14/09/14 |
El más alto tribunal inmigratorio de los Estados Unidos ha dictaminado esta semana que las mujeres procedentes de otros países huyendo de la violencia doméstica y temiendo por sus vidas, pueden ahora legalmente solicitar asilo en los Estados Unidos.
El Consejo de Apelaciones de Inmigración adoptó esta decisión en el caso de Aminta Cifuentes, una mujer guatemalteca, cuyo esposo la violó y golpeó repetidamente, y la quemó con disolvente para pintura. Cifuentes pudo probar al tribunal, que también el gobierno guatemalteco fracasó en protegerla de su abusador.
El Consejo de Apelación de Inmigración hizo notar en su decisión que las mujeres víctimas de violencia doméstica constituían un “grupo social particular” el cual forma parte de una de las cinco áreas legalmente protegidas para calificar el estatuto de refugiado. Los extranjeros también pueden solicitar asilo si pueden probar una “bien fundada amenaza de persecución” basada en la raza, religión, nacionalidad y opinión política.
El tribunal fue más lejos haciendo notar en su decisión que Guatemala tiene “una cultura de machismo y violencia familiar”, que “la violación conyugal representa un serio problema” y que la “Policía Civil Nacional de Guatemala falla en la respuesta a los requerimientos de ayuda relacionados con la violencia doméstica”.
“Se vuelve claro con esta decisión lo que las organizaciones feministas estaban diciendo por muchos años, respecto a la incapacidad del estado para proteger la vida de las mujeres. Incluso si fue posible avanzar en los campos legislativos e institucionales, la violencia contra las mujeres en todas sus formas continua siendo un serio problema para las mujeres en este país”, dijo a teleSUR English, Ada Valenzuela, presidenta de la Junta de Directores de las Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (UNAMG).
UNAMG es una organización feminista guatemalteca que fue fundada en 1980, en medio de uno de los períodos más violentos durante los sangrientos 36 años de guerra civil. Además del genocidio, ha estado documentado que el estado guatemalteco usó el feminicidio, violencia que específicamente tiene como objetivo a las mujeres, como un instrumento de represión y terror en sus campañas contrainsurgentes. Algunos de los actos de violencia de género incluyen violaciones, mutilación sexual y abortos forzados.
“Con estos antecedentes, este puede ser un importante paso para las mujeres que no han encontrado ninguna respuesta del estado guatemalteco o de los estados de Centroamérica“, añade la presidenta de la UNAMG.
“Desde un punto de vista político es un reconocimiento que la violencia contra las mujeres no constituye un problema ’privado’ -como el tribunal de inmigración entendió previamente– sino un problema político y social que afecta a muchas mujeres que no obtienen una respuesta desde el estado.”
Un paso adelante
“Este es realmente un importante precedente legal, pero hay todavía una gran cantidad de factores que obran contra las mujeres quienes intentan utilizar este argumento legal”, dice a teleSUR English, Aviva Chomsky una profesora de historia latinoamericana en la Universidad del Estado de Salem.
Chomsky dice que mujeres como Cifuentes, que entró a los Estados Unidos sin documentación en 2005, hacen frente a muchos obstáculos y puede que no sean tan afortunadas como ella lo fue. Por ejemplo, otras mujeres no tuvieron la suficiente suerte de tener acceso a una representación legal.
Además, muchas otras no pueden acceder a la documentación probando la incapacidad de sus respectivos gobiernos para protegerlas, e incluso la complicidad del estado. Karen Musalo, una abogada en el caso Cifuentes, explica a teleSUR English que esos son prerrequisitos para obtener asilo.
“El aspirante a asilo tiene la ‘carga de la prueba’ para establecer todos los elementos requeridos para su reclamación. Cuando un individuo es perseguido por un ‘actor no estatal’ – como en el caso en que el perseguidor es su marido –ella es requerida para demostrar que su gobierno es ‘incompetente y poco dispuesto’ para protegerla”, dijo Musalo, una profesora y directora del Centro para el estudio de Género y Refugiados
De acuerdo con Grahame Rusell, director de la ONG canadiense “Rights Action” radicada en los Estados Unidos, un defecto de esta situación es que no hace nada para las mujeres en Guatemala, donde la impunidad, la corrupción y la violencia, especialmente violencia de género, es la norma. Guatemala tiene uno de los más altos índices de feminicidio del mundo.
Sin embargo, ha añadido que aunque el impacto es más o menos sentido principalmente dentro de las fronteras de los Estados Unidos, la decisión de la corte, hará impacto también en la vida de las personas.
“La decisión de la corte fortalecerá a los grupos de abogados, de derechos humanos, juristas y grupos de ayuda jurídica, que están luchando por las mujeres que están tratando de permanecer en los Estados Unidos, porque temen por sus vidas” ha dicho Russell, que ha estado trabajando con comunidades en Guatemala durante más de 25 años.
Cyril Mychalejko es un periodista de teleSUR
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Cyril Mychalejko · · · · ·Una importante sentencia de un tribunal de los Estados Unidos sobre el asilo y la violencia de género en Guatemala
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