Los movimientos, la organizaciones sociales, las y los invitados
internacionales de América Latina y El Caribe reunidos en la Ciudad de
México, en el marco de la celebración del “Encuentro de los Pueblos por la
Paz, la Soberanía y el Futuro” el viernes 16 y sábado 17 de junio de 2017,
como acto de protesta y de denuncia contra la infame celebración del
47° Periodo Ordinario de Sesiones de la Organización de Estados
Americanos (OEA) emitimos la siguiente Declaración:
Expresamos nuestro más firme respaldo a la Proclamación de América
Latina y El Caribe como Zona de Paz y libre de colonialismo, tal como fue
acordado por unanimidad por todos los Gobiernos de Nuestra América en
Enero de 2014 por la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Respaldamos a los pueblos latinoamericanos y caribeños que día a día
padecen el injerencismo e intervencionismo mientras luchan
denodadamente por la construcción de un futuro libre, soberano e
independiente. Merecen especial mención el pueblo cubano que tiene ya
más de 60 años resistiendo el más brutal y criminal bloqueo impuesto por
los Estados Unidos de América; y el pueblo venezolano que desde hace 17
años está sufriendo una despiadada “guerra de baja intensidad” que
afecta los logros alcanzados en materia política, económica y social.
Frente a las agresiones y amenazas contra nuestra querida Cuba y nuestra
Venezuela hermana llamamos a la unidad y lucha de los pueblos de la
Patria Grande! No pasarán! Cuba y Venezuela seguirán juntas en el ALBA,
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PETROCARIBE y CELAC enarbolando las banderas de Bolívar, Martí, del
Comandante Fidel y Chávez!
Considerando que, desde sus orígenes la Organización de Estados
Americanos ha respondido a los intereses hegemónicos de los Estados
Unidos de América y ha servido de sustento ideológico de la Doctrina
Monroe de “América para los americanos”.
- que la Organización de Estados Americanos fue pieza fundamental
para la implementación del “macartismo” en nuestra región,
persiguiendo, saboteando y conspirando contra los regímenes
populares de corte progresista que se dieron en el continente
durante los últimos 60 años, siendo cómplice de las dictaduras más
atroces vividas en nuestros países.
- que la Organización de Estados Americanos se ha convertido con el
devenir de los años en un instrumento para la desintegración
política, social y económica de la región latino – caribeña, que no
representa los intereses legítimos de nuestros pueblos y que por el
contrario se ha convertido en una especie de Tribunal de la
Inquisición al servicio del Departamento de Estado de los Estados
Unidos de América.
Los pueblos de América Latina y El Caribe reunidos en la Ciudad de
México resuelven:
Denunciar el descaro con que la Organización de Estados Americanos
pretende hablar sobre “democracia y derechos humanos” durante este
47° periodo de sesiones, omitiendo la flagrante y constante violación de Derechos Humanos al que están sometidos los pueblos latinoamericanos y
caribeños.
Solidarizarnos con los desaparecidos, y sus familiares, víctimas del
narcotráfico, el feminicidio, la violencia del Estado, que hoy están siendo
invisibilizadas por la gran mayoría de los Estados participantes de la 47°
reunión de sesiones.
Exigir el inicio de un proceso verificable y creíble de justicia, verdad y
reparación en todos y cada uno de los casos de violación de Derechos
Humanos que quedan aún sin culpables.
Repudiar la política antimigrante y anti latino – caribeña que el Gobierno
de Donald Trump vienen impulsando desde la Casa Blanca sin que la
Organización de Estados Americanos actúe de forma eficaz en pro de la
defensa de los Derechos Humanos de nuestros hermanos y hermanos
migrantes.
Condenar el bloqueo criminal y unilateral que los Estados Unidos de
América tiene sobre la República de Cuba, exigiendo a la administración
de Donald Trump que cese la hostilidad en contra de la Revolución
Cubana y su pueblo.
Rechazar las pretensiones intervencionistas e injerencistas que ciertos
países, utilizando a la Organización de Estados Americanos como foro
hemisférico, pretenden aplicar a la República Bolivariana de Venezuela, a
su Revolución y a su pueblo.
Condenar la actitud lacaya del Secretario General de la Organización de
Estados Americanos, Luis Almagro, quien se ha convertido en vocero y
representante permanente de la oposición venezolana dentro de la
organización.
Apoyar la soberana decisión de la República Bolivariana de Venezuela de
denunciar a la Organización de Estados Americanos y dar inicio a la
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desvinculación con ese organismo, por considerarla anacrónica y una
extensión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.
Exhortar a los gobiernos latino – caribeños a fortalecer a la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) como un espacio de
legitimidad popular e histórica para encontrarnos los latino – caribeños
como hermanos y hermanas.
Consolidar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC) como un espacio ideal para debatir y discutir sobre nuestros
problemas en el marco del respeto a la autodeterminación y la no
injerencia en asuntos internos.
Saludar la convocatoria a la Conferencia Mundial de los Pueblos realizada
por el Estado Plurinacional de Bolivia a través del Compañero Presidente
Evo Morales a realizarse entre los días 20 y 21 de junio en la ciudad de
Cochabamba y de la cual esta reunión de México constituye una parte
preparatoria.
Hacer extensiva esa convocatoria a todos los movimientos y
organizaciones sociales, partidos políticos y grupos de presión que creen
en la construcción de un mundo menos desigual a debatir en dicha
conferencia temas de relevancia como la ciudadanía universal y el
derrumbe de muros.
Conformar una red continental que sea expresión y prácitca de la
DIPLOMACIA DE LOS PUEBLOS que permita dar seguimiento a las denuncias
realizadas por este encuentro y siga visibilizando las flagrantes violaciones
de derechos humanos que siguen ocurriendo hoy en nuestra región sin que
gobiernos y organizaciones internacionales actúen con la contundencia
que deberían.
Convocar a ex Presidentes, ex Primeros Ministros y personalidades de
América Latina y El Caribe, para establecer una plataforma permanente
de solidaridad con Venezuela.
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Declarar a Delcy Rodríguez, Ministra del Poder Popular para Relaciones
Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela, Canciller de la
dignidad de los pueblos de la Patria Grande.
Una mención final, de repudio enfático, que es un clamor de nuestros
pueblos en toda Latinoamérica y El Caribe, es nuestra denuncia contra las
corporaciones mediáticas que han desatado la ofensiva de las mentiras,
las calumnias y la desinformación contra el Gobierno Bolivariano de
Venezuela y su presidente el compañero Nicolás Maduro. Están usando los
Medios de Comunicación como verdareras Armas de Guerra Ideológica
contra los Pueblos.
Son los conglomerados mediáticos quienes están violando los derechos
fundamentales de los pueblos a una comunicación e información libres y
sin ataduras comerciales. Los pueblos aquí reunidos Luchamos por la
verdadera Libertad de Expresión de los Pueblos y por la defensa del
legítimo derecho social a una información objetiva, plural, participativa y
crítica.
Dada en la Ciudad de México, CDMX, a los dieciséis y diecisiete días del mes de junio de dos mil
diecisiete.
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