Ocho detenidos y 76 heridos leves en las cargas policiales contra la marcha minera
El País 11 de julio 2012
Fotos: El País
La manifestación en defensa de las cuencas mineras a las puertas del Ministerio de Industria ha derivado a primera hora de la tarde en fuertes enfrentamientos entre antidisturbios y mineros. Los choques, en distintos puntos del paseo de la Castellana, se han saldado, según el último balance de Emergencias Madrid, con 76 heridos con contusiones y torceduras, todos de carácter leve, aunque ocho han sido trasladados a centros hospitalarios para una observación más detallada. Del total de heridos, 42 son manifestantes, 33, policías y el último, un fotógrafo de un diario digital de Asturias. Además, la policía ha detenido a ocho personas en la refriega, según la Jefatura Superior de Madrid, sin que por el momento haya trascendido de qué están acusadas ni su identidad. Tan solo se sabe que dos de ellos son mineros, de Asturias y León, y que una de las arrestadas tiene cinco antecedentes por robo.
Entre los manifestantes, según ha subrayado una portavoz del Ministerio de Interior, "se han detectado grupos antisistema, que han usado desde lanzacohetes a ladrillos" para agredir a los agentes. En la marcha había algún grupo de jóvenes con bragas que cubrían la mitad de la cara o encapuchados, entre miles de mineros, familias, simpatizantes, sindicalistas, políticos, miembros del 15-M, profesores de la marea verde contra los recortes en la educación... Interior ha remitido un vídeo de los hechos violentos grabado por los propios antidisturbios y algunas fotografías. Es la primera vez que se difunde una grabación policial de una protesta en Madrid.
Con la columna de 200 mineros que han protagonizado la marcha negra al frente, la protesta había arrancado de la plaza de Colón sobre las 11.15, un cuarto de hora después de lo previsto, con destino a Industria, en el número 160 de La Castellana, donde los primeros manifestantes han llegado en torno a las doce y media. La protesta, tras una pancarta con los lemas Sí a la reactivación de las comarcas mineras y No al cierre de la minería del carbón, echaba a andar en un ambiente festivo, con explosiones de petardos y un fuerte olor a pólvora.Los mineros, con petardazos cada dos minutos y gritos de "a por ellos, oe, oe", han marchado protegidos por un fuerte cordón de seguridad compuesto por los propios manifestantes, aunque también vigilaba un amplio despliegue de antidisturbios y municipales. A pesar de la asistencia masiva, Delegación del Gobierno ha mantenido el mismo dispositivo anunciado días atrás. La delegada, Cristina Cifuentes, habló de un dispositivo policial "suficiente y adecuado" para evitar incidentes y garantizar la seguridad, sin precisar datos. La sede del PP, en la calle Génova, ha pasado la mañana protegida por 11 furgones, a pesar de que la marcha ni se acercaba al lugar.
La protesta de los mineros, que han catalizando el descontento de numerosos colectivos afectados por los recortes, ha discurrido tan lenta que, cuando la cabecera ha alcanzado su destino, la cola se prolongaba a lo largo de varios kilómetros, hasta la plaza de Emilio Castelar. UGT y CC OO esperaban reunir a 25.000 personas y la previsión se ha quedado corta, aunque de momento no ha sido cuantificada. La manifestación, al ser muy amplia la Castellana y muy largo el recorrido, ha marchado muy disgregada, lo que dificultaba contar a los participantes. El tráfico estaba cortado desde Alonso Martínez hasta Cuzco, incluidas las aledañas a La Castellana, lo que ha provocado importantes atascos.
"Si cierran las minas nos quedamos sin cuartos"
En la marcha, Luis, de León, que ha llegado esta misma mañana en uno de los 500 autobuses movilizados desde las cuencas mineras para la ocasión, ha señalado: "Venir es lo más digno que he hecho en muchos años. Es una reivindicación justa". José Manuel Martínez, de solo 12 años, tiene muy claro por qué ha viajado desde Cangas del Narcea a Madrid con su padre: "Si cierran las minas nos quedamos sin cuartos". "Si esto no se apaña, caña, caña, caña", coreaba un grupo de manifestantes procedentes de Valencia.
Tras los mineros marchaban, entre otros líderes sindicales, los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Toxo, que han acusado al Gobierno de haber provocado el conflicto con la minería al actuar con "sinrazón", "insensibilidad" y "falta de inteligencia política" ante los problemas del sector. También se han sumado a la manifestación los alcaldes de la cuencas mineras asturianas, que han estado encerrados tres días en sus ayuntamientos, mientras que continúan su encierro los trabajadores de las minas de varias comunidades mineras.
Los primeros manifestantes han llegado sobre las doce y media a la sede de Industria, Energía y Turismo, completamente blindada por vallas, rodeada de furgones y de agentes antidisturbios. A partir de ese momento, la tensión ha ido acumulándose y la situación se ha complicado sobre la una de la tarde, cuando algunos de los manifestantes han intentado tirar las vallas de protección que rodean todo el perímetro de Industria y han lanzado de forma intermitente todo tipo de objetos, desde petardos, a botellas, palos y piedras y hasta una lluvia de plátanos a los antidisturbios.
Además de los petos protectores del pecho, los policías llevaban protectores en los antebrazos para evitar los golpes, una protección infrecuente y que desde el principio anunciaba un duro desenlace. Sobre la una y media, han caído varias vallas al suelo y un cuarto de hora después se han producido las primeras cargas policiales con porras y pelotas de goma, tras unas salvas al aire para intentar controlar la situación y advertir a los concentrados.
Adiós entre aplausos
Al lugar han acudido en ese momento decenas de agentes, que estaban en calles aledañas a la espera de ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. El aumento de la tensión ha coincidido con la llegada a la zona de los 200 mineros, que recorrieron a pie 400 kilómetros hasta llegar a Madrid el pasado fin de semana. Este grupo, que ha marchado dividido en seis columnas según su procedencia, se ha puesto en pie esta mañana tras descansar apenas unas horas en Ciudad Universitaria tras la simbólica marcha nocturna de anoche.
Marcha por la noche 11 julio 2012
La tercera marcha minera que ha recorrido Madrid en menos de 24 horas ha derivado en enfrentamientos con la policía. En torno a las diez de la noche, la policía ha empezado a cargar contra algunos centenares de manifestantes que se habían quedado en Sol al finalizar la marcha que comenzó a las siete y media de la tarde en Atocha y ha terminado en torno a las diez menos cuarto.
Cientos de personas se quedaron al final de la manifestación en la Puerta del Sol coreando lemas del 15-M como “lo llaman democracia y no lo es”. En esos instantes algunos manifestantes han encendido unas bengalas y, según la Delegación, han comenzado a tirar botellas y otros objetos a los agentes, que han cargado vaciando la plaza en segundos.
La tensión se ha trasladado a la zona de Preciados y Callao, donde jóvenes encapuchados han incendiado cinco pequeñas barricadas y un par de contenedores. Varios testigos critican que los policías han cargado de forma indiscriminada en varias ocasiones. Al mismo tiempo, un grupo de “antisistema”, según la Delegación, ha intentado acercarse a la zona del Congreso, de especial protección, y también se han registrado cargas. Igualmente, ha habido tensión entre agentes y manifestantes en la plaza de Tirso de Molina.
Varios testigos critican que los policías han cargado de forma indiscriminada
“He salido del teatro y me he encontrado a la Policía pegando a gente indefensa”, ha manifestado indignado Pedro Moraelde, director de una obra que se representa estos días en el Teatro Arlequín, al lado de la plaza del Callao. Asegura que ha visto a una chica de unos 15 años a la que estaba atendiendo el Samur “a la que le han roto un brazo” y ha tenido que proteger a otra, “a por la que venían, sin motivo”.
Tras dejar casi vacío el kilómetro cero, los agentes se han desplazado hacia Callao por Preciados, donde ardían varias barricadas, que han apagado con los extintores de las tiendas cercanas hasta que han llegado los bomberos. Los agentes han dispersado a la gente a porrazos, golpeando en ocasiones a viandantes que solo pasaban por la zona o permanecían a la espera de ver qué ocurría.
“He visto cómo los policías pegaban a un señor que iba en silla de ruedas y la gente intentaba protegerle”, ha explicado Dorothy Van Dyne, una estadounidense de 25 años que se aloja en un hostal de la zona. En las primeras cargas de Sol, aparte de los manifestantes había muchos transeúntes en la zona, entre ellos familias y extranjeros. “Levanta las manos y di que eres turista”, recomendaba un joven a una chica que ha comenzado a llorar por el nerviosismo cuando la gente huía de la Policía. “No me sorprende que carguen, es lo que suelen hacer para disolver las manifestaciones, lo que sí me llama la atención es que lo hayan hecho tan temprano”, comentaba un joven informático asturiano, enfundado en su bandera autonómica, que no ha querido dar su nombre.
Entre la plaza de Callao y la calle de Preciados ardían varias barricadas
Para Isaac González, informático madrileño, simplemente “ha llegado la hora de que cargaran”. González ha acudido con una camiseta de diseño similar al de la Selección de fútbol, pero con los colores de la bandera republicana, y asegura que “tras un intercambio de miradas” con algunos agentes, la Policía le ha pedido que se identificara en la Puerta del Sol y le ha advertido que irían a por él en las cargas. “Luego me he librado, pero han intentado acorralarnos entre Callao y Sol”.
La marcha previa: apoyo a los mineros y rabia por los recortes
La marcha, encabezada por cuatro mineros con sus cascos, comenzó a las 19.30 de la tarde. La formaban 5.000 manifestantes, según la Delegación del Gobierno, cifra que los convocantes elevan a 15.000. Protestaban también contra los recortes, con una indignación acrecentada por las nuevas medidas anunciadas hoy por el Gobierno. La protesta ha discurrido desde Atocha hasta Sol, rodeada en todo momento por cientos de policías antidisturbios. Los convocantes, un grupo de colectivos independientes, han explicado que querían dar la oportunidad de solidarizarse con los trabajadores de la mina a quienes no han podido estar esta mañana y han criticado las cargas policiales que se han producido en la misma y que han dejado ocho detenidos y 76 heridos leves.
La marcha previa a los disturbios, encabezada por mineros, reunió a unas 5.000 personas, según la Delegación
“Esto es una iniciativa de la plataforma Hay que pararles los pies, en la que participan sindicatos como Co.bas y otras organizaciones, como el PCPE o la Corriente Roja, pero también estuvimos anoche y esta mañana con ellos”, explica Antonio Rodríguez, miembro de Co.bas, con la voz que le queda tras desgañitarse durante casi tres horas con los lemas de la marcha. Los ya clásicos referidos a los trabajadores de la mina, como Madrid obrero apoya a los mineros –que podía leerse en la pancarta de la cabecera-, se han fundido con otros en contra de los recortes y llamando a la huelga general. “Si esto no se arregla, guerra, guerra y guerra” y “si esto no se apaña, caña, caña, caña” han sido dos de los más exitosos.
Segundo Menéndez, de 49 años y procedente de Cangas de Narcea (Asturias), ha sido uno de los mineros que han encabezado la protesta. “No he estado en la marcha negra, sino en las movilizaciones de Asturias, y ayer vinimos para sumarnos a las manifestaciones de aquí en Madrid. Mañana ya nos marchamos, porque los cuerpos están tocados”, comenta. Menéndez, sin embargo, se muestra preocupado por la complicada resolución del conflicto: “Creo que hay mucha rabia y la gente está esperando a que alguien dé el primer paso para hacer algo más”, advierte.
En la protesta se han visto varias banderas asturianas y de otras comunidades, así como muchas republicanas. En los carteles y pancartas, rechazo a los recortes y a los planes de rescate de los banqueros y no de los ciudadanos. También alguno crítico con la Policía –“sirvientes del amo”-, que ha recibido gritos en contra en numerosas ocasiones. De nuevo han vuelto a escucharse también lemas relacionados con la Selección Española de Fútbol, como esta sí que es nuestra selección o dinamita, oe, oe, oe, en sustitución de “campeones”.
Al final de la marcha, en Sol, dos trabajadores de Carabanchel han leído un comunicado de apoyo a los mineros y uno de ellos también se ha pronunciado para agradecer el apoyo recibido. El acto ha terminado con el himno minero en torno a las 21.45.
por eldiario.es
11 de julio 2012
Foto: El País
Bolas de goma, familias corriendo, niños llorando, avalanchas para refugiarse en los centros comerciales aledaños y, al menos, nueve detenidos. La marcha minera de esta tarde, la tercera en 24 horas en Madrid, y que arrancó a las 19.30 en Atocha, ha concluido a las diez de la noche de forma súbita cuando la policía ha cargado con contundencia contra los miles de personas que se encontraban en la Puerta del Sol. A continuación, se han sucedido los gritos de pánico, los golpes y las fogatas y contenedores quemados.
La tensión se extendió por todo el centro de Madrid: Callao, Gran Vía, Carretas… No se sabía por dónde moverse. Mientras, la policía desalojaba la Puerta del Sol y, durante unos minutos, no dejó pasar a nadie. Después, volvió a abrir el tránsito, con mucha menos gente. De Tirso de Molina a Callao, todo fue un caos, sobrevolado por los permanentes helicópteros, ante la estupefacción de los turistas, en las terrazas de la Gran Vía, que observan atónitos el ir y venir veloz de vehículos policiales y ambulancias.
El día terminó como empezó, con las cargas policiales tras las manifestaciones, después de la intensa pero pacífica jornada de ayer. Y es que, antes del desalojo de Sol de esta noche, se volvieron a vivir momentos emotivos, como el célebre ‘Santa Bárbara’, cantado por los congregados en la plaza.
Ocho detenidos y 76 heridos leves en las cargas policiales contra la marcha minera
El País 11 de julio 2012
Fotos: El País
La manifestación en defensa de las cuencas mineras a las puertas del Ministerio de Industria ha derivado a primera hora de la tarde en fuertes enfrentamientos entre antidisturbios y mineros. Los choques, en distintos puntos del paseo de la Castellana, se han saldado, según el último balance de Emergencias Madrid, con 76 heridos con contusiones y torceduras, todos de carácter leve, aunque ocho han sido trasladados a centros hospitalarios para una observación más detallada. Del total de heridos, 42 son manifestantes, 33, policías y el último, un fotógrafo de un diario digital de Asturias. Además, la policía ha detenido a ocho personas en la refriega, según la Jefatura Superior de Madrid, sin que por el momento haya trascendido de qué están acusadas ni su identidad. Tan solo se sabe que dos de ellos son mineros, de Asturias y León, y que una de las arrestadas tiene cinco antecedentes por robo.
Entre los manifestantes, según ha subrayado una portavoz del Ministerio de Interior, "se han detectado grupos antisistema, que han usado desde lanzacohetes a ladrillos" para agredir a los agentes. En la marcha había algún grupo de jóvenes con bragas que cubrían la mitad de la cara o encapuchados, entre miles de mineros, familias, simpatizantes, sindicalistas, políticos, miembros del 15-M, profesores de la marea verde contra los recortes en la educación... Interior ha remitido un vídeo de los hechos violentos grabado por los propios antidisturbios y algunas fotografías. Es la primera vez que se difunde una grabación policial de una protesta en Madrid.
Con la columna de 200 mineros que han protagonizado la marcha negra al frente, la protesta había arrancado de la plaza de Colón sobre las 11.15, un cuarto de hora después de lo previsto, con destino a Industria, en el número 160 de La Castellana, donde los primeros manifestantes han llegado en torno a las doce y media. La protesta, tras una pancarta con los lemas Sí a la reactivación de las comarcas mineras y No al cierre de la minería del carbón, echaba a andar en un ambiente festivo, con explosiones de petardos y un fuerte olor a pólvora.Los mineros, con petardazos cada dos minutos y gritos de "a por ellos, oe, oe", han marchado protegidos por un fuerte cordón de seguridad compuesto por los propios manifestantes, aunque también vigilaba un amplio despliegue de antidisturbios y municipales. A pesar de la asistencia masiva, Delegación del Gobierno ha mantenido el mismo dispositivo anunciado días atrás. La delegada, Cristina Cifuentes, habló de un dispositivo policial "suficiente y adecuado" para evitar incidentes y garantizar la seguridad, sin precisar datos. La sede del PP, en la calle Génova, ha pasado la mañana protegida por 11 furgones, a pesar de que la marcha ni se acercaba al lugar.
La protesta de los mineros, que han catalizando el descontento de numerosos colectivos afectados por los recortes, ha discurrido tan lenta que, cuando la cabecera ha alcanzado su destino, la cola se prolongaba a lo largo de varios kilómetros, hasta la plaza de Emilio Castelar. UGT y CC OO esperaban reunir a 25.000 personas y la previsión se ha quedado corta, aunque de momento no ha sido cuantificada. La manifestación, al ser muy amplia la Castellana y muy largo el recorrido, ha marchado muy disgregada, lo que dificultaba contar a los participantes. El tráfico estaba cortado desde Alonso Martínez hasta Cuzco, incluidas las aledañas a La Castellana, lo que ha provocado importantes atascos.
"Si cierran las minas nos quedamos sin cuartos"
En la marcha, Luis, de León, que ha llegado esta misma mañana en uno de los 500 autobuses movilizados desde las cuencas mineras para la ocasión, ha señalado: "Venir es lo más digno que he hecho en muchos años. Es una reivindicación justa". José Manuel Martínez, de solo 12 años, tiene muy claro por qué ha viajado desde Cangas del Narcea a Madrid con su padre: "Si cierran las minas nos quedamos sin cuartos". "Si esto no se apaña, caña, caña, caña", coreaba un grupo de manifestantes procedentes de Valencia.
Tras los mineros marchaban, entre otros líderes sindicales, los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Toxo, que han acusado al Gobierno de haber provocado el conflicto con la minería al actuar con "sinrazón", "insensibilidad" y "falta de inteligencia política" ante los problemas del sector. También se han sumado a la manifestación los alcaldes de la cuencas mineras asturianas, que han estado encerrados tres días en sus ayuntamientos, mientras que continúan su encierro los trabajadores de las minas de varias comunidades mineras.
Los primeros manifestantes han llegado sobre las doce y media a la sede de Industria, Energía y Turismo, completamente blindada por vallas, rodeada de furgones y de agentes antidisturbios. A partir de ese momento, la tensión ha ido acumulándose y la situación se ha complicado sobre la una de la tarde, cuando algunos de los manifestantes han intentado tirar las vallas de protección que rodean todo el perímetro de Industria y han lanzado de forma intermitente todo tipo de objetos, desde petardos, a botellas, palos y piedras y hasta una lluvia de plátanos a los antidisturbios.
Además de los petos protectores del pecho, los policías llevaban protectores en los antebrazos para evitar los golpes, una protección infrecuente y que desde el principio anunciaba un duro desenlace. Sobre la una y media, han caído varias vallas al suelo y un cuarto de hora después se han producido las primeras cargas policiales con porras y pelotas de goma, tras unas salvas al aire para intentar controlar la situación y advertir a los concentrados.
Adiós entre aplausos
Al lugar han acudido en ese momento decenas de agentes, que estaban en calles aledañas a la espera de ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. El aumento de la tensión ha coincidido con la llegada a la zona de los 200 mineros, que recorrieron a pie 400 kilómetros hasta llegar a Madrid el pasado fin de semana. Este grupo, que ha marchado dividido en seis columnas según su procedencia, se ha puesto en pie esta mañana tras descansar apenas unas horas en Ciudad Universitaria tras la simbólica marcha nocturna de anoche.
Marcha por la noche 11 julio 2012
La tercera marcha minera que ha recorrido Madrid en menos de 24 horas ha derivado en enfrentamientos con la policía. En torno a las diez de la noche, la policía ha empezado a cargar contra algunos centenares de manifestantes que se habían quedado en Sol al finalizar la marcha que comenzó a las siete y media de la tarde en Atocha y ha terminado en torno a las diez menos cuarto.
Cientos de personas se quedaron al final de la manifestación en la Puerta del Sol coreando lemas del 15-M como “lo llaman democracia y no lo es”. En esos instantes algunos manifestantes han encendido unas bengalas y, según la Delegación, han comenzado a tirar botellas y otros objetos a los agentes, que han cargado vaciando la plaza en segundos.
La tensión se ha trasladado a la zona de Preciados y Callao, donde jóvenes encapuchados han incendiado cinco pequeñas barricadas y un par de contenedores. Varios testigos critican que los policías han cargado de forma indiscriminada en varias ocasiones. Al mismo tiempo, un grupo de “antisistema”, según la Delegación, ha intentado acercarse a la zona del Congreso, de especial protección, y también se han registrado cargas. Igualmente, ha habido tensión entre agentes y manifestantes en la plaza de Tirso de Molina.
Varios testigos critican que los policías han cargado de forma indiscriminada
“He salido del teatro y me he encontrado a la Policía pegando a gente indefensa”, ha manifestado indignado Pedro Moraelde, director de una obra que se representa estos días en el Teatro Arlequín, al lado de la plaza del Callao. Asegura que ha visto a una chica de unos 15 años a la que estaba atendiendo el Samur “a la que le han roto un brazo” y ha tenido que proteger a otra, “a por la que venían, sin motivo”.
Tras dejar casi vacío el kilómetro cero, los agentes se han desplazado hacia Callao por Preciados, donde ardían varias barricadas, que han apagado con los extintores de las tiendas cercanas hasta que han llegado los bomberos. Los agentes han dispersado a la gente a porrazos, golpeando en ocasiones a viandantes que solo pasaban por la zona o permanecían a la espera de ver qué ocurría.
“He visto cómo los policías pegaban a un señor que iba en silla de ruedas y la gente intentaba protegerle”, ha explicado Dorothy Van Dyne, una estadounidense de 25 años que se aloja en un hostal de la zona. En las primeras cargas de Sol, aparte de los manifestantes había muchos transeúntes en la zona, entre ellos familias y extranjeros. “Levanta las manos y di que eres turista”, recomendaba un joven a una chica que ha comenzado a llorar por el nerviosismo cuando la gente huía de la Policía. “No me sorprende que carguen, es lo que suelen hacer para disolver las manifestaciones, lo que sí me llama la atención es que lo hayan hecho tan temprano”, comentaba un joven informático asturiano, enfundado en su bandera autonómica, que no ha querido dar su nombre.
Entre la plaza de Callao y la calle de Preciados ardían varias barricadas
Para Isaac González, informático madrileño, simplemente “ha llegado la hora de que cargaran”. González ha acudido con una camiseta de diseño similar al de la Selección de fútbol, pero con los colores de la bandera republicana, y asegura que “tras un intercambio de miradas” con algunos agentes, la Policía le ha pedido que se identificara en la Puerta del Sol y le ha advertido que irían a por él en las cargas. “Luego me he librado, pero han intentado acorralarnos entre Callao y Sol”.
La marcha previa: apoyo a los mineros y rabia por los recortes
La marcha, encabezada por cuatro mineros con sus cascos, comenzó a las 19.30 de la tarde. La formaban 5.000 manifestantes, según la Delegación del Gobierno, cifra que los convocantes elevan a 15.000. Protestaban también contra los recortes, con una indignación acrecentada por las nuevas medidas anunciadas hoy por el Gobierno. La protesta ha discurrido desde Atocha hasta Sol, rodeada en todo momento por cientos de policías antidisturbios. Los convocantes, un grupo de colectivos independientes, han explicado que querían dar la oportunidad de solidarizarse con los trabajadores de la mina a quienes no han podido estar esta mañana y han criticado las cargas policiales que se han producido en la misma y que han dejado ocho detenidos y 76 heridos leves.
La marcha previa a los disturbios, encabezada por mineros, reunió a unas 5.000 personas, según la Delegación
“Esto es una iniciativa de la plataforma Hay que pararles los pies, en la que participan sindicatos como Co.bas y otras organizaciones, como el PCPE o la Corriente Roja, pero también estuvimos anoche y esta mañana con ellos”, explica Antonio Rodríguez, miembro de Co.bas, con la voz que le queda tras desgañitarse durante casi tres horas con los lemas de la marcha. Los ya clásicos referidos a los trabajadores de la mina, como Madrid obrero apoya a los mineros –que podía leerse en la pancarta de la cabecera-, se han fundido con otros en contra de los recortes y llamando a la huelga general. “Si esto no se arregla, guerra, guerra y guerra” y “si esto no se apaña, caña, caña, caña” han sido dos de los más exitosos.
Segundo Menéndez, de 49 años y procedente de Cangas de Narcea (Asturias), ha sido uno de los mineros que han encabezado la protesta. “No he estado en la marcha negra, sino en las movilizaciones de Asturias, y ayer vinimos para sumarnos a las manifestaciones de aquí en Madrid. Mañana ya nos marchamos, porque los cuerpos están tocados”, comenta. Menéndez, sin embargo, se muestra preocupado por la complicada resolución del conflicto: “Creo que hay mucha rabia y la gente está esperando a que alguien dé el primer paso para hacer algo más”, advierte.
En la protesta se han visto varias banderas asturianas y de otras comunidades, así como muchas republicanas. En los carteles y pancartas, rechazo a los recortes y a los planes de rescate de los banqueros y no de los ciudadanos. También alguno crítico con la Policía –“sirvientes del amo”-, que ha recibido gritos en contra en numerosas ocasiones. De nuevo han vuelto a escucharse también lemas relacionados con la Selección Española de Fútbol, como esta sí que es nuestra selección o dinamita, oe, oe, oe, en sustitución de “campeones”.
Al final de la marcha, en Sol, dos trabajadores de Carabanchel han leído un comunicado de apoyo a los mineros y uno de ellos también se ha pronunciado para agradecer el apoyo recibido. El acto ha terminado con el himno minero en torno a las 21.45.
por eldiario.es
11 de julio 2012
Foto: El País
Bolas de goma, familias corriendo, niños llorando, avalanchas para refugiarse en los centros comerciales aledaños y, al menos, nueve detenidos. La marcha minera de esta tarde, la tercera en 24 horas en Madrid, y que arrancó a las 19.30 en Atocha, ha concluido a las diez de la noche de forma súbita cuando la policía ha cargado con contundencia contra los miles de personas que se encontraban en la Puerta del Sol. A continuación, se han sucedido los gritos de pánico, los golpes y las fogatas y contenedores quemados.
La tensión se extendió por todo el centro de Madrid: Callao, Gran Vía, Carretas… No se sabía por dónde moverse. Mientras, la policía desalojaba la Puerta del Sol y, durante unos minutos, no dejó pasar a nadie. Después, volvió a abrir el tránsito, con mucha menos gente. De Tirso de Molina a Callao, todo fue un caos, sobrevolado por los permanentes helicópteros, ante la estupefacción de los turistas, en las terrazas de la Gran Vía, que observan atónitos el ir y venir veloz de vehículos policiales y ambulancias.
El día terminó como empezó, con las cargas policiales tras las manifestaciones, después de la intensa pero pacífica jornada de ayer. Y es que, antes del desalojo de Sol de esta noche, se volvieron a vivir momentos emotivos, como el célebre ‘Santa Bárbara’, cantado por los congregados en la plaza.
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