“No es China a la que hay que temer, sino a Occidente”
Autor: Adam Chimienti
http://www.rebelion.org
Traducido por Carmen L. Arias
No hay duda de que la República Popular de China (PRC) se ha convertido en una importante fuerza internacional en el desarrollo económico y diplomático. Mientras que muchos analistas han evaluado si es o no un buen desarrollo, otros se resisten a tal pregunta, argumentando que ese tipo de preguntas tiene claros tintes racistas y deliberadamente ignora la brutal historia de terror occidental.
André Vltchek es sin duda un abierto crítico de las negativas percepciones occidentales sobre la China y su notable crecimiento. Un novelista, cineasta y periodista que investiga incansablemente moviéndose alrededor del mundo, explorando sus peores barrios y escuchando de primera mano sobre la vida en los rincones olvidados. También se reúne con líderes influyentes, académicos y analistas, y su obra ha sido objeto recientemente de un seminario de dos días en la Universidad de Tsinghua. Él usa su agudo análisis para demostrar cómo la humanidad ha llegado a este trágico momento en que miles de millones de seres humanos son despojados de su dignidad, cultura e historia. Su aclamada novela revolucionaria, Point of No Return se basa en sus experiencias como corresponsal de guerra y su tiempo en América Latina. También ha escrito extensamente sobre el Pacífico Sur (véase su libro Oceanía), Indonesia (véase Indonesia-The Archipelago of Fear) y muchas otras regiones y naciones. Vltchek ha terminado recientemente un documental llamado Rwanda Gambit sobre la historia de Ruanda y la guerra brutal y saqueo en la República Democrática del Congo. También publicara un largo debate con Noam Chomsky sobre el estado del mundo a finales de este año.
Cuando escuché que André Vltchek venía a América Latina a visitar Cuba y Venezuela, comprendí que sería una oportunidad única para discutir el tema de la presencia internacional de China. Compartir con alguien que sin remordimientos aclama a China como la gran esperanza del mundo. Entonces correspondí con André mientras estaba en ruta de Nairobi, Kenia a La Habana, Cuba.
Adam Chimienti: El crecimiento de China, después de 1978, es sin duda el mayor logro económico de la historia, sacar a cientos de millones de la pobreza y proporcionar el acceso a algunos de los sistemas de infraestructuras más modernas y la tecnología de vanguardia, y hacerlo en gran parte de una manera pacífica como sus partidarios se apresuran a señalar. Sin embargo, muchos se quedaron en la pobreza, mientras que la contaminación y la desigualdad se han convertido en grandes problemas. A medida que el estado está íntimamente involucrado en esta notable transformación, ¿qué es lo que espera ver en el gobierno chino a nivel nacional en la próxima década?
André Vltchek: Como usted ha señalado, no es sólo el crecimiento económico lo que importa. El haber sacado a cientos de millones de la pobreza es lo que verdaderamente convierte a China en un éxito socialista. Y es verdad, lo del crecimiento económico sólo es comparable con el crecimiento en la Unión Soviética entre las dos guerras mundiales.
Cuanto más exitosaes China, más cruel y mordaz es la propaganda occidental contra ella. Su principal objetivo es muy claro: tratar de cambiar las concepciones que tienen las personas de todo el mundo sobre China, en este sentido, para ellos si China tiene éxito es porque ya no es verdaderamente socialista. Y si es socialista, entonces falla en muchos frentes. Un país socialista exitoso es el peor caso a tratar para los fabricantes de la hegemonía global del Occidente. En este sentido algunos propagandistas occidentales prefieren resaltar la desigualdad y la contaminación en China para desacreditarla.
Hace tan sólo tres décadas, China era muy pobre, pobre en su gran mayoría. Luego se embarcó en un crecimiento vertiginoso, beneficiado enormemente a toda la nación: Oriente y Occidente, las ciudades y las zonas rurales. Algunas áreas se beneficiaron más que otros, y más rápido, pero todo el mundo se beneficióy en cierta medida considerablemente. China pasó a una economía mixta, lo que permite que algunos individuos se enriquezcan a través del comercio y otras actividades. Esto no significa, por supuesto, que dejó de ser socialista. Su desarrollo está dentrode lo previsto. Todas las industrias clave están en manos del Estado, así como la educación y la defensa.
En cuanto a la contaminación, es otra farsa. Incluso el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore reconoció claramente en su libro An Inconvenient Truth, que China contamina en menor medida que las naciones occidentales y que cuenta con leyes mucho más estrictas al respecto. Pero la propaganda occidental calcula en cifras absolutas, no sobre una base per cápita. ¡Las métricas per cápita es la única manera honesta de calcular, y por esta norma, cualquier país de la UE, por no hablar de los Estados Unidos, contamina más que China!
También es muy útil comparar los esfuerzos medioambientales de China y otros países con un nivel de desarrollo similar, como Indonesia o Filipinas. Mientras el querida turbo-capitalista de Occidente, Jakarta [Indonesia], se está ahogando sin transporte público y casi sin ninguna zona verde, las principales ciudades chinas, incluyendo Beijing están construyendo decenas de líneas ecológicas y subterráneossúper modernos, parques y lugares de libre ejercicio para sus ciudadanos. China tiene la red ferroviaria más larga, eficiente, y de alta velocidad en el mundo, el modo más ecológico de transporte interurbano. China prohíbe todas las formas ineficientes de transporte como los scooters, construye carriles para los ciclistas y aceras enormes para que las personas caminen y dejen su automóvil en casa.
Si usted va al campo, hasta los pueblos más remotos tienen paneles solares y toda la infraestructura básica, contrario a lo que se ha visto sólo en las naciones más ricas.
Pero la propaganda occidental no está interesada en los hechos. Se basa principalmente en un pilar: la ignorancia. Aquellos que visitan China periódicamente (a menos que se les pague por no ver y no hacer comentarios) ven cómo la realidad de la República Popular China se diferencia de los medios de propaganda occidentales de masas.
AC: Muchos académicos occidentales rechazan la retórica china sobre el equilibrio, la armonía y el beneficio mutuo y consideran que el crecimiento de China y sus objetivos expansionistas, están plagados de corrupción. Por otra parte, Joseph S. Nye, comentó recientemente que el poder inconsistente de China no es eficaz (al menos no fuera de África y América Latina) porque se basa en el control del Estado y de la propaganda, en lugar de liberar el poder de su sociedad civil. ¿Cómo cree que los líderes chinos más influyentes consideran estas afirmaciones?
AV: Muchos académicos occidentales están entrenados y pagados para descartar la verdad sobre China, como se les pagaba para torcer la verdad acerca de la Unión Soviética. Eduardo Galeano una vez me describió a esta gente: “Uno no sabe quién les paga, y no lo dirán”.
Recuerde que la “sociedad civil”, en China, Ucrania, Rusia, el sudeste de Asia y muchos otros lugares como Venezuela y Cuba, son sólo una fachada para los grupos de interés pro-occidentales, a menudo directamente pagados para destruir países rebeldes y traerlos a la órbita del régimen occidental. Las ONG suele ser sinónimo de organizaciones destructivas y totalmente financiadas por el occidente, destinadas a dividir ofragmentar el país. Y no sólo a las organizaciones no gubernamentales, por supuesto. Sólo toma hacer una investigación básica sobre los individuos como el Dalai Lama o Ai Weiwei, ¿quién les paga, a quien están sirviendo? Pero usted no tiene que ir muy lejos, basta con ver las muchas organizaciones no gubernamentales y “sociedades civiles” en Venezuela o Bolivia.
La corrupción en realidad predominó con el colonialismo occidental y el imperialismo. Naciones enteras y sus elites se vieron obligadas a colaborar con los colonialistas. Como un profesor en Cuzco, Perú, una vez me dijo: “Antes de que los españoles llegaran y nos robaron todo, en realidad no teníamos idea de lo qué era el robo, el asesinato y la corrupción.” La corrupción es algo que el occidente apoya e incluso implanta. Solo basta leer como John Perkins y sus compañeros fueron entrenados por el Departamento de Estado de EE.UU. para lograr que países como Ecuador e Indonesia se comprometieran con deudas inservibles, utilizando ‘dinero, sexo y alcohol, “para corromper a los gobiernos.
En el pasado, China fue forzada a abrir sus puertas; fue saqueada, violada y humillada por las potencias occidentales. La corrupción se implantó. Ahora está luchando para acabar con esas costumbres extranjeras. Hablemos en serio y tomemos en cuenta la historia. [En realidad los chinos llaman el período 1839-1949 el siglo de humillación (百年国耻), refiriéndose al trato cruel que sufrió China por los poderes coloniales japonesas y occidentales.] ¿Realmente queremos dejar que una organización con sede en Berlín <http://www.transparency.org/> nos diga qué es la corrupción y que cuán importante es en diferentes países? Si les dejas, te dirán que Vietnam comunista es más corrupto que Indonesia-completamente fascista ¡una idiotez mal informada! Ya es hora de que el mundo utilice sus propios conceptos, criterios, fuera de los pautasestablecidas por el Oeste. ¡Es hora de descolonizar nuestra mente!
Para demostrar lo malicioso y selectiva que es la propaganda occidental; sólo leemos acerca de la corrupción en China, pero casi nunca de la corrupción verdaderamente horrible en los países que el Occidente considera sus aliados; como las Filipinas, India, Indonesia, etc.
Y ¿qué de la corrupción moral en el propio Occidente? ¿Qué pasa con el neo-colonialismo; el saqueo de todo el mundo; realizado por los Estados Unidos y Europa? Como sostengo en mi reciente libro / conversación con Noam Chomsky; el Occidente ha asesinado unos 55 a 65 millones de personas desde finales de la Segunda Guerra Mundial, desde Hiroshima. Asesinando directamente, mientras que cientos de millones fueron masacrados indirectamente. Todo ese terror fue acompañado por el derrocamiento de un gran número de gobiernos progresistas; secretamente arruinando economías independientes, y el pago de los gánster más indignantes para matar a la gente decente. ¿No es el grado más alto de corrupción? Quiero hablar de ello. Quiero que el mundo hable de si esos países, responsables de tales horrores, se les deberían permitírseles o no ser miembros de la comunidad internacional, a menos que se arrepientan y planteen una total reforma, y juren¡transparencia! Esto es lo que deberíamos estar discutiendo ahora, no la corrupción en ¡China!
La propaganda occidental es mucho más eficaz y avanzada que las de otras sociedades, se basa en siglos de dominación brutal del mundo, es parte del colonialismo. Después de vivir en todos los continentes, creo que el Occidente es el área geográfica y cultural menos informada. Está llena de autocomplacencia y pomposidad; pero completamente ignorante del planeta que ha arruinando y saqueando durante siglos. En su dogmatismo y la justicia propia, es un poco como los talibanes; su antiguo aliado.
Los chinos saben mucho más acerca de la cultura occidental, los diferentes sistemas económicos y formas de vidaque los que confían en los medios de comunicación financiados por el occidente saben de China. Aparte de las mentiras negativas sobre China, la gente en Europa e incluso en América Latina (ya que todavía confían en fuentes occidentales para información) sabe casi nada sobre China. Simplemente ejecuta una pequeña y concreta prueba: ¿cuántas personas conoce usted con un título universitario en Berlín, Roma, Caracas o Quito, que podría nombrar por lo menos un gran compositor de música china, actor de ópera china, o un poeta contemporáneo? Y recuerde, usted está hablando posiblemente de ¡la mejor cultura en la tierra! Todo lo que saben es Ai Weiwei; ese favorito de la propaganda occidental; así como varios lunáticos religiosos financiados por el occidente. ¡Es tan triste!
AC: ¿Se puede comparar esta percepción de las élites occidentales a una falta de introspección genuina por los líderes y la élite de Estados Unidos sobre el papel de su país en el mundo, a la doctrina global del campo de batalla, un completo fracaso en cuestiones ambientales y las economías limpias, la Trans Pacific Partnership (TPP), un gobierno cada vez más controlado por las corporaciones a través de la interpretación oficial de las empresas como personas y con los mismos derechos de las personas, los bancos occidentales que toman enormes riesgos y actúan con impunidad garantizada por los EE.UU. y otros países occidentales, etc.?
AV: Por supuesto, esto es tan obvio. Pero en primer lugar, no es sólo acerca de los Estados Unidos, que no es más que una versión vulgar de la terrible cultura colonial europea que asesinó a cientos de millones de personas.
Por otra parte, el Occidente está asfixiando al resto del mundo económicamente, ideológicamente y culturalmente. Cuanto más nihilismo inyecta al mundo, más manos enlazan, logra lavarles el cerebro a más personas, más trata de destruir, humillar y desacreditar a grandes y orgullosos países que se resisten a su fascismo, incluyendo Cuba, Venezuela y China.
Se trata de un verdadero enfoque del ideal mafioso, es bandolerismo. Vienen, violan, asesinan, el saquean un pueblo entero, una ciudad entera… y luego empiezan a predicar acerca de los derechos humanos y la contaminación.
AC:. Xi Jinping ha, en sus primeros 100 días, hizo de la diplomacia un foco central de su liderazgo. Su primer viaje fue a Rusia y ha estado viajando mucho desde entonces. También ha expresado su gran respeto por la alianza BRICS, la promoción de la cooperación en grandes proyectos. ¿Es la promoción de un mundo multipolar por China, una meta genuina en su opinión?
AV: Sí, es muy real y muy importante. China está muy interesada en la creación de alianzas en América Latina, Rusia y últimamente incluso con India.
Esto está, por supuesto, totalmente desacreditado en Occidente.
Tomemos la India, por ejemplo. En realidad, el primer país visitado por el primer ministro Li Keqiang en su nuevo cargo este año fue la India. Podría tomarse como una mano extendida a la segunda nación más poblada del mundo. Mientras que muchas de las figuras intelectuales más importantes de la India aceptaron este gesto como positivo, algunos de los medios de comunicación pro-occidentales inmediatamente comenzaron a bombardear al público con títulos como, “¿Podemos confiar en China?” Fue claramente en sintonía con la BBC y otros cruzados de la propaganda occidental, quienes periódicamente ejecutan programas escandalosamente racista con títulos como “¿Debería Ser Respetada La China?”.
De hecho, el 18 de mayo de 2003, el “Economic & Political Weekly ‘en la India publicó un comentario brillante y reveladora por Atul Bhardwaj,”The China – India Relationship”, que resume el tema que estamos discutiendo:
“India está atrapada en una matriz anti-chino puesto en marcha por los Estados Unidos. Esto ha conducido a una situación en la que el ejército está incrementando su voz en la política exterior e interior,incitando posturas agresivas dentro del gobierno civil. Si la India no abandona sus aspiraciones de alcanzar el estatus de gran potencia y, en cambio, lleva a cabo una política exterior que se basa en la cooperación y los puntos fuertes de Asia, se encamina a ser carne de cañón para los objetivos estratégicos occidentales.”
Pero el único ángulo permitido por los medios de comunicación de las corporaciones y propagado por todo el mundo es “¿Debería ser confiada la China?” Como, por supuesto, está estrictamente prohibido preguntar si cualquier ser cuerdo, y con un poco de conciencia podría realmente confiar en el Occidente y sus aliados. (¿Debería ser respetado Reino Unido, después de haber estuprado mitad del mundo como imperio y continuamente seguir aterrorizando el mundo bajo el mando de su querido líder al otro lado del Atlántico?).
Un mundo multipolar es esencial para la supervivencia de la humanidad y China lo sabe. Los que no entienden esto son los que forman parte del Occidente, así como aquellos que el Occidente ha logrado adoctrinar.
La alianza entre China y Rusia es esencial, ya que defiende a los débiles e indefensos en las Naciones Unidas y en otros lugares. La alianza entre China y América Latina es absolutamente vital para un cambio positivo en el mundo. Estas son dos de las mayores partes del mundo que se resisten a la hegemonía occidental, dos partes del mundo que están eligiendo con orgullo su propio camino. En el pasado, ambos fueron violados y saqueados, ambos fueron destruidos através de los siglos. Hoy ambos tienen una maravillosa y tranquila esencia. Ellos tienen que aprender más uno del otro y tienen que colaborar más para defender sus intereses. Nuestra supervivencia depende ahora de esta misma cooperación.
Mi amigo y colega de China, Hu Andy (jefe de redacción de la progresiva ‘April Media’ de comunicación y previo jefe de redacción adjunto de la unidad de la portada de, ‘China Daily’) también comentó al respecto:
“No sé de ninguna figura en el liderazgo de Beijing, que ni siquiera vagamente crea en el concepto de expansionismo. En términos de diplomacia, China ha estado luchando para salvaguardar lo que llama las “oportunidades de desarrollo”, a raíz de los efectos 1989. En efecto, todos sus esfuerzos diplomáticos han reflejado y se refleja en esta agenda. De la misma manera que la estabilidad interna es importante para mayor progreso, la estabilidad regional para China es esencial para el desarrollo mutuo entre las naciones del Lejano Oriente. Para un país de 1,4 millones de personas que bordea cuatro estados nucleares (Rusia, India, Pakistán, Corea del Norte), un estado fracasado (Afganistán), un estado separatista (Mongolia) y un vecino socialista que tanto luchó con y contra (Vietnam), asociación y cooperación no son sólo las estrategias, sino también una necesidad práctica. En otras palabras, sería inimaginable que China no fomente las buenas relaciones con otros países y apoyar un mundo multipolar”.
AC: El giro estadounidense hacia Asia es a menudo publicitado como una especie de nueva dirección general de la política externa de la administración Obama. Surge en medio de una lucha de poder a través de líneas marítimas y territorios insulares en disputa, y las ventajas son, por ejemplo, una mejor relación entre Filipinas y los militares de EE.UU. ¿Cree Beijing las palabras conciliadoras que ofrece el gobierno de Obama y el secretario de Estado John Kerry cuando usó el término “relación especial” y expresó su voluntad de acomodar el incremento de poder de China?
AV: El terror que el Occidente ha ido extendiendo por todo el mundo desde hace siglos es inimaginable.
La malevolencia con que los Estados Unidos han estado tratando a los asiáticos sólo es comparable con el rencor que ha mostrado hacia los latinoamericanos.
El gobierno de Obama es tan arrogante y brutal como cualquiera de las administraciones anteriores. Ademásde llevara Asia al borde de un enorme conflicto, y algunos dicen a la Tercera Guerra Mundial. Provoca y aísla a China, tratándola con poco respeto, racismo y malicia. Washington provoca abiertamente los conflictos sobre las Islas Spratly, que ilustré en mis informes de Manila. Destacados académicos allí me explicaron que el conflicto no es originario e implantado desde exterior.
Sólo hay una meta para el Occidente en general y para los Estados Unidos en particular, en Asia. Es el mismo objetivo que tenían hace unos siglos: el control de la región para explotarla para que sea servil.
China es odiada sobre todo porque es el único poder verdaderamente socialista, asiático. A veces siento que es odiada aun por muchos ‘izquierdistas’ occidentales porque fallaron en sus respectivos países, y no pueden aceptar que el mayor país de Asia es realmente capaz de construir su propio modelo socialista mucho más exitoso de lo que jamás podrían haber soñado. Y no crees que no haya una dosis poderosa de racismo en todo esto. Un extranjero occidental que vive en Venezuela, un intelectual que apoya plenamente El Proceso [el modelo socialista Bolivariana de Venezuela] me dijo una vez: “No me gusta China.” Le pregunté: ‘¿Por qué? ¿Alguna vez has estado allí?’ “La respuesta fue:” ¡NO. Y nunca quiero ir ahí! Simplemente lo odio…’ “Esta persona es ahora muy influyente en Venezuela, y no utilizare su nombre para evitar cualquier vergüenza.
El antiguo enfoque británico de ‘dividir y gobernar’ está plenamente implementado, también como las antiguas rivalidades que existen entre la India y China, Vietnam y China, y el Japón, China y Corea del Norte, son explotados y alimentados. Rivalidades nuevas y ridículas como las que existen entre las Filipinas y China son fabricadas.
Los latinoamericanos conocen muy bien cómo son de brutal el colonialismo y neocolonialismo. Pero incluso los recuerdos más dolorosos del imperialismo yanqui del siglo 20 no pueden compararse con el horror que el continente asiático tuvo que soportar y los actos de puro terror procedentes del Occidente.
Los millones de personas quemadas vivas por el masivo bombardeo de Vietnam, Camboya y Laos. Los civiles que murieron en los túneles de Corea del Norte. Los 2-3 millones Indonesios (incluidos los pertenecientes a la minoría china) asesinados con total apoyo del Occidente en 1965, sólo porque el país quería seguir su propio camino, no muy diferente a Chile antes de 1973. Y ese genocidio, asesinato en masa era en realidad un preludio de lo que se puso en práctica más tarde en Chile y en otros lugares. Indonesia sigue siendo un enorme laboratorio, un experimento con seres humanos, que están totalmente despojados de cultura, los lugares públicos, de hecho todo “público”.
En Asia, el Occidente apoyaba las dictaduras más terribles, desde el Khmer Rouge a las dictaduras fascistas en Corea del Sur, Indonesia, Filipinas, Tailandia, etc.
¿Cree Beijing en las palabras conciliadoras? A medida que Estados Unidos y el Reino Unido se están mezclando en los asuntos internos de China, la financiación, el entrenamiento de la “oposición” China, el lavado de cerebro y adoctrinamiento del pueblo chino a través de la propaganda más venenosa, están tratando de romper el camino socialista de China y empujando a toda la región hacia la guerra.
AC: Dos acontecimientos muy significativos en el siglo 21 son: 1) el ascenso y la integración de los países de América Latina, con varios países que estánatravesando por un crecimiento significativo y a la vez bajo gobiernos de izquierdistas, de conciencia social. 2) Una cada vez más segura y económicamente dinámica China imponiéndose en la comunidad internacional de naciones. El papel de China en América Latina y África es difícil de comprender en su ámbito de aplicación, el mundo académico y los periodistas suelen malinterpretar estas regiones y China como entidades monolíticas. Ellos claramente no lo son. ¿Cómo interpreta la velocidad y el alcance de influencia de China en estas regiones en su conjunto?
AV: Esta es claramente la peor pesadilla para el régimen occidental. Y lo mejor que le puede pasar a las dos partes del mundo que usted ha mencionado.
China es una cultura muy antigua y muy tranquila en su esencia.
Mientras que África estaba siendo saqueado durante siglos por los colonizadores europeos, los déspotas como el rey Leopoldo II de Bélgica estaba masacrando a 10 millones de africanos, y los británicos estaban construyendo los primeros campos de concentración de la tierra, en tanto que los franceses y británicos estaban esclavizando a millones, convirtiendo a los seres humanos en mercancías, reservando sus derechos, en África y en el Oriente Medio, “para bombardear negros” en las palabras de David Lloyd George, Primer Ministro de Inglaterra (1916-1922). Mientras tanto, los alemanes y algunos otros estaban cometiendo genocidio.
En el pasado, el mucho más avanzado poder -Chino- llegó a África con barcos llenos de regalos y científicos. Desembarcaron en varias ocasiones en la costa de lo que hoy es Kenia, se intercambiaron regalos, y documentaron la vida en la costa, y luego navegaron de regreso a casa. Ellos vinieron a visitar y aprender. Este enfoque es inimaginable para las potencias occidentales avariciosas y despóticas.
AC: Más concretamente, China es considerada como una peligrosa amenaza, no sólo para lo que queda de la hegemonía estadounidense, sino también por las antiguas colonias que han sido plagados por la maldición de la búsqueda de recurso. ¿Es este punto de vista coherente con su comprensión?
AV: No estoy de acuerdo. Amenaza a la hegemonía occidental, sí, sin duda. No sólo la hegemonía estadounidense, también la europea, australiana y otras son a menudo aún más brutales que la de los norteamericanos, especialmente en África.
Pero para ‘excolonias’, ¡definitivamente no!
En este momento, hay dos horribles genocidios que están tomando lugar, acerca de los recursos naturales. Uno se encuentra en la República Democrática del Congo por los recursos naturales, coltán, diamantes, uranio y oro. Ruanda y Uganda están saqueando el Congo en nombre de las empresas y los gobiernos occidentales. Entre 6 y 10 millones de personas ya han muerto. Es la más intensa sangría desde el terror de los EE.UU. en el sudeste de Asia. Se trata de un asunto puramente ¡occidental! He trabajado 4 años en el tema y mi película “Ruanda Gambit” (“Ardid Ruanda”, en español), acaba de ser terminada. Así que sé bastante sobre este tema.
Como experto en Indonesia, también sé lo que está sucediendo en Papúa. Allí, el Occidente apoya plenamente la ocupación indonesia, la masacre en masa de la población local, y por supuesto, tremendos saqueos. Una vez más, se trata de empresas occidentales y los intereses occidentales que están involucrados.
Maldición o ninguna maldición, lo que usted ha definido como “antiguas colonias”, necesitan ingresos de sus recursos naturales. Pero necesitan un buen negocio, un trato honesto y justo.
Por lo que vi en África y en otros lugares, sin duda, consiguen esto de China. La cual incluye nuevas infraestructuras, escuelas, postas médicas, etc.
AC: Muchos grupos ambientalistas e indígenas en países sudamericanos como Ecuador, Perú y Bolivia consideran que la participación de China como un desarrollo potencialmente devastador. Temen que el papel de China como un socio importante en el comercio y el desarrollo de la infraestructura garantizan la corrupción a nivel local y nacional. Sin embargo, las empresas chinas están mostrando la capacidad de, al menos, tomar en consideración las preocupaciones locales. Como alguien que ha pasado mucho tiempo cubriendo América Latina y sus poblaciones más marginadas, ¿qué piensa usted de estos temores y de los intentos de China para mantener una relación de “win-win” (una relación en donde ganan ambos lados)?
AV: Sí, siempre se usa la palabra “potencial”. Todos los temores sobre China nunca se basan en nada racional, documentados o fundados. Es genial cómo la propaganda occidental se las arregla para satanizar el país más poblado del mundo usando sólo algunas especulaciones.
Escribí sobre ello a principios de este año. Veo el miedo a China como irracional y a menudo abiertamente racista.
En América Latina, a menudo veo que la única razón por la que existe el temor se debe a lo que se dice en los medios de comunicación (los que a menudo son financiados y controlados por Occidente). Simplemente tiene que existir ese miedo acerca de la China, ya que China es una nación asiática, ya pesar de que América Latina ha sido violada, saqueada y masacrada por Europa y los Estados Unidos, hay, sorprendentemente, los que todavía ven a Europa y EE.UU. como los mas moralmente dignos para gobernar el mundo.
Tuve la oportunidad de ver a China en la acción en Oceanía, en África y en otros lugares. Siempre me impresionó. Los chinos tienen el corazón, el cerebro y la disciplina.
Permítanme compartir con ustedes una historia que tomó lugar en África. Una empresa estatal china estaba construyendo una carretera entre Nairobi y la costa. Fui allí con mi buen amigo, un diputado local, y hablamos con los trabajadores. A todos les encantaba China y dijo que “por primera vez eran tratados como seres humanos, por parte de extranjeros”. Se les pagaba 3 veces más de lo que esperaban, pero eso no fue todo. No eran regañados o castigados, sino que se les explicaban las cosas, y eran entrenados. Pero entonces alguien se comunicó con los medios de comunicación locales y el usual bombardeo de ataques siguió. ¿Saben lo que los ingenieros y trabajadores chinos fueron acusados de, entre otras cosas? Fueron acusados de evitar los servicios de ¡prostitutas locales! Simplemente no hay nada que la China pueda hacer correcto, según la propaganda occidental y sus colaboradores locales.
Simplemente se necesita leer Las Venas Abiertas de América Latina de Eduardo Galeano y luego compararlo con las acciones concretas de China. Después es de preguntarse si todavía es racional el miedo a los chinos.
AC: No estoy seguro si sabe mucho sobre el gobierno de Rafael Correa, pero ha habido una impresionante reducción del desempleo y de la tasa de la pobreza, una serie de proyectos de obras públicas, importantes inversiones en programas sociales, educacionales y para la salud pública. Mark Weisbrot, Vandana Shiva y otros economistas izquierdistas y comentaristas han elogiando el liderazgo de Correa y su hábil manejo de la economía. Jayati Ghosh, economista indio, incluso preguntó en el periodico The Guardian “¿Podría el Ecuador ser el lugar más radical y emocionante en la tierra?” Sin embargo, la evaluación sobre el terreno entre los izquierdistas es muy diferente, muchos aquí dicen que Correa ha abandonado sus promesas y de hecho ha negado a algunos de los aspectos más progresistas de la Constitución del 2008. Aunque parece que siempre habrá conflicto entre el crecimiento económico y el medio ambiente, ¿crees que hay una manera de equilibrar estos objetivos y proveer a las comunidades en las zonas de extracción con la oportunidad de hacer que sus interés sean reconocidos?
AV: Soy consciente del dilema. Correa es una figura internacional muy importante, una fuente de inspiración para muchos. Por un lado, estoy totalmente de acuerdo en que las comunidades en las áreas de extracción siempre deben ser consultadas y sus intereses se tomen en cuenta. El socialismo es de la gente. Por otro lado, también creo que hay momentos en que los intereses personales, e incluso regional, deben ser sacrificados por el bien común del país o de todo el continente. Encontrar el equilibrio es siempre muy difícil.
Andre Vltchek es un novelista, cineasta y periodista de investigación. Cubrió las guerras y conflictos en docenas de países. Después de vivir durante muchos años en América Latina y Oceanía, Vltchek actualmente reside y trabaja en el Este de Asia y África. Su sitio web es: http://andrevltchek.weebly.com/
Adam Chimienti profesor y estudiante de doctorado originario de Nueva York. Puede ser contactado en: ajchimienti@gmail.com
Fuente: http://www.4thmedia.org/2013/05/29/it-is-not-china-that-should-be-feared-it-is-the-west
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