16 de mayo de 2014
Washington,
D.C. – Ante la reciente adopción por parte del Congreso de la República de
Guatemala del Punto Resolutivo 3-2014, por medio del cual se formulan algunas
recomendaciones relativas a los alcances de la Ley de Reconciliación Nacional y
de los Acuerdos de Paz, la Comisión Interamericana (CIDH) reitera el carácter
vinculante de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos
asumidas por el Estado guatemalteco, y la necesidad de combatir la impunidad en
casos de graves violaciones a los derechos humanos.
En este sentido, la Comisión Interamericana reconoce como un aspecto claramente
positivo los reconocimientos de responsabilidad de hechos de distinto alcance
por el Estado en los últimos años en el contexto de varios casos decididos por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, particularmente en los casos de
las masacres de Río Negro, de las Dos Erres y Plan de Sánchez, en el caso
Chitay Nech y otros, perpetrados contra comunidades indígenas en el contexto
del conflicto armado. Asimismo, se reconocen los esfuerzos y avances logrados
en procesos de investigación y esclarecimiento en el curso de los últimos
cuatro años por la actual Fiscal General.
Sin embargo, la CIDH observa con preocupación que la referida declaración,
aprobada por el Congreso de la República el pasado 13 de mayo, estima que “no
obstante que la legislación imperante da cuenta que los elementos que conforman
los tipos penales señalados resulta jurídicamente inviable que se diera en
Guatemala, principalmente en cuanto a la existencia en suelo patrio de un
genocidio durante el enfrentamiento armado interno” , y señala que la
investigación y sanción de las graves violaciones a los derechos humanos
cometidas durante el mismo propiciarían “condiciones contrarias a la paz” e
“impedirían una definitiva reconciliación nacional”. Al tiempo que hace
referencia explícita, en la primera línea de su texto, al juicio iniciado hace
un año contra los militares retirados Efraín Ríos Montt y Mauricio Rodríguez
Sánchez, e insta directamente al Organismo Judicial a administrar justicia: “de
tal manera que esa justicia produzca paz”. Este Punto Resolutivo fue aprobado
la misma semana en la que se llevará a cabo la sucesión en el mandato del
titular del Ministerio Público.
La Comisión Interamericana considera que una declaración de esta naturaleza,
emitida en el contexto actual que vive el país, no representa un paso
constructivo frente a los esfuerzos que desde distintas instituciones del
Estado se han venido adelantando con miras a investigar y sancionar graves violaciones
a los derechos humanos y combatir la impunidad.
Asimismo, la Comisión Interamericana observa con preocupación que el referido
Punto Resolutivo hace referencia específica a un proceso penal seguido por
genocidio, respecto del cual señala que no se cumplen los elementos del tipo
penal respectivo, y pretende ofrecer pautas respecto de cómo el Organismo
Judicial debe decidir este tipo de casos. A este respecto, la Comisión insta al
Estado a preservar el principio de separación de los poderes como condición
esencial para la independencia judicial; y recuerda que la propia Constitución
Política dispone en su artículo 46 el principio general de que en materia de
derechos humanos, los tratados y convenciones aceptados y ratificados por
Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno.
En este sentido, la CIDH recuerda que el artículo 68 de la Convención Americana
establece la obligatoriedad del cumplimiento de las sentencias de la Corte
Interamericana. A este respecto, la Corte Interamericana celebra hoy 16 de
mayo, durante su 103º Periodo Ordinario de Sesiones, una audiencia de
supervisión de cumplimiento de once sentencias relativas a Guatemala (casos
Blake, “Niños de la Calle” (Villagrán Morales), Bámaca Velásquez, Mack Chang,
Maritza Urrutia, Masacre Plan de Sánchez, Molina Thiessen, Carpio Nicolle y
otros, Tiu Tojín, Masacre de las Dos Erres y Chitay Nech). El objeto de esta
audiencia, como lo ha anunciado la propia Corte, es recibir información
actualizada y detallada respecto de la medida de reparación relativa a la
obligación de investigar, esclarecer, juzgar y, en su caso, sancionar a los
responsables de los hechos. No obstante la naturaleza emblemática de dichos
casos, y el transcurso del tiempo desde las respectivas sentencias, la
obligación de investigar, juzgar y sancionar a los culpables sigue pendiente.
Es indispensable que el Estado adopte las medidas concretas y decisivas
necesarias para cumplir con sus obligaciones esenciales bajo el derecho
internacional.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados
Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato
de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como
órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete
miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a
título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
Press Release 58/14
May 16, 2014
Washington, D.C.
- Given the recent adoption by the Congress of the Republic of Guatemala of
Resolution 3-2014, containing recommendations regarding the scope of the
National Reconciliation Act and the Peace Accords, the Inter-American
Commission (IACHR) reiterates the binding nature of the international human
rights obligations undertaken by the State of Guatemala, and the importance of
combating impunity in cases of grave human rights violations.
The Inter-American Commission recognizes the importance of various
acknowledgments of responsibility made by the State in recent years, during
several cases decided by the Inter-American Court of Human Rights. These
include, in particular, the cases of the Río Negro Massacres, the “Las Dos
Erres” Massacre, and the Plan de Sánchez Massacre, perpetrated against
indigenous communities in the context of armed conflict. Moreover, the
Commission recognizes the efforts made and the progress achieved in the last
four years in the investigation and truth-seeking by the current Attorney
General.
Nonetheless, the IACHR observes with concern the fact that the declaration
adopted by Congress on May 13th, in referring to the prosecution of Efraín Rios
Montt, states that "it is legally not viable that the elements that
constitute the crimes mentioned could have happened in Guatemala, principally
with regard to the existence in our homeland of a genocide during the internal
armed conflict." he declaration further observes that the investigation
and punishment for the grave human rights violations committed in this context
create “conditions contrary to peace” and “prevent definitive national
reconciliation". Moreover, the first line of its text explicitly refers to
the trial which started one year ago against retired military officers Efrain
Rios Montt and Mauricio Rodríguez Sánchez, and directly urges the judiciary to
render justice "in a way that this justice would produce peace". This
Resolution was approved during the same week as the new head of the Public
Ministry is to be appointed.
The Inter-American Commission considers that a declaration of this nature, in
the current context does not constitute a constructive step, in contrast with
the efforts made by various State institutions to investigate and punish grave
human rights violations and to fight against impunity.
The Inter-American Commission also notes with concern that this Resolution
makes specific reference to the Rios Montt genocide trial, and indicates that
the required elements of that crime have not been met in Guatemala. Further, it
provides indications as to how the judiciary should rule in such cases. In this
regard, the Commission urges the State to respect the principle of separation
of powers, an essential condition of judicial independence. It recalls that the
Constitution of Guatemala itself establishes, in Article 46, the general
principle according to which human rights treaties and conventions that have
been accepted and ratified by Guatemala take precedence over domestic law.
The IACHR recalls that Article 68 of the American Convention establishes the
obligation to comply with the judgments of the Inter-American Court. In this
regard, the Inter-American Court holds today, May 16th, during its 103rd
Regular Session, a hearing to monitor compliance by Guatemala with eleven
judgments (Blake, "Street Children" (Villagran Morales), Bámaca
Velásquez, Mack Chang, Maritza Urrutia, Plan de Sánchez Massacre, Molina
Thiessen, Carpio Nicolle et al., Tiu Tojín, “Las Dos Erres” Massacre and Chitay
cases). The purpose of this hearing, as the Court has announced, is to receive
updated and detailed information on reparations and the obligation to
investigate, establish the facts, prosecute, and, if necessary, punish those
responsible. Despite the emblematic nature of these cases and the time passed
since the various judgments, the obligation to investigate, prosecute, and
punish those responsible has not been fulfilled. It is imperative that the
State take the concrete and critical measures necessary to comply with its fundamental
obligations under international law.
A principal, autonomous body of the Organization of American States (OAS), the
IACHR derives its mandate from the OAS Charter and the American Convention on
Human Rights. The Inter-American Commission has a mandate to promote respect
for human rights in the region and acts as a consultative body to the OAS in
this matter. The Commission is composed of seven independent members who are
elected in an individual capacity by the OAS General Assembly and who do not represent
their countries of origin or residence.
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