Guatemala, 31 de mayo 2015
Jun amaq' nutij ruq'ij nutij ruchuq'a' tikirel nsachon.
Un Pueblo que lucha, puede perder.
Jun amaq' ri man nch'ojin ta, xtzaq yan, xsach yan ruyon.
Un Pueblo que no lucha, ya perdió.
Las grandes demandas políticas necesitan profundas soluciones políticas. Ampliemos esta fuerza ciudadana hasta que se cumpla la voluntad de los pueblos. Nuestra voluntad siempre ha sido profundizar la democracia. Las luchas sociales han demandado por siglos el derecho a la justicia social y a participar en la formación, ejercicio y control del poder público, pero las roscas politiqueras son sordas. El sistema político de Guatemala no debe seguir siendo solo para los partidos políticos.
Es urgente que concedamos el derecho a las agrupaciones ciudadanas y a las organizaciones de los pueblos indígenas a constituirse políticamente para conformar los poderes públicos y expresar la voluntad popular. Es urgente que el régimen electoral asegure la paridad y la alternancia de mujeres y hombres en las listas de candidatas y candidatos para todos los cargos de gobierno y de representación. Deben crearse normas firmes para que la ciudadanía tenga derecho a la supervisión, vigilancia, control y acceso irrestricto a la información electoral. De hecho no podemos permitir más los secretos del financiamiento, el transfuguismo, los cargos vitalicios y el menosprecio al voto nulo. El régimen electoral de Guatemala debe asentarse en el principio de la mayoría con reconocimiento y respeto de las minorías y, por tanto, debe combinar la representación proporcional y el criterio mayoritario para la elección de representantes.
Para que el Estado oligárquico y corrupto se transforme desde sus raíces, los pueblos indígenas llamamos a que además de la democracia representativa, se constituya legalmente la democracia participativa y plurinacional. La democracia directa y participativa nos debe dar el derecho a hacer referendos, a hacer accesible la iniciativa legislativa ciudadana, a la revocatoria de mandato, a hacer asambleas, cabildos y consultas previas y vinculantes. La democracia plurinacional debe reconocer la existencia de los pueblos indígenas. Los pueblos indígenas tenemos derechos colectivos que deben ser reconocidos en todo el funcionamiento del Estado. La Ley de Partidos Políticos debe reflejar el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas e incluir el derecho de referendo para constituir autonomías.
Esta es, en síntesis, la voluntad histórica de los pueblos. Y esa voluntad soberana no se reduce a la ley electoral. Mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños, ancianos y ancianas de todos los pueblos de Guatemala queremos limpieza total del Estado. ¡No permitamos que nos vuelvan a dar atol con el dedo! Los parches que las redes de corrupción quieren hacer hoy, sólo meterán reformas simples para disminuir la presión popular ante el nuevo gobierno. Por eso debemos tener un horizonte de luchas hasta que la democracia esté realmente viva en las comunidades y en las ciudades.
Tarde o temprano se harán las elecciones. Debemos prepararnos para las próximas elecciones, lo cual implica revalorar el voto como un acto de voluntad ciudadana. No permitamos que los mismos entren de nuevo al Congreso ni a ninguna instancia estatal. Necesitamos que la legítima vigilancia ciudadana sea legal y permanente. Urge que la democracia representativa, participativa y plurinacional sea legal y permanente. Los cambios que requiere Guatemala sobrepasan esta coyuntura porque son muchos años los que se requieren para reconstruir y defender la vida en nuestros territorios. Tarde o temprano las próximas elecciones serán el momento decisivo porque a la oligarquía hoy solo le interesa calmar las aguas, con triunviratos o sin triunviratos, para hacer remiendos de borrón y cuenta nueva y volver con su arremetida de imponer sus leyes y políticas de hambre y saqueo.
Llamamos y nos sumamos a levantar una gran alianza que tenga como horizonte una Constitución Política Plurinacional. Esta gran alianza de mujeres y hombres debe estar basada en, por lo menos, cuatro pactos por la paz, la dignidad y la justicia:
1. Que la República de Guatemala adopte una forma de gobierno basada en la democracia participativa, representativa y plurinacional.
2. Que la unidad de la nación se fundamente en una economía plural y de interés público social, orientada a mejorar la calidad de vida de mujeres y hombres mayas, mestizos, xincas y garífunas:
a. Que el Estado ejerza y cumpla con la dirección integral del desarrollo y sus procesos de planificación en función de la justicia social.
b. Declarar como visión nacional un horizonte que elimine la pobreza y las exclusiones sociales y culturales.
c. Declarar de urgencia nacional acciones para resolver la inequidad sobre la tierra, los conflictos agrarios, los despojos territoriales y toda forma de saqueo a las tierras indígenas y campesinas.
d. La política fiscal debe basarse en los principios de capacidad económica, igualdad, progresividad, proporcionalidad, transparencia, universalidad, control, sencillez administrativa y capacidad recaudatoria.
3. Que una cultura plurinacional sea proclamada e impulsada para construir una sociedad incluyente y sin racismo.
4. Que desaparezca la militarización, que la administración de justicia no alimente redes paralelas de poder ni fraudes de ley y que se respete y organice la pluralidad de la justicia.
¡POR UNA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, PARTICIPATIVA Y PLURINACIONAL! #YoSiVoto CONVERGENCIA CPO-CRD
¡ES EL TIEMPO DE LOS PUEBLOS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario