El Arte como manifestación contundente de la existente de los seres humanos y humanas


Unesco concede Premio José Martí a Frei Betto
9 Enero 2013 
Cubadebate
El Premio Internacional José Martí de la Unesco se entregará al intelectual brasileño Frei Betto durante la clausura en esta capital de la III Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo, anunciaron hoy los organizadores.

En conferencia de prensa a propósito del evento, a celebrarse del 28 al 30 de enero, el vicepresidente del Comité Organizador Héctor Hernández anunció que se decidió premiar a Betto por su obra fecunda como escritor y su activismo social comprometido con la justicia.

Asimismo, añadió que el jurado estuvo integrado por personas de los cinco continentes. La III Conferencia por el Equilibrio del Mundo tiene el propósito de reunir a hombres y mujeres de diversas corrientes de pensamiento para reflexionar sobre diversas problemáticas y preocupaciones contemporáneas, desde la perspectiva del pensamiento del Héroe Nacional de Cuba, José Martí.

En ocasión del aniversario 160 del natalicio de Martí, la cita pretende reivindicar el valor de las ideas en un mundo marcado por la aguda crisis económica, consideró Hernández.

También añadió que la asistencia de representantes de unos 43 países al foro respalda la importancia actual del cultivar el pensamiento.

Para la Conferencia se espera la asistencia de múltiples personalidades reconocidas a nivel internacional, como el propio Frei Betto, el Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, y el expresidente de República Dominicana Leonel Fernández.

Se anunció además la posible presencia del exgobernante brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

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Fallece el cineasta Octavio Getino: Clara Isasmendi, Clelia Isasmendi, Rosana Salas, Osvaldo Cascella y Mauro Simone
4 de octubre 2012
Rebelíon

Octavio Getino nacido en León, España, el 6 de agosto de 1935, fue director de cine, narrador e investigador de medios de comunicación y cultura argentino, fundador del Grupo Cine Liberación y de la Escuela del Tercer Cine, junto a Pino Solanas y Gerardo Vallejo. Vinculado al peronismo de izquierda, realizó con Solanas clandestinamente el documental La hora de los hornos (1969), sobre el neocolonialismo y la violencia en el país y América Latina. En 1971 la dupla se entrevistó con Juan Domingo Perón, exiliado en Puerta de Hierro, España. 

De este encuentro realizaron los documentales Perón, la revolución justicialista y Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del poder, los documentos audiovisuales más extensos de Perón, donde expone lo esencial de su pensamiento. En 1972 escribió y dirigió la película El familiar 

El Grupo Cine Liberación, del que Getino fue cofundador y principal teórico, fue parte del movimiento del Tercer Cine, del que formaron parte el Cine de la Base de Raymundo Gleyzer, el Cinema Novo brasileño y el Cine Revolucionario cubano, todos de corte antiimperialista. 

Proponían un uso del arte cinematográfico como herramienta política, fuertemente comprometido con los conflictos sociales y con la militancia. 

Durante el gobierno de Héctor J. Campora se hizo cargo de la calificación de las películas en el INCAA. Por un Decreto del Poder Ejecutivo Nacional (358/73) lo designó Interventor del entonces denominado Ente de Calificación Cinematográfica, a partir de una terna de cinco nombres propuestos por cineastas. 

Fundador con Nemesio Juarez, Carlos Galetini y Gerardo Vallejo y coordinador del Espacio Audiovisual Argentino junto a Martín García en 1989, Getino fue designado Director del INCAA en 1991, a la salida de su antecesor Rene Mugica. 

Desde hacía más de veinte años era asesor de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL), de La Habana, que preside Gabriel García Márquez y dirige la cubana Alquimia Peña. Y era coordinador del proyecto: Observatorio del Cine y el Audiovisual Latinoamericano (OCAL) de dicha Fundación, que tiene auspicios y ayudas de la Aecid y la Unesco. 

Obtuvo en 1964 el Premio Casa de las Américas, de Cuba, y el del Fondo Nacional de las Artes, con Chulleca, en el género libro de cuentos. 
Dirigió en 1987 una investigación sobre “Incidencia del video en las cinematografías de siete países latinoamericanos”. En 1992 estuvo a cargo del primer estudio realizado en América Latina sobre “Dimensión económica y políticas públicas de las industrias culturales”.

Coautor con Fernando Solanas del largometraje “La hora de los Hornos” (1968) y cofundador de los “Grupos de Cine Liberación” en Argentina, en 1968. Codirector con Solanas y Gerardo Vallejo de los documentales realizados con el Gral. Perón en Madrid “La Revolución Justicialista” y “Actualización Política y Doctrinaria” (1971). Coguionista de “El Camino hacia la muerte del Viejo Reales”. Director del largometraje de ficción “El familiar” (1974).

Getino era docente en cursos de posgrado en Flacso y en la Universidad Nacional Tres de Febrero. 
Consultor de organismos internacionales (UNESCO, PNUD, FAO y PNUMA) en temas de medio ambiente, comunicación y cultura en varios países de América Latina (Argentina, México, Perú y Costa Rica).

Entre 2004 y 2007 coordinó el Observatorio de Industrias Culturales (OIC) de la Ciudad de Buenos Aires y el Observatorio Mercosur Audiovisual (OMA) de los organismos nacionales de cine de la región.


Participó activamente en la lucha por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en particular en las Jornadas de “Terminemos ya con la Dictadura de Clarin” de la agrupación Oesterheld junto a Claudio Diaz y Martín García. 

Ha publicado numerosos trabajos sobre temas del cine, la cultura y la comunicación latinoamericana y argentina. Entre sus libros más recientes, figuran: “El capital de la cultura: Las industrias culturales en Argentina y en la integración MERCOSUR”; “Cine iberoamericano: los desafíos del nuevo siglo”; “Cine argentino: Entre lo posible y lo deseable”; “Turismo: entre el ocio y el neg-ocio”, “Chulleca” (cuentos, reedición ampliada).


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Silvio Rodríguez: Lo humanamente útiles que podemos ser
Publicado por Minoska Cadalso Navarro 
Cubadebate, 11 de septiembre 2012

Un día de verano cierto personaje tocó a la puerta de Silvio Rodríguez:

“Mire, yo atiendo lo que es Prevención en el barrio La Corbata. Como usted sabe, trabajamos en lugares sensibles, donde hay personas que han sido reclusas, y tratamos de ayudarlas a la reinserción en la sociedad. Como son barrios con determinados problemas, con determinadas carencias, también tratamos de que la gente se conduzca bien, que no se desvíe, no se meta en problemas… Yo vengo a verlo porque cuando usted fue a la prisión de Guamajal, yo trabajaba allí, entonces me di cuenta de que usted es una persona que se preocupa por estas cosas”.

En efecto, algo más de un año atrás, Silvio no había reparado en el entonces Primer Teniente José Antonio Álvarez, uno entre tantos oficiales de la cárcel de Guamajal Hombres de Villa Clara. Pero a la vuelta de un año o más de la gira por las prisiones, al trovador le parecieron especialmente interesantes sus preocupaciones y la manera en que las enfocaba: “Yo dije ‘coño, aquí hay un material humano que hay que aprovechar, hay que ver qué hay detrás de esto’”.

Se hizo entonces el concierto de La Corbata. “Una vez vivida esa primera actividad, yo me di cuenta de que eso era lo que tenía que hacer. Esa experiencia lo enfrenta a uno a una realidad que por lo menos yo no conocía. Yo no sabía que existía esa complejidad dentro de la sociedad, que se habían formado nuevos barrios, ni en las condiciones en que vivían, que a veces son muy muy muy precarias”.

El capitán Álvarez, sin quererlo o saberlo, sugirió un camino. Silvio, receptivo, lo convirtió en motivo de hacer. Aquel primer concierto fue el precedente de todo un proyecto: una gira por alrededor de treinta barrios de La Habana. Al cobrar esa magnitud, el suceso motiva nuevas preguntas:

-¿Qué criterio sigue la selección de los barrios de la gira?

Ana Lourdes Martínez, coordinadora de la Gira por los barrios, se ha ido reuniendo con los Poderes Populares y con el departamento de Prevención, de la PNR. Según la experiencia de estos especialistas, y también por peticiones y noticias que nos han llegado de vecinos de diversos barrios, hemos ido armando nuestra trayectoria. El criterio que nos ha guiado es presentarnos en los lugares más necesitados, en los que haya más problemas acumulados, en los sitios más críticos por la razón que sea. Siguiendo esta brújula, además de viejos barrios habaneros, hemos visitado lugares que hasta hace unos años ni siquiera existían. Vecindarios creados por albergues que inicialmente iban a ser provisionales. En ellos ubicaron a familias que por diversas causas perdieron sus viviendas. Algunos llegaron siendo niños y después se casaron, y más tarde han visto crecer a sus propios hijos. Es el caso de lugares como “Sexto congreso”, que queda más allá de la línea del ferrocarril de Lawton. O de Lugardita, que lleva más de un año sin tanque de agua. O de “Bello amanecer”, que tiene un nombre que hace pensar en lo que no es. Eso sí, en todos esos barrios hay niños con escuelas y con zapatos.

-¿Por qué una gira así en este momento particularmente?

Cuba está inmersa en un sensible proceso de cambios. Es una transformación necesaria, pero uno de sus peligros es que algunos sectores menos favorecidos se empobrezcan más. Estar junto a ellos es una de las principales razones de la gira. Aunque también es cierto que desde que empecé hice cosas así.

En 1969, me fui a las costas occidentales de África, de barco en barco de la Flota Cubana de Pesca. Aquella gira en alta mar fue mi primer experiencia sistemática. Una de las inspiraciones era que los pescadores de la Columna Juvenil del Mar tenían la meta de traer pescado y a veces pasaba un año y no tocaban puerto. Mi misión consistía en hacer contacto con la mayor cantidad de barcos y darles mis canciones. Estuve algo más de 4 meses navegando.

Angola, país que visité dos veces entre febrero de 1976 y enero de 1977, fue otra forma de estar donde me creí necesario.

A principios de 1989 hice aquella otra gira llamada “Por la Patria”, junto al grupo Afrocuba. La empezamos un 28 de enero en la cima del pico Turquino, para 200 personas; la terminamos a fines de marzo, en la Plaza de la Revolución, para 200 mil. A fines de los 80 se tambaleaba el campo socialista y era obvio que de alguna forma aquello nos iba a tocar. Esas inquietudes animaron aquella gira.

En 2008, cuando me despedía de la Asamblea Nacional, volví a pensar que debía dejar algo útil. Por eso hablé de sistematizar el trabajo cultural en las prisiones. Sabía que esa labor se venía haciendo desde hacía tiempo, espontáneamente. Pero siempre he creído que reglamentarlo puede ser una buena contribución a la reeducación. Hablé sobre eso y sobre dar relieve al trabajo que hacían escritores, artistas, deportistas y familiares de presos. Entonces hicimos aquella gira por las prisiones de todo el país, que tuvo cierta divulgación, incluso internacional; un recorrido que nos vinculó a más de 40 mil reclusos.

La gira por los barrios empezó porque un oficial de Prevención, que había estado en la gira por las prisiones, me invitó al barrio que atendía, llamado “La Corbata”. Y cuando hice ese concierto me di cuenta de que había encontrado otro buen camino para andar.

La gira por los barrios fue concebida con cierta modestia, sin mucha parafernalia ni divulgación. No he querido hacer un gran show de las visitas a los hogares de la gente. Entre otras razones porque lo que hacemos lo considero una función natural, algo que debe ser cotidiano. Creo que el arte debe salir de los teatros y darse a los ciudadanos que no pueden pagarlo, o a los que no lo visitan por falta de costumbre, o por mitología de clase. Y es que el que nace en un barrio marginal, o es marginado, puede llegar a creer que ciertas formas de arte no son para él y su familia. Ir a los barrios es hacer justicia a las personas y también a las artes; intentar un granito de arena reparador, rompedor de prejuicios.

-¿En qué aspectos esta gira o la intención que la anima es similar a otras como la realizada por las prisiones?

En el sentido de que las artes y la música hacen bien a la gente, esté donde esté. Por otra parte el equipo que me acompaña es prácticamente el mismo. Nos ayuda mucho el personal de Giras del ministerio de Cultura. Los técnicos y los músicos son mis compañeros de trabajo desde hace muchos años. Somos una especie de familia.

-¿Qué buscas en los públicos de los barrios?

Busco ver a la gente, tocarla, intercambiar humores, escucharla expresarse para saber la realidad del pueblo, de mis orígenes, a lo que me debo. También busco hacer llegar a esos lugares expresiones que nuestros medios y los medios del mundo difunden poco. Busco amar y ser amado.

-¿Qué encuentras?

Encuentro un renacer. Ya sé que alguien podrá decir que es momentáneo. Pero, mientras dura, sabemos que no estamos solos, ni olvidados. Recibimos y damos. Lo sienten ellos y también nosotros. Eso se nos queda en la memoria, a todos. Personalmente me conmueve constatar que la gente de los barrios, a pesar del predominio de lo que está de moda, cantan mis canciones. Eso me impresiona, sobre todo de niños y de jóvenes. Es como un milagro.

-La acogida de los conciertos ha sido sin duda intensa: ¿Qué sientes que dejas a tu paso en esos entornos?

Dejo lo que me corresponde dejar. A mí, a cualquier artista: puentes, líneas que se entrecruzan, que nos vinculan y se encienden a la vez, que nos muestran lo humanamente útiles que podemos ser.


Tomado de Cubadebate

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Jorge Amado, cien años de plenitud
Nicolas Bourcier

02/09/12, Sin Permiso

“Jorge”, como todo el mundo le llamaba en Brasil, habría cumplido 100 años el 10 de agosto. Cien años de plenitud y de risas generosas, tiernas y convencidas, que han marcado la vida del país. Cien años de escritura, 35 novelas y novelas cortas, teatro, poesía, unos 35 millones de ejemplares vendidos en Brasil, sin contar la cincuentena de traducciones, las adaptaciones al cine, la televisión, las telenovelas, hoy celebrados con una serie de conmemoraciones nacionales. Le habrían hecho ciertamente sonreír, desde lo alto de su casa de Salvador de Bahía donde reposan sus cenizas al pie de un mango desde ese día maldito del 6 de agosto de 2001 en el que desapareció a los 88 años. Pues la obra del maestro bahiano fue tontamente maltratada durante su vida por los guardianes de la literatura brasileña que vivían en Sao Paulo y Río de Janeiro.

 orge es “amado e celebrado”, titula el diario O Globo. Helo aquí reeditado y expuesto en el Museo de la Lengua Portuguesa, hermoso homenaje a quien se decía “intruso en la ciudad de las letras”. En cuanto a su novela, Gabriela, su obra maestra de 1958, es adaptada en una serie televisiva con la seductora Juliana Paes en el papel del título. Y Jorge ha sido bien festejado y consagrado en su ciudada bahiana, en el Museo Jorge Amado, en el Museo de Arte Moderno, o incluso sobre las tablas del teatro de la ciudad.

“Hacer un Jorge Amado”, nos dice el dramaturgo Gil Vicente Tavares, “es ante todo un gesto de amor y un suspiro de alivio frente a los escombros de nuestra civilización”. Amado es uno de los autores más leídos de Brasil. Sin duda alguna, el más popular del país. “Igual que hicieron Balzac y Proust en su época con la sociedad francesa”, subraya Roberto Machado, filósofo nacido en Recife, “Jorge, junto a algunos otros (José Americo de Almeida, Graciliano Ramos, José Lins do Rego), han dejado ver y dado a conocer la sociedad en la que vivían, el Nordeste brasileño del siglo XX”.

 Nacido en 1912 en Ferradas, en una plantación de cacao situada en el sur del Estado de Bahía, Jorge Amado publica en 1931, El país del carnaval, , luego, en 1933, Cacao, que le sitúan de entrada como uno de los novelistas mayore. En 1938 aparece Bahía de todos los santos, formidable retrato de la ciudad vista a través de un niño de la calle, Antonio Balduino, primer héroe negro de la novela brasileña. En él describe en un estilo libre toda la energía nacida de la miseria y de la revuelta social. El joven escritor es localizado seguidamente en París por André Malraux y en Argel por un tal Albert Camus…

 En 1936, en vísperas de la dictadura del “Estado Novo”, es encarcelado y se prohíben sus libros. En 1941 Jorge Amado se convierte en militante comunista y se exilia en Argentina. A su vuelta, en 1945, es elegido diputado. En 1948 se prohíbe el Partido Comunista, y se exilia de nuevo. De regreso de  la URSS en 1955, toma distancias con el comunismo y decide consagrar todo su tiempo a la escritura.

 Jorge Amado ha descrito como nadie el gran mestizaje brasileño, pinta sus religiones en las que se mezclan el catolicismo, el vudú (el candomblé) y los ritos ancestrales, narra el sertâo (el desierto del nordeste) lo mismo que los barrios pobres de Bahía, pone en escena a esas mujeres “de oro rojo y de ámbar” a las que convierte en sus heroínas: Tereza, Dona Flor, Gabriela.

 En la exposición “Humanidades”, organizada en Río en junio, la directora Bia Lessa pidió a 100 intelectuales y figuras de la cultura brasileña que llenasen los estantes de una gigantesca biblioteca efímera con los 100 libros que juzgaran más importantes. La madre del cantante Caetano Veloso, que cumplirá 105 años en septiembre, propone solamente libros de Jorge… Jorge Amado, que escribe sobre su tiempo como otros hablan de amor.  

Nicolas Bourcier es periodista cultural del diario parisino Le Monde y autor del libro J´étais garde du corps d´Hitler (Le Cherche Midi, 2006).

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La nueva novela del escritor venezolano Edgar Borges:"El hombre no mediático que leía a Peter Handke" llega a México
20 de agosto 2012

Diario de Oaxaca
La nueva novela del escritor venezolano Edgar Borges (Caracas, 1966), El hombre no mediático que leía a Peter Handke, llega a México de la mano de la editorial Conejo Blanco. El autor dice que “el protagonista de su novela se encierra en su habitación para librar una travesía que le permita ser El hombre sin intermediarios”.
La obra, lanzada en España por Ediciones En Huida (abril, 2012), ha logrado importantes elogios de la crítica literaria. Desde “obra trascendente que indaga en la conducta humana” (poeta Francisco Vélez Nieto) hasta “novela que transitará el camino de los clásicos (filósofo Ignacio Castro Rey), El hombre no mediático que leía a Peter Handke cuenta la historia de un sujeto que se encierra en su habitación para imaginar su realidad. El individuo descubrirá que padece de un “autismo mediático” que le impide entenderse con los otros. Su único vínculo con las sensaciones lo logra con la palabra literaria. Entre cuatro paredes que le distancian de su mujer, sus dos niñas y la sociedad, el sujeto se dedica a percibir la vida a través de la lectura de la obra del escritor austríaco Peter Handke (Griffen, Austria, 1942). 

Las obligaciones del afuera o la necesidad de encierro; la palabra desgastada que satura la calle o la palabra literaria en descubrimiento. La realidad como techo o la ficción como salto. El hombre no mediático deberá atravesar 32 puertas (denominación que reciben los capítulos) para hallar un espacio de comunicación entre él y los otros. El hombre sin intermediarios, como Edgar Borges define la búsqueda del personaje de su obra.
El hombre no mediático que leía a Peter Handke cuenta en tiempo real (la obra tiene la particularidad de marcar o de detener los segundos) el día a día de una investigación (o de un encierro) que tiene mucho de búsqueda. El escritor asturiano Pedro Antonio Curto considera que “Edgar Borges parte de él (el personaje lleva su nombre), de una cosmovisión particular (el encierro), para llegar al mundo, para transitar por las calles, para andar por los bares, para realizar una investigación, para sentirse hombre (cuestión más compleja de lo que parece)”. 

En los últimos cinco años, desde que fijara residencia en España, Edgar Borges (Caracas, 1966) ha desarrollado un importante trabajo literario que se podría resumir en libros, premios y elogios de la crítica. ¿Quién mató a mi madre? (Finalista del III Premio de Novela Ciudad Ducal de Loeches, Madrid, 2008); ¿Quién mató al doble de Edgar Allan Poe? (Edición bilingüe, español-inglés, 2009); La contemplación (I Premio Internacional de Novela “Albert Camus” 2010); Crónicas de bar (2011) y El hombre no mediático que leía a Peter Handke (Beca de Residencia Centro de Arte La Rectoría, Barcelona, 2012). Varios de los relatos del venezolano han sido incluidos en antologías publicadas en España (Microveus, Barcelona, 2007); México (Microdosis, Ciudad de México, 2011); Italia (Buena Letra, Roma 2012) y en estudios realizados en diversas universidades de Estados Unidos. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al italiano y al portugués. La narrativa de Edgar Borges ha originado críticas favorables de escritores como Antonio Gómez Rufo; Enrique Vila-Matas; Andreu Martín; Sandra Santana; Vicente Luis Mora y Vicente Huici, entre otros. En este tiempo, el venezolano ha prologado los libros de varios autores de las nuevas generaciones de las letras de España (Javier Farto, Salvador Moreno Valencia, Juan Manuel Álvarez Romero y Fausto Antonio Ramírez, entre otros). Asimismo, prologó el libro “Porno para perdedores y otros sucios hábitos” del poeta mexicano R. Israel Miranda. Como conferencista, el autor caraqueño se ha presentado en diversas ciudades de Europa, haciendo uso de un estilo interpretativo en el cual el conferencista se enfrenta a su otro yo como si del debate de dos opiniones de tratara.



Cuba: Italia premiará a Alicia Alonso
27 Agosto 2012

La Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, fundadora y directora general del Ballet Nacional de Cuba, viajará en los próximos días a Italia para recibir el 8 de septiembre el Premio Positano por su larga carrera artística.

La edición 40 de ese prestigioso Festival danzario ofrecerá a la bailarina cubana un dibujo del cineasta y diseñador Franco Zeffirelli, durante una gala de homenaje que se celebrará en el Teatro Della Piaggia Grande.

También el Museo del Viaje, en la localidad de Positano, de la Costa de Amalfi, acogerá el estreno del documental biográfico Alicia Alonso. Órbita de una leyenda; asimismo, la mítica intérprete de Giselle sostendrá un encuentro con la crítica y el público.

El Premio Positano fue concedido en votación unánime a Alicia Alonso por un jurado integrado por críticos internacionales, quienes reconocieron la prestigiosa carrera artística de la Prima Ballerina Assoluta.

(Tomado de Radio Reloj)_
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México: Otorgan a Elena Poniatowska reconocimiento Mujeres con Valor

La Jornada, 20 de agosto 2012

México, DF. Las productoras y actrices argentinas Gabriela Steck y Gabriela Zárate entregaron este sábado 18 de agosto en el teatro bar El Vicio, el reconocimiento “Mujeres Con Valor” a la periodista y escritora Elena Poniatowska, por su trayectoria.

Este reconocimiento se entrega a quienes por su trayectoria y gran labor como periodistas, conductoras, escritoras, guionistas, que hayan marcado un estilo, que tienen una voz con contenido, que destacan por su prestigio y que son una inspiración para lograr los sueños de toda mujer.

Así, la periodista, escritora y activista social Elena Poniatowska, acudió a recibir esta distinción y disfruto de la obra “Mujeres en el Baño”; ya que es escrita, dirigida y actuada por mujeres, y como ella expreso: “A pesar de que cantan, bailan y se visten muy bonito, está puesta en escena nos invita a reflexionar sobre lo que viven actualmente las mujeres de todo el mundo y de todas las clases sociales.

“Es intensa, te hace sufrir y reírte de pronto de ti misma”, comentó Poniatowska, quien a su vez felicitó a las actrices y a su escritora y directora, por esta puesta en escena, e incluso prometió que volvería al teatro.

Por su parte, las actrices Gabriela Steck y Gabriela Zárate se manifestaron emocionadas y agradecidas con la periodista, a quien leyeron un texto enviado por la escritora y directora de la obra, Mariela Asencio desde Argentina.

“Querida Elena, Seré breve, porque creo que tu sola presencia dice mucho más que todas las palabras que pueda escribir en este momento.

Esta lloviendo ahora mismo en Buenos Aires, y no puedo evitar pensar en las distancias y en todas las mujeres que en diferentes partes de este mundo estamos trabajando con persistencia y pasión. Pienso en tus recorridos, las ciudades por las que pasaste, los viajes que emprendiste, los libros que escribiste, las causas que defendiste, y pienso también en todo lo que estarás haciendo y en todo lo que harás, y no puedo hacer otra cosa que desear tenerte cerca para darte un abrazo acalorado, lo que yo llamo un verdadero abrazo feminista cuando le hablo a mis compañeras de lucha. Y estoy hablando de lucha porque bien sabemos que nuestro mundo todavía no ha sabido correrse de la desigualdad, y puntualizo aquí en cuestiones de género, que son las que de un tiempo a esta parte han ocupado mi cabeza.

Mujeres como vos son fundamentales. Mujeres valientes y sensibles, hermosamente desafiantes y activas.

Te cito cuando digo que 'Si bien es cierto que un libro no va a cambiar un régimen dictatorial, a la larga resulta invaluable como parte de un cambio social, insensible de un día a otro, pero sensiblemente evidente de una década a la otra', porque pienso que lo mismo pasa con algunas personas, que hacen un trabajo fundamental durante toda su vida, pienso en vos como ese libro que espero mis hijos lean y también mis nietos.

He aquí este reconocimiento que te entrega el equipo de Mujeres en el baño.

Mis abrazos desde el sur”

Mariela Asensio 

En un acto de respeto y cariño, las actrices entregaron el reconocimiento a la maestra y entre abrazos y felicitaciones, el acto culminó.

Mujeres en el baño es la primera entrega de la trilogía Mujeres 3D que se completa con Mujeres en el aire y Mujeres en ningún lugar, mediante la cual Mariela Asensio se propone “una visión de género sobre temas universales con el principal interés de correrse de los estereotipos culturales que desdibujan la identidad de la mujer en la sociedad actual”.

Mujeres en el aire pone su atención en el universo laboral; partiendo de la hipótesis de un grupo de mujeres que perdió por completo la conexión con la tierra. Dicha obra esta actualmente en proceso de escritura.

Mujeres en ningún lugar planteará tres hipótesis sobre el mismo tema: La trata de personas como forma de esclavitud en el siglo XXI.

Cabe mencionar que todas estás diferentes historias que cuentan seis mujeres, son etapas por las que pasó la misma escritora Mariela Asencio, por lo que ella sabe perfecto que actriz la puede representar y el casting de México, lo hizo ella misma con ayuda de Internet.

Otra de las cosas que hacen estas grandes actrices es aparecer, como va toda chica al baño, en toalla, en bikini en baby doll; a lo que ellas responden no es nada sencillo, se reciben muchas críticas, pero una tiene que estar preparada y aunque no lo crean dicen ellas, hasta la ropa interior que debe portar cada actriz está seleccionada por un equipo enlazado a Argentina, ellas no eligen lo que se ponen.

Las protagonistas comentan que se encuentran muy felices ya que la obra ha sido muy bien recibida por el público del Teatro Bar El Vicio, tanto que se ha extendido su temporada, y para ser un grupo independiente, es excelente.

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A 56 años del adiós de Bertolt Brecht el teatro continúa buscando sus raíces

Agencia Venezolana de Noticias

16 de agosto 2012
Entender la obra del dramaturgo alemán Bertolt Brecht es un ejercicio que requiere de mucha digestión, tanto para el espectador como para quien asume la dirección de uno de sus textos, sea porque en todos está presente el hombre desprotegido por su raza o condición social o sea porque sigue siendo incómodo confrontar a sectores de la sociedad para quienes el teatro es sinónimo de banalización y consumo.

 En su narrativa se encuentra la temática aún vigente del obrero excluido; de quien amamanta a un niño sin ser suyo y luego es apartado de él y de situaciones que se creen lejos de esta realidad y sin embargo suceden en la sociedad.

 Aunque Brecht abandonó físicamente la tierra el 14 de agosto de 1956, en su Alemania natal, "su teatro sigue vigente porque cada vez es más frecuente que los medios privados apuesten porque pensemos menos, quieren darnos una pastillita con el resultado y que nosotros solo consumamos sin detenernos a analizar lo que estamos consumiendo. El teatro de Brecht va en contra de esas piezas que no te dejan nada, que después de 15 minutos de salir, el mensaje está olvidado", explica el investigador teatral Vladimir Castillo.

 Sucede que en la capital venezolana son más comunes las funciones teatrales que apuntan al mero entretenimiento, que sugieren sentimentalismos y que proponen lágrimas al espectador, como resultado más sublime del mensaje divulgado. A estos asuntos el joven Brecht les huyó desde corta edad, pues a sus 20 años escribió el texto Tambores de la noche para denunciar asesinatos impunes en su ciudad de nacimiento, Augsburgo.

 "Todo esto no es más que puro teatro. Simples tablas y una luna de cartón. Pero los mataderos que se encuentran detrás, ésos sí que son reales" fue el mensaje último de la función teatral que sacudió al auditorio y propuso las bases primarias de la estética histórico-política que acompañaría a sus dramaturgias hasta sus días póstumos.

 Al recordar el hecho, Castillo se detiene y señala: "Para representar a Brecht es necesario asumir una línea de investigación profunda porque para reinterpretarlo hay que hacerlo con el signo de estos tiempos, no es posible montar algo como en los 50. Él también fue médico, sentía preocupación por la bioética y por todo aquello que significara un atropello al conocimiento", reflexiona el también docente de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte).

 Sus estudios de medicina comenzaron a los 19 años y se vieron interrumpidos porque tuvo que prestar servicio militar durante el la Primera Guerra Mundial, cerca de 1918; este hecho acrecentó su visión crítica e intimista de la vida y los años siguientes profesó el marxismo como forma de vida y denunció los abusos de la sociedad burguesa contra el desprotegido.

 Sin embargo, "su teatro no puede analizarse sólo desde la militancia, el suyo es un teatro necesario porque plantea una narrativa donde se propone una línea de acción dirigida al pensar. Él (Brecht) pedía un distanciamiento entre actor-texto y entre obra-público para no sufrir un catarsis o enajenamiento, para él era necesario pensar, analizar y entender...", resume Castillo.

 Sobre el distanciamiento, fue la técnica utilizada por el dramaturgo para alcanzar sus fines estéticos mediante sus actores. Consistía en exigir a los intérpretes leer y estudiar el texto desde afuera, lejos de la alienación supuesta de esos dramas clásicos en que los sentimientos perturban al personaje y lo encaminan a identificarse con él.

 "Cuando tu aceptas el sentimiento del otro, te desvías del sentido del texto y eres susceptible de manipulación. En Brecht se asume desde otra mirada, él te hacer ir al teatro a pensar, no a sentir. Es imposible ver una obra suya sin cuestionarse", advierte el docente.

 Castillo puntualiza que la estética propuesta por el alemán tiene dos ejes centrales: el primero lo hizo acercándose a lo cotidiano a través de su teatro con obreros como actores, quienes comprendían el texto y podían proyectarlo de manera más natural al espectador, y, un segundo eje en que el cartel tenía un lugar privilegiado durante la escenificación. "Mientras la obra sucedía, aparecían anuncios que explicaban la situación", comenta el investigador.

 Este rasgo le añadió a su obra carácter pedagógico, por tanto sus textos no eran individualistas; en contradicción aportaban nuevas perspectivas a la sociedad y desdibujaban las estructuras clásicas concebidas por las grandes instituciones como la Iglesia y el Estado, a las que también denunció.

 En 1928, la escenificación de La ópera de los tres centavos predijo lo que más tarde tomaría forma de exilio. El texto desafía las convenciones clásicas de la propiedad y de la dramaturgia en sí misma, por cuestionar "¿Quién es un criminal mayor?¿El que roba un banco o quien funda uno?", con la irrupción musical en escena apuntada a una crítica sobre el mundo capitalista. La obra se tradujo a más de 18 idiomas y se representó unas 10.000 veces sobre tablas europeas.

 Cinco años más tarde, cuando Adolf Hitler llega al poder, Brecht y su familia se ven obligados a emigrar a Dinamarca tras la acusación de alta traición, no obstante, la partida no significó un receso artístico. Clásicos como La vida de Galileo, El círculo de tiza caucasiano, El señor Puntila y su criado Matti fueron escritos en este periodo.

 En Caracas se han hecho algunos intentos. Por ejemplo, en 2010, el director venezolano Miguel Issa llevó a las tablas de Unearte el texto El eco de los ciruelos y en mayo de este año se representó en la misma sala Mackie, una versión musical de La ópera de los tres centavos dirigida por Delbis Cardona.

 Para Castillo no ha sido suficiente. "Es necesario hacer un festival o retrospectiva de la obra de Brecht, donde se toquen lo social, histórico, científico y político (...) y sobre todo donde se recupere su forma de hacer el teatro tal como lo hizo en su momento César Rengifo. Se trata de construir y deconstruir la historia", argumenta.

 Bertolt Brecht nació el 10 de febrero de 1898 en la ciudad alemana de Augsburgo y murió, en Berlín, a causa de una inflamación en el pulmón, el 14 de agosto de 1956, a los 58 años de edad. En las afueras del Teatro Berliner Ensemble, fundado por él, se levanta una escultura de cuerpo completo con su imagen.

Fuente: http://www.avn.info.ve/print/127248

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Eugenia León, Lila Downs y Tania Libertad despiden a Chavela Vargas en Garibaldi

Notimex, La Jornada
06/08/2012

México, DF. Las intérpretes mexicanas Eugenia León, Lila Downs y Tania Libertad rindieron esta noche un homenaje musical a la cantante Chavela Vargas en la Plaza Garibaldi, donde cientos de seguidores acudieron a darle el último adiós.

La secretaria de Cultura del Distrito Federal, Nina Serratos, fue la encargada de presentar a las cantantes y amigas de la Chamana, a quien recordó como una mujer que supo vivir "en el extremo del placer y el disfrute de los secretos de la noche y su aprecio por las glorias de la vida".

Rememoró las palabras del escritor mexicano Carlos Monsiváis, quien aseveró que Chavela Vargas añadió a la música ranchera una soledad radical.

En punto de las 21:00 horas la ofrenda musical comenzó en voz de la cantante Eugenia León, quien con gran sentimiento interpretó los temas Flor de azalea, Volver, volver y La bruja.

Más tarde tocó el turno a Tania Libertad con los temas Estoy en el rincón de una cantina, Un mundo raro y Las simples cosas, ésta última acompañada del grupo Los Macorinos.

Vámonos y Cruz de olvido fueron los temas cantados por Lila Downs, quien expresó: "ya te tocó cruzar el río, Chavela, y te quiero cantar una canción zapoteca".

Uno de los temas más esperados de la noche fue La llorona, el cual fue interpretado por las tres cantantes y coreado por las cientos de personas que a pesar del frío y la lluvia, continuaban en el homenaje póstumo dedicado a la cantante que murió a los 93 años de edad, dejando como máximo legado su música e ideales.

La velada musical cerró con broche de oro con los temas México, lindo y querido y El son de la negra.

Las intérpretes estuvieron acompañadas del Mariachi Gama Mil y las porras del público que coreaba cada una de las canciones, aplaudía, gritaba porras y expresaba: "Se ve, se siente, Chavela está presente".

Chavela Vargas, quien de acuerdo con el cineasta Pedro Almodóvar "hizo del abandono y la desolación una catedral en la que cabíamos todos y de las que se salía reconciliado con los propios errores y dispuesto a seguir cometiéndolos, a intentarlo de nuevo", murió el domingo 5 de agosto a causa de un paro respiratorio.

El 17 de abril de 2009, durante su cumpleaños número 90, la cantante que deja un ejemplo para la música mexicana de tres generaciones, expresó: "No le temo a nada".

Nacida en 1919 en San Joaquín de Flores, Costa Rica, Isabel Vargas Lizano dejó su nación de origen y viajó a México cuando tenía 17 años. Su primer disco salió a la luz en 1961 y desde entonces no paró de trabajar.

Dejó más de 80 producciones musicales, considerados agasajos discográficos de una mujer pletórica; hace unos meses grabó su último fonograma con versos de Federico García Lorca: La luna grande.


Miguel de Carrión y las tristes verdades de la mujer neocolonial 
Por: Diana Valido Cernuda
 CUBARTE

6 de agosto 2012


Teresa tenía el fuerte optimismo de los seres creados para el amor (…), poseía un optimismo derivado de una buena salud y una sangre rica, de una sexualidad fuerte y un espíritu libre de enfermizos terrores, para quien el mundo era hermoso mientras hubiese ojos para contemplarlo”

 Las impuras, Miguel de  Carrión

 El 30 de julio de 1929 moría uno de los escritores imprescindibles de la literatura cubana. Bajo su pluma se dibujó La Habana neocolonial cual cuadro vivo, se revelaron los más recónditos secretos de impuras y honradas y, sobre todo, se retrató una época con total realismo. Miguel de Carrión fue un autor controvertido que despertó las más opuestas opiniones en torno a su obra. “Decir que Las Impuras es una gran novela es faltar el respeto a las grandes novelas”, escribía Calvert Casey; mientras Alejo Carpentier señalaba, en una entrevista: “Por los años 20, Miguel de Carrión me parecía el único escritor cubano importante.” (1)

 Lo cierto es que la narrativa de Carrión revela con total naturalismo la sociedad absorbida por la corrupción política administrativa y el sometimiento femenino en la sociedad cubana. Sobre él, Salvador Bueno escribió: “Cuando la obra de Carrión queda certeramente ubicada se la considera como un testimonio doloroso y sombrío, pero agudamente fiel, de una etapa de la historia cubana, de una época de transición que, sin haber llegado al clímax, permite contemplar algunas señales de superación y de esperanza” (Bueno, 1963).

 Médico de profesión, Miguel de Carrión nació en La Habana el 9 de abril de 1875, en la iglesia de Monserrate. Su padre era un abogado de los tribunales de la nación y su abuelo un caballero de la Real Orden de Carlos III. Al estallar la Guerra de Independencia, en 1895, emigró a  Estados Unidos. Al volver a la Isla se dedicó a las letras y al periodismo. Fundó Cuba Pedagógica, en 1903; fue director de Azul y Rojo; subdirector de La lucha y redactor de El Heraldo de Cuba. Fue, además de sus actividades como médico, conferencista, autor de textos científicos y miembro de varias sociedades médicas y biológicas de la época.

 Bajo su autoría se reconocen las obras narrativas La última voluntad (narraciones, 1903), El milagro (novela, 1904) y La esfinge (novela inconclusa, 1929; publicada en La Habana, en 1961). Sin embargo, los textos que marcaron su impronta para la historia de la literatura cubana fueron, sin lugar a dudas,  Las impuras (novela, 1919) y Las honradas (novela, 1918).

Los títulos de ambas novelas demarcan de por sí una simbolización de la mujer, cuya línea divisoria es el sexo. Las honradas narra la historia de Victoria, una “perfecta casada” que se ajusta sexual y moralmente al matrimonio solo después de una experiencia adúltera que la hace despertar a la sexualidad. Las impuras, a la inversa, es un temprano “retrato de Teresa”, de una mujer que dignamente acepta su papel de “querida”, pero que es arrastrada a la prostitución por una sociedad que tergiversa el impulso sexual en fuerza destructiva. El deseo femenino, en la primera obra, sometido a presiones sociales, y en la segunda, desbordado fuera de la ley (Méndez, 2000, p.1010).

 Aunque muchos insisten en afirmar que Las impuras es una continuación de Las honradas, ambas novelas poseen total independencia, lo cual no se encuentra en oposición al hecho de que en uno de los capítulos finales de la última obra mencionada, aparezca la participación de la protagonista de la otra novela.

 Cada una de los textos, por separado, impactó en su momento por la sinceridad del autor, en total controversia con el cinismo de una sociedad incapaz de aceptar y hacer algo por cambiar la sumisa posición de la mujer en Cuba. Tal es así, que al salir publicada por primera vez Las honradas, provocó un escándalo dentro de la burguesía de principios del siglo XX. No obstante, varios intelectuales supieron apreciar la avezada madurez literaria del autor. Por aquella fecha Enrique José Varona le escribía a Carrión: “Gran novela porque en su rápida sucesión de cuadros vigorosamente trazados, ha hecho destacar figuras tan vivas, tan humanas que las sentimos sentir, las oímos pensar y que nos serán por siempre conocidas” (Bueno, 1961; en Heras León, 1981).     

Las impuras, estuvo durante varios años prohibida para las solteras, hasta alcanzar reconocimiento y convertirse en una de las obras literarias más exitosas, con numerosas ediciones, versiones teatrales, radiales y televisivas. La novela emergió desde los inicios como un retrato de la prostitución en Cuba, que impacta por su verosimilitud. Con destreza narrativa, Carrión nos muestra las diferentes escalas en el bajo mundo de La Habana neocolonial; y así encontramos a Carmela, La Aviadora, prostituta sobre ruedas, cuyos clientes se mueven dentro de lo más significativo de la vida política y económica de la época. Del reverso de la moneda, aparecen otras tantas como Carlota, dependiente de la hostilidad masculina de un chulo que abusa de sus favores y pequeños ingresos monetarios. En medio de ese ambiente, una mujer defiende su derecho al amor, escapando de riquezas y títulos, aunque el destino la haga sucumbir al mundo de la prostitución, finalmente.

 Si bien es cierto que Carrión se dedicó a un análisis exhaustivo de la psicología de los personajes femeninos, no así con los hombres que participan en las tramas, es válido destacar su acertada dramaturgia en algunos como Rigoletto. El jorobado más querido por las impuras, el bufón de las fiestas y parrandas, el silencioso enamorado de Teresa. “Tiene nombre de payaso y como todo payaso, sale a la escena a hacer reír, a hacer motivo de burla, a hacer travesuras aunque por dentro ―he aquí el lugar común del drama de los payasos― sea capaz de sentir el amor como un ser humano corriente, y aunque tenga en su vida íntima un drama verdaderamente trágico” (Heras León, 1981, p.17).

 A más de cien años de publicadas las obras emblemáticas de Carrión, sus páginas siguen hechizando al lector actual. Quien se adentra en ellas camina por La Habana de otro siglo, conoce sus fiestas, sus vicios, sus colores y sus desgracias, habita el recóndito mundo de impuras y honradas. Un mérito que las letras cubanas le deberán por siempre a Miguel de Carrión, el autor que supo desnudar las tristes verdades de la mujer neocolonial. 

  

Bibliografía:

 de Carrión, Miguel (1981). Las impuras, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba.   

 de Carrión, Miguel (1973). Las honradas, Ediciones Huracán, Instituto Cubano del Libro.

 Heras León, Eduardo (1981) Prólogo a Las Impuras, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba.   

 Méndez Rodenas, Adriana (2000) Este sexo que no es uno: Mujeres deseantes en Las honradas y en Las impuras de Miguel de Carrión, University of Iowa (archivo de la autora).


Notas:

 (1)  César Leante “Confesiones sencillas de un escritor barroco”, en Valoración múltiple de Alejo Carpentier, Casa de las Américas, p.53, La Habana, 1977.


El Salvador: 
Celebrarán en El Salvador Muestra de Video Comunitario Mesoamericano
agosto 04, 2012   
Alainet

La Primera Muestra de Video Comunitario de jóvenes de la región mesoamericana será celebrada del 22 al 25 de este mes en El Salvador, anunció hoy la Secretaría de Cultura de la Presidencia.En un comunicado, la dependencia gubernamental informa que el festival tiene el objetivo de promover el interés por el arte y la cultura de paz en la juventud salvadoreña.

Noé Valladares, director del proyecto de la Escuela de Video Mesoamericano que impulsa la Asociación de Capacitación e Investigación para la salud Mental (ACISAM), precisó que en la muestra participarán autores de México, Nicaragua, Guatemala y El Salvador.

Explicó que las producciones están hechas bajo un enfoque de comunicación participativa que busca presentar las problemáticas y soluciones sociales que viven las personas en una comunidad determinada.

Estamos promoviendo en los jóvenes una cultura de paz a través de una comunicación participativa en la que se promueva el diálogo y la negociación entre las personas y grupos de una comunidad, dijo.

A través del video, las personas pueden tener una percepción más amplia del problema y de la solución misma, afirmó Valladares, citado en la nota oficial.

El cineasta salvadoreño André Guttfreund expresó que la riqueza de este proyecto es que permitirá conocer el sentir y pensar de las comunidades rurales, contadas desde su propia visión y por personas de su mismo entorno.

El proyecto de cine comunitario ha permitido que se produzcan videos en idioma español y en lenguas nativas. En Guatemala se vivió esa experiencia, señaló Guttfreund, asesor de la Dirección de Cine y Audiovisuales de la Secretaría de Cultura.

Este proyecto es financiado por la agencia alemana AWO Internacional y cuenta con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Plan El Salvador, ka Secretaría, entre otros, indica la entidad estatal.


México:Murió Chavela Vargas a los 93 años 
5 Agosto 2012 
Cubadebate, El Milenio Mx,

La cantante mexicana de origen costarricense, Chavela Vargas, falleció este domingo víctima de padecimientos severos que la mantuvieron en cuidados intensivos durante varios días, en los que la intérprete siempre impidió cualquier invasión a su cuerpo que intentara devolverle la salud.

Isabel Vargas Lizano, de 93 años de edad y más de 70 vividos en México, soportó hasta el final los embates de sus múltiples padecimientos cardiacos, pulmonares y renales, que la mantuvieron postrada durante siete días en una cama de un hospital privado de la ciudad de Cuernavaca.

“Quiero informarles que hace unos minutos, Chavela murió… Se fue en paz”, dijo María Cortina, amiga y biógrafa de “La Chamana”, al confirmar el deceso de la cantante.

Por la mañana, José Manuel Núñez, su médico, anticipó la posibilidad del fallecimiento al confirmar a MILENIO el estado crítico, peor aún de la situación médica que había presentado los seis días anteriores a su fallecimiento. Vargas revolucionó la escena musical cantando temas de amor, en ocasiones dirigidos a otras mujeres, con su voz ronca y potente y luciendo siempre vestimenta de hombre. Nacida en San Joaquín de Flores, Costa Rica, el 17 de abril de 1919, y radicada en México desde su adolescencia, comenzó a desarrollar su pasión por la música cantando en las calles a los 14 años. En 1960, cuando ya tenía 41 años, empezó a hacerlo de manera profesional.En aquella época irrumpió en cantinas y bares cantando con una pistola en el cinturón y una botella de tequila en la mano. Muchos reprobaron su conducta, pero otros la veneraron como la mujer que se atrevió a desafiar la cultura machista mexicana, cantando con emoción y ronquera los sufrimientos de amor que también padece una mujer.Polémica por naturaleza, Vargas no escatimaba en hablar sobre las críticas que le rodearon, muchas de ellas en torno a su homosexualidad, que hizo pública en su autobiografía “Y si quieres saber de mi pasado”, publicada en el 2002.Reconocida por su firme carácter, dijo no haber sentido miedo durante su prolífica carrera.

“No le tuve temor a nada porque a nadie le hice daño”, aseguró con calma durante un homenaje que se le hizo en junio de 2011 en México.

Los problemas de salud la acecharon desde pequeña. De niña enfrentó poliomielitis, y le atribuyó su recuperación a los brujos y chamanes que la trataron. Su pasión por estas figuras era tal, que siempre aparecía luciendo amuletos y talismanes realizados por ellos.

“La chamana”, como fue apodada, nunca se dejó intimidar por la muerte, a la que imaginaba “bellísima, como un descanso”. Pedía que al morir, la recordaran “como una vieja loca que se tomó 40 botellas de tequila”.

“En un río, en un lago lleno por ahí que me tiren ya después de muerta”, expresó a los medios durante la misma velada.

(Con información de Milenio, México)



Guatemala: Prehistoria del Cine

JUAN CARLOS LEMUS, Prensa Libre
4 de agosto 2012

La más reciente producción de la cinemateca universitaria Enrique Torres es como la prehistoria de las filmaciones en el país; una hora y media de escenas cotidianas filmadas por personas anónimas entre los años 1920 a 1960, más segmentos de películas de Alfredo Mackenney. Es documental porque constata costumbres y diferencias sociales, y es emotiva porque esas niñas que vemos entre la multitud, que andan de paseo en desfiles y procesiones, podrían ser nuestras bisabuelas. Evidencia épocas de carruajes tirados por caballos, soldados descalzos; de cuando las distancias no se medían por kilómetros. Al verla, recordé lo que relata Carlos Samayoa Chinchilla en su libro Chapines de ayer, cuando pregunta a un arriero cuánto falta para llegar a San Rafael Pie de la Cuesta, y le responde que “cuatro cagadas de mula”.

En esas filmaciones puede verse a verdaderos arrieros, a vendedoras y niños harapientos que contrastan con señoras vestidas a la moda charlestón junto a hombres con sombreros Stetson, que fuman en cualquier sitio, incluidos los vagones del ferrocarril de los Altos. En aquellos tiempos se daba por sentado que había una clase alta; la media, considerada “decente”, después venían los ladinos pobres, los indígenas y los afroamericanos. Vestigios de aquella clasificación perviven en este país que aún es racista, discriminativo y machista. 

La cinemateca es una de las pocas instituciones que no se conforma con cumplir con las obligaciones para las cuales fue creada. Hace años que viene haciendo cosas fuera de lo común, como cuando proyectó cine para ciegos, o Tiflocine, en el 2008. En esa ocasión, en los pasillos del cine Lux fueron instalados maniquíes con trajes de los personajes de la película que sería proyectada. Los no videntes los palpaban antes de pasar a la sala, de manera que cuando la escuchaban podían imaginar cómo era el sombrero de los varones o los trajes de las señoras. 

Siempre he pensado que los no videntes son personas más alegres que las videntes. Recuerdo que cuando les proyectaron la película Diario de motocicleta, parte de la vida del Che Guevara, hubo una escena de besos bajo un árbol y uno de los no videntes entre el público gritó a su compañeros: “¡No miren eso, muchá!”. Carcajearon y siguieron con las bromas. También les han presentado Harry Potter y otras películas. 

Para personas con problemas de sordera adecuaron las bocinas y practicaron la captación de energía a través de globos sostenidos en las manos. A un sordo le basta ver y leer la película para comprenderla, claro, pero al captar las vibraciones toma contacto con la estridencia musical o la fuerza de un grito.

Estas y otras novedades son impulsadas por su director, Walter David Figueroa, y el restaurador Marco Antonio Alonzo, quienes protegen copias de las películas nacionales que hay hasta la fecha, buen material para investigadores que quieran ver los orígenes de nuestra sociedad tan desigual, o familias que quieran quedarse en casa a ver El triunfo de los campeones justicieros o Los domingos pasarán, películas que hoy podrán parecer cursis, pero que son joyas antroposociales divertidas.




Cuba:  Mirta Fernández Cantos de negritud


A propósito de dos conmemoraciones a celebrarse en 2012: doscientos años de la conspiración dirigida por José Antonio Aponte, y cien años de la matanza de los Independientes de Color, se publica este esclarecedor libro Cantos de negritud, de la cubana Mirta Fernández.

Figuras de gran relevancia en las letras, la política y el pensamiento caribeños, como el haitiano Jacques Roumain, el guyanés Léon Gontran Damas y el martiniqués Aimé Césaire son abordados por la escritora con análisis, citas y poemas —traducidos en la mayoría de los casos por ella— que dan al libro una simbiosis perfecta de profunda amenidad y acercan al lector al Movimiento de la Negritud en su contexto cultural e histórico. José Martí, Roberto Fernández Retamar, Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, Jean Paul Sartre o Leopold Sédar Senghor —por solo mencionar algunos, acertadamente citados en la obra— también propician un acercamiento al fenómeno de la discriminación racial. Poemas como “Sucios negros” de Roumain o “Blanqueados” de Damas impactarán al lector por su honda carga emotiva y belleza de formas.
Agencia Literaria Latinoamericana




2012-07-27
A las puertas del Festival de Cine de Locarno:Alfombra roja para el cine latinoamericano
Sergio Ferrari

Suiza.- Aluvión cinematográfico durante once días en Suiza italiana. El Festival de Locarno a punto de inaugurar el próximo miércoles 1ro de agosto su 65ta edición, anticipa calidad artística, lluvia de estrellas y una muy significativa presencia iberoamericana.

Con la presencia confirmada del actor mexicano Gael García Bernal  introduciendo una larga lista de personalidades de talla mundial. Desde Alain Delon hasta el ex futbolista, actor y realizador Eric Cantona.  Pasando, entre otros,  por Pablo Larraín, Harry Belafonte, Arnon Milchan, Leos Carax, Abderrahmane Sisako,  Charlotte Rampling, Ornella Muti, Valeria Bruni Tedeschi...

El concurso internacional que concede el “Leopardo de Oro” presentará 19 largometrajes, de los cuales 13 obras primas a nivel mundial.

De Iberaomerica llegan “Los mejores temas”, una coproducción de México/Canadá/País Bajo, del realizador mexicano Nicolás Pereda; “Polvo”, del cineasta guatemalteco Julio Hernández Cordón  coproducción de Guatemala/España/Chile/Alemania, y “A ultima vez que vi Macau”, realizada por Portugal y Francia y dirigida por João Pedro Rodrigues y João Rui Guerra Mata.

El  Concurso Cineastas del Presente, el segundo en importancia en la muestra locarnesa,  proyectará, por su parte,  dos filmes iberoamericanos: “Arraianos”, del español Eloy Enciso y “Boa sorte, meu amor”, del brasilero Daniel Aragão.

En la sección “Leopardos de Mañana”, las películas que representarán Iberoamérica son: “Feliz”, producción argentina de Achille Milone; “Los retratos”, del colombiano Iván Gaona; y las cintas portuguesas “O que arde cura”, de João Rui Gerra da Mata y “Zwazo” de Gabriel Abrantes.

Los cortometrajes “Dizem que os cães veem coisas” del brasilero Guto Parente y “O dom das lagrimas” del portugués João Nicolau animan la sección “Cortos de autores”.

El realizador brasilero Kléber Mendonça Filho que hace parte del Jurado de la sección de Leopardos de Mañana, presentará “O som ao redor”, una de sus últimas obras.

Locarno, el festival suizo más importante del país  –que figura entre las quince muestras más trascendentes del mundo- rinde también un homenaje al festival portugués Curtas Vila do Conde que cumple sus 20 años. Caracterizado por su cine comprometido y con quien Locarno mantiene estrechas relaciones de amistad y colaboración.

México llega con siete proyectos en proceso de realización que animarán  la sección especial “Carta Blanca” que busca promover la pos producción de obras realizadas por jóvenes cineastas.

Cine comprometido

No pasa desapercibido en la programación de la 65ta edición de Locarno la presencia de películas y realizadores iberoamericanos portadores de un fuerte compromiso sociopolítico.

La proyección de “No”  del cineasta chileno Pablo Larraín en la Plaza Grande , uno de los escenarios al aire libre más amplios del mundo - con la capacidad de reunir a más de 8 mil espectadores por noche-, ejemplifica esta tendencia.

 Compromiso que se acompaña de una marcada calidad artística, explican los principales portavoces del Festival de Locarno, un espacio ya conocido por promover, desde años, a jóvenes talentos del mañana.

 www.pardo.ch



De poética memoria
'El laberinto del mundo', de Marguerite Yourcenar, del tiempo perdido: el más mínimo recuerdo desata una retrospección colosal. El libro reúne sus tres tomos de memorias —'Recordatorios', 'Archivos del Norte' y '¿Qué? La eternidad'—
Juan Antonio González Iglesias 28 JUL 2012
El País

La conversión de la realidad en literatura es uno de los más curiosos empeños del ser humano. Por eso mismo es uno de los rasgos que nos definen como humanos. Y fue el principal empeño de Marguerite Yourcenar. El laberinto del mundo conforma una monumental autobiografía a la que dedicó quince años de escritura, los últimos de su vida. El primer volumen de la trilogía, Recordatorios, vio la luz cuando su autora estaba a punto de cumplir los setenta años. El segundo, Archivos del Norte, cuando se acercaba a los ochenta. Y el último, ¿Qué? La eternidad, se publicó póstumo e inconcluso. En esta evocación general de su pasado se cumple la tendencia general de Marguerite Yourcenar a ser más una narradora que una novelista: una narradora que pone al día la antigua tarea de hacer poética la realidad. La primera frase, “el ser humano al que llamo yo”, va más allá de una sorprendente perífrasis. Con ese principio prodigioso inicia un relato en el que ella misma es tratada como “un personaje histórico que hubiera intentado recrear”. A la manera de su admirado Borges, Yourcenar se deja llevar por el sueño cervantino y el quijotesco con todas las consecuencias.

Si lo pensamos bien, Marguerite Yourcenar es en realidad un personaje literario inventado por Marguerite de Crayencour cuando modificó su apellido real por un anagrama lleno de consecuencias. Al elegir un apellido “por el placer de la Y” se conectó con un linaje cultural, que tiene su origen en Grecia. Al mismo tiempo, dio el primer paso para desvincularse definitivamente de su familia de sangre. Yourcenar acabó siendo su apellido legal. Cuando escribe El laberinto del mundo, el universo de la escritora ha dado un giro completo: ahora Marguerite de Crayencour es el personaje literario de Marguerite Yourcenar. Las nociones narratológicas son ya muy precisas: la narradora es M. Y. Su protagonista es M. de C. Naturalmente, todo esto no se reduce a un juego. Quijotesca, más que cervantina, es esta apuesta para cambiar el mundo con lo que uno ha leído y con lo que uno mismo escribe. Cambiar el mundo con la literatura.

En una autora que estuvo influida por Gide y por Montherlant, nos encontramos con una obra final bajo el signo de Proust. El laberinto del mundo es su búsqueda del tiempo perdido. El más mínimo recuerdo, suyo o de cualquiera de sus familiares o informantes, desata un relato por el que merece la pena extraviarse, hasta llegar al origen del mundo en una retrospección colosal. Pugnan en el relato general dos conceptos del tiempo antagónicos: el lineal y el circular. Lineal, porque las palabras se suceden como el agua que fluye, por utilizar otro título yourcenariano. Pero una fuerte circularidad tiende a que todo retorne. Es el tiempo cíclico de los orientales, pero también el de nuestros antiguos griegos y romanos. Ahí se encuentra la clave de una de las últimas escritoras que merecen realmente la calificación de humanista: el pasado grecolatino, Oriente, especialmente Japón, y el Renacimiento. Esta mujer, que tanto ha despejado nuestro futuro, se pasó la vida inmersa en el pasado. Al principio de Archivos del Norte cita dos versos célebres de Homero: “¿Por qué me preguntas por mi linaje? Como la generación de las hojas, así la de los hombres”. En ellos se resume la visión pagana del mundo: el paso del tiempo no es ni bueno ni malo. Los seres humanos se suceden como las hojas que caen cada otoño y renacen cada primavera.

Los archivos en un sentido muy amplio contaban con una realidad casi literaria, en la que se englobaba todo lo que ya estaba escrito sobre esa región y sobre su propia familia. En los datos familiares entra todo tipo de textos: la familia paterna es muy consciente de su posición en el mundo, editaba un boletín interno con sus noticias propias, y contaban con datos de todo tipo, anotados por distintos parientes. Todo, desde los archivos más grises hasta los apuntes más humildes de su madre, es leído poéticamente por Yourcenar. Por eso, al dibujar el trazo último de uno de sus tíos, cambia la expresión habitual “de piadosa memoria” por otra nueva, polivalente y despejada, más acorde con el retratado: “De poética memoria”.

La frase “el ser humano al que llamo yo” inicia un relato en el que ella misma es tratada como “un personaje histórico que hubiera intentado recrear”

Ya los patricios romanos solían escribir sus memorias como una contribución a la historia futura. Yourcenar aplica una doble paradoja. En primer lugar, estos relatos se orientan hacia la novela, no hacia la historia. La narradora no duda a la hora de atribuir a sus personajes pensamientos, sueños o palabras sin documentar. Y —ésta es la paradoja más curiosa— los miembros de la familia de Yourcenar ya han sido protagonistas de sus novelas anteriores. Por poner sólo un ejemplo, la pareja formada por Jeanne y Egon inspiró la primera novela de Yourcenar, Alexis o el tratado del inútil combate, y otra posterior, El tiro de gracia. Uno de ellos maneja para otros asuntos el título mismo de El laberinto del mundo. Sin embargo en esta autobiografía es cuando los conocemos de verdad. A cambio, la propia Yourcenar se inscribe en su propia obra de ficción: “Me gustaría tener por antepasado al imaginario Simon Adriansen de Opus Nigrum”. Unos años más tarde, encontraremos en el epitafio de la escritora unas palabras de esa novela suya. En resumen: todos los materiales biográficos recogidos no se destinan a la historia futura, sino a la ficción pasada.

Esta mujer lúcida se autorretrata inscrita “en las coordenadas de la Europa cristiana y del siglo XX”, que en gran medida siguen siendo las nuestras. Contempla, de cerca y de lejos, la Primera Guerra Mundial y vislumbra los horrores siguientes. No obstante, le cuesta olvidar que perteneció a otro mundo. Un mundo presidido por la cortesía. Todos o casi todos se hablan de usted, incluso los miembros de un matrimonio. Yourcenar es la mujer que sólo tuteó a tres personas en su vida. En su mundo perdido los personajes son aludidos elegantemente por sus iniciales. Se habla de la vida “en provincias” como categoría literaria. Se llama “el siglo” al tiempo. Se distinguía el latín de sacristía del latín del bachillerato. El homoerotismo masculino y el femenino constituyen regalos preciosos, igual que la iniciación sexual temprana, porque todo lo relacionado con el cuerpo es natural.

Es posible que todo haya sido visto ya, pero “no ha sido narrado”, dice la escritora. Puesto que tiende a comportarse como sus personajes, hay que entender simbólicamente algunas de sus explicaciones. En cierta ocasión su padre conversa con un cura. “Más que confesarse lo que hace es contar su vida”. También ella, en este juego de paradojas, más que contar su vida lo que hace es confesarse. A la manera de las Confesiones de Agustín, de los Ensayos de Montaigne, de los Diarios de Stendhal.

Esta mujer, que tanto ha despejado nuestro futuro, se pasó la vida inmersa en el pasado. Es posible que todo haya sido visto ya, pero “no ha sido narrado”

Lo que en su momento apareció como tres volúmenes sucesivos (tanto en francés como en español) se publica ahora en un solo tomo. Esto supone una edición definitiva, que cumple el proyecto unitario de su autora. Merece una celebración en condiciones. Por eso me atrevo a descender a los detalles, como algunas erratas que deben de haber nacido del escaneado (“aterrarme” en vez de “aferrarme”). Creo igualmente que deberían transcribirse al español los nombres y apellidos que tengan tradición en ello, como Alberto I (y no Albert I), o el príncipe Félix Yusupov (no Youssoupoff). No son un detalle, en cambio, las erratas en la cita de la Ilíada, al principio de Archivos del Norte. Procede del canto VI (no del VII) y la alfa debe ocupar el lugar que le corresponde. Tanto si el lector puede leer aquí los dos versos en griego como si acude a leerlos en Homero, la referencia debe ser impecable. Cuando Marguerite Yourcenar citó a Homero en griego confió en unos ciudadanos futuros capaces, como ella, de transmitir lo mejor del pasado para cambiar el mundo. Probablemente pensó en ciudadanos que pudieran, como ella, leer con soltura los dos idiomas clásicos. Pido, en fin, un índice onomástico, similar al que la editorial incluyó en las Cartas a sus amigos, otro gran volumen con el que comparte muchos personajes. Sería lo lógico en un libro de memorias, cuyos protagonistas son reales, más allá de la leve tendencia a la ficción. Sería bueno poder localizar con facilidad a Julio César o al zar de Rusia, a Robespierre o Goethe. O simplemente el momento en el que la joven Yourcenar se encuentra con el rey Alberto I de Bélgica, en el estreno de una obra de Pirandello. Sería bueno poder rastrear las variadas y esclarecedoras referencias a España, “ese país salvajemente autóctono”.

A El laberinto del mundo le conviene una afirmación de Italo Calvino, según el cual un clásico es un libro que equivale al universo. Marguerite Yourcenar, acostumbrada a comparar lo grande y lo pequeño, escribe: “Los retazos de una vida son tan complejos como la imagen de la galaxia”. También le conviene una teoría de Umberto Eco sobre la línea y el laberinto. Piensa Umberto Eco que es un mérito del pensamiento latino (seamos precisos: del que se formuló en la lengua de Roma) el haber convertido el laberinto en línea. Sólo al cerrar el libro comprendemos que la línea tan nítidamente trazada por Yourcenar no es recta, sino curva.

El laberinto del mundo. Marguerite Yourcenar. Traducción de Emma Calatayud. Alfaguara. Madrid, 2012. 800 páginas. 26 euros (electrónico: 12,99).



La Villa Yourcenar

 En su batalla contra el tiempo, los grandes narradores se amaran al espacio. Por eso Yourcenar convierte en literatura su territorio natal. Un país en el centro de Europa, crucial para la historia del continente, que sin embargo necesitaba de una gran precisión poética, como le sucede a la biografía de la propia Yourcenar. En la fórmula Archivos del Norte puede parecernos que la categoría prosaica es “archivos” y la poética es “Norte”. Pero la realidad que se encontró Yourcenar era justamente la contraria.

Como La Mancha para Don Quijote, el Norte es la región poética de Yourcenar. Ella nos cuenta otra vez la victoria de César sobre galos y belgas. Encuentra en la Edad Media un primer nombre literario: Flandes. Posesión de sus condes y de los duques de Borgoña. Y de los reyes de España, ya que el Flandes español es para ella otra unidad narrativa. Después, se convierte en provincia de la monarquía francesa, y finalmente en departamento de la república. La Revolución le cambia el nombre por el del Norte, aparentemente más prosaico. Yourcenar lo ha poetizado para siempre, convirtiendo la denominación administrativa en una categoría poética. La prefectura en literatura. A partir de ahí, todo. Por ejemplo, este retrato de su padre: “Un hombre del Norte que amaba todo lo que fuera del Sur”.

En la frontera de Francia con Bélgica transcurrió la infancia de Yourcenar. Entre dos grandes ciudades como Lille y Bruselas. Cerca de otras cada vez más pequeñas, como círculos concéntricos: Bailleul y Saint-Jans-Cappel. El punctum de ese mundo es el Mont-Noir, la finca familiar con la gran mansión en la que vive su abuela, terrible como una Bernarda Alba nórdica. Yourcenar tardó 75 años en volver a esos parajes, para inaugurar en el pueblo un sencillo museo. No sé si en aquel momento pudo imaginar que unos años más tarde, cuando ella no estuviera ya en el mundo, el Mont-Noir, su casa solariega, se convertiría en un parque natural protegido, abierto a todos los ciudadanos. Aunque el castillo fue derruido en la Primera Guerra Mundial, el Departamento del Norte (hablamos de la entidad gubernativa, sin dejar de hablar de literatura) ha habilitado la casa del guarda, una especie de mansión en miniatura, como residencia para escritores europeos. El ciclo de la vida y la escritura se renueva en las mismas tierras en las que la niña Marguerite recogía frutos del bosque. Hablando de otra finca, de su familia materna, Yourcenar evoca los gritos de los pavos reales y el té que se servía en la terraza. Nos cuenta algo muy parecido: que había pasado a ser un parque natural. “La mansión gozaba de una de las suertes más hermosas que pueden caerle encima a una vivienda desafectada: servía desde hace poco de biblioteca comunal”. Esa sencilla anticipación de lo real, lo que en otro tiempo se llamó profecía, también es propia de un libro clásico.

La música es cada vez más previsible

Tras haber analizado casi medio millón de canciones compuestas entre 1955 y 2010, investigadores españoles del CSIC indican que la música tiende a ser cada vez más homogénea y con menos sonoridades.
 Las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas. 
 CSIC І SINC | 27 julio 2012

Las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas, según revela una investigación liderada por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El trabajo, que ha analizado 464.411 canciones, ha sido publicado en el último número de la revista Scientific Reports.Según los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. El investigador del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrà, que ha dirigido el estudio, explica que estos parámetros musicales en las canciones “son como las palabras de un texto y hemos observado que cada vez hay menos palabras diferentes”. Dada una determinada nota musical, es relativamente más fácil predecir cuál será la siguiente en una canción actual que en una más ‘antigua’.Dada una determinada nota musical, es relativamente más fácil predecir cuál será la siguiente en una canción actual que en una más ‘antigua’

Del mismo modo, las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos. “En la década de los 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora”, opina Serrà.

Otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. Este volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente. Según el investigador, “hasta ahora, este efecto, largamente comentado, no se había podido comprobar empíricamente a gran escala.”

Los resultados de la investigación ofrecen una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales. “Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas”, explica Serrà. En opinión del investigador, este proceso de homogeneización podría deberse a la fuerza de las modas.

16 años escuchando música

 Las piezas analizadas por el equipo de investigación proceden de una base de datos pública de más de un millón de canciones que han sido publicadas entre 1955 y 2010 y que ha sido elaborada por la Universidad de Columbia (EE UU). Las obras responden a un amplio número de estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica.

Una canción dura de media cuatro minutos y un experto necesita de un mínimo de cuatro escuchas para poder anotar los parámetros de interés para el estudio, así que la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día.

“Los ordenadores nos permiten escuchar música de una manera que los humanos, simplemente, no podemos”, explica Serrà. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.

Referencia bibliográfica:

 Serra J.; Corral A.; Boguña M.; Haro M.; Arcos J.L. “Measuring the Evolution of Contemporary Western Popular Music” Scientific Reports Julio de 2012 DOI: 10.1038/srep00521

Arte guatemalteco de viaje por el mundo

Siglo XXI,
25 julio 2012

Cada día son más los artistas guatemaltecos con calidad de exportación que llevan su talento a otros países. En la lista figuran ocho fotógrafos chapines que exhiben sus trabajos en Nueva York, mientras que el también fotógrafo Byron Mármol participa en la muestra Lugares de tránsito, en Madrid; el director de orquesta Bruno Campo recibe cursos intensivos  para de dirección de orquestas en Europa y varios artistas plásticos son parte de una exposición itinerante que va por distintas naciones desde 2010. Un factor común en el trabajo de estos creativos es que han despertado admiración por su originalidad.

1. En Europa

El director de la Orquesta Sinfónica Juvenil Municipal, Bruno Campo, se encuentra en Europa siguiendo cursos de perfeccionamiento en dirección. El artista estuvo en Rumanía donde recibió clases con los maestros Ovidio Balam, Charles Gambetta y Robert Gutter.

En los próximos meses estará en Italia en Monte Pulciano, Riva del Garda y Accademia Musicale La Chigianda. Luego viajará a Austria y a Latvia. Posteriormente brindará una asesoría que le fue solicitada en Francia para iniciar el Sistema de Orquestas de ese país.

2. Por suelo español

El fotógrafo Byron Mármol participa en el proyecto Lugares de tránsito, y  del 21 de junio al 2 de septiembre exhibe su trabajo en la Tabacalera, en Madrid, España.

El proyecto es un programa de residencias artísticas comisariadas en el que una pareja de artistas, comisario local y la curadora Marta Soul, realizaron fotografías de  autoría compartida. Durante 2010 y 2011 el proyecto visitó Cuba, República Dominicana, Venezuela, Colombia, EE.UU., Guatemala, Panamá y Ecuador.  La edición de Guatemala se realizó en el Centro Cultural de España en el país, en marzo de 2011, y Mármol trabajó su proyecto en conjunto con el artista argentino Juan Diego Valera.

3. Recorriendo América

Doce artistas plásticos participan en la Bienal Interamericana de Video Arte  El Cambio que este mes inauguró sus últimas exposiciones.

Rodolfo Walsh, Édgar Calel, Benvenuto Chavajay, Regina de Batres, Jorge Linares, Andrea Mármol, Bonifacio Maxia, Érick Menchú, Petronila Miza, Norman Morales, Ángel y Fernando Poyón forman parte de este proyecto que ha viajado en diferentes ciudades de Estados Unidos y Latinoamérica.

Los trabajos expuestos quedaron también grabados en un catálogo de 400 páginas, en las cuales se incluyen datos de los expositores y sus obras.

4. En la Gran Manzana

New Voices from Guatemala es la exposición colectiva que La Fototeca presenta en el Festival Photoville, de Nueva York, del 22 de junio al 1 de julio. En esta muestra participan Alejandro Medina, Esteban Zuluaga, Jean Louis Trombetta, Luis Álvarez, Marcela Polo, Margarita Godoy, Paola Villanueva, Saúl Arriaza. El festival se celebra en Brooklyn y a este acuden más de 200 mil personas. El objetivo es crear una red de artistas internacionales y celebrar la fotografía. La Fototeca también participa con Cámara obscura, que otorga la sensación de estar dentro de una cámara sin luz gigantesca y reproduce el efecto óptico de la primera cámara de la historia.



Gustav Klimt: Besos y formas sensuales en tonos dorados

Koldo Landaluze
Gara
De Rebelion
24 de julio 2012
En pleno 150 aniversario del nacimiento del pintor austriaco Gustav Klimt, nos sumergimos en las entrañas de una obra labrada en tonos dorados y plata que bordean la sensualidad y las fantasías estilizadas. Obras como «El beso» han decorado durante años infinidad de habitaciones y han abierto ventanas hacia paisajes en los que se intuyen ninfas y ensueños.

Las pinceladas de Gustav Klimt adquieren una dimensión especial y detallan con precisión la evolución del arte en Viena desde el Historicismo caduco que se intuía en sus primeros coqueteos con el arte hasta un estilo más evolucionado y que derivaría hacia un espacio creativo propio y personal. Siempre se le ha considerado como un pintor muy particular, dotado de un estilo muy definido. Sin embargo, en su obra topamos con influencias muy claras provenientes de otros movimientos lindantes con el impresionismo y el simbolismo.

Nació en los suburbios de Viena el 14 de julio de 1862, en el entorno de una familia de origen modesto. Su padre, Ernst Klimt, era un orfebre de origen checo cuyos padres habían emigrado a Viena. Su madre era Anna Finster, cantante aunque su vocación era llegar a ser actriz, sueño que nunca cumplió lo cual le sumió en depresiones profundas. Era el segundo de siete hermanos: Klara, Ernst, Hermine, Georg, Anna y Johanna. En 1867 inició sus estudios en la Bürgerschule donde no tardó en mostrar sus precoces dotes para el arte lo que propició que su familia espoleara su afición por los pinceles. En 1876 se escenifica una etapa fundamental de su vida cuando ingresa en la Escuela de Artes y Oficios (Kunstgewerbeschule). Esta institución de nueva creación, tenía como objetivo fundamental crear una nueva camada de maestros, artesanos o proyectistas. La base de esta enseñanza se asentaba en subrayar las nociones del dibujo, y fue en este espacio donde el carboncillo se enfrentaba al papel, donde Klimt destacó rápidamente por su dominio del naturalismo. Fruto de ese talento reflejado en infinidad de bocetos, varios de sus profesores lo instaron a asistir a clases avanzadas, que fueron impartidos por grandes pintores del Historicismo: Ferdinand Laufberger y Julios Viktor Berger.

Primeras pinceladas

A finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, su profesor Laufberger consigue para él y su amigo Franz Matsch una serie de trabajos que les ayuda a cimentar su reputación y obtener algo de dinero y en 1883, finaliza sus estudios y junto a Matsch, funda la Compañía de Artistas (Künstlercompagnie); una pequeña cooperativa centrada en la decoración de teatros y museos, continuando la tradición historicista y realista que aprendieron en la escuela de arte y oficios.

El siguiente periodo de Klimt será el de su apogeo como pintor historicista y abarca desde 1886 a 1892. Dentro de esta etapa, comienza a asentar definitivamente las bases de su estilo con la creación de varias series dedicadas al Arte Griego y el Renacimiento Italiano. En estas obras, sus pinceladas adquieren un estilo mucho más maduro e independiente y se anima a introducir elementos contemporáneos. En el retrato del pianista Joseph Pembauer, comienza a atisbarse el futuro estilo de Klimt, al unir un retrato muy realista a una decoración estilizada y exuberante, con abundante uso del dorado. En los dos últimos años de este periodo, Klimt se une a la Asociación de Pintores Vieneses (Künstelerhausgenossenschaft o Künstlerhaus), de corte historicista, académico y conservador que monopoliza las salas de exposición vienesas.

Ruptura de códigos creativos

En el periodo que abarca de 1893 a 1897, inicia las pinturas de la sala de música del palacio Nikolaus Dumba por las que recibirá una de las mejores críticas de toda su obra. Pincelada a pincelada y mientras comparte experiencias con otros artistas de la época -como el arquitecto Hoffman-, anida en él una discrepancia creativa con la Künstlerhaus, rompe con ella en 1897, y forma la llamada Secesión de la que será elegido presidente. Este movimiento expone las obras nuevas de varios autores, otras provenientes del extranjero y de diversos estilos, abogando por la igualdad de las artes y en clara oposición a las academias tradicionales. El primer punto de esplendor de la Secesión tendrá lugar al año siguiente, con su primera exposición y la publicación de la revista que expresa la ideología del movimiento, la denominada «Ver Sacrum» (Primavera Sagrada). Se distancia más aún del Historicismo, en obras como Palas Atenea y el primer cartel para la exposición de la Secesión, y los primeros retratos de damas de la burguesía vienesa, como el retrato de Sonja Knips.

La segunda exposición de la Secesión, entre 1899 y 1900, se ubicará en el edificio oficial de este movimiento, diseñado por Olbrich, y será tan exitosa como la primera y popularizará la obra de Klimt. Una muestra del espíritu de la Secesión, consistirá en la creación de la obra «Nuda Veritas», en la que iba incluida una cita de Schiller: «Si no puedes agradar a todos con tus actos y tu arte, procura agradar a pocos. Agradar a muchos es malo».

Se asoman los dorados

El esplendor de Klimt continúa en los cuatro primeros años del siglo XX, aún dentro del movimiento Secesión, y su obra llama la atención de Rodin. Viaja por Italia y queda profundamente influenciado por los mosaicos bizantinos de la Iglesia de San Vital de Rávena. Así, empezará a usar la técnica del mosaico y materiales suntuosos como el pan de oro, plata... lo que dará inicio a su «Periodo dorado» con obras como «Esperanza I». En esta época de esplendor creativo viaja a Londres, Berlín, Florencia... inicia las pinturas del Palacio Stoclet en Bruselas y pinta «Vida y Muerte». Entre 1907 y 1908 asistimos al apogeo de su estilo dorado con su obra más famosa, «El Beso», el primer retrato de «Adele Bloch-Bauer», «Dánae» y «La Esperanza II». En todas usa plata, oro y otros materiales. Afianzado en su estilo, da rienda suelta a su vertiente erótica a través de una serie de dibujos y bocetos. En esta época conoce al artista Egon Schile, al que protege y ayuda. Durante esta época, Klimt es el centro de la Gran Exposición de Arte Austriaco y su obra alterna las críticas positivas y mucha controversia. En 1909 y 1910 decide dar por terminado su estilo dorado y se adentra en la senda de las denominadas «Pinturas oscuras»: «Judit II», «El Sombrero Negro» y «Madre con Hijos».

De 1911 a 1913, inicia su periodo colorista en oposición al oscuro y realiza otras exposiciones en Roma, Berlín y Munich. Durante su última etapa vital, de 1914 a 1917, adquieren especial relevancia su interés por finalizar la decoración del Palacio Stoclet y sus ultimas obras: los retratos de Charlotte Pulitzar, Barbara Flögue, Leda, Adán y Eva, «El bebe» y «La Novia».

En 1917, durante un viaje a Rumanía, Klimt fallece como consecuencia de una apoplejía agravada por la neumonía.

Un artista «normal»

Tal y como se puede intuir en lo relatado, su vida apenas se asemeja a la de otros artistas atormentados. Su manera de ser, su carácter introspectivo y tímido no han propiciado grandes testimonios propios. Todo lo que se sabe de Klimt se encuentra en su obra, en sus anotaciones y en escritos de otros autores. Sus fotografías, lo describen como un hombre corpulento y según afirman diversos testimonios su carácter podía ser considerado en muchas ocasiones como «grosero». Su rutina cotidiana era metódica y apacible y rara vez abandonada los pinceles. Vivió la mayor parte de su vida con su madre y sus dos hermanas solteras. Su vida sentimental podría ser catalogada como muy agitada e inspirada por las nuevas ideas que apostaban por el «amor libre» lo que provocó que se le señalara como mujeriego empedernido. Entre sus relaciones cabe destacar la que mantuvo con su cuñada Emile Flöge. Una relación muy singular y cimentada en una amistad profunda que compartieron durante toda su vida.

En este sentido, merece la pena recordar la tienda de ropa de las hermanas Flöge en la que participó Klimt como diseñador; un negocio fructífero que duró hasta la irrupción de la Segunda Guerra Mundial. Esta tienda fue considerada como una de las máximas expresiones del novedoso ideario feminista y se concretó en la creación de ropa amplia, cómoda y que permitía una gran libertad de movimientos frente a los tradicionales corsés de la época.


Un beso eterno

El encanto que emana y siempre prevalece cuando se visiona «El beso» de Klimt es una de esas incógnitas maravillosas. Si nos atenemos a sus datos técnicos se trata de un beso atrapado en unas dimensiones de 180 x 180. También se sabe que Klimt lo pintó fuertemente impresionado e influenciado por los iconos bizantinos que descubrió durante su estancia en Ravena y no es menos obvio que el color oro predomina en su conjunto.

Hay quien argumenta el significado del cuadro y donde unos ven un autorretrato del propio pintor y su amante Emile Flöge, otros encuentran un significado mitológico que representa el momento en que Apolo besa a la ninfa Dafne que se está convirtiendo en laurel. El espectador siempre se fija en el detalle que señala que la mujer está de rodillas en lo que parece el borde de un precipicio y cierra los ojos en escorzo hacia el espectador.

Si nos concentramos en su estilo, este guarda una relación con el Simbolismo al tiempo que estaría anticipando el Art Nouveau, especialmente por la tonalidad y el diseño de los ropajes netamente diferenciados y que el crítico Schorske atribuye a una simbología netamente sexual tanto en el caso de los rectángulos del manto masculino como en las sinuosas curvas y espirales que decoran el de la mujer. Todo puede sonar a retórica academicista y quizás, para descubrir su misterio, nos hemos olvidado de lo más obvio y sencillo. Simple y llanamente se trata de algo tan efímero como un beso que, por obra de un pintor, se ha transformado en algo que altera el tiempo y se transforma en algo infinito. Un hermoso y pronunciado beso infinito.

Fuente: http://www.gara.net/paperezkoa/20120722/353422/es/Gustav-Klimt-Besos-formas-sensuales-tonos-dorados



Cuba: Entregan Premio David de Literatura 2012


LA entrega del Premio David de Literatura correspondiente al presente año tuvo lugar en la Sala Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, cuya Asociación de Escritores, organiza este certamen.

A la convocatoria de esta edición respondieron 81 obras, 25 correspondientes al género de Cuento, 47 a Poesía y 9 a Dramaturgia.

El jurado de Poesía estuvo integrado por Lina de Feria, Marcelo Morales y Roberto Manzano, los cuales por unanimidad decidieron otorgar dos Menciones; la primera a la obra  Sola en alta mar, de Melissa Cordero Novo, de Cienfuegos, por la calidad de su escritura y la ingeniosidad en el tratamiento de las ideas, y la segunda a Rostros de ciudad, de Alain Santana, de La Habana por su calidad en la expresión y el manejo de los recursos expresivos.


Película palestina premiada en la Competición Internacional del FIDMarseille

2012-07-20 07:35:28 / Fuente: Turabfilms.com / Palestinalibre.org
El largometraje de producción palestina 'Metran men hada al-turab' (Dos metros de esta tierra) ha sido premiada en la Competición Internacional del FIDMarseille con una mención especial del jurado ('Premio Georges de Beauregard International').

El FIDMarseille, donde se estrenó mundialmente la película del director hispano-palestino Ahmad Natche, es uno de los festivales de cine más prestigiosos de Europa (caracterizado por su programación selecta y poco convencional) y se clausuró el 9 de julio en la ciudad francesa.

 La mención especial del jurado otorgada al film quiso destacar la voluntad de comunicar un trasfondo político mediante un lenguaje poético, y supone un incentivo para la visibilidad de un punto de vista diferente sobre la realidad palestina.

 La película, que apuesta por explorar la frontera entre documental y ficción, toma como título un verso del libro 'Mural' de Mahmud Darwich y se realizó íntegramente en Ramala. La acción se desarrolla durante la preparación de un concierto en un teatro al aire libre a las afueras de la ciudad, una tarde de verano.

 El film de Ahmad Natche, producido con equipo técnico y recursos mayoritariamente locales, es el único largometraje de ficción palestino presentado mundialmente durante lo que llevamos del año 2012.


El poemario que se alzó con el Premio fue Examen de los instintos civiles, de Javier Luis Mora Blanc, de Santiago de Cuba, y los evaluadores tuvieron en cuenta la estructuración de un discurso poético que persigue la exploración de la realidad con alta calidad artística.

Lilian Susel Zaldívar, Yunior García e Inés María Martiatu asumieron la labor de escoger entre las obras aspirantes en el género dramático y decidieron conceder Mención a la pieza Camila, de María del Carmen González Chacón, de La Habana, por la audacia en el tratamiento del tema, plasmado a través de un lenguaje de resonancias líricas, por la riqueza de las imágenes evocadas y la originalidad en la creación de los personajes.

El Premio, según decisión unánime, fue para la obra de teatro En privado con la reina, de Jorge Antonio Fernández Mallea, de La Habana, y los miembros del jurado atendieron a la capacidad de dibujar con auténtica humanidad en la estructura de un monólogo, una figura emblemática de la cultura popular cubana, exponer de un modo convincente los conflictos existenciales de este complejo personaje y hacerlo con eficacia teatral.

En Cuento la misión de selección recayó en Hugo Luis Sánchez, Haydée Arango y Emilio Comas, los que de manera unánime confirieron Mención a  El examen ha terminado, de Carlos M. Alvarez Rodríguez, de La Habana, por el diseño de los personajes, la atmósfera lograda en todas las historias y la estructura del libro, en el que los cuentos se comunican entre sí de manera interesante y coherente; fue mencionado también Nakara, del habanero Nguyen Peña Puig por el diálogo con el presente sin repetir lugares comunes, por el diseño de sus personajes y la calidad de la escritura.

El lauro en este género por unanimidad fue para el cuaderno  Piso de tierra, de Alexey Rodríguez Lorenzo, también de La Habana, y el jurado reconoció la madurez y calidad narrativa, la variedad de recursos empleados en relatos tan diversos y complejos, la capacidad de sugerencia, así como la habilidad para contar historias que oscilan entre presente y pasado y también entre desencanto y esperanza. (Tomado de Cubadebate, con información de Cubarte)

La música en la poesía de Nicolás Guillén

Por: Juan Nicolás Padrón
Fecha: 2012-07-10
Fuente: CUBARTE


 De España, Cuba recibió los elementos culturales sintetizados de los pueblos latino-germánicos, que fueron siendo comunes en Europa, y de los semítico-orientales, representados por las culturas árabes y judías, más frecuentes en los reinos ibéricos, cuya presencia dejó una considerable influencia, aunque algunos la minimicen, y tanto una como otra herencias, guardaban un tradicional legado que se pierde en la historia. Algunas de estas características ya habían evolucionado en el mestizaje y bajo los presupuestos en que se desarrollaron las sociedades en Europa Occidental. Por ejemplo, poesía y música anduvieron largo trecho juntas, aunque de las primeras manifestaciones conocidas en la actualidad, solo nos hayan llegado sus “letras”, como las de los primitivos mesteres de juglaría y clerecía, y los cantares de gesta. Los llamados cancioneros reunieron música y poesía, pero hoy se estudian separadas. En los llamados “Siglos de Oro”, diversos poetas del Renacimiento muy conocidos, como Cervantes y Lope de Vega, y del Barroco, como Góngora y Quevedo, todavía vinculaban muy estrechamente la poesía y la música en sus obras, a pesar de que la cultura occidental ya las había alejado. Ahí están sus letrillas, romances, romancillos y otras formas estróficas, cada una con su particular musicalidad, muy vinculada con los ritmos y melodías que se esparcieron por América y lograron aclimatarse a cada región. El primer gran poeta del “Nuevo Mundo”, la monja mexicana Sor Juana Inés, compuso villancicos y canciones, incluso con letras en náhuatl. La presencia de la cultura española en la Isla, especialmente a finales del siglo XVIII y durante todo el XIX, había dejado bien claro que las expresiones poéticas y la música, cultas y populares, se encontraban definitivamente separadas.

 Por otra parte, la impronta de África en Cuba dejó una cultura que no separaba esencialmente manifestaciones o géneros, pues no había conocido los principios aristotélicos; como al llegar a América todos los africanos eran esclavos, la desgracia compartida pudo unirlos, y aunque se desgajaron de culturas diversas, mantenían una conciencia estética común. Su base cultural provenía fundamentalmente de la tradición oral, casi siempre improvisada, con ritmos superpuestos o interiores de gran expresividad. En sus exposiciones culturales podía advertirse una actitud lírica, heroica, dramática, mística, didáctica, contemplativa… pero recreaban esas tradiciones legendarias, historias de costumbres o sentencias simbólicas, mediante formas cantadas y bailadas que reflejaban una intensa y refinada vida espiritual, cercana a su proyección religiosa. El africano tiene diversas maneras de formular el amor divino o el sufrimiento cotidiano, peculiares modos de transmitir los estados anímicos, y mediante su fina ironía podía evidenciar decepción o soledad, alegría o euforia, casi siempre con música, canto y danza. Los más viejos se sentían en el deber de transmitir, con sensatez y paciencia proverbiales, las enseñanzas de los antepasados y el culto a los ancestros bajo un sentido hímnico o de alabanza, o predicar las transitorias glorias humanas, el arte de la polémica o los necesarios cantos de lucha y resistencia. Con su inseparable música exaltaban a héroes pasados y presentes, y los versos acompañaron la música de protesta frente a la esclavitud. Sus cantores danzarines, con sus loas a la vida y a la naturaleza, proponían el regocijo por la alegría de vivir, mezclaban temas eróticos, aproximados casi siempre a cantos de fertilidad, y otras veces de simple euforia pagana, en la búsqueda de una felicidad compartida.

 Al llegar la fundación de la república cubana, todas esas fuentes poéticas y musicales se habían desarrollado y transformado apreciablemente; su fisonomía estaba establecida en campos y ciudades, en formas “cultas” y “populares”. En aquellos momentos, la sociedad civil se empeñaba en encontrar una imagen cultural de la nacionalidad cubana: ¿qué era lo nacional en la poesía o en la música? La música popular había aportado, desde finales del siglo XIX, el danzón, pero rápidamente, venciendo prejuicios raciales y amparado en el ritmo que imponía la sociedad moderna, el son le arrebató la preferencia, gracias a su capacidad de adaptación a diversos formatos instrumentales y vocales, y a la versatilidad de su repertorio. Quizás por estas razones el son se convirtió en la síntesis de todas las síntesis, y en algún momento habría que reconocerlo como un genuino representante del patrimonio cultural cubano. El contexto del son rebasó el marco musical y sus comportamientos estéticos penetraron en escenarios extramusicales. Las letras de los sones trascendieron la frontera de lo bailable y llegaron a la poesía. La sátira ―o la descripción satírica― y la crítica a determinadas actitudes, circunstancias políticas y sociales o sucesos de la cotidianidad de la Isla, transgredieron el campo estrictamente musical y fueron acogidas o asumidas por algunos géneros literarios y por otras manifestaciones como las artes escénicas o la caricatura, y hasta incorporadas imperceptiblemente al habla. Estos intercambios estimularon la creación de otros sones y rumbas cuyas letras provenían de la poesía, sobre todo a partir de las vanguardias de los años 20.

 Este proceso, que funcionaba como una puerta giratoria en los dos sentidos, se potenció cuando fueron admitidas para su estudio las culturas populares, y, especialmente, cuando se ganó ―aunque fuera parcialmente― la batalla por incorporar la cultura de los negros como parte esencial de la cubana, una lucha liderada por Don Fernando Ortiz desde sus estudios multidisciplinarios. La rumba entró entonces en los espacios culturales más reconocidos, incluso en la música de concierto, especialmente en las audaces obras sinfónicas de Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla, y en la poesía, con algunos poemas publicados por Felipe Pichardo Moya, Ramón Guirao, José Zacarías Tallet, Emilio Ballagas y Nicolás Guillén, entre otros, en medio de batallas campales que tuvieron en Alejo Carpentier otro adalid. Formas antifonales muy comunes en el ritualismo africano, temas costumbristas y también imágenes concebidas en la poesía, inclusive latinoamericana, crearon las condiciones para que estos ritmos representaran a los humildes y desarrollaran una peculiar manera de sintetizar decires y saberes, revelando expresiones auténticas del pueblo cubano. La comunicación popular fue esencial para que estas letras de piezas musicales tuvieran un diálogo con el habla, y para que este lenguaje musical fuera atractivo para algunos poetas. De todos ellos, quien empleó los recursos más variados para el diálogo musical con el pueblo cubano, fue Nicolás Guillén.

 En este ambiente sonero y rumbero nacieron los Motivos de son de 1930. En una conferencia de 1945 en la sociedad femenina Lyceum, Guillén confesó el origen de sus breves composiciones: “El nacimiento de tales poemas está ligado a una experiencia onírica de la que nunca he hablado en público y la cual me produjo vivísima impresión. Una noche ─corría el mes de abril de 1930─ habíame acostado ya, y estaba en esa línea indecisa entre el sueño y la vigilia, que es la duerme-vela… cuando una voz que surgía de no sé dónde articuló con precisa claridad junto a mi oído estas dos palabras: negro-bembón. ¿Qué era aquello? Naturalmente, no pude darme una respuesta satisfactoria, pero no dormí más. La frase, asistida de un ritmo especial, nuevo en mí, estúvome rondando el resto de la noche, cada vez más profunda e imperiosa: negro bembón, negro bembón, negro bembón… Me levanté temprano, y me puse a escribir. Como si recordara algo sabido alguna vez, hice de un tirón un poema en el que aquellas palabras servían de subsidio y apoyo al resto de los versos” (Nicolás Guillén: Prosa de prisa, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1975). El resto es muy conocido: los poemas fueron publicados ese mismo año en las páginas del suplemento dominical del Diario de la Marina ─que desde hace años está pidiendo una selección debido a la valiosísima literatura cubana publicada allí─, en la sección “Ideales de una raza”, un espacio dedicado a ventilar los temas sociales y culturales de la discriminación racial, dirigido por el arquitecto Gustavo E. Urrutia, de quien Guillén era amigo y colaborador.

 Aquellos textos que abrieron un nuevo cauce para Guillén y para la poesía cubana, no partieron de la moda europea de potenciar temas que, para los franceses, podían resultar exóticos, sino que nacieron de circunstancias personales que propiciaron escuchar un “ritmo especial” o una eufonía que invitaba a la escritura. Bajo el ambiente musical en que se había formado y entre la atmósfera sonora en que vivía el poeta, era lógico que se apropiara de diversos recursos rítmicos para desplegar una obra en la que gravitaban los orígenes españoles y africanos mencionados. Todas las posibilidades de aliteración ─reiteración de un fonema o de una sílaba tónica que contribuye al ritmo en el verso─, anáforas ─repetición de una o varias palabras al principio de frase o de verso para conseguir efectos sonoros rítmicos y para que se fije una idea─ y paronomasia ─combinación de palabras con fonética semejante pero con significado distinto─ fueron desarrolladas en Motivos de son y en poemas de libros posteriores, junto a las posibilidades ideoestéticas que le ofrecía la deformación de la lengua, propia del habla bozal de los negros cubanos: “Te queja todabía, / negro bembón; / sin pega y con harina, / negro bembón, / majagua de dri blanco, / negro bembón; / zapato de do tono, / negro bembón…” (“Negro bembón”); “Tanto tren con tu cueppo, / tanto tren; / tanto tren con tu boca, / tanto tren; / tanto tren con tu sojo, / tanto tren.” (“Mulata”); “Sigue y no te pare, / sigue: / no la mire si te llama, / sigue; / acuéddate que ella e mala, / sigue. (“Sigue”); “Depué dirán que soy mala, / y no me quedrán tratá, / pero amó con hambre, biejo, / ¡qué ba! / Con tanto sapato nuevo, / ¡qué ba! / Con tanto reló, compadre, / ¡qué ba! / Con tanto lujo, mi negro, / ¡qué ba!” (“Búcate plata”); “Ella me dise; mi santo, / tú no me puede dejá; / búcame, / búcame, / búcame, / pa gosá.” (“Mi chiquita”); “Bito Manué, tú no sabe inglé, / tú no sabe inglé, / tú no sabe inglé. // No te enamore má nunca, / Bito Manué, / si no sabe inglé, / si no sabe inglé.” (“Tú no sabe inglé”)…

 En estos versos, la sátira, la ironía y la burla a situaciones y personajes constituía una exposición evidente de buscavidas que vivían en condiciones económicas frágiles y miserables, opresivas o trágicas, casi siempre negros de un solar habanero, pero que con estos recursos del humor junto a su ancestral música, aliviaban su pesar. Sin embargo, la fusión elaborada de elementos musicales en que sobresale el ritmo percutido y la extraordinaria libertad expresiva de la poesía, partiendo de su realismo social bien aceptado en el contexto vanguardista, no solo mostraba su carga lúdica y festiva, sino que presentaba imágenes y cantares plenos de singular sentido psicosocial, aplicables a cualquier sociedad caribeña: la poesía cubana de Guillén era algo más que poesía y algo más que cubana. El poeta se desmarcó rápidamente de los encasillamientos y se acogió al término mestizo como para no negar sus orígenes españoles y africanos, ni las aportaciones a la cultura cubana provenientes de negros y mulatos, fundamentalmente, a partir de la fusión repetida y renovada de sus componentes originales. El propio Guillén se encargó de aclarar en su próximo libro (Sóngoro cosongo, 1931) la naturaleza de estas experiencias: “Diré finalmente que estos son unos versos mulatos. Participan de los mismos elementos que entran en la composición étnica de Cuba… (“Prólogo” a Songoro cosongo, en Nicolás Guillén. Obra poética, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1980). Si en ocasiones se había querido negar el aporte negro a la cultura, otras veces se ha tratado de obviar o minimizar la transformación criolla que el poeta realizó a partir de la cultura española.

 El son se había desarrollado extraordinariamente a la altura de los años 30 y se aclamaba en La Habana y Matanzas, aunque todos sabían que había venido de ciudades sureñas del oriente cubano: Guantánamo, Manzanillo, y, especialmente, Santiago de Cuba; su arsenal instrumental se apropiaba del tres, la marímbula, la botija, la quijada, el bongó, los cencerros, el diente de arado… y por supuesto, la clave y las maracas; el contrabajo sustituyó a la botija o a la marímbula, y el cornetín fue reemplazado con rapidez por la sonora trompeta: así se completó definitivamente el formato del septeto. En una estructura regular se apreciaba un recitativo inicial, a veces una exposición con forma poética de romance, y a continuación se agilizaba el ritmo de la percusión y se establecía el montuno, como una vieja forma responsorial, a base de “pregunta-respuesta” entre el solista y el coro. Algunos trovadores santiagueros como el genial Sindo Garay, el Sexteto Habanero, el Septeto Nacional de Ignacio Piñeyro, el Trío Matamoros y otras agrupaciones similares; intérpretes del teatro musical, la radio y el cine, que comenzó a ser sonoro en 1932… determinaron que el son se convirtiera en un “baile nacional”. Pero además, diferentes compositores como Ernesto Lecuona o intérpretes como Rita Montaner e Ignacio Villa, fomentaron diversas maneras de apreciar la canción cubana, de disfrutar la rumba de salón, el pregón, el bolero y sus orquestaciones, el danzón con brillantes arreglos, la conga como espectáculo para todos los públicos… Por diversos medios, fuera de su tradicional escenario, en los trasvases de esa transculturación sucesiva, se logró una potenciación multilateral de todos los sincretismos.

 Eliseo Grenet compuso el popular Papá Montero, pieza de ambiente rumbero del teatro vernáculo, y desde las tablas, a viva voz, casi sin música, se recitaba: “Señores, / Señores, / los familiares del difunto / me han confiado, / para que despida el duelo / del que en vida fue / Papá Montero…”. Un silencio expectante se producía, y de inmediato entraban todas las percusiones y voces para establecer el montuno en que a la propuesta del solista contestaba el coro: “─A llorar a Papá Montero, / ─¡Zumba, / canalla rumbero! / ─Lo llevaron al agujero. / ─¡Zumba, / canalla rumbero! / ─Nunca más se podrá sombrero. /  ─¡Zumba, / canalla rumbero!…”. Guillén continuó esta parodia en poesía y glosó el tema dedicado a Vicente Martínez, periodista y amigo, con el “Velorio de Papá Montero”. Estas formas musicales populares, que llamaban la atención por  su agudeza y gracia criolla, se habían transformado en poemas de Sóngoro cosongo. “La canción del bongó”, dedicada a Lino D’ou, ayudante del general José Maceo que alcanzó los grados de coronel, abría con tres versos: “Esta es la canción del bongó: / ─Aquí el que más fino sea, / responde, si llamo yo”, y el poema termina: “ya me pedirás perdón, / ya comerás de mi ajiaco, / ya me darás la razón, / ya me golpearás el cuero, / ya bailarás a mi voz…”. Los atributos sonoros del verso, utilizando ciertos acentos, y el contrapunto interno entre ellos, se adecuaban a contenidos y mensajes de ambiente solariego, de vecindario cómplice, de reyertas y rumbas. Para “Secuestro de la mujer de Antonio”, publicado en la mencionada sección del Diario de la Marina en 1930, fue motivo de inspiración “La mujer de Antonio”, el célebre son de Miguel Matamoros. El poema continuaba la historia después de imaginarse cómo caminaba la mujer de Antonio, y se abría con una provocación, quizás respuesta a otra: “Te voy a beber de un trago, / como una copa de ron; / te voy a echar en la copa / de un son, / prieta, quemada en ti misma, / cintura de mi canción” (obsérvense las acentuaciones: trago, ron, copa, son, misma, canción); pero la tensión se aflojaba con la imitación de un toque de tambor: “repique, pique, repique, / repique, repique, repique, / pique, repique, repique, / ¡po!”.

 La audacia expresiva descolonizaba patrones de belleza y llegaba a la transformación de los madrigales de Gutierre de Cetina, pero el cambio del mensaje se dejaba acompañar por su correspondiente alteración musical; al ideal estético con música italianizante de “Ojos claros, serenos / si de un dulce mirar, sois alabados, / ¿por qué si me miráis, miráis airados?”, Guillén opone otro ambiente: “Signo de selva el tuyo, / con tus collares rojos, /  tus brazaletes de oro curvo, / y ese caimán oscuro / nadando en el Zambeze de tus ojos”. La variación del espíritu y la ruptura colosal de las raíces tradicionales a favor de una readaptación caribeña, influye decididamente también en el cambio de musicalidad del poema, de su fonología. “Canto negro”, dedicado a Alejandro García Caturla, quien siempre se interesó en musicalizar sus poemas, describe la situación del toque bajo los efectos del alcohol; se potencia el valor semántico de sus rasgos fónicos y emerge un reconocimiento al poder connotativo de los sonidos como parte de una constante revalorización cultural, ya sea de un débil y nostálgico “Organillo”, como de la recia voz del “Pregón”. Una curiosa manera de escuchar un tres se demuestra con la invocación de un personaje típico como Quirino, quien puede confundirse con cualquier tresero de la época. El poema ―dedicado al narrador Alfonso Hernández Catá, conocedor profundo de nuestra cultura y autor de la zarzuela Martierra―, está resuelto en pocos versos, con un estribillo repetido que semeja el rasgueo del instrumento: “¡Quirino / con su tres!”. Quirino es un negro calavera que regresa a su casa “dando traspiés”, con “jipi en la chola, camisa fresa…”, y vive de la madre, la negra Paula Valdés. Personajes como el bongosero, el cantor de rumba, el pregonero e incluso el organillero, la mujer de Antonio y su provocador, Papá Montero, Quirino… y hasta las “modelos” inspiradoras de los nuevos madrigales, formaban parte de una incuestionable realidad que retrataba la república de los más humildes, en la que la música había sido un eje transversal capaz de unirlos a todos.

West Indies, Ltd., de 1934, forma parte del mismo circuito de textos en que la presencia musical sigue presente, ahora en textos de mayor ironía, y también, de más amargura. La canción popular de los juglares devenidos en la Isla trovadores, y el romance, convertido en formas híbridas entre la poesía y la música, daba como resultado una estructura semejante a la balada. El mestizaje de la balada cubana en personajes, ambientes y proyecciones, así como sus escenas, con o sin narrador, elevaron el sentido directo de estos cruzamientos: “Balada de los dos abuelos”, con el estribillo “Sombras que sólo yo veo / me escoltan mis dos abuelos”, y “Balada del güije”, con la cantinela: “Ñeque, que se vaya el ñeque / ¡Güije, que se vaya el güije!”, remitía más a las canciones folclóricas narrativas con sentido dramático y construidas por una serie de diálogos y acciones, que al origen poético provenzal de la balada literaria. El dramatismo se intensificó en la “Balada de Simón Caraballo”, a quien la guardia rural no pudo llevar preso porque ya estaba muerto. Se trata de una dramática revalorización cultural cubana de fuentes europeas. Lo mismo ocurre cuando muda de aires las composiciones que tuvieron una raíz en África: “Sensemayá”, dedicado al médico manzanillero Gilberto Ante, propone un juego de carácter litúrgico que recuerda los rezos ancestrales africanos para espantar y matar serpientes venenosas; en Cuba, de naturaleza mucho más benigna, se convertía en un “Canto para matar una culebra” y reproduce el entorno sonoro del toque mágico de un tambor ritual, posiblemente de origen congo (“¡Mayombe─bombe─mayombé!”) y el silbido del ofidio al arrastrarse (“Sensemayá”). Este poema del cubano Nicolás Guillén, inspiraría el poema sinfónico Sensemayá (1938), obra paradigmática del compositor mexicano Silvestre Revueltas, una de las figuras cimeras de la síntesis nacionalista en América.

 Canciones como “Caminando” ─quizás tuvo como antecedente “Sigue”, de Motivos de son─, dedicada al farmacéutico camagüeyano Ñico López, casi no necesitan ser musicalizadas, pues están más cerca de la letra de una canción popular que de un poema; puede comprobarse en su ritmo, que reproduce también la impotencia de una persona sin esperanzas, un desempleado que camina y camina sin encontrar trabajo: “Caminando, caminando, / ¡caminando! / Voy sin rumbo caminando, / caminando; / voy sin plata caminando, / caminando; / caminando; / voy muy triste caminando, / caminando…”.  “Canción de los hombres perdidos” mantiene una semejanza con el anterior poema, y aunque se encuentra en la misma perspectiva crítica psicosocial de un excluido, el espíritu de los tercetos da pie a un tono más narrativo; quizás pueda considerarse un precedente de lo que fue en los años sesenta la “nueva canción”, una perspectiva de crítica social que acude a la música como vía de comunicación. El trabajo más extenso y complejo en esta simbiosis entre música y poesía es el poema que le da título al libro: “West Indies Ltd.”; más que con una rapsodia, mantiene cercanía a la cantata, composición recitativa con un posible acompañamiento instrumental en el que se alternan elementos dignos de ser operísticos y otros oratorios. Dividido en siete partes, presenta como tema el desajuste social de la Cuba posterior a la frustrada Revolución del 30, pero bajo la manera criollísima de escenificar situaciones sociales tensas y dramáticas de la realidad, con la resistencia cultural que incluye su proyección musical: la relajación de la charanga de Juan el Barbero contribuye a “sacarle presión a la caldera”, reacción de la ironía característica de muchos cubanos ante el dolor. Si la primera parte recrea irónicamente la historia de la Isla, con los “Cinco minutos de interrupción” para que toque la charanga, la descripción de la situación política prepara su dramatización correspondiente; cuando la denuncia se hace explícita y directa, y sube la temperatura de tragicidad, las sucesivas incursiones de la charanga, aflojan la tensión. El “oscuro pueblo sonriente” aprendió la lección: “─Me matan, si no trabajo, / y si trabajo me matan; / siempre me matan, me matan, / siempre me matan”.

 Con Cantos para soldados y sones para turistas, de 1937, y El son entero, de 1947, Guillén completó su ciclo poético más comprometido con la intuición musical representativa de la voz de los sin voces. Las elegías conforman una fase superior de su obra cuyas relaciones con la música merecen un estudio aparte. El poeta se dio cuenta de que la música había sido una de las más grandes fortalezas culturales de la nación, y sin perder el sentimiento auténtico de su acento popular, mantuvo valores formales que transmitieron una espiritualidad que se estaba invisibilizando en las deformaciones sucesivas realizadas para la escena o para el mundo de los espectáculos, farsas para turistas que desconocían la vida interior de la cultura del mestizaje, ocultada con vergüenza. Las máscaras se hicieron evidentes en la comercialización de la cultura, en un país bajo la férrea intervención de los sectores castrenses en los asuntos civiles después de 1934. En Cantos… se ironizó esta situación pero también se desenmascaran algunos mitos; en el poema “No sé por qué piensas tú”, bajo el ritmo del uso alterno de los pronombres tú y yo, se descubría una falacia: “Tú eres pobre, lo soy yo, / soy de abajo, lo eres tú; / ¿de dónde has sacado tú, / soldado, que te odio yo”. Y en la sección “Sones para turistas”, dedicada al médico Martín Castellanos, se introdujo el personaje José Ramón Cantaliso, de “duro espinazo, insumiso: / por eso es que canta liso”; mediante sus coplas se mostró las diferencias entre la mirada de los turistas norteamericanos que arribaban al país y la realidad social.

 En El son entero Guillén estilizó estructuras poético-musicales que hasta ese momento había desarrollado en su poesía; se abren nuevas motivaciones, se interioriza más el discurso y hay una mayor penetración de temas propuestos en tiempos de posguerra y en el escenario de América Latina. Su autor había tenido experiencia como periodista y político comunista, pero también había acumulado diferentes vivencias con intelectuales y políticos en múltiples visitas a países del continente, por lo que logró el texto de mayor madurez expresiva hasta ese momento. El instrumento concertante no podía ser otro que la guitarra, la de los trovadores inspirados por un trago: “Cógela tú, guitarrero, / límpiale de alcol la boca, / y en esa guitarra, toca / tu son entero”. Tenía tanta confianza en el poder de la música cubana, que intentó agrupar varios poemas para darlos a conocer como una serie de composiciones breves, con movimientos distintos o contrastantes, semejante a una suite de sones; la publicación inicial en 1945 de “Mi patria es dulce por fuera…”, aparecida en la Revista Nacional de Cultura, en Caracas, Venezuela, respondía a esa concepción, y algunas estrofas de este texto fueron allí separadas como poemas-sones diferentes; tal y como fuera fijado posteriormente, puede notarse la diferencia entre el tempo moderado del inicial preludio “Mi patria es dulce por fuera, / y muy amarga por dentro; mi patria es dulce por fuera, / con su verde primavera, / con su verde primavera, / y un sol de hiel en el centro”, que contrasta con el movimiento rápido, vivo, lleno de energía de “Un marino americano, / bien, / en el restaurant del puerto, / bien, / un marino americano / me quiso dar con la mano, / me quiso dar con la mano, / pero allí se quedó muerto, / bien, / pero allí se quedó muerto, / bien, / pero allí se quedó muerto / el marino americano / que en el restaurant del puerto / me quiso dar con la mano, / ¡bien!”, objeto de una excelente versión musical del español Víctor Manuel interpretada por Ana Belén. El son entero reúne otros sones cubanos o dedicados a los pueblos caribeños y latinoamericanos. Nicolás Guillén demostró ser hijo de melodías, canciones y baladas que España trajo a la Isla y del furor percutido y rítmico que África legó; pero también, de la pasión del taconeo andaluz y del refinado pensamiento ancestral del griot, porque en Cuba, San Berenito, San Berenito, nadie puede descifrar el misterio de “de dónde son los cantantes”.




Carlos Puebla: Cantor del pueblo y de su revolución

Por: Rolando Álvarez EstévezFecha: 2012-07-12
Fuente: CUBARTE

 Difícil resulta escribir en pasado de quien por sus cualidades como persona, revolucionario y creador musical dejó huellas indelebles en la cultura cubana. Ese es Carlos Puebla.

 Nacido en Manzanillo, en la entonces provincia de Oriente, el 11 de septiembre de 1917, se abrió paso a golpe de constancia, para convertirse con el transcurrir de los años en un indiscutible cantor del pueblo.

 Creció en un ambiente familiar rodeado de necesidades, por lo que desde temprano se vió obligado a realizar labores disímiles para ayudar económicamente, en cierta medida, a sus seres queridos. En ese contexto y de manera autodidacta aprendió a tocar la guitarra.      

 Sus aspiraciones de obtener trabajo como músico lo motivaron a viajar a La Habana, en 1940; viéndose obligado a regresar a Manzanillo, donde se escuchó su cantar, con cierta frecuencia, en la emisora radial de ese territorio, la CMKM, fundada en 1932 y que funcionó por espacio de 18 años.

 Carlos Puebla aprendió la música “mirando por ahí”, como él hubo de referir en una oportunidad. Creó en 1953 su grupo acompañante Los Tradicionales y a partir de 1962 se convirtió en una figura emblemática de La Bodeguita del Medio, restaurante de La Habana Vieja, un centro más cultural que gastronómico, donde acuden personalidades de gran prestigio internacional. Por años, allí Puebla le cantó a grandes de la literatura, la política y de las distintas manifestaciones artísticas como Ernest Hemingway, Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Salvador Allende, Agostinho Neto, Oswaldo Guayasamín y muchos otros.

 Fue en La Bodeguita del Medio donde se forjó una amistad profunda, cordial, sincera, sin egoísmo ni ambiciones ―como él la calificara―, con Nicolás Guillén. A este, de quien decía que era un sonero que no canta, pero que hacía sones, le dedicó uno de estos, que en un fragmento dice:

Le pido a tu corazón

que siga toda la vida

con su poesía encendida

entero como tu son, Nicolás.

 A través de su música, que incluía sones, boleros, guarachas, guajiras y tangos, Carlos Puebla llevó el mensaje de la Revolución a numerosos países donde lo aplaudieron y admiraron.

 El segmento más conocido de su obra musical se concretó en la vida y obra de importantes figuras del largo proceso revolucionario cubano. En su repertorio, entre decenas de canciones, se encuentran Canto a Mariana Grajales y Canto a Camilo. A estas se sumaron otras como La OEA es cosa de risa, Yankees go home y El son de la Alfabetización. También bellos boleros como Cuenta conmigo y Quiero hablar contigo, y la guaracha de gran aceptación popular Si no fuera por Emiliana.

 En vida, Puebla consideró que sus dos canciones más destacadas eran Hasta siempre, Comandante y En eso llegó Fidel. La primera, compuesta por él cuando Fidel dio a conocer la carta de despedida del Che, el 3 de octubre de 1965, en la presentación del Comité Central del Partido. En ella reflejó la grandeza del Comandante de la Sierra Maestra y su ejemplo de comunista, estadista e internacionalista. Posteriormente, cuando supo de la muerte del Guerrillero Heroico, compuso, como señal de dolor, la canción que tituló Que pare el Son.

 Las letras de sus canciones llevaban mensajes directos, incluyendo sus canciones de amor. En todas se reflejaba su compromiso con la Revolución y con la lucha de su pueblo para construir el socialismo.

 Su conducta hacia la Revolución fue vertical, sin grieta alguna. Se recuerda que en plena dictadura cantaba su tema musical Pobre de mi Cuba, que en una estrofa decía: “Aquí falta, según veo, un nuevo gesto mambí, la palabra de Martí o el machete de Maceo”.

 Cronista, cantor del pueblo por excelencia, se caracterizó, además, por su humildad y sencillez. “Yo no soy un cantante ―dijo en un momento determinado―, yo soy un cantor. Cantante es el que tiene con qué. Cantor es el que tiene por qué”. En uno de los encuentros con Nicolás Guillén, Puebla lo saludó diciéndole “¿Cómo está, poeta?”; recibiendo como respuesta de Guillén: “El poeta eres tú”.

 Protagonista activo del proceso social y político cubano, Puebla se consideraba “un trabajador del arte”, amante de “la solidaridad con todas las buenas causas de los pueblos”. Cuando se le pidió opinión sobre la música que había compuesto antes de la Revolución y después del triunfo de esta, expresó categóricamente: “Antes cantábamos para tener lo que tenemos, ahora cantamos para mantener lo que tenemos.”        

 Por razones de trabajo tuve el privilegio de conocer de cerca a aquel hombre corpulento, canoso, paternal a veces, de marcada cubanía y de incuestionable cultura al hablar, que lamentablemente falleció en La Habana el 12 de julio de 1989.




Actividades por 110 aniversario natalicio de Nicolás Guillén 

Fecha: 2012-07-09
Fuente: CUBARTE


 La Fundación Nicolás Guillén efectuará el evento teórico Tus venas, la raíz de nuestros árboles, el próximo 10 de julio, en saludo al 110 aniversario del natalicio del Poeta Nacional, en la Sala Villena de la UNEAC.

 El evento que comenzará a las 9am, se realiza en homenaje a esa efemérides y al 75 aniversario del Congreso de los intelectuales en defensa de la cultura, celebrado en España durante la guerra civil y en el cual participaron varios intelectuales cubanos, entre ellos el propio Guillén.

 Organizado en paneles, el evento tratará las relaciones de Nicolas Guillén con España y la influencia de los españoles en Cuba, en especial, en el siglo XX. Entre los intelectuales participantes están Ana Cairo, Carlos Martí Brenes, Pilar Fernández, José Antonio Baujín, Guillermo Rodríguez Rivera, Virgilio López Lemus, Juan Carlos Albizu Campos y Víctor Casaus. La entrada es libre.

  A las 4:00 pm de ese mismo día, en la Sala Che Guevara de la Casa de las Américas se ofrecerá un concierto de José Luís Cortés y NG La Banda, donde se incluirán textos de Guillén, musicalizados por Cortés  entre otros. La entrada por invitación para esta actividad se puede buscar, de 9am a 4pm, en la Fundación Nicolás Guillén (sede de la UNEAC, calle 17 No. 351 esq. a H. Vedado).





PRESENTA ALBA CULTURAL PREMIOS NARRATIVA EN FERIA DE LIBRO VENEZOLANA
Por Prensa Latina

Dos obras ganadoras del premio ALBA Narrativa 2011 fueron presentadas hoy en la Feria del Libro de Venezuela, como parte de las actividades desplegadas por el Fondo Cultural de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Fcalba).

Las novelas Viaje al Interior de una gota de sangre, del colombiano Daniel Ferreira; y El papel de lija, del puertorriqueño Alejandro Carpio, acapararon el interés de asistentes a esa gran feria literaria que se desarrolla por estos días en el capitalino teatro Teresa Carreño.

En la Sala Librería del Sur, del mencionado teatro, Lourdes González, directora de la Editorial cubana Arte y Literatura, comentó brevemente sobre estos textos galardonados.

De acuerdo con González, Viaje al interior de una gota de sangre es una novela que destila poesía y violencia, resuelta mediante una formidable y ajustada escritura.

Mientras, El papel de lija, resulta una comedia en la cual el policía obeso Félix Antonio Tirado (FAT) va tras la pista de un traficante de un objeto preciado, el libro de arena, y en la búsqueda se topa con otros elementos que tienen que ver con la narrativa borgiana.

Esta novela, definida por el autor como poco original, figuró entre los 142 títulos de autores menores de 40 años de edad postulados al premio y recrea otros textos y filmes.

Presente también en la presentación de estos libros, José Pérez Socarrás, presidente de Fcalba, comentó a Prensa Latina que la Casa Cultural de la ALBA cuenta en esta edición con unos 400 títulos, de ellos, unos 30 de nueva presentación y otras reediciones, así como con varias obras premios Casa de las Américas del 2011 y de los últimos cuatro años.

Explicó que la Casa de la ALBA Cultural, que instala el Fcalba cada año en la Filven, incorpora en su sexta participación en esta fiesta de gran relevancia en Venezuela, temáticas especializadas en ciencias sociales, juveniles e infantiles, de artes, científico-técnicas, además de otros temas políticos e históricos.

Resaltó la presencia del títulos este año como la del escritor barbadiense George Lamming, recientemente ganador del Premio ALBA por la Obra de la Vida en Letras 2011.

Además, los visitantes podrán adquirir libros producidos en Cuba de la colección ALBA Bicentenario, que pretende dar a conocer las diferentes visiones de las luchas independentistas de los diversos países de América Latina, dijo.

Asimismo, sumado a la venta de libros, se pueden adquirir un conjunto de piezas de artesanía cubana y de los productos Arte en Casa, los cuales comprenden artículos utilitarios con imágenes elaboradas por artistas plásticos de a isla caribeña, así como discos de música, multimedia, videos y películas.

Como una novedad de Fcalba este año, divulgó la inclusión de un material informativo acerca de las ofertas y eventos que promociona la agencia de turismo cultural Paradiso que representa dicha empresa en esta nación.

La VIII edición de la Filven 2012, iniciada el pasado 9 de marzo y a concluir el venidero 18 de marzo, tiene a Uruguay como el país invitado de Honor.

Como objetivo principal, persigue reconocer la obra del escritor nacional Luis Britto García, por su dominio magistral de los diversos géneros, su amplia aceptación en el ámbito nacional e internacional y su indeclinable condición de venezolano integral.





Cubarte 6 de julio2012


Homenaje a Oswaldo Guayasamín en el Centro Histórico de la ciudad
Por: Maritza Mariana Hernández
Fecha: 2012-07-06
Fuente: CUBARTE

 El aniversario 93 del natalicio del Pintor de Iberoamérica será evocado hoy  6 de julio, a las 3 de la tarde, con la apertura de una exposición de joyas confeccionadas por Verenice Guayasamín, en la casa museo consagrada a la memoria del artista ecuatoriano en el Centro Histórico de La Habana.

 Se trata de una muestra donde el visitante podrá admirar collares diseñados con materiales diversos: metales y piedras preciosas, monedas, corales, perlas, cristales, resinas, fragmentos de cerámicas y conchas arqueológicas precolombinas.

 La institución patrimonial se inauguró el 18 de enero de 1992, por el noble empeño del pintor ecuatoriano y de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Con la restauración del inmueble, sito en Obrapía y Mercaderes, se devolvió el esplendor a la elegante casona levantada en el siglo XVIII, perteneciente a la familia Peñalver.

 Durante su proceso de restauración se encontraron pinturas murales, cuya riqueza arqueológica constituye un tesoro de la arquitectura colonial cubana.

 Además de exposiciones transitorias, en la Casa museo Oswaldo Guayasamín, en La Habana Vieja, el público puede apreciar objetos personales del creador ecuatoriano y obras originales donadas a la Isla. Sus espacios acogen también piezas del arte popular latinoamericano y ejemplares que datan del siglo XIX.

 Nacido en Quito el 6 de julio de 1919, Guayasamín realizó unas 180 muestras individuales y su producción fue muy efímera en cuadros de caballete, murales, esculturas y monumentos. Expuso en museos de las capitales de América y países europeos.

 Hasta su fallecimiento en 1999, el Pintor de Iberoamérica trabajó en su obra cumbre, La capilla del hombre la cual, como todas sus creaciones, encierra un gran sentido humanista y de denuncia a la injusticia y la violencia que marcó el siglo XX. Oswaldo Guayasamín fue amigo personal de los más importantes intelectuales y estadistas del mundo.






Cubarte julio 2012

Desconocido y olvidado en Cuba, el nombre de Antonio Machín recibe perpetuo homenaje en Barcelona, la Ciudad Condal. A cuatro años de su deceso ―ocurrido en 1977―, sus compañeros españoles en el arte le erigieron un monumento frente al fabuloso coliseo de los deportes. La inauguración, efectuada el miércoles 22 de abril de 1981, contó con la asistencia de cientos de admiradores de este popular cantante de boleros, el cual ―cosa curiosa― todavía se escucha en España en programas radiales; y no precisamente en audiciones dedicadas a la “música del ayer”, ni para personas de “la tercera edad”. Se le llama, con justeza, “Su Majestad el Bolero”.

 Antonio Lugo Machín nació en Sagua La Grande, el 17 de enero de 1903. Era el típico mulato cubano, hijo del gallego José Lugo Padrón y de la negra cubana Leoncia Machín. Pero no todo fue cantar y viajar en la vida de Antonio Machín. En plena adolescencia fue sastre, albañil y cortador de caña. Dotado de una peculiar voz, se presentaba en las fiestas familiares en su natal ciudad, hasta que en 1919 decidió viajar a La Habana en busca de otras posibilidades para mejorar su vida. Tuvo la suerte de ser escuchado por el trovador Miguel Zaballa cuando cantaba en un Café de la Playa de Marianao y le propuso formar un dúo para interpretar canciones de la trova cubana. Sindo, Corona, Oscar Hernández y otros conformaron el repertorio del dueto trovadoresco.

 Más tarde integró el Trío Luna, dirigido por el trovador y compositor Manuel Luna Soldado, guitarra y voz segunda, y Enrique Peláez, en el tres.

 Así estuvo un tiempo hasta que Don Justo Aspiazu lo escuchó y decidió incorporarlo a su fabulosa orquesta; una de las más grandes agrupaciones de su tipo en Cuba de la década de los veinte.

 Antonio Machín fue el primer negro en cantar en el lujoso Casino Nacional de La Habana. El musicólogo y escritor Alejo Carpentier en la revista Carteles, en 1932, escribió: “La Orquesta de Don Aspiazu es una obra maestra.”

 En abril de 1930, Machín viaja a Nueva York con la Orquesta de Don Aspiazu y graba en inglés un fox titulado With my guitar and you y un son en ambos idiomas, La mulata rumbera.

 Al mismo tiempo que actuaba con esa orquesta decide formar un cuarteto con el mismo formato de los cuartetos soneros de la época: trompeta, guitarra, tres, claves y maracas y, por supuesto, él como cantante. En el cuarteto de Machín, figuraban el trompetista puertorriqueño Plácido Acevedo, Daniel Sánchez, Ciro Rodríguez (eventualmente), Pedro Dávila “davilita”, y Alejandro Rodríguez “mulatón”.

 El éxito del Cuarteto Machín fue tremendo. La RCA Víctor le grabó más de 160 obras entre boleros, boleros-sones, guajiras-sones, guarachas, criollas, pregones y rumbas.

 Este cuarteto contribuyó a la difusión de las obras de los más destacados trovadores cubanos, ya que su popularidad se extendía a otras partes del mundo donde la RCA Víctor distribuía sus discos.

 En 1935 grabó con la afamada orquesta de Armando Balspi y decidió ampliar la estructura de la orquesta para convertirla en sexteto cumpliendo requerimientos de las firmas discográficas Víctor y Brunswick. Disolvió el sexteto para actuar en el Teatro Adelphya, de Londres, como cantante de una revista musical donde se destacó interpretando Lamento esclavo de Eliseo Grenet.

 Más tarde se trasladó a París, presentándose en el espectáculo Cantos a los trópicos, dirigido por el compositor cubano Moisés Santos. Ahí conquistó enorme fama por la interpretación del pregón El manisero, de Simons; siendo el primero que popularizó esta pieza en Europa. Luego de una extensa gira por el viejo continente llegó a España el 1ro. de abril de 1939, en plena guerra civil. Allí se une a la orquesta Los Miuras de Sobré, con las que graba otras obras. El amor lo ata definitivamente a España cuando contrae matrimonio con la joven sevillana María de los Ángeles Rodríguez.

 En 1947 se separa de Los Miuras de Sobré y decide actuar como solista. En Barcelona estrenó la canción Angelitos negros, de Maciste y Blanco, y la interpretación que hace la convierte en una de las más famosas piezas de aquella época, vendiéndose miles de discos.

 Como cantante de revistas musicales recorrió toda España, y en una actuación en el circo Price de Madrid cantó el bolero Dos gardenias de Isolina Carrillo, que se convirtió en la obra que más lo identificaría en su larga carrera artística.

 En 1958 viajó a Cuba, tras largos de ausencia, para abrazar a su madre y demás familiares y amigos. En La Habana le rindieron varios homenajes, intervino en programas de televisión y participó en una gran celebración en los Jardines de la Tropical. En esa oportunidad se da a conocer su disco Un cubano en Madrid. Durante su breve estancia en Cuba decide visitar Baracoa pero, como no existía aún la carretera, desiste de aquel empeño y compone el son A Baracoa me voy.

 Regresa a España y continúa sus actuaciones con el espectáculo Bodas de playa, por sus 25 años de actuación en la península. Siempre estuvo ligado a los cubanos y artistas que viajaban a aquellas tierras.

 En 1972, en el Pabellón de Cuba en la Feria de Barcelona, se encuentra con el dúo Los Compadres y canta con ellos. En un encuentro con la prensa, reafirma su condición de cubanía. Un año más tarde sostiene otro agradable encuentro con Pacho Alonso y sus pachucos, Los Papines, Ela Calvo y el grupo de baile Caribe. También en 1977 se encuentra con Carlos Puebla y sus tradicionales. En esos años, Machín figuró en varios filmes y grabó numerosos discos, la mayoría de ellos de autores cubanos. Como compositor, nos dejó A Baracoa me voy, Peregrina, Mi ángel protector y Quieres que hablemos.

 Antonio Machín cantó hasta dos meses antes de fallecer en Madrid, el 4 de agosto de 1977. Este año se están cumpliendo 35 años de su desaparición física.

 Recordemos al insigne cantante sagüero que contribuyó con empeño a difundir la música cubana en Europa y, sobre todo, en España; realizando una notable labor de reconocimiento a la cancionística nuestra, en especial al bolero.

 En el cementerio San Fernando, Sevilla, donde descansan sus restos, sus fieles admiradores depositan ramos de rosas y orquídeas al gran intérprete de los ritmos cubanos, hoy lamentablemente olvidado e ignorado en su patria.



Música de Calle 13 apoya a inmigrantes sin documentos en EEUU

Cubadebate


René Pérez de Calle 13 y la banda neoyorquina de rock Outernational han unido esfuerzos para apoyar a los inmigrantes sin documentos en Estados Unidos a través de la canción “We Are All Illegals”, cuyo video debutó esta semana en Internet.

“Pensamos que era el momento adecuado para sacarla”, dijo el jueves Miles Solay, autor del tema y cantante de Outernational, en una entrevista con The Associated Press. “Que en el 2012 se considere a una persona ilegal es indignante y un crimen contra todo el sistema“.

“We Are All Illegals” es una canción de protesta en la que expresan solidaridad con la situación que viven muchos inmigrantes por no tener papeles para vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos. El lanzamiento del video, que puede verse en www.WeAreAllIllegals.com, coincide con la decisión de la Corte Suprema de avalar un aspecto clave de la polémica ley SB 1070 de Arizona para combatir la inmigración ilegal.

Combina letras en inglés y español - la parte en inglés es interpretada por Solay y la de español por Pérez, el músico puertorriqueño también conocido como “Residente”.

Junto a ellos participan el baterista de los Red Hot Chili Peppers Chad Smith, el guitarrista de Rage Against The Machine Tom Morello y el laureado productor Thom Russo, ganador de 16 premios Grammy.

“We Are All Illegals” desprende de un disco homónimo de Outernational que salió hace medio año. El álbum cuenta con 18 cortes, todos relacionadas con el tema migratorio.

“Hicimos un álbum totalmente dedicado al tema de la frontera, a hablar sobre las experiencias de millones de personas que se ven obligadas a dejar sus países”, explicó Solay. “Una de las canciones, ‘Ladies Of The Night’, habla de las mujeres y jóvenes de la Ciudad de Juárez que son violadas y asesinadas. La canción, en un estilo surrealista, muestra a estas jóvenes como emancipadoras de una nueva humanidad, que luchan por un mundo totalmente nuevo”.

“Nuestra banda está trabajando muy duro para ayudar, sobre todo a las generaciones más jóvenes, a ver el mundo de una manera diferente, a pensar sobre él de una manera diferente. A que se abran nuevas posibilidades revolucionarias en su manera de pensar y, espero que en un futuro no muy lejano, en el mundo”, añadió.

Los últimos seis meses Outernational realizó una gira promocional a lo largo de la frontera estadounidense con México durante la cual grabaron escenas para el video de “We Are All Illegal”. También hicieron un llamado a sus seguidores para que enviaran sus propias imágenes.

“Hay imágenes de una escuela que nos la pasó un fan en Texas”, dijo Solay. El desierto de la zona fronteriza y personas llevando pancartas que rezan “We All Are Illegals” forman parte del clip, que se puede ver en Internet desde el miércoles.

“En las primeras 24 horas, el video tuvo entre 15.000 y 20.000 vistas. Esperamos llegar a las 100.000 en la primera semana”, expresó el artista neoyorquino. Su objetivo es que la canción llegue a América Latina, gracias a la popularidad de Calle 13, así como a Europa.

“Queremos que la gente vea que hay personas en Estados Unidos que no sólo dicen que las leyes (como la de Arizona) están mal sino que luchan contra ellas por injustas e indignantes”, concluyó Solay.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/06/29/musica-de-calle-13-apoya-a-inmigrantes-sin-documentos-en-eeuu/

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