Deleznable actuación de los antidisturbios (arrasan Madrid)
por Carlos ParedesViernes, 20 de Julio de 2012 19:07
Lo que yo vi anoche, bien podía haber terminado en masacre. No tengo palabras suficientes para describir la irresponsabilidad de la actuación que las UIP (los antidisturbios) han llevado a cabo, arrasando a su paso el centro de la capital.
Yo estaba en la Carrera de San Jerónimo cuando se produjo la primera carga. Había una multitud de gente. Concretamente me encontraba cerca de la esquina con la Calle Echegaray.
De pronto, todo el mundo echó a correr, y yo, con ellos. Se escucharon algunas explosiones a mi espalda, era el ruido de las pelotas de goma al ser disparadas. Al llegar a la plaza de Canalejas, y sabiendo que en la puerta del Sol había varios furgones de antidisturbios, temiendo que pudieran hacer una pinza (ya lo han hecho en otras ocasiones) decidí, junto con un amigo, que sería más seguro salir del lío. Me refugié en la calle de la Cruz. Desde allí, he tenido el desagradable y dudoso honor, de ser testigo de cómo las UIP cortaban no solo la plaza de Canalejas, sino que taponaban la propia calle de la Cruz, por ambos extremos. (Había unidades también en el extremo contrario de esta calle). Un coche de policía municipal y varios vehículos más quedaban atrapados en el tremendo follón.
He visto y escuchado como los municipales se bajan del coche y uno le decía al otro "tenemos que abrir esto para que la gente pueda salir" Ese coche patrulla, salía hacia la plaza de Santa Ana, donde se colocaba a la altura del hotel Reina Victoria, para mantener abierta la única salida que los antidisturbios no habían cortado todavía.
Cargaron por la calle de la Cruz, desde ambos extremos, agolpando a la gente, que en apenas ocho metros de ancho, hemos corrido hacia la plaza de Santa Ana, por el embudo humano en que ha quedado convertida la Calle Núñez de Arce. Todas las personas que en ese momento disfrutaban de la noche madrileña en los garitos (hay muchísimos en esa zona) se han visto envueltas en una terrible carga policial que no ha escatimado en disparar numerosas pelotas de goma.
He sido testigo de cómo el coche de los municipales, viendo la atrocidad de las UIP, ha avanzado hasta el callejón Núñez de Arce, y ha obstaculizado el paso de los antidisturbios, dando tiempo a la gente a que huyera por la plaza de Santa Ana, junto al hotel Reina Victoria.
Los antidisturbios han rodeado el coche de los municipales, y han cargado nuevamente, disparando las pelotas de goma, en una plaza atestada de turistas. Las pelotas de goma, han pasado rozando la fachada del hotel, estrellándose muchas veces en unos tiestos que el hotel coloca en verano junto a la pared, cayendo delante de mí, afortunadamente, ya sin fuerza. Botaban entre los que corríamos...
Hemos llegado a la plaza de Jacinto Benavente, pensando que todo había pasado, pero no... las cargas se han mantenido, las UIP, han aparecido en la plaza, de la que traté de salir dirección a Tirso de Molina.
Cuando junto a los cines Ideal, me he parado a hablar con dos municipales sobre la actuación de sus compañeros y lo que estaba viendo esta noche, las UIP han cortado la calle en la parte alta, y un contenedor de reciclaje de papel ha empezado a humear junto a la plaza de tirso de Molina... en la parte baja. (El único acto violento no iniciado por los antidisturbios que yo he visto hoy) Los antidisturbios no han tardado en aparecer en la plaza.. y cargar nuevamente, y luego otra vez, en las calles del barrio de Lavapiés, por varias calles a la vez, y en la plaza del mismo nombre... arrasando con toda la actividad nocturna de garitos y terrazas que en ese momento quedaban abiertos....
Finalmente, pude escapar de la locura gubernamental a través de la calle del Casino.
Deleznable la actuación de los antidisturbios, deleznable quien haya dado las órdenes, deleznable el gobierno que lo respalde y ampare.
Cuando hace un año ocupábamos la puerta del Sol, los mismos que hoy gobiernan decían que había locales con cuantiosas pérdidas debido a nuestra actividad (cuestión que nunca pudieron demostrar, de hecho, todavía estamos a la espera de que se muestren públicamente los balances). Hoy, yo he sido testigo, en primera persona, de cómo esas mismas personas, arruinan el negocio de cientos de hosteleros y ponen en peligro la integridad física de miles de personas ajenas totalmente a la manifestación. Turistas, estudiantes, etc, incluso una anciana, que sin saberlo caminaba con su nieto por la calle, directa hacia donde se producían las cargas y a la que afortunadamente hemos podido advertir para que se diera la vuelta.
Son las 4:29 AM, momento en que termino este artículo. Con la cabeza más serena, y mejor ánimo, tal vez en los próximos días pueda escribir otro profundizando más.
http://www.diariocritico.com/opinion-analisis/carlos-paredes/415586
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