18 de diciembre 2013
La Asamblea Departamental de Huehuetenango-ADH- por la Defensa del Territorio y la Autonomía y la Autodeterminación de los Pueblos, manifiesta a la opinión pública nacional e internacional
El año 2013 significó para la población guatemalteca afrontar una serie de medidas erráticas de diferentes sectores de poder y que se fueron profundizando a lo largo de todo el año. Un Estado -fallido- que evidenció una serie de fracturas en su conducción por la clase dirigente, aparentemente la oligarquía no se pudo poner de acuerdo en muchos momentos con el gobierno de Otto Pérez Molina, pero en otros consiguió sus objetivos, uno de ellos hacer de la pobreza de las mayorías su forma de lucro traducida en ganancias. A lo anterior se le sumó la presión de las empresas transnacionales que le exigieron proteger sus intereses en el país.
En la misma dirección, tuvimos una campaña mediática millonaria que pretendió confundir a la población con anuncios sobre los supuestos beneficios que generan los proyectos extractivos, así escuchamos hasta el cansancio: LAS HIDROELECTRICAS NO MATAN, LA MINA NO CONTAMINA, ENERGIA BARATA Y PARA TODOS. Esto no es más que la falacia de un desarrollo que no llegará para todos.
Por si lo anterior no fuera suficiente, el gobierno de Otto Pérez Molina, se rodeó de militares en activo o en retiro, como consejeros o en espacios de toma de decisiones, coincidente con la estrategia de represión y criminalización, con hechos y acciones que nos recuerdan el conflicto armado interno, ubicando a las organizaciones de derechos humanos, a los pueblos indígenas y a las iglesias como sus enemigos inmediatos.
Cerramos el año con una serie de iniciativas no acabadas como el Presupuesto 2,014 de más de 70,000 millones de quetzales, y con un 5,34 por ciento más abultado que el del 2,013, con su aprobación continuarán los favores de los apoyos de la campaña electoral del 2,011; abrir más plazas en el gobierno de incondicionales operadores políticos que prepararan el camino del Partido Patriota para las elecciones del 2,015; otra cuestión es asegurar los fondos para la campaña y garantizar los fondos para los programas sociales mecanismo ya institucionalizado para comprar conciencia, sobre todo en los departamentos de mayor cantidad de votantes, como Huehuetenango. En este recuento del 2,013, encontramos a un Tribunal Supremo Electoral que no hace absolutamente nada para evitar las campañas políticas anticipadas de todos los partidos, pero tampoco hace nada para resolver de fondo situaciones como las vividas en Nebaj por lo viciado del proceso electoral 2011. La incapacidad para resolver este conflicto postelectoral es mantener una cortina de humo en beneficio del gobierno.
En cuanto a los Pueblos de Guatemala, cerramos este año confirmando que la explotación minera no significa beneficios económicos para las comunidades y los municipios, al contrario significa miseria, y conflictividad. Lo anterior lo demuestra los ejemplos históricos de explotación minera en San Ildefonso Ixtahuacán, Huehuetenango y el Estor, Izabal y los ejemplos actuales de San Miguel Ixtahuacán, La Puya en San José Del Golfo, San Rafael las Flores, El Pueblo Xinca de Xalapan; Las Verapaces y el doloroso ejemplo de la Cementera en San Juan Sacatepéquez. Además, estamos viviendo una problemática crítica alrededor del Agua Dulce y de los ríos que pretenden las empresas transnacionales utilizarlos para la construcción de hidroeléctricas y así privatizar el agua, la respuesta no se ha hecho esperar y los Pueblos han respondido, están los casos de Santa Cruz Barillas, San Mateo Ixtatán, Santa Eulalia y todo el Norte de Huehuetenango habitado por los Pueblos Q'anjob'al, Akateco, Chuj y Mestizo. Todo lo anterior se enmarca en la acusación del actual gobierno de que somos enemigos del Estado y la exclusión histórica continua lo cual nos mantiene en un estado de indefensión.
La represión y criminalización como estrategia del gobierno, como en el año 2,013 atravesó todo el
país en donde tenemos persecución, encarcelamiento y asesinatos de líderes, cuyo único delito es
defender su comunidad, su territorio y su vida.
No está de más exponer que la -ADH- ha sufrido de cerca este acoso del Estado y del gobierno de Otto Pérez Molina con casos directos como el asesinato de Andrés Francisco Miguel y Daniel Pedro así también el encarcelamiento repetido de Saúl Méndez y Rogelio Velásquez y el caso de la detención
ilegal de Rubén Herrera cuyo detención ilegal no ha sido ventilada en los Tribunales de Justicia, también tenemos la respuesta que nos dio el Juzgado que dejó libre a los asesinos de Andrés Francisco
Miguel y que con prepotencia y descaro responsabilizó a los comunitarios de no permitir el ingreso de
las transnacionales, lo cual es un irrespeto total de parte de quienes imparten la justicia. El 28 de Septiembre del 2,013 fue detenido ilegalmente Maynor López, que sirvió de pretexto para que el gobierno de Otto Pérez Molina, lanzará la mayor agresión policial y militar contra el pueblo de Barillas, pero tuvieron que dar marcha atrás al encontrarse con la resistencia de todos los pueblos del Norte en donde la solidaridad y la defensa del territorio movió a la población durante 4 días.
Posteriormente Otto Pérez Molina tuvo un respiro instalando una falsa mesa de diálogo que rápidamente se ha venido abajo, porque han demostrado que no tienen la mínima intensión de respetar
los acuerdos y tampoco de dejar de proteger a empresas como Hidro Santa Cruz, manteniendo conflictos no resueltos que amenazan con tornarse o volverse más explosivos.
En general, no sólo Huehuetenango, sino a todo el país lo están convirtiendo en un espacio de conflictividad social en donde las empresas trasnacionales, la oligarquía guatemalteca y el gobierno de
Otto Pérez Molina reprimen y criminalizan a los Pueblos Originarios, organizaciones sociales defensores de derechos humanos, líderes de las iglesias y en general la amenaza es en contra todo la
población guatemalteca.
Afirmamos como -ADH- que en el fondo de toda esta situación de violencia, muerte y despojo
está la disputa del territorio; por lo que exigimos:
1. El respeto a los Derechos Humanos de los y las guatemaltecas.
2. El respeto al derecho de los Pueblos Originarios y del Pueblo Mestizo a defender los Territorios y a
la Madre Naturaleza.
3. El respeto a nuestro derecho a organizarnos y manifestarnos.
4. El respeto a las Consultas Comunitarias.
5. El respeto al derecho a la alimentación de toda la población guatemalteca.
6. El respeto a la vida de nuestros líderes y lideresas y el cese a la persecución y criminalización.
7. El respeto a la dignidad de los hombres y mujeres de la Policía Nacional Civil y del Ejército
Nacional que están siendo obligados por los Altos Mandos a reprimir a sus hermanos.
8. El respeto a la armonía entre hermanos y pueblos.
Por todo lo anterior la -ADH- expresa:
Reafirmamos nuestro compromiso por la Defensa del Territorio, la Autonomía y la libre determinación de los Pueblos.
Por el Territorio y la Madre Naturaleza y la Vida llamamos a cerrar filas, ante la amenaza creciente de
los poderes de muerte de las transnacionales, Estado y oligarquía.
Instamos a la comunidad internacional a estar vigilantes y solidarios con los pueblos de Guatemala.
Huehuetenango, 18 de Diciembre de 2013
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