Voces, julio 19, 2013
Gilda Bolt, Embajadora de Nicaragua en El Salvador habla sobre los avances de su país desde el triunfo de la Revolución en 1979, hasta hoy que se cumplen 34 años de esa victoria histórica.
Michelle Ramirios
La diplomática mostró la perspectiva y el compromiso del pueblo nicaragüense y, en especial de los jóvenes frente a los cambios de todo un proyecto latinoamericano que busca el buen vivir, la justicia y la unidad de los pueblos.
¿Cómo fue el proceso de revolución en 1979 y después, cuando retomó el poder el Presidente Daniel Ortega?
Es importante destacar que esta victoria grandiosa sólo pudo ser real con la participación popular y con el diseño de una estrategia que permitió llegar al derrocamiento de la dictadura militar. Ese 19 de Julio de 1979 marca una etapa de victoria hasta 1990, y como gobierno organizamos todas las instituciones e iniciamos tareas importantes.
Fue en 1980 que se efectuó la famosa y heroica campaña de alfabetización que significó medio millón de jóvenes movilizados, iniciamos la organización y recuperación de organizaciones sociales. En esa época es cuando se destinan todos esfuerzos en contra de la revolución y desde 1983 esta injerencia externa crea toda la contrarrevolución. En los 80’ tenemos una guerra que fue inclemente porque significó desviar muchos recursos para defender la revolución.
En ese entonces teníamos el Servicio Militar Patriótico y destinamos muchos jóvenes para la defensa, hicimos una reforma agraria importantísima que ha determinado en esta nueva etapa desde el 2007, en que asume el Presiente Ortega donde estos temas de conformación agraria, militar, policial, entre otros, son pilares básicos para retomar las tareas de un programa del gobierno de reconciliación y unidad nacional.
Los 80’ significó una etapa de cambios profundos en la sociedad de Nicaragua, que contó siempre con la participación de los jóvenes y las mujeres en todas las tareas.Los 80’ fueron los años del fin de La Guerra Fría y eso significó tener a Nicaragua en ese momento histórico del mundo que surgía, como una formulación distinta y por eso se vio amenazada por todos los grupos de derecha internos y externos, significó un gran desgaste para la revolución por todos los recursos que se tenían que destinar a la defensa.
Cuando entramos a elecciones en los 90’ perdimos y asumen tres períodos los gobiernos de derecha. En esos 16 años de gobiernos de derecha hubo un retroceso de los avances que había hecho la revolución en los 80’, sin embargo se mantuvieron algunos que son básicos y que significaron que en el gobierno del Presidente Ortega se pudieran retomar e iniciar tareas como las referidas a calidad del ejército, la organización de la policía, la participación ciudadana y la organización popular.
En este 34 aniversario celebramos también como hemos logrado retomar el camino para continuar con las reivindicaciones, la restitución de los derechos y la defensa de la soberanía, más los avances del gobierno durante 5 años.
Esperamos en este 2013 tener mil 800 millones en inversión externa directa para fortalecer la economía, porque estamos por reducir el hambre, la pobreza, tener cada vez menos sectores excluidos y crear las condiciones de lo que en América Latina llamamos como el buen vivir, es decir, crear todas las condiciones productivas.Entre esas condiciones se plantea la creación del canal interoceánico como parte de un proyecto revolucionario que va de la mano con un proceso latinoamericano.
Es un proyecto estratégico de país y es importante recordar que este proyecto ha sido planteado desde hace 100 años y siempre ha sido amenazado por fuerzas externas. Para Nicaragua representa un proyecto importante en el desarrollo económico, de las fuerzas productivas y tiene todas las condiciones geográficas y topográficas para hacerlo en varias partes.
Cuando hablaba de la década de los 80’ y que tuvieron un desgaste para defender la revolución, en El Salvador teníamos un conflicto armado y muchos salvadoreños se refugiaron en Nicaragua, me gustaría que nos hablara cómo fue esa solidaridad entre los pueblos, pese a que Nicaragua tenía esa situación y le abrió las puertas a los salvadoreños.
Desde Sandino, nosotros tenemos relación con El Salvador, con Farabundo Martí que era el ideólogo político. Sandino se enriqueció de las experiencias de Centroamérica, su pensamiento era liberal, y es con Farabundo en México que Sandino fortalece su visión de Centroamérica y Nicaragua.
En los 80’ fue muy fácil retomar la solidaridad con El Salvador y muchos compañeros sumieron como propia esa lucha y participaron apoyando y combatiendo, tenemos muchos casos de salvadoreños que asumieron altas responsabilidades en esa etapa, la solidaridad con el pueblo salvadoreño es muy estrecha, tenemos un legado histórico muy importante, para mí el pueblo salvadoreño tiene un compromiso con el legado histórico de Farabundo Martí y nosotros con Sandino y tenemos un común entre los dos para continuar apoyándonos en este proceso de reivindicaciones, de búsqueda, equidad y justicia social.
Cuando fue El Salvador el que entró en un proceso de lucha militar hubieron muchos nicaragüenses que estuvieron aquí y nosotros apoyamos a los combatientes salvadoreños en Nicaragua.
¿Cuál es la perspectiva que tiene el pueblo nicaragüense ante los proyectos latinoamericanos de cambio?
Desde 1929, Sandino ya hablaba de un proyecto latinoamericano, del compromiso y la integración Centroamericana, de una gran asamblea popular entre Centroamérica y el Caribe. Nosotros como partido de gobierno tenemos ese compromiso y el de apoyar profundamente la conformación del ALBA, CELAC y de esta enorme solidaridad latinoamericana que se fortalece y desarrolla y que fue promovida por Hugo Chávez, Nicaragua está comprometida con eso y con la unidad latinoamericana.
Nos parece importantísimo que esa diferencia que marca la solidaridad con América Latina parta de la complementariedad, la solidaridad, la creación de no condicionalidades en la cooperación, que es lo que hace diferente esta relación entre los pueblos de América Latina.
Lo que pasó con el Presidente Evo Morales en Europa no nos parece un hecho aislado, sino que es una visión de potencia hacia América Latina, estamos a punto de discutir la ejecución del Acuerdo de Asociación entre Europa y Centroamérica y tenemos que replantearnos cómo nos ven realmente en este marco. Lo que se demostró fue el abuso y la prepotencia en contra de América Latina.
En el primer mandato del Presidente Ortega hemos logrado sacar de extrema pobreza a 300 mil personas con los proyectos de Hambre Cero, ahora el tema es cómo elevar a esas 300 mil personas a la etapa productiva que lse permita aportar a la sociedad y no volver a recaer en la extrema pobreza, nosotros somos un país empobrecido, no pobre y necesitamos tener un trabajo permanente y sistemático para lograr que toda la ciudadanía participe en ese proceso productivo.
¿Qué tan cerca o lejos está Nicaragua de cumplir con los retos de milenio?
Nosotros no fuimos beneficiarios con la segunda etapa de los retos del milenio porque hay una serie de condicionalidades con las que no estuvimos de acuerdo. Los proyectos de retos de milenio en Nicaragua son lograr que el país sea autosuficiente en alimentación, que toda la población esté en las escuelas, que logremos sacar más universitarios posibles, esos son los retos del milenio para nosotros.
En el 2016 el 95% de la energía que utilicemos, será energía alternativa, volcánica, hidroeléctrica, solar y de hidrocarburo.
¿Cuáles son las estrategias para alcanzar esto?
Nosotros somos dependientes de la economía internacional, trabajamos con el Fondo Monetario Internacional, con el Banco Mundial, y con otros países, pero al mismo tiempo el ALBA nos ha permitido fortalecer los proyectos sociales y contar con la participación ciudadana para hacer avanzar esos proyectos. La estrategia de Nicaragua es lograr ese equilibrio, esa solvencia de las cuentas nacionales que permita que te entiendas siempre con estos bancos multilaterales; pero que al mismo tiempo tengas proyectos sociales que fortalezcan la participación de la ciudadanía.
En estas estrategias de participación ciudadana, específicamente ¿qué políticas hay para que se amplíe la participación de jóvenes?
Fuimos jóvenes los de 1979, fueron jóvenes los de la cruzada de alfabetización, fueron jóvenes los del Servicio Militar Patriótico y fue joven todo el gobierno en ese entonces. Ahora tenemos una enorme participación dela juventud en todos los proyectos sociales, mientras en esos 16 años de gobiernos de derecha hubo una disminución enorme de la participación juvenil.
Nosotros antes del 2007, en el 2005, empezamos a recuperar la participación juvenil, la participación juvenil en la campaña del Presidente Ortega fue enorme, nosotros venimos de una organización popular desde antes de 1979, que se mantuvo en los 80’ y que trabajó durante los 16 años de gobierno de derecha para detener las campañas de privatización.
A partir del lunes hay un foro latinoamericano, donde toda América Latina va a participar. Es un foro de juventud en el marco del 19 de Julio para ver la perspectiva de América Latina, qué es lo que se le presenta a los jóvenes y cuáles son las nuevas condiciones de lucha para la integración de la juventud.
Nosotros otorgamos cédulas a jóvenes de 16 años y pueden votar los de 16 años en todas las elecciones, la participación de jóvenes es mayor que en otros países de la región. El reto de Nicaragua es insertar a los jóvenes en el proceso productivo porque la participación no debe verse sólo en los proyectos sociales, el reto es integrarlos como profesionales en los procesos productivos.
¿Y que asuman cargos importantes en las diferentes carteras de Estado?
Tenemos muchas mujeres jóvenes en el gobierno como ministras, viceministras y diputadas, pero eso tiene que avanzar en que la juventud también adquiera mayores compromisos y mayores responsabilidades. Ellos no vivieron la etapa de nosotros, es otra lucha, otra visión, otras condiciones que no son menos difíciles, hay nuevas condiciones que tienen que ver con la tecnología, con los medios de comunicación. Los jóvenes tienen la amenaza de aquellos que quieren revivir los tiempos pasados, los golpes de Estado, regresar a las dictaduras, los jóvenes tienen un nuevo escenario; pero a la vez deben hacer suyos aquellos elementos de pasado que les sirvan para interpretar el presente, para defender sus luchas.
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