EDUARDO PIÑATE
Por: Eduardo Piñate R.
El último episodio, por ahora, de la guerra total del imperialismo contra la Revolución Bolivariana lo representan las declaraciones que habría dado a la DEA un desertor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) acusando al camarada Diosdado Cabello de tráfico de drogas. Por supuesto, la canalla mediática nacional e internacional encabezada por el diario franquista “ABC” de España, “El Nacional” entre los impresos de aquí y “La Patilla” en las redes sociales, inmediatamente se pusieron a la cabeza de la difusión de la infamia contra el camarada.
Pero, ¿por qué Diosdado Cabello? Es fácil responder esta pregunta. Diosdado es un ícono de nuestra revolución, es un héroe de la insurgencia del 4 de febrero, en la que participó siendo un joven teniente. Durante todo el período de la revolución en el poder ha ocupado importantes responsabilidades partidarias y de Estado (Director de CONATEL, Ministro de Relaciones Interiores, Ministro de Infraestructura, Vicepresidente Ejecutivo de la República durante el golpe de Estado de abril de 2002, presidente encargado de la República por varias horas el 13 de abril de 2002, integrante de la dirección nacional del MVR primero y del PSUV desde su fundación, entre otras responsabilidades). En los actuales momentos es el Presidente de la Asamblea Nacional y Primer Vicepresidente del PSUV, responsabilidades que ha asumido con entusiasmo, pericia y profunda lealtad al pueblo, a la revolución, al Comandante Supremo Hugo Chávez, su legado y obra, y al Presidente Obrero Nicolás Maduro. Conocemos de su idoneidad moral, de su compromiso con el pueblo y de su combatividad.
En diversos artículos y trabajos, hemos expuesto como el imperialismo ha desatado desde hace años una contraofensiva contra el pueblo venezolano dirigida a destruir la Revolución Bolivariana. Hemos dicho que tal contraofensiva tiene varias dimensiones o formas: guerra económica, guerra ideológica, guerra psicológica, guerra mediática, violencia callejera (las llamadas guarimbas), terrorismo y asesinatos, entre otras. Estas son las formas de lucha principales que está usando la derecha contra nuestro pueblo en este momento. Las formas de luchas parlamentarias, electorales y en general institucionales, son absolutamente secundarias, accesorias, para esta derecha fascista. Sería no sólo un error, sería una tontería y un suicidio no entender esto y hacerse ilusiones con el tono bobalicón de algunos voceros de la MUD.
La infamia contra el camarada Diosdado Cabello es parte de la guerra psicológica contra nuestro pueblo. En octubre del año pasado escribimos sobre la guerra psicológica, allí dijimos:
“La guerra psicológica es parte de la guerra total contra la Revolución Bolivariana desatada por el imperialismo. Su objetivo es desmoralizar al pueblo y reducir la base de apoyo de la Revolución Bolivariana para derrocar al gobierno revolucionario del presidente obrero Nicolás Maduro.”
“Se trata de operaciones psicológicas en la que se combinan la mentira abierta y total, con medias verdades, para minar la confianza del pueblo en su revolución y sus líderes; es un combate por ganar –manipulándola- la mente de las personas…” (Eduardo Piñate R. “La Guerra Psicológica contra el Pueblo Venezolano”. Octubre de 2014).
No es poca cosa atacar a Diosdado Cabello. La infamia contra el camarada persigue desmoralizar al pueblo y a su vanguardia, escindir las fuerzas de la revolución, minar la fortaleza de la unión cívico-militar. Todo ello sembrando cizaña, tratando de generar dudas sobre la idoneidad moral del liderazgo de nuestra revolución y presentarnos ante el mundo como un Estado forajido. Combinando todas las formas de guerra que componen la contraofensiva imperialista, intentan reducir la base social de apoyo de la revolución para derrocar al gobierno del Presidente Obrero Nicolás Maduro, destruir la Revolución Bolivariana, detener nuestro avance hacia el Socialismo Bolivariano y Chavista, acabar con la dignidad de nuestro pueblo y poner fin a otros procesos revolucionarios y progresistas de nuestro continente.El ataque a Diosdado es un paso más en la escalada que esta derecha dirigida desde los centros de poder imperial, trata de profundizar en Venezuela.
Tenemos el deber de derrotar la infamia contra el camarada Diosdado Cabello, que es una infamia contra toda nuestra vanguardia revolucionaria, es una infamia contra nuestro partido, el PSUV; es una infamia contra el legado de Hugo Chávez y contra la dirección política de nuestra revolución encabezada por el camarada Nicolás Maduro.
Vaya toda nuestra solidaridad al camarada Diosdado y su familia. La defensa que hacemos del camarada Diosdado es al mismo tiempo, la defensa de nuestra Revolución Bolivariana, Socialista y Chavista, de nuestro partido y su dirección política encabezada por Nicolás Maduro.
Vamos a derrotar esta campaña y toda la estrategia del enemigo burgués e imperialista porque –usando un viejo adagio revolucionario- “tenemos la fuerza de la razón y la razón de la fuerza”.
Caracas, 2 de febrero de 2015
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