligados a emigrar, y la ofensiva que desarrollan los intereses transnacionales contra la soberanía nacional de nuestras naciones, a fin de facilitar el libre movimiento de los capitales.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
7. Estas realidades, agravadas por el peligroso desempeño de la Administración Trump, que busca revertir la tendencia declinante de la hegemonía norteamericana, multiplican los riesgos para la paz mundial y el estatus de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. América Latina y el Caribe seguirán siendo prioridad para la política exterior estadounidense, cuyo dominio es de vital importancia en su afán por mantener un insostenible orden mundial unipolar.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
8. Los Estados Unidos y sus aliados necesitan consolidar la percepción de que la historia continental entró en una fase regresiva imparable a favor del capitalismo. Aunque la reacción contra los gobiernos progresistas y de izquierda fue inmediato, debido al descredito y el debilitamiento extremo de los partidos políticos de derecha utilizados para imponer la reestructuración neoliberal, los inhabilito como instrumentos capaces de descarrilar las transformaciones sociales impulsadas, según el caso, por los movimientos políticos del Foro de Sao Paulo. De ahí la necesidad de recurrir a la estrategia desestabilizadora que combina la guerra mediática, jurídica y económica, la injerencia externa y la criminalización del movimiento y la protesta social, entre otros, que sirven a los golpes de nuevo tipo (judicial o parlamentario) o la derrota electoral.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Ante esta reacción del imperialismo y las oligarquías locales contra las fuerzas progresistas, rechazamos la idea del fin de ciclo con la misma firmeza y convicción con que en su momento lo hicimos con la del fin de la historia. Las fuerzas progresistas de América Latina seguiremos luchando por horizontes de un mundo basado en la justicia social.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La Casa Blanca y sus aliados buscan lograr exactamente lo contrario: dividir, cooptar, desmovilizar y generar desánimo. Es razón suficiente para que impongamos con hechos e ideas los verbos de la unidad de la izquierda y el campo popular para organizarse y luchar.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
9. Preservar las experiencias de soberanía, de ampliación de la democracia, de gobierno de carácter popular y con proyecciones antiimperialistas, impulsadas por partidos de izquierda y progresistas; ofrecer apoyo decidido y estimular los esfuerzos emancipatorios y los ideales anticapitalistas de los movimientos sociales y populares que así actúan; trabajar con denuedo por consolidar una paz duradera con justicia social e impulsar esfuerzos que permitan avanzar en la integración soberana de la que Martí llamó Nuestra América, se transforman en imperativos políticos y en pruebas de honor para la izquierda continental.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
10. Como en 1990, cuando emerge como espacio de concertación y construcción colectiva de la plural izquierda latinoamericana y caribeña, frente a una coyuntura internacional marcada por la incertidumbre y la desorientación que generó la desaparición de la <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">URSS</span> y el llamado campo socialista, el Foro de Sao Paulo siguiendo su tradición de reflexión critica y formulación política se ve de nuevo ante el desafío de examinar con mirada crítica el camino andado, reunificar fuerzas y hacer renovados esfuerzos para seguir construyendo los consensos que exige la ofensiva de la derecha en curso.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
11. Los partidos políticos miembros del Foro de Sao Paulo llegan a este <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">XXIV</span> Encuentro con un acumulado político superior, que a su vez se ve multiplicado por la acción articuladora del Foro y, con plena conciencia de la imposibilidad del capitalismo depredador para ofrecer alternativas a la humanidad, lo que genera la rebeldía popular y potencialidades para la acción transformadora del progresismo y la izquierda, si esta se reorganiza, actúa al lado de los movimientos sociales, prepara cuadros y mejora sus proyectos de cambio, algunos de clara orientación socialista. Existen suficientes ejemplos en la historia latinoamericana y caribeña que prueban que cuando hay unidad, dirección política decidida y capaz, objetivos claros de lucha y moral de combate, y arraigo en las clases populares, se multiplican las opciones para contener cualquier ofensiva contra revolucionaria, conservadora y restauradora neoliberal, incluso más, para vencerla.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
12. Ceder al derrotismo; auspiciar o tolerar los personalismos y sectarismos que emergen y proliferan en épocas de reveses; aceptar o promover la pérdida de confianza en la capacidad política de nuestros pueblos explotados, no solo sería hoy una afrenta a los héroes y mártires de las luchas por la emancipación del continente, sino una concesión gratuita e innecesaria a los EE.UU. y sus aliados internacionales y locales.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
13. Frente al plan del imperialismo por socavar la soberanía de nuestras naciones y tomar control de sus recursos naturales, opongamos con auténtico espíritu internacionalista latinoamericano y caribeño, con firmeza e innegociable sentido de dignidad, el plan emancipador de nuestros nobles pueblos.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
14. Trabajemos por fortalecer las luchas por la justicia y emancipación social, por plena soberanía política e independencia económica, por la soberanía de los pueblos y la paz mundial. ¡Reivindicar las mejores experiencias emancipatorias de los movimientos sociales y populares de la región!</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En este contexto, los delegados y delgadas e invitados e invitadas al <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">XXIV</span> Encuentro del Foro de Sao Paulo, desde La Habana, Cuba, en representación de América Latina y el Caribe, de Asia y África, de Europa y América del Norte:</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
1. Convocamos a fortalecer el movimiento mundial en defensa de la Paz. La realidad impone sumar fuerzas para presionar, por todos los medios posibles.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
2. Advertimos que los representantes del gran capital transnacional – gubernamentales y privados, militares y económicos, mediáticos e ideológicos – están operando con niveles de concertación superiores a los que conocemos. Concluimos, por tanto, que se impone un ejercicio práctico del internacionalismo mutuo entre todas las fuerzas de izquierda de América Latina y el Caribe, Asia, África, Europa y América del Norte.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
3. Observamos con preocupación cómo la derecha imperial opera de forma concertada en el Consejo de Seguridad de la ONU; a favor del sionismo en Medio Oriente; para cercar militarmente a Rusia en Eurasia; para impedir que la República Popular China, en Asia, continúe su avance como potencia económica mundial con propuestas de paz y cooperación; para destruir, en América Latina, los proyecto de justicia social, democráticos y de internacionalismo latinoamericano y caribeño que impulsan nuestras fuerzas políticas; y para fragmentar el Caribe mediante distintas fórmulas, incluidas las coloniales como Puerto Rico.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
4. Ratificamos la vigencia de las siguientes causas y líneas de actuación reivindicadas por el <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">XXIII</span> Encuentro del Foro de Sao Paulo, efectuado en Managua el pasado año:</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Convertir la defensa de la <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">CELAC</span>, mayor acontecimiento unitario de los últimos 200 años, en objetivo político prioritario a promover por todos nuestros partidos, movimientos sociales y populares, desde cada escuela, universidad o espacio de creación intelectual. Sembrar la idea integracionista en la conciencia de nuestros pueblos, ya de por sí será un avance frente a la política divisionista impulsada por los Estados Unidos y sus aliados. Confiamos en el valor de las ideas justas: aseguremos que ellas sean escuchadas por cada uno de los gobiernos de Nuestra América.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Transformar en objetivo de toda la izquierda y de los sectores patriotas y demócratas de América Latina y el Caribe, la defensa intransigente de los presupuestos de la Proclama de América Latina como Zona de Paz.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Repudiar el militarismo nacido de las entrañas del Imperialismo, que carece de límites y de escrúpulos, es una necesidad política, ligada a la sobrevivencia de nuestros pueblos. Dar forma concreta a este repudio, en cada acción política cotidiana, es una cuestión de principios que ratificamos.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Rechazar de forma enérgica, la idea absurda e inadmisible de que esta región del mundo pertenece a las élites de poder de los Estados Unidos o de cualquier país del mundo. Que cada día sea para la Casa Blanca un recuerdo concreto de lo afirmado por la II Declaración de La Habana: esta gran humanidad ha dicho ¡Basta! y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia .</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Concertar en cada espacio internacional que lo permita, por encima de diferencias subalternas de tipo nacional o sectorial, toda acción que debilite los niveles de dominación y hegemonía de los Estados Unidos en nuestros países, es esencial y posible. El Imperio ha optado por priorizar los componentes de la guerra cultural y de símbolos. Rescatemos, como respuesta ofensiva, las tradiciones de libertad de cada uno de nuestros países. Honremos a los que las forjaron. Impidamos que la banalidad cultural del Norte que nos desprecia, se imponga sobre la rica historia de los países que representamos.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Conocer con rigor cómo está desarrollando la derecha internacional sus planes de desestabilización, contra las experiencias de gobierno y populares de carácter emancipatorio en América Latina y el Caribe, constituye una necesidad de primer orden. Ello será más eficaz si creamos un sólido sistema de intercambio de informaciones y experiencias colectivas. El Foro de Sao Paulo puede jugar en este campo un papel central, en particular haciendo esfuerzos en la formación política.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Al igual que los delegados al <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">XXIII</span> Encuentro de Managua, por entender que se trata de causas vigentes:</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Reafirmamos la importancia del acercamiento y la acción concertada entre la izquierda de Europa y la de América Latina y el Caribe. Nos comprometemos en esta nueva etapa a tornar más sistemático y eficaz la acción antiimperialista unitaria entre ambas regiones. El <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">PIE</span> y el Foro de Sao Paulo están en condiciones de posibilitar este objetivo.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Denunciamos, esta vez con razones adicionales, el papel injerencista de la <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">OEA</span>, que sigue siendo utilizada por el gobierno de los Estados Unidos como su Ministerio de Colonias. La actuación de su secretaría general, marcada por una despreciable supeditación a los intereses de la Casa Blanca, así lo prueba todos los días. La <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">OEA</span>, junto al Grupo de Lima, constituyen los Caballos de Troya actuales contra la unidad latinoamericana y caribeña. Hagamos todo lo posible para impedir que continúen su avance destructor.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Condenamos la guerra no convencional y de amplio espectro, aplicada por el imperialismo yanqui y sus aliados europeos, latinoamericanos y caribeños contra la Revolución Bolivariana. Esta se ha convertido para la Casa Blanca en el objetivo estratégico inmediato a derrotar. Sea para nosotros, por tanto, el objetivo mayor de solidaridad en estas circunstancias. Como hace un año atrás, en Managua, el Foro de Sao Paulo se mantiene en estado de alerta y en sesión permanente de solidaridad internacionalista contra la intervención internacional hacia Venezuela.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Mantenemos intacta la solidaridad con lo(as) argentinas(os) y brasileñas(os), hondureñas(os) y paraguayas(os) que se resisten a aceptar el retroceso al neoliberalismo en sus respectivos países, luego de experiencias de gobierno que, por caminos propios, buscaron el crecimiento económico, la mejor redistribución de la riqueza, la garantía de derechos sociales, la ampliación de la participación popular y la democracia, asegurar la soberanía nacional y fortalecer la integración regional en el ámbito de los <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">BRICS</span>, todo para combatir las desigualdades sociales, regionales y de genero, el racismo, o que, simplemente, retaron por su política exterior la lógica hegemonista de la política exterior de los Estados Unidos.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Reafirmamos nuestra absoluta convicción de apostar por la paz, en concordancia con la Declaración de la <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">CELAC</span>, que en enero de 2014 declaró América Latina como zona de paz. Por eso, respaldamos el pedido de las fuerzas políticas y sociales de Colombia para que el gobierno colombiano cumpla con la implementacion de los Acuerdos de la Habana, mantenga abierto el proceso de dialogo con el <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ELN</span> y de pasos certeros para acabar con el asesinato de ex combatientes y lideres sociales, políticos, ambientales y defensores de <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">DDHH</span>. Denunciamos las acciones de la ultraderecha nacional e internacional para boicotear la Paz. Es evidente que la Casa Blanca, el sionismo internacional y las fuerzas más retrógradas del continente, persisten en lograr que los grupos oligárquicos de Colombia sigan siendo tropa de choque a favor de los intereses transnacionales en América del Sur. Es vital la lucha contra esta estrategia, que ya colocó a uno de los países de la <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">CELAC</span> como miembro de la agresiva <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">OTAN</span>.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Rechazamos de forma enérgica la política intervencionista de los Estados Unidos en los asuntos internos de la Nicaragua sandinista, país en el que se está implementando la fórmula que viene siendo aplicada por el imperialismo norteamericano a los países que no responden a sus intereses hegemónicos, causando violencia, destrucción y muerte mediante la manipulación y la acción desestabilizadora de los grupos terroristas de la derecha golpista, que boicotean la búsqueda del diálogo, el cual constituye el mejor camino para superar la actual crisis y alcanzar la paz, lo que es indispensable para la continuación del proceso de transformaciones sociales impulsado por el <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">FSLN</span> desde el gobierno presidido por el Comandante Daniel Ortega y que ha reducido de manera notable la pobreza y la desigualdad social en ese hermano país.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Nos solidarizamos con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y con el gobierno del compañero presidente Salvador Sánchez Cerén, que enfrentan con energía la guerra mediática, la guerra jurídica, el boicot económico y otras formas de desestabilización, y nos comprometemos a acompañarlos como observadores internacionales en la elección presidencial del 3 de febrero de 2018.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– El <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">XXIV</span> Encuentro del Foro de Sao Paulo convoca y alienta a Bolivia y Chile a encontrar, cuidando las sensibilidades de ambos países, una salida al enclaustramiento marítimo boliviano en base al diálogo y el derecho internacional, y que contribuya a una verdadera integración de nuestros pueblos.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Renovamos el rechazo del Foro de Sao Paulo a la política de la Casa Blanca, que criminaliza a los emigrantes latinoamericanos y caribeños y, de manera particular, a los hermanos centroamericanos. Un mundo sin fronteras y con ciudadanía universal es el norte de nuestra lucha emancipatoria.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Rechazamos cualquier forma de racismo, intolerancia y discriminación. Impulsamos el ejercicio pleno de los derechos económicos, culturales, sociales y políticos de las mujeres, y la eliminación de la cultura patriarcal.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Demandamos la retirada de las fuerzas de la <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">MINUSTAH</span>que, siguiendo un mandato del antidemocrático Consejo de Seguridad de la <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ONU</span>, mantienen ocupado Haití desde hace más de una década.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Condenamos el narcotráfico, el tráfico de personas y el terrorismo, y denunciamos la doble moral de un sistema que dice combatir al crimen organizado, mientras protege a sus grandes promotores y principales responsables. Defendemos el cultivo legal y el uso tradicional benéfico de la hoja de coca.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Proclamamos el acceso al agua como derecho humano y los demás bienes comunes (tierra, aire puro, energía etc.,) luchamos contra la depredación del medio ambiente, la amenaza a la biodiversidad y al ecosistema en general.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Apoyamos las exigencias de los pequeños Estados insulares del Caribe a ser resarcidos por los daños humanos de la esclavitud y a acceder a recursos que permitan su resiliencia frente al cambio climático.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Demandamos el levantamiento incondicional, total y definitivo del bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y la indemnización al pueblo cubano por los daños y perjuicios causados por más de medio siglo de agresiones de todo tipo.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Exigimos la devolución al pueblo de Cuba del territorio ocupado por la ilegal base naval estadounidense en Guantánamo.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Apoyamos el reclamo histórico de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Exigimos la eliminación de todas las bases militares estadounidenses que existen en la región (77en total, que junto a la IV Flota, cubren todo el espacio regional), y de todas las bases militares extranjeras de cualquier país, dondequiera que se encuentren.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Defendemos los derechos y las culturas de los pueblos originarios y afrodescendientes, y asumimos sus luchas para la restitución y ejercicio pleno de sus derechos históricos.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Demandamos la descolonización total del Caribe y apoyamos de manera particular la independencia de Puerto Rico, al conmemorarse el 25 de julio de 2017, ciento veinte años de la invasión militar estadounidense contra esta nación caribeña. Asimismo, nos pronunciamos por la eliminación de toda forma de coloniaje y neocoloniaje.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Respaldamos, en apego a la autodeterminación de los pueblos, la postulación del presidente Evo Morales <del style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">habilitado constitucionalmente y respaldado por la Convención Americana</del> para las elecciones de 2019, y rechazamos los planes desestabilizadores impulsados por la derecha de ese país, la <span class="caps" style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">OEA</span> y la embajada de Estados Unidos.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
– Exigimos la libertad inmediata de Lula, después de una condena y prisión sin pruebas y el derecho a ser candidato presidencial en las elecciones de octubre en Brasil, respetándose la voluntad de la mayoría del pueblo brasilero.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Lula Live! Lula Inocente! Lula Presidente!</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
5. Como hace un año atrás, ratificamos que América Latina y el Caribe siguen en pie de lucha!. Y mantienen la decisión de actuar con optimismo, decisión y mayor sentido unitario.</div>
<div style="border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
¡Hasta la Victoria Siempre”</div>
</div>
</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-12638656220791873272018-06-09T08:16:00.001-07:002018-06-09T08:16:14.749-07:00Michael Roberts Debates sobre la economía China<h2 style="color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 1.6em; margin: 30px 0px 0px;">
<br /></h2>
<small style="color: #777777; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 0.9em; line-height: 1.5em; text-align: justify;">June 7, 2018</small><span style="color: #333333; font-family: "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 12px; text-align: justify;"></span><br />
<div class="entry" style="color: #333333; font-family: "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.4em; text-align: justify;">
The recent workshop on China organised by the <a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-workshop-poster-and-programme_05062018.pdf" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">China Workshop (poster and programme_05062018)</a> in London asked all the questions, even if it did not resolve them. What are the reasons for China’s phenomenal growth in the last 40 years and can it last? What is the nature of the Chinese economy: is it capitalist or not? What explains under Xi the new emphasis on studying Marxism in China’s universities? Is China’s export and investment expansion abroad imperialist or not? How will the trade war between the US and China pan out?<br />
In the opening session, Dr Dic Lo, Reader in Economics at SOAS, London University and Zhu Andong, Vice Dean at the School of Marxism at Tsinghua University, Beijing (representing a delegation from various Chinese universities) were at pains to argue that China is misrepresented in the so-called West and not just through mainstream capitalist views but also from the left.<br />
All the talk from the left, said Lo, was about political repression, labour exploitation, inequality or Chinese ‘imperialism’. But then how to explain China’s phenomenal growth and success in taking over 850m people out of poverty (as defined by the World Bank) and reaching national output second only to the US. China doubles real living standards every 13 years. It now takes the US and Europe 50 years and Japan even longer. Is this just fake or illusory and if not, how can this ‘capitalist’ and ‘imperialist’ economy have bucked the trend, when the record of all other capitalist economies (advanced or ‘emerging’) can show no such success? <em>“H</em><em>ow can it be possible, in our times, for a late-developing nation to move up the world political-economic hierarchy to become imperialist? Can anyone on the left answer this question?</em>”<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14988" data-attachment-id="14988" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="China 1" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png?w=450&h=317?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png?w=450&h=317?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png?w=450&h=317" data-orig-size="826,582" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/06/07/china-workshop-challenging-the-misconceptions/china-1-2/" height="317" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png?w=450&h=317" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png?w=450&h=317 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png?w=150&h=106 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png?w=300&h=211 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png?w=768&h=541 768w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-1.png 826w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
Dic Lo criticised the majority view of left political economists that China could be characterised as “neoliberal capitalist”, the so-called “Foxconn Model” of labour exploitation. This view was pioneered by Martin Hart-Landsberg and Paul Burkett, made most influential by David Harvey, most systematic by Minqi Li; and politically correct by Pun Ngai. But were they right?<br />
Zhu Andong also critiqued what he considered was this Western view. In contrast, far from a Marxist critique disappearing in China, there was growing official support for the study of Marxism in Chinese universities, both in special departments and even increasingly in economics departments, which up to recently had been dominated by mainstream neoclassical economics influenced by Western universities.<br />
In my contribution, I also referred to the dominance of mainstream economic analyses on the nature of China – and such theories also still appeared in China’s own financial institutions like the People’s Bank of China. <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/02/02/trading-economics-the-chinese-way/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">A recent striking example is Wang Zhenying,</a> director-general of the research and statistics department at the PBoC’s Shanghai head office and vice chairman of the Shanghai Financial Studies Association. For Wang, Marx has had his day in the theoretical limelight (ie 19th century) and for that matter so had Keynes (20th century). The recent global financial crisis needs a new theory for the 21st century. And this apparently was the behavourial economics of ‘uncertainty’, not Marx.<br />
I argued that there are really three models of development that could explain China’s growth miracle and whether it would last. I deal these in detail in my paper on China for the Leeds IIPPE conference in 2015. So please consult that for a fuller account than this post can provide. <a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2015/09/china-paper-july-2015.pdf" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">https://thenextrecession.files.wordpress.com/2015/09/china-paper-july-2015.pdf</a><br />
There is the mainstream neoclassical view that: China went through a primitive industrial expansion using its ‘comparative advantage’ of cheap and plentiful labour and investment in heavy industry. But now China had reached the ‘Lewis point’ (named after the left economist of the 1950s, Arthur Lewis). Put simply, this is the point at which a developing country stops being able to achieve rapid growth relatively easily, by simply taking rural workers doing unproductive farm labour and putting them to work in factories and cities instead. But once this ‘reserve army of labour’ is exhausted, urban wages rise, incomes reach a certain level and a middle-class emerges. China is now in a ‘middle-income’ trap like many other emerging economies, from which it cannot escape and become an advanced economy, unless it gets rid of state enterprises and heavy industry and orients towards the consumer and services.<br />
This view is nonsense for several reasons – not least because comparative advantage theory is bogus and unrealistic – after all, China has grown exponentially not just because of cheap labour but also because of massive productive investment promoted and controlled by the state sector. Actually, as a result of that investment expansion, consumption spending is also growing very fast. Would a switch to capitalist companies serving a middle-class consumer be better?<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.gif" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14992" data-attachment-id="14992" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="China 2" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.gif?w=450?w=365" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.gif?w=450?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.gif?w=450" data-orig-size="365,294" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/06/07/china-workshop-challenging-the-misconceptions/china-2-3/" height="294" scale="1.5" src-orig="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.gif?w=450" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.gif?w=365" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.gif?w=365&zoom=2 1.5x" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="365" /></a><br />
The second model is the Keynesian. This recognises that China’s success has been due to massive investment in productive capital, not just the use of cheap labour. Infrastructure investment directed and controlled by the state was behind the ability of the Chinese economy to avoid the worst effects of global financial crash and the Great Recession where every other economy suffered. But what the Keynesian model fails to recognise is that China cannot escape the law of value and imbalances and inequalities that value creation through trade and the growing market economy generates.<br />
The Marxist analysis starts from the basic premise that human social organisation aims to raise the productivity of labour to the point that sufficient abundance will make it possible for toil and poverty to be eliminated. But the drive for higher productivity in capitalism comes into conflict with capital’s requirement for profitability. Increasingly, the issue for China is whether the capitalist sector of the economy will eventually override the planned public sector, so that profitability will dominate over productivity and crises will appear, leading to stagnation not expansion.<br />
In my view, that point has not yet been reached in China. The state sector and public investment through one-party dictatorship still control investment, employment and production decisions in China – the private capitalist sector, although growing, is still subject to that control. See my post<a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2017/10/25/xi-takes-full-control-of-chinas-future/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"> here.</a><br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14990" data-attachment-id="14990" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="China 3" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=450&h=294?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=450&h=294?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=450&h=294" data-orig-size="977,639" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/06/07/china-workshop-challenging-the-misconceptions/china-3-2/" height="294" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=450&h=294" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=450&h=294 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=900&h=588 900w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=150&h=98 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=300&h=196 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-3.png?w=768&h=502 768w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
Now this is a minority view among Marxian economists, let alone mainstream economics. Most consider that China is capitalist just like any other capitalist economy, if with a bit more state intervention. Indeed, it is even imperialist in the Marxist sense. But, as I have shown in previous posts, 102 big conglomerates contributed 60 per cent of China’s outbound investments by the end of 2016. State-owned enterprises including <u><a href="https://www.bloomberg.com/quote/CGNPCZ:CH" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">China General Nuclear Power Corp</a></u> and <u><a href="https://www.bloomberg.com/quote/CNNZ:CH" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">China National Nuclear Corp </a></u>have assimilated Western technologies—sometimes with cooperation and sometimes not—and are now engaged in projects in Argentina, Kenya, Pakistan and the UK. And the great ‘one belt, one road’ project for central Asia is not aimed to make profit. It is all to expand China’s economic influence globally and extract natural and other technological resources for the domestic economy.<br />
This also lends the lie to the common idea among some Marxist economists that China’s export of capital to invest in projects abroad is <u><a href="http://p-u-n-c-h.ro/sternberg/david-harvey-abstract-from-the-concrete/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">the product of the need to absorb ‘surplus capital’ at home</a></u>, similar to the export of capital by the capitalist economies before 1914 that Lenin presented as key feature of imperialism. China is not investing abroad through its state companies because of ‘excess capital’ or even because the rate of profit in state and capitalist enterprises has been falling.<br />
Indeed, the real issue ahead is the battle for trade and investment globally between China and the US. The US is out to curb and control China’s ability to expand domestically and globally as an economic power. At the workshop, Jude Woodward, author of <a href="https://www.amazon.co.uk/Us-China-Asias-Geopolitical-Economy/dp/1784993425/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1508925532&sr=8-1&keywords=the+US+vs+China" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">The US vs China: Asia’s new cold war?,</a> outlined the desperate measures that the US is taking to try to isolate China, block its economic progress and surround it militarily. But this policy is failing. Trump may have launched his tariff hikes, but what really worries the Americans is China’s progress in technology. China, under Xi, aims not just to be the manufacturing centre of the global economy but also to <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2017/10/25/xi-takes-full-control-of-chinas-future/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">take a lead in innovation and technology that will rival that of the US and other advanced capitalist economies within a generation</a>.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14993" data-attachment-id="14993" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="China 4" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png?w=450&h=307?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png?w=450&h=307?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png?w=450&h=307" data-orig-size="817,558" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/06/07/china-workshop-challenging-the-misconceptions/china-4-2/" height="307" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png?w=450&h=307" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png?w=450&h=307 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png?w=150&h=102 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png?w=300&h=205 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png?w=768&h=525 768w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-4.png 817w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
There was a theoretical debate at the workshop about whether China was heading towards capitalism (if not already there) or towards socialism (in a gradual way). Marx’s view of socialism and communism was cited (from Marx’s famous <a href="https://www.marxists.org/archive/marx/works/1875/gotha/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">Critique of Gotha Programme</a>) with different interpretations. For me, I reckon Marx’s view of socialism and/or communism starts from two realistic premises; 1) that communism as a society of super-abundance where toil, exploitation and class struggle have been eliminated to free the individual, is technically possible now – especially with the 21st technology of AI, robots, internet etc; and 2) socialism and/or any transition to communism cannot even start until the capitalist mode of production is no longer dominant globally and instead workers’ power and planned democratically-run (not dictatorships) economies dominate. That means China on its own cannot move (even gradually) to socialism (even as the first stage towards communism) unless the dominant power of imperialism is ended in the so-called West. Remember China may be the second-largest economy in the world in dollar terms but its labour productivity is less than one-third of the US.<br />
China has succeeded in transforming its economy and society since the revolution of 1949 by the removal of capitalist and imperialist power and through state control of the commanding heights of industry and agriculture. And it is now succeeding in applying new technology to take it forward as a modern urbanised society in this century. But at the same time, the law of value and capitalism operates within the country. Indeed, the capitalist sector in the economy is growing; there are many more Chinese billionaires and inequality of income and wealth has risen; while Chinese labour struggles against exploitation in the workplaces. And the law of value exerts its destructive influence also through international, trade, multi-national companies and capital flows – it was no accident that when China last year relaxed its capital controls on the advice of neoliberal elements in the monetary institutions that the economy suffered serious capital flight.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14989" data-attachment-id="14989" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="China 2" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg?w=450&h=378?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg?w=450&h=378?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg?w=450&h=378" data-orig-size="592,497" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/06/07/china-workshop-challenging-the-misconceptions/china-2-2/" height="378" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg?w=450&h=378" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg?w=450&h=378 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg?w=150&h=126 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg?w=300&h=252 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/06/china-2.jpg 592w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
There is a (permanent) struggle going on within the political elite in China over which way to go – towards the Western capitalist model; or to sustain “socialism with Chinese characteristics”. After the experience of the Great Recession and the ensuing Long Depression in the West, the pro-capitalist factions have been partially discredited for now. President for Life Xi now looks to promote ‘Marxism’ and says state control (through party control) is here to stay. But the only real way to guarantee China’s progress, to reduce the growing inequalities and to avoid the risk of a swing to capitalism in the future will be to establish working class control over Chinese political and economic institutions and adopt an internationalist policy a la Marx. That is something that Xi and the current political elite will not do.</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-64609296191873497422018-05-15T12:05:00.004-07:002018-05-15T12:05:43.324-07:00Stella Calloni El “Golpe Maestro” de Estados Unidos contra Venezuela<h2 class="title" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #cc0001; font-family: Georgia, serif; font-size: 22px; font-weight: normal; line-height: 26px; margin: 8px 0px; padding: 0px; text-align: justify;">
<br /></h2>
<div class="addthis_toolbox addthis_default_style addthis_header" style="background-color: white; box-sizing: border-box; clear: both; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, "Open Sans", sans-serif; font-size: 14px; margin: 10px 0px; padding: 0px;">
<a class="atc_s addthis_button_compact" href="https://www.blogger.com/null" style="background: url("data:image/png; border-radius: 2px; border: 0px; box-sizing: border-box; color: white; cursor: pointer; display: block; float: left; font-family: arial, helvetica, sans-serif !important; font-size: 11px; height: 20px; line-height: 20px; margin: 0px 0px 5px; min-width: 25px; outline: 0px; overflow: hidden; padding: 0px 5px 0px 20px; text-align: justify; transition: none;"><br />Compartir<span style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;"></span></a><div class="atclear" style="box-sizing: border-box; clear: both; margin: 0px; padding: 0px;">
</div>
</div>
<div class="entry" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: Arial, Helvetica, "Open Sans", sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; padding: 0px;">
<div class="note_content" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">
<div class="wp-caption alignnone size-full wp-image-1058881" id="attachment_1058881" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; max-width: 100%; padding: 5px 0px; width: 400px;">
<div style="text-align: justify;">
<img alt="" class="size-full wp-image-1058881" height="225" src="http://media.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2018/05/Almirante-Kurt-W.-Tidd.jpg" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; padding: 0px;" width="400" /></div>
<div class="wp-caption-text" style="background: rgb(236, 236, 236); box-sizing: border-box; color: #666666; font-size: 12px; font-style: italic; line-height: 18px; margin-top: -5px; padding: 10px 20px; text-align: justify;">
Almirante Kurt W. Tidd, comandante en jefe del Comando Sur estadounidense. Foto: SouthCom.</div>
</div>
<div class="lettrine" style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Estados Unidos y sus socios preparan en silencio un brutal «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">Plan para acabar con la dictadura de Venezuela</i>»: el «Golpe Maestro» «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">Masterstroke</i>» [<a class="spip_note" href="http://www.voltairenet.org/article201091.html#nb1" id="nh1" rel="nofollow" style="background-color: transparent; border-bottom: 1px solid rgb(204, 0, 1); box-sizing: border-box; color: #333333; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none;" target="_blank" title="«Plan to overthrow the Venezuelan Dictatorship – “Masterstroke”», Almirante (...)">1</a>], que ya está en marcha y cuya primera parte comenzaría antes de las próximas elecciones venezolanas y, si no tienen éxito en derrocar al presidente Nicolás Maduro con la nueva ofensiva, que utilizará todo el aparato propagandístico y mediático más acciones violentas en «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">defensa de la democracia</i>», accionarán el Plan B, que incluirá a varios países imponiendo una «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">fuerza multilateral</i>» para intervenir militarmente.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Panamá, Colombia, Brasil, Guyana son puntos claves de la operación militar, con el apoyo de Argentina y de «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">otros amigos</i>», bajo control del Pentágono. Ya tienen preparadas desde las bases que ocuparán, los países de apoyo directo (fronterizos) hasta hospitales y centros de acopio de víveres para sus soldados.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Todo esto aparece especificado en un documento real, de 11 páginas, que lleva la firma del almirante Kurt Walter Tidd, actual comandante en jefe del Comando Sur [SouthCom] estadounidense, documento aún no divulgado.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
El documento analiza la situación actual ratificando la Guerra que se libra contra Venezuela, pero también el perverso esquema de la guerra psicológica que permite entender la persecución, el acoso, el desprestigio, la mentira criminal que se utilizan para acabar no sólo con las dirigencias populares sino contra los pueblos de la región.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Al referirse a la situación actual de Venezuela, el Plan menciona que se tambalea la «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">dictadura venezolana chavista como resultado de sus problemas internos, la gran escasez de alimentos, el agotamiento de ingreso de fuentes de dinero externo y una corrupción desenfrenada, que ha mermado el apoyo internacional, ganado con petrodólares, y que el poder de la moneda nacional llega con escaso tiempo y el poder adquisitivo de la moneda nacional está en constante picada</i>».</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Asumen que este escenario, que admiten haber creado ellos mismos, con una impunidad que aterra, no cambiará. En este caso justifican sus acciones afirmando que el gobierno venezolano acudirá a nuevas medidas «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">populistas</i>» para conservar el poder.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Asombra en qué lugar colocan a la oposición que el mismo Estados Unidos maneja, asesora y paga, al entender que «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">el corrupto régimen de Maduro colapsará, pero lamentablemente las fuerzas opositoras defensoras de la democracia y del bienestar a su pueblo, no tienen poder suficiente para poner fin a la pesadilla de Venezuela</i>» por las disputas internas e incluso por «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">la corrupción similar a la de sus rivales, así como la escasez de raíces</i>» que no les permite sacar «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">el máximo provecho de esta situación y dar el paso necesario para poner fin al estado de penuria y precariedad en los que el grupo de presión que ejerce la dictadura de izquierda ha sumergido al país</i>».</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Lo que resulta aterrador es que mientras consideran que se está ante «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">una acción criminal sin precedentes en América Latina</i>», refiriéndose al gobierno de Venezuela –un gobierno que nunca ha actuado contra ninguno de sus vecinos y que ha sido de una intensa solidaridad regional y mundial–, el Plan estadounidense sostiene que la «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">democracia se extiende en América, continente en el cual el populismo radical estaba destinado a tomar el control</i>». Argentina, Ecuador y Brasil son ejemplo de ello. «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">Este renacimiento de la democracia</i> (así le llaman) <i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">está soportado sobre las determinaciones más valiosas y las condiciones de la región corren a su favor. Este es el momento para que Estados Unidos pruebe, con acciones concretas que está implicado en ese proceso en el que derrocar a la dictadura venezolana seguramente representará un punto de inflexión continental</i>».</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Por otra parte alientan al presidente estadounidense Donald Trump a actuar considerando que «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">esta es la primera oportunidad de la administración Trump para demostrar y llevar adelante su visión sobre democracia y seguridad</i>», y convencerlo de que «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">su participación activa es crucial, no sólo para la administración sino para el continente y el mundo. El momento ha llegado</i>».</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Esto significa «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">intensificar el derrocamiento definitivo del chavismo y la expulsión de su representante, socavar el apoyo popular«</i>» al gobierno y</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“alentar la insatisfacción popular aumentando el proceso de desestabilización y el desabastecimiento” [para] “asegurar el deterioro irreversible de su actual dictador”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Si uno quiere entender a fondo el arte de la perversión contrainsurgente basta leer la parte en que el documento se refiere al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, alentando a «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">sitiarlo, ridiculizarlo y mostrarlo como un símbolo de torpeza e incompetencia, exponerlo como una marioneta de Cuba</i>».</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Pero también sugieren:</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“exacerbar la división entre los miembros del grupo de gobierno, revelando las diferencias de sus condiciones de vida y las de sus seguidores y al mismo tiempo incitándolos a mantener en aumento esas divergencias”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
El plan está destinado a ejecutarse en forma rápida y furiosa, como las medidas tomadas por los mayordomos de Washington, Mauricio Macri (Argentina) y Michel Temer (Brasil), ambos con una escandalosa historia de corrupción pero transformados por el Imperio en «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">líderes de la transparencia</i>» que tomaron medidas en horas para la destrucción de los Estados nacionales con la certeza del disparo de un misil.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
El documento firmado por el jefe del Comando Sur estadounidense demanda hacer insostenible el gobierno de Maduro forzándolo a claudicar, negociar o escapar. Este Plan para acabar en plazos muy cortos con la llamada «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">dictadura</i>» de Venezuela llama a:</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“Incrementar la inestabilidad interna a niveles críticos, intensificando la descapitalización del país, la fuga de capital extranjero y el deterioro de la moneda nacional, mediante la aplicación de nuevas medidas inflacionarias que incrementen ese deterioro.”</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Otro objetivo es</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“obstruir todas las importaciones y al mismo tiempo desmotivar a los posibles inversores foráneos”</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
para –y vean ustedes la bondad del Imperio–</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“contribuir a hacer más crítica la situación de la población”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
También abarca el Plan en sus 11 páginas</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“apelar a aliados domésticos como a otras personas insertadas en el escenario nacional con el objetivo de generar protestas, disturbios e inseguridad, pillaje, saqueos, robos, asaltos y secuestros de buques y de otros medios de transportes, con la intención de desabastecer el país, a través de todas las fronteras y otras posibles maneras, poniendo en peligro la seguridad nacional de sus vecinos”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Consideran importante «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">causar víctimas</i>» y señalar como responsable al gobierno de Venezuela «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">magnificando, frente al mundo, la crisis humanitaria, a la que está sometido el país</i>», usando la mentira de una corrupción generalizada de los gobernantes y «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">ligar el gobierno al narcotráfico para desacreditar su imagen ante al mundo y sus seguidores domésticos</i>», además promover «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">la fatiga entre los miembros del PSUV</i>» [Partido Socialista Unificado de Venezuela] «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">incitando a la inconformidad entre ellos mismos, para que rompan ruidosamente las relaciones con el gobierno y para que rechacen las medidas y restricciones que también los afectan</i>» y hacerlos «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">tan débiles como es la oposición, creando fricciones entre el PSUV y Somos Venezuela</i>».</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
La propuesta va subiendo de tono como cuando llama a</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“estructurar un plan para lograr la deserción de los profesionales más calificados del país, para dejarlos sin profesionales en absoluto, lo que agravará más la situación interna y en este sentido culpar al gobierno”.</div>
</blockquote>
<h3 class="spip" style="box-sizing: border-box; color: #cc0001; font-size: 1.29em; line-height: 1.6em; margin: 10px 0px 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Parte 2. La mano militar</h3>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Como en una novela de suspenso, este Plan llama a «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">utilizar a los oficiales del ejército como una alternativa de solución definitiva</i>» y</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“continuar endureciendo la condición dentro de las Fuerzas armadas para llevar a cabo un golpe de Estado, antes de que concluya el 2018, si esta crisis no hace que la dictadura colapse o el dictador no se decide a hacerse a un lado”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Entendiendo que todo lo anterior puede fallar, y con evidente desprecio por la oposición venezolana, el Plan llama a «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">continuar el fuego continuo en la frontera con Colombia, multiplicar el tráfico de combustible y otros bienes, el movimiento de los paramilitares, incursiones armadas y tráfico de drogas, provocando incidentes armados con las fuerzas de Seguridad de la Frontera</i>» venezolana y además a</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“reclutar paramilitares mayormente de los campos de refugiados en Cúcuta, la Guajira y del Norte de Santander, áreas ampliamente pobladas por ciudadanos colombianos que emigraron a Venezuela y que ahora retornaron, huyendo del régimen que intensificó la desestabilización entre las fronteras entre los dos países, usando el espacio vacío que dejó la FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia], la beligerancia del ELN [Ejército de Liberación Nacional (Colombia)] y las actividades en el área del cártel del Golfo (paramilitares)”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Aquí viene la estructuración del golpe final cuando se planea</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“preparar el involucramiento de fuerzas aliadas en apoyo a los oficiales del ejército venezolano o para controlar la crisis interna en caso de que se demore mucho la iniciativa (…) establecer en una línea de tiempo rápido que prevenga que el dictador continúe ganando el control del escenario interno. Si fuera necesario actuar antes de las elecciones estipuladas para el próximo mes de abril”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
En realidad, esas elecciones serán el 20 de mayo y desde ya Estados Unidos y sus comparsas han hecho saber que no las reconocen.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
El nudo de la cuestión es</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“obtener el apoyo de cooperación de las autoridades aliadas de países amigos (Brasil, Argentina, Colombia, Panamá y Guyana). Organizar las provisiones de las tropas, apoyo logístico y médico desde Panamá. Hacer buen uso de las facilidades de la vigilancia electrónica y las señales inteligentes; de hospitales y dotaciones desplegadas en Darién (selva panameña), el equipamiento de drones del Plan Colombia, como también las tierras de las antiguas bases militares de Howard y Albroock (Panamá) así como las pertenecientes a Río Hato. Además en el Centro regional Humanitario de Naciones Unidas, diseñado para situaciones de catástrofe y emergencia humanitarias, que cuenta con un campo de aterrizaje aéreo y sus propios almacenes”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Como vemos, ya se trata de un escenario de intervención donde se propone</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“avanzar en la basificación (estacionarse) de aviones de combate y helicópteros, vehículos blindados, posiciones de inteligencia y unidades militares de logística especiales (policías, oficiales militares y prisiones) (…)</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“Desarrollar la operación militar bajo bandera internacional, patrocinada por la Conferencia de los Ejércitos Latinoamericanos, bajo la protección de la OEA y la supervisión, en el contexto legal y mediático, del secretario general [de la OEA] Luis Almagro.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“Declarando la necesidad de que el Comando Continental fortalezca la acción, usando del instrumento del Capítulo Democrático Interamericano, con el objetivo de evitar la ruptura democrática”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Y más aún</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“Uniendo a Brasil, Argentina, Colombia y Panamá para contribuir al mejor número de tropas, hacer uso de su proximidad geográfica y experiencia en operaciones en regiones boscosas o selváticas. Fortaleciendo su condición internacional con la presencia de unidades de combate de Estados Unidos y de las naciones mencionadas; bajo el mando general del Estado Mayor Conjunto lidereado por Estados Unidos”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Asombra la impunidad con que todo se está preparando a espaldas de los pueblos, en la ilegalidad absoluta, y esto hace comprensibles las recientes maniobras militares de Estados Unidos en esta región en la frontera de Brasil con Venezuela (Brasil, Perú Colombia), en el Atlántico Sur (Estados Unidos, Chile, Gran Bretaña, Argentina), en el caso argentino sin autorización del Congreso nacional, en octubre-noviembre pasado.</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
“Usando las facilidades del territorio panameño para la retaguardia y las capacidades de Argentina para la seguridad de sus puertos y de las posiciones marítimas (…)</div>
<div style="text-align: justify;">
<img alt="-" class="puce" height="11" src="http://www.voltairenet.org/local/cache-vignettes/L9xH11/puce-cebf5.gif" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; padding: 0px;" width="9" /> Proponer a Brasil y Guyana para hacer uso de su situación migratoria a la cual tenemos intención de alentar en la frontera con Guyana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<img alt="-" class="puce" height="11" src="http://www.voltairenet.org/local/cache-vignettes/L9xH11/puce-cebf5.gif" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; padding: 0px;" width="9" /> Coordinar el apoyo a Colombia, Brasil, Guyana, Aruba, Curazao, Trinidad y Tobago y otros Estados frente al flujo de migrantes venezolanos debido a los eventos de la crisis”</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Pero además, se prevé</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“promover la participación internacional en este esfuerzo como parte de la Operación Multilateral con contribución de Estados, organismos no estatales y cuerpos internacionales y abastecer de adecuada logística, inteligencia, apoyos, anticipando especialmente los puntos más valiosos en Aruba, Puerto Carreño, Inirida, Maicao, Barranquilla y Sincelejo en Colombia, y Roraima, Manaos y Boavista en Brasil”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Increíble mapa de una guerra de intervención anunciada.</div>
<h3 class="spip" style="box-sizing: border-box; color: #cc0001; font-size: 1.29em; line-height: 1.6em; margin: 10px 0px 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Información estratégica</h3>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
Es asombroso el plan de silenciar «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">el simbolismo de la presencia de la representatividad de Chávez y el apoyo popular</i>» y mantener el acoso «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">al dictador como único responsable de la crisis en la cual él ha sumergido a la nación</i>» y a sus más cercanos seguidores, a los que se acusará de la crisis y la imposibilidad de salir de ésta.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
En otro párrafo se llama a</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“intensificar el descontento contra el régimen de Maduro (…) señalar la incompetencia de los mecanismos de integración creados por los regímenes de Cuba y Venezuela, especialmente el ALBA (Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América) y Petrocaribe”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
En cuanto al tema mediático, el plan diseñado por Estados Unidos llama a incrementar dentro del país, a través de los medios de comunicación locales y extranjeros, la diseminación de mensajes diseñados y basados en testimonios y publicaciones originados en el país mismo, haciendo uso de todas las capacidades posibles, incluidas las redes sociales, y por otra parte «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">llamar a través de los medios de comunicación a la necesidad de poner fin a esa situación porque es en esencia insostenible</i>».</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
En uno de los últimos párrafos del documento se trata de «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">asegurar</i>» o mostrar el uso de medios violentos por parte de la “dictadura” para obtener el apoyo internacional, utilizando</div>
<blockquote class="spip" style="background: rgb(247, 247, 247); border-left: 1px solid rgb(183, 183, 183); border-right: 4px solid rgb(183, 183, 183); box-sizing: border-box; font-family: Georgia, serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.43em; margin: 0px 0px 15px; padding: 20px 10px 10px 20px;">
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
“todas las capacidades de la Guerra Psicológica del Ejército de Estados Unidos”.</div>
</blockquote>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
En otras palabras, repitiendo los mismos escenarios de mentiras, armados de noticias, fotografías y videos falsos, y todo lo ya utilizado en las guerras coloniales del siglo XXI.</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-size: 16px; hyphens: none; line-height: 1.6em; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify;">
El documento señala igualmente que «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">Estados Unidos deberá apoyar internamente a los Estados americanos que lo apoyan</i>», levantar la imagen de estos y del «<i style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px;">orden multilateral de instituciones del sistema interamericano, como instrumentos para la solución de los problemas regionales. Promover la necesidad de envío de la Fuerza Militar de la ONU para la imposición de la paz, una vez que la dictadura corrupta de Nicolás Maduro sea derrocada</i>».</div>
</div>
</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-2960864105021561022018-05-15T10:25:00.001-07:002018-05-15T10:25:16.909-07:00Comunicado del Buró de Coordinación del Mnoal sobre violaciones y provocaciones referentes al estatuto de Jerusalén<table class="contentpaneopen" style="background-color: white; color: #666666; font-family: Tahoma, "Times New Roman", Arial; font-size: 12px;"><tbody>
<tr><td class="contentheading" style="color: #990000; font-family: Georgia, "Times New Roman", Times, serif, Geneva; font-size: 24px; letter-spacing: -1px; line-height: 24px;" width="100%"></td><td align="right" class="buttonheading" style="border-style: none; margin: 0px; padding: 0px;" width="100%"><a href="http://guatemala.embajada.gob.ve/index.php?view=article&catid=3%3Anoticias-de-venezuela-en-el-mundo&id=6973%3A2018-05-15-15-38-06&format=pdf&option=com_content&Itemid=19&lang=es" rel="nofollow" style="border-style: none; margin: 0px; padding: 0px;" title="PDF"><img alt="PDF" src="http://guatemala.embajada.gob.ve/images/M_images/pdf_button.png" style="border: 5px none rgb(204, 204, 204); margin: 0px 2px; padding: 0px; text-decoration-line: none;" /></a></td><td align="right" class="buttonheading" style="border-style: none; margin: 0px; padding: 0px;" width="100%"><a href="http://guatemala.embajada.gob.ve/index.php?view=article&catid=3%3Anoticias-de-venezuela-en-el-mundo&id=6973%3A2018-05-15-15-38-06&tmpl=component&print=1&layout=default&page=&option=com_content&Itemid=19&lang=es" rel="nofollow" style="border-style: none; margin: 0px; padding: 0px;" title="Imprimir"><img alt="Imprimir" src="http://guatemala.embajada.gob.ve/images/M_images/printButton.png" style="border: 5px none rgb(204, 204, 204); margin: 0px 2px; padding: 0px; text-decoration-line: none;" /></a></td><td align="right" class="buttonheading" style="border-style: none; margin: 0px; padding: 0px;" width="100%"><a href="http://guatemala.embajada.gob.ve/index.php?option=com_mailto&tmpl=component&link=9c3334ddb4aabf1930535199ca369716a1c51ed2&lang=es" style="border-style: none; margin: 0px; padding: 0px;" title="E-mail"><img alt="E-mail" src="http://guatemala.embajada.gob.ve/images/M_images/emailButton.png" style="border: 5px none rgb(204, 204, 204); margin: 0px 2px; padding: 0px; text-decoration-line: none;" /></a></td></tr>
</tbody></table>
<table class="contentpaneopen" style="background-color: white; color: #666666; font-family: Tahoma, "Times New Roman", Arial; font-size: 12px;"><tbody>
<tr><td valign="top"><span class="small" style="background-color: #990000; color: white; font-family: "Segoe UI", Georgia, Arial, "Times New Roman"; font-size: 10px; letter-spacing: 1px; padding: 2px;">Escrito por MPPRE </span> </td></tr>
<tr><td valign="top"><div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal;">
<img alt="Foto: Archivo" height="200" src="http://guatemala.embajada.gob.ve/images/00_02_Mnoal_Comunicado_15MAY18.jpg" style="display: block; margin: 0px auto 10px;" width="400" />1.- El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) condena categóricamente la provocadora y unilateral decisión del Gobierno de los Estados Unidos de América, de fecha 06 de diciembre de 2017, de reconocer la Ciudad de Jerusalén como “la capital de Israel”, así como el traslado oficial de la Embajada de los Estados Unidos de Israel a la Ciudad de Jerusalén el 14 de mayo de 2018, en contravención del derecho internacional, las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y la prohibición establecida en la Carta de adquirir territorio por la fuerza.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; min-height: 12px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
2.- En vista de este peligroso acontecimiento, el Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) reitera una vez más su firme compromiso con los principios y las posiciones adoptadas en declaraciones previas, al igual que en reuniones ministeriales anteriores, incluida la más reciente Reunión Ministerial del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) celebrada en Bakú, República de Azerbaiyán, así como en todas las Cumbres del Movimiento, sobre la cuestión de Palestina, y reafirma su permanente solidaridad con el pueblo palestino y el apoyo inquebrantable a su justa causa.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
3.- Respecto a Jerusalén y las acciones ilegales emprendidas por el Gobierno de los Estados Unidos de América, el Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) recuerda las numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad, incluyendo, entre otras, las resoluciones 476 (1980) y 478 (1980). Recuerda, en particular, las reafirmaciones del Consejo de Seguridad acerca de la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por la fuerza, su reconocimiento del estatuto específico de Jerusalén, y la necesidad de proteger los lugares sagrados de la Ciudad, así como su clara determinación de que “todas las medidas y los actos legislativos y administrativos adoptados por Israel, la Potencia ocupante, que tengan como intención alterar o pretender alterar el carácter y el estatuto de la Ciudad Santa de Jerusalén son nulos y carentes de valor jurídico y constituyen una flagrante violación del Cuarto Convenio de Ginebra relativo a la protección de las personas civiles en tiempo de guerra”.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
4.- El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) recuerda que el Consejo de Seguridad específicamente afirmó en la resolución 478 (1980) que la promulgación por Israel de la “ley básica” sobre Jerusalén constituye una violación del derecho internacional y exigió su inmediata revocación. De igual modo, el Consejo de Seguridad hizo un llamado a todos los Estados Miembros a aceptar su decisión de no reconocer la “ley básica” y cualquier otra acción que busque alterar el carácter y el PRESIDENTE BURÓ DE COORDINACIÓN MOVIMIENTO DE PAÍSES NO ALINEADOS estatuto de Jerusalén e hizo un llamado directo a “aquellos Estados que hayan establecido representaciones diplomáticas en Jerusalén, para que retiren tales representaciones de la Ciudad Santa”.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
5.- El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) también recuerda la decisión del Consejo de Seguridad que indica que “no reconocerá ningún cambio a las líneas del 4 de junio de 1967, incluso en lo que respecta a Jerusalén, que no sean los acordados por las partes mediante negociaciones”, contenida en la resolución 2334 (2016), la cual se mantiene de manera firme e inequívoca. Asimismo, reitera que el traslado de la Embajada de los Estados Unidos de América a la Ciudad de Jerusalén, así como cualquier otra acción que sea contraria a las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad sobre Jerusalén, incluso por otros países además de los Estados Unidos de América, carece de efecto legal y no puede cambiar la aplicabilidad del derecho internacional a esta situación.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
6.- El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) reafirma que no se reconoce la soberanía de Israel sobre Jerusalén y que su estatuto sigue sin resolverse; Jerusalén ha sido designada durante mucho tiempo como una cuestión de estatuto definitivo en el proceso de paz del Medio Oriente, Jerusalén Oriental continúa siendo un territorio ocupado desde el año 1967 y, el traslado de la Embajada de los Estados Unidos de América no cambia estos hechos.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
7.- El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) también recuerda la adopción, por una abrumadora mayoría, de la resolución de la Asamblea General ES-10/19 de fecha 21 de diciembre, en la que se reafirmaron las resoluciones pertinentes; se reiteró el llamado a todos los Estados a abstenerse de establecer representaciones diplomáticas en la Ciudad Santa de Jerusalén, de conformidad con la resolución 478 (1980) del Consejo de Seguridad; y se destacó que Jerusalén es una cuestión de estatuto final que debe ser solucionada por medio de negociaciones en consonancia con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
8.- El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) subraya que las decisiones y acciones ilegales emprendidas por los Estados Unidos de América sólo conseguirán envalentonar a Israel para que siga ejecutando políticas y prácticas con el fin de consolidar su control y anexión de facto de la Ciudad. Por otra parte, advierte enfáticamente que tales acciones sólo continuarán avivando las tensiones, lo que resultará en potenciales repercusiones de gran alcance. Por lo tanto, el Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) reitera su llamado al Gobierno de los Estados Unidos de América a que revierta su decisión del 06 de diciembre de 2017 y el traslado de su Embajada el 14 de mayo de 2018; y a que actúe de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, para salvar las perspectivas de una solución justa, y garantizar, sin demoras, un futuro de paz, seguridad, prosperidad y PRESIDENTE BURÓ DE COORDINACIÓN MOVIMIENTO DE PAÍSES NO ALINEADOS dignidad tanto para el pueblo palestino como para el pueblo israelí. El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) hace un llamado a todos los Estados a que continúen respetando plenamente todas las resoluciones del Consejo de Seguridad relacionadas con Jerusalén y la situación en el resto de los Territorios Palestinos Ocupados y, hace énfasis en que tal respeto es esencial para calmar y corregir la situación actual y para hacer avances en las perspectivas de paz.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
9.- El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), teniendo en consideración el deterioro de la situación, reafirma la urgencia de emprender esfuerzos inmediatos para abordar la situación crítica y revivir las esperanzas del pueblo palestino, prestando la debida atención a esta delicada coyuntura y a su sufrimiento, en vista de que han transcurrido más de 50 años de ocupación extranjera israelí de su territorio y que el 15 de mayo de 2018 se cumplirán 70 años de la trágica Nakba del pueblo palestino en 1948. Por otra parte, tras reflexionar sobre el largo sufrimiento y lucha del pueblo palestino para la consecución de sus derechos humanos inalienables, se reafirma la determinación del Comité Ministerial del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) sobre Palestina, con el apoyo del Movimiento y del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en su conjunto, de continuar asistiendo al pueblo palestino en su lucha legítima por la justicia, la dignidad, la paz y el ejercicio de sus derechos inalienables, incluido su derecho a la autodeterminación y a la libertad en su Estado Independiente de Palestina, con Jerusalén Oriental como su capital, y a una justa solución al sufrimiento de los refugiados palestinos, sobre la base de la resolución 194 (III).</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
10.- El Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) hace, por lo tanto, un llamado a intensificar los esfuerzos para movilizar la asistencia internacional, como parte de un proceso colectivo, con el fin de alcanzar, sin demoras, el fin de la ocupación israelí que comenzó en 1967, así como una paz amplia, justa y duradera en el Medio Oriente, sobre la base de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, los términos de referencia de Madrid, incluyendo el principio de paz por territorio, la iniciativa de paz árabe y la hoja de ruta del cuarteto, destacando que una solución pacífica a la cuestión de Palestina es esencial para la instauración de la paz y la estabilidad en el Medio Oriente y a nivel mundial.</div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; min-height: 12px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="color: black; font-family: "Helvetica Neue"; font-size: 11px; line-height: normal; text-align: justify;">
Nueva York, 14 de mayo de 2018</div>
</td></tr>
</tbody></table>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-71863725253031824312018-05-14T20:43:00.001-07:002018-05-14T20:45:12.371-07:00Simona V. Yagenova La tragedia palestina<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Simona
V. Yagenova<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 177.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La
tierra se estrecha para nosotros. Nos hacina en el último pasaje y nos
despojamos de nuestros miembros para pasar. La tierra nos exprime. ¡Ah, si
fuéramos su trigo para morir y renacer! ¡Ah, si fuera nuestra madre para
apiadarse de nosotros! ¡Ah, si fuéramos imágenes de rocas que nuestro sueño
portara cual espejos! Hemos visto los rostros de los que matará el último de
nosotros en la última defensa del alma. Hemos llorado el cumpleaños de sus
hijos. Y hemos visto los rostros de los que arrojarán a nuestros hijos por las
ventanas de este último espacio. Espejos que pulirá nuestra estrella. ¿Adónde
iremos después de las últimas fronteras? ¿Dónde volarán los pájaros después del
último cielo? ¿Dónde dormirán las plantas después del último aire? Escribiremos
nuestros nombres con vapor teñido de carmesí, cortaremos la mano al canto para
que lo complete nuestra carne. Aquí moriremos. Aquí, en el último pasaje. Aquí
o ahí... nuestra sangre plantará sus olivos. Mahmud Darwich,poeta palestino<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 177.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hoy 14 de mayo 2018 el
ejército israelí masacró 57 palestinos y hirió a más de 2,700. Un día más de la
larga historia de la tragedia palestina Al Nakba que en segunda etapa <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cumple mañana 70 años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La indignación de millones
de habitantes de nuestro planeta ante el genocidio cometido contra el pueblo
palestino en Gaza, se estrella contra el muro de impunidad de un sistema mundo,
controlado por el capital transnacional, los poderes imperiales y un Estado “Canalla”
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>violenta de manera sistemática las
normas internacionales en materia de derechos humanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La agresión histórica y
actual contra el territorio palestino ,justificado discursivamente con la
repetitiva y falaz excusa de autodefensa, revela una agresiva escalada cuya
única finalidad es la colonización del territorio, el asesinato en masas, forzar
el exilio, el desplazamiento y la destrucción de todo aquello que es parte
consustancial de la resistencia cultural, política, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>religiosa y material del pueblo palestino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Los desgarradores gritos de
las madres, niños y hombres palestinos surgidos desde el más profundo dolor,
rabia e indignación son el testimonio de un digno pueblo que ha resistido la
ocupación, la política de apartheid, el permanente despojo de su territorio y
la violencia fascista impuesta por el Estado de Israel. El cinismo y
complicidad de la comunidad internacional, cuyo accionar se diluye en vacías e
hipócritas declaraciones, dejan la mano libre para que continúen asesinado y
destruyendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La nueva agresión se realiza
en un momento histórico en que el accionar destructivo del capital se explaya,
se profundiza y se extiende. Los operativos imperiales en Iraq, Afganistán,
Libia, Siria han devastado estos territorios que son disputados por empresas
transnacionales, ejércitos de mercenarios subcontratados, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que han dejado un legado <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de destrucción y de despojo, pilares
fundamentales sobre los cuales se asienta el modelo de acumulación global
actual. Este es el futuro que espera a la humanidad y a nuestra patria grande,
sino se avance con pasos gigantescos en la construcción de un orden mundial
distinto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Romper relaciones
diplomáticas, promover el boicot, desinversión y sanciones (BDS) acompañado de
la persecución jurídica que garantice que los responsables sean juzgados en la
Corte Penal Internacional son las únicas acciones que permitirían una eventual
paz para el pueblo palestino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Mientras tanto, Palestina se
desangra. Mientras tanto se destruye la vida. Mientras tanto, se masacra a los
niños y niñas. Mientras tanto, se destruyen las mezquitas, las iglesias.
Mientras tanto se destruyen hospitales y escuelas. Mientras tanto, se asesina a
las heroicas mujeres palestinas, defensoras y reproductoras de la vida, de la
cultura y de la resistencia de su pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La agresión contra el pueblo
de Palestina es una agresión contra la humanidad. Si no somos capaces de responder
de manera individual y colectiva a este drama, somos co-responsables de un
lúgubre futuro, donde prevalecerá la muerte y destrucción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Si, Mahmud Darwich tiene
tanta razón. La tierra se estrecha para nosotros. Nos lo está arrebatando un
sistema de poder perverso que duerme la conciencia, que mercantiliza la vida, la
madre naturaleza y se nutre de la muerte de vidas inocentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Nombres
de palestinos/as asesinados hoy 14 de mayo 2018 según datos proporcionados por
el Ministerio de Salud de Gaza en el transcurso de la tarde. Faltan aún más
nombres<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">1. Ezz el-din Musa Mohamed Alsamaak, 14
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">2. Wisaal Fadl Ezzat Alsheikh Khalil, 15
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">3. Ahmed Adel Musa Alshaer, 16 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">4. Saeed Mohamed Abu Alkheir, 16 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">5. Ibrahim Ahmed Alzarqa, 18 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">6. Eman Ali Sadiq Alsheikh, 19 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">7. Zayid Mohamed Hasan Omar, 19 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">8. Motassem Fawzy Abu Louley, 20 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">9. Anas Hamdan Salim Qadeeh, 21 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">10. Mohamed Abd Alsalam Harz, 21 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">11. Yehia Ismail Rajab Aldaqoor, 22
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">12. Mustafa Mohamed Samir Mahmoud
Almasry, 22 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">13. Ezz Eldeen Nahid Aloyutey, 23 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">14. Mahmoud Mustafa Ahmed Assaf, 23
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">15. Ahmed Fayez Harb Shahadah, 23 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">16. Ahmed Awad Allah, 24 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">17. Khalil Ismail Khalil Mansor, 25
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">18. Mohamed Ashraf Abu Sitta, 26 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">19. Bilal Ahmed Abu Diqah, 26 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">20. Ahmed Majed Qaasim Ata Allah, 27
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">21. Mahmoud Rabah Abu Maamar, 28 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">22.Musab Yousef Abu Leilah, 28 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">23. Ahmed Fawzy Altetr, 28 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">24. Mohamed Abdelrahman Meqdad, 28 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">25. Obaidah Salim Farhan, 30 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">26. Jihad Mufid Al-Farra, 30 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">27. Fadi Hassan Abu Salmi, 30 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">28. Motaz Bassam Kamil Al-Nunu, 31 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">29. Mohammed Riyad Abdulrahman Alamudi,
31 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">30. Jihad Mohammed Othman Mousa, 31
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">31. Shahir Mahmoud Mohammed Almadhoon,
32 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">32. Mousa Jabr Abdulsalam Abu Hasnayn,
35 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">33. Mohammed Mahmoud Abdulmoti Abdal’al,
39 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">34. Ahmed Mohammed Ibrahim Hamdan, 27
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">35. Ismail Khalil Ramadhan Aldaahuk, 30
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">36. Ahmed Mahmoud Mohammed Alrantisi, 27
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">37. Alaa Alnoor Ahmed Alkhatib, 28 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">38. Mahmoud Yahya Abdawahab Hussain, 24
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">39. Ahmed Abdullah Aladini, 30 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">40. Saadi Said Fahmi Abu Salah, 16 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">41. Ahmed Zahir Hamid Alshawa, 24 years
old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: 7.5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">42. Mohammed Hani Hosni Alnajjar, 33
years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span lang="EN-US" style="color: #333333; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">43.
Fadl Mohamed Ata Habshy, 34 years old<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<br />Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-2253522004797958812018-04-22T17:20:00.000-07:002018-04-22T17:20:00.304-07:00Gran Bretaña Jeremy Corbyn, la reconquista del Partido Laborista por la izquierda y sus perspectivas gubernamentales<div class="surtitre" style="background-color: white; color: #ed2225; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 18px; padding-top: 10px; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-style: italic;"> François Chesnais</span></div>
<div class="surtitre" style="background-color: white; color: #ed2225; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 18px; padding-top: 10px; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-style: italic;"><br /></span></div>
<div class="texte" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px;">
<div style="text-align: justify;">
A finales de 2017 aparecieron dos libros en el Reino Unido, en ediciones ampliadas, sobre el claro desplazamiento hacia la izquierda del Partido Laborista, que ha pasado ya la página del New Labour de Blair, así como sobre el recorrido político y la personalidad de su nuevo dirigente Jeremy Corbyn. Tratándose del más importante partido socialista/socialdemócrata del mundo, que tiene hoy 570.000 adherentes, su éxito electoral en junio de 2017 con un programa claramente antiausteritario merecería ya un interés por esta evolución.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La posibilidad de una victoria del Labour en nuevas elecciones, a las que la crisis interna del gobierno conservador puede conducir en un futuro bastante próximo, incita aún más a proponer su lectura. Nos ayuda a comprender cómo un diputado veterano que se ha dado a conocer por su apoyo a un conjunto de causas progresistas -antinuclear, antiguerra, antiapartheid, defensa de los derechos de homosexuales, acogida de personas migrantes- y un constante rechazo a votar las leyes austeritarias de los gobiernos Blair [mayo 1997-junio 2007] y Gordon Brown [junio 2007-mayo 2010], ha logrado hacer converger tres procesos: 1º el interno del Labour, de resistencia creciente de la militancia de base al programa thatcherista-blairista, jamás acabado, de destrucción de los servicios públicos; 2º la decisión de los sindicatos, entre ellos los dos más grandes, de implicarse de nuevo en la orientación del partido del que son una componente; 3º el hecho, en fin, de que miles de estudiantes y militantes asociativos se han vuelto hacia el Partido Laborista para hacer de él un instrumento político en su lucha contra el Partido Conservador y la City.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El libro de Richard Seymour, <i>Corbyn, The Strange Rebirth of Radical Politics,</i> se interesa además de forma particular por los ataques sin tregua que los medios han realizado contra Corbyn desde su elección a la cabeza del Labour en 2015 y a la detestación tenaz que le dedica la mayoría de las y los diputados laboristas, muchos de los cuales son aún de tendencia blairista. El de Alex Nunns <i>The Candidate, Jeremy Corbyn’s Improbable Path to Power</i> está basado en una larga investigación entre militantes y simpatizantes del Partido Laborista, de la que había adelantado un esbozo en un artículo publicado en 2015 en <i>Le Monde Diplomatique</i>. Sigue las evoluciones micropolíticas internas del Labour, ellas mismas consecuencia de los profundos cambios sociales que pocos observadores británicos habían visto, y aún menos los editorialistas extranjeros. Es precioso por la masa de información que aporta sobre Momentum, especie de "movimiento de movimientos" que ha dado a Corbyn el apoyo masivo, "en la calle, en el puerta a puerta y en las urnas", de decenas de miles de jóvenes politizados.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La experiencia británica tiene fuertes rasgos <i>sui generis</i>. Tiene que ver a la vez con la historia muy particular del Partido Laborista y con la amplitud así como la intensidad de la movilización de la juventud, igual que el camino político que ha elegido. Al final de su libro Nunns se pierde un poco en los detalles de la campaña de 2017 por muy importantes que fueran. En cambio Seymour concluye recordando la potencia de las fuerzas sociales y de los cerrojos instituciones a los que un gobierno Corbyn se enfrentará una vez elegido. Se pregunta qué medidas podrá Corbyn verdaderamente poner en marcha.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta preocupación guía igualmente un tercer libro, bastante más corto y de un carácter diferente. Está publicado por militantes del ala izquierda a la que pertenecen John McDonnell, brazo derecho de Corbyn y canciller de economía en el gabinete fantasma del New Labour. Titulado <i>For the Many: Preparing Labour for Power</i>, examina el programa del Partido Laborista en las elecciones de junio de 2017 y la forma en que podría ser mejorado en las próximas citas electorales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Las elecciones generales de junio de 2017, preparadas por las de 2015 y de 2016 en el seno del Labour</b></div>
<div style="text-align: justify;">
El 8 de junio de 2017, las elecciones legislativas anticipadas, convocadas por la Primera Ministra Theresa May, vieron como el Partido Laborista dirigido por Jeremy Corbyn, cabeza visible histórica del ala antiblairista del New Labour, ganaba más de 3,5 millones de votos en relación a las elecciones precedentes y saltaba 9,6 puntos en el porcentaje nacional, es decir, su más importante progresión desde las elecciones de 1945. En abril, cuando Theresa May tomó la decisión de celebrar esas elecciones, las encuestas le daban al Partido conservador el doble de votos que al laborista. El resultado de junio de 2017 del Labour fue tanto más espectacular en la medida que su programa claramente marcado a izquierda rompía con más de dos decenios de blairismo y que Corbyn fue presentado por los medios como un agitador irresponsable, sostenido por un aparato político que había caído en manos de la extrema izquierda. Es así, en efecto, como los medios caracterizan a la corriente Labour Representation Committee, situada a la izquierda, a la que pertenece McDonnell. Durante la campaña electoral una parte de la derecha blairista hizo abiertamente campaña contra los candidatos corbynistas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Evidentemente, la situación post-Brexit ha influido mucho en la decepción de los Tories y la de Theresa May en particular. Pero al menos otrotanto el hecho de que por primera vez desde su derrota a manos de Margaret Thatcher en 1979, el Labour se ha presentado con un programa claramente a la izquierda y con un dirigente audible por todos los estratos de la juventud. Los resultados vinieron a confirmar y reforzar el proceso que vio primero en septiembre de 2015 ser elegido a Corbyn a la cabeza del Labour, con el 59,5% de los votos en unas elecciones abiertas a los y las simpatizantes (ver más adelante), resistir en junio de 2016 a una tentativa de las y los parlamentarios de forzarle a dimitir antes de ser elegido por el 62% de las y los delegados en el congreso del Partido en septiembre de 2016. Tres factores, como he subrayado, han permitido este resultado: 1º el rechazo muy fuerte por las estructuras de base del partido de las posiciones tomadas en Westminstar por las y los diputados del grupo parlamentario que Tony Blair ha mantenido como suyos incluso después de su dimisión como Primer Ministro en 2007; 2º un desplazamiento a la izquierda de los sindicatos que son miembros constitutivos históricos del Partido Laborista; 3º, en fin, el apoyo determinado de decenas de miles de jóvenes politizados y politizadas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hay que añadir a ello un elemento propio de la constitución no escrita del Reino Unido, a saber, su sistema electoral de escrutinio uninominal a una vuelta (<i>first past the post</i>) que incita con fuerza a intentar hacer del Partido Laborista un instrumento de lucha. Debido al modo de escrutinio, pequeñas formaciones, como el Partido Verde, han quedado bloqueadas fuera del Parlamento. El partido nacionalista xenófobo, Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) no ha entrado hasta 2015. La mayor organización trotskista británica ha sido la The Militant, que optó en su momento por convertirse en una corriente del Labour.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tanto entre los conservadores como entre los laboristas el modo de escrutinio convierte a las escisiones en un suicidio. Hoy los amigos de Blair ni piensan en ellas como tampoco pensó en ellas el ala izquierda constituida en torno a Tony Benn en los años 1980. Es por tanto en el seno del Partido Laborista donde la oposición a las políticas neoliberales se ha organizado en el curso de luchas internas realizadas tanto por los sindicatos, que son una componente histórica, como por la gente afiliada en las estructuras de base de las circunscripciones de electorado popular. Antes incluso de que la juventud lanzara su fuerza a la batalla, se ha asistido así a lo largo de al menos una decena de años a cambios micropolíticos difícilmente detectables, incluso por quienes han sido sus protagonistas. Un partido del que Blair había cambiado el nombre a New Labour en 1994 -y que la mayoría de los observadores creía irreversiblemente "blairizado"- se ha desplazado hacia la izquierda sin que casi nadie se apercibiera de ello hasta que Corbyn ganó holgadamente las elecciones hechas por voto por correspondencia en septiembre de 2015.</div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Un partido fundado por los sindicatos en el que mantienen una fuerte influencia</b></div>
<div style="text-align: justify;">
En estas elecciones, el voto sindical ha sido decisivo y más precisamente el apoyo público que Corbyn ha recibido de dos poderosas federaciones, la de la función pública Unison y la de las y los trabajadores no especializados Unite que cuenta con 3 millones de afiliados y afiliadas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Las relaciones entre sindicalismo y política en Gran Bretaña han sido desde sus orígenes muy diferentes a las que hay en Francia donde la Carta de Amiens estableció una separación entre sindicato y partido. El congreso de la CGT de 1906 declaraba "la entera libertad para el sindicado, de participar, fuera del agrupamiento corporativo, en tales formas de lucha correspondientes a su concepción filosófica o política, limitándose a demandarle, en reciprocidad, no introducir en el sindicato las opiniones que profesa fuera (...) no teniendo las organizaciones confederadas, como agrupamientos sindicales, que preocuparse de los partidos y de las sectas que, fuera y al lado, pueden proseguir en total libertad la transformación social".</div>
<div style="text-align: justify;">
Exactamente en la misma época, en Gran Bretaña, los dirigentes sindicales trabajaban en la creación del Partido Laborista, cuya fundación les parecía indispensable cuando el sufragio censitario comenzaba a ceder el paso al sufragio universal (hay que esperar a 1918 para que éste esté plenamente establecido). Se acercan primero al Partido Liberal que apoya a algunos candidatos obreros. Esta solución es poco satisfactoria: se impone una representación política independiente de los obreros. Ahora bien el mismo período ve la formación de varios pequeños grupos socialistas, entre ellos el Partido Laborista Independiente (ILP) al que Georges Orwel pertenecería en los años 1930 y la Fabian Society que reúne a intelectuales y profesionales de clase media. Algunos sindicalistas audaces buscan la vía de un acercamiento a ellos.</div>
<div style="text-align: justify;">
En 1899, Thomas Steels, del sindicato de ferroviarios propone a su sección que la organización confederal Trade-Union Congress (TUC), que reune a todos los sindicatos, convocara un congreso especial que tendría como objetivo la unificación de los sindicatos y de los grupos de izquierda en el seno de un organismo único que apoyaría a candidatos a las elecciones. La propuesta encuentra el apoyo necesario en el seno del TUC.</div>
<div style="text-align: justify;">
El congreso se celebró en 1900, representando los sindicatos alrededor de un tercio de los delegados. El congreso adoptó la moción del jefe del Partido Laborista Independiente, Keir Hardie, de formar un "grupo distinto de trabajadores en el Parlamento, con sus propias consignas de voto y que se pondrá de acuerdo sobre sus políticas, que integrarán la posibilidad de cooperar con todo partido comprometido con la promoción de leyes que defiendan los intereses de los trabajadores". Así se crea la Labour Representation Committee (LRC), primer nombre del Partido Laborista, cuya tarea al comienzo es coordinar el apoyo a los diputados afiliados a los sindicatos o que representaran los intereses de la clase obrera. El partido tomaba el nombre de Labour Party en 1906.</div>
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Es difícil resumir en pocas líneas las relaciones entre los sindicatos y el Labour durante más de un siglo. El Labour ha estado en el gobierno varias veces con mayorías muy diferentes, correlaciones de fuerzas con el capital y relaciones igualmente muy diferentes con los sindicatos según los momentos. No hubo junio de 1936 en Gran Bretaña, pero las grandes conquistas sociales de 1945 fueron preparadas por el ascenso de los sindicatos en los años 1930 cuando se sucedían gobiernos de coalición dirigidos por el Partido conservador. La patronal se vio obligada a aceptar que estuvieran en igualdad en comisiones tripartitas creadas por el gobierno a medida que la Segunda Guerra Mundial se hacía inevitable. Su fuerza era tal que en 1940, Ernest Bevin, entonces Secretario Nacional del muy poderoso sindicato de los obreros del transporte (por tanto los dockers) y de los trabajadores no especializados (luego Unite), entró en el gobierno Churchill como Ministro de Transportes.</div>
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El gobierno laborista de 1945 contó con varios ministros que habían comenzado su carrera como cuadros sindicales. Las reformas sociales de los años 1945-1948 marcan el apogeo de la influencia de la clase obrera. La continuación es la de las relaciones complicadas hechas de negativas a satisfacer las reivindicaciones obreras y de injerencias en las conquistas sociales. La alternancia entre laboristas y conservadores en Whitehall ha puesto a las direcciones sindicales en situaciones difíciles. A menudo no se han opuesto a los gobiernos y se han encontrado enfrentadas con sus bases.</div>
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La llegada del New Labour al gobierno en 1997 y la opción reiterada de Blair de no tocar la legislación Thatcher provocaron fuertes tensiones y un divorcio completo con los sindicatos en el plano social, con consecuencias en el funcionamiento interno del Partido Laborista. Así, los sindicatos de la marina y de los bomberos se desafiliaron del New Labour (<i>opt out</i>) mientras que Unison y Unite se quedaron. La afiliación implica fuertes obligaciones financieras para los sindicatos, pero también es una fuente de dependencia del partido. Durante mucho tiempo dió a sus dirigentes un poder considerable que resultaba de la regla del voto bloqueado en los congresos. Tras duras batallas los estatutos fueron cambiados. Desde 2013 los miembros de los sindicatos afiliados no son ya automáticamente miembros del Partido Laborista y deben afiliarse a él de forma individual (<i>opt in</i>). A pesar de todas estas dificultades, la pertenencia de los sindicatos al Labour ha dado a sus estructuras un grado elevado de solidez y ha creado la obligación para sus dirigentes de ir a ellas a defender su política. Blair pudo rechazar en 1999 echar atrás las leyes thatcheristas, pero le habría sido imposible hacer lo que Thatcher hizo, romper la huelga de los mineros y más tarde la de los dockers como lo hizo ella para imponer la flexibilización del trabajo y la precarización del empleo. Hoy, tras varios cambios estatutarios, la capacidad de los sindicatos de influir sobre las posiciones del Labour depende menos de los escaños que les son atribuidos de oficio en las instancias dirigentes que de la participación de sus afiliados y afiliadas en la vida y las actividades del Partido.</div>
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<b>Una estructura de base en la que las y los afiliados tienen un peso importante</b></div>
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El Partido Laborista es bastante menos piramidal que la mayor parte de los partidos. Es incluso casi bicéfalo. Bajo la palabra Labour se encuentran dos estructuras diferentes, incluso muy diferentes, el Parliamentary Labour Party en donde se encuentran todos los diputados y el, o más exactamente los, "partidos de circunscripción", Constituency Labour Party (CLP), donde se encuentra los afiliados al partido en cada una de las 600 circunscripciones del Reino Unido. El "partido de circunscripción" corresponde poco más o menos a lo que es (o era) la sección en el Partido Socialista en Francia.</div>
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Veamos este "poco más o menos" más de cerca. La entrada Wikipedia para el PS nos dice que "La sección es el marco de militancia más directo: son las secciones las que organizan las pegadas de carteles, las distribuciones de panfletos, los puerta a puerta, etc. Son ellas también las que constituyen el enlace esencial entre lo "nacional" (dirección nacional), la "fede" (federación departamental), las y los electos y militantes y es en su seno donde se practica el debate interno, ya en el marco de un congreso o de una consulta interna".</div>
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En el caso del Labour, el CPL no es un enlace, sino una estructura que goza de una gran autonomía. La fuerte presencia de militantes sindicales tiene mucho que ver con ello. Está dividido en ramas locales más pequeñas y dirigido por un comité ejecutivo y un comité general compuestos de delegados que vienen de las ramas, de los sindicatos afiliados y de las asociaciones de izquierda en la circunscripción. En estas instancias, pero también en asamblea general, los CPL se adueñan de todas las cuestiones que afectan a los ciudadanos y ciudadanas en el plano municipal y las y los asalariados en su vida fuera de la fábrica.</div>
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Los CPL se han situado siempre más a la izquierda que el partido parlamentario y salvo en 1945-1951 más a la izquierda que los gobiernos laboristas, no solo en materia de política económica y social sino también sobre las cuestiones de política internacional. La existencia de los partidos de circunscripción ha asegurado la legitimidad de los portavoces de la izquierda laborista, en particular la de Tony Benn en los años 1980. Encarnó la oposición a Blair en la proclamación del New Labour thatcherizado y a cuyo lado Corbyn llevó a cabo sus primeros combates. La militancia de izquierdas de los "partidos de circunscripción" se ha dotado en 1980 de un boletín de enlace de aparición mensual y una tirada importante, el <i>Labour Briefing</i>, primero entre las secciones del gran Londres y luego nacionalmente. Este boletín se ha convertido en el órgano del Labour Representation Committee desde su refundación en 2004. Presentado como una madriguera de trotskystas, McDonnell es su figura más destacada.</div>
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El divorcio entre los partidos de circunscripción y el gobierno ha sido particularmente claro desde el gobierno Blair. Sobre su política económica por supuesto, pero también su política exterior. La decisión en 2003 de invadir Irak al lado de George W. Bush dividió al partido en dos en los Comunes, con 254 votos a favor y 153 en contra o abstención. Jeremy Corbyn estaba en primera fila de la manifestación del 15 de febrero de 2003 que reunió a tres millones de personas contra la invasión de Irak, la mayor manifestación política jamás conocida en Inglaterra.</div>
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Son los CPL quienes designan a los candidatos tanto en las elecciones municipales como en las elecciones generales. El candidato a la diputación es elegido en principio en una lista de precandidatos aprobados nacionalmente. Si es elegido fuera de esta lista, el comité ejecutivo nacional debe a continuación ratificar la elección. Para apreciar el peso de los afiliados en la elección de las y los electos, en su circunscripción Tony Blair se vió rechazar su primera designación de candidatura a una elección municipal y tuvo muchas dificultades para obtener la necesaria para su escaño en Westminster. El New Labour ha conocido profundos cambios que habrían debido impedir el surgimiento del fenómeno Corbyn. Como ha señalado Thierry Labica el New Labour no solo ha sido un corpus de medidas políticas, sino también un nuevo modo de funcionamiento del partido, de una nueva distribución de sus correlaciones de fuerzas internas.</div>
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"Allí donde prevalece una distribución federal de las fuerzas en el seno del partido, las reorganizaciones internas de los años 1980 y 1990 han consistido en poner a distancia y debilitar las componentes organizadas (sindicatos, secciones locales) capaces de intervenir en la construcción de la orientación del partido, para implantar allí un orden descendente, entre una élite profesionalizada de expertos en comunicación y estrategias electorales, y una periferia de apoyos o de afiliados neutralizados en el marco de mecanismos institucionales complejos. (...). Los congresos pierden su vocación de momentos de elaboración programática en beneficio de un "National Policy Forum", fuera del alcance de la gente no iniciada. Por no tomar mas que un ejemplo de la fuerza nueva del control político en el seno del New Labour, cuando la intervención militar en Irak al lado de Bush acababa de dar lugar a las mayores manifestaciones de masas de la historia del país, y cuando esta intervención era la causa directa de los abandonos en masa de afiliados, la organización del congreso (Labour Party Conference) logró la hazaña de no permitir ninguna moción y ningún debate sobre el tema".</div>
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En su prefacio del libro <i>For the Many</i>, mencionado anteriormente, Ken Loach llama a la militancia a ejercer plenamente su derecho de designación en las futuras elecciones. Corbyn y MacDonnell no podrán hacer gran cosa en el gobierno si no tienen el apoyo de una importante mayoría de diputados que se posicionan en la izquierda. Son las posiciones políticas de cada diputado las que determinarán la puesta en marcha legislativa del programa electoral y el grado de radicalidad de las leyes votadas. Pero incluso el pleno ejercicio del derecho de designación no servirá de contrapeso quizás al hecho de que la composición social de las circunscripciones ha sido modificada, a menudo muy modificada, por la desindustrialización y el retroceso del peso social y político de los obreros que ha provocado. De ahí la gran importancia de la movilización de la juventud detrás de Corbyn.</div>
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<b>Momentum, respuesta a un "movimiento que buscaba una casa común"</b></div>
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Es así como Nunns titula el capítulo de su libro en el que analiza el tercer proceso que ha colocado a Corbyn a la cabeza del Labour, a saber, el apoyo que ha recibido desde hace cuatro años de decenas de miles de jóvenes. Estos y estas jóvenes se han politizado fuera del Labour en los combates sociales originales que han dado lugar a la formación de organizaciones que se puede calificar como "movimentistas". Puesto que pocos lectores de este artículo tendrán la ocasión de tener el libro de Nunns en sus manos, les remito en esta parte del artículo, más aún que en las precedentes, a entradas en la edición inglesa de Wikipedia, sabiendo que han satisfecho las exigencias de exactitud de la página web.</div>
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La autoorganización ha jugado un papel importante en los procesos que han conducido a la formación por coagulación de una especie de "movimiento de movimientos"y luego a la creación de Momentum como organización. Se sitúa su punto de partida en las grandes manifestaciones contra la subida de los precios de la matrícula universitaria de noviembre y diciembre de 2010. Estuvieron marcadas por numerosos enfrentamientos entre una policía, formada como en tantos países en la represión de calle, y los y las estudiantes. Estos enfrentamientos acabaron en muchas detenciones y penas de cárcel.</div>
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Un año más tarde, entre marzo y julio de 2011, hubo una larga fase de intensa movilización que fue más allá de los precios de las matrículas, contra los recortes presupuestarios del gobierno de David Cameron [mayo 2010-julio 2016], la destrucción del sistema de salud pública y la dimensión, poco conocida, contra la evasión fiscal. Las formas fueron variadas. Incluyeron numerosas acciones locales contra la evasión fiscal realizadas ante las sedes de los bancos (en particular el Barclays) y de grandes sociedades (como la de la telefonía Vodafone), realizadas por pequeños grupos de jóvenes reagrupados en un movimiento llamado UK Uncut, una serie de huelgas en los servicios públicos que estaban en el centro del punto de mira de los recortes del presupuesto de Cameron en la primavera de 2011 (hospitales, enseñanza) y una manifestación central en Londres convocada el 26 de marzo de 2011 por la confederación sindical Trade Unions Council (TUC), en la que participaron entre 300.000 y 500.000 personas.</div>
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En Francia, en el mismo período, el movimiento de los Indignados de la Puerta del Sol, Occupy Wall Street, o también la formación de Syriza en Grecia atrajeron mucha atención. En cambio lo que ocurría en el Reino Unido, pasó totalmente desapercibido. Sin embargo fue allí, más que muchos otros países, donde el combate contra las políticas de austeridad supo instalarse de forma duradera y tomar un carácter de masas gracias a movimientos como UK Uncut y sobre todo a la formación de la People´s Assembly. Se trata de una modalidad de Frente común social y político entre la corriente Labour Representation Committee de la que hemos hablado, los Verdes, la pequeña formación Left Unity creada por Ken Loach, diputados como Corbyn y varios grandes sindicatos. La People´s Assembly pudo convocar con su propia autoridad a manifestaciones de decenas de miles de personas (50.000) contra la austeridad en junio de 2014 y luego en junio de 2015 -en vísperas de las elecciones internas del Partido Laborista ganadas por Corbyn- hasta 150.000.</div>
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La victoria sin paliativos de Corbyn ha sido debida a la participación importante en la votación de nuevos miembros politizados en estas luchas. Ellos y ellas han podido sumarse gracias a la posibilidad abierta de inscribirse en el partido pagando una cotización de 3 libras (4 euros). Nunns explica que la idea vino de los blairistas persuadidos de que había un bloque de electores centristas por ganar. Por citarlo: "Ironía de la suerte, esta reforma interna había sido propuesta por la derecha del partido: los blairistas, fascinados por el modelo de las primarias en los Estados Unidos, hacían la apuesta de que la apertura del voto al gran público debilitaría la influencia de los sindicalistas y acabaría de anclar el partido en el fructuoso pantano del "centro". Cruel fue su decepción cuando se dieron cuenta de que el mecanismo que debía asegurarles su victoria servía de hecho a los intereses de la izquierda, encantada de poner a su favor la treta de sus adversarios".</div>
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Debido a factores analizados más arriba, en particular el apoyo político y financiero de Unison y de Unite, la elección de Corbyn a la cabeza del Labour se habría producido en cualquier situación, pero fue el voto de la nueva afiliación representativa de la juventud lo que le dio su carácter masivo. A fin de acercarles al Labour, un allegado a Corbyn, Jonathan Lansman, formó una organización llamada Momentum.</div>
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Momentum ofrece a los y las jóvenes una estructura que les permite militar apoyando a Corbyn teniendo en cuenta y sacando partido de sus modos de militancia específicos. El lugar estatutario concedido en el partido, desde el origen, a las asociaciones que combaten por la emancipación (los fabianos fueron los primeros) lo hacía posible. La forma de estructura exacta ha dado lugar a tanteos y algunas tensiones, pero hoy la organización cuenta con 37.000 miembros que tienen un carnet del Partido Laborista y representantes en el Comité Ejecutivo Nacional. La disponibilidad, el entusiasmo y la movilidad de los y las jóvenes militantes han sido una preciosa baza para Corbyn frente al ala derecha del Labour. Si pudo ganar las elecciones de septiembre de 2015 gracias a los sindicatos, han sido ellos y ellas quienes le han permitido resistir al ala derecha del partido. En la sesión del partido parlamentario que intentó empujarle a la dimisión a finales de junio de 2016, los y las militantes del gran Londres convocaron en 24 horas una concentración de apoyo a Corbyn que reunió a 10.000 personas y puso fin a las veleidades de golpe de Estado por parte del grupo parlamentario. Con la fuerza de esta victoria, tres meses más tarde, en el congreso de Brighton, en septiembre de 2016, Corbyn fue elegido por el 62% de los delegados y delegadas, entre quienes había un buen grupo de miembros de Momentum, mejorando así su resultado de 2015.</div>
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Un año más tarde, en las elecciones legislativas de junio de 2017, el trabajo militante de los y las jóvenes de Momentum fue verdaderamente decisivo en los resultados del Partido Laborista y la consolidación de la posición de Corbyn como potencial primer ministro. Los dos libros documentan la forma en que su apoyo permitió a Corbyn, de semana en semana, ganar confianza y afirmarse frente a Theresa May. En muchas circunscripciones la campaña laborista fue muy floja, una parte de la afiliación se mostraba poco entusiasta viendo a Corbyn salir adelante. Los equipos de Momentum lo paliaron desplazándose de una circunscripción a otra en una misma región. Se estima que el logro de 25 escaños laboristas fue gracias a ellos. En el congreso de finales de septiembre de 2017, miembros de Momentum hicieron su entrada en varias comisiones importantes y ayudaron a la izquierda a ganar diferentes votaciones sobre la orientación, provocando la inquietud de la patronal británica. Si se lee el boletín <i>Labour Friefing</i> se ve que es seguro que van a seguir los consejos de Ken Loach y que prepararán en las instancias locales las condiciones de la renovación de la representación parlamentaria en las próximas elecciones.</div>
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<b>¿Y mañana?</b></div>
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La decepción de Theresa May que ha perdido trece escaños y por tanto su mayoría en Westminster, así como el aumento espectacular de los votos del Labour en 2017 han sido en gran parte debidos al militantismo de Momentum y al nivel elevado de la participación electoral joven. Éste no ha sido captado por los sondeos precedentes al escrutinio, aunque la acogida entusiasta hecha a Corbyn en los conciertos populares pudiera dejarlo entrever. En precedentes elecciones legislativas, la participación de los electores y electoras de entre 18 y 24 años estaba en alrededor del 40%. En 2017, ha subido al 72%, es decir bastante más que el nivel de participación general (68%), que fue el más fuerte desde las elecciones que llevaron al poder a Blair veinte años antes. En esta franja de edad, los laboristas ha superado a los conservadores en el 47%.</div>
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La prensa francesa ha visto en ello una respuesta de la juventud al Brexit en el que no se había implicado. En el capítulo que ha añadido a su libro Nunns es bastante categórico atribuyéndolo sobre todo al programa radicalmente antiausteritario de Corbyn y McDonell. Éste contenía en particular la renacionalización del ferrocarril, inversiones elevadas en el sistema de salud y el sector hospitalario, la supresión de los gastos de matrícula en la universidad, la reconstrucción de los derechos sindicales en los lugares de trabajo, la construcción de un millón de viviendas a precio o alquileres moderados en cinco años, el aumento de los salarios mínimos al nivel de salario mínimo vital (fijado en 10 libras esterlinas la hora), la supresión de contratos cero-horas, una batería de medidas para paliar la degradación de las jubilaciones.</div>
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En su artículo para <i>Le Monde Diplomatique </i>de 2015 Nunns subrayaba que "el hecho de que el movimiento antiausteridad en el Reino Unido se haya forjado en el marco de un gran partido de gobierno presenta grandes ventajas, pero también serios inconvenientes. El Partido Laborista no ha sido concebido para confrontarse al Estado. No es una organización que desafíe el orden establecido, como pudo hacerlo Syriza. Para triunfar, Corbyn va a tener que transformar el Labour en una fuerza militante capaz de mantener el increíble arrebato colectivo que le ha propulsado a su cabeza. Si la excitación generada estos últimos meses se propaga a otros sectores de la población y la aventura sigue su camino, Corbyn tiene todas sus posibilidades. Si el movimiento decae y el hombre de la renovación lleva su base a los viejos centros de poder, la ocasión será perdida" Se sabe lo que ocurrió con las promesas de enfrentamientos realizadas por Syriza. Pero sigamos en el Reino Unido. Las elecciones de junio de 2017 y el congreso laborista que las siguió en septiembre han mostrado que el "arrebato colectivo" no solo se había mantenido, sino que se había incluso ampliado con fuerza. En futuras elecciones no hay duda alguna de que lo será de nuevo, muy posiblemente con una fuerza suficiente para dar a Corbyn y McDonnell una mayoría en Westminster.</div>
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Pero el recuerdo por Nunns de que el Labour es un partido de gobierno, no formateado para confrontarse al Estado o para desafiar el orden establecido, vale plenamente. Las precauciones que el programa electoral de 2017 tomó con la patronal industrial y el carácter muy prudente de las medidas fiscales dan fe de ello. Interrogando a la historia del Labour en el gobierno, solo entre 1945 y 1948 durante el gobierno Atlee el consejo de ministros contó con un grupo de dirigentes plenamente defensores de los intereses de la clase obrera y con una determinación suficiente para aprovecharse de correlaciones de fuerzas favorables e imponer a la burguesía británica reformas que mermaban un poco, momentáneamente, sus posiciones. Pero fue con el mismo gobierno con el que el Reino Unido se implicó en el armamento nuclear contra las posiciones muy mayoritariamente antinucleares de las y los afiliados al Partido Laborista. El gobierno Wilson de 1967-1970 tiene en su haber la abolición de la pena de muerte, la legalización del aborto y la de la homosexualidad lo que no era poca cosa en aquella época, pero fue él quien permitió a la City emprender el proceso de liberalización financiera mundial. Corbyn y McDonnell están indiscutiblemente hechos del mismo material que Aneurin Bevan o Tony Benn, pero aunque la burguesía británica esté debilitada y desestabilizada políticamente por el Brexit y la crisis del Partido conservador, las relaciones entre trabajo y capital siguen siendo favorables al segundo. También perdura la herencia imperial. Corbyn ha tenido que sumarse a la producción del Trident (avión de combate), equivalente británico del Rafale francés.</div>
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Para concluir, en el Reino Unido no hay "futuros esplendorosos" a la vista, pero a diferencia de Francia reina allí un clima político no deletéreo e incluso entusiasta en la izquierda. La perspectiva es la de una llegada de Corbyn y McDonnell al gobierno que abriría un período marcado por una verdadera voluntad de su parte de hacer votar y de poner en marcha reformas que mejorarían la vida de las clases populares y de las clases medias y que reducirían el paro de los y las jóvenes. El grado en que el futuro programa, que será una versión un poco mejorada del de 2017, será aplicado no es algo dado por adelantado. Todo dependerá de la amplitud de la victoria del Labour y del número de diputados y diputadas laboristas dispuestos a ser una pizca radicales, debido a sus propias convicciones, pero también al grado de intensidad de la presión que la juventud ejercería sobre ellos. Una vez Corbyn y McDonnell en Whitehall, ¿continuará el arrebato colectivo que les ha llevado desde 2015? La historia nos lo dirá.</div>
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(Artículo enviado por el autor A l´Encontre y publicado en la revista Les Possibles, n 165 Primavera 2018).</div>
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<a class="spip_url spip_out auto" href="http://alencontre.org/europe/grande-bretagne/jeremy-corbyn-la-reconquete-du-parti-travailliste-par-la-gauche-et-ses-perspectives-gouvernementales.html" rel="nofollow external" style="color: #ed2225; text-decoration-line: none;">http://alencontre.org/europe/grande-bretagne/jeremy-corbyn-la-reconquete-du-parti-travailliste-par-la-gauche-et-ses-perspectives-gouvernementales.html</a></div>
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Traducción: Faustino Eguberri para <b><i>viento</i> sur</b></div>
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Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-29565447027343990332018-04-22T17:16:00.001-07:002018-04-22T17:16:24.194-07:00Caos sistémico: de la crisis de hegemonía global al momento populista<div class="surtitre" style="background-color: white; color: #ed2225; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 18px; padding-top: 10px;">
<div class="surtitre" style="padding-top: 10px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="soustitre" style="color: #333333; font-style: italic; text-align: justify;">
Juan Vázquez Rojo</div>
<div class="texte" style="color: #333333; font-size: 14px;">
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Para entender la sucesión de <i>cisnes negros</i> que se suceden en los últimos años: desde la victoria de Trump al Brexit, pasando por la guerra comercial entre China y EEUU o por los giros en la guerra de Siria, es necesario levantar la mirada y tomar perspectiva, más allá de las explicaciones particulares que se centran en el supuesto carácter convulso de dirigentes o poblaciones. De esta forma, partiendo de un enfoque holístico es posible afirmar que en el año 2008 el sistema-mundo ha iniciado una etapa de caos sistémico, esto es, el modelo hegemónico global liderado por EEUU después de la II Guerra Mundial ha entrado en una profunda crisis que afecta de forma directa a toda la estructura económica, política, social y cultural del planeta. Para entender esto, es necesario analizar la etapa de liderazgo estadounidense (1945-2007) y las crisis que se derivan desde ese momento.</div>
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En esta línea, siguiendo el enfoque planteado por Giovanni Arrighi (1994, 2001, 2005, 2007), desde hace unos quinientos años el sistema-mundo moderno alterna ciclos sistémicos de acumulación, esto es, ciclos económicos dirigidos por una potencia hegemónica. En dichos ciclos, existen dos etapas, una inicial de expansión material y una final de expansión financiera. La primera se centra fundamentalmente en la inversión en la esfera productiva, en la que se crea la riqueza realmente existente. Esta etapa llega a sus límites en el momento en el que el capital acumulado no se pude reinvertir con una rentabilidad suficiente, esto es, cuando nos encontramos ante una crisis de sobreacumulación. En ese contexto, el capital, que se caracteriza fundamentalmente por perseguir siempre espacios de rentabilidad, se canaliza hacia los canales financieros, dando lugar a una enorme expansión de los mismos. Como se ha afirmado, la riqueza realmente existente se crea en el ámbito productivo, por lo que la esfera financiera está intrínsecamente relacionada con la productiva y cualquier deslindamiento entre ambas tiene que ser necesariamente temporal. De este modo, las etapas de expansión financiera suelen ser mucho más caóticas, inestables y con recesiones recurrentes.</div>
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Asimismo, todo ciclo sistémico de acumulación está enmarcado en una estructura hegemónica, esto es, una determinada correlación de fuerzas congelada en una amalgama de instituciones, una determinada cultura y una forma de ver el mundo que impera y dirige a la sociedad en una dirección determinada, todo ello bajo la batuta de una potencia que actúa como hegemón. Aquí, la hegemonía se entiende del mismo modo que la entendía el filósofo sardo Antonio Gramsci (1970), es decir, esta sería el poder adicional del que goza un bloque dominante para hacer pasar su propio interés particular por el interés universal de la sociedad. Aunque el filósofo sardo planteó su concepto para las relaciones intraestatales, autores neogramscianos como Stephen Gill, (2011) o Robert Cox (1983, 2004) lo han desarrollado y aplicado al análisis de las relaciones internacionales. En este sentido, siguiendo el hilo argumental del párrafo anterior, la decadencia de las hegemonías está relacionada con las etapas de expansión financiera, en la que se alcanzan los límites de poder geoeconómicos y geopolíticos, aunque también culturales e ideológicos (Vázquez, 2016a).</div>
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<b>La hegemonía estadounidense</b></div>
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Durante 1945-2007 se desarrolló el ciclo sistémico de acumulación estadounidense. Después de la II Guerra Mundial, EEUU se convirtió en el motor principal de la acumulación de capital a nivel mundial, así como el director de las reglas de dicho proceso, liderando el ámbito económico, tecnológico, comercial, financiero, militar y cultural (Arrighi, 1994). La configuración del nuevo orden hegemónico, que precisa de una congelación de estructuras institucionales de la nueva correlación de fuerzas y dominio a nivel mundial, fue cimentada en los acuerdos de Bretton Woods, en la creación de las Naciones Unidas, la OTAN e instituciones como el Banco Mundial (BM) o el Fondo Monetario Internacional (FMI). Con los acuerdos de Bretton Woods se configuraba un orden financiero mundial con el dólar como moneda de reserva internacional mediante un sistema de tipos de cambio fijo y de convertibilidad en oro.</div>
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De esta forma, siguiendo a Iseri (2007, p. 6), los Estados Unidos impulsaban “un consenso cultural dentro del bloque capitalista y un papel hegemónico en el mundo occidental, basada en instituciones multilaterales internacionales”, algo que apuntalaba su legitimidad como potencia hegemónica emergente ganando así el rol de líder moral e intelectual, fundamental en cualquier orden hegemónico que genere consenso. Además, en el aspecto socioeconómico, esta etapa se caracterizó por la consagración del modelo laboral fordista, la estabilidad financiera mediante un cierto control de capitales a nivel mundial, el auge de las políticas keynesianas, estados proteccionistas, salarios relativamente elevados y la creación de estados del bienestar más o menos fuertes (Harvey, 2007). En resumen, podemos señalar que le hegemonía de EEUU se sustentó en base a los acuerdos de Bretton Woods, liderando la economía mundial con la moneda de reserva internacional, dibujando las líneas del Plan Marshall, el cual sirvió de impulso para dirigir la reconstrucción europea desde EEUU, y estableciendo las instituciones que garantizarían la estabilidad a nivel mundial.</div>
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Durante los años setenta, después de casi tres décadas de expansión económica y cierta estabilidad, la creciente competitividad de Alemania y Japón y el gasto de la guerra de Vietnam hacían mella en el valor del dólar y, por tanto, en la convertibilidad fijada en Bretton Woods. Además, las dos claves fundamentales que explican los límites de la expansión de posguerra y la consecuente crisis de la década de los setenta es la caída de la productividad del capital, es decir, la menor eficiencia de las inversiones empresariales debido a la saturación de los mercados en los países desarrollados, dando lugar a una caída de la ratio PIB/stock de capital de un 25% en Europa y más de un 30% en EEUU entre 1966 y 1980 (Álvarez, 2013). Este hecho se acelera con la crisis del petróleo en el año 1973, dando lugar a la ruptura del patrón oro-dólar (Vázquez, 2016a).</div>
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Así pues, en la década de los 70 se gestaban las bases de la expansión que se viviría durante la globalización financiera (1980-2007), que como señala Wolfgang Streeck (2017), daría lugar a que los Estados se localizaran en los mercados, y no los mercados en los Estados. Esta etapa se cimentaba en tres pilares: El primero, era la libre flotación del dólar, que proporcionaba a EEUU un poder adicional que le permitía evitar restricciones macroeconómicas tales como el déficit público o el déficit en la balanza por cuenta corriente. El segundo, las políticas neoliberales caracterizadas por los ajustes salariales, el control estricto de la inflación y del gasto público, así como por la privatización del sector público y la liberalización de los sectores comerciales y financieros. El tercer pilar es la financiarización de la economía, que venía empujada por los dos elementos anteriores y que facilitaba una vía de escape a la crisis de sobreacumulación de capital (Vázquez, 2016a).</div>
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En consecuencia, en las últimas tres décadas hemos vivido una expansión de los canales financieros de la economía a nivel global. Según los datos de la OCDE, atendiendo a la economía estadounidense, si el crédito al sector privado como porcentaje del PIB representaba un 87 % en 1970, en el año 2007 significaba el 206% del PIB; la capitalización bursátil pasó de un 41 % del PIB en 1975 a un 137 % en 2007; la participación en los beneficios totales del sector financiero pasó del 20% al 40 % entre la década de los ochenta y la de los dos mil (Vázquez, 2016a). A nivel mundial, los activos financieros (sin incluir los derivados) crecieron anualmente más del doble de la inversión no financiera o del PIB per cápita entre 1982 y el 2004 (Bustelo, 2007). En este contexto, en los países de la OCDE, el paro estructural y la deuda de las familias aumentaba mientras la participación de los salarios en el PIB caía 10 puntos entre la década de los ochenta y la de los dos mil (Vázquez, 2016a), de forma que el estancamiento de las rentas se compensaba con endeudamiento. En efecto, todos los sectores de la economía estaban directa o indirectamente afectados por la progresiva financiarización de la economía.</div>
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Este proceso de globalización financiera, iniciado por EEUU, se institucionalizó de forma radical en Europa a través del Tratado de Maastritch y el euro (Vázquez, 2016b), llevando hasta sus últimas consecuencias la desregulación financiera, el control de la inflación y del déficit, la privatización del sector público y la pérdida de soberanía estatal en favor de la integración financiera europea. Concretamente, con la creación del Banco Central Europeo, la soberanía económica y financiera quedaba supeditaba al dictamen de las instituciones de la eurozona, lideradas de facto por Alemania.</div>
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<b>Caos sistémico</b></div>
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La globalización financiera alcanza sus límites en el año 2007, momento en el que da comienzo la crisis económica más grande desde la acontecida en la década de los treinta del siglo XX. Además de una crisis económica, los años posteriores al 2008 reflejan una pérdida de la capacidad estadounidense de liderar el orden global, algo que se muestra en gran medida con la aparición de nuevos actores contrahegemónicos en el tablero geopolítico, destacando por encima de todos China y Rusia. En este sentido, el surgimiento de estas potencias no es nuevo ni repentino, pues se larva fundamentalmente en la expansión financiera del ciclo (sobre todo el caso de China) y tiene que ver fundamentalmente con las contradicciones que asume la potencia hegemónica al liderar el proceso de globalización financiera, que permite y provoca el desplazamiento del centro económico mundial del Atlántico al Pacífico, teniendo como centro principal el país chino (Vázquez, 2016a).</div>
<div style="text-align: justify;">
Por consiguiente, desde el año 2008 el sistema-mundo ha entrado en un momento de crisis de hegemonía y del orden mundial que está tornando en un colapso del mismo, situación que se puede denominar de <i>caos sistémico</i>. Concretamente, por caos sistémico “(…) entendemos una situación de grave y aparentemente irremediable desorganización sistémica. Cuando la competencia y los conflictos desbordan la capacidad reguladora de las estructuras existentes, surgen intersticialmente nuevas estructuras que desestabilizan aún más la configuración de poder dominante. El desorden tiende a autorreforzarse, amenazando con provocar un resquebrajamiento completo de la organización sistémica” (Arrighi, 2001, p.40).</div>
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Así pues, la alianza entre China y Rusia ha supuesto la formación de un bloque contrahegemónico que ha comenzado a impugnar la estructura hegemónica estadounidense. En esta línea, la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), la Nueva Ruta de la Seda o el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (NBD), son instituciones que giran en torno a China y pretenden formar una alternativa al BM o al FMI. En contraposición, las autoridades estadounidenses han comenzado una contraofensiva a sabiendas de lo que significa el peligro de China y Rusia, principalmente afianzando sus lazos con aliados clásicos. Esta ofensiva, a diferencia de lo que suele plantear, empezó con la administración Obama, pues la nueva estrategia estadounidense se materializa en tratados comerciales como los fallidos TTIP o el TTP, tratados de libre comercio que por un lado tenían como objetivo retomar las características del ciclo 1980-2007 y por otro pretendían afianzar las alianzas comerciales en América, Asia y en Europa, como freno a la expansión de la influencia china. De la misma forma, la administración Trump persigue frenar a China y a Rusia, aunque la estrategia sea distinta en lo referente a las medidas proteccionistas, algo que manifiesta la imposibilidad de revertir el ciclo finalizado en el 2007.</div>
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En medio de esta disputa, una de las claves del poder de Estados Unidos es el dólar. La divisa norteamericana continúa siendo la referencia del sistema monetario internacional, mediante la que se realizan la mayor parte de los intercambios comerciales en el mundo, por lo que todos los países están obligados a tener reservas de esta divisa para participar en los intercambios comerciales. Además, de forma paradójica, las crisis financieras en EEUU refuerzan el dólar como valor refugio, ya que en momentos de tensión los capitales huyen hacia esta divisa y hacia los valores del Tesoro de Estados Unidos dada su liquidez. El ejemplo paradigmático es el de China, el mayor tenedor de dólares y de valores del Tesoro estadounidenses, que afianza y apuntala el sistema financiero internacional (Vázquez, 2016a).</div>
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Así, a diferencia de cualquier país, Estados Unidos no tiene que preocuparse de tener reservas de divisas o de controlar el déficit público o por cuenta corriente, ya que posee la emisión de la moneda central en el sistema monetario internacional. Teniendo en cuenta la importancia del dólar para EEUU y los problemas que genera en el resto de países, cualquier potencia que quiera hacer frente al poder estadounidense debe empezar por debilitar la fuerza del dólar. En esta línea, la clave de la potencia de dicha divisa es su aceptación y su posterior circulación, por lo que para que ambos aspectos se debiliten es necesaria una alternativa. En la actualidad, China y Rusia empiezan a tejer canales que permitan comerciar entre ellos en sus propias monedas, algo que se puede acelerar en instituciones como el BAII, el NBD o los planes del país asiático de comprar petróleo en su propia moneda. Sin embargo, por el momento estas iniciativas están lejos de ser una alternativa al dólar, por lo menos en un periodo de corto plazo.</div>
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Además, en el ámbito geopolítico, no se puede entender conflictos como el de la guerra de Ucrania y, sobre todo, el de Medio Oriente sin atender a lo descrito en los párrafos anteriores. En esta batalla por cambiar la correlación de fuerzas, el control de los recursos energéticos, tanto las fuentes como las zonas de tránsito, resulta fundamental. Así, Oriente Medio es la zona con las mayores reservas de petróleo del mundo, por lo que, en la guerra fría que viven Irán y Arabia Saudí, las potencias mundiales tienen que realzar sus alianzas para afianzar sus intereses regionales. No obstante, Estados Unidos está desplazando su mirada hacia el Pacífico, intentando crear alianzas y dispositivos militares que frenen la expansión de China en la región.</div>
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<b>Momento populista</b></div>
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La ruptura de las instituciones hegemónicas a nivel global y la propia salida de la crisis, que ha acelerado la tendencia de aumento de la precariedad y desigualdad del ciclo 1980-2007, ha dejado fuera a una parte importante de la población, lo que ha provocado una grave crisis social a nivel mundial a finales del 2010. Esta crisis social, comienza con las manifestaciones de las revueltas árabes, el 15M en España y posteriormente el Occupy Wall Street, entre otras. En efecto, la fractura social se transforma en una crisis política, al materializar el hecho de que una parte importante de la población ya no confía en el bloque dominante, ya que este último ha perdido su condición hegemónica: ya no gobierna con legitimidad. Dicho de otra forma, la crisis de hegemonía interestatal se manifiesta de forma particular en distintas crisis de hegemonía intraestatal.</div>
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En consecuencia, en el ámbito propiamente intraestatal ha surgido un contexto o “momento populista”. De forma sintética, la mayor parte de herederos del pensamiento de Laclau y Mouffe (1987, 2005) caracterizan este momento como un resquebrajamiento de la legitimidad de los bloques dominantes, basado en la imposibilidad de integrar demandas sociales latentes. Así, una parte importante de la población pierde su confianza en el sistema de gobierno, por lo que dejan de operar las certezas y los relatos que sostenían e integraban el consenso entre gobernantes y gobernados. Para matizar correctamente este momento populista y no fragmentar los hechos sociales, políticos y económicos, es preciso enmarcarlo en lo que Karl Polanyi denominaba fase b (Polanyi, 2016). En esta línea, la pérdida de legitimidad se relaciona fundamentalmente con la respuesta social ante los límites de lo que el propio autor polaco llamaba “utopía de libre mercado”, esto es, el proceso de globalización financiera entre 1980 y 2007.</div>
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De esta forma, el caldo de cultivo social propicia el surgimiento de movimientos que articulen las demandas insatisfechas en un sentido concreto, fundamentalmente partidos populistas en el sentido <i>laclauniano</i> del término. En efecto, no es casualidad que la mayor parte de respuestas políticas en occidente sean soberanistas/nacionalistas/proteccionistas, pues son la respuesta de la sociedad que decide buscar protección y seguridad ante la ofensiva de libre mercado de los últimos 40 años. Concretamente, en el surgimiento de la figura de Trump se materializa de forma clara está doble crisis de hegemonía (intra e interestatal) pues es consecuencia del momento populista interno y de la pérdida de liderazgo global de EEUU.</div>
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Este proceso se reproduce de manera más evidente en la UE y en la eurozona. La pérdida de soberanía estatal a favor de la estructura supranacional (integración financiera europea), en última instancia implica el dominio de la potencia hegemónica interna (Alemania), conformado una división europea del trabajo, con un centro y una periferia diferenciados (Vázquez, 2016b). La propia configuración de la eurozona resulta la propuesta más radical de financiarización, en la que la dinámica del libre mercado acentúa la jerarquía entre países. Además, se produce la unificación de los mercados europeos en medio de un relato de pertenencia europea entre países con un sentimiento europeísta muy limitado. Las reacciones se materializan en movimientos populistas de distinta ideología que reclaman más soberanía, nación y/o protección, como el Brexit, Syriza o M5E, pero también Alternativa por Alemania, el Procès, el Frente Nacional, Amancer Dorado, Liga Norte, etc.</div>
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<b>Conclusión</b></div>
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En el momento histórico presente, las viejas estructuras hegemónicas levantadas en Bretton Woods no permiten un liderazgo firme y consensual ni una base sólida para asegurar un relanzamiento del ciclo económico. Así, las características que representaron el último ciclo (1980-2007) siguen siendo las mismas en la actualidad y los problemas de deuda privada y pública, de débil inversión, así como de reducida rentabilidad siguen acuciando en gran medida (Vázquez, 2016a). A su vez, China y Rusia se consolidan como actores de peso que reclaman una reconfiguración del orden mundial, aunque por el momento no existe una alternativa fuerte a la vieja estructura. En este contexto, no cabe duda de que el sistema-mundo ha entrado en una etapa de lo que Giovanni Arrighi llamaba caos sistémico, en el que el viejo mundo no acaba de morir y el nuevo no termina de nacer.</div>
<div style="text-align: justify;">
El ciclo de caos sistémico está lejos de resolverse, pues la pugna a nivel global sigue abierta es altamente probable un proceso de aceleración de la misma. En efecto, la tendencia hace prever que la batalla militar, comercial y financiera entre EEUU, Rusia y China se recrudezca en los próximos años. Sea como fuere, la estrategia que ha comenzado la administración Trump, lejos de reestablecer la hegemonía de EEUU, resulta un intento de frenar la decadencia como potencia mundial en ciertos aspectos, ya que su liderazgo está siendo dinamitado. De hecho, dada la configuración del ciclo 1980-2007 (sustentada en la financiarización y el dólar), cualquier retroceso en estas políticas (como son las proteccionistas) debilitan la posición estadounidense.</div>
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Además, teniendo en cuenta el escenario económico a nivel mundial, con elevados niveles de deuda, bajos niveles de rentabilidad y una latente burbuja de activos financieros, además de la retirada de los estímulos monetarios por parte de los Bancos Centrales, el regreso de otra fase de la crisis económica es altamente probable (Vázquez, 2016a). En efecto, una crisis en el sistema financiero global afectaría de forma rotunda al sistema euro, entrando en una nueva fase de crisis de deuda soberana en los países del sur de Europa. De este modo, la crisis de los sistemas políticos en occidente proseguirá su camino, barriendo del escenario a muchos de los gobiernos de centro izquierda y derecha, dando pie al crecimiento de partidos soberanistas/nacionalistas. En este marco, por el momento, los partidos que están tomando la cabeza son los de extrema derecha.</div>
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Por lo tanto, resulta complicado afirmar que se pueda cerrar la crisis económica, política, social y geopolítica en tanto no se configure un nuevo orden mundial que ponga fin al caos sistémico. Sin embargo, en los próximos años, seguramente décadas, se acelerará la pugna entre las principales potencias para ejercer una mayor influencia en la creación del edificio que represente el nuevo orden global. Históricamente, la pugna llevada a cabo en etapas de caos sistémico siempre derivaba en una guerra a escala. Este hecho resulta inquietante al poder contemplar una nueva guerra a gran escala que resuelva la pugna llevada a cabo en este caos sistémico.</div>
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18/4/2018</div>
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<span style="color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white;"><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span></div>
<span style="color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px;"> </span></span>Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-5379754058514869292018-04-22T17:09:00.005-07:002018-04-22T17:09:56.566-07:00Ricardo Atunes The New Service Proletariat<div class="breadcrumb breadcrumbs woo-breadcrumbs" style="background: rgb(255, 255, 255); border-bottom-color: rgba(0, 0, 0, 0.1); border-bottom-style: dotted; border-image: initial; border-left-color: initial; border-left-style: initial; border-right-color: initial; border-right-style: initial; border-top-color: initial; border-top-style: initial; border-width: 0px 0px 1px; color: #444444; font-family: "Average Sans", arial, sans-serif; font-size: 16px; margin: 0px 0px 3em; outline: 0px; padding: 0px 0px 1em; vertical-align: baseline;">
<div class="breadcrumb-trail" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Monthly Review<a href="https://monthlyreview.org/archives/2018/volume-69-issue-11-april/" style="background: transparent; border: 0px; color: #880000; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;" title="View Volume 69, Issue 11 (April 2018)">Volume 69, Issue 11 (April 2018)</a> <span class="sep" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">›</span> <span class="trail-end" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The New Service Proletariat</span></div>
</div>
<div class="disclaimer" style="background: rgb(204, 204, 204); border: 0px; color: #444444; font-family: "Average Sans", arial, sans-serif; font-size: 0.95em; line-height: 1.4em; margin: -1em 0px 1em; outline: 0px; padding: 1em; vertical-align: baseline;">
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<article class="post-113703 post type-post status-publish format-standard has-post-thumbnail hentry category-6093 category-volume-69-issue-11-april geography-global subject-labor subject-movements subject-political-economy" style="background-color: white; color: #444444; font-family: "Average Sans", arial, sans-serif; font-size: 16px; margin: 0px 0px 1.5em; position: relative;"><div class="byline" style="background: transparent; border: 0px; color: #999999; margin: 1em 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="mr-byline" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">by</em> <span class="coauthors test" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a class="author url fn" href="https://monthlyreview.org/author/ricardoantunes/" rel="author" style="background: transparent; border: 0px; color: #880000; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;" title="Posts by Ricardo Antunes">Ricardo Antunes</a></span></div>
<span class="pubdate" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent;">(Apr 01, 2018)</span></div>
</span><div class="byline-tags" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0.3em 0px; outline: 0px; overflow: hidden; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="subject" style="background: transparent; border: 0px; color: #444444; float: left; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span class="before" style="background: transparent; border: 0px; font-style: italic; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Topics: </span><a href="https://monthlyreview.org/subjects/labor/" rel="tag" style="background: transparent; border: 0px; color: #880000; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Labor</a> , <a href="https://monthlyreview.org/subjects/movements/" rel="tag" style="background: transparent; border: 0px; color: #880000; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Movements</a> , <a href="https://monthlyreview.org/subjects/political-economy/" rel="tag" style="background: transparent; border: 0px; color: #880000; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Political Economy</a></div>
<div class="geography" style="background: transparent; border: 0px; color: #444444; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span class="before" style="background: transparent; border: 0px; font-style: italic; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Places: </span><a href="https://monthlyreview.org/geography/global/" rel="tag" style="background: transparent; border: 0px; color: #880000; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Global</a></div>
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<div class="wp-caption" style="background: rgb(221, 221, 221); border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 0px 1px; vertical-align: baseline; width: 300px;">
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/04/Protest-against-worker-precariousness.jpeg" rel="lightbox" style="background: transparent; border: 0px; color: #880000; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;" title="Precarious workers protest in Portugal, 2017. Photo by Manuel de Almeida."><img alt="Protest against worker precariousness" class="woo-image thumbnail alignnone lazyloading" data-was-processed="true" height="300" src="https://monthlyreview.org/wp-content/uploads/2018/04/Protest-against-worker-precariousness-300x300.jpeg" style="background: rgba(255, 255, 255, 0.7); border: none; height: auto; margin: 0px; max-width: 100%; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: bottom;" title="The New Service Proletariat" width="300" /></a></div>
<div class="wp-caption-text" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 14.4px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.1em; margin: 1em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Precarious workers protest in Portugal, 2017. Photo by Manuel de Almeida.</div>
</div>
</div>
<section class="entry" style="font-family: "Open Sans", arial, sans-serif; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-top: 1em;"><div class="authorbio" style="background: rgb(221, 221, 221); border: 0px; clear: both; float: right; font-family: Cardo, Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 0.9em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 1em 1em; outline: 0px; padding: 1em; text-align: justify; vertical-align: baseline; width: 273px;">
<span class="authorbioname" style="background: transparent; border: 0px; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ricardo Antunes</span> is a professor of sociology at the University of Campinas, Brazil, and the author of <em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Meanings of Work</em> (Haymarket, 2013).</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In recent decades, the spread of information technology, industrial automation, and other innovations has inspired visions of a coming “postindustrial society of services,” in which the proletariat as it existed in earlier eras would effectively disappear. However, even a cursory survey of the reality of contemporary global labor markets belies this myth. The emergence of a new class of educated, salaried workers in high-tech fields is predicated on the increasing invisibility of workers employed in sectors and settings ranging from call centers and telemarketing to hotels and cleaning companies to retail, fast food, and care services. The great majority of these jobs are precarious in one way or another: seasonal, part-time, temporary, informal, or freelance, with little or no security or benefits.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
An emblematic example is the zero-hour contract, a perverse form of employment that thrives in the United Kingdom and elsewhere. Instead of working a fixed number of hours or shifts, zero-hour employees must remain perpetually at their bosses’ disposal, waiting for a call. Once they receive this call, they are paid only for the time they actually work, and not for the time—days, weeks, even months—spent waiting. Information technology firms in particular have embraced this method of complete flexibilization of labor, which serves at once to make workers continually available for exploitation and to further normalize the regime of precariousness, leaving workers with ever fewer protections.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Uber is another example. The company’s drivers, who are treated as independent contractors rather than formal employees, must provide their own cars and pay for all expenses, including vehicle repairs, maintenance, insurance, and fuel. The Uber “app” is in fact a global private enterprise that uses wage labor masked as “independent” and “entrepreneurial” work to appropriate a larger share of the surplus value generated by the services of its drivers.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Still another example of these disguised forms of labor exploitation can be found in Italy, where a novel form of occasional and intermittent work was recently introduced: voucher-based work. Workers were paid with vouchers whose value corresponded to the exact number of hours they worked. But precariousness was not the only problem with this form of labor, which relied on an even more underhanded trick: the vouchers had to be paid at the legal minimum hourly wage, but contractors also offered to pay overtime hours at a rate below the legal minimum. The system enabled a degree of precariousness and exploitation greater even than that of occasional and intermittent work. For this reason, Italian trade unions denounced the practice, and the government was compelled to suspend it.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The spread of these new forms of informal, part-time, temporary, independent, occasional, and intermittent work has given rise to a new category of labor, the “precariat.” A movement of self-identified members of the precariat is quickly expanding in Europe, especially Italy, Spain, England, France, and Portugal. As this movement has struggled to find space in the structures of traditional trade unions, it is developing independently alongside them. Pioneering examples can be found in Italy, with the cases of San Precario in Milan, a movement fighting in defense of the precarious workers (including immigrants), and the Clash City Workers movement, a group with a strong presence in Naples made up of precarious and rebel youths.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-1" id="endnote-1-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">1</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Thus, what might be called the “uberization” of labor—a ruthless entrepreneurial <em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">modus operandi</em> aimed at generating more profit and increasing the value of capital through the forms of precarious labor outlined above—has expanded to a global scale. In addition, the fact that more and more work is done online has made it almost impossible to separate labor from leisure, and employees are increasingly expected to be available for work at any and all times.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The future of work for the world’s laboring masses appears to be one of flexible employment, with no pre-established working days, no clearly defined working spaces, no fixed wages, no pre-determined activities, no rights, and no protection or representation by trade unions. The system of “goals” itself is flexible: tomorrow’s goals are always changing, and must always be superior to those of the previous day.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The most important social and political consequence is the growth of what Ursula Huws has called the “cybertariat” and which Ruy Braga and I call the “infoproletariat.”<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-2" id="endnote-2-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">2</span></a>However it is named, the rise of this new labor regime poses difficult questions: should workers in the service sector be considered an emerging middle class? Or should they be considered part of a new proletariat of services? Or should they be treated as part of a new class altogether, the precariat?</div>
<h2 class="mr-heading" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 1.4em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 1px; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Middle Class, Precariat, or Proletariat?</h2>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In call centers, hotels, supermarkets, fast-food chains, large-scale retailers, and elsewhere, workers in the service sector have grown increasingly separated from the forms of intellectual work typical of the middle class, and are coming more and more to resemble what can be called a new “proletariat of services.” If the more traditional segments of the middle class are defined by the modes of their participation in production (doctors, lawyers and the other liberal professions), today, the salaried middle class is undergoing a steadily more evident process of proletarianization, whose scope by now exceeds that of Harry Braverman’s pioneering formulation in his 1974 book <em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Labor and Monopoly Capital</em>.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-3" id="endnote-3-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">3</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Because of their typical structural fluctuations, the middle classes are also defined by their ideology, cultural and symbolical values, and consumption choices.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-4" id="endnote-4-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">4</span></a> Thus, the higher segments of the middle classes distinguish themselves from the lower segments by means of the values they express, implicitly aligning themselves with the owning classes. By the same token, the lower segments of the middle classes tend to identify more with the working classes, given their similar levels of material life.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
It is for this reason that the consciousness of the middle classes appears often to be the that of a non-class. In some cases they are nearer to the owning classes, as with middle and upper-level managers, administrators, engineers, doctors, and lawyers; but others, particularly the poorer segments of the middle class, live and work in conditions quite similar to those of the working class. Consequently, these more proletarianized contingents of the middle class, especially those employed in the service sector, are increasingly involved, directly or indirectly, in the process of valorization of capital. Salaried workers in marketing, retail, food service, and so on find themselves rapidly approaching the condition of a new proletariat that is expanding globally.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
These observations cannot support either the arguments of analysts who categorize these workers as part of the middle class, or those who identify them with an alleged “new class,” the precariat.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-5" id="endnote-5-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">5</span></a> The new service proletariat works longer hours, with intensified rhythms, high turnover, and reduced wages, in conditions of growing insecurity, poor health, and minimal regulatory protections. Today members of the new service proletariat are the protagonists of many social struggles, rallies, and strikes around the world.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Previous studies have clearly shown that since the emergence of the present structural crisis of capital, the precarization of labor has accelerated significantly.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-6" id="endnote-6-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">6</span></a> The increase in labor exploitation, which is by now a <em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">super-exploitation</em>, has driven an enormous rise in informality, outsourcing, and uncertainty across the international labor force, not only in the global South but also extending to the advanced capitalist countries of the North.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-7" id="endnote-7-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">7</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In addition to upending existing labor structures, this process has torn at the social fabric of countries and communities. An emblematic case can be found in Portugal, where in March 2011, the discontent of the <em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">geração à rasca</em> (struggling generation) exploded into public protest. Thousands of demonstrators, among them youths and immigrants, precarious workers and the unemployed, women and men, took to the streets as part of the Precários Inflexíveis movement. According to its manifesto:</div>
<blockquote class="quote" style="background: transparent; border: 0px; color: blue; font-size: 14.4px; line-height: 1.4em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 10px 20px 10px 50px; position: relative; quotes: none; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<div style="background: transparent; border: 0px; color: #444444; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
We are precarious in work and in life. We work without contracts or with short-term contracts…. We are call-center workers, interns, unemployed, …immigrants, casual workers, student-workers…. We are not represented in statistics…. We can’t take leave, we can’t have children or be unwell. Not to mention the right to strike. Flexicurity? The “flexi” is for us. The “security” is for the bosses…. We are in the shadows but we are not silent…. And using the same force with which the bosses attack us, we respond and reinvent the struggle. In the end, there are many more of us than them. Precarious, yes, but inflexible.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-8" id="endnote-8-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 7.3125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">8</span></a></div>
</blockquote>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In Spain, the movement of <em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">indignados</em> broke out in 2011, when youths started protesting high levels of unemployment and the complete lack of life prospects. Whether they earned a university degree was irrelevant: the younger generation understood that they were doomed to be unemployed or, in the best scenario, to toil in precarious jobs.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In England that same year, riots exploded after Mark Duggan, a black man, was killed by the police. Poor, black, immigrant, and unemployed youths in London began a revolt, which in a few days spread to many towns across the country. This was the first significant social uprising in England (and in parts of the United Kingdom) since the Poll Tax protests that hastened the end of the government of Margaret Thatcher.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Also in 2011, in the United States, Occupy Wall Street protestors rose to denounce the hegemonic interests of financial capital and its nefarious consequences: soaring inequality, unemployment, and the epidemic of precarious labor, all of which hit women, immigrants, and black and Latino workers hardest.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In Italy, the 2001 May Day outbreak in Milan gave birth to San Precario, a movement that represents the heterogeneous mass of workers, youths, and immigrants that otherwise would be deprived of a voice.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-9" id="endnote-9-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">9</span></a> Other Italian groups of precarious workers include the Clash City Workers collective mentioned above.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-10" id="endnote-10-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">10</span></a> Apart from these, new trade union organizations have been founded to represent the weaker and more precarious segment of proletariat, including the Confederazione Unitaria di Base and, more recently, the NIdiL (an acronym for New Working Identity), which is part of Confederazione Generale Italiana del Lavoro (Italian Confederation of Labor), one of the country’s main trade union organizations.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
These and other developments spurred a debate about the rise of this new contingent of the working class, led by the British economist Guy Standing. Standing maintains that the precariat should be considered a separate class, distinct from the proletariat that formed during the Industrial Revolution and solidified in the Taylorist-Fordist Era. The precariat, according to Standing, is a new, disorganized class, ideologically dispersed and easily lured by “populist” policies, including those of neofascist movements. This description captures some salient features of the new proletariat of services, but nonetheless classifies this new segment of the proletariat as a “dangerous class,” distinct in essence from the working class.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-11" id="endnote-11-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">11</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
My formulation goes in the opposite direction. Contrary to the “new class” thesis, I believe that the new morphology of the “class-that-lives-on-its-labor” should include distinct segments, even if these at first appear incongruous. In fact, the working class has always been divided by internal differentiations of gender, generation, ethnicity, nationality, migration, skills, and more.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The service proletariat is thus a distinct segment of the working class, in all its heterogeneity, differentiation, and fragmentation. In the advanced capitalist countries, the more precarious members of society—including youths, immigrants, people of color, and others—recognize their place in this new segment of the proletariat, and that they are thus born under a kind of ill omen of diminished rights. Consequently, they must fight in every way to win those rights back. At the same time, the more traditional sectors of the working class, who have inherited the vestiges of trade unions and the welfare state, know they must fight to preserve their own rights, and to protect their labor conditions from the kind of degradation common among precarious workers. The fates of these two poles of the “class-that-lives-on-its-labor” are inextricably linked.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-12" id="endnote-12-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">12</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The logic of capital manifests itself in many ways, but it retains a basic unity. For this reason, the two vital poles of the world of labor must form a mutually supportive and organic connection to each other, or else suffer an even bigger defeat.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
As Marx showed in <em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</em>, precarization arose with the very creation of wage labor in capitalism. As the working class sells its labor power and is paid for only a part of its productive value, the resulting surplus appropriated by capital tends to expand through various mechanisms intrinsic to capitalism, including the intensification of labor, extension of the workday, restriction of workers’ rights, and more. Thus, the precariousness of the proletariat results from the struggle between the classes, which can in turn be expanded or reduced, depending on the relative strength of capitalist exploitation and of the working-class capacity for struggle and revolt.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
As Marx and Engels demonstrated, the forms of exploitation of labor change constantly, accentuated by the expansion of the relative surplus population, which allows capital to use surplus labor to intensify and increase the levels of exploitation and consequent precariousness of the working class. In contemporary capitalism, the relative surplus population, which Marx in <em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</em> designated as floating, latent, or stagnant, acquires new dimensions.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-13" id="endnote-13-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">13</span></a> This occurs through the enormous expansion and circulation of immigrant labor power on a global scale, multiplying the mechanisms of exploitation, intensification, and precariousness of labor.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
All this serves to further fragment the working class itself, which is already differentiated by branches, sectors, and the international division of labor, especially between the global North and South. The kind of internal divisions that Engels discerned in the British proletariat of the mid-nineteenth century are further amplified when one perceives the differential rate of exploitation between center and periphery.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-14" id="endnote-14-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">14</span></a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The ultimate outcome of this process depends on the ability of the working class to resist, organize, and fight back. If the two polar segments of the working class manage to establish links of solidarity and a shared class consciousness, and if they are united in their everyday fights, they will be able to form a stronger and better-organized opposition to the logic of capital.<a class="endnote-link" href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-15" id="endnote-15-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #d62e2b; font-family: monospace; font-size: smaller; font-weight: 700; line-height: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; text-decoration-line: none; top: -0.5em; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;"><span style="background: transparent; border: 0px; font-size: 8.125px; line-height: 0; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; top: -0.5em; vertical-align: baseline;">15</span></a> In this respect, the role of the new proletariat of services is emblematic. Its integration into an enlarged working class—of which it forms the fastest-growing part—and participation in labor struggles will be decisive for the fate of the working class as a whole in the twenty-first century.</div>
<h2 class="mr-heading" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 1.4em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 1px; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
On the Peripheries of Capitalism</h2>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Given the irregular and composite nature of the international division of labor, it is necessary to conclude by noting some mediations in defining the service proletariat. One important point of mediation concerns the cleavage between the global North and the South. On the peripheries of the capitalist system, the proletariat has been burdened with precariousness from the beginning. Because of their colonial past, in Brazil and in many other countries of Latin America, the modern proletariat emerged fully only after the abolition of slavery. Consequently, precariousness has always been the rule, not the exception.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
In addition, the countries of the global South never developed an “aristocracy of labor”—a segment of relatively skilled, highly paid, and largely unionized workers—and the proletariat has always been associated with a pervasive condition of precariousness, with the result that internal differences among the working classes were never as evident as in the North. There, on the contrary, such an aristocracy did develop, and today its descendants are the inheritors of the welfare state. Hence, the recent development of a precariat has generated a differentiation in the proletariat of the North that has no parallel in the South. For this reason, the debate about the emergence of a “new class” has caused some confusion when applied to the global South.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
It is thus credible, in the case of the core capitalist countries, to empirically identify the service proletariat as one pole of the working class as a whole; but in the peripheral countries, it is something different, because precariousness has been a defining feature of the proletariat since its origins, even it may be finding new articulations. Whether described as a precariat or part of the new proletariat of services, it involves workers of diverse identities (gender, ethnicity, nationality), but united in their condition of precariousness and lack of rights.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; font-size: 1em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
The intensification of work; the erosion of rights; the superexploitation of labor; the expansion of informal employment; the pressure of ever-increasing productivity goals; the despotism of bosses, coordinators, and supervisors; the degraded salaries; the inconsistent working hours; the prevalence of harassment, illness, and death—all point to the presence of a violent process of proletarization and to the rise of a new proletariat of services, one that is expanding globally and diversifying and enlarging the working class. And if all this suggests a new morphology of labor, we should at the same time acknowledge the emergence of a new morphology of working-class organization, representation, and struggle.</div>
<h2 class="mr-notes" style="background: transparent; border: 0px; color: #222222; font-family: "Crimson Text", arial, sans-serif; font-size: 1.6em; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: normal; letter-spacing: 1px; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 0.5em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Notes</h2>
<ol class="endnotes" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 15.2px; list-style-image: initial; list-style-position: outside; margin: 0px 0px 15px 1em; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 30px; vertical-align: baseline;">
<li class="endnote hovernote" id="endnote-1" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-1-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> <span lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Clash City Workers, </span><cite class="journal-book" lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Dove Sono i Nostri: Lavoro, classe e movimenti nell’Itália della crisi</cite><span lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> (Lucca: La Casa Usher, 2014).</span></li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-2" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-2-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a> Ursula Huws, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Making of a Cybertariat: Virtual Work in a Real World</cite> (New York: Monthly Review Press, 2003); <span lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ruy Braga and Ricardo Antunes, </span><cite class="journal-book" lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Infoproletários: Degradação Real do Trabalho Virtual</cite><span lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> (São Paulo: Boitempo, 2009).</span></li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-3" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-3-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>Harry Braverman, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Labor and Monopoly Capital</cite> (New York: Monthly Review Press, 1974).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-4" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-4-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>See <span lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Pierre Bourdieu, </span><cite class="journal-book" lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Distinction: A Social Critique of the Judgment of Taste</cite><span lang="pt-PT" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1987).</span></li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-5" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-5-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>Guy Standing, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Precariat: The New Dangerous Class</cite> (London: Bloomsbury, 2011).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-6" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-6-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>István Mészáros, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Beyond Capital</cite> (New York: Monthly Review Press, 1995).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-7" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-7-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>Ricardo Antunes, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Meanings of Work</cite> (Chicago: Haymarket, 2013); “The New Morphology of the Working Class in Contemporary Brazil,” in Leo Panitch and Greg Albo, eds., <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Socialist Register 2015: Transforming Classes</cite> (New York: Monthly Review Press, 2014).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-8" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-8-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>Quoted in Antunes, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Meanings of Work</cite>, xviii.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-9" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-9-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>San Precario, http://precaria.org.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-10" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-10-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>Clash City Workers is a collective of female and male unemployed workers, who define themselves as “precarious youths.” In the words of the organisers of the movement: “our name means ‘fighting workers of the metropolis’. Our movement was founded in mid-2009. We are particularly active in Naples, Florence, Milan and Bergamo, but we try to support all ongoing social fights throughout Italy”. (http://clashcityworkers.org/chi-siamo.html). See also the study about this collective group in Clash City Workers, 2014.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-11" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-11-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>Standing, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Precariat</cite>, 1–25.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-12" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-12-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>See Ricardo Antunes, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">O Privilégio da Servidão: O novo proletariado de serviços da era digital</cite>(São Paulo: Boitempo Editorial, that will be published in May 2018.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-13" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-13-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>Karl Marx, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Capital</cite>, vol. 1 (London: Penguin, 1990), chapter 23.</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-14" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-14-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>Frederick Engels, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">The Condition of the Working Class in England</cite> (Oxford: Oxford University Press, 1993).</li>
<li class="endnote hovernote" id="endnote-15" style="background: transparent; border: 0px; font-size: 0.9em; margin: 0px 0px 0.25em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><a href="https://monthlyreview.org/2018/04/01/the-new-service-proletariat/#endnote-15-backlink" style="background: transparent; border: 0px; box-shadow: rgba(135, 0, 0, 0.15) 0px -0.2em 0px inset; color: #222222; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: background-color 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), box-shadow 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1), border-bottom 0.15s cubic-bezier(0.33, 0.66, 0.66, 1); vertical-align: baseline;">↩</a>See Alain Bihr, <cite class="journal-book" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Du “Grand Soir” a “l’alternative”: Le mouvement ouvrier européen en crise</cite> (Paris: Editions Ouvrieres, 1991).</li>
</ol>
</section></article>Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-43983057346159689092018-04-22T17:05:00.002-07:002018-04-22T17:05:31.014-07:00Michael Roberts Global economy peaked? (Crisis economica global y deuda)<h2 style="color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 1.6em; margin: 30px 0px 0px;">
<br /></h2>
<small style="color: #777777; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 0.9em; line-height: 1.5em; text-align: justify;">April 20, 2018</small><span style="color: #333333; font-family: "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 12px; text-align: justify;"></span><br />
<div class="entry" style="color: #333333; font-family: "Lucida Grande", Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.4em; text-align: justify;">
Optimism for global economic growth remains. But the acceleration in 2017 from the low growth rates experienced in 2015-6 now seems to have paused in the first quarter of 2018. To greet the semi-annual meeting of the IMF and the World Bank in Washington to discuss latest economic developments, Maurice Obstfeld, the IMF’s chief economist, stated that <em>“the world economy continues to show <a href="https://remote.instrategy.com/OWA/redir.aspx?C=05e5fa5a5f1949978bb20ab545ec7283&URL=http%3a%2f%2fwww.imf.org%2fen%2fPublications%2fWEO%2fIssues%2f2018%2f03%2f20%2fworld-economic-outlook-april-2018" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">broad-based momentum</a>.”</em> But <em>“against that positive backdrop, the prospect of a similarly broad-based conflict over trade presents a jarring picture.”</em><br />
The IMF hiked its forecast for global real GDP growth to 3.9% for this year and in 2019. This improvement from the poor levels of 2015 and 2016 is based on rising investment and a recovery in world trade (which now seems to be threatened). The major economies of world capitalism are doing better but the idiocies of protectionism in trade by the likes of Donald Trump are threatening that recovery. <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/04/trump-trade-and-the-tech-war/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">That seems to be the main worry.</a><br />
But Obstfeld is worried about the high levels of global debt, in households, corporations and governments. With interest rates set to rise, as the US Fed and possibly other major central banks start to raise their policy rates, the cost of servicing record-high debt will rise. That threatens further investment in productive (value-creating) assets and also instability in financial markets.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14863" data-attachment-id="14863" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="global 1" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg?w=450&h=301?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg?w=450&h=301?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg?w=450&h=301" data-orig-size="615,411" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/global-1/" height="301" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg?w=450&h=301" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg?w=450&h=301 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg?w=150&h=100 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg?w=300&h=200 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-1.jpg 615w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
There has already been a ‘correction’ in world stock markets of about 13% since the beginning of the year as financial speculators begin to worry about an international trade war and rising costs of debt. And that is despite the huge handouts in tax cuts for US corporations introduced by Trump. Those tax cuts have sharply increased (temporarily) the profits of the largest US corporations, especially the banks. But that extra money (paid for by further cuts in US federal public services and a big increase in government borrowing) is not going mainly into extra productive investment. It is being used to buy back corporate shares to boost the share price of companies and into extra dividend payments to shareholders.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14864" data-attachment-id="14864" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="global 2" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png?w=450&h=285?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png?w=450&h=285?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png?w=450&h=285" data-orig-size="809,512" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/global-2/" height="285" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png?w=450&h=285" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png?w=450&h=285 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png?w=150&h=95 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png?w=300&h=190 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png?w=768&h=486 768w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-2.png 809w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
S&P 500 companies have already announced about $167bn of new buyback authorisations this year, and analysts at JPMorgan predict that trend will accelerate this quarter as boardrooms digest the full scale of the tax cuts passed in December. Overall, US companies will buy back about $800bn of their stock this year, up from $525bn in 2017, and boost dividend payouts by about 10 per cent to a record $500bn. While US companies will lift their spending on investments, research and development by 11 per cent to more than $1tn this year, shareholder returns in the form of buybacks and dividends will grow by 21.6 per cent to nearly $1.2tn. The buyback spree will also lift the amount of profit companies make per share. S&P 500 companies are expected to report earnings growth of 17.1 per cent in the first quarter, which would the highest growth since the start of 2011, according to FactSet. That is up sharply from the rate of 11.3 per cent that was projected at the start of the year.<br />
In contrast, US business investment in new plant, machinery and technology, while rising in gross amounts, is barely keeping pace with depreciation (wearing out) of existing fixed assets. Despite the recent acceleration in investment, <u>net</u> business investment has not re-attained levels achieved in 2014Q3 (let alone on the eve of the last recession).<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14865" data-attachment-id="14865" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="global 3" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png?w=450&h=282?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png?w=450&h=282?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png?w=450&h=282" data-orig-size="849,532" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/global-3/" height="282" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png?w=450&h=282" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png?w=450&h=282 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png?w=150&h=94 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png?w=300&h=188 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png?w=768&h=481 768w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-3.png 849w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
I have argued before that business investment, not just in the US, but in most major economies remains low relative to before the Great Recession, ten years ago, for two main reasons: relatively low profitability and record high levels of debt. In a previous post, using data from the EU’s AMECO database, I showed that the rate of profit in most major economies remains below that of 2007 and even 1999, at least up to 2016.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14866" data-attachment-id="14866" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Global 4" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png?w=450&h=168?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png?w=450&h=168?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png?w=450&h=168" data-orig-size="598,223" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/global-4/" height="168" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png?w=450&h=168" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png?w=450&h=168 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png?w=150&h=56 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png?w=300&h=112 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-4.png 598w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
There was a small recovery in profitability in Europe in 2017, but a further fall in the US, despite rising total profits.<br />
In its latest reports, the IMF has pointed out that global debt has now reached record highs as central banks pumped credit into banks and financial institutions and households and corporations borrowed more at very low interest rates to either speculate in stock and bond markets or real estate. Governments also continued to rack up higher levels of public debt to fund bailouts to the financial institutions and cover rising budget deficits created by tax cuts and extra defence spending.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14867" data-attachment-id="14867" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Global 6" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg?w=450&h=728?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg?w=450&h=728?w=185" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg?w=450&h=728" data-orig-size="550,890" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/global-6/" height="728" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg?w=450&h=728" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg?w=450&h=728 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg?w=93&h=150 93w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg?w=185&h=300 185w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-6.jpg 550w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
According to the IMF, global debt hit a new record high of $164 trillion in 2016, the equivalent of 225% of global GDP. Both private and public debt surged over the past decade. Of the $164 trillion, 63% is non-financial private sector debt (owed by households in mortgages and companies in bonds and loans), and 37% is public sector debt. Advanced economies have the most global debt. But, in the last ten years, emerging market economies have been responsible for most of the increase.<br />
Debt-to-GDP ratios in advanced economies are at levels not seen since World War II. Public debt ratios have been increasing persistently over the past 50 years. In emerging market economies, public debt is at levels seen only during the 1980s’ debt crisis.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14868" data-attachment-id="14868" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Global 7" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg?w=450&h=871?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg?w=450&h=871?w=155" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg?w=450&h=871" data-orig-size="543,1051" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/global-7/" height="871" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg?w=450&h=871" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg?w=450&h=871 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg?w=77&h=150 77w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg?w=155&h=300 155w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-7.jpg 543w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
The US is still the largest and most important capitalist economy in the world. But it is steadily losing out relatively to the rising economic powers of Asia, particularly China. That is the driving force behind Trump’s protectionist crusade on trade and his huge cuts in corporate tax for American business. The tax cuts will lead to a significant rise in US federal debt over the coming years and that means higher interest costs that will suck up funding that could have been used to maintain public services and expand badly needed infrastructure. The IMF reckons that the annual US government deficit will go above $1trn in the next three years to reach 5% of GDP, taking the government debt level to 117% of US GDP then. According to the IMF, the US will be the only economy with a rising government debt ratio to GDP in that period.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14869" data-attachment-id="14869" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="global 8" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg?w=450&h=797?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg?w=450&h=797?w=169" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg?w=450&h=797" data-orig-size="555,983" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/global-8/" height="797" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg?w=450&h=797" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg?w=450&h=797 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg?w=85&h=150 85w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg?w=169&h=300 169w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-8.jpg 555w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
Indeed, US imperialism continues to reveal its long-term vulnerability. The US now has a net investment liability with other economies in the world to the tune of 9.8% of world GDP. This compares with countries which are net creditors: Japan (3.9%), Northern Europe (6.4%) and China (2.3%). This US net liability measures the stock of investment and the amount of credit made by other countries into the US after deducting US investment and loans abroad. US imperialism is extracting more net value from other economies to fund its growth, but at the expense of becoming more dependent on ‘tribute’ rather than trade. The IMF forecasts that the US net liability to foreigners will reach 50% of its GDP by 2023, or 10.7% of world GDP. That compares with the combined liability of the exploited peripheral economies of the world of 7.8%. US imperialism gets away this because it is still the world’s largest economy, with the biggest financial sector, with the dollar as the world reserve currency and is the policeman of the world for imperialism.<br />
<a href="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;"><img alt="" class="alignnone size-full wp-image-14870" data-attachment-id="14870" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-image-title="Global 9" data-large-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=450&h=293?w=450" data-medium-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=450&h=293?w=300" data-orig-file="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=450&h=293" data-orig-size="6109,3980" data-permalink="https://thenextrecession.wordpress.com/2018/04/20/global-economy-peaked/global-9/" height="293" sizes="(max-width: 450px) 100vw, 450px" src="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=450&h=293" srcset="https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=450&h=293 450w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=900&h=586 900w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=150&h=98 150w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=300&h=195 300w, https://thenextrecession.files.wordpress.com/2018/04/global-9.png?w=768&h=500 768w" style="border: none; max-width: 100%; padding: 0px;" width="450" /></a><br />
As for the so-called emerging capitalist economies, the IMF points out that while <strong>f</strong>oreign capital flows have remained robust in recent years, as the ‘global liquidity tide’ recedes with central banks raising interest rates, flows to emerging markets could decline by as much as $60 billion a year, equal to about a quarter of annual totals in 2010-17. <em>“In such a scenario, less creditworthy borrowers may experience relatively larger outflows. Low-income countries may be affected, because more than 40 percent of them are at a high risk of debt distress.”</em><br />
Falling profitability and rising debt (fictitious capital, to use Marx’s term) is a recipe for a nasty fall in global capitalism. As the IMF admitted “<em>Looking ahead, the odds of a downturn remain elevated, and there’s even a small chance of a global economic contraction over the medium-term.”</em><br />
At the end of last year, I made my annual forecast for the world economy in 2018. <a href="https://thenextrecession.wordpress.com/2017/12/29/forecast-for-2018-the-trend-and-the-cycles/" style="color: #b85b5a; text-decoration-line: none;">In that post</a>, I recognised that I had not expected the relative pick-up in global growth in 2017 after the ‘bad years’ of 2015 and 2016. But I was not convinced that this ‘recovery’ meant that the Long Depression of low growth, investment and profitability (along with stagnant average household incomes) was over. I pointed out that IMF’s then projection global GDP growth was still less than the post-1965 trend of 3.8% growth and the expected gains over 2017-2018 followed an exceptionally weak recovery in the aftermath of the Great Recession. The IMF has raised its forecast to 3.9% for this year and next but it does not seem too confident that it will be achieved and after 2019, it expects a significant slowdown again.<br />
Nevertheless, I had been forecasting a new global recession in 2018. I said then that <em>“What seems to have happened is that there has been a short-term cyclical recovery from mid-2016, after a near global recession from the end of 2014-mid 2016. If the trough of this Kitchin (short-term) cycle was in mid-2016, the peak should be in 2018, with a swing down again after that.” </em> The latest economic data in Q1 2018 suggest that growth has peaked globally. High debt and low profitability remain. Those fundamentals do not suggest any further upside – on the contrary.</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-10489763748186957422018-04-22T17:02:00.001-07:002018-04-22T17:02:12.704-07:00Paraguay, elegir democracia o dictadura<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-title-field" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 3px 0px 6px; outline: 0px; padding: 0px 0px 0px 25px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-title-field field-type-text field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
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<h1 style="background: transparent; border: 0px; color: #4d5c7d; font-size: 1.5em; line-height: 23.4px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 25px 0px 10px; vertical-align: baseline;">
<br /></h1>
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<div class="field field-name-field-autor field-type-taxonomy-term-reference field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
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<a href="https://www.alainet.org/es/autores/alfredo-serrano-mancilla" style="background: transparent; border: 0px; color: #de0000; font-size: 13px; font-style: italic; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Alfredo Serrano Mancilla</a>, <a href="https://www.alainet.org/es/taxonomy/term/30133" style="background: transparent; border: 0px; color: #de0000; font-size: 13px; font-style: italic; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Gisela Brito</a>, <a href="https://www.alainet.org/es/autores/ava-g%C3%B3mez" style="background: transparent; border: 0px; color: #de0000; font-size: 13px; font-style: italic; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Ava Gómez</a></div>
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<span class="print_html" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px 0px 0px 1em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a class="print-page" href="https://www.alainet.org/es/print/192402" rel="nofollow" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;" title="Mostrar una versión para imprimir de esta página."><img alt="Versión para impresión" class="print-icon" height="16px" src="https://www.alainet.org/sites/all/modules/contrib/print/icons/print_icon.png" style="background: transparent; border: 0px; height: 16px; margin: 7px 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: middle; width: 16px;" title="Versión para impresión" typeof="foaf:Image" width="16px" /></a></span></div>
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<span style="background-color: transparent;"><br />20/04/2018</span></div>
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<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-field-image-atom-art" style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-family: Ubuntu; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 20px 0px 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-field-image-atom-art field-type-atom-reference field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
</div>
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</div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-block pane-text-resize-0 pane-text-resize" style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<a class="changer" href="https://www.blogger.com/null" id="text_resize_decrease" style="background: url("/sites/all/modules/contrib/text_resize/aSmall.gif") 0px 0px no-repeat; border: 0px; cursor: pointer; display: block; float: right; height: 21px; margin: 12px 0px 0px 3px; outline: none; padding: 0px; text-indent: -9000px; vertical-align: baseline; width: 23px;"><span style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">-</span>A</a><a class="changer" href="https://www.blogger.com/null" id="text_resize_increase" style="background: url("/sites/all/modules/contrib/text_resize/aBig.gif") 0px 0px no-repeat; border: 0px; cursor: pointer; display: block; float: right; height: 27px; margin: 6px 0px 0px; outline: none; padding: 0px; text-indent: -9000px; vertical-align: baseline; width: 28px;"><span style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">+</span>A</a><div id="text_resize_clear" style="background: transparent; border: 0px; clear: both; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
</div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-body" id="solotexto" style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 10px 15px 20px 25px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" property="content:encoded" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
El próximo domingo el pueblo paraguayo debe elegir entre dictadura o democracia. Así de paradójica resulta esta cita electoral en la que el Partido Colorado presenta un candidato muy vinculado al periodo más oscuro de la historia del Paraguay. Mario Abdo Benítez, hijo de quien fuera secretario privado de Stroessner, es “el candidato de la dictadura”. Representa mejor que cualquier otro la herencia de un sistema político sin libertades, en la que los privilegios son exclusividad de unas pocas familias, y donde el enriquecimiento ilícito está permitido si tienes apellido “Colorado Important Person”. El hijo de papá y mamá intenta presentarse como lo nuevo a pesar de abanderar lo viejo; habla del cambio, pero no puede disimular que viene a continuar la obra de Horacio Cartes, quien termina su gestión con una aprobación por debajo del 25%. De hecho, Cartes no se va de la política: es él quien encabeza la lista al Senado del Partido Colorado, ampliamente cuestionada por integrar a personajes vinculados al narcotráfico, al lavado de activos y al tráfico de influencias.</div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Al otro lado de la contienda está la Alianza GANAR, que aglutina a todo el vasto arco ideológico opositor. Con grandes divergencias políticas al interior, los partidos y movimientos que la integran lograron ponerse de acuerdo y presentar una única propuesta para que la democracia gane en Paraguay. Efraín Alegre, del Partido Liberal, y Leo Rubín, periodista independiente, conforman una fórmula presidencial que tiene como rasgo característico la transversalidad. Tanto es así que muchos personajes políticos del país decidieron apoyar esta candidatura para evitar que el stronismo regrese al Palacio de López. Mario Ferreiro, intendente de Asunción con elevada valoración positiva (58%), es uno de ellos. Fernando Lugo, el político con mejor imagen del país (70%) y actual candidato al Senado por el Frente Guasú, se sumó de lleno a la campaña presidencial aportando su arrastre de voto entre las clases más populares.</div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Así está el panorama a pocos días de la gran cita. Hay encuestas para todos los gustos. Las más descaradas (Capli, Grau), vinculadas directamente a los negocios del candidato stronista, le otorgan a su cliente entre 30 y 40 puntos de ventaja. Otras dan empate técnico o le asignan la victoria a la Alianza GANAR (Ati Snead). Un dato revelador en el que sí coinciden los sondeos es el crecimiento del Frente Guasú, que podría ser la segunda fuerza en el Senado, obteniendo casi un tercio de las bancas.</div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
La campaña electoral transcurrió en un clima de blindaje mediático que se propuso invisibilizar las propuestas de la Alianza para favorecer al candidato colorado. Poco se vio en la prensa local el video de Mario Abdo comprando votos en plena campaña o las licitaciones millonarias con el Estado que obtuvieron sus empresas en los últimos meses. El debate presidencial del pasado domingo fue el único momento en que Mario Abdo y Efraín Alegre se encontraron cara a cara. La penosa performance de Abdo dejó en evidencia que la impostación y el marketing no alcanzan para interpelar al electorado. Los problemas que más le preocupan a la gente (empleo y salario, temas económicos, seguridad ciudadana) fueron evadidos por un candidato incapaz siquiera de memorizar correctamente las respuestas pre-cocinadas. Efraín Alegre, por su parte, lanzó propuestas concretas como la reducción de la tarifa de energía, el IVA cero para medicamentos y la progresividad impositiva en el impuesto a la renta, ganando así la agenda de los últimos días sobre temas que afectan directamente al bolsillo de los ciudadanos.</div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
El próximo 22 de abril se abre una ventana de oportunidad para dejar atrás un modelo de crecimiento económico empobrecedor, sin gente adentro, manejado por el Partido Colorado que presenta al candidato más apegado a los vestigios de la dictadura. Las viejas élites se la juegan con un aspirante que, en caso ganar, será objeto de estudio porque sus escasos atributos hacen prever un liderazgo endeble. Veremos qué sucede. La democracia está en juego. La Alianza GANAR hace el esfuerzo final con un llamado a un gobierno de todos, en el que nadie quede por fuera, sea el que sea el color de su camiseta política. Todavía la contienda está abierta. Los indecisos y el voto de los jóvenes serán determinantes para dar la victoria a uno u otro.</div>
<div align="justify" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Alfredo Serrano Mancilla /@alfreserramanci</em></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Gisela Brito/ @giselasbrito</em></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ava Gómez /@Ava_GD</em></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Investigadores/as del CELAG</em></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-24239800097969843602018-04-22T16:59:00.006-07:002018-04-22T16:59:43.133-07:00Resistencia y defensa del agua y los territorios en Brasil<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-field-antetitulo" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; font-weight: bold; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 32px 0px 0px 25px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-field-antetitulo field-type-text field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-field-autor" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px 15px 0px 25px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-field-autor field-type-taxonomy-term-reference field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<a href="https://www.alainet.org/es/autores/leandro-bonecini" style="background: transparent; border: 0px; color: #de0000; font-size: 13px; font-style: italic; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Leandro Bonecini</a>, <a href="https://www.alainet.org/es/autores/satoko-kishimoto" style="background: transparent; border: 0px; color: #de0000; font-size: 13px; font-style: italic; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; vertical-align: baseline;">Satoko Kishimoto</a></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-block pane-print-ui-print-links pane-print-ui" id="contenedor-imprimir" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; float: right; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px 0px 6px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<span class="print_html" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px 0px 0px 1em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><a class="print-page" href="https://www.alainet.org/es/print/192407" rel="nofollow" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;" title="Mostrar una versión para imprimir de esta página."><img alt="Versión para impresión" class="print-icon" height="16px" src="https://www.alainet.org/sites/all/modules/contrib/print/icons/print_icon.png" style="background: transparent; border: 0px; height: 16px; margin: 7px 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: middle; width: 16px;" title="Versión para impresión" typeof="foaf:Image" width="16px" /></a></span></div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-block pane-sharethis-sharethis-block pane-sharethis" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 10px 0px 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="sharethis-wrapper" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: -8px 0px 5px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: right; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
</div>
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-field-image-atom-art" style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-family: Ubuntu; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 20px 0px 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-field-image-atom-art field-type-atom-reference field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-field-t-tulo field-type-text field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" style="background: transparent; border: 0px; color: #767676; font-family: "Guardian Text Sans Web"; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="panel-pane pane-block pane-text-resize-0 pane-text-resize" style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-separator" style="background: rgb(249, 249, 249); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="panel-pane pane-entity-field pane-node-body" id="solotexto" style="background: rgb(255, 255, 255); border: 0px; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 10px 15px 20px 25px; vertical-align: baseline;">
<div class="pane-content" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field field-name-body field-type-text-with-summary field-label-hidden" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-items" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="field-item even" property="content:encoded" style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Del 17 al 22 de marzo de 2018, cerca de 7000 personas de más de 30 países y casi todos los estados brasileños se reunieron en el Foro Mundial Alternativo del Agua (FAMA). El objetivo de la movilización era cuestionar la legitimidad del Foro Mundial del Agua, organizado cada tres años por el Consejo Mundial del Agua, un centro de estudios privado, y sus socios del mundo empresarial.</em></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
El FAMA finalizó con una exitosa manifestación el 22 de marzo, Día Mundial del Agua. Aproximadamente 5000 personas marcharon en Brasilia, portando banderas y pancartas con mensajes como "El agua le pertenece al pueblo", "Álzate contra la privatización del agua", "El problema no es la sequía, es la cerca", "El agua es un derecho, no una mercancía" y "Agua para la vida, no para la muerte". Proclamando que el agua es un derecho humano y un bien común, compartían su convicción de que es imposible determinar un valor económico o de mercado para el agua, y que esta no puede tratarse como una mercancía.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
El FAMA fue organizado por una amplia coalición de movimientos sociales, 450 organizaciones nacionales e internacionales y movimientos afines, incluidos investigadores, ecologistas, sindicatos, estudiantes, indígenas, quilombolas y pescadores, pueblos de la selva, la sabana (el Cerrado brasileño), los mares y los ríos.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Innumerables comunidades de todo Brasil se han visto afectadas por diferentes conflictos relacionados con las múltiples cuencas hidrográficas y la contaminación producida por agronegocios, grandes empresas petroleras, gasíferas o hidroeléctricas o por la industria minera. Muchos de los que se reunieron en el FAMA 2018 han sufrido las consecuencias de estos conflictos y creen en la importancia de solidarizarse entre sí. La defensa del derecho humano al agua es el punto de unión de la gente de las ciudades y del campo.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En Brasil, la privatización de los acuíferos y la creación de mercados de agua que transforman los recursos hídricos en mercancía forman parte de la agenda política. Este proceso socava aún más las estructuras y prácticas democráticas ya de por sí frágiles que existen en la sociedad históricamente colonial y patriarcal bajo el Gobierno de Temer. La expansión, usurpación y acción conjunta de las corporaciones transnacionales y los Estados capitalistas va acompañada de violaciones de los derechos humanos y conflictos complejos y dramáticos, en especial en lo que respecta al acceso al agua. Las personas y comunidades afectadas por estos hechos hablaron sobre sus luchas en el FAMA, con indignación pero también con esperanza.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<h4 style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<strong style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Una empresa minera noruega contamina el río Pará en Barcarena</strong></h4>
<h4 style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
</h4>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
El municipio de Barcarena se encuentra en el noreste del estado de Pará. Las comunidades ribereñas y agrícolas de la zona están sufriendo debido a la fuga de la represa de relaves de bauxita* propiedad de la compañía minera noruega Norsk Hydro Alunorte. Esto ha dado lugar a altas cantidades de plomo y otros metales que contaminan el río Pará en la Amazonía brasileña. El Instituto Evandro Chagas (IEC) ha confirmado que la contaminación en varias áreas de Barcarena se debe a la fuga de represas de relaves. Un experto del IEC descubrió un conducto que transportaba desechos contaminantes a un arroyo, contaminando el medio ambiente y afectando a las comunidades en la aldea de Bom Futuro. Las concentraciones de sodio, nitrato y aluminio estaban todas por encima de los niveles permitidos, y el agua tenía un nivel de pH de 10, que resulta extremadamente abrasivo y dañino para los seres vivos. Según los expertos, la empresa no tiene capacidad para tratar sus efluentes, lo que se agrava por las fuertes lluvias que dan lugar a nuevas filtraciones, por lo que advierten que se debería reducir o suspender la producción. Aunque en 2017 los ingresos brutos de la compañía fueron de 45 000 millones de reales brasileños, el gobierno del estado de Pará le garantizó exenciones fiscales.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<h4 style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<strong style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La agroindustria seca el río en Correntina</strong></h4>
<h4 style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
</h4>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Correntina, en el estado occidental de Bahía, es un ejemplo de las desigualdades históricas en el acceso al agua. Aquí muchas empresas transnacionales de agronegocios están utilizando licencias irregulares y opacas para extraer las aguas del río Corrente, afluente del gran río San Francisco y su cuenca. Ha habido denuncias y resistencia durante varias décadas, pero el conflicto ganó una mayor visibilidad en 2017, con una movilización masiva en respuesta al silencio de las autoridades ante la muerte del río y la consiguiente escasez de agua para la población. Más de 10 000 personas (en una ciudad de 31 259 habitantes) se manifestaron y ocuparon las fincas de Igarashi y Curitiba para evitar la extracción de agua por parte de una compañía que explota, en promedio, 106 millones de metros cúbicos anuales de agua del río, un volumen equivalente al consumo mensual de toda Correntina.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<h4 style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<strong style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La represa de Belo Monte en la selva del Amazonas</strong></h4>
<h4 style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
</h4>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La represa de Belo Monte en el río Xingú, municipio de Altamira en el estado de Pará, es la tercera más grande del mundo y ya ha devastado una extensa área de la selva amazónica brasileña. El proyecto acabará desplazando a más de 20 000 personas, amenazando la sobrevivencia de las tribus indígenas Kayapó, que dependen del río. La represa de Belo Monte es una manifestación del colonialismo interno, una expansión geográfica que tendrá un impacto significativo en la región. El proyecto trae consigo un plan de ocupación más amplio y una mayor demanda de generación de energía, principalmente para el sector minero. Belo Monte no tendrá grandes beneficios económicos en comparación con los altos costos sociales y ambientales que acarrea, como la desviación de los afluentes del Xingú que impedirán la navegación y la pesca local.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La represa de Belo Monte también causa impactos ambientales y sociales en todo el municipio de Altamira. A pesar de las controversias y las tensiones, el proyecto se completó y está funcionando desde 2016. Los residentes de la región se quejan de las consecuencias de la construcción de la represa. Los pescadores, en particular, han sufrido los impactos, pero no se ha ofrecido ni se espera que se ofrezca compensación a quienes viven por debajo de la represa. Otro problema atribuido al proyecto de Belo Monte es el crecimiento de la violencia en el área. Los últimos datos ubican a Altamira como la ciudad con el quinto mayor número de homicidios en Brasil y, después de que llegara la represa, se construyó un nuevo centro penitenciario. Norte Energia, la compañía responsable de la planta, invirtió 100 millones de reales en seguridad, a raíz de un acuerdo con el estado de Pará.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<h4 style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<strong style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Atrocidades cometidas por compañías mineras en Mariana</strong></h4>
<h4 style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
</h4>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
El 5 de noviembre de 2015, la represa de Fundão se derrumbó, lo cual dio lugar al mayor crimen ambiental en la historia de Brasil y del mundo. Después de más de dos años de impunidad por la ruptura de la represa de relaves minerales en Mariana (en el estado de Minas Gerais), se han suspendido las demandas contra las empresas mineras responsables, y las iniciativas para compensar a las personas y familias afectadas siguen siendo promesas vacías. En total, murieron 19 personas, una mujer sufrió un aborto espontáneo como consecuencia directa del deslizamiento de lodo y 55 millones de metros cúbicos de desechos minerales se extendieron a lo largo de los ríos Gualaxo do Norte, Carmo y Doce hasta la desembocadura del río Doce en Regência, en el estado de Espírito Santo. La complejidad de los impactos en las vidas de los afectados sigue siendo incalculable. La contaminación del agua, los problemas de salud —tanto físicos como mentales—, la destrucción de hogares y la pérdida de trabajo e ingresos, además de la dispersión de la comunidad, son solo algunos de los muchos problemas encontrados.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Además de los traumas causados por las compañías mineras BHP Billiton, Samarco y Vale, el que el sistema judicial haya denegado a las victimas sus derechos, ha agravado la situación de la población afectada. En Cachoeira Escura, en el distrito de Belo Oriente, Governador Valadares, Colatina, Linhares y otras ciudades que dependen del agua del río Doce, todavía hay muchas dudas sobre la seguridad de su uso. Se han registrado muchos problemas de salud, como molestias estomacales y reacciones cutáneas causadas por agua contaminada. Según varios estudios universitarios, el pescado consumido por la población de estas ciudades podría estar contaminado por metales pesados.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Durante el FAMA, se enviaron mensajes claros a aquellas corporaciones que se están apropiando con violencia del agua y los bienes comunes en varias regiones de Brasil. En la mañana del 20 de marzo, Día Mundial del Agua, 600 mujeres del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) <a href="https://www.brasildefato.com.br/2018/03/20/brasil-or-mujeres-ocupan-la-sede-de-nestle-contra-la-privatizacion-de-las-aguas/" style="background: transparent; border: 0px; color: brown; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ocuparon la sede de Nestlé en São Lourenço</a>, denunciando a la empresa por sus intentos de controlar el Acuífero Guaraní.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Dos mil mujeres sin tierra <a href="http://www.mst.org.br/2018/03/20/em-defesa-da-agua-mulheres-sem-terra-ocupam-a-chesf-e-usina-de-xingo-na-regiao-nordeste.html" style="background: transparent; border: 0px; color: brown; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ocuparon la sede de la Compañía Hidroeléctrica São Francisco </a>(Chesf) en el estado brasileño de Bahía. Esta acción se produjo debido a las medidas antipopulares del Gobierno de Temer y su intención de privatizar empresas estatales, por ejemplo Chesf, la Compañía Nacional de Correos (Correios) y la empresa pública de electricidad (Eletrobras). Por otra parte, en el estado de Sergipe, más de 300 mujeres ocuparon las instalaciones de la Planta de Fueza Xingó, en el municipio de Canindé de São Francisco. Movimientos sociales <a href="https://www.brasildefato.com.br/2018/03/22/movimentos-populares-ocupam-area-da-coca-cola-contra-a-exploracao-comercial-da-agua/" style="background: transparent; border: 0px; color: brown; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ocuparon el parque industrial de Coca-Cola en Taguatinga</a>, en el Distrito Federal de Brasília, para protestar por la explotación comercial del agua y para denunciar el Foro Mundial del Agua liderado por corporaciones, patrocinado por Coca-Cola y otras grandes multinacionales, como Nestlé. Estas compañías son parte del Grupo de Recursos de Agua 2030 (2030WRG), un consorcio que pretende privatizar el agua en todo el planeta. En el estado de Santa Catarina, el Movimiento de Afectados por las Represas (MAB, en portugués), <a href="http://www.mst.org.br/2018/03/22/mab-ocupa-a-eletrosul-em-santa-catarina.html" style="background: transparent; border: 0px; color: brown; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">ocupó la sede de Eletrosul en Forianópolis</a>. Cuatrocientas personas demostraron su oposición a la privatización del agua y la privatización de las empresas estatales del sistema eléctrico brasileño, incluida Eletrosul.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<img alt="" class="media-element file-full-width" data-delta="14" height="408" src="https://www.tni.org/files/styles/content_full_width/public/joko_madrugaterra_sem_malesfama.jpg?itok=RxYFoJMp" style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;" title="" width="660" /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Foto: Joko Madruga/Terra Sem Males/ FAMA</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Y, el mismo día, los manifestantes del FAMA en Brasilia caminaron hacia la sede de TV Globo, la mayor empresa privada de comunicación de masas del país. En protesta contra el discurso mediático dominante, destacaron la alianza entre el monopolio de los medios y los intereses de quienes abogan por privatizar el agua. A pesar de la presencia intimidante de las fuerzas policiales, para proteger los intereses de los asistentes al Foro Mundial del Agua, los manifestantes que marchaban por su sobrevivencia actuaron con dignidad y paz. Puede que sus recuerdos, sus colores, sus sonrisas, sus lágrimas y sus voces no hayan sido vistas ni escuchadas por las compañías y los Estados reunidos en el Foro Mundial del Agua, pero su protesta unificada nos alienta e inspira a todos y todas, en nuestras comunidades y nuestros lugares de trabajo, para seguir defendiendo la vida hoy y en el futuro.</div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">07 Abril 2018</em></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
*<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Represa utilizada para almacenar subproductos de operaciones mineras después de separar el mineral de la escoria (material de desecho). Estas represas, que almacenan productos químicos tóxicos del proceso de extracción, tienen un forro impermeable para evitar filtraciones. Los niveles de agua/lechada en la represa de relaves se deben manejar también con fines ambientales y de estabilidad. A partir de 2000, estas estructuras experimentan fallas conocidas "importantes" de aproximadamente 2 a 5 por año, además de otras 35 fallas "menores".</em></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<em style="background: transparent; border: 0px; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Declaración final del FAMA</em></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Español:<a href="http://fama2018.org/2018/03/27/declaracion-final-foro-alternativo-mundial-de-las-aguas/" style="background: transparent; border: 0px; color: brown; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"> http://fama2018.org/2018/03/27/declaracion-final-foro-alternativo-mundial-de-las-aguas/</a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<a href="https://www.tni.org/es/art%C3%ADculo/resistencia-y-defensa-del-agua-y-los-territorios-en-brasil" style="background: transparent; border: 0px; color: brown; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">https://www.tni.org/es/art%C3%ADculo/resistencia-y-defensa-del-agua-y-los-territorios-en-brasil</a></div>
<div style="background: transparent; border: 0px; line-height: 1.3em; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-57112066988734942322018-04-22T16:26:00.000-07:002018-04-22T16:26:32.018-07:00Pensiones y protestas sociales en Nicaragua<header class="amp-wp-article-header ampforwp-title" style="align-items: center; background-color: white; color: #353535; display: flex; flex-wrap: wrap; font-family: Merriweather, "Times New Roman", Times, serif; margin: 1.5em 16px; place-content: stretch space-between;"><h1 class="amp-wp-title" style="flex: 1 0 100%; font-family: -apple-system, BlinkMacSystemFont, "Segoe UI", Roboto, Oxygen-Sans, Ubuntu, Cantarell, "Helvetica Neue", sans-serif; margin: 0px; width: 808px;">
Fuente:Celag</h1>
</header><figure class="amp-wp-article-featured-image wp-caption" style="background-color: white; color: #353535; font-family: Merriweather, "Times New Roman", Times, serif; margin: 1.5em 16px; padding: 0px;"><amp-img alt="" class="attachment-large size-large wp-post-image amp-wp-enforced-sizes i-amphtml-element i-amphtml-layout-responsive i-amphtml-layout-size-defined i-amphtml-layout" height="637" sizes="(min-width: 970px) 970px, 100vw" src="https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?fit=970%2C637" srcset="https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?w=5184 5184w, https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?resize=500%2C328 500w, https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?resize=768%2C504 768w, https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?resize=970%2C637 970w, https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?resize=600%2C394 600w, https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?resize=610%2C401 610w, https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?resize=1080%2C709 1080w, https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?w=2160 2160w, https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?w=3240 3240w" style="display: block; margin: 0px auto; max-width: 100%; overflow: hidden !important; position: relative; width: 970px;" width="970"><i-amphtml-sizer style="display: block; padding-top: 530.612px;"></i-amphtml-sizer><img alt="" class="i-amphtml-fill-content i-amphtml-replaced-content" decoding="async" src="https://i0.wp.com/www.celag.org/wp-content/uploads/2018/04/97d8847f-6abc-4c6d-9eef-9ae2e96817bc.jpg?resize=1080%2C709" style="border: none !important; bottom: 0px; display: block; height: 0px; left: 0px; margin: auto; max-height: 100%; max-width: 100%; min-height: 100%; min-width: 100%; padding: 0px !important; position: absolute; right: 0px; top: 0px; width: 0px;" /></amp-img><div class="wp-caption-text" style="border-bottom: 1px solid rgb(194, 194, 194); color: dimgrey; font-family: -apple-system, BlinkMacSystemFont, "Segoe UI", Roboto, Oxygen-Sans, Ubuntu, Cantarell, "Helvetica Neue", sans-serif; font-size: 0.875em; line-height: 1.5em; margin-left: 18px; margin-right: 18px; padding: 0.66em 10px 0.75em; text-align: center;">
OLYMPUS DIGITAL CAMERA</div>
</figure><div class="amp-wp-article-content" style="background-color: white; color: #353535; font-family: Merriweather, "Times New Roman", Times, serif; margin: 0px 16px;">
<div class="amp-wp-content the_content" style="margin: 0px auto; max-width: 1000px;">
<span class="wtr-time-wrap before-content"><span class="wtr-time-number">6</span> min. lectura</span><div data-bg="#FFFFFF" data-comments="0" data-commentsbg="#ffcece" data-content-offset="0" data-fg="#1e73be" data-fgopacity="0.82" data-location="page" data-mute="0" data-mutedfg="#f44813" data-mutedopacity="0.5" data-placement-offset-touch="0" data-placement-offset="0" data-placement-touch="top" data-placement="top" data-touch="1" data-transparent="" data-width="8" id="wtr-content">
<div style="margin-bottom: 1em; padding: 0px;">
<strong>I. Las protestas</strong></div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
La repetición de hechos similares en diversos lugares del país, con la misma modalidad y desenlace, permite una primera aproximación a la cuestión de los sucesos ocurridos durante esta semana en Nicaragua: presiones y manifestaciones callejeras que van más allá del inmediato desencadenante – las reformas al INSS; propuesta de modificación que ya fue admitida por el Gobierno que, eventualmente, puede ser rediscutida – y que deben ser observadas con la preocupación propia de un intento desestabilizador a la democracia nicaragüense, cuestión no secundaria dado el clima de disputa geopolítica en que se encuentra la región.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
En el transcurso de las horas y días, pudieron observarse: ataques violentos a la Alcaldía de Estelí, ataque a la Alcaldía de Granada, saqueos a la sede Departamental del Frente Sandinista de Chinandega, incendios organizados de locales en Rubenia, León, y otras comunas, intento de incendio de la biblioteca de Nueva Guinea (con seis personas en el interior del edificio), saqueos en establecimientos de Metrocentro, ataques y amenazas a periodistas de diversos medios, sin dejar de resaltar los encuentros violentos en los alrededores de la Catedral de Managua, la publicación en redes sociales de un comunicado falso del Ejército de Nicaragua, y si se considera la multiplicidad de los focos de fuego y humo instalados durante los días -estratégicos, desde el punto de vista mediático- pareciera que alguna forma de organización previa pudiera estar también participando de las circunstancias.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
El inicio de las “protestas” fue activado desde los sectores estudiantiles, cuestión que no es una novedad – desde el punto de vista de la comparación regional-: en la Universidad Nacional Agraria (UNA), la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la Facultad Regional Multidisciplinaria (Farem) y la Politécnica de Nicaragua (UPoli) comenzaron a darse los primeros movimientos. Estudiantes que adhirieron con rapidez a un relato en sintonía con el discurso de las oposiciones de derecha en la región, distintos a los reclamos de la consigna originaria (por el cambio en los montos de cotización previsional). Empezaron a hablar en los medios de comunicación de “luchar contra la corrupción”, “por la libertad de prensa”, etc.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
Se trata, también, de hechos vinculados con las nuevas herramientas de protagonismo “cívico”: la convocatoria inicial se hizo a través de las redes sociales (bajo el <em>hashtag</em> #SOSINSS), disparador de las protestas, desde el cual se fueron congregando voluntades en las Universidades y, desde allí, partir hacia otros destinos de choque.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong>II. La reforma de las pensiones</strong></div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
Durante el año 2017, el sistema pensional nicaragüense tuvo un déficit de 80 millones de dólares causado por el desbalance interno entre base de cotización y pensionistas. Un asunto que obligó al Gobierno a revisar el conjunto del sistema, negándose a las peticiones del FMI y de los empresarios a subir la edad de jubilación<a href="http://www.celag.org/pensiones-y-protestas-sociales-en-nicaragua/amp/#_ftn1" name="_ftnref1" style="color: #254f9e; text-decoration-line: none;">[1]</a>, ni al aumento de las semanas de cotización que se ubican en 750, muy por debajo de las pretensiones de los neoliberales.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
La reforma ha sido sometida a discusión con los gremios de trabajadores, las cámaras empresarias y otros sectores de la sociedad. El Gobierno informa que el proyecto presentado es el resultado de esos diálogos y que puede haber una reformulación del mismo para lograr un consenso que evite cualquier alteración de la paz, reinstalando de inmediato la comisión de diálogo para analizar la reforma previsional<a href="http://www.celag.org/pensiones-y-protestas-sociales-en-nicaragua/amp/#_ftn2" name="_ftnref2" style="color: #254f9e; text-decoration-line: none;">[2]</a>.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
Los ataques contra el proyecto no provienen de sectores de trabajadores, puesto que el proyecto presentado (y en disputa) no alteraba la edad de la jubilación ni las 750 semanas de aporte como ya se ha dicho; desde un punto de vista integral, el aspecto en discusión es la deducción del 5 % a las pensiones, dirigidos a financiar la atención de ciertas enfermedades y la maternidad y un aumento en el monto de la cotización en un 3,5 % para los empleadores (pasa del 19 al 22,5 %) y en un 0,75 % para los trabajadores (pasa del 6,25 al 7 %).</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
Es claro, entonces, que las protestas están siendo promovidas por los más afectados con las medidas de la nueva ley pensional (los empresarios) muy ligados -o dueños- de los medios de comunicación, que están favoreciendo el clima destituyente, alimentando las refriegas callejeras, argumentando que los jubilados recibirán menos salario y la cotización será más alta. Lo concreto o lo correcto, en cambio, es que de acuerdo al proyecto de ley jubilatoria se mantiene el derecho adquirido de un trabajador nicaragüense, de jubilarse con quince años de trabajo (cotizado al INSS) y 60 años de edad, contrario a lo exigido por el FMI y los empresarios.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
<strong>III. Escenarios abiertos de la disputa</strong></div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
El Gobierno tratará de disminuir la conflictividad llamando a la mesa de diálogo sobre la ley jubilatoria, ya reinstalada, que tendrá como interlocutores al FMI y las cámaras empresarias, que, si tienen como intención principal escalar el conflicto para ir por mucho más que la modificación de la ley previsional, es probable que no acudan a la discusión. El pulso es fuerte porque los jubilados, los sindicatos y otros sectores de la sociedad han manifestado su apoyo a la ley, por considerar que no está en detrimento de sus derechos. De la actitud de empresarios y del FMI al acudir o no a la mesa de diálogo, se podrá deducir el camino que la derecha nicaragüense está decidiendo: si mantener la paz y la democracia lograda posconflicto, o si decide orientarse a la desestabilización en procura de recuperar el Gobierno.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
La sofisticación de las acciones violentas, que ya han dejado diez personas muertas y un número aún no determinado de heridos, realizadas con un alto grado de coordinación y de impacto en todo el país, permiten suponer que el propósito de la derecha es instalar un clima que obligue al gobierno sandinista a volcar sus esfuerzos en impedir un <em>dejavú</em> social que recuerde los largos períodos de guerra, que amedrenten a la habitantes y actúe como chantaje electoral a favor de la derecha; o que le obliguen a retroceder en las medidas de restitución de derechos, diluyendo la adhesión social al proyecto sandinista.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
No se puede obviar el papel que sigue jugando la tensión geopolítica, por la posible construcción del canal interoceánico en Nicaragua, financiado y concesionado por empresarios chinos<a href="http://www.celag.org/pensiones-y-protestas-sociales-en-nicaragua/amp/#_ftn3" name="_ftnref3" style="color: #254f9e; text-decoration-line: none;">[3]</a>. Un tema que al preocupar a los Estados Unidos, preocupa a la derecha nicaragüense, convirtiéndolo en uno de los puntos más álgidos en las disputas internas, y que puede ser el causante de una mayor ansiedad para lograr la destitución del sandinismo.</div>
<div class="amp-wp-inline-9ebb7490943b27acf21bc3342b5bd50d" style="margin-bottom: 1em; padding: 0px; text-align: justify;">
En el escenario también están en disputa las bases de apoyo al Gobierno, pues las manifestaciones de la derecha por el tema previsional pueden animar a otros sectores sociales que pueden aceptar como positivas las medidas económicas, pero que tienen críticas por asuntos ambientales, de la gestión de Gobierno y por derechos con perspectiva de género, sexuales y reproductivas que al aparecer no están en la agenda estatal. El escenario se puede definir por la capacidad de apertura que tenga el Gobierno para dialogar con estos sectores sociales, para impedir que en medio de la confusión se aliente la perspectiva destituyente que se percibe en las acciones violentas de la semana.</div>
<div style="margin-bottom: 1em; padding: 0px;">
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<div style="margin-bottom: 1em; padding: 0px;">
<a href="http://www.celag.org/pensiones-y-protestas-sociales-en-nicaragua/amp/#_ftnref1" name="_ftn1" style="color: #254f9e; text-decoration-line: none;">[1]</a> <a href="https://www.laprensa.com.ni/2018/02/06/economia/2372725-fmi-dice-que-la-mejor-receta-para-salvar-al-inss-es-elevar-la-edad-de-jubilacion" style="color: #254f9e; text-decoration-line: none;">https://www.laprensa.com.ni/2018/02/06/economia/2372725-fmi-dice-que-la-mejor-receta-para-salvar-al-inss-es-elevar-la-edad-de-jubilacion</a></div>
<div style="margin-bottom: 1em; padding: 0px;">
<a href="http://www.celag.org/pensiones-y-protestas-sociales-en-nicaragua/amp/#_ftnref2" name="_ftn2" style="color: #254f9e; text-decoration-line: none;">[2]</a> <a href="https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:76114-gobierno-de-nicaragua-reinstala-mesa-de-dialogo-sobre-propuestas-de-reforma-al-inss" style="color: #254f9e; text-decoration-line: none;">https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:76114-gobierno-de-nicaragua-reinstala-mesa-de-dialogo-sobre-propuestas-de-reforma-al-inss</a></div>
<div style="margin-bottom: 1em; padding: 0px;">
<a href="http://www.celag.org/pensiones-y-protestas-sociales-en-nicaragua/amp/#_ftnref3" name="_ftn3" style="color: #254f9e; text-decoration-line: none;">[3]</a> <a href="https://www.hispantv.com/noticias/nicaragua/54326/gran-canal-interoceanico-de-nicaragua-preocupa-a-eeuu" style="color: #353535; text-decoration-line: none;">https://www.hispantv.com/noticias/nicaragua/54326/gran-canal-interoceanico-de-nicaragua-preocupa-a-eeuu</a></div>
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Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-62718551528163905632018-04-18T22:17:00.002-07:002018-04-18T22:17:57.256-07:00Leonardo Boff Lula, el carismático líder servidor. <br /><img src="https://i2.wp.com/redh-cuba.org/wp-content/uploads/2018/04/lula-da-silva.jpg_1718483347.jpg?fit=569%2C340&ssl=1" /><br /><br /><br /><br /><div style="text-align: justify;">
Toda sociedad refuerza su identidad a través de grandes símbolos que le hacen ganar nitidez y le indican una dirección. Esos símbolos se encuentran en los monumentos referenciales como el Cristo del Corcovado, o en una ciudad entera como Brasilia, o en las imágenes de los profetas de Aleijadinho, en las estatuas que adornan las plazas y otras. Los nombres de las calles reavivan la memoria de escritores, de poetas, de artistas, de figuras que permanecen en la conciencia colectiva. En el mundo político no se puede negar la predominancia de Getúlio Vargas, uno de los mayores líderes políticos de nuestra historia, que dio otro rumbo a Brasil y lo introdujo en el mundo moderno, beneficiando particularmente a la clase trabajadora.</div>
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En esta línea se sitúa la figura de Luiz Inácio Lula da Silva. Nadie puede negarle el carisma que tiene reconocido nacional e internacionalmente. Lo decisivo de su figura carismática es que proviene de las clases abandonadas por las élites que siempre ocuparon el Estado y elaboraron políticas que les beneficiaban a ellas, de espaldas al pueblo. Nunca tuvieron un proyecto para Brasil, sólo para sí mismas.</div>
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De repente, irrumpe Lula en el escenario político con la fuerza de un carisma excepcional, representando a las víctimas de la tragedia brasileña, marcada por una desigualdad-injusticia social de las mayores del mundo. Incluso teniendo que aceptar la lógica del mercado capitalista, perversa porque es excluyente y por eso antidemocrática por naturaleza, logró abrir brechas que beneficiaron a millones de brasileños, comenzando con el programa ‘Hambre Cero’ y siguiendo con otras varias políticas sociales.</div>
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Los que le critican de populista y asistencialista no saben lo que es el hambre, que Gandhi afirmaba que era “un insulto, porque humilla, deshumaniza y destruye el cuerpo y el espíritu; es la forma más asesina que existe”. Siempre que se hace algo en beneficio de los más necesitados, surge la crítica de las élites adineradas y de sus aliados, de populismo y de asistencialismo cuando no de uso político de los pobres. Olvidan lo que es elemental en una sociedad mínimamente civilizada: la primera tarea del Estado es garantizar y cuidar la vida de su pueblo, y no dejarlo en la exclusión y en la miseria que hacen víctimas a sus niños y los hacen morir antes de tiempo. La ola de odio y de difamación que brota actualmente en el país nace del espíritu de los herederos de la Casa Grande: el desprecio que dedicaban a los esclavos lo han pasado a los pobres, a los negros, especialmente a las mujeres negras y a otras pobres.</div>
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<br /></div>
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Lula con sus proyectos de inclusión no sólo sació el hambre y atendió a otras necesidades de casi 40 millones de personas, sino que les devolvió lo más importante, que es la dignidad y la conciencia de que son ciudadanos e hijos e hijas de Dios.</div>
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<br /></div>
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El verdadero líder sirve a una Causa que más allá de él mismo. Como Presidente, Lula, hijo de la pobreza nordestina, se propuso que ningún brasilero tuviese que pasar hambre. Cuántas veces personalmente le oí decir que todo el sentido de su vida y de su política era dar centralidad a los pobres y arrancarlos del infierno de la miseria. Una vez, viniendo en coche con él desde São Bernando, al pasar por un lugar solitario, hizo parar el auto para confesarme: “muchas veces, saliendo de la fábrica, me senté aquí en esa hierba y lloraba porque no tenía nada para llevar a mis hermanos que en casa pasaban hambre”. Como Jefe de Estado quiso crear las condiciones para que nadie tuviese que llorar por hambre.</div>
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<br /></div>
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Lula fue y es un líder servidor de esta Causa. El líder carismático servidor habla a lo profundo de las personas. De ahí nace el entusiasmo y atracción que suscita. Cuántas veces, en mis andanzas por las comunidades de la periferia oí esta frase: “Lula fue el único que pensó en nosotros, los pobres, e hizo cosas buenas para nosotros”. De él se pueden apuntar limitaciones, que pertenecen a la condición humana, incluso equivocaciones políticas, pero jamás se podrá decir que abandonó el propósito básico de su vida y de su acción política. Señal de ello es que pasaba las Navidades con los mendigos, cuidados por el Padre Júlio Lancelotti, bajo un puente en São Paulo. Se encontraba a sus hermanos y hermanas de destino mostrándoles solidaridad y compañía.</div>
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<br /></div>
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La saña de los que quieren un Brasil de privilegios para pocos, ha conseguido aprisionarlo. Pero el sueño de un Brasil rico, ya sin miserables, jamás podrá ser apresado. Lula con su sueño es inmortal y se hace, como se dice en la tradición judía, “un justo entre las naciones”.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estos pocos ejemplos muestran cómo se puede ser un líder político servidor del pueblo y suscitar en sus seguidores el mismo espíritu de servicio solidario y constructivo.</div>
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Tal actitud apunta a otro tipo de Brasil, que queremos y merecemos, animado por representantes que hacen de la política, al decir de Gandhi “un gesto amoroso para con el pueblo y un cuidado por todo lo que es común”. Lula se inscribe en esta honrosa tradición.</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-27380145002630640402018-04-16T09:24:00.001-07:002018-04-16T09:24:45.637-07:00<div class="title" style="background-color: white; font-family: Arial, sans-serif; list-style: none;">
<h1 style="color: #70863b; font-family: Georgia, serif; font-size: 24px; font-weight: normal; list-style: none; margin: 15px 0px 0px; padding: 0px 0px 10px; text-align: justify;">
Apuntes en torno a la VIII Cumbre de las Américas: «plan contra plan».</h1>
</div>
<div class="metadata" style="background-color: white; color: #666666; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 13px; list-style: none; padding: 2px 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div id="texto" style="background-color: white; font-family: Arial, sans-serif; list-style: none; padding: 10px 0px 15px;">
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
<em style="line-height: 1.8em; list-style: none;"><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">Por Abel González Santamaría</strong></em></div>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
Los latinoamericanos y caribeños hemos vivido en la última semana días intensos, con sentimientos encontrados, entre indignación y alegría. Gracias al excelente trabajo de los profesionales de la prensa revolucionaria y progresista, el mundo pudo conocer en vivo y en directo la verdad de lo ocurrido en la VIII Cumbre de las Américas. «A un plan obedece nuestro enemigo: -recordaba Martí en Patria el 11 de junio de 1892- de enconarnos, dispensarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra patria libre. Plan contra plan».</div>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
Y eso fue lo que ocurrió en Lima, Perú. El gobierno de Estados Unidos desde los preparativos de la Cumbre intentó resucitar la Doctrina Monroe, amenazó militarmente al Gobierno constitucional de Venezuela y lo excluyó de participar en el evento, y recurrió nuevamente a su principal instrumento de dominación en la región para agudizar las contradicciones entre sus países. Ese es el nefasto papel que continúa jugando la Organización de Estados Americanos (OEA), desde su creación en 1948.</div>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
Por momentos parecía que había dos Américas, dos realidades distintas. Una en defensa de la independencia y la integración genuinamente latinoamericana y caribeña, y otra hegemónica a favor del neoliberalismo y el uso de la fuerza. De ahí que la finalizada Cumbre dejó algunas aristas para reflexionar y mantener el «plan contra plan» en un escenario que se torna complejo para la región:</div>
<ol style="font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style-image: initial; list-style-position: initial;">
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal;"><div style="text-align: justify;">
<strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">Los movimientos populares y sociales demostraron su capacidad de movilización y a</strong></div>
<img alt="30698160_10215075748982118_3849095657976898959_n" class=" wp-image-41322 alignright" height="222" src="http://razonesdecuba.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2018/04/30698160_10215075748982118_3849095657976898959_n-580x383.jpg" style="border: none; display: inline; float: right; height: auto; line-height: 1.8em; list-style: none; margin: 0px 0px 2px 7px; padding: 4px; text-align: justify;" width="337" /><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;"><div style="text-align: justify;">
<strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">ctuaron unidos</strong>. Se logró realizar la Cumbre de los Pueblos, con una amplia participación y debate de la población autóctona, jóvenes, sindicalistas, grupos sociales y partidos políticos progresistas de toda América Latina y el Caribe. En la Declaración final del evento se condenó el neoliberalismo y la injerencia en los asuntos internos de las naciones, se apoyó al Gobierno de Venezuela, se exigió la eliminación del bloqueo económico contra Cuba, se reclamó la libertad del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva y se repudiaron las recientes acciones belicistas de Estados Unidos contra Siria. En la clausura la cultura cubana estuvo a la altura de estos tiempos al ritmo de Elito Revé y su Charangón.</div>
</strong></li>
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal;"><div style="text-align: justify;">
<strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">Los representantes de Cuba a los Foros Paralelos de la Cumbre de las Américas obstaculizaron oportunamente las maniobras imperiales y de la contrarrevolución</strong>. La fi</div>
<img alt="29983753_10215074645154523_87704650501303598_o" class=" wp-image-41323 alignright" height="220" src="http://razonesdecuba.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2018/04/29983753_10215074645154523_87704650501303598_o-580x383.jpg" style="border: none; display: inline; float: right; height: auto; line-height: 1.8em; list-style: none; margin: 0px 0px 2px 7px; padding: 4px; text-align: justify;" width="333" /><div style="text-align: justify;">
rme denuncia de los representantes cubanos obligó a retirarse de la sala, donde se desarrollaba el diálogo de los representantes de la sociedad civil y los actores sociales, a la OEA y a los mercenarios pagados por el gobierno de Estados Unidos, que emplea 20 millones de dólares en fondos para la subversión en Cuba, como parte del presupuesto estadounidense para el año fiscal 2018. Se ratificó que Cuba no dialoga con terroristas ni mercenarios, que tantos crímenes cometieron contra su pueblo y provocaron la muerte de 3 478 cubanos y dejaron a 2 099 incapacitados.</div>
</li>
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal; text-align: justify;"><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">Los gobiernos revolucionarios y progresistas denunciaron la exclusión de Venezuela y ratificaron su compromiso en la lucha contra la corrupción. </strong>Durante la sesión plenaria de la Cumbre de las Américas los jefes de las delegaciones oficiales reconocieron además la necesidad de lograr la unidad dentro de la diversidad, enfatizaron que el diálogo pacífico debe ser la vía para solucionar los problemas entre las naciones y señalaron que la promesa de erradicación de la pobreza sigue sin cumplirse para millones de personas en el continente. El presidente boliviano Evo Morales condenó las sanciones unilaterales y las amenazas de invasión de Estados Unidos a Venezuela, y exigió el fin del bloqueo contra la Mayor de las Antillas.</li>
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal; text-align: justify;"><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">Cuba habló en nombre de los legítimos intereses de los pueblos de América Latina y el Caribe.</strong> El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla durante su intervención reconoció que Nuestra América, martiana y bolivariana, continúa siendo saqueada, intervenida y vilipendiada por el imperialismo estadounidense. Alertó del peligro del retorno al uso de la fuerza, la imposición indiscriminada de medidas coercitivas unilaterales y de golpes militares cruentos. Ante ese escenario invocó a la Proclama de la América y el Caribe como Zona Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno en 2014.</li>
</ol>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
También señaló que la exclusión del Presidente Nicolás Maduro Moros de la Cumbre es una afrenta a todos los pueblos de Nuestra América y un retroceso histórico impuesto por el actual gobierno de los Estados Unidos. Al finalizar, el ministro de relaciones exteriores de Cuba lanzó un mensaje que sintetiza el compromiso del pueblo para el próximo 19 de abril: «Las cubanas y cubanos, especialmente los más jóvenes, estrechamente unidos al Partido de la nación, fundado por Martí y Fidel; junto a Raúl, conmemoraremos firmes, seguros y optimistas la victoria contra la agresión mercenaria de Playa Girón».</div>
<ol start="5" style="font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style-image: initial; list-style-position: initial;">
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal; text-align: justify;"><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">Estados Unidos mantiene vigente la Doctrina Monroe para ejercer dominación y hegemonía sobre Nuestra América.</strong> Durante los preparativos del evento el entonces Secretario de Estado, Rex Tillerson, a la víspera de su gira por cinco países latinoamericanos y caribeños, retomó en su discurso el eje central de la concepción geopolítica estadounidense hacia la región desde el siglo XIX de que no necesitaba «nuevos poderes imperiales» en su traspatio: «algunas veces olvidamos la importancia de la Doctrina Monroe y lo que significa para nuestro hemisferio por lo que creo que es hoy tan relevante como cuando se escribió».</li>
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal; text-align: justify;"><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump privilegia el uso de la fuerza y relega a un segundo plano la diplomacia.</strong> En los meses previos al evento amenazaron con intervenir en Venezuela y estimularon un golpe militar. Trump optó por quedarse en su país para dirigir personalmente el ataque contra Siria, el mismo día de la inauguración del segmento de alto nivel de la Cumbre de las Américas. Por primera vez en la historia de las Cumbres de las Américas no asiste el presidente estadounidense, aunque no marcó la diferencia porque envió a su vicepresidente Mike Pence, quien durante su discurso humilló a la América Nuestra, insultó a Cuba y amenazó a Venezuela, al señalar que no se quedarán «con los brazos cruzados».</li>
</ol>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
El vicepresidente estadounidense, último orador previsto para hablar en la Cumbre, fue replicado por el canciller cubano, quien refutó su intervención y argumentó que el vacío moral del gobierno de los Estados Unidos no es una referencia para la región. La digna posición de Cuba cerró en alto la plenaria de la VIII Cumbre de las Américas.</div>
<ol start="7" style="font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style-image: initial; list-style-position: initial;">
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal; text-align: justify;"><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">La agenda de política exterior estadounidense hacia Latinoamérica y el Caribe está secuestrada por los sectores más extremistas en Estados Unidos. </strong>Desde la oficina del senador republicano Marco Rubio, presidente del subcomité de relaciones exteriores para el hemisferio occidental en el Senado y principal artífice del retroceso de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, se dictan las políticas más agresivas contra la región. En Lima participó en una rueda de prensa para expresar su «preocupación» por la supuesta «crisis humanitaria» en Venezuela, aunque se apreció frustrado porque en el evento no se aprobó ningún texto de presión sobre la nación bolivariana.</li>
</ol>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
Recientemente Trump reforzó la línea dura en el gobierno, al designar al frente de la diplomacia estadounidense al director de la CIA, Mike Pompeo y a John Bolton como asesor de Seguridad Nacional, reconocidas figuras por sus posturas ultraconservadoras y agresivas hacia el orbe, y en particular hacia Cuba y Venezuela.</div>
<ol start="8" style="font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style-image: initial; list-style-position: initial;">
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal; text-align: justify;"><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">La OEA se mantiene como el principal instrumento de dominación hacia la región.</strong> Desde su creación en 1948 ha sido cómplice de las amenazas e intervenciones militares de Estados Unidos en la región. Fue el organizador principal de la VIII Cumbre de las Américas. Hace casi sesenta años, durante entrevista de prensa ofrecida en el contexto de la V Reunión de Cancilleres de la OEA, en Santiago de Chile, el 24 de agosto de 1959, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, alertaba desde entonces que «es un organismo inoperante, ineficaz, que seguiría al servicio de los peores intereses de los pueblos latinoamericanos, y que por lo tanto debería desaparecer».</li>
<li style="line-height: 1.8em; list-style: decimal; text-align: justify;"><strong style="line-height: 1.8em; list-style: none;">La Patria Grande transita nuevamente por una contraofensiva imperialista y oligárquica.</strong> Se intenta desmontar las conquistas políticas y sociales logradas por los gobiernos progresistas en la última década, que han beneficiado a millones de ciudadanos que durante siglos vivieron en condiciones de pobreza, injusticia y desigualdad. Los mandatarios de derecha que participaron en el evento, entre ellos los de Argentina, Chile y Brasil, se sumaron a atacar a Venezuela.</li>
</ol>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
Finalizó así la VIII Cumbre de las Américas, un evento que reflejó el complejo escenario en que se desarrollarán las relaciones entre las dos Américas. La esencia de la política exterior del poderoso vecino del Norte hacia el Sur del Río Bravo se mantiene intacta: el acceso y control sobre sus recursos naturales y económicos, el dominio de los mercados, el acceso a las fuentes primarias de energía, la preservación del sistema de colonización ideológico-cultural y la contención de aquellas fuerzas políticas y movimientos revolucionarios o progresistas que pretendan desafiar las bases fundamentales de su dominación hegemónica global y hemisférica.</div>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
De ahí las premonitorias palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el contexto de la organización de la I Cumbre de las Américas en Miami en 1994. Durante la sesión inaugural de la IV Cumbre Iberoamericana en Cartagena de Indias, Colombia, alertaba del peligro que representaba la maniobra estadounidense en aquella ocasión y que se ajusta al plan trazado por el gobierno de Trump:</div>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
«Nuestro poderoso vecino del Norte ahora convoca a otra reunión cumbre que deberá efectuarse nada menos que en Miami, se dice que para una asociación hemisférica madura.</div>
<div style="color: #333333; font-size: 14px; line-height: 1.8em; list-style: none; text-align: justify;">
«Ya hubo Alianza para el Progreso. Ya hubo Iniciativa para las Américas. Y hoy nadie las recuerda. De década en década, de siglo en siglo, hemos ido de consigna en consigna, de engaño en engaño. Hubo también guerras, intervenciones y conquistas de territorios a costa de nuestra América. ¿Qué podemos esperar hoy de esa fuerza invariablemente expansionista, egoísta y hegemónica?».</div>
</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-21937211415496727112018-04-13T20:31:00.001-07:002018-04-13T20:31:15.950-07:00Cuba condena enérgicamente agresión contra Siria<header class="g-story-header" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: "Open Sans", "Helvetica Neue", helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div class="g-story-meta" style="box-sizing: border-box;">
<h1 class="g-story-heading" itemprop="headline" style="box-sizing: border-box; color: inherit; font-family: "Amplitude Medium", "Open Sans", "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 34px; font-weight: 500; line-height: 1.1; margin: 0px 0px 5px;">
<br /></h1>
<div class="g-story-description" itemprop="description" style="border-bottom: 1px dashed rgb(174, 174, 174); box-sizing: border-box; font-size: 17px; margin-bottom: 10px; padding-bottom: 7px;">
DECLARACIÓN DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO</div>
<div class="g-story-meta-footer" style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
<div style="box-sizing: border-box; color: black; font-size: 12px;">
<span class="g-story-author" itemid="/archivo?a=3391" itemprop="author creator" itemscope="" itemtype="http://schema.org/Person" style="box-sizing: border-box;">Autor: <a href="http://www.granma.cu/archivo?a=3391" rel="author" style="background: transparent; box-sizing: border-box; color: black; text-decoration-line: none;" title="Más artículos de Gobierno de la República de Cuba"><span class="byline-author" itemprop="name" style="box-sizing: border-box;">Gobierno de la República de Cuba</span></a> | <a href="mailto:internet@granma.cu" style="background: transparent; box-sizing: border-box; color: black; text-decoration-line: none;" title="Escribir a Gobierno de la República de Cuba">internet@granma.cu</a></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; color: black; font-size: 12px;">
<time class="dateline" datetime="2018-04-13 22:04:44" style="box-sizing: border-box;">13 de abril de 2018 22:04:44</time></div>
</div>
</div>
</header><div class="g-story-media-container" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: "Open Sans", "Helvetica Neue", helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px;">
<figure class="g-story-media-photo" itemid="/file/img/2018/04/medium/f0105679.jpg" itemprop="associatedMedia" itemscope="" itemtype="http://schema.org/ImageObject" style="box-sizing: border-box; margin: 0px 0px 10px;"><div class="image" style="box-sizing: border-box;">
<img alt="El ataque fue lanzado como represalia por una supuesta agresión química, que el Gobierno sirio ha desmentido" class="" data-mediaviewer-caption="El ataque fue lanzado como represalia por una supuesta agresión química, que el Gobierno sirio ha desmentido" data-mediaviewer-credit="Desconocido" data-mediaviewer-src="/file/img/2018/04/medium/f0105679.jpg" itemid="/file/img/2018/04/medium/f0105679.jpg" itemprop="url" src="http://www.granma.cu/file/img/2018/04/medium/f0105679.jpg" style="border: 0px; box-sizing: border-box; margin-bottom: 5px; vertical-align: middle; width: 590px;" /></div>
<figcaption class="g-story-media-caption" itemprop="description" style="box-sizing: border-box; color: #666666; font-size: 12px;"><span class="caption-text" style="box-sizing: border-box;">El ataque fue lanzado como represalia por una supuesta agresión química, que el Gobierno sirio ha desmentido</span> <strong style="box-sizing: border-box;">Foto:</strong> <span class="credit" itemprop="copyrightHolder" style="box-sizing: border-box;">Desconocido</span></figcaption></figure></div>
<div class="story-body-text story-content" itemprop="articleBody" style="background-color: white; box-sizing: border-box; clear: both; color: #333333; display: table; font-family: "Open Sans", "Helvetica Neue", helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; overflow-y: scroll;">
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
<strong style="box-sizing: border-box;">DECLARACIÓN DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO</strong></div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
El Gobierno Revolucionario de la República de Cuba expresa su más enérgica condena por el nuevo ataque perpetrado por los Estados Unidos y algunos de sus aliados, en la noche de este 13 de abril contra instalaciones militares y civiles en la República Árabe Siria, utilizando como pretexto el supuesto empleo por el Gobierno sirio de armas químicas contra civiles.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
Esta acción unilateral, al margen del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, constituye una flagrante violación de los principios del Derecho Internacional y de la Carta de esa organización y constituye un atropello contra un Estado soberano, que agudiza el conflicto en el país y en la región.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
Los Estados Unidos han atacado a Siria sin que se haya demostrado la utilización de armas químicas por parte del gobierno de ese país y a pesar de que la Secretaría Técnica de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha informado que desplegará en breve un equipo de la Misión de Investigación de Hechos para inspeccionar de inmediato la localidad de Duma, como habían solicitado Siria y Rusia.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
Cuba, signataria original y Estado parte de la Conven-ción sobre Armas Químicas, rechaza firmemente el empleo de esas armas y de otras de exterminio en masa, por cualquier actor y en cualquier circunstancia.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
El Gobierno Revolucionario expresa su solidaridad con el pueblo y gobierno sirios por las pérdidas de vidas y daños materiales, como consecuencia de este ataque atroz.</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
</div>
<div style="box-sizing: border-box; margin-bottom: 10px;">
La Habana 13 de abril de 2018</div>
</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-15108950629949614412018-04-09T16:30:00.000-07:002018-04-09T16:30:00.383-07:00Un paralelo entre la historia de Brasil y la historia de su mayor líder histórico Lula para principiantes<div class="article-titles" style="background-color: #f4f4f4; box-sizing: inherit; font-family: "Open Sans", sans-serif; font-size: 16px; font-weight: 600; margin: 24px 0px 0px; padding: 0px 0px 24px; position: relative;">
<div class="article-prefix" style="box-sizing: inherit; line-height: 20px; margin: 0px; padding: 0px; z-index: 3;">
<br /></div>
<div class="article-summary" style="box-sizing: inherit; color: #666666; font-weight: 400; line-height: 20px; margin: 16px 0px 0px; padding: 0px; z-index: 4;">
Los habitantes de un país suelen hablar de otro utilizando como referencia la propia historia. Así sucede a veces con los argentinos y Brasil. Aquí el secretario de Clacso ofrece otra mirada, más real y más compleja.</div>
</div>
<div class="article-main-media" style="background-color: #f4f4f4; border-top: 2px solid rgb(221, 221, 221); box-sizing: inherit; font-family: "Open Sans", sans-serif; font-size: 16px; font-weight: 600; margin: 0px; padding: 0px;">
<div class="article-main-media-header" style="box-sizing: inherit; display: inline-block; margin: 0px; padding: 0px; width: 932px;">
<div class="article-author" style="box-sizing: inherit; color: #5b5a5e; display: inline-block; font-size: 15px; line-height: 16px; margin: 8px 0px 23px; padding: 0px;">
<span style="box-sizing: inherit; color: #0d0d0d;"><span style="box-sizing: inherit;">Por </span><a class="no-link" href="https://www.blogger.com/null" style="background-color: transparent; box-sizing: inherit; cursor: default; line-height: inherit;">Pablo Gentili</a></span></div>
</div>
<div class="article-main-media-image" style="background-color: white; box-sizing: inherit; margin: 0px; padding: 0px; position: relative;">
<div class="article-main-media-image__container object-fit-block--contain" style="box-sizing: inherit; margin: 0px; object-fit: contain; padding: 0px; position: relative; text-align: center; white-space: nowrap;">
<img class="show-for-medium-only lazyloaded" data-src="https://images.pagina12.com.ar/styles/focal_16_9_960x540/public/2018-04/na17fo01_6.jpg?itok=VHAD_Ud4" height="112" src="https://images.pagina12.com.ar/styles/focal_16_9_960x540/public/2018-04/na17fo01_6.jpg?itok=VHAD_Ud4" style="border: 0px; box-sizing: inherit; display: inline-block; height: auto; max-width: 100%; vertical-align: middle;" width="200" /></div>
</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desde Brasil</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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“Brasil no es para principiantes”, sostuvo con su poética despiadada Tom Jobim.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entender este país exige una inmensa capacidad de imaginación sociológica. El Brasil de hoy conserva sus marcas históricas, la sociogénesis de un pasado que revive día tras día en la prepotencia de sus élites, en la persistencia de sus estructuras esclavistas y en un sistemático desprecio hacia la democracia y hacia los derechos de casi todos sus habitantes, transformados en extranjeros dentro de una nación sin patria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La historia de Brasil ha sido modelada a golpes y engalanada por narrativas indulgentes que han pretendido explicar lo inexplicable. En definitiva, aunque todo funcione mal, Dios y la alegría son brasileños. ¿Qué más se puede pedir?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Un país cuya independencia fue proclamada por un príncipe, hijo del rey de Portugal, que se consagró emperador “constitucional” y defensor perpetuo del país. Una nación independiente que nació como imperio. Un imperio que permanece hasta hoy gobernado por sus dueños.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así, la democracia ha sido una excepcionalidad en la historia brasileña. A falta de democracia política y social, Brasil inventó la “democracia racial”, una ficción doctrinaria que bien podría haber servido para construir el imaginario de una sociedad igualitaria, pero que se transformó en el mito que oculta un racismo institucional que transforma a millones de seres humanos en sujetos del desprecio y la exclusión. En la segunda nación con mayor población negra del planeta, la historia la escriben los blancos, el poder y la riqueza la acumulan los blancos, las oportunidades las secuestran siempre los blancos. Los blancos, esos que viven indiferentes ante la violencia y la segregación de los ciudadanos y las ciudadanas silenciados, invisibilizados, abandonados: pobres, negros, campesinos, indígenas, mujeres y niñas violentadas, violadas, seres humanos sin techo, sin tierra, sin nombre, sin derechos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Brasil, un país continental, repleto de golpes. Y de mentiras. Cuando el régimen militar derrocó al presidente democrático João Goulart, en 1964, prometió restablecer el orden institucional en apenas un día. Permaneció en el poder 21 años. El primer editorial de diario O Globo, después del golpe, sentenciaba: “resurge la democracia”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y la democracia resurgió, pero dos décadas más tarde, sustentada en una ley del olvido y de la impunidad frente a los crímenes militares. Nadie sería juzgado. Nadie condenado. El poder se delegó en un presidente elegido de forma indirecta, sin el voto popular, que murió antes de asumir el cargo, transfiriendo así el mandato a un cacique inexpresivo y gris, con aspiraciones de poeta mediocre y heredero feudal de una de las regiones más miserables del país. La democracia quiso resurgir, pero no pudo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Recién en 1989 se realizarían las primeras elecciones presidenciales desde 1960. Durante casi 30 años, Brasil había conseguido vivir al margen de la más diminuta e imperceptible democracia representativa. Sus élites, sin embargo, explicaban que el período de excepción dictatorial había constituido un verdadero “milagro”, y así comenzó a ser llamado el particular proceso por el que una nación que llegó a crecer más de 30% en apenas un año, pudo transformarse al mismo tiempo en una de las sociedades más injustas y desiguales del planeta.</div>
<div style="text-align: justify;">
La ruptura</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La historia brasileña desde los años 90 es, más o menos, conocida. Fernando Collor derrotó a Lula con el apoyo solidario de la Red Globo. Collor fue destituido y asumió Itamar Franco, que no hizo casi nada, aunque era bonachón y solía fotografiarse cerca de muchachas sin ropa interior, lo que hizo pensar a muchos que se trataba de un buen presidente. A Itamar lo sucedió el príncipe de los sociólogos, Fernando Henrique Cardoso, que también derrotó a Lula y exigió que, quienes conocían su pasado, olvidaran todo lo que había escrito. En 1998, Lula volvió a ser derrotado por Fernando Henrique, que además de avanzar en un plan de privatizaciones, nunca revirtió y, en algunos casos, empeoró las ya deterioradas condiciones de vida de los más pobres. Durante sus dos mandatos, la pobreza creció o se mantuvo estable, alcanzando, en 2002, al 31,8% de la población. Ese año, Lula ganaría finalmente las elecciones presidenciales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El ocaso del gobierno Cardoso significó el agotamiento o, por lo menos, el profundo deterioro de un modelo de acumulación y dominación que había imperado desde la transición democrática. A pesar de la crisis del régimen, las élites brasileñas confiaban en que Lula no significaría una amenaza a sus intereses corruptos y mezquinos. Razones tenían. El ex líder metalúrgico, había escrito una carta al pueblo brasileño en la que prometía no amenazar la riqueza y las propiedades de los más ricos, sino desarrollar un programa de inclusión social que sería beneficioso para el país. Si le creyeron porque no les quedaba otro remedio o porque confiaron en que, finalmente, lo habían derrotado, no podremos saberlo. Lo que sí sabemos es que el ex líder metalúrgico no mintió y desarrolló un inédito programa de reformas sociales cuyos resultados fueron excepcionales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La pobreza bajó significativamente, reduciéndose en 12 años más del 73%. La llamada pobreza crónica pasó del casi el 10% al 1%. Todos los sectores sociales aumentaron sus niveles de ingreso. Los más ricos, por ejemplo, 23%. Pero los más pobres, 84%. Brasil dejó de ocupar el humillante mapa del hambre de la FAO, ampliando oportunidades y condiciones de bienestar hasta entonces inimaginables entre los sectores más pobres del país.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero los grandes indicadores sociales, educativos y económicos, en definitiva, el excelente desempeño de su gobierno, no fue lo que dotó a Lula de inmenso reconocimiento y aprobación. Lo que lo transformó en un verdadero mito, en una personalidad de culto y admiración por parte de los sectores populares, fue el carácter fundacional que adquirió su mandato. Los pobres pueden no codificar la sociología o la economía con los encriptados códigos teóricos de los intelectuales, pero no por eso son menos sutiles y perspicaces a la hora de comprender su propia realidad social.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los pobres saben, por ejemplo, que el ingreso tiene que ver con sus capacidades y oportunidades de bienestar. Así, operacionalizan esta evidencia en indicadores muy concretos, por ejemplo, tener o no acceso a mayores y mejores niveles educativos, tener posibilidades de acceso al crédito que permite comprar una casa propia o algunos bienes de consumo básicos, tener energía eléctrica, cloacas, agua potable y, cuando exageran en sus aspiraciones de bienestar, poder viajar a visitar sus seres queridos en avión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo esto, que constituye un inventario de derechos y oportunidades básicas en cualquier república moderna, nunca había estado al alcance de millones de brasileños y brasileñas. El gobierno de Lula, y posteriormente el de Dilma, ofrecieron, por primera vez, la oportunidad efectiva de sentirse ciudadanos y ciudadanas a un inmenso contingente de personas que habían sido despreciados, descartados y humillados por unas élites que fingían desconocer su existencia como sujetos de derechos o como simples seres humanos con necesidades elementales nunca satisfechas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lula vino a reparar esta injusticia histórica. Y lo hizo con una enorme capacidad de gestión y ejerciendo un fuerte liderazgo político, dentro y fuera del país.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La avasalladora fuerza de Lula tomó de sorpresa a unas élites indolentes e ignorantes que suponían que un obrero metalúrgico sin instrucción universitaria fracasaría en su afán de dirigir los destinos de la décima potencia económica del planeta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En una década, Lula y Dilma, redujeron en 53% el déficit de acceso a la vivienda digna. Construyeron más de 1 millón 700 mil casas populares, universalizaron el acceso a la energía eléctrica (en un país con una inmensa desigualdad energética), aumentaron significativamente el porcentaje de domicilios con acceso a agua, duplicaron la matrícula universitaria, construyeron más universidades y escuelas técnicas que en toda la historia del país hasta el 2002. Todas estas políticas fueron el resultado de poner a los pobres en el centro del presupuesto nacional, beneficiaron especialmente a la población rural, a las mujeres, los jóvenes, las comunidades indígenas y la población negra.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si quisiéramos entender Brasil con ojos argentinos, aunque con enormes diferencias y especificidades históricas, deberíamos pensar que Lula cumple un papel mucho más cercano al que Perón ejerció desde 1946, que al de Néstor Kirchner desde el 2003, ante la crisis del 2001. El presidente Kirchner tuvo un papel excepcional en fundar las bases de una república construida sobre los pilares de la igualdad, los derechos humanos y la justicia social. Lo hizo con una gran capacidad de gestión, gobernando un país en ruinas, pero teniendo como referencia un imaginario y una historia que pretendía ser recuperada o refundada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lula no. Lula es el fundador. El gran arquitecto democrático de un Brasil, que nunca existió.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La poderosa y contundente consigna de que “la patria es el otro”, es la emotiva síntesis de una década de realizaciones que hemos conquistado colectivamente. La síntesis que gana sentido y referencialidad en un pasado común y se encarna de manera viva en la necesidad de construir un nuevo presente. Es el pasado que se proyecta y se espeja en nuestros grandes líderes democráticos históricos (Yrigoyen, Perón, Evita, Cámpora, Alfonsín), así como en las víctimas de la dictadura y en nuestras heroicas madres y abuelas. Es el futuro posible, ante la existencia de un pasado real.</div>
<div style="text-align: justify;">
Más tarde</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Brasil no tuvo ese pasado. Ni ningún otro comparable. Medio siglo más tarde que la Argentina, Brasil cumplió el mandato que muchas veces les ha cabido en América Latina a los gobiernos populares: ser las administraciones que instalan, construyen y defienden un orden republicano, modernizador y democrático, frente a la barbarie predatoria que imponen unas élites del atraso que siempre parecen tener nostalgia de la Edad Media.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lula funda el Brasil republicano. Es el líder que no está dispuesto a aceptar que no haya espacio para todos y todas en un país de iguales. Y el que, sin tapujos ni remordimientos hipócritas, no tiene miedo de decir que aspira a que todos vivan mejor, que los pobres puedan comer bien, vivir bien, tener sus hijos en las universidades, ser propietarios de las casas en las que viven. Lula no aspira a ser un hippie con onda, predicando una crítica desenfocada a los bienes de consumo. Porque sabe que de ellos depende la posibilidad de hacer de la vida digna una oportunidad efectiva y no una falsa promesa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Por qué el juez Moro encarcela a Lula sin otra prueba que su propia convicción? Porque ha sido la estrategia que el poder financiero (improductivo y predatorio), el gran monopolio comunicacional que es la Red Globo, y sectores políticos conservadores (entre ellos, el del ex presidente Fernando Henrique Cardoso) han encontrado para acabar con lo que creen ser un antecedente inaceptable para ese Brasil egoísta y mezquino cuyos privilegios siempre han preservado. No aceptan que Lula vuelva al poder. Creyeron que el golpe contra Dilma Rousseff lo hundiría. Se equivocaron. Ahora creen que, encarcelándolo, podrán silenciarlo. También se equivocan.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Quieren acabar con ese metalúrgico porfiado y persistente que parece no estar dispuesto nunca a rendirse y entregar las armas de la dignidad, la confianza en la política y la certeza en el valor de las movilizaciones populares. Pero también quieren acabar con todos los Lulas que están por venir. Quieren acabar con lo que consideran un virus fatal contra sus privilegios y su impunidad corrupta: la posibilidad de que muchos y muchas puedan pensar que, si alguna vez un metalúrgico sin escuela, nordestino y pobre, pudo gobernar el país, otros y otras como él podrán hacerlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Están encarcelando a Lula, encarcelan una idea. Aspiran a encarcelar el futuro. No podrán. No habrá espacio en las cárceles para esa multitud de hombres y mujeres libres, que seguirán luchando por la construcción de un futuro que les pertenece y nadie podrá robarles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
* Secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.</div>
Pensamiento Contra Corrientehttp://www.blogger.com/profile/10119554742997200861noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7752717825738320443.post-31314859951093285752018-04-07T19:14:00.000-07:002018-04-07T19:14:02.691-07:00Boaventura Sousa Santos a Lula<div class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;">
<b><i><span lang="EN-US">Português (ver vídeo</span></i></b><b><i><span lang="EN-US">)</span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;">
<b>Querido Presidente Lula,</b></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;">
<b>Que magia é a sua para ser hoje o garante da democracia brasileira, o símbolo de esperança para milhões de brasileiros que gritam o seu nome por todo o país e em muitas cidades estrangeiras? Que magia é essa para com tanta coragem e no meio de tanto sofrimento pessoal dar essa extraordinária lição de dignidade e de humanidade? A resposta é bem fácil: a sua simplicidade, querido Presidente, é tão grande que os seus algozes subestimaram a grandeza que ela transporta. Já eram pequenos agora são minúsculos e assim ficarão para a história, a história em que o Senhor já brilha e brilhará.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;">
<b>Um abraço comovido e muito amigo.</b></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;">
<b>Boaventura de Sousa Santos</b></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;">
<b>Coimbra, Portugal, 6 de Abril de 2018</b></div>
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<b><i>English</i></b></div>
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<br /></div>
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<b>Dear President Lula:</b></div>
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<b><span lang="EN-US">What kind of magic do you have that makes you today the guarantor of Brazilian democracy, a beacon of hope for millions of Brazilians shouting you name all over the country and in so many foreign cities? What kind of magic allows you to give such an extraordinary lesson of humanity and dignity under so much personal suffering? The answer couldn’t be easier: your simplicity, dear President, is such that your executioners underestimated the greatness it carries. Small that they were to start with, they have become minuscule. That’s how history will have them, the same history in which you already shine and will forever shine.</span></b></div>
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<b><span lang="EN-US">Please accept my most heartfelt greetings.</span></b></div>
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<br /></div>
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<b>Boaventura de Sousa Santos</b></div>
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<b>Coimbra, Portugal, April 6, 2018</b></div>
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