Najib Abu-Warda
Israel
está cometiendo crímenes perseguidos por el Tribunal Penal Internacional. EEUU
y la Unión Europea asisten a la matanza negociando ventas de armas
Un padre palestino saca a sus hijas del barrio de
Shejaia, atacado por Israel FINBARR O'REILLY REUTERS
Hoy, 70 años
después del holocausto nazi, Israel está cometiendo crímenes de genocidio
contra los palestinos. La actual operación israelí Protective Edge (Borde
protector), en la Franja de Gaza, está causando cientos de muertos, miles de
heridos, y una destrucción total de infraestructuras . En Gaza, una ciudad
sitiada, bloqueada y sometida a los ataques del ejército israelí por tierra,
mar y aíre, como en toda Palestina, el gobierno y el ejército israelíes están
cometiendo crímenes de genocidio, de guerra, de lesa humanidad, de agresión y
de terrorismo de Estado. Crímenes todos ellos condenables en el derecho
internacional y perseguidos por el Tribunal Penal Internacional.
La Operación Borde
Protector es la actual de las numerosas que Israel lanzó contra Gaza. La última
fue la llamada Pilar Defensivo, en noviembre 2012, que dejo centenares de
muertos e heridos. Otra, anterior, fue la bautizada Plomo Fundido, a finales de
2008 y comienzos de 2009, en la que perdieron la vida más de 1.400 palestinos y
cinco mil fueron heridos. Entre operación y operación, olas de ataques
israelíes sobre Gaza segaban la vida de mucha gente y sometían la población a
condiciones infrahumanas de vida.
Casi 70 años
después de la partición de Palestina por la Resolución 181 de la ONU, haciendo
posible la creación del Estado de Israel sobre una parte de Palestina, una
Resolución calificable como incompatible con las competencias de las Naciones
Unidas, ya que esta no tenía soberanía sobre Palestina y por tanto no podía
decidir su partición, sin embargo, la decisión fue aprobada gracias al carácter
colonial de las grandes potencias occidentales. Desde entonces, el nuevo
Estado, Israel, sin fronteras definidas hasta hoy, sigue ocupando la totalidad
del espacio palestino desde la guerra de 1967. Desde la guerra de los Seis
Días, el Estado sionista, como potencia ocupante, ha continuado con acciones
político-militares destinadas a la construcción de asentamientos en
Cisjordania, el desplazamiento masivo de la población palestina, la construcción
del Muro de Separación en Cisjordania y la anexión de Jerusalén Oriental, entre
otras. Acciones, todas ellas, contrarias al derecho internacional, a los
principios de las Naciones Unidas, y a la Convención de Ginebra.
Son 100 años desde
de la Primera Guerra Mundial y la ocupación británica de Palestina, pero la
lucha del pueblo palestino por su autodeterminación sigue activa. Una lucha que
mantiene viva la cuestión y que en el 2012 llevó a la Asamblea General de la
ONU a reconocer, por una abrumadora mayoría, a Palestina como Estado
observador. De esta manera, la organización más representativa de la voluntad
internacional reconoce la soberanía de los palestinos sobre el territorio
ocupado por Israel desde 1967.
La resolución
reafirma el derecho del pueblo palestino a "la autodeterminación e
independencia a partir de las fronteras de 1967". Además, expresa la
"urgente necesidad" de acelerar las negociaciones para un acuerdo de
paz "justo, duradero e integral" basado en las resoluciones de la
ONU, los principios de la Conferencia de Madrid y la Hoja de Ruta del Cuarteto
que ayude a resolver los temas pendientes: "Jerusalén, refugiados,
asentamientos, fronteras y seguridad". La Resolución da a los palestinos
renovada legitimidad en su lucha contra la ocupación y llama la atención
mundial sobre la urgente necesidad de poner fin a un problema que explica en
gran medida el clima de violencia en Oriente Próximo.
Como señalo el
presidente palestino ante la Asamblea General en su discurso del 29 de
noviembre de 2012, al igual que hoy, se puede afirmar que "La agresión
israelí contra nuestro pueblo en la franja de Gaza ha confirmado una vez más la
necesidad urgente y apremiante de poner fin a la ocupación israelí y de que
nuestro pueblo pueda alcanzar su libertad e independencia. Esta agresión
también confirma la continuación por parte del Gobierno de Israel de su
política de ocupación, fuerza bruta y guerra, que a su vez obliga a la
comunidad internacional a asumir sus responsabilidades para con el pueblo
palestino y la paz".
El estatuto de
Palestina como Estado observador no proporciona derecho de voto en las Naciones
Unidas, sin embargo, permite adherirse a los convenios y tratados
internacionales depositados en la ONU, tales como las distintas Convenciones de
protección de los derechos humanos. El Estado Palestino podrá acudir, por
ejemplo, al Tribunal Internacional de Justicia para denunciar la ocupación
israelí, a instituciones internacionales o a la Corte Penal Internacional (CPI)
ante la que podría reclamar las presuntas violaciones israelíes al derecho
internacional.
La respuesta
israelí al reconocimiento del Estado palestino llegó a través de agresiones y
ataques contra la franja. Algunos analistas explican la ofensiva contra Hamas
por la debilidad del Gobierno israelí y la frágil coalición entre Netanyahu y
Lieberman, buscando cada uno de ellos consolidar su propia imagen de halcones
intransigentes. Sin embargo, la causa principal sigue siendo el mantenimiento
de la ocupación y anexión de espacios palestinos. Además, el nuevo carácter
jurídico del conflicto, Estado ocupando otro, que aumenta los niveles de
aislamiento internacional de Israel como consecuencia del incremento de
condenas por su política y su incumplimiento de resoluciones, normas y
legislaciones internacionales. Otra de las razones de la agresión es la
formación de un gobierno transitorio de unidad nacional para afrontar la
ocupación como la causa del conflicto.
El tiempo, como
factor importante en el proyecto sionista para transformar el Estado de Israel
en una Nación israelí, necesita mantener el 'status quo' de ni guerra ni paz
para mucho más tiempo. Sin embargo, mientras pasan los días, organizaciones
internacionales como la ONU o la Liga Árabe, potencias mundiales como EEUU o la
Unión Europea, potencias regionales como Egipto, Turquía o Arabia Saudí,
asisten a los crímenes de agresión, de guerra, y de genocidio, negociando y
renegociando sus intereses de petrodólares, de armas y de guerra.
Hoy, 70 años
después del genocidio nazi contra los judíos, Israel, está cometiendo crímenes
de guerra y de genocidio en Palestina, mientras la comunidad internacional es
incapaz de tomar ninguna decisión y mucho menos de llevar a cabo ninguna
acción. Sin embargo, por encima de todo y después de todo, el gobierno sionista
olvida que a mayor ataque mayor reacción, y que el pueblo palestino se aferra
al derecho de defenderse contra la agresión, la ocupación y el genocidio. Es
cuestión de tiempo.
es profesor de Relaciones
Internacionales de la Universidad Complutense.
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