A cien años de la primera guerra mundial
Los historiadores, que tienen la costumbre de considerar que el siglo
XIX comienza en 1815 (Waterloo) y termina en 1914 (la primera guerra mundial),
con seguridad definirán el siglo XX como el período 1914-2014, que finaliza
cuando el antiguo sistema está muriendo al mismo tiempo que el nuevo emerge.
(Vea Global Europe Anticipation Bulletin GEAB 81, enero de 2014). De acuerdo
con el informe GEAB 79 de noviembre de 2013, la crisis actual es la primera
crisis sistémica verdaderamente mundial: tratase de una crisis mucho más
profunda que la de 1929 que afecta a todos los países y trastoca al núcleo del
sistema. El mundo se enfrenta a un caos político directo resultante de las
dificultades que genera la crisis sistémica global. Quizás nos enfrentemos a un
mundo (aún) más peligroso a fines de 2014(GEAB 81). Estas conclusiones reafirman
las tesis que lanzamos (Observatorio Internacional de la Crisis) hace cinco
años en nuestro libro La Gran Depresión
del Siglo XXI, Editorial DEI, Costa Rica, 2009).
Es muy difícil
que los grandes medios de comunicación nos informen sobre estos procesos. El monopolio en el mundo de las noticias es
claramente permitido por el gobierno de EEUU aunque viole la ley de Sherman
Trust. Por el año 2005 el número de corporaciones activas en medios de
comunicación se había reducido a cinco en EEUU. Ninguna noticia sobre la grave
situación económica de EEUU puede hacerse público por los medios sin
autorización. Otro tanto sucede de hecho sobre la seguridad nacional. Esto es
sabido por los profesionales que laboran en los medios. Hacer pública la
historia de una recesión persistente simplemente no es permitida. Tiene que ser
presentada en términos de una recuperación difícil. La historia divulgada sobre
el estado económico de la nación es que la Reserva Federal monetiza la deuda
como estímulo para la economía norteamericana para que salga de la recesión. El
cuadro real es totalmente otro.
La economía estadounidense necesita continuar e incluso aumentar el QE
pero con ello corre el riesgo que se generen burbujas incontrolables, que el
dólar explote en pleno vuelo, que se produzca una hiperinflación y que los
países del mundo le suelte la mano. Los efectos
nefastos de QE son generalmente considerados más grandes que sus beneficios. La
monetización de los bonos del Tesoro e incluso de derivados bancarios requeriría
al menos 150 a 200 mil millones de dólares al mes (unos dos billones al año),
muy por encima de los oficialmente 80 mil millones mensuales mencionados. La
liquidez a partir de inyecciones de dinero sin respaldo no puede ni lejos resolver
la insolvencia del país. China
cuestiona fuertemente la gestión financiera de Estados Unidos y la
Reserva Federal decidió en 2013 reducir dichas inyecciones. En 2014 habrá una renovada disminución de QE con un riesgo elevado que el dólar caiga
en picada (Vea, Jim Willie, Return of the Gold Standard is Near!, www.silverdoctors.com , 27 de diciembre de 2013 y
GEAB 81, enero de 2014).
Esta historia
real ha sido ocultada para evitar un colapso financiero. La historia oficial,
sin embargo, es cada vez más difícil de venderlo cuando el soporte a los
derivados se torne insostenible. Los
bancos de Wall Street no pueden pedir al Congreso un soporte de varios billones
de dólares al año para salvar a los bancos ya que simplemente no hay ese
dinero. Los grandes bancos insolventes saldrán entonces fuera de todo control. La
medida adecuada a tomar sería la liquidación de los grandes bancos, pero el
centro del poder económico y político está precisamente en estos bancos. La liquidación
bancaria de los megabancos, entonces, es improbable, aunque será necesaria su
reestructuración profunda. El resultado esperado será una economía norteamericana
decimada, un fuerte desempleo crónico, gran pérdida de ingresos a nivel
individual y corporativo en medio de una riqueza grotesca de unos megabancos. Así
se conserva la estructura de poder político de los banqueros que gobernará sobre
un sistema fallido (Vea, Jim Willie, IBID).
A partir de Bretton Woods el Sistema Monetario Internacional se organizó
alrededor de Estados Unidos y casi 60 años después estamos viviendo los últimos
días de la superpotencia que conocemos desde el 1945. Uno de los dos pilares de la hegemonía en el poder internacional de
Estados Unidos es el dólar. El otro pilar es el Pentágono y su complejo
industrial y militar. Es evidente que Estados
Unidos todavía tiene, y por lejos, las fuerzas armadas más grandes y
sofisticadas del mundo. Pero una cosa es tenerlas y otra poder utilizarlas. Confrontar
a EEUU militarmente carece de sentido pero lo
anterior no impide enfrentarse al otro pilar. Como el pilar del Pentágono depende
del dólar, tenemos que cuando se desmorona el dólar como moneda de referencia
internacional entra en crisis el complejo industrial y militar. Con ello resulta
claro que la actual batalla internacional se está dando contra el dólar en
tanto su carácter de moneda de referencia internacional. Una vez que el dólar quede
destronado grandes recortes presupuestarios serán inevitables. No habrá
de otra que reducir drásticamente el gasto militar así como le tocó a la Unión
Soviética con la Perestroika. Lo anterior hace más difícil a que Estados Unidos
recurra a una intervención militar.
La batalla por destronar al dólar como moneda internacional
de referencia implica una guerra económica por sustituir el dólar como moneda
de cambio internacional y como moneda de reserva. De lograrlo significaría el
fin del imperio norteamericano. La actual coyuntura por lo tanto es muy
delicada y parecida a la que dio origen a dos guerras mundiales cuando el
imperio británico llegó a su fin. La actual
coyuntura es de mucho cuidado con enfrentamientos monetarios entre grandes
potencias con eventuales implicaciones militares. Actualmente reina una fuerte sensación de inseguridad que somete a
un test la capacidad geopolítica de los nuevos actores de primera línea. Los nuevos actores geopolíticos no buscan provocar
abiertamente el derrumbe del dólar y menos lo harán antes de haberse
desacoplado totalmente de él. Un colapso global del sistema basado en el dólar
significaría que la mayoría de los países sean arrastrados sin mayor
posibilidad de rescate. La receta es procurar un desacople sin mucho ruido.
Esta es también la realidad actual.
El objetivo de las potencias emergentes es asegurar una transición sin
sobresaltos. Estas potencias, con China en primera línea, pretenden desconectarse guardando las apariencias
habituales. Ello explica la lentitud con que se desarrolla la caída a tal punto
que en apariencia el dólar logra mantenerse en su actual estatus, aunque la
base que lo sostiene se está desmoronando. La aceptación del Yuan como moneda
de intercambio internacional constituye la principal amenaza para el dólar. China
procura internacionalizar su moneda a través de tres procesos: a) con múltiples
acuerdos de intercambio de dinero a futuro (swap´s) b) con negociaciones para establecer una moneda de reserva
internacional y c) comprando para ello grandes cantidades de oro para así consolidar
la legitimidad de su moneda. (Vea GEAB 79).
Fin del dólar
como moneda internacional de cambio
El dólar ya era aceptado mundialmente desde antes de la segunda guerra
mundial así como el euro o el yuan hoy. El acuerdo de Bretton Woods lo dejó
anclado al patrón oro al establecer una tasa de cambio de 35 dólares la onza.
Esto dio grandes beneficios a Estados
Unidos dado que el resto del mundo tenía que cambiar su moneda por dólares para
acceder al comercio internacional. Sin embargo, a como Riffin plantea, la
tasa de crecimiento de las reservas de oro en poder de USA, fue muy inferior a
la tasa de crecimiento de la demanda mundial de reservas internacionales. Esta
demanda fue satisfecha a través de los sucesivos déficits experimentados por la
balanza de pagos de EEUU. El país suministraba dólares como medio de reserva,
dólares teóricamente convertibles en oro. Debido a la guerra de Vietnam se
produjo en USA a partir de la segunda mitad de los años sesenta un importante
aumento el déficit. Las reservas de
oro dejaron de respaldar cada vez más al dólar. Aumentaban
internacionalmente las dudas acerca de
su convertibilidad en oro. Los bancos
centrales europeos y Francia en primera línea convirtieron sus reservas de
dólares en oro, reduciendo rápidamente las
tenencias del mismo que los EUA poseían en Fort Knox. Las reservas de oro
estadounidenses bajaron en estos años de 20.000 a 8.000 toneladas. Para evitar la quiebra del país, Richard Nixon decidió
en 1971 terminar con la convertibilidad
del dólar en oro y transformó al billete verde en una moneda fiduciaria
universal emitida y aceptada por decreto.
Esta base pareciera muy frágil y de corta duración.
Sin embargo, tras la guerra
árabe-israelí de 1973, año en el que se produjo también
la gran crisis del petróleo, nace el petrodólar, o sea, el dólar anclado en el
oro negro. Lo anterior se logró a partir del acuerdo con Arabia Saudita de negociar cada barril de petróleo en
dólares. Así Estados Unidos conseguía un sistema más favorable para la
mantención de su hegemonía económica: Arabia Saudita vendería su petróleo
exclusivamente en dólares y Estados Unidos ofreció a cambio de este compromiso armas
y protección militar de todos los campos petroleros sauditas El acuerdo entre
Estados Unidos y Arabia Saudita obligaba a cualquier país que quisiera comprar
petróleo al cambiar primero su moneda nacional por dólares de Estados Unidos.
Tras la creación de la OPEP (Organización
de Países Exportadores de Petróleo), el resto de los países petroleros acordaron la comercialización exclusiva del
petróleo en dólares de Estados Unidos, a cambio de armas y protección
militar (Vea, Pablo Heraklio, USA:
Petrodólares y el interés monetario de las guerras por el petróleo, destrucción
del stock, 6 de septiembre de 2013, www.tarcoteca.blogspot.com
).
La introducción del petrodólar permitió a Estados
Unidos imprimir grandes cantidades de dinero y endeudarse con todo el mundo,
especialmente Europa y Asia. Mientras
mayor inestabilidad había en Medio Oriente, mayor era el precio del petróleo,
mayor entonces la demanda de dólares y más beneficios reciben el cártel
bancario de Estados Unidos amparado en la Reserva Federal. A partir de
ese entonces el Pentágono es la instancia por excelencia de ajuste de cuentas. Con
ello eran de esperar tensiones bélicas
en torno a los países petroleros patrocinadas por Estados Unidos. Cada
guerra implicaba un alza en el precio de petróleo y con ello en la demanda de
dólares. Los desequilibrios
comerciales comenzaron a hacerse más ostensibles y Estados Unidos pasó a
acumular cuantiosos déficit mientras el resto del mundo acumulaba enormes
superávit. La historia se ha encargado, sin embargo, de demostrar que ningún
sistema es eterno, y el posible colapso del sistema petróleo-por-dólares mantiene
muy nerviosas a los Estados Unidos
(Vea, Pablo Heraklio, IBID).
A medida que países grandes busquen alejarse del
sistema de petrodólares y haga realidad la idea de Saddam Hussein de transar el
principal recurso energético en monedas alternativas, el dólar proseguirá su
lento pero persistente declive como moneda internacional de cambio. Actualmente China es el primer importador
de petróleo y lo compra de ahora en adelante cada vez
más exclusivamente en yuanes. El país adquiere el petróleo con su moneda
especialmente de Rusia pero también de Irán. La India ya ni
piensa depender de las fluctuaciones del dólar para la compra de su petróleo.
Las sanciones a Irán están siendo suavizadas y este país ya no venderá más
petróleo en dólares, como tampoco lo hace Rusia (Vea GEAB 79, noviembre de 2013, Ob. Cit.).
El petrodólar podría pronto ser
sustituido por un ´petro-Yuan´ o ´petro-BRICS´. Veamos lo que está ocurriendo. China adquirió en noviembre de 2013 Lone
Star State, la principal compañía de energía en el mundo con sede en Canadá.
Con ello China ya supera a Texas como mercado de energía más importante. En
diciembre de 2013, el megabanco Morgan Stanley hizo público que había pasado
sus activos en petróleo al gigante de petróleo OAO Rosneft, controlado por el
estado ruso. El futuro control del precio de petróleo en particular y de la
energía en general estará a partir de 2014 cada vez más en manos de China y
Rusia. Actualmente China posee las principales tenencias de oro físico para poder
acabar eventualmente con el dólar como moneda de reserva. Rusia a su vez posee la
energía necesaria para proveer hasta a Europa entera con la energía (gas y
petróleo) necesaria. Con ello están en las manos rusas y chinas las cartas
necesarias para dejar caer al dólar como moneda internacional de referencia. Es
en este contexto que Jim Willie anuncia que puede esperarse en 2014 cambios
importantes en el mercado de bonos, de oro y de petróleo. Pronto el dólar será
reemplazado por otra moneda de referencia internacional fuera del control
absoluto de Occidente. A partir de entonces, EEUU se encontrará bastante
aislado en el mundo (Vea, Jim Willie:
Return of the Gold Standard is
Near!, www.silverdoctors.com , 27 de diciembre de 2013).
Para lograr desplazar al dólar como moneda de
intercambio internacional China multiplica los acuerdos ´swap´ con sus socios
para negociar su comercio fuera del dólar. Un acuerdo ´swap´ define
las fechas en las que los flujos de dinero deben ser pagados y la moneda en la
que son calculados y efectuados. China celebró acuerdos ´swap´ con Rusia, Brasil, el Reino
Unido, Australia, Japón, Chile, los Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, y para
finalizar recientemente hasta con el más importante: la Eurozona. De esa manera
China fuerza a la Eurozona a salir de zona del dólar que así pierde su último
pilar que aún lo sostiene. Estos cambios anuncian el fin del petrodólar. El control sobre el precio de petróleo estará
cada vez más en manos rusos y chinos ya que el petrodólar tiende a desaparecer.
Arabia Saudita dejó de ser el productor de petróleo con márgenes de oferta para
manipular su precio. Durante años el país mal informó al mundo sobre su
capacidad potencial de producción. En la actualidad esa capacidad potencial sí
la tiene Rusia. China procura contrarrestar el riesgo cambiario del
dólar con la emisión de futuros denominados en yuanes a través de la Bolsa de
Futuros de Shanghái (SHFE por sus siglas en inglés). De acuerdo con el presidente de la Bolsa SHFE, Yang
Maijun: “China es el único país en el mundo que es a la vez productor,
consumidor e importador de petróleo. Con lo cual reúne todas las condiciones
necesarias para establecer un exitoso mercado de futuros de petróleo” ((Vea,
Oscar Ugarteche y Ariel Noyola Rodríguez, La
era del petroyuan, "Alai-amlatina", 10 de enero de 2014 y
Reuters, 21/11/2013).
Fin del dólar como moneda
internacional de reserva
A raíz de la noticia que la Reserva
Federal comprara a partir de junio de 2013 menos bonos del Tesoro, China,
redujo sus reservas internacionales en bonos del Tesoro a 1.275,8 billones de
dólares, y Japón recortó su nivel durante tres meses consecutivos a 1.083,4 billones
de dólares. Combinados, las dos salidas netas de los bonos representaron a cerca
de 40 mil millones de dólares de un total de 66 mil millones (Vea, China, Japón lideran flujo
de salida récord desde bonos del Tesoro EEUU en junio, Reuters, 16 de agosto de 2013). El apetito mundial de comprar
bonos del Tesoro tiende a la baja. Con ello ha bajado también su precio. Cuando
el precio de los bonos bajan se vislumbra una incapacidad de pago de la deuda y
con ello alzan las tasas de interés. Ante la continuada baja del precio de los
bonos en 2014, es de esperar que todo el mundo procure deshacerse de esos
´bonos basura´. Antes de soltar masivamente los bonos, los países emergentes
como China pero también India han acumulado la mayor cantidad posible de oro
para compensar la pérdida que sufrirán con la venta masiva de sus devaluadas reservas
internacionales en bonos del Tesoro. La
venta masiva de los bonos del Tesoro tendrá un fuerte y amplio impacto sobre las reservas internacionales del todo el sistema bancario.
Es probable que en el transcurso del año 2014 se espera el reenvío masivo de los bonos del Tesoro (particularmente desde el Oriente), a Nueva York y Londres. Es preciso saber que una venta masiva de los bonos de Tesoro no puede ser rechazada en Nueva York ni en Londres. Una forma de hacerlo sería a través de la compra de oro físico con los bonos. Otra más audaz aún es mediante la adquisición de activa en los propios centros de poder pagándolo con los mismos bonos del Tesoro. Fosun International, la principal empresa privada de China, ya adquirió de esta forma en octubre de 2013 las anteriores oficinas centrales de JP Morgan en Chase Manhattan Plaza. Este edificio albergaba las bóvedas de oro más grandes del mundo y está ubicado frente a la Reserve Federal. Mediante un túnel entre ambos edificios hay acceso a las bóvedas de la propia Reserva Federal. A partir de ahora China puede almacenar su oro en Manhattan sin tener que cruzar con alto riesgo el océano. De esta forma se encuentra para colmo en una posición de lujo para auditar, al menos indirectamente, las reservas en oro existentes en Manhattan (Vea, Michael_Noonan, Gold And Silver - In East v West Gold War, Both Are Still Winning, 4 de enero de 2014, www.marketoracle.co.uk ).
A partir de 2012 se observa un éxodo de oro de Occidente hacia China sin paralelo que sin duda continuará en 2014. En diciembre de 2013 las reservas internacionales chinas son las mayores del mundo y equivalen a 3,66 billones de dólares y solo un tercio de dichas reservas el país lo tenía en bonos del Tesoro. China es a día de hoy el mayor productor de oro del mundo con 428 toneladas en el solo año 2013 y el país es a la vez el mayor importador mundial de ese metal. La Bolsa de Oro de Shanghai (Shanghai Gold Exchange) tiene el monopolio de entrega física de oro en la China continental, y utiliza a Hong Kong como enlace desde donde importa oro del exterior. Entre ambos puntos, en los primeros ocho meses de 2013 han entregado alrededor de 1,730 toneladas a manos privadas, que equivalen a un ritmo anualizado de 2,600 toneladas, aproximadamente. En el año de 2013 China obtuvo así más de 3 mil toneladas de oro. El país adquirió en ese año más oro que las tenencias del FMI: 2.814 toneladas (Guillermo Barba, ´China: el oro y el mundo ´desamericanizado´, 22 de octubre de 2013).
Una estimación más o menos reciente señala que las reservas chinas en oro podrían ascender a 7.000 toneladas Para comparar, Estados Unidos pretenden disponer de 8.100 toneladas (volumen muy cuestionable ya que es probable que los banqueros de Wall Street hayan vaciado bastante las bóvedas de oro de Ford Knox. Alemania, el segundo poseedor de oro, tendría unas 3.400 toneladas, guardadas en su mayoría en las bóvedas de EEUU. Al querer repatriarlas el año pasado, le informó su amanuense en Nueva York que las ha comprometido en garantía y solo está en capacidad o disposición de entregar 5% anualmente del stock existente. De lo anterior se vislumbra que China ahora posee más oro que Alemania e posiblemente incluso más que los mismos Estados Unidos. En 2014 los BRICS en general y China en particular seguirán acumulando oro preparándose para ese mundo multipolar y “desamericanizado” al que aspiran (Vea, Marion Mueller, China y Rusia invierten en reservas de oro y no dólares, 15 de febrero de 2013, http://www.oroyfinanzas.com). .
La gran pregunta es si finalmente los europeos llegarán a apostar por un nuevo sistema monetario internacional sobre la base multipolar. Occidente siempre ha buscado una solución unipolar y unilateral al respecto. El equipo GEAB en su informe de diciembre de 2013 anticipa que “puede ser necesario un micro conflicto para que las nuevas potencias hagan valer su capacidad de imponer una « pax multipolar » (« pax Euro - BRICS ») y adquirir cartas de nobleza de las grandes potencias garantes del orden y del equilibrio mundial. Nos preguntamos si este micro conflicto no podría darse en torno a Ucrania cuyo vínculo futuro está en disputa entre la UE y Rusia. GEAB no anticipa ninguna pérdida de control de la situación geopolítica en torno a Ucrania. Hay demasiadas potencias actuantes que no tienen el menor interés en fomentar un conflicto bélico (Vea, GEAB 80, Diciembre de 2013).
Existe, sin embargo, una iniciativa de un mundo unipolar y unilateral bajo hegemonía de los grandes banqueros de Wall Street y la City de Londres. En el G 20 los banqueros internacionales y financistas reunidos en Moscú el 16 de febrero de 2012 plantearon un plan para hacer gigante al Fondo Monetario Internacional con el objetivo final de transformar al FMI en una Reserva Federal mundial, con vastos poderes reguladores financieros. De aceptarse los Derechos Especiales de Giro pronto podrían reemplaza al dólar con un tipo de cambio fijo para todas las demás monedas, y ésta vinculación devaluará al dólar en un 50% de los niveles actuales. Una limitación de los DEG es que no son una moneda y, para la mayoría de los pagos deben ser convertidos en una moneda nacional. Lo anterior implica que su uso sea incómodo. Los grandes banqueros van por una moneda emitida por un banco central global, controlado por una camarilla de banqueros privados globales de Wall Street y la City de Londres. Visto así, la Unión Europea y el "euro" no constituyeron un fin en sí mismo, sino más bien un proceso de transición hacia un Estado Global. Ante la desaparición del dólar como moneda de referencia internacional, la UE estaría presionado por la elite de los megabancos que el euro se reemplace por tal moneda supranacional, sacrificando la soberanía nacional. Los BRICS en cambio plantean una moneda con respaldo en una canasta de monedas y el oro. Lo anterior sería la defensa de la soberanía nacional a partir de un mundo multipolar. ¿Cuál va ser la decisión de Europa? (Emilio Domec, ´Bancor sería un nuevo Orden Mundial con una moneda global´.
Una fuerte demanda de oro físico normalmente
alza su precio y una fuerte alza en el precio del oro en dólares implicaría una
pérdida de confianza en esta moneda internacional de reserva. Para ´mantener la confianza´ en el dólar, EEUU
ha hecho de todo para bajar la cotización del oro. Mientras el precio del oro
no se dispare, la fe en el dólar podrá conservarse por un tiempo. Hasta la fecha no
ha sido muy difícil controlar el precio del oro ya que circula una gran cantidad
de certificados de oro sin respaldo alguno en el oro físico. Los bancos
centrales han emitido mucho más certificados de oro de lo que había oro físico
en garantía, creando de esta forma dinero nuevo supuestamente ´respaldado´ por
oro físico. La venta
masiva de esos derivados (´oro en papel´) ha hecho bajar el precio
internacional de oro. Lo anterior ha permitido a China a su vez comprar
toneladas de oro físico bien por debajo de su valor real. Con ello compensará
en buena medida la pérdida que sufrirá al caerse los precios de los bonos
´basura´ del Tesoro. Mientras el precio de oro físico se mantiene bajo China,
la India y otros países podrán mejor respaldar sus monedas.
En el año 2013 los bancos centrales de Occidente, sin
embargo, ya han tenido verdaderos problemas para poder entregar oro físico que
demanda Oriente y esa situación se agravará en 2014. Los especialistas esperan
que en 2014 el precio del oro duplique. Cuando esto sucede se inicia la venta
masiva de bonos del Tesoro. Como
consecuencia el dólar quedaría destronado como moneda de reserva. Probablemente
conllevará a la introducción de un nuevo ´Dólar republicano´ que ya no tendría
el estatus de ser moneda de referencia internacional. En 2013 los Rothschild con su imperio anglo-americano,
que controlan prácticamente todos los bancos centrales en el mundo, tuvieron
que tomar en cuenta que la fe en el oro resultaba ser más fuerte que la fe en
su imperio de certificados de oro y todo dinero de papel (derivados) que emiten.
Los grandes bancos en Occidente estarán presenciando en 2014 que la
burbuja del mercado de derivados (los bonos en primer lugar) se está
explotando. Con ello se anuncia una nueva era de quiebras bancarias y esta vez
de los más grandes.
La crisis monetaria
global implica el fin del dólar como moneda de reserva internacional y tendrá
que ser reemplazada. En el ínterin reina la inseguridad mundial. El dilema de Triffin complica, sin
embargo, que una nueva moneda nacional como el Yuan podrá sostenerse como futura
moneda de referencia por algún tiempo considerable. China busca la prosperidad
a largo plazo y por lo pronto no tendrá el apetito suficiente para arriesgarse.
En efecto, tener la moneda de
referencia internacional conlleva numerosos privilegios que fomentaron el poder
de Estados Unidos durante 60 años, pero también implica grandes riesgos. Para poder
convertirse el Yuan en una divisa global, que pueda sustituir al dólar, es
necesaria su plena convertibilidad. Esta convertibilidad no aparece entre las
prioridades oficiales de las autoridades chinas. El euro y el dólar son
utilizados en un 36% de las operaciones comerciales, según el HSBC. El yuan, la
octava moneda más intercambiada del mundo, se utiliza apenas en 1,5% de los
casos. Qu Hongbin, economista jefe para Asia del HSBC, sin embargo, apuesta en
un informe reciente por la plena convertibilidad del yuan en cinco años. En
2013 ya había más de 10.000 entidades financieras con operaciones en yuanes,
frente a las apenas 900 en junio de 2011 (Vea, Jose Reinoso y Alicia González, El yuan
quiere plantar cara al dólar, en http://economia.elpais.com, 13 de noviembre de 2013).
La Unión Europea
es un aliado necesario de los esfuerzos de China para elevar el estatus internacional
de su divisa. Y ese interés es recíproco con países como Reino Unido, Alemania
y Luxemburgo, ávidos por convertirse en centros de intercambio del yuan en
Europa. Se vislumbran lucrativos servicios financieros. No es extraño en este
contexto que la City de Londres fuera el primero en Europa en sellar en junio de
2013 un pacto con China por 200 mil millones de yuanes. Hoy ya son más de
10.000 entidades financieras en el mundo que hacen operaciones en yuanes,
frente a las apenas 900 en junio de 2011. Las opciones en cuanto a la próxima moneda
internacional de intercambio ya no están entre « dólar o una cesta de monedas »
sino entre « yuan o una cesta de monedas »! La última, en nuestra opinión, es
más probable y una mejor opción para construir un mundo multipolar (IBID).
La geopolítica ante el fin del patrón petrodólar
El fin del petrodólar tendrá serias consecuencias geopolíticas para
Arabia Saudita que edificó su poder y su riqueza en este sistema. El país se
verá obligado a diversificar sus clientes y tendrá que aceptar otras monedas
como medio de pago que el dólar. Arabia Saudita está ahora resueltamente vuelta
hacia Asia para exportar su petróleo. El país parece ahora querer
jugar a ganador con China a través de una mayor cooperación económica
bilateral. Tienen 140 empresas chinas operando en la construcción de
infraestructura, las telecomunicaciones y la industria petroquímica en
proyectos que suman $18 mil millones (Vea, China Daily, 23/09/2013 y Oscar Ugarteche y Ariel
Noyola Rodríguez, Ob. Cit. y Asharq Al-awsat, 20/11/2013). Era de esperar que Arabia Saudita se abriera a China
lo que significa un duro golpe para Estados Unidos ya que con ello,
prácticamente, se desploma un pilar estratégico del sistema del petrodólar. Arabia
Saudita firmó recientemente incluso un contrato con China para adquirir misiles
y con Paquistán para desarrollar sus armas
nucleares. Lo anterior compromete en primer lugar la protección militar
norteamericana que el país ha gozado. Al apostar así a los vecinos del
Este no sería extraña que pronto Arabia Saudita sea considerada como el nuevo
estado terrorista de Medio Oriente. Así resulta irónicamente posible que Irán aparece
como la futura piedra angular en la cooperación estadounidense para mantener
bajo control a la región. (Vea, Jim
Willie, Money
vs Legal Tender - Deceptions, Dupes & Dots, 27.12.2013,
www.marketoracle.com.uk,).
Es prácticamente
un hecho que el centro de poder de Arabia Saudita en la OPEP pase a Irán. A
partir de ello el gigante ruso Gasprom coordinará el cartel y dirigirá unos
gasoductos hacia Asia occidental (Pakistán) y Europa Occidental. Con un
gasoducto que atraviesa Siria el gas natural iraní podrá ser transportado
directamente al mercado europeo. Al lograrlo China y Rusia están adquiriendo el
control estratégico no solo sobre el Golfo Pérsico sino incluso del Mediterráneo.
Esto cambiaría el orden geopolítico y
militar en el mundo. Las conversaciones de paz con Irán mejor se hubieran llamado
la cumbre de rendición del petrodólar. El patrón petrodólar de facto acoplado a
la OPEP se está sustituyendo por el patrón ´petro-BRICS´ de hecho acoplado al tándem
sino-ruso. El principal afectado por este desplazamiento del dólar como moneda
internacional de facto será la economía norteamericana donde imperará la
inflación, la escasez, el desempleo y la violencia (Vea, Jim Willie, IBID).
La caída del
dólar estadounidense como moneda de referencia internacional se debe esencialmente
al hecho que se está tomando conciencia que esta moneda no es dinero sino un
simple medio de pago legal con carácter internacional y nada más. Explicar esto
al ciudadano común aún hoy es tarea difícil. El dólar es un medio de cambio
legal aceptado para pagar cuentas, para comprar cosas, para entablar deudas
privadas y públicas, para crear cuentas, etc., pero no es dinero auténtico. Desde
1971, cuando el patrón oro fue abandonado, el dólar dejó de ser dinero auténtico
y se redujo a un simple medio de pago legal. Hoy el dinero en dólares de EEUU
consiste en una gigantesca deuda incobrable. Esta incapacidad de pago tendrá un
impacto desastroso en la nación. Las cuentas bancarias, las acciones de la
Bolsa de valores, los fondos de pensiones y todo tipo de ´riqueza´ de papel sufrirán
serias consecuencias de la incapacidad de pago de la deuda. Cuando el dólar
deja de ser un medio de pago internacionalmente aceptado, habrá una pérdida
generalizada de confianza en dicha moneda. Al público le quedará finalmente claro
que el dólar no es dinero auténtico. Un desplazamiento del dólar como moneda internacional de
referencia significa la bancarrota de EEUU, una fuerte depreciación de la
moneda y la contracción de crédito internacional que el país ha gozado durante
más de medio siglo. Con ello no habrá crédito para su complejo industrial y
militar que se tornaría insostenible. Para EEUU sería la hora de pensar en su
propia Perestroika como ya hemos pronosticado en 1994. Rusia podrá celebrar el
´fin de historia´ de su principal contrincante a 22 años del libro de Fukuyama (De
la globalización a la Perestroika en Occidente, Ed. DEI).
La desintegración de Eurasia no pudo lograr
a partir del colapso de la URSS a principios de los años noventa. Rusia hoy se
manifiesta como una gran potencia a la par de China y juntos constituyen el
´Heartland´. El desmembramiento del corazón de Eurasia (Heartland) con la mayor
superficie continental del mundo ha sido y sigue siendo una de las máximas preocupaciones
de los grandes geo-estrategas occidentales, como Brzezinski asesor del
presidente Obama. El futuro puede potenciar aún más el rol del Heartland a
partir del calentamiento de la atmósfera terrestre al abrir un espacio
geoestratégico conexo sin precedentes. En unos 10 años el océano Ártico quedará
abierto casi totalmente para la navegación de superficie convencional y con
rompehielos, y un mes prácticamente sin hielo. El gigante ruso tendrá así en su
costa boreal un océano líquido conexo con el Atlántico y el Pacífico con aguas
internacionales más seguras y mucho más cortas para China. Al respecto, el
presidente Putin se refirió hacia finales de 2013 '...El Ártico es una parte
inalienable de Rusia que ha permanecido bajo nuestra soberanía a lo largo de
varios siglos. Así será siempre. (Vea,
Gustavo Herren, Estados Unidos, cambio climático y estratégico. Nueva hoja de ruta
Oriente Medio, Asia, Pacífico y el Ártico,
10
de enero de 2014, www.agenpress.info.com
).
La amenaza real a los intereses vitalicios
anglo-americanos son China y Rusia, y es allí donde procuran enfocar su atención.
A partir de lo anterior, el régimen de Obama realizó un cambio de rumbo
relevante en su estrategia global. El foco se centralizó desde 2012 ya no más
en Medio Oriente sino cada vez más en el núcleo de la Isla Mundo (el Heartland)
sino-ruso. La actividad militar de EEUU se está desplazando del Oriente Medio
hacia la región Asia-Pacífico con presencia de su poder militar naval en las rutas
del Pacífico al Índico. Una estrategia fue de controlar el Estrecho de Malaca
donde pasa el 80% del comercio chino. Con el nuevo espacio oceánico estratégico
a lo largo de toda la frontera boreal rusa esta política está fracasando. Estos
hechos relevantes, refuerzan la tendencia hacia un proceso de multipolaridad
global donde el peso relativo de la Federación Rusa y China como potencia está
aumentando no solo en el campo económico y monetario sino también en el ámbito
de la geopolítica (Vea,
Gustavo Herren, Estados Unidos, cambio climático y estratégico. Nueva hoja de ruta
Oriente Medio, Asia, Pacífico y el Ártico,
10
de enero de 2014, www.agenpress.info ).
El futuro de la Unión Europea y del euro
En la actual
coyuntura internacional, la Unión Europea es el
último pilar que sostiene al dólar como moneda de referencia internacional que,
inevitablemente, se desmorona. La Unión Europea constituye el último
bastión del dólar. El abandono del dólar como moneda de referencia en la
eurozona constituirá entonces el golpe de gracia para el dólar. La transición hacia un sistema monetario multipolar,
sin embargo, depende de la decisión de la zona euro de abandonar el dólar y decidirse
por un mundo multipolar a partir de la casi inevitable transformación
monetaria, liderada por China. No se
refieren aquí a la Unión Europea, sino tratase de la eurozona (Eurolandia en
palabras de GEAB). La City de Londres, como el caballo de Troya de Wall Street,
procura impedir que la Unión Europea mire hacia el Este. Su objetivo es quedarse
en esquemas de negociación de tratados de libre comercio e introducir una
moneda mundial manejada por las élites banqueras. La anexión de Ucrania a la
Unión Europea es un objetivo estratégico para frenar el avance sino-ruso hacia
el Oeste. Ante la amenaza de este sometimiento, no debe sorprender que el
gobierno de Ucrania prefiriera el mundo multipolar dirigiendo la mirada a su vecino ruso al
tiempo que EEUU y la UE fomentan la oposición popular ucrania contra ello así
como lo hicieron en Libia y Siria.
Impedir todo avance de Eurasia para incluir a la
eurozona en su proyecto es el objetivo estratégico de los intereses
anglo-americanos y la OTAN. Esto explica su actual cruzada contra un mundo
multipolar de los países emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica). Los 19 miembros que conforman la OTAN y otros
10 candidatos (Letonia, Lituania, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, Rumania, Bulgaria,
Albania, Macedonia y Croacia) se preparan para la cumbre en setiembre de 2014
en Gran Bretaña. Ante las desastrosas finanzas de EEUU, la reunión estará
centrada en las capacidades militares futuras y las alianzas con más de 44 países
para financiarlas. Estas
alianzas en apariencia son una fortaleza de la OTAN, en esencia revelan la
pérdida de hegemonía de EEUU en el mundo. La
Comisión Europea está bajo la presión de la OTAN y con ello, en última
instancia, de los intereses de la elite financiera de Wall Street y la City de
Londres. La política de Alemania en este aspecto es
necesariamente dual: por un lado, se alinea con la política de
contención-integración del espacio sino-ruso, pero por el otro su futuro
económica está más en el Este que en el Oeste. El país tiene además una
dependencia considerable del gas ruso y es una pieza estratégica en la eurozona
para dar un viraje hacia un mundo multipolar. Vea, Merle David Kellerhals Jr., Kerry destaca objetivos de la cumbre de la OTAN, http://iipdigital.usembassy.gov/st/spanish/article, 06 diciembre 2013).
La Unión Europea como una Europa inspirada e
infiltrada por los intereses de los multinacionales e intereses financieros anglosajones,
como la Europa que se doblega ante multinacionales y la OTAN, esta UE no tiene futuro para GEAB. La UE se contentó demasiado
tiempo con mirar hacia el Atlántico y la bloquea en
los esquemas de ayer. Las decisiones dictadas por intereses financieros anglosajones
pasan cada vez más difícilmente en la eurozona. Una Europa
des-americanizada, tomará muy probablemente su lugar. Para ello es preciso que
Bruselas se libere de los lobbies anglosajones. En las elecciones europeas de
2014 observaremos el arribo de las derechas extremas y de las fuerzas
euroescépticas. Las elecciones europeas de 2014
provocan su repolitización, comenzando con un gran debate sobre el futuro de
Europa. Esta nueva correlación de fuerzas hará explotar el marco actual
de la Unión Europea, brindando la oportunidad y por lo pronto también la
necesidad para que la Europa se des-americanice. Ahogado
por los intereses angloamericanos, GEAB estima que para 2015 las presiones
serán tan grandes que la eurozona se volcará a un nuevo sistema multipolar,
fuera de la zona del dólar. (Vea, Geab 79, ibid).
Si bien los dirigentes europeos de hoy parecen
temer las asociaciones con los países del BRICS. La
realidad es que los emergentes quieren ver una Europa que pueda hacerle
contrapeso a EEUU. En un momento crítico para la moneda europea las autoridades
chinas, perfectamente conscientes de que esta especulación podría empujar el
euro hacia el precipicio, movilizaron en 2010 su maquinaria institucional para
respaldar a la moneda europea: Europa ha sido, es y será uno de los mayores
mercados de inversión para las reservas en divisa chinas. Los intereses del
capital anglo-americano y globalista en cambio, quieren que la Unión Europea se
ampliara como mercado lo más que posible hacia Europa del Este incluyendo a
Ucrania. A partir del Transatlantic
Trade and Investment Partnership (TTIP) entre EEUU y la UE, las
grandes transnacionales tendrían un megamercado para hacer frente al avance
sino-ruso con una moneda global que no será el euro ni el dólar. Esta
mirada angloamericana sobre el euro contrasta con la visión cautelosa de las
elites financieras y económicas de los países emergentes. Los BRICS desean que
el euro se consolide para incorporarse a la creación de un mundo multipolar. El
colapso del euro hubiera significado y significaría un paso definitivo hacia un
mundo unipolar de las elites financieras. Un euro y
una Europa fuertes en cambio con una mirada hacia el Este fortalecerían la creación
de un mundo multipolar. Para ello, sin embargo, es preciso que no avancen los
tratados de libre comercio (Vea, Miguel Otero
Iglesias, La crisis del euro vista desde fuera: pesimismo unipolar estadounidense
frente al optimismo multipolar de los emergentes (ARI), 06.09.2010).
Hoy en día en Bruselas se está negociando en secreto un
tratado de Libre Comercio entre EEUU y la UE, el llamado proyecto TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership). Los
tratatados de libre comercio no solo eliminan las fronteras para las grandes
corporaciones sino que las colocan por encima del Estado, acabando con toda la
soberanía nacional. Los diferentes tratados de libre comercio en el mundo juntos
han de preparar el terreno político para que los grandes bancos con su sede
principal en Wall Street y la City de Londres crean, con las multinacionales
más grandes, un Estado global con su propio Banco y Moneda Mundial. Sobre esta
base se impone un mundo unipolar por encima de cualquier estado nación. La
Comisión Europea en Bruselas, con las oficinas de la OTAN a pocas cuadras, parece estar decidida para firmarlo. En
Bruselas consideran poder salvar así la sagrada ´civilización occidental´ y
miran hacia el Este como el Reino del Mal.
De aprobarse los
tratados y de ser ratificados por sus gobiernos respectivos, implicaría que tanto el dólar como el euro dejarán de existir.
La introducción de una nueva moneda, que será manejada por la elite bancaria de
Wall Street y la City de Londres, les sustituirá. Lo anterior significaría el
entierro de toda democracia y la sumisión de todos los ciudadanos a un Estado
Global Totalitario. La Unión Europea está muy presionada para firmar un acuerdo de ampliarse con
Ucrania antes de aprobar el TTIP. El tiempo apremia ya que después de las
elecciones del 14 de Mayo la coyuntura les será muy desfavorable. A partir de
esas elecciones el tratado transatlántico entre EEUU y la UE ya no tendrá la
menor posibilidad de que se ratifique. En este contexto se entiende que Estados Unidos quiere pasar a la velocidad superior
adoptando procedimientos de excepción (Fast-Track Authority) absolutamente antidemocráticos. Si para hacer buena figura se firma un
acuerdo en 2014 relacionado al TTIP, se lo hará privado de su esencia. Lo más probable
es que nada avance en 2014, o si las negociaciones acaban serán conchas vacías
(GEAB 82, enero de 2014).
Si la eurozona desea poder gravitar en el
mundo del siglo XXI, una mayor democratización participativa es una etapa
indispensable. La gobernanza
europea desde Bruselas se ha convertido en el símbolo de una burocracia
desconectada de los europeos. La próxima
legislatura europea muy probablemente estará caracterizada por una disminución
considerable de todas las influencias anglosajonas en Bruselas. GEAB opina que el proyecto TTIP será
objetado por la sociedad civil europea. En Europa la influencia de Estados Unidos comienza a
socavarse, porque sin su « caballo de Troya » británico deben enfrentarse por
sí mismos, al descubierto. Así se observa claramente en el caso de Ucrania. Estados
Unidos estuvo entre los primeros en indignarse y exhortar a Europa y Ucrania.
Quedó claro que se concibe la política europea en Washington y no en Bruselas. La indignación europea
suscitada por ello y el asunto de la NSA obligarán hacer concesiones
inadmisibles pero necesarias para que se apruebe el TTIP. Desde ese momento, finalmente será posible negociar
los próximos acuerdos de colaboración con Ucrania en tripartito con los rusos
como es debido. Lo que, en otras palabras, estamos presenciando es el último y desesperado
intento de instrumentar la Unión Europea en favor de los intereses estratégicos
anglosajones.. Todo esto refleja el nuevo
vacío geopolítico estadounidense. (Vea, GEAB 80, diciembre de 2013).
¿Quién podría librar la batalla que el futuro político de Europa se
oriente hacia un mundo multipolar?, se pregunta GEAB. No ven un papel en el Parlamento
ya que este será la puerta de entrada de las fuerzas antieuropeas y anti euro. La
Comisión Europea será un camino aún menos indicado ya que va por el mundo
unipolar sin euro. La gran responsabilidad estaría, según GEAB, del lado de los
Estados miembros de la Eurozona ya que ellos no
tienen otra alternativa que salvar al euro. En este contexto GEAB
plantea un voto europeo y partidos que se presenten en todo el territorio en
vez de un referéndum trans-europeo que suele
transferir cada vez más competencias a Bruselas sin ningún proceso democrático.
Si los estados miembros han de tomar el control de la gobernanza europea, es preciso
que los gobiernos de la Eurozona implementen las
bases sobre el cual el euro debería haberse creado: « control conjunto de los
presupuestos, evolución hacia una armonización fiscal, repatriación de los
mercados financieros en euros a la eurozona, fortalecimiento de las normativas
financieras, agencia de calificación europea, impuesto sobre las transacciones
financieras, eurobonos, instauración de un nivel máximo de exposición de las
deudas gubernamentales a los mercados financieros fuera Eurozona...» Lo
más recomendable sería que el BCE amplíe su mandato estatutario. Actualmente su
misión está limitada a la preservación de la estabilidad monetaria. Para el
futuro el BCE debería ocuparse también de la lucha contra el desempleo (Vea GEAB 79, noviembre de 2013).
América Latina ante la
geopolítica actual; Otra racionalidad es posible
Al malograrse los acuerdos de libre comercio
TTIP, entre Estados Unidos y Europa, y el TPP entre Estados Unidos y Asia, es
posible descontinuar con la lógica del mundo de ayer y promover el mundo
multilateral de mañana. Ante este cuadro
geo-estratégico hay retos enormes para los gobiernos latinoamericanos de cómo
posicionarse. América Latina en general
y América del Sur en particular, viven procesos de integración regional que
permiten trabajar con mayor autodeterminación por un mundo multipolar. La
des-americanización se efectúa también en América del Sur, donde la influencia
de Estados Unidos es todavía omnipresente. A pesar de las dificultades
atravesadas por el continente, América del Sur persigue su propia regionalización.
Como primer continente ha logrado parar el Tratado de Libre Comercio con EEUU.
Ello marcó su salida de la influencia de Estados Unidos que mejor se simboliza
con la creación de la CELAC. China que en primera instancia fue excluida del Tratado
Trans-Pacifico (TPP) ahora
tiene previsto reentrar. El país se siente suficientemente fuerte ante Estados
Unidos para imponer sus propias condiciones. El
esperado cierre del Tratado Trans-Pacifico parece estar estancado por
desacuerdos entre Japón y Estados Unidos. Si le falla Japón tampoco se firmará
el TPP. Se vislumbra así que podrán fracasar el TPP con Asia y el TTIP con la
UE. El
tablero global se verá redibujado en regiones cada una con un país hegemónico.
Otra
noticia “bomba” de diciembre ha sido la aprobación del senado de Paraguay a
Venezuela como socio pleno del Mercosur. Lo anterior revitaliza fuertemente a
este bloque y disminuye las perspectivas de la Alianza del Pacífico, que no es
más que otro Tratado de Libre Comercio de países latinoamericanos (México,
Colombia, Perú y Chile) con EEUU. Paradójicamente, los países de la Alianza del
Pacífico tienen más dinamismo comercial con los del Mercosur que entre sí. Washington
parece estar perdiendo también esta última jugada. (Vea, Oscar Ugarteche y Francisco
J. Martínez Cervantes, El
multilateralismo revive y la integración de Sudamérica avanza, AMLAI, 12 de diciembre
de 2013). Por ende, en la novena cumbre ministerial de la OMC en
Balí, en diciembre de 2013, se tomaron decisiones sobre una gama de temas que
van desde cómo la OMC debería de responder a los programas de seguridad
alimenticia hasta cómo asegurar el mejor acceso al mercado del mundo rico para
las economías menos desarrolladas del globo. El destrabe de la OMC ahora bajo
conducción brasileña puede poner fin a las aventuras del TTP y del TTIP y
restablecen el multilateralismo (IBID).
El siglo XXI será testigo de un nuevo sistema
monetario mundial y la creación de nuevas divisas. Una nueva divisa en un mundo
multipolar aún no es garantía de un cambio en la racionalidad económica vigente,
pero constituye un buen paso en la dirección adecuada. Es un hecho que mientras
haya crecimiento económico se sostendrá la posibilidad de acumular capital. A cien
años del comienzo de la primera guerra mundial, ante un cambio de hegemonía a
nivel internacional, se acentúa la disputa entre grandes potencias por el
control de recursos naturales estratégicos (minerales, agua, biodiversidad y toda
fuente de energía primaria). La soberanía de los recursos naturales y el surgimiento de una nueva
conciencia ecológica se convierten en elementos profundamente movilizadores y
dinamizadores de los procesos sociales y políticos en el mundo entero y así también
en nuestro continente. El surgimiento de nuevas visiones teóricas (El buen
vivir) y nuevas prácticas políticas demandan otra concepción de la integración
regional, mucho más allá del actual neo-desarrollismo. Surge como elemento
central, soberano, el pueblo, actores y artífices de la defensa y gestión de
sus territorios y de los recursos naturales que estos abrigan (Vea, Mónica
Bruckmann, “Una estrategia regional para
la gestión de los recursos naturales”, ALAI, Diciembre de 2012, pags. 1-6).
La racionalidad económica del capital ha llevado a la
sobreexplotación no solo de las energías no renovables como el petróleo sino
también de los metales y minerales. Hoy en día la escasez relativa de ciertos
metales y minerales está a la vista. Los mismos suelen concentrarse en el Sur y
sobre todo en los países emergentes. Occidente no está solamente cada vez más
dependiente de los países del Sur en materia energética (petróleo), sino
también de minerales y metales en general
y sobre todo de los más estratégicos. Con ello, las condiciones objetivas para
establecer nuevas relaciones de poder entre Norte y Sur están dadas. Un estudio realizado por el British Geological Society (Los metales más raros de la tierra, www.ecoapuntes.com.ar de septiembre de 2011) mostró
que de los 52 metales el 60% tiene un índice de riesgo de suministro alto.
China lidera la producción global de casi todos los elementos, siendo
responsable de la extracción de la mitad de ellos. Ante la escasez relativa de los
recursos naturales estratégicos, los países productores están empezando a
proteger sus intereses. China establece impuestos a la exportación,
especialmente de metales y minerales con alto valor de innovación. El
país ha impuesto incluso cuotas y hasta la prohibición de exportar. En
septiembre de 2010, el Gobierno chino restringió la exportación de neodimio
para destinarlo a proyectos propios de energía eólica.
(Vea, Redacción de Economía y
Finanzas,
Geopolítica: ¿Es posible seguir con el progreso con la escasez de materias
primas escasas?, Buenos Aires, 23 de diciembre de 2011).
Un
informe de la Comisión Europea y de PriceWaterhouseCoopers (PWC) ha
identificado 14 materiales estratégicos y escasos usados
en tecnologías emergentes verdes. La escasez de las tierras raras ya se ha
convertido en una cuestión de geopolítica. China ha logrado imponer que dichos
recursos sean procesados cada vez más en el propio país. Si Occidente quiere
acceso a estas materias tan escasas y estratégicas, que instalan entonces sus
fábricas en China además que el país exige una transferencia tecnológica. Materiales
igual de estratégicos que el neodimio son el telurio, el galio, el indio o el
litio. Su función principal hoy es alimentar todo tipo de baterías y entre
otras para el desarrollo de energía eólica y el carro eléctrico (Vea, Miguel Ángel Criado, Occidente depende de unos minerales que
no tiene, 6 de enero de 2012).
En el
2012 la industria automotriz americana vendió 500 mil vehículos que utilizan
baterías de litio. Las ventas de este tipo de autos representaba el 3.4 % de su
mercado de automóviles. En China en 2013 se vendieron 125.000 vehículos
eléctricos de baja velocidad, un aumento del 68% en comparación con 2012. Ante
la fuerte contaminación China proyecta sustituir a gran escala el parque
automotriz de combustibles por otro eléctrico. La
proyección de la demanda mundial de carbonato de litio, en otras palabras, tiene
mucho futuro. En 2012 se ubicaba esta demanda en 150 mil toneladas
aproximadamente y se proyectaba una demanda futura de más de 300 mil toneladas
de carbonato de litio hasta 2020. Esta estimación sin lugar a dudas ya habrá
que ajustarla. En 2012, las mayores
demandas de litio se registraban en China, Alemania y Estados Unidos (Vea, Eden García, Integración del ‘triángulo del litio’ potenciará su
producción, según estudio, LATINV&P, 4 de julio de 2013).
También hay un fuerte desarrollo en autobuses
eléctricos. BYD, es un fabricante chino de autobuses eléctricos impulsados por
baterías. Los motores del autobús de BYD están en las ruedas. Es mucho más
avanzado que las alternativas de sus
competidores, pues un motor en las ruedas hace obsoleto el sistema de
transmisión, reduce el peso, aumenta el espacio y genera la energía exactamente
donde se la necesita: en las ruedas. Los autobuses de BYD tienen un radio de
acción de más de 250 kilómetros en zona
urbanas con una sola carga, lo cual los hace muy superiores a sus competidores.
Estos autobuses han sido aprobados para su venta
Europa, Estados Unidos y Sudamérica. Sin duda contamos con que serán parte de
sistemas de transporte público en muchas ciudades importantes en el mundo (Vea, GEAB 81). Se da ahora
la circunstancia de que Bolivia, Chile y Argentina juntos cuentan con el 85% de las
reservas mundiales de litio. Juntos podrían regular precios a como los
productores de petróleo lo hacen. Lo anterior apela a la integración
latinoamericana en proceso. Además de controlar el precio mediante acuerdos
entre países, sería importante condicionar la producción de baterías como ya
está en proyecto entre China y Bolivia. Más estratégico aún para su propio
desarrollo sería la fabricación de autobuses al tratarse de valores de uso
colectivo y no individual.
Condicionar
la entrega de un recurso a cambio de una transferencia tecnológica no solo tiene
implicaciones geopolíticas a favor de los países periféricos, sino también deja
ver como desde el Sur se puede influir en el cambio de la racionalidad económica
vigente. Occidente deberá
compartir con el Sur los recursos
naturales estratégicos y será cada vez más difícil que haya suficiente para
todos. La escasez de recursos o el limitado acceso a los mismos obligará tarde
o temprano a la prolongación de la vida media de sus productos finales y/o el uso creciente de bienes de consumo colectivo.
Lo anterior conlleva inevitablemente al decrecimiento de la economía en
términos de valor. Este proceso primero que nada se dará en el Norte. Con un
crecimiento económico negativo no hay acumulación posible. Con el decrecimiento
económico se anuncia una nueva era caracterizada por la des-acumulación en
términos de valor. Al aumentar la vida media de los productos y al adquirir los
valores de uso un carácter colectivo (autobús) en vez de individual (auto), la
productividad del trabajo desciende en términos de valor. En términos de
valores de uso, sin embargo, la productividad aumentará conforme más duraderos
y colectivos sean dichos productos ya que satisfacen la necesidad a más gente y
durante más tiempo. Este tema nos lleva a la posibilidad y necesidad de la
transición hacia una economía post-capitalista con una contabilidad por el
contenido (valor de uso) ya no por la forma (valor de cambio).
Los escépticos dirán que nunca
se logrará imponer a las grandes potencias determinadas políticas de poner
cuotas y condicionamientos como la transferencia tecnológica a la explotación
de los recursos naturales. En un mundo multipolar los chinos estarían más dispuestos
de aceptar la misma política que aplican el país a Occidente en beneficio de
América Latina. De lograrse estos condicionamientos cruzados en el marco del
mundo multipolar, los países de Occidente no pueden quedar atrás. Al procesar
industrialmente las materias primas en el Sur, se sostiene un tiempo más el
crecimiento económico al tiempo que en el Norte tiende a estancarse luego incluso
disminuirse. La demanda de productos y servicios colectivos tiende a ser
definida más desde las necesidades comunales, es decir, desde el sujeto. Esta
tendencia fomentará una creciente autodeterminación de los pueblos. Con ello se
reduce el actual extractivismo des frenado y la actividad se torna más
sostenible. De esta forma se abre el camino hacia el post-capitalismo. Es importante
tomar consciencia que los países del Sur están en las condiciones de impulsar
esta transición a escala mundial. Para que tenga éxito esta política, es
precisa una respuesta conjunta de los países de la región con acuerdos Sur-Sur.
Si los gobiernos y las oligarquías de América
Latina no están dispuestos a tomar éste reto entre sus manos, tarde o temprano
lo harán los sectores populares, para transformar en realidad su sueño
histórico.
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