Simona V. Yagenova
1. Dentro del marco de la crisis
política que se vivió durante el año 2015 emergieron distintas voces socio-políticas
quienes, desde perspectivas ideológicas muy diversas, manifestaron que era
necesario impulsar una Reforma del Estado. Los alcances de estas intenciones son diversos; algunos desde una perspectiva
minimalista se conformarían con reformas a determinados aspectos del marco
jurídico, otros aspiran con una restauración conservadora, en tanto que los
movimientos y pueblos originarios han
planteado la necesidad de estructurar un Estado-Nación distinto mediante una
Asamblea Constituyente multisectorial y plurinacional. Si bien, estas discusiones perdieron impulso a
finales del 2015, éstas seguramente volverán a ocupar una parte importante de la agenda política
nacional durante el año 2016.
2.¿ Qué es lo que motiva el
renovado interés por la Reforma del Estado? ¿ Evidencia un reconocimiento
implícito de la crisis sistémica que vive el país? ¿ Es un síntoma de que en
efecto está en marcha un cambio socio-político que podría favorecer una nueva
etapa de transición democrática?
3. La
categoría de transición democrática cobró relevancia en el ámbito académico y
medios socio-políticos a partir de la década del 70, en un contexto del ocaso
de las dictaduras del sur de Europa (España, Portugal y Grecia), y en América
latina a partir de los 80. Los textos de O´Donnellm, Schmitter y Whitehead(
1986) Transiciones desde un gobierno
autoritario, sentarían la base para un fructífero debate y pautas de
comprensión de las dinámicas y factores que posibilitan las transiciones
democráticas. Uno de los muchos aspectos
que se destacaron, era que el proceso de democratización inicia cuando se
comienzan, de manera paulatina, a modificar las reglas del juego político,
ampliando derechos ciudadanos (Liberación) en un contexto de agotamiento del
sistema anterior y crisis, que facilita la suscripción de nuevos pactos políticos
nacionales.
4. En la historia reciente del
país se pueden identificar a lo menos tres momentos en que se pretendía
transitar desde un Estado autoritario, hacia un Estado democrático. :a) La
Revolución de Octubre 1944-54; b) La ANC de 1985 y la asunción del gobierno de
la DC, 1986; y c) El proceso y firma de
la paz 1996. Si bien el contexto
histórico, las fuerzas protagónicas y los alcances de estos procesos fueron muy diferentes, tienen
en común la pretensión de ampliar y profundizar derechos ciudadanos, limitar y
modificar poderes fácticos, instaurar un proceso sociopolítico con cambios en
el marco jurídico e institucional para favorecer la transición hacía un Estado
democrático.
4. El proceso de democratización
iniciado ya hace tres décadas parece haberse agotado. Los pactos políticos que se
suscribieron al crearse la Constitución de la República en 1985, y los que
posibilitaron la firma de la paz en diciembre del 1996, se han desvanecido y no existe una nueva plataforma y agenda
nacional consensuada que permitiría re-direccionar el destino de la nación
hacia un futuro distinto. El boicot y traición por parte de las élites, que derivó en el incumplimiento de los
Acuerdos de Paz y pérdida de una nueva oportunidad política para la “
democratización “ del Estado y sociedad, favoreció la configuración y
reacomodos de poderes fácticos espurios, profundizó la perversión de las prácticas
políticas adecuadas a la lógica más perversa del capital; robusteció la
intromisión de las élites económicas en el qué hacer estatal desde la atávica
lógica de subordinar el bien común al de sus intereses particulares; permitió
la penetración del capital mafia y sus operadores políticos y minó la actuación
estatal en términos de transparencia, eficacia, mientras lo blindaba ante las
múltiples iniciativas que buscaban profundizar derechos ciudadanos y modificar
la lógica concentradora y excluyente del sistema económico imperante.
5.
De tal manera, que en el ámbito estatal
no se crearon nuevos espacios de participación política que trascendieran la
lógica de la democracia liberal y representativa, en tanto que la estructura política formal demostró una flagrante
incapacidad/falta de voluntad para
canalizar o responder a los anhelos transformadores de las fuerzas democráticas
y sociales[1].
Un proceso de democratización que se estanca, retrocede. Esto es así, porque
deja de dar respuesta a las dinámicas evolutivas de las demandas y luchas
sociales que emergen ante las crecientes contradicciones sistémicas imperantes.
6.
El deterioro en el respeto a los derechos humanos. implementación de medidas
represivas y de criminalización de defensores/as de la vida, que en la época
posguerra se agudizó en el gobierno de Oscar Berger( 2004-2008)y alcanzó
niveles intolerables durante la gestión presidencial de Otto Pérez Molina (
2012-2015), evidenció estos retrocesos; es más, la actuación fraudulenta en el
proceso de aprobación y viabilización de la Industria Extractiva, y el
irrespeto a las 83 consultas de buena fe o municipales realizadas que
rechazaban estos proyectos, demostró nuevamente a un Estado que actúa en contra
de la voluntad de sus ciudadanos y con tal de impulsar al modelo de acumulación
por despojo, está dispuesto a violentar sus propias normas jurídicas e
institucionales.
7.
En este contexto, eran previsibles los retrocesos en materia de derechos
socio-económicos, pero también la intensificación de las contradicciones
sistémicas. Algunas de estas contradicciones sistémicas que dentro del marco de
las reglas actuales del sistema no pueden solventarse y propician creciente
inconformidad son:a) El modelo de acumulación por despojo, que impacta
sobre la tenencia, uso de la tierra y bienes naturales que afecta especialmente
a los pueblos originarios y comunidades campesinas; b) El racismo estructural y denegación de la
autodeterminación de los pueblos originarios; c)
La
brecha entre las expectativas que genera el modelo de “desarrollo” actual y su incapacidad
para generar bienestar, fuentes de empleo, trabajo decente, y salarios dignos; d)
La persistencia de la desigualdad, el empobrecimiento de la clase media y los
obstáculos para el ascenso social de nuevas generaciones; e)La profunda
penetración de los capitales ilícitos en todos ámbitos de las estructuras del
poder y en la sociedad como tal, lo que agudiza los niveles de violencia, el
debilitamiento del tejido social, y la creación de poderes paralelos; f) Los
anhelos democráticos y transformadores de los movimientos y distintas fuerzas
sociales que se enfrentan a un sistema político que no se abre a las demandas
ciudadanas.
8.
Pareciera entonces, que la demanda por una Reforma del Estado,
independientemente de su perspectiva ideológica política o sus alcances, si
responde entonces a una creciente
insatisfacción de la ciudadanía con el sistema imperante, que trasciende por
mucho la llamada a combatir la corrupción. Pero ¿ implica esto que se cuentan
con condiciones objetivas y subjetivas para construir un nuevo pacto político
nacional que derive en una profunda Reforma del Estado de carácter
refundacional ?
9.
¿Existen condiciones actuales para impulsar una nueva etapa en la transición
democrática a través de una Constituyente originaria,multisectorial y
plurinacional?
Sin
pretender responder a esta compleja pregunta, la historia nos ha enseñado que
los cambios socio-políticos trascendentales son antecedidos por procesos de: a)acumulación
de criticidad con lo existente;b) de la emergencia de nuevas fuerzas
protagónicas que construyen contrahegemonía en el ámbito de los saberes y sus
prácticas sociales, pero que aún no logran irrumpir con fuerza;c) la existencia
de una crisis en la forma de ejercer el dominio por parte de las élites, que ya no logran suficiente legitimidad, ni son
capaces de imponer unilateralmente las reglas del sistema que ya está en
crisis; d) la intensificación de contradicciones que ya no pueden resolverse con las reglas del
juego del sistema existente, iniciándose un proceso de reacomodos; e) cuando se
visibilizan claramente diferentes modelos de Estado- Nación que están en
disputa y en torno a los cuales se movilizan distintas fuerzas socio-políticas.
10. Durante las últimas tres
décadas, se han gestado importantes cambios en el contexto mundial, la dinámica
de acumulación capitalista y ciertas readecuaciones en las estrategias del
imperio hacia la región, que indudablemente impactaron al país mediante la reconfiguración de los territorios para
favorecer la subordinación a las dinámicas expoliativas y expropiativas del capital, robusteció la
dominación ideológica política conservadora y acentuó la dependencia a los EEUU
mediante el RD-CAFTA, las remesas de los migrantes y las políticas de seguridad. ¿ Qué implicaciones tiene este contexto para
la lucha por una Reforma democrática y refundacional del Estado?
11. La crisis que enfrenta el
país es a su vez una manifestación de la crisis global, de un orden mundial en
que se desatan las fuerzas destructivas del capital, que amenazan a la
humanidad entera. Hoy hablar de una Reforma del Estado refundacional no es lo
mismo que hace 30 años, ni se puede reducir solamente a la discusión de leyes o
instituciones. Hoy este debate tiene un nuevo piso político, gracias al enorme
legado del pensamiento crítico latinoamericano/caribeño,el feminismo, los
pueblos originarios, los ecologistas, y la praxis de los movimientos sociales
mundiales, las experiencias revolucionarias y emancipatorias en la Patria
Grande y el Mundo entero. Hoy hablar de una Reforma del Estado refundacional implica
sentar nuevas bases filosóficas –políticas; y así contribuir a un modelo
civilizatorio alternativo basado en el Buen Vivir, El Utzilaj K´aslemal, el Raxnaquil
“K´aslemal” que se erige en la defensa, reconstitución de la vida como un todo,
que promueve la convivencia, complementariedad, libertad y derechos de la naturaleza, la libre determinación de
los pueblos, a partir de prácticas que descolonizan, despatriacalizan y desmercantilizan las
relaciones humanas.[2]
En la declaración política de IV Congreso Guatemala
Florecerás ( Agosto 2014) se plantea que “ las relaciones deben estar basadas
en el bien común, en el reconocimiento de la corresponsabilidad del cuidado de
la vida entre hombres y mujeres y en la necesidad de que las nuevas formas de
convivencia armónica desestructuren las relaciones de poder de dominio basadas
en la propiedad privada. Estas relaciones deben potenciar la libertad, la
autonomía, los placeres, la autodeterminación de los pueblos, los cuerpos y los
territorios para una vida digna y en armonía, lo que implica desestructurar la
violencia contra la naturaleza, las mujeres y los pueblos.”
Cuando cambian las ideas motrices, los
imaginarios y sueños, ya ha dado inicio la transición….
Enero 2016
[1] . El Congreso de la República no ha emitido
ninguna ley que beneficie explícitamente a trabajadores, pueblos originarios y
el campesinado en más de 10 años de legislación y sus demandas estratégicas
simplemente quedan engavetadas, son tergiversadas en el perverso juego
partidario legislativo y no se aprueban. Esto demuestra, sin duda, el blindaje
de uno de los tres principales organismos del Estado ante iniciativas de leyes,
que no han buscado más que ampliar y viabilizar derechos, mejorar las condiciones
materiales de los empobrecidos y delimitar el ámbito de acción de los poderes
fácticos.
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