Contrainjerencia; 22 de marzo 2014
TELAM – La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, aseguró que en materia de desestabilización “hoy los medios de comunicación son más peligrosos que los militares” y advirtió que “hay que estar alertas pero no con miedo” ante las “campañas que quieren instalar el pánico entre la gente”.
A poco de cumplirse un nuevo aniversario del golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976, una de las mujeres más emblemáticas por su coraje para enfrentar a los genocidas, en diálogo con Télam consideró que “hoy podemos estar tranquilos con los militares, pero igual hay que estar atentos, porque están con la 125 (boicot de las patronales rurales), con la devaluación…amigos no hay”.
Y apuntó hacia los medios de comunicación porque “entran en tu casa, y todo el día están instalando el miedo, manejan tu vida, tu forma de pensar y de comer”, al tiempo que deploró que los políticos “quieran llegar al poder a través de ellos, al no poder hacerlo por los votos”.
“Te dicen `alerta, no salgas a la calle` con la tormenta, la droga, el calor, los crímenes, te avisan cómo te pueden matar, estás todo el tiempo enloquecida y en vez de ocuparte de vivir, de trabajar y de poner tu vida al servicio de una causa, tenés que andar pensando en protegerte”, cuestionó la dirigente de derechos humanos que en pleno terrorismo de Estado salió a la calle buscando a sus hijos.
También fustigó a “las novelas de narcotraficantes por mostrar a los delincuentes como santos” y a los programas de TV que tratan el narcotráfico “porque quieren golpear a Cristina (Fernández de Kirchner) y la acusan de que deja avanzar la droga, como si en Santa Fe no hubiera un gobernador, o en el Tigre Eduardo Duhalde y Sergio Massa no dejaran entrar la droga”.
Después del día de la desaparición de su hijo mayor en 1977, a Hebe y a un puñado de Madres, ni los medios de comunicación con su discurso totalitario, ni los curas que les decían que se fueran a sus casas a rezar, ni los jueces que les negaban información, impidieron que se hicieran visibles con su reclamo.
“Salimos a tomar las calles, son nuestros lugares y nunca tuvimos que cortar una vía del tren ni la Panamericana. Cuando tuvimos que caminar, caminamos, cuando tuvimos que pintar, pintamos los cordones de las veredas, no arruinamos edificios. No pedimos la pena de muerte para no parecernos a ellos, socializamos la maternidad, no cobramos reparación económica, hemos mostrado una linea de conducta”, sintetizó.
La memoria de Hebe llevada al día en que la junta militar violó la Constitución nacional usurpando el poder, la ubica en su casa de La Plata, donde vivía con su esposo y sus hijos Jorge, Raúl y Alejandra, y sus padres: “era un avispero, con compañeros de mis dos hijos que iban y venían”.
“Cuatro días antes del golpe en la esquina habían acribillado a tres pibes que iban en una moto, los dejaron todo el día en la calle desangrándose y no nos dejaban arrimar ni salir de la casa”, relató Bonafini para describir el horror de esos tiempos.
Sin embargo, la madre de Plaza de Mayo admitió que aunque sus hijos le advertían que “`van a venir cosas muy duras`, yo no me dí cuenta de la gravedad de la situación y ellos tampoco creían que iban a ser tan asesinos, tan violadores…eran casi ingenuos”.
“Mi vida era la de una ama de casa normal, y mis hijos me decían:`no pierdas tanto tiempo en guardar los platos, por qué no tirás a la mierda los patines (de paño, para no rayar el piso) y te dedicás a leer un poco`”, y yo les decía: “`para hacer política están ustedes`”, recordó.
Aseguró que sus hijos “sabían que podían contar conmigo. Yo más que nada los cuidaba poniendo el cuerpo, era una madre protectora con todos los compañeros de mis hijos, no tenía conciencia política pero los ayudaba, me pedían llevar a sus compañeros a algún lado, o si se podían quedar en casa, ellos eran la solidaridad caminando”.
A 38 años del golpe y a 10 años del día histórico en que Néstor Kirchner recuperó el predio de la ESMA para transformarlo como espacio de memoria y de vida, Bonafini recordó el pedido al ex presidente para que se le asignara a las Madres el sector del Liceo Naval Militar.
“Queríamos demostrar al mundo que donde se enseñaba a matar, nosotras queríamos enseñar a vivir, ponerle vida a la muerte y así lo hicimos, a pesar de las críticas que recibimos al principio”, afirmó.
Bonafini deja atrás 38 años y avanzó pensando en el futuro: “Falta llegar más a las clases más bajas y pensar que la única solución para hablar de futuro es ver a los niños felices”.
Por esa razón, las Madres, junto con el Ministerio de Defensa y la Comision Tierra y Vivienda comenzaron con la tarea de urbanización de villas, desmalezando terrenos en Villa La Carbonilla, en Capital y en el partido de Florencio Varela.
“Tenemos en la ciudad de Buenos Aires mil villas miserias y está muy bien que Cristina lleve cloacas, agua, eso es inclusión. Porque la inclusión viene cuando el otro se siente igual, y cuando tiene calles, luz, un jardín maternal, un hospital y una escuela cerca”, remarcó.
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