A la opinión pública nacional e internacional: La Asamblea de Pueblos de Huehuetenango – ADH – reunidos en asamblea permanente hemos evaluado la situación que prevalece en la Región Norte de Huehuetenango habitada por los Pueblos Q’anjob’al, Chuj, Akateko, y Mestizo, ante esta situación vemos la necesidad de pronunciarnos por las siguientes razones:
El actual gobierno de Otto Pérez Molina, se ha dedicado a lanzar una ofensiva sobre los recursos y bienes naturales de los Pueblos, entre ellos, los minerales, el mercurio, los ríos, el petróleo y los bosques y en general todo lo que para las empresas nacionales y transnacionales significa riqueza económica.
Esta estrategia de invasión y saqueo está acompañada de una clara estrategia militarista de represión, persecución y criminalización en contra de los liderazgos comunitarios. Entre los ejemplos para el territorio de Huehuetenango se encuentran los casos de Santa Cruz Barillas que ha sido perseguido desde hace dos años; provocando luto, asesinato, encarcelamiento y persecución ilegal de líderes comunitarios.
Santa Eulalia ha sufrido pérdida de uno de los hijos de la Madre Tierra, Daniel Pedro a manos de sicarios contratados por la empresa Hidro San Luis. Este hecho llenó de tristeza a su familia y al pueblo eulalense.
San Mateo Ixtatán, durante los últimos dos años ha sido hostigado, principalmente en sus comunidades de Isquisis y Pojom por la empresa Proyecto de Desarrollo Hídrico, PDH, la cual no se ha detenido en sus intenciones de implantar dos proyectos hidroeléctricos sobre el Río Pojom, irrespetando acuerdos y a las autoridades comunitarias. Llevando la conflictividad a su momento más álgido.
Mencionamos lo anterior ya que en este marco y en este momento los líderes comunitarios de Isquisis están siendo perseguidos por el Ministerio Público, el ejército y la policía nacional civil, acusados de ser los responsables de dirigir los hechos acontecidos en los últimos días en esas comunidades. Esta es una clara y flagrante violación a los Derechos Humanos y al derecho a la Vida. Estas comunidades fueron masacradas y divididas durante el conflicto armado interno. Hoy vuelven a vivir el miedo y la persecución ante la instalación del destacamento militar.
A todo lo anterior, le sumamos los otros focos de provocación en el departamento de Huehuetenango, al querer instalar por la fuerza los tendidos de alta tensión, así como la problemática generada por los cobros ilegales y facturas alteradas por la empresa Energuate.
Por todo lo anterior, la -ADH- denuncia:
· Que lo que está sucediendo no es nada nuevo, está siendo llevado a estos extremos por la irresponsabilidad del Estado guatemalteco y el actual gobierno de Otto Pérez Molina.
· Las comunidades de Isquisis y Pojom no son responsables de la violencia generada por empresas que viene a implantar a sangre y fuego proyecto de esa naturaleza.
· A la opinión pública nacional e internacional le manifestamos como –ADH- nuestra preocupación por el incremento de la violencia en los territorios de los Pueblos Indígenas.
· Estamos preocupados por el futuro cercano de Santa cruz Barrillas que está en la mira de esta estrategia represiva.
· El ejército debe abandonar urgentemente los territorios de Isquisis y Pojom.
· Los pueblos de Huehuetenango no somos conflictivos, mucho menos terroristas.
El agua es para los pueblos y no para las empresas extractivas
Asamblea de Pueblos de Huehuetenango – ADH –
Mayo 9 del 2014.
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