Los académicos al servicio del imperio: The Minerva Research Iniciative



Gilberto López y Rivas
La Jornada,13 de abril 2014


Desde el año de 2008, los militares de Estados Unidos cuentan con un ambicioso programa de investigación denominado The Minerva Research Iniciative, que fundó el entonces Secretario de Defensa, Robert Gates, con el objetivo central de lograr “una comprensión más profunda de las dinámicas sociales, culturales y políticas que dan forma a las regiones de interés estratégico (para el gobierno de este país) alrededor del mundo.” Este programa recibió en sus inicios un fondo de 50 millones de dólares, que ha ido incrementándose a lo largo de estos años, y cuyo destino –entre otros- ha sido financiar a los académicos de las universidades estadounidenses y a los expertos en otros centros de investigación para trabajar como analistas en los temas que puedan tener incidencia en las políticas del Estado de seguridad nacional imperialista.

 El Departamento de Defensa, a través de la Iniciativa Minerva, pretende respaldar y concentrar recursos en las mejores universidades del país; busca definir y desarrollar conocimiento fundamental en torno a las fuentes de conflictos presentes y futuros, con atención especial en la comprensión de las trayectorias políticas de regiones claves en el mundo; y procura mejorar la habilidad del Departamento de Defensa para desarrollar investigación de una “ciencia social de vanguardia” y de estudios interdisciplinarios llevados a cabo por los mejores investigadores en estos campos. En suma, se trata de reclutar la crema y nata de sus intelectuales para la gloria y perduración del Destino Manifiesto.

 La Iniciativa Minerva recientemente anunció, en su página electrónica (http://minerva.dtic.mil), la lista de los 14 ganadores, escogidos entre las más de 300 candidaturas que concursaron para recibir fondos para el periodo de investigación del 2013 al 2016, con temas como “La fortaleza de las normas sociales a través de las culturas: implicaciones para el conflicto y la cooperación intercultural.”, que llevará a cabo Michele Gelfand, del Departamento de Sicología de la Universidad de Maryland; o “La Geografía Humana de la Resiliencia y del cambio; los derechos de la tierra y la estabilidad política en las sociedades indígenas de América Central”.

 Esta investigación estará a cargo de Jerome Dobson, profesor de la Universidad de Kansas y nada menos que presidente de la American Geographical Society, quien pretende dilucidar el impacto de estos factores “sobre las capacidades del Ministerio de Defensa y las implicaciones generales para la defensa nacional de los Estados Unidos.” El doctor Dobson acota que el dinero requerido para un periodo potencial de cinco años es de 3,001,985 dólares pero, curiosamente, no identifica en su resumen de la investigación los países de “América Central” en los que incursionará ni los pueblos indígenas que serán sus “objetos de estudio”.

 El preclaro geógrafo pretende definir, digitalizar cartográficamente y evaluar los regímenes del uso de la tierra de las municipalidades indígenas de “América Central” y se jacta de que con sus datos y resultados los militares de su país obtendrán “nuevas capacidades para realizar la investigación geográfica humana, comparables con (pero más avanzadas que) aquellas que se emplearon extensivamente durante las Guerras Mundiales I y II”. Queda la duda de si, en esta ocasión, el Dr. Dobson se presentará ante sus pares académicos de esos países y comunidades indígenas “estudiados” como un investigador pagado por el Departamento de Defensa del gobierno de Estados Unidos, o negará el uso militar de su información como lo hizo en Oaxaca con el denunciado Proyecto México Indígena.

 La Iniciativa Minerva también organiza conferencias anuales de dos días con paneles de universitarios, funcionarios del Departamento de Defensa encargados de elaborar estrategias y políticas, así como personal a cargo de operaciones militares, cuyo propósito es reportar sobre los proyectos de las investigaciones en marcha y reflexionar sobre los impactos de Minerva en las ciencias sociales. El año pasado la reunión tuvo lugar en el Campus de la Universidad de California, en las emblemáticas fechas del 11 y 12 de septiembre y contó con la presencia del Comité Directivo de Minerva, que incluyó al subsecretario para Estrategia del Departamento de Defensa, Daniel Chiu, y al coordinador del Consejo Nacional de Inteligencia, Christopher Kojm, quien fue uno de los ponentes magistrales.

 La audiencia de tan distinguida reunión se conformó con aproximadamente 150 invitados, seleccionados entre estudiosos y expertos en las áreas prioritarias del programa. Así, las sesiones versaron sobre: 1. Dinámica estructural en organizaciones violentas. 2.- Liderazgo y sucesión en regímenes autocráticos. 3.- Insurgencias y espacios ingobernables en África Occidental. 4.- Tecnología, poder y seguridad en China. 5.- Movilización para el cambio. ¿Quién se hace terrorista? 6.- Energía y estabilidad. 7.- Cambio climático, acceso a los recursos, y seguridad. 8.- Proyección del poder en un mundo globalizado. 

 No podía faltar dentro de la lista de proyectos claves de Minerva, actualmente en curso, el de la colega antropóloga Montgomery McFate, iniciadora del programa de científicos sociales empotrados en las brigadas de combate de las guerras neocoloniales de Irak y Afganistán (Human Terrain System), quien dirige la investigación “Conocimiento cultural y Seguridad Nacional”. Actualmente, McFate está escribiendo un libro con el sugerente título de Antropología militar, en el que responde a una interrogante básica de su investigación: ¿Qué podemos aprender de la experiencia de vida y del legado intelectual de un número de científicos sociales que contribuyen directamente a las operaciones militares?

 La diligente antropóloga informa que ya ha completado cinco capítulos, cada uno de los cuales trata sobre un concepto particular, tales como: liderazgo militar, información en las operaciones, objetivos estratégicos, guerra irregular, insurgencia, contrainsurgencia e inteligencia, etcétera, esto es, un futuro Best Seller que sin duda será recomendado como libro de texto de todos los departamentos y facultades de antropología militar.

Fuente: www.jornada.unam.mx/2014/04/11/index.php?section=opinion&article=025a2pol

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