Ana Esther Ceceña ¿Cómo funciona la guerra en la cual estamos inmersos?


Ana Esther Ceceña, economista mexicana, dirige el Observatorio Latinoamericano de Geopolítica. Vinculada a los movimientos populares del continente, realiza un análisis de cómo se desarrolla el actual escenario de guerras del imperialismo norteamericano, y qué sucede, en ese cuadro, en Venezuela.
¿Puede describirnos la doctrina estadounidense actual para América Latina? ¿Cuáles son las líneas que la definen?
Hay dos líneas centrales en la política que tiene Estados Unidos hacia América Latina y hacia el planeta en su conjunto. Una de estas líneas consiste en establecer cuáles son los elementos, los lugares, los espacios, los procesos, que se consideran estratégicos en términos de la reproducción general del capital, y del sistema en su conjunto. Esos elementos que son estratégicos marcan nodos críticos en el planeta, que son los más importantes para ser ocupados o controlados. Entonces, por ejemplo, cuando se trata de las consideraciones sobre política energética, hay una valoración sobre los territorios en los que se encuentran los mayores yacimientos petroleros que hay en el planeta, y son estos territorios los que es necesario ocupar. Ahí va a haber una variedad de políticas y de mecanismos que permiten acercarse a ellos.
La idea es ocupar todo aquello que sea estratégico, porque es necesario para la propia reproducción de la hegemonía de Estados Unidos, pero también porque es necesario limitar el acceso que puedan tener a ellos otros competidores. Es una política que tiene un doble carácter, es en términos generales lo que llamamos los criterios de reproducción estratégica.
La segunda línea proviene de una reflexión profunda que se hizo después de que Estados Unidos pierde en Vietnam, una reflexión sobre el tipo de enemigo que están enfrentando, y sobre el cambio que está ocurriendo con el fin de la guerra fría. A partir de ese momento están pensando que no es solamente una confrontación con un enemigo equivalente, con otro Estado, no son estos bloques de fuerza como durante la guerra fría, sino que principalmente el conflicto se está deslizando hacia enemigos asimétricos, con otras características, otras posibilidades, armas muy distintas que no son propiamente tecnología de guerra sino tecnología de organización, que es lo que les pasó en Vietnam, no entendían cómo actuaban los vietnamitas, porque los vietnamitas no oponían un misil a otro sino más bien una estrategia organizativa a armas avasalladoras.
A partir de ahí empiezan a pensar que la estrategia de dominación tiene que proponerse dominar todas las dimensiones de las relaciones de poder, todas las dimensiones de la vida, tiene que ser de espectro completo, y ahí cabe todo, no solamente es geográfico, espacial, es también energético, económico, cultural, político, entonces el planteamiento es tienen que dominar todos los niveles en que se establecen las relaciones sociales, como para que en estos niveles no se reproduzca una ideología o modos de vida que sean confrontativos americanos, capitalistas.
¿Cómo se traduce eso en las agresiones actuales contra diferentes países del mundo y del continente? ¿Qué implicaciones concretas tiene para la vida de nuestros pueblos?
A partir de estos principios generales se han organizado las guerras en el siglo XXI. Las formas con las cuales Estados Unidos se aproxima al resto del mundo y a los lugares estratégicos es bastante distinta a como lo hacía antes. Ahí entra la idea de las guerras no convencionales. Más que desatar una guerra lo que se hace es crear situaciones de guerra. No son guerras declaradas, no son necesariamente invasiones, son desestabilizaciones, pequeñas invasiones, se colocan fuerzas especiales, personajes que pueden incidir en una desestabilización, o grupitos paramilitares que crean confusión, terror, según los casos. Por supuesto acompañados de campañas mediáticas que tienden a hacer crecer los conflictos, hacerlos aparecer en el límite, el borde. Cosas que han aparecido en Libia, Siria, Irak, Afganistán.
Se crea una confusión muy grande de manera a que la gente de esos países tienda a perder el sentido de realidad, se le modifique, fragmente, se le bombardee mediáticamente con verdades construidas, que termine con la gente diciendo “ya no sé qué es cierto pero lo que sí percibo es que todo es un caos”. Esa idea de que el caos es la falta de control y que todo eso va hacia la catástrofe es algo muy importante en este tipo de guerras que son difusas y no específicas y precisas, que adoptan un conjunto de modalidades distintas simultáneamente.
Hay tres características: la simultaneidad de operativos distintos, como para tender a confundir, eso puede ser a nivel regional, como simultaneidad de procesos que empiezan a ser todos complicados, como ha sucedido en América Latino en tiempos recientes, como en Brasil, Argentina, Venezuela, Honduras, Haití, Paraguay, todo se va encadenando y cada uno es un caso de diferente estilo, pero todos están articulados en torno a una política continental general, todos ocurren simultáneamente de manera que uno no se puede solidarizar con el otro porque tiene su propio problema encima, entonces esta idea de la diferencia y simultaneidad combinadas es muy importante. La otra característica es la del avasallamiento, lanzando una ofensiva de tal vigor que sea casi imposible hacerle frente. Puede ser una ofensiva bélica, atacar con todas las bombas al mismo tiempo, que es lo que ha pasado en Siria, o avasallamiento social, cultural, político, monetario, todo al mismo tiempo, y con una intensidad tal que no permite que uno tome respiro. Hay una idea muy asentada dentro de estas dinámicas, que es la de no dejar resquicio al enemigo, eso está en los documentos del Departamento de Defensa, no dejarle resquicio ni lugares ni permitir que haya poros en la sociedad donde el enemigo, que en este caso es el pueblo venezolano, se pueda refugiar, tomar respiro, recuperar fuerzas, reorganizarse. Es la idea de tapar todos los poros para que no haya ninguna esquinita donde este enemigo, que simétricamente es más débil, pueda recuperar sus fuerzas.
¿Cómo ve esta estrategia en el caso de Venezuela?
Podemos pensar que hay golpes que se dan directos, y hay golpes indirectos. En muchos de los casos de América Latina, Venezuela es uno de esos casos, funcionó durante un primer momento, una estrategia que sería un poco de envolver, rodear. Durante algún tiempo lo que han estado haciendo es que todos estos puntos que entran dentro de la categoría de estratégicos, por ejemplo cuando se colocan bases militares no se colocan ahí porque no se puede, sino que se les rodea de bases militares, o de políticas, normativas que los van poco a poco asfixiando, puede ser en los países de alrededor con países de fronteras que tiendan a alterar el funcionamiento entre esos países, como el caso de la frontera entre Colombia y Venezuela. Ocurre lo mismo con algunas instituciones que son soportes de los procesos, y lo que se hace es irlas carcomiendo, debilitando, y cuando estas instituciones pierden fuerzas, el objetivo último queda en condiciones de mayor fragilidad.
Estos dos momentos pueden ser simultáneos o secuenciales. Puede haber dos momentos simultáneos, pero también pueden ser secuenciales, puede haber un primer momento de golpe directo, luego de golpe envolvente, y luego nuevamente directo, o pueden simultáneamente estar ocurriendo un operativo envolvente y uno de penetración directa. Es importante tener en cuenta que siempre se juega con fuerzas internas, mientras menos aparezca la mano externa entonces mejor. Se usan recursos de fuerzas internas que estén en algún modo de posición de oposición natural, fuerza del tipo de Capriles, que son auspiciadas, alimentadas, y también ocurre lo mismo con algunas instituciones que son soportes de los procesos. También se utilizan fuerzas intermedias, como esta cuestión ahora de que 11 países de América Latina le están exigiendo a Venezuela que dé fechas de elecciones, poniendo condiciones, creando amenazas. No es Estados Unidos, son estos otros países, que son los países equivalentes, que además son envolventes porque son los que están alrededor de Venezuela, entonces la iniciativa tiene esas dos funciones: la envolvente y el ataque directo, y además encubrir la fuente originaria de la iniciativa.
En América el punto más estratégico es Venezuela, por el petróleo, Venezuela y sus alrededores, Venezuela y el canal de Panamá, es la Amazonia, el canal, el paso entre los dos océanos, el petróleo, agua, minería, es una zona absolutamente estratégica donde Venezuela tiene un peso muy fuerte, y este espacio un poco mayor que sería el paso caribeño de Panamá junto con Venezuela es el punto fundamental a controlar en América Latina y es el punto donde se está concentrando la ofensiva en este momento.

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