James Petras: El dinero de Venezuela estaba sobrevaluado 

 14 de febrero 2013
 La Haine    

Esta devaluación va a ayudar a las exportaciones y a penalizar las importaciones. Llevar la moneda a una situación más ajustada a la realidad era una necesidad
  
James Petras: Bueno escapamos sólo por un poco, hubo unos 20 cm de nieve. Pero en algunas partes fue fuerte, a una hora de viaje de aquí cayó más de un metro de nieve y aún están limpiando los caminos. Aquí nada pasó, es normal una tormenta de 20 cm.

MAB: Teníamos pensado abordar algunos temas, de todos modos siempre para nosotros es prioridad los temas que tu propongas. La devaluación en Venezuela, la renuncia del Papa conocida en las últimas horas, las elecciones en Ecuador del próximo domingo, la corrupción en España, son –nos parece- algunos de los temas a abordar.

JP: Si. La devaluación en Venezuela era un tema pendiente. El dinero de Venezuela estaba sobrevaluado y operaba un mercado negro, de especuladores. Por eso esta devaluación va a ayudar a las exportaciones y tal vez a bajar el ingreso de importaciones de lujo, porque el costo de importaciones va a subir. Pero, en todo caso, llevar la moneda a una situación más ajustada a la realidad era una necesidad.

Ahora, deben introducir algunos controles sobre los precios, porque sino se podría fomentar un aumento de la inflación. Si combinan la devaluación para estimular las exportaciones y mejorar los ingresos estatales, porque ahora la venta en dólares del petróleo va a generar más dinero en el Tesoro público, eso puede ayudar al gobierno a financiar nuevos proyectos. También como Venezuela depende mucho de las importaciones, particularmente de productos agrícolas, es un peligro que podría genera mayores precios.

Pero más allá de la devaluación, que es una política realista, simplemente ajustando el valor del dinero al nivel del mercado mundial, creo que mucho depende de cómo utilicen la devaluación dentro de un proyecto de aumentar la productividad, las exportaciones y mejorar la eficiencia de la economía. El sector privado, lo hemos visto, no está colaborando a pesar de los incentivos y préstamos públicos que se les otorga para fomentar su actividad.

En este caso, el gobierno tiene que combinar la devaluación con políticas públicas más activas en la intervención productiva, en la economía, y no simplemente aumentando los gastos sociales. Tienen que ajustar los gastos sociales con la capacidad de la Economía de aumentar el Producto Bruto Interno.

En esta situación, creo que esa medida en si misma no es suficiente, tienen que formar una estrategia más global, donde la devaluación sea un elemento de una nueva fase, más productiva, con participación estatal más activa y con más capacidad de convertir los ingresos petroleros en actividades productivas y no simplemente sociales.

MAB: A nivel de América Latina la cuestión de la moneda está un poco al rojo, lo hemos visto hace unos días en Brasil.

JP: Si, Brasil hemos visto que está en situación de estancamiento, ha perdido la capacidad de crecer la economía, está en caída. Está entre dos temas: aumentar las inversiones extranjeras y el esfuerzo por controlar el capital especulativo, pero no han alcanzado ni lo uno ni lo otro.

Además, han dejado completamente de lado cualquier programa social, particularmente en el campo. El gobierno no crea políticas alimentarias que fomenten la producción en granjas familiares, únicamente están con soja, petróleo y otros sectores extractivos y exportadores, y eso ya tiene sus límites. Como Brasil tiene una capacidad industrial, debe fomentar más la industria, pero el alto valor de la moneda ha debilitado los sectores industriales por el aumento del costo de producción. Entonces, Brasil está estancado, no tiene ningún programa social.

En otros países algo similar empieza a afectar la economía, empezando por ejemplo por Argentina. El conflicto entre el gobierno y los sectores económicos poderosos, particularmente el campo, sigue siendo muy fuerte.

O sea, lo que tenemos que decir es que finalmente el progresismo en América Latina encuentra que sus socios entre los grandes capitales no están dispuestos a colaborar en otros proyectos, agotaron lo que se presentaba como gran alianza popular y multinacional. Ahora tienen que elegir entre seguir el camino neoliberal o dar la vuelta y rectificar sus políticas, hacia una política nacional más popular y socializante.

En esta década hemos visto a los progresistas combinar capital extractivo en sectores exportadores con alguna política de gastos sociales hacia los sectores populares. Eso ya se está terminando. No sé qué periodo podemos fijar, pero esta situación está muy debilitada y los gobiernos tratando de balancear entre capital y pueblo, es poco viable para los próximos tiempos.

MAB: Nos quedamos en la región, porque nos interesa conocer su análisis sobre las elecciones en Ecuador.

JP: Bueno, Ecuador es un caso emblemático de esto que estamos hablando. Rafael Correa sigue siendo el candidato más popular y más probable ganador, todos coinciden en que cuenta con aproximadamente el 45% de apoyo electoral, más que nada por los programas sociales y el gran clientelismo que han montado a partir del aumento de gasto en Educación, Salud, subvenciones para viviendas y un bono para los pobres, que recientemente lo aumentó de 35 a 50 dólares, frente a los desafíos de otros candidatos. 

Ahora, Correa tiene una contradicción entre el pueblo indígena y su política desarrollista, particularmente en el campo petrolero. Correa esta firmando acuerdos con las grandes multinacionales petroleras para explotar el petróleo en las zonas amazónicas que perjudican a las grandes comunidades indígenas por la contaminación.

Por otro lado, el hecho de que Correa haya invertido en programas sociales impone restricciones sobre algunos sectores financieros, ha provocado la oposición de un candidato bancario que se llama Guillermo Lasso. Entonces de los resultados creo que Correa obtendría un 45%, Lasso, de la derecha, un 20% y Alberto Acosta, de la coalición política Unidad Plurinacional de las Izquierdas, puede conseguir hasta un 10%, y se indica que últimamente su popularidad está creciendo.

En todo caso, Rafael Correa tiene esa doble cara: por un lado progresista, particularmente en la política externa donde ha tomado posiciones bastante avanzadas contra el imperialismo norteamericano y a favor de la unidad latinoamericana; en contra de Israel en la agresión a Palestina; y otras declaraciones, incluyendo el hecho de haber dado asilo a Julian Assange, el fundador de Wikileaks.

Del otro lado, en la política doméstica, es muy contradictorio. Por una parte, los gastos sociales positivos y por otro la marginación de las comunidades indígenas y los acuerdos con las grandes petroleras extranjeras.Esto es algo que me parece existe en América Latina, la doble política: pactos con las multinacionales en sectores primarios y por otro lado, políticas sociales asistencialistas bastante avanzadas. 

MAB: nos gustaría una valoración de un tema que surge en esta horas, la renuncia del Papa.

JP: Mirando de afuera, sin ningún conocimiento cercano, parece frágil y debilitado de salud. Incluso, según un reportaje publicado, el hermano del Papa dijo que éste no tiene capacidad de caminar ni de hacer largos viajes y que se lo recomendó su médico. Entonces, no creo que sea por una razón política ni religiosa, el viejo está buscando jubilarse y en vez de quedarse y morir en la cama del Vaticano, prefiere irse a casa, en Alemania, y hacer sus últimas reflexiones.

Los Cardenales van a decidir quien será el próximo Papa. Es una organización muy poco democrática. Ese pequeño cónclave de cardenales va a definir el sucesor. Quizás el próximo Papa pudiera volver a ser un italiano. En los últimos años tuvimos un Papa polaco y uno alemán, pero creo que es más probable ahora un Papa italiano.

MAB: Llama la atención porque dicen que desde la Edad Media nunca renunció un Papa.

JP: Es cierto, pero hay muchas tareas pendientes y la incapacidad de realizarlas es el factor determinante ahora. El Vaticano enfrenta muchas crisis externas e internas y debe tomar una decisión de buscar un personaje capaz de viajar al exterior, porque como Europa está en crisis y las crisis generan un menor sentimiento religioso, el Vaticano piensa que tiene más posibilidades de expandirse en el exterior, por lo que necesita un Papa enérgico, capaz de actuar sobre la globalización del catolicismo.

MAB: Nos vamos a España, en crisis permanente, a lo que se suma la corrupción. 

JP: En España la corrupción está generalizada entre los dos grandes partidos, tanto el Partido Popular de la ultra derecha, como el Partido Socialista del centro derecha. Todos los políticos de los dos grandes partidos reciben grandes subvenciones, eso explica porqué la política económica de España –particularmente la política dirigida al sector inmobiliario y a las finanzas- tiene tanta importancia. Todos los contratistas con los que uno puede conversar, pagan sobornos para conseguir contratos y aumentar el costo de cualquier proyecto de construcción. Lo mismo en el sector financiero, que es el sector neurológico en toda la economía, paga enormes sobornos para recibir multi mil millonarias subvenciones y salvatajes.

La situación española no tiene solución en la institucionalidad, hay denuncias, pero es mucho ruido y pocas nueces, como se dice; porque las denuncias no han tenido prosecución, un juicio judicial, encarcelar a los corruptos, y esto es lo más revelador. El sector judicial español está muy vinculado con los políticos corruptos y los políticos corruptos están muy vinculados con el sector financiero, entonces, esta élite de poder institucional político y financiero, es el primer obstáculo de cualquier limpieza.

Lo único que puede cambiar el panorama es un gran levantamiento popular que forzosamente ponga sobre la agenda la destitución de la actual capa política que manda en el país. Rajoy no va a renunciar porque si renuncia es más vulnerable a un juicio político judicial y criminal, entonces se tiene que quedar en el poder para protegerse del juicio.

MAB: Ayer habló Mahmud Ahmadineyad, hizo un llamamiento a Estados Unidos, “dejen de apuntar con un arma a Irán y yo mismo negociaré con ustedes", dijo.

JP: El gobierno de Irán desenmascaró la propuesta norteamericana, porque en el mismo momento en que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, anuncia que Estados Unidos está abierto a un diálogo, el mismo gobierno aumentaba las sanciones para tratar de estrangular la economía petrolera iraní, así como las importaciones de medicinas, de alimentos. Y amenazando a cualquier país que trate de desarrollar relaciones. Últimamente, Pakistán tiene un oleoducto para importar gas de Irán y Estados Unidos trata de bloquearlo.

Entonces, la posición de Irán es que si los Estados Unidos quieren realmente abrir un diálogo, no deben poner una pistola en la cabeza del gobierno iraní. Eso no es negociación, eso no es diálogo, eso es doble juego. Por un lado hablan de paz y por el otro, aumentan las presiones, las sanciones económicas y las amenazas militares.

Irán tiene toda la razón en esta situación. Creo que para abrir negociaciones hay que expresar la buena voluntad, por lo menos parar nuevas acciones y abrir caminos para demostrar esa buena voluntad. Estados Unidos debería dejar de intervenir en la política iraní y sentarse en un proceso de reconocimiento mutuo, y poner sobre la mesa las coincidencias y divergencias.

Pero Washington tiene una posición muy extremista, todavía tiene propuestas agresivas, bélicas, tiene la flota de la marina de guerra frente a Irán, sigue actuando a favor de las propuestas israelíes de atacar Irán; etc. No creo que estén iniciando un nuevo proceso, por lo menos deben dejar de lado las nuevas agresiones, no hablemos de la acumulación de sanciones de los últimos años.

Creo que hay posibilidad de diálogo porque los iraníes nunca han invadido ningún país en los últimos doscientos años, no tienen bombas nucleares, no han intervenido en la política de los vecinos. Entonces si Washington realmente busca crear una estabilidad, una paz en Medio Oriente, tiene que dejar la política bélica y en ese sentido, creo que todavía estamos lejos de un acercamiento entre Estados Unidos e Irán.

MAB: por último, le consulto sobre el acuerdo entre Irán y Argentina, del cual se sigue hablando mucho por estos lados.

JP: Es obvio que Israel está metido tratando de perturbar este acuerdo racional. El canciller argentino, Héctor Timerman, ha declarado fuertemente que Israel no debe seguir utilizando las organizaciones sionistas en Argentina como quinta columna. Que deben dejar de actuar como un patrón colonial dictando qué puede y qué no puede hacer Argentina. En este caso es muy claro que Israel quiere mantener y utilizar el acto terrorista como un instrumento para aislar a Irán de America Latina. No tiene ningún interés en descubrir quién hizo el acto terrorista. Ellos quieren mantener la posición a priori de que Irán estaba metido, acusándolos para demonizarlos. Es muy bienvenida la iniciativa de Cristina Fernández, particularmente las últimas declaraciones de Timerman diciendo que Israel no debe actuar como poder colonial interviniendo en la política argentina, ya que este país busca relaciones normales con los países no agresivos contra ellos.

Ahora, en Estados Unidos es difícil imaginar a un político de origen judío o cristiano dispuesto a denunciar a Israel como poder colonialista y prepotente. En ese sentido, los judíos argentinos tienen otra tendencia, al menos un sector de la comunidad tiene como primer identificación ser argentinos y no quinta columnas de Israel.

Timerman lo dijo muy claro, que los judíos en Argentina son primero Argentinos y segundo interesados en la política de Israel y otros países. Es una declaración muy clara, lúcida y racional, porque la política de Israel fomenta el antisemitismo ya que considera que cualquier judío debe actuar como agente israelí y no como ciudadano del país en que vive. Y mucha gente se resiente ante la idea de que haya personas actuando a favor de un poder externo en vez del país en que viven.

MAB: Bien Petras, no se si queda algún otro tema que quiera abordar hoy.

JP: Si, quería comentar algo sobre las elecciones en Italia que se realizarán dentro de dos semanas y donde hay una expresión muy interesante de la política. El candidato de los grandes banqueros, de la Unión Europea y de Alemania es Mario Monti, que en Italia fue muy impopular porque fue el primer ministro que incrementó los impuestos, está involucrado en la subvención del Banco Monte dei Paschi di Siena (BMPS), por 5.300 millones de dólares para salvar al banco más antiguo del mundo, sacudido por un escándalo financiero.

En el mismo momento en que están bajando los salarios de los trabajadores públicos, están bajando las transferencias de las pensiones, cuando hay un 30% de jóvenes desocupados, Monti aprueba ese salvataje bancario.

Por tanto, se da el fenómeno que el candidato más favorecido por el capital extranjero, los bancos internacionales y los diarios financieros, Monti, no va a alcanzar ni el 15% de los votos. Mientras que la oposición del demagógico Silvio Berlusconi, puede conseguir un 25 o 30% de los votos, y el candidato de los ex comunistas, del partido Demócrata, conseguirá entre un 35 y un 38% de los votos. Esto hace que Italia queda sin mayoría, con una política fragmentada y el gran peligro viene por el lado de que los ex comunistas formen una alianza con Mario Monti y traicionan el voto de los sectores progresistas otra vez. Ese es el resultado más probable, porque el Partido Demócrata no va a conseguir la mayoría suficiente por sí solo. Por eso, tienen que buscar aliados electorales y no pueden ir con Berlusconi, la ultra derecha, pero están negociando por atrás, a puertas cerradas, con Mario Monti.

Estas elecciones van a perpetuar la crisis en Italia, el estancamiento, se incrementará la crisis y la desocupación, es el punto más corrupto de la política italiana. Europa sigue en crisis con Italia a la cabeza.

Extractado por La Haine

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