La Haine 21 de junio 2014
Syriza ha mantenido la cohesión mediante el equilibrio entre duras críticas al pacto de austeridad con la negativa a salir de la UE, que se acomoda a su ala socialdemócrata
Introducción
Grecia vive una triple crisis que tiene un profundo impacto en la economía, la sociedad y el sistema político. La economía ha experimentado una profunda depresión prolongada que dura seis años, y continúa. Los trabajadores y empleados han sufrido una pérdida del 40% en los ingresos y una disminución proporcional en los beneficios médicos, pensiones, educación y bienestar.
El sistema político ha sido testigo de una caída en picado del apoyo electoral a la derecha previamente dominante y a los partidos de centro izquierda, y el rápido ascenso de los partidos socialistas democráticos y fascistas.
Los efectos socioeconómicos de la crisis de la economía se han visto agravados por los "programas de austeridad" impuestas por el triunvirato la Unión Europea. Los recortes económicos han socavado cualquier recuperación económica y acentuado las reducciones en el empleo, el bienestar social y la inversión pública.
Las consecuencias políticas resultantes de las durísimas políticas de la UE y su aplicación enérgica por los partidos de derecha y de centro han sido dramáticos. Una gran conmoción ha sacudido a todo el sistema político. Los partidos mayoritarios que antes eran dominantes han sido rechazados cada vez más, mientras que los partidos de derecha y socialistas democráticos anteriormente marginales han realizado importantes avances.
Las consecuencias políticas de la desaparición del capitalismo griego requieren una mirada más atenta a las perspectivas de una victoria electoral de los socialistas democráticos en el futuro inmediato.
El ascenso de Syriza
El ascenso de los socialistas democráticos, más específicamente Syriza, ha sido rápido y sustancial. Entre octubre de 2009 y 2014 se han multiplicado por cinco: En las elecciones de octubre 2009 Syriza obtuvo el 4,6% de los votos (315.665); en mayo de 2012 16,8% (1.061.928) y en las más recientes elecciones para el Parlamento Europeo 26.l6% (1.516.699). En cambio los dos partidos dominantes previamente, el derechista Nueva Democracia (ND) y el Partido Socialista Panhelénico (PASOK) han experimentado una caída precipitada. En octubre de 2009, en conjunto consiguieron el 77,4%, (5308, 261); en mayo de 2012 el 32% (2.025.555); y en las recientes elecciones europeas 30,7% (1.753.592).
El Partido Comunista de Grecia también ha bajado, a pesar de las crisis, y la militancia de su sector sindical. En las elecciones de octubre de 2009, consiguieron el 8,4% (428.151); en las elecciones de junio 2012 un 4,5% (277.227); y en las elecciones de 2014 6,1% (347.487)
En contraste, el neofascista Amanecer Dorado ha crecido sustancialmente durante el mismo periodo. En las elecciones de octubre 2009 obtuvo 0,5% (23.566); en junio de 2012 al 7% (440.966); y en las elecciones europeas de 2014 el 9,4% (536.442).
La desaparición de la derecha neoliberal (Nueva Democracia) es acompañada por el ascenso de la derecha nacionalista radical. El colapso de los socialdemócratas neoliberales (PASOK) está acompañado por el ascenso de la izquierda (Syriza), y de un nuevo partido autodenominado "centro-izquierda" que se hace llamar "El Río" (Potami).
El actual mapa electoral de Grecia no se define por un partido o coalición dominante. El desglose bipartidista es acompañado por la fragmentación y la polarización. Por otra parte, los opositores más intransigentes del programa de austeridad de la Unión Europea y sus ejecutores en Grecia están profundamente divididos. Tanto el Partido Comunista como "Amanecer Dorado" son enemigos mortales de Syriza, eliminando así cualquier posibilidad de una coalición "anti-UE"
El mismo problema se hace evidente en la derecha. Nueva Democracia y sus partidos aliados se combinan para ofrecer sólo el 27,4% del electorado y están en una pendiente descendente.
El abrazo del PASOK de la agenda neoliberal lo ha conducido a la pérdida de casi el 85% de sus votantes (2,5 millones) en los últimos 5 años. Muchos de sus partidarios entre los empleados del sector público se han dirigido a Syriza
El nuevo partido de "centro-izquierda", "El Río", que obtuvo el 6,7% de los electores aún tiene que decidir qué bloque apoyar, esencialmente una negociación para ver con quién de ellos puede obtener más puestos de gobierno. Dada la dinámica actual de la disminución del apoyo a la UE y el aumento de la radicalización, ¿qué opciones tiene Syriza, si se trata de llegar al poder?
Syriza: Perspectivas y opciones
Syriza es el único vehículo para una política realista de la izquierda con apoyo de masas, respaldo sindical y una maquinaria electoral como para poder formar un gobierno. Su trayectoria política ha estado en ascenso, hasta ahora.
El problema fundamental es que, después de su espectacular aumento entre 2009 y 2012, se ha estancado. En las elecciones de junio de 2012 obtuvo el 26,9% y en las elecciones de mayo de 2014 un 26,6%. Parece ser que Syriza ha encontrado un techo electoral. A pesar del hecho de que es el principal partido electoral de Grecia, parece ser incapaz de avanzar más y asegurar una mayoría parlamentaria. Esto plantea la cuestión de las alianzas con los partidos políticos a la izquierda o derecha.
Por otra parte, las divisiones internas de Syriza complican cualquier acercamiento con posibles socios electorales. Syriza ha incorporado dirigentes, cuadros y simpatizantes de los sectores ex maoísta, trotskista y de izquierda radical. Numerosos dirigentes del PASOK de nivel medio, y sus votantes, se han volcado a Syriza. Muchos desertaron como consecuencia de la responsabilidad del PASOK en las crisis y el apoyo al pacto de "austeridad" con la UE.
Además un número de sindicalistas ex comunistas están ahora viendo a Syriza como la única alternativa realista a la derecha; muchos han repudiado el sectarismo del Partido Comunista y la hostilidad hacia otras formaciones de izquierda. La actual dirección de Syriza, hasta el momento, ha sido capaz de mantener la cohesión mediante el equilibrio de duras críticas al pacto de austeridad, que satisface a los sectores radicales, con la negativa a salir de la UE, que se acomoda al ala socialdemócrata del Partido.
En algún momento en el próximo período Syriza tendrá que tomar algunas decisiones difíciles, si quiere formar un gobierno alternativo. Cada una de las opciones siguientes tiene sus ventajas y desventajas, costos y beneficios.
La opción radical
Syriza opta por aliarse con el Partido Comunista. Esta es una elección muy difícil, ya que el PC exige el pleno cumplimiento de su programa, un reparto equitativo de los puestos clave en el gobierno y el reconocimiento de su papel de vanguardia en el futuro. Dado el hecho de que, electoralmente, el PC representa menos de una cuarta parte de la fuerza electoral de Syriza estos son términos totalmente inaceptables para todos los sectores de la izquierda democrática.
El PC tendría que aceptar que va a ser un socio minoritario y que tendría que moderar algunas de sus exigencias radicales. El PC teme que Syriza sea otra versión más del PASOK - un partido que da señales a la izquierda y hace giros a la derecha. Su argumento básico de que la negativa de Syriza a salir de la UE es un signo de su oportunismo, tiene sentido. Pero se niega incluso a considerar alianzas electorales tácticas, u ofrecer un apoyo fundamental en la formación de los gobiernos municipales.
En cualquier caso, incluso si el PC y otros grupos de izquierda radical más pequeños se unieron a una coalición de izquierda (lo que sólo añadiría un 8,6% al total electoral), lo que resultaría sería una precaria mayoría parlamentaria sujeta a deserciones en el ala socialdemócrata de Syriza, y se enfrentarán también a constantes amenazas de deserciones de maximalistas comunistas.
La opción moderada
Syriza podría formar una alianza con los llamados partidos de "centro-izquierda" -PASOK y El Río- sobre la base de un programa mínimo que implicaría un compromiso de permanecer en la UE sujeto a la renegociación de los pagos de la deuda y los programas de austeridad, el aumento del gasto público y poner fin a la privatización de los sectores estratégicos de la economía. Esta apertura a la derecha pondría en peligro el equilibrio interno de Syriza: se corre el riesgo de una ruptura de gran alcance con el sector radical, reduciendo así su representación en el Parlamento.
Incluso si los radicales de izquierda se quedaran en Syriza siendo apaciguados por ofertas de puestos ministeriales y promesas de "negociaciones duras" con la UE, no es probable que tenga éxito en la obtención de concesiones sustanciales de la UE. Es posible que algunos sectores de la UE se decanten por la salida de Grecia. Otros insistirán en el cumplimiento total con sólo ligeras modificaciones en cuanto al tamaño de los excedentes presupuestarios, el aumento del gasto público y los términos de la privatización. Para la UE, la sustancia del programa de austeridad, el alcance y la profundidad de la privatización, y la obligación de cumplir con los pagos de intereses no son negociables.
En otras palabras, para permanecer en la UE, Syriza tendría que continuar con las políticas básicas de su predecesor de derecha. Para seguir en la UE Syriza tendría que capitular y convertirse en una versión actualizada del PASOK - y perder su base de masas en las próximas elecciones. Los líderes Syriza podrían posponer las cosas, con falsas promesas de una ruptura futura con la UE cuando 'sea el momento más propicio', o podrían salir de la UE con la pérdida de sus aliados de centro-izquierda pero con la esperanza de recuperar nuevos seguidores a través de políticas alternativas.
El 'camino medio'
Syriza podría continuar como un movimiento político independiente, sin la izquierda radical o con coaliciones de centro-izquierda, trabajando para acumular fuerzas con los comunistas estancados y la centro-derecha del régimen que se desintegra. Podría usar su liderazgo en los gobiernos locales y regionales para demostrar su eficacia y capacidad de gobernar y de mejorar las duras políticas nacionales. Podría transformar su pluralidad de votos en Atenas y en Ática en mayorías, a través de los consejos comunales, la administración de programas sociales, comedores, obras públicas, clínicas y la seguridad pública.
Conclusión: Perspectivas
Syriza, en el gobierno y fuera de la UE, podría reasignar los pagos de la deuda, sobre la base de una moratoria de la deuda, hacia las inversiones públicas. Podría volver a una moneda nacional y poner fin a las restricciones fiscales a las que obliga la camisa de fuerza de la UE sobre los presupuestos, los ingresos y el empleo. El control sobre la política monetaria permitiría que Syriza devaluase, para recaudar impuestos efectivos sobre los millonarios cleptócratas. Podría estimular la economía y poner fin a los efectos deflacionarios de los programas de austeridad. Los aranceles proteccionistas, el control de cambios y la revitalización de las empresas del sector público podrían estimular el mercado local. Una política monetaria flexible podría aumentar el turismo.
La pérdida de la financiación de la UE podría compensarse con una reducción del 50% en el gasto militar y la salida de la OTAN. El gobierno podría financiar la creación de empresas de alta tecnología, pequeñas y medianas, dado el gran número de griegos educados que en la actualidad están en el extranjero o en paro. Grecia podría aumentar sus lazos con países no pertenecientes a la UE en todo el mundo.
Pagaría un precio, sobre todo en los mercados financieros. En el período inmediato, la liquidez, la financiación y los flujos de capitales externos se secarían. La oposición interna de los sectores vinculados a los mercados y a las importaciones de la UE se intensificaría.
No hay duda que sectores de la vieja derecha, también el neofascista Amanecer Dorado, y sectores de la policía y el ejército, al darse una polarización política más aguda, conspiran con el apoyo de la OTAN para desestabilizar.
Pero con el apoyo masivo de la sociedad civil y de la burocracia, con mayoría de miembros de las fuerzas armadas y la policía que apoyan al gobierno constitucional, una Syriza que lidere la recuperación de la soberanía y un robusto paquete de estímulos podrían derrotar a una conspiración desestabilización
La clave para un gobierno exitoso Syriza es la unidad y la cohesión interna, y las políticas económicas equitativas que traigan un crecimiento económico equilibrado y la creación de empleo con la recuperación gradual de los beneficios sociales
Por encima de todo Syriza debe resistir las políticas populistas y clientelistas que algunos de sus seguidores le demandarán. No debe tomar el camino fácil y desastroso de la expansión de la burocracia pública. Tiene que haber una mayor participación de profesionales altamente cualificados y de empresarios locales innovadores que producen bienes útiles para el mercado. Las empresas públicas deben ser reformadas. Los sindicatos deben entender que la primera prioridad de la recuperación económica es la creación de puestos de trabajo para el 60% de los jóvenes desempleados
Syriza es la última esperanza de Grecia... porque al acecho están los oligarcas alineados con la UE , fascistas y militares desleales y la OTAN, dispuestos a aprovechar cualquier paso en falso con el fin de tomar el poder y convertir a Grecia en otro Egipto, Tailandia o Ucrania
Artículo original: http://petras.lahaine.org/?p=1990 - Traducido por Fernando Moyano / La Haine
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