PANAMA:Marco A. Gandásegui, hijo: Neoliberales
20 de septiembre 2012
Los ideólogos neoliberales crean
toda clase de confusiones. En EEUU acusan a los trabajadores migrantes de origen
mexicano, y otros latinoamericanos, de la recesión economica. Los mismos
ideólogos achacan el estancamiento de la economía norteamericana a la Republica
Popular de China que tiene obreros con salarios más bajos. En Europa pasa algo
similar con los neoliberales quienes le echan la culpa de la crisis a sus
respectivos pueblos.
En Panamá la situación es algo
distinta. El auge de la economía china ha impactado favorablemente al sector de
servicios marítimos de Panamá. El Canal de Panamá y los puertos, así como el
sector bancario y de seguros, crecen a tasas muy superiores al diez por ciento
anual. Igualmente, hay un fuerte incremento en áreas especulativas como los
inmuebles, el turismo y la minería.
Los neoliberales panameños
(fundamentalistas) insisten en plantear que el auge del último lustro es el
resultado de sus políticas engendradas durante la gestión presidencial de Pérez
Balladares (1994-1999). Fue en este período que el gobierno entregó casi la
totalidad de las empresas públicas a un pequeño grupo de inversionistas. Además,
inició el desmantelamiento de los sectores de la salud, educación y seguridad
social.
Los voceros neoliberales que se
pasean por los pasillos refrigerados del actual gobierno felicitan al presidente
Martinelli por sus iniciativas draconianas. Entre estas se destaca la política
de reducir a su mínima expresión las inversiones y los servicios de salud
dirigidos a la población. En cambio, el gobierno procura establecer centros
hospitalarios para atraer empresas extranjeras y turistas al país. En la
actualidad, hay un anteproyecto para privatizar las fuentes de agua de los
panameños. Es decir, el IDAAN tendrá que comprarle a precios exhorbitantes el
agua a un pequeño grupo de especuladores. Sin invertir un centavo, estos
especuladores se adueñarían de las cabeceras de los ríos esclavizando a los 3.5
millones de habitantes del país.
Los neoliberales también celebran
sus avances en el campo de la educación. Las instalaciones escolares han sido
abandonadas y los estudiantes no cuentan con la infraestructura mínina. Se está
promoviendo el “rancho” escolar como modalidad en las áreas rurales e, incluso,
en algunos sectores urbanos. El “rancho” reúne en un salón, bajo la dirección de
una maestra, a niños de varios niveles.
La falta de escuelas y equipos no
impide que las autoridades no promuevan nuevas iniciativas. En la actualidad, se
trabaja en otro proyecto legislativo para privatizar las escuelas del país. El
programa consiste en convertir la educación panameña en un negocio. El proyecto
de educación “público-privado” entregaría las instalaciones educativas y a los
mismos educadores a empresarios para que puedan lucrar con los bienes públicos y
los trabajadores de la educación. Este sistema ha fracasado tanto en el mundo
subdesarrollado (Chile) como en el llamado “centro” (ver el caso de la ciudad de
Chicago en Estados Unidos.)
Los neoliberales proyectan una
amplia gama de iniciativas públicas que incluyen negocios y también planes
ideológicos. En el campo de la educación han logrado dar pasos importantes para
eliminar del plan de estudios todas las materias que riñen con sus fines
lucrativos. Su primer objetivo es eliminar las materias que enseñan a los
jóvenes a pensar (filosofía, cívica), a tener conciencia de su identidad
(historia) o materias que le ofrezca al adolescente posibilidades de proyectar
su creatividad.
Los neoliberales panameños descubren
su verdadera intención ideológica cuando insisten en tergiversar la enseñanza de
la historia. No aceptan que los panameños puedan levantar su propia bandera
sobre territorio nacional. Rechazan el estudio de las relaciones entre Panamá y
EEUU en el siglo XX. Durante casi un siglo, el
pueblo panameño luchó por recuperar su soberanía secuestrada por EEUU.
El éxito de esta lucha es negada por los neoliberales y han logrado borrarlo de
los textos escolares y de los salones de clase.
Pronto los neoliberales podrán
introducir en los textos escolares las figuras de los presidentes
norteamericanos Ronald Reagan y George Bush como pioneros de los ajustes
económicos en Panamá. Como lecturas obligatorias se leeran Harry Potter y Alicia en el país de las Maravillas. Los
textos ya han borrarado los mártires de la gesta del 9 de enero de 1964 y las
negociaciones encabezadas por Torrijos y Escobar Bethancourt para poner fin a la
colonia de la Zona del Canal con sus bases miltiares. Se eliminaron las novelas
de contenido social y nacionalsita de Joaquín Beleño, Luna Verde y Gamboa Road Gang.
¿Cómo se explica que sectores
amplios de la población permitan este atropello a la identidad y al bienestar de
los panameños? La Universaidad de Panamá se opone a lo que considera un “enorme
error” tergiversar la historia. Igualmente, los estudiantes del Instituto
Nacional y otros planteles secundarios han protestado. El gobierno, la oposición
política y los gremios empresariales, sin embargo, caminan de la mano con los
ideólogos neoliberales pretendiendo acabar con el proyecto de nación. Los
neoliberales comprenden bien que si convencen a los panameños que somos lo que
ellos llaman “globales” les entregamos en bandeja de plata nuestras riquezas.
Con esos millones manipulan a diputados, magistrados e, incluso, al propio
presidente de la República y su gabinete.
20
de septiembre de 2012.
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