• Conferencia de prensa del ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla, 6 de marzo de 2014, teatro Camilo Cienfuegos del MINREX
Granma
Agradezco su presencia en la mañana de hoy, de un día saturado de noticias.
Como es conocido, el presidente Raúl Castro Ruz rindió homenaje en el día de ayer, en el Cuartel de la Montaña, en el Mausoleo donde reposan los restos del presidente Hugo Chávez Frías, a este prócer de Nuestra América, líder de extraordinario alcance, amigo especial de Cuba.
El Presidente cubano también asistió al impresionante desfile cívico-militar, que demostró la solidez de la unidad del pueblo venezolano con la Fuerza Armada Nacional, la pujanza de la Revolución Bolivariana y la voluntad expresada, de manera reiterada, y democrática en sucesivas elecciones, por su pueblo, y en las condiciones en que enfrenta hechos violentos, desestabilizadores, provocados por una derecha fascista, que pretende impedir el ejercicio de la autodeterminación por el pueblo venezolano.
El legado de Chávez preside los sentimientos del pueblo venezolano, defiende conquistas irrenunciables, alcanzadas al precio de luchas de más de 200 años y sacrificios históricos.
Reitero aquí la invariable, permanente, plena solidaridad de Cuba con la República Bolivariana de Venezuela, frente al intento de desestabilización, frente a intentos de derrocamiento violento de su gobierno, frente a la injerencia e intromisión extranjeras, especialmente del gobierno de los Estados Unidos.
Los hechos violentos han provocado muertos, numerosos heridos, destrucción de propiedad pública e impedido a los ciudadanos venezolanos ejercer sus derechos, lo cual merece enérgica condena.
Los colaboradores cubanos, como se expresó en el desfile de ayer, continuarán cumpliendo su deber y compartiendo la suerte del heroico pueblo venezolano, bajo cualquier circunstancia.
Deseo expresar nuestra enérgica condena a las Resoluciones del Senado y la Cámara de los Estados Unidos de América y a los intentos de injerencia de la Organización de Estados Americanos, a la que, como se conoce, Cuba jamás regresará.
Venezuela tiene todo el derecho a defender su independencia y su soberanía.
En segundo lugar, como expresó el Presidente Raúl Castro Ruz el 22 de febrero, "la intervención de potencias occidentales en Ucrania debe cesar, para permitir a su pueblo ejercer de forma legítima su derecho a la autodeterminación. No debe ignorarse que estos hechos pueden tener consecuencias muy graves para la paz y la seguridad internacionales". Fin de la cita.
Los acontecimientos ulteriores han demostrado y demuestran la seriedad y vigencia de esa afirmación.
No puede aceptarse el derrocamiento de manera violenta de un gobierno constitucional, al precio de decenas de muertos y heridos, mediante una intervención de EE.UU. y algunos de sus aliados de la OTAN, mediante amenazas a la integridad de los ciudadanos ucranianos por su origen nacional, y de destrucción de instituciones, partidos políticos, y entidades legítimas y jurídicamente reconocidas.
Quienes hoy amenazan con sanciones y represalias a la Federación de Rusia son los go-biernos que precipitaron un cambio de régimen en Ucrania, y antes lanzaron guerras de con-quista, interfieren o intervienen directamente en los asuntos internos de diferentes Estados que no se avienen a sus intereses de dominación y defienden su soberanía e independencia.
Cuba rechaza la hipocresía, el doble rasero y la agresividad manifiesta de las acciones y el discurso de la OTAN al respecto.
La historia exigirá responsabilidad a los EE.UU. y sus aliados, por las consecuencias de una doctrina militar cada vez más ofensiva fuera de las fronteras de la alianza del Atlántico Norte, que amenaza la soberanía y la independencia de todos los Estados, sin excepción, y que constituye una violación flagrante del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.
El intento de extender la OTAN hasta las fronteras de la Federación de Rusia constituye una grave amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales.
Un tercer tema: el presidente Raúl Castro Ruz declaró el 22 de febrero y cito, "No pocas analogías pueden encontrarse en los manuales de guerra convencional, aplicados en varios países de nuestra región latinoamericana y caribeña, como hoy sucede en Venezuela y con matices similares se ha evidenciado en otros continentes, con anterioridad en Libia y actualmente en Siria y Ucrania. Quien tenga dudas al respecto le invito a hojear la circular de entrenamiento 18-01 de las Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanas, publicada en noviembre de 2010, bajo el título "La Guerra no convencional". Fin de la cita.
Un alto funcionario de seguridad nacional de la Casa Blanca había escrito en agosto de 2011, y cito: "La nueva estrategia de Estados Unidos es más eficaz y menos costosa. La del gobierno de Bush considera la ocupación, la de Obama es una liberación nacional, mediante el desarrollo de un movimiento nacional. La estrategia de la intervención militar en Libia podría aplicarse también en otros casos."
Como ninguno de ustedes ha publicado nada al respecto, les reitero la invitación.
La circular 18-01 del Departamento de Defensa de los Estados Unidos fue emitida en Washington exactamente el día 30 de noviembre de 2010. Describe la realización de operaciones subversivas, encaminadas a atacar y degradar la moral o fuerza política, sicológica, económica o militar del adversario; su cohesión y efectividad; a distanciarlo de la población, socavando el poder de un gobierno al divulgar que es incapaz de gobernar con efectividad; utilizando el apoyo de un socio de coalición o un tercer país, para debilitar y restar legitimidad a un gobierno; segmentar a la población y generar descontento; influir o crear líderes y unificarlos ideológicamente; utilizar a los emigrados; provocar eventos catalizadores y crear condiciones favorables para la intervención con el empleo de propaganda, demostraciones, boicots y sabotajes, aun en ausencia de hostilidades declaradas, a fin de obtener concesiones, y habiendo degradado su capacidad, de forma que un levantamiento popular contra el Palacio Presidencial pueda derrocar al go-bierno en cuestión.
Pregunto, ¿pueden el gobierno de EE.UU. y la OTAN dar garantías de que el uso de la fuerza y estos conceptos de guerra no convencional no son aplicables y no se aplican hoy contra Venezuela, Cuba y otros países de América Latina y el Caribe, proclamada recientemente en la II Cumbre de la CELAC, Zona de Paz? ¿Qué opina sobre esto la Unión Europea? ¿Qué harán las Naciones Unidas?
Los que deliran con el éxito en Cuba de estas formas de guerra y sus agentes pagados internos, chocarán con una Revolución que sabe defenderse y con el poder político y la soberanía, que como principal conquista ejerce nuestro pueblo.
Un último tema: el 10 de febrero recibí una carta de la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), Su Excelencia Baronesa Ashton, con la invitación a iniciar negociaciones sobre un acuerdo de diálogo político y de cooperación entre la UE y sus Estados miembros, de una parte, y Cuba.
Este camino, largo, empezó con una propuesta similar de Cuba a la Unión Europea en 1988, hace 26 años, cuando se establecieron relaciones diplomáticas entre las Comuni-da-des Europeas y Cuba, lo que desde entonces siempre fue rechazado.
En 1996, el presidente del gobierno español, José María Aznar, impuso apresuradamente, en una reunión de Ministros de Finanzas de la Unión Europea, una política unilateral, cuyo borrador en inglés había recibido de Washington, como se ha publicado.
En 2003, la Unión Europea intentó imponer a Cuba sanciones incultas e inaplicables, que fueron respondidas con el rechazo a toda forma de cooperación de la UE y con la cancelación de nuestra solicitud de adhesión al Convenio de Cotonú, relativo a las relaciones entre los países de la Unión Europea, Asia, Caribe y Pacífico.
En enero de 2005, la UE suspendió temporalmente, dijeron, aquellas sanciones a Cuba que nunca pudo aplicar.
En el 2007, se firmó un acuerdo de diálogo y cooperación con el siguiente gobierno de España.
En junio de 2008, la Unión Europea decidió retirar incondicionalmente aquellas sanciones inaplicables, e invitó a Cuba a un proceso de diálogo político y a retomar la cooperación.
En octubre de 2008, se acordaron las bases para el diálogo político de alto nivel. Las bases son: carácter incondicional, recíproco y no discriminatorio, pleno respeto a la igualdad soberana de los Estados, al marco jurídico y al ordenamiento institucional de las partes, y total apego al principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
En ese momento, es decir, en octubre de 2008, nos visitó, en este mismo teatro, el Comisario Europeo Louis Michell y se firmó una declaración conjunta para el restablecimiento de la cooperación con la Comisión Europea.
Se han realizado cinco sesiones del diálogo político de alto nivel entre la Unión Europea y Cuba.
Catorce Estados miembros de la UE firmaron Acuerdos Bilaterales de Cooperación y Memorandos de Entendimiento para el intercambio político con Cuba, totalmente recíprocos y respetuosos.
Debo declarar que Cuba acoge con satisfacción esta propuesta del 10 de febrero, de la Alta Representante que significa el fin de las políticas unilaterales de la Unión Europea sobre Cuba y acepta el inicio de negociaciones al respecto, lo que acabamos de hacer saber al Embajador de la UE en La Habana.
Agradezco a la Alta Representante Baronesa Ashton, a los Estados miembros de la UE, y a la Comisión Europea sus esfuerzos que culminaron en dicha propuesta.
Reitero que Cuba actuará en el proceso que se avecina de manera constructiva y considera que los principios enunciados, aquellos que cité, tienen plena vigencia y deben seguir siendo el referente en nuestras relaciones.
Las políticas unilaterales, como las que aplica el gobierno de Estados Unidos contra Cuba, centrada en el bloqueo económico, político y mediático, anclada en la Guerra Fría, que viola los derechos humanos de los cubanos, provoca daños humanos incalculables, afecta gravemente nuestra economía, nuestro bienestar, nuestro nivel de vida, y nuestro desarrollo, y constituye un acto de genocidio; no funcionan, no funcionaron, no están funcionando y están condenadas al fracaso.
Muchas gracias.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Soledad Álvarez Martín, jefa de la corresponsalía de EFE en La Habana. Quería saber sobre las negociaciones con la UE, cuándo se van a producir y dónde y cuándo van a iniciar, y por otra parte si de alguna manera esa negociación lanza algún mensaje a EE.UU. como acaba de referirse en su intervención.
Ministro: Acabamos de informar al distinguido Embajador de la UE. Se establecerán los contactos por la vía diplomática para determinar las modalidades y fechas de este proceso que seguramente será largo. Yo creo que esta correcta decisión de la UE demuestra que las políticas unilaterales no funcionan y no tienen lugar en la época actual.
Andrea Rodríguez, corresponsal de la agencia de prensa norteamericana AP. El Presidente venezolano ayer rompió relaciones diplomáticas con Panamá. Usted expresó la solidaridad de Cuba con el proceso venezolano y su rechazo a cualquier tipo de injerencia, incluyendo la OEA, ¿Cuba está dispuesta a llevar esto hasta las últimas consecuencias y también romper con Panamá o a abroquelarse más allá de la simple declaración que usted ha hecho?
Ministro: He reiterado nuestra firme y absoluta solidaridad con Venezuela y nuestro respaldo al derecho de su pueblo y de su gobierno a defender su soberanía, su independencia y su autodeterminación.
Patrick Hoppman, jefe de la corresponsalía de CNN en La Habana. La semana pasada el Ministro de Defensa ruso dijo que su gobierno está negociando con varios países, incluyendo Cuba, para establecer una presencia militar rusa. ¿Qué nos puede decir de esas negociaciones y si Cuba estaría dispuesta a aceptar una base militar rusa en la Isla?
Ministro: No hay ninguna negociación, no estoy informado de ninguna iniciativa. Habría que ocuparse de la Base Naval de Guantánamo, que se usurpa ilegalmente, contra la voluntad de nuestro pueblo, donde se tortura y se somete a alimentación forzada a prisioneros ilegales.
Daniel Trota, jefe de la corresponsalía de Reuters en La Habana. En primer lugar quisiera saber, en cuanto a la UE. Entendemos que Cuba no está contenta, el gobierno cubano no está contento con la Posición Común, pero también entendemos que hay gobiernos en la UE que quieren negociar sobre el tema de los Derechos Humanos, entonces ¿qué precio está dispuesto a pagar para deshacerse de la Posición Común, en cuanto a aceptar alguna condición de la UE?. Y por otro lado, sobre Venezuela, qué tan preocupados están sobre un posible derrocamiento del gobierno de Maduro, sea por "la vía de Ucrania" o por las urnas, y si se ha hablado de algún plan de contingencia.
Ministro: Usted es la primera persona que escucho hablar de temas de los que nadie se acuerda, y los cuales ni siquiera se han mencionado en las declaraciones recientes de la UE, ni en su invitación a negociar con Cuba un acuerdo bilateral. Cuba tiene toda la disposición a discutir, sobre bases de igualdad soberana y respeto mutuo, cualquier tema, incluidos los temas de Derechos Humanos, sobre los cuales tiene muchas preocupaciones de lo que acontece en diversos países europeos. Con relación a Venezuela, debo reiterarle que nosotros sentimos absoluta seguridad y tranquilidad. Si algún iluso podía tener dudas, habiendo visto ayer la impresionante demostración de unión cívico-militar y la expresión de voluntad soberana del pueblo venezolano de defender su Revolución Bolivariana, su gobierno legítimo democráticamente electo, presidido por el compañero Nicolás Maduro Moros, y las conquistas irreversibles que ha alcanzado, debía haberlas disipado.
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