Guatemala: Mario Roberto Morales, La Dictadura asienta sus bases



No al fascismo, no a la prolongación presidencial, no a la represión.

El 31 de marzo venció el plazo que la normativa institucional fija para presentar candidaturas a director de la FLACSO-Guatemala. Además de cumplir este requisito, la candidatura debía estar acompañada de un plan de trabajo por parte del aspirante. La FLACSO-Guatemala presentó en estos términos la candidatura de la Dra. Beatriz Zepeda.

Pues bien, la semana pasada, contraviniendo la normativa institucional, el Gobierno de Guatemala, sin notificar a la institución, presentó intempestivamente, fuera de plazo y sin plan de trabajo, la candidatura de uno de sus conocidos operadores políticos provenientes de la izquierda, Adrián Zapata, y lo hizo por medio de otro de esos operadores, el Canciller Fernando Carrera.

Como se sabe, la actual dictadura oligárquico-militar-neoliberal en ciernes culminó su proceso de militarización del Estado, sentando así las bases para imponer la prolongación presidencial y la reelección fraudulenta, controlando al Legislativo y al Judicial para modificar la Constitución. Esto, claro, sin la razón que asiste a otros gobiernos regionales que han buscado y logrado reelegirse: un proyecto de nación democrática con un plan de desarrollo productivo que involucre a toda la ciudadanía en el empleo, el salario y el consumo. En este caso, el objetivo único es la reinstauración de la dictadura oligárquico-militar, ahora bajo la bandera del fundamentalismo de mercado y el totalitarismo empresarialista. Es decir, bajo el ideario de un republicanismo antidemocrático, anticomunista de guerra fría y fascista.

Como parte de la represión ideológica contra la población en resistencia ante las mineras, las hidroeléctricas, los monocultivos envenenadores del ambiente y, en general, el modelo extractivista corporativo-transnacional, el poder oligárquico-neoliberal local, por intermedio de su brazo armado en el Estado, quiere intervenir la FLACSO para convertirla en una agencia más de propagación neoliberal, de tal modo que si se consuma el golpe político contra esta institución, muy pronto veríamos que la misma en poco se diferenciaría del CIEN, del Instituto de Estudios Políticos de la UFM, de la revista República.GT, y que su producción de libros empezaría por alguno titulado “Aquí no hubo genocidio”, y en su Librería de Ciencias Sociales se pondrían a la venta los libelos de los militares contrainsurgentes que ahora se producen como empanadas para paladares trogloditas. También, entre sus profesores veríamos desfilar a la batería unísona y monótona de los “periodistas” neoliberales que infestan los espacios de opinión en los medios masivos. En otras palabras, la FLACSO se tornaría un bastión más del fascismo local.

Es necesario entonces que los gobiernos y las direcciones de las diferentes sedes del sistema-FLACSO tomen en cuenta que avalar la candidatura de un representante de un gobierno fascista que está sentando las bases para reeditar una dictadura militar bajo un discurso neoliberal, implica contribuir a que un país históricamente vapuleado por su oligarquía y su ejército, continúe aplastado por la bota militar y los carros blindados de un empresariado de ultraderecha cavernaria, el cual se pasa por sus partes pudendas los llamados democráticos de la comunidad internacional y del Gobierno de Estados Unidos. 

Por todo, digamos no al fascismo, no a la dictadura, no a la intervención de la FLACSO, no a la represión.


*www.afuegolento.mexico.com

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