James Petras:  Hay una militarización generalizada de EEUU contra China, que incluye a Corea del Norte 


La Haine    4 de abril 2013


Efraín Chury Iribarne: Hoy tenemos un tema casi excluyente para escuchar su análisis, me refiero a la situación en Corea, el momento actual y las posibles consecuencias.

JP: El problema de Corea tiene que ver con una larga historia, de la cual voy a hacer un pequeño resumen.

En los primeros años de la década pasada, Washington y otros países mantuvieron negociaciones con Corea del Norte sobre como llegar a un acuerdo pacífico, cómo terminar las acciones militaristas, cómo aceptar a Corea entre los países de Asia. Y estas negociaciones -con George Bush en su primera Presidencia- avanzaron, a tal punto que en el año 2006 casi firmaron un acuerdo que establecía que Corea del Norte se comprometía a limitar sus actividades nucleares y por su parte Estados Unidos se comprometía a cesar las sanciones que imponen un bloque comercial a Corea del Norte y permitía un comercio en todo sentido.

Pero a último momento, cuando Corea del Norte estaba pronta a firmar, Washington suspendió el acuerdo, se replegó diciendo que Corea del Norte no estaba en condiciones de cumplir con su parte del acuerdo, sin dar mayores explicaciones, excepto algún escándalo por aquí y por allá en contrabando de armas.

A partir de ese momento, era 2006 – 2007, se comienzan a aplicar otras políticas. Es decir, la razón por la cual Estados Unidos rechazó el acuerdo pendiente fue porque las fuerzas militaristas en Washington ganaron en importancia y eso siguió con el régimen de Barack Obama, junto con su nueva política de girar hacia Asia.

La razón es que, mientras se apunta a Corea del Norte, también se están militarizando las áreas cerca de China. O sea, lo que estamos diciendo es que hay una militarización generalizada de Estados Unidos hacia China, que incluye a Corea del Norte. Los misiles que Estados Unidos tiene apuntando a Corea del Norte también pueden alcanzar a China.

Ahora, Corea del Norte es muy defensivo, están muy bien armados militarmente -relativamente digo- y podrían hacer bastante daño a los aliados de Washington y tal vez alcanzar bases militares. No es un país al que uno simplemente puede imponer criterios o políticas.

En ese marco, Washington empezó a acelerar sus medidas de intimidación, empezaron a extender y profundizar los ejercicios en el sur de Corea, empezaron a sobrevolar con bombarderos muy cerca de la capital de Corea del Norte y todo eso tenía el efecto de subir la temperatura en la zona. Entonces Corea, para movilizar su población, movilizar sus Fuerzas Armadas, empieza a utilizar una retórica muy bélica, demostrando a la población que ellos tienen la voluntad de enfrentar cualquier amenaza de los Estados Unidos.

Ahora, los medios de publicidad, los medios de comunicación de masas, sólo enfocan las declaraciones de Corea del Norte descontextualizándolas de las últimas amenazas de Estados Unidos, olvidándose de toda la historia de los últimos siete años en los cuales Corea del Norte demostró una capacidad de negociar bajo condiciones de igualdad y disposición a llegar a un acuerdo para terminar con las sanciones económicas. Pero mientras Crea del Norte enfrenta sanciones y enfrenta amenazas, empieza a ponerse de una forma aparentemente agresiva y ofensiva.

Desafortunadamente gran parte de las fuerzas progresistas sólo miran a lo que está diciendo Corea del Norte y no lo que está haciendo Estados Unidos frente a Corea. Entonces piden que Corea deje de amenazar, piden que Corea se desnuclearice, pero de forma asimétrica, porque no dicen lo mismo a Washington, con excepción de algunos países latinoamericanas como Brasil y Bolivia que piden que los Estados Unidos también deje de amenazar a Corea del Norte.

Ahora, hay otra cosa que debemos tener en cuenta: el cambio de gobierno en Corea del Sur. El gobierno anterior era un gobierno que exigía una apertura con Corea del Norte, abrir empresas socias entre norte y sur; aumentar el intercambio turístico y de visitas entre ambos países; prestar ayuda económica para financiar proyectos en el Norte. La idea era sembrar el capitalismo para un proceso de largo alcance para asimilarla, o sea unificar las Coreas.

Pero el nuevo gobierno derechista está mucho más en la política de confrontación, deja de apoyar estos programas y se presta para apoyar las políticas agresivas de Bush y ahora de Obama. Queremos enfatizar que la agresividad y el militarismo de Obama supera lo que existía antes con Bush y eso está de acuerdo con los análisis que hemos venido haciendo sobre lo que está pasando en otras regiones del mundo, donde Washington está interviniendo, como Libia, Siria y otros lugares conflictivos.

Entonces no nos debe sorprender que Estados Unidos hoy en día tenga ejercicios militares casi en la frontera con Corea del Norte, actos concretos frente a la retórica de Corea del Norte.

EChI: Acá no se sabe por ejemplo, que posición ante esta situación han adoptado Rusia y China.

JP: Bueno, China es una aliado económico y supuestamente político de Corea del norte, pero también tiene grandes negocios con Corea del Sur y obviamente está buscando pacificar la región. Por eso está avisando a Estados Unidos sobre la necesidad de entrar en negociaciones y dejar estas provocaciones, pero está posición está condicionada por el hecho de que en China la principal fuerza es económica y no militar, por lo que buscan a cualquier coste evitar un conflicto. Por eso están advirtiendo a Corea del Norte de que no caigan en provocaciones, que bajen la temperatura, etc.

Con Rusia pasa algo similar. Rusia dice que ambas partes deben sentarse a discutir. Hay menos declaraciones de solidaridad con Corea del Norte. En contrapartida Estados Unidos declara su solidaridad con Corea del Sur, y están involucrados allí, tienen bases militares, etc.

China y Rusia no tienen inversión en Corea del Norte, no tienen fuerzas militares ni cohetes, ni bases, etc. como Estados Unidos tiene en el Sur. Ni participan en ejercicios juntos con Corea del Norte. La agresividad, el militarismo es solamente de Estados Unidos con Corea del Sur, en contra de Corea del Norte que aparentemente enfrenta a Estados Unidos solos. Por eso ellos quieren balancear este desequilibrio haciendo declaraciones más agresivas. 

EChI: ¿Se corre real riesgo del uso del arma atómica si estalla la guerra?

JP: Es difícil decirlo. Obviamente nadie quiere ver ninguna conflagración nuclear, por las millones de personas que se verían directamente afectadas y las miles de millones que sufrirían las consecuencias, porque con una bomba nuclear los efectos se extienden en miles de kilómetros y afectará e aire que respiramos hasta en Estados Unidos y Uruguay.

Pero yo no creo que vayamos a una guerra ahora por varias razones. Primero, porque Estados Unidos me parece que no quiere correr el riesgo de perder más tropas, tiene 40.000 efectivos en Corea del Sur que obviamente están al alcance de los misiles de todo tipo de Corea del Norte. En segundo lugar, perjudicaría a Corea del Sur y a Japón, además de su economía y con ello afectar la economía mundial. Además, tampoco creo que Corea del Norte cometa el error de lanzar una guerra preventiva.

Entonces, creo que en el corto plazo una guerra es poco probable y muy irracional. Ahora, dicho esto, es posible un mal cálculo por parte de un general norteamericano o norcoreano, que produzca una confrontación local y que luego se extienda a nivel internacional. Ojalá que no pase esto.

EChI: ¿Esto tiene incidencia en la economía mundial?

JP: Obviamente que si se desata una guerra va a perjudicar todas las economías de Asia y generar un derrumbe mundial, por las consecuencias de la tercera economía mundial –Japón- y la quinceava, que es Corea del Sur; y también tendrá efectos enormes en China, que es la segunda economía mundial. Afectará a Estados Unidos por sus vínculos con la economía asiática. Tendrá un enorme impacto negativo en todo el mundo.

EChI: El militarismo de Obama queda en evidencia ¿y sigue en ascenso?

JP: No hay dudas. Pero las consecuencias en este momento de una guerra van a perjudicar los próximos cuatro años de su gobierno. De todos modos, uno tiene que reconocer que el militarismo está en ascenso todavía, el pacto Israel – Estados Unidos es una indicación de esto; la escalada de ayuda militar hacia los terroristas en Siria es otra; las continuas sanciones y amenazas a Irán es otra; son todas indicaciones de que Washington sigue en la onda militarista. 

EChI: Pasemos a otros temas. Estamos a días de las elecciones en Venezuela, ¿cómo va esa campaña electoral?

JP: Tenemos que decir que obviamente en este momento, políticamente el candidato del chavismo, del Partido Socialista Unido de Venezuela, Nicolás Maduro está ganando por lejos. Es obvio también que los militares, en su gran mayoría, están apoyando el proceso constitucional, con un fuerte influencia chavista entre los altos mandos y suboficiales del Ejército.

Lo que queda para la oposición es únicamente el sabotaje económico, y están activos en ese marco y a todos los niveles. Tenemos por ejemplo ataques especulativos, donde los capitalistas que todavía son muy fuertes, están escondiendo bienes de primera necesidad, están tratando de provocar miedo y dar la idea de que la Economía anda mal.

Han conseguido incluso que las agencias de calificación como Moody’s, salgan a decir que los bonos venezolanos están en peligro y le rebajan la calificación casi al nivel de basura. A pesar de que Venezuela tiene grandes reservas de petróleo, un crecimiento anual del 5% y sus balances fiscales en orden. Obviamente Moody’s y las otras agencias están haciendo el juego de la derecha. También tenemos la fuga de capitales intentando generar desestabilización y desabastecimiento de productos básicos.

En otras palabras, al faltarle apoyo mayoritario popular en la vía electoral, al faltarle el apoyo militar para dar un golpe de Estado, perdiendo la posibilidad de un ataque desde Colombia; ante la imposibilidad de Estados Unidos de intervenir en una América Latina que está en desacuerdo con cualquier intervención norteamericana; lo que queda, el lazo fuerte de Washington sólo son las élites económicas que quedan con poder. Y mientras el gobierno no pueda eliminarlas como factor económico, por ejemplo nacionalizando los bancos u otras empresas que tengan que ver con el abastecimiento de la población, quedan como punta de lanza. La táctica económica de la derecha tiene consecuencias políticas.

Para ellos el proceso es así: perjudicar la economía para que el pueblo sufra y sienta frustración; segundo utilizar los medios de comunicación para culpar al gobierno de la falta de mercaderías básicas; y a partir de culparlos, pedir el voto del pueblo chavista para castigar al gobierno por –precisamente- la política fomentada por las élites económicas. Eso es lo que queda de la política de la oposición.

El gobierno tiene que tomar medidas más fuertes, no simplemente por razones económicas, sino por razones políticas. Mientras la clase dominante siga controlando sectores económicos esenciales para el pueblo, van a tener que enfrentar este tipo de sabotaje.

EChI: Bien, casi en el final, no se si tiene algún otro tema para comentarnos hoy.

JP: Si, hay dos o tres temas que quería comentar. Últimamente los grandes medios de comunicación, por ejemplo los diarios 'El País' de España, el 'New York Times' aquí, el 'Financial Times' de Londres, etc., han dado una enorme cobertura favorable a l nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Ahora, hoy salió una noticia de que en los primeros cuatro meses de gobierno de Peña Nieto han ocurrido 2.800 ejecuciones. O sea, los grupos narcotraficantes siguen dominando ese país y matando miles de personas, no solamente a quienes están involucrados en el tema drogas, porque están tomando autobuses y robando a los pasajeros, atacando y violando a los turistas.

Pero nada de eso aparece como crítica al gobierno de Peña Nieto. Es que Peña Nieto propone abrir y privatizar Pemex, la principal empresa petrolera multi mil millonaria. Y si Peña Nieto tiene éxito es una enorme oferta para las grandes multinacionales, por esa razón están dispuestos a no discutir sobre los aspectos continuistas que afectan a los mexicanos en este momento. 

El otro tema que quiero señalar hoy es la importancia de la lucha de clases.

Hay muchos comentaristas que hace años vienen hablando del fin de la lucha de clases, sostienen que pertenece al viejo lenguaje de la izquierda, del pasado, y mientras tanto, un artículos en el 'Times Magazine', que no tiene nada de izquierda, se titula “La venganza de Marx. Como la lucha de clases está influyendo el mundo”.

Y tiene toda la razón, porque si analizamos la política de austeridad, ¿qué es? No es otra cosa que una lucha de clases desde arriba, las clases dominantes están involucradas intensamente en la lucha de clases, todas las medidas son perjudiciales para la clase obrera.

Por ejemplo, los recortes de pensiones, es una lucha de clases entre capital y pensionistas. Si hablamos de baja de salarios, es lucha de clases. Y si hablamos de privatización, es transferir empresas públicas a manos privadas, es lucha de clases. Entonces la determinación de la política económica es la lucha de clases.

Ahora, Marx decía que la lucha de clases es la fuerza motriz de la historia, y la clase dominante dice que la lucha de clases es la forma de revertir la historia y eliminar 50 años de avances de la lucha de clases de abajo.

Entonces, hay dos luchas de clases: una de arriba y otra desde abajo. Lo que hemos visto en los últimos años es la lucha de clases desde arriba pero poco a poco está provocando la otra lucha, que es la de los trabajadores. 

Extractado por La Haine

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