FRENTE AL DAÑO AMBIENTAL DE LA PALMA ACEITERA, URGE ACTUAR ANTES QUE SEA DEMASIADO TARDE
Durante más de diez años las comunidades del norte y sur-occidente del país, particularmente: Fray Bartolomé de las Casas,Chisec y Raxuhá, en Alta Verapaz; Ixcán, en Quiché; Sayaxché y San Luis, en Petén; Coatepeque, en Quetzaltenango; han venido denunciando el nocivo avance del cultivo de palma aceitera en sus campos, que entre otros problemas ha ocasionado:
a) Cambio de uso del suelo, que ha dejado sin tierra para cultivo de alimentos y desalojado a comunidades campesinas completas, a través de medidas de coerción y “compra de tierras” por medio de amenazas y falsos ofrecimientos de futuro empleo y vida promisoria;
b) Tala de los bosques remanentes, para “limpiar” el campo y ocuparlo en el monocultivo señalado;
c) Desvío de los ríos hacia los fundos palmeros, dejando sin agua a las comunidades campesinas en verano y provocando inundaciones sobre las mismas en la época de lluvias, cuando las empresas cierran sus represas para evitar la inundación sobre sus plantaciones;
d) Contaminación por agro-tóxicos de las fuentes de agua y los ríos, con la consecuente mortandad de peces y vida silvestre en general, fenómeno que se repite varias veces durante el año, siendo el último y el más grave el sucedido esta semana en el río La Pasión, Sayaxche, Petén;
e) Enfermedades de las personas y del ganado vacuno, ocasionadas por las plagas de moscas y ratas generadas por la palma aceitera.
¡Es hora de actuar!
1º. No estamos frente a un problema aislado, ni se trata de una situación que involucre solamente a comunidades campesinas e indígenas y empresarios agrícolas. ES UN PROBLEMA NACIONAL que arrasa con nuestro ambiente natural y deteriora nuestra ya precaria calidad de vida. Tarde o temprano toda la sociedad pagará las consecuencias de esta grave contaminación.
2º. Las Universidades y las organizaciones sociales –campesinas, de los pueblos, mujeres, sindicatos y de jóvenes–, TODOS DEBEMOS EXIGIR que se ponga fin a la expansión –y se revierta– este monocultivo que socava nuestra seguridad alimentaria y amenaza el futuro de las próximas generaciones.
3º. De estos hechos criminales las comunidades afectadas han presentado anteriormente denuncias al Ministerio de Ambiente Recursos Naturales y al Ministerio Público, sin que fueran atendidas. Exigimos que en esta ocasión se lleve a la justicia a los responsables y se les deduzcan todas las responsabilidades.
4º. Este grave desastre ecológico y social no es ajeno a la actual crisis política del Estado ni a la lucha ciudadana contra la corrupción y la impunidad. El Estado ha faltado a su función y mandato de regulador y garante de los Derechos Humanos y del cumplimiento de la legislación nacional e internacional por parte de las empresas palmeras.
Guatemala, 15 de junio 2015.
• Asociación de Comunidades Forestales de Petén –ACOFOP–
• Asociación de Servicios de Salud Comunitaria –ASECSA–
• Asociación Organización Maya para la Paz y el Desarrollo de Sayaxché –MAYAPAZ–
• ActionAid
• Coordinación de ONG y Cooperativas –CONGCOOP–
• Campaña Guatemala Sin Hambre –CGSH–
• Centro Universitario de Petén –CUDEP–
• Colectivo de Estudios Rurales
• Comité de Unidad Campesina –CUC–
• Consejo Nacional de Desplazados de Guatemala –CONDEG–
• Escuela de Ciencia Política –USAC–
• Fundación Calmecac
• Fundación Guillermo Toriello –FGT–
• Fundación Naturaleza para la Vida –NPV–
• Fundación ProPetén
• Pastoral Social del Vicariato Apostólico de Petén
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