Otto Pérez ha cometido crasos y estúpidos errores a lo largo de su vida: “seguir órdenes” en El Quiché, durante el conflicto armado interno; servir en la inteligencia de las fuerzas armadas; participar en la tortura y muerte del Comandante Everardo, contrario a los Convenios de Ginebra; no haber impedido, como mínimo, el asesinato del Obispo Gerardi; asociarse íntimamente con Roxana Baldetti y conducir con ella el peor gobierno post Acuerdos de Paz; y haber tolerado, fomentado y aprovechado la corrupción de todas las estructuras del Estado de Guatemala. En medio de la crisis de ilegitimidad y criminalidad que enfrenta, ha cometido un error más, instigado por el CACIF y la Embajada: escoger a Alejandro Maldonado como vicepresidente, con el apoyo de los facinerosos de los partidos Líder y Patriota en el Congreso.
Maldonado es, realmente, de los responsables de 60 y más años del dominio y saqueo de los sectores que han traicionado al país. Egresado de las filas del MLN y aprovechado de la contrarrevolución “liberacionista”, sirvió al gobierno represivo de Arana Osorio, el “Chacal de Oriente”, y fue “monje negro” en los gobiernos militares contrainsurgentes de Lucas García, Ríos Montt y Mejía Víctores. Con la transición a gobierno civil, siguió su función de asesor de los sectores de derecha extrema y su incondicionalidad al CACIF y al alto mando militar. ¿Pagado por la CIA? Solamente lo confirmaremos en 50 años más. Luego de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, junto a cientos de incrustados en el Estado para preservar los privilegios de los poderosos, él buscó su acomodo en la Corte de Constitucionalidad. Desde ahí ha sido campeón de la impunidad y niega el genocidio y los crímenes de lesa humanidad. Igualmente, ha apadrinado actos inconstitucionales contra la autonomía de la Universidad y en la Fiscalía General. Su caída será tan estrepitosa como la de Pérez, ya sea pacífica o no.
El pueblo, en el territorio nacional y en la Diáspora, sigue mostrando su gran indignación contra Pérez, ahora también traidor de su compañera Baldetti, como ella sutilmente lo ha sugerido. Ambos cayeron en los mismos delitos y abusos. No se puede pedir que la mujer pague y el hombre no. Las grandes olas de rechazo deben continuar –hay que tocar las puertas del CACIF, de la Embajada y de Washington—y, de ser necesario, convertirse en verdadero tsunami. Este sábado, 16 de mayo, debemos ser no menos de 50,000 indignados e indignadas en la Plaza de la Constitución y otros 50,000 distribuidos en el territorio nacional y en los países en donde residimos las y los migrantes. Si no es suficiente eso para obligar a Pérez y Maldonado a hacer sus maletas, vacías de dinero, desde luego, juntaremos más gente y pasaremos a nuevas etapas de medidas de presión. ¿Tomas de edificios, carreteras y puentes? ¿Paro nacional? ¿Suspensión del pago de impuestos? ¿Congelamiento temporal de las remesas?
Compatriotas: Nuestro próximo paso debe ser pacífico y ordenado; pero muy firme. Tenemos cita este sábado para decir, de mil maneras, ¡Fuera Pérez y Maldonado! La eliminación de la corrupción comienza desde lo más alto. Luego seguirán el IGSS, los Ministerios, otras estructuras del Estado y las municipalidades corruptas. La eliminación de la impunidad debe comenzar con sus dos máximos defensores: Pérez y Maldonado. Otra Guatemala es posible y contamos con el apoyo de las y los guatemaltecos honestos a lo largo y ancho del país y en el mundo entero.
Guatemala y su Diáspora, 15 de mayo de 2015
Comité Ejecutivo de la RPDG y Coordinación del MUPP
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