Entrevista al excandidato presidencial por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y miembro del MCB Miguel Ángel Sandoval 
 por  -IDCAI- 
12 de Ocubre 2012

En el libro Residencia en el Infierno, el excandidato presidencial por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) Miguel Ángel Sandoval, reúne una serie de columnas periodísticas publicadas durante los últimos años en medios de comunicación guatemaltecos. El tema central es la problemática agraria en el país, y la forma en la que la legislación actual aborda esta situación. Sin embargo, expone también aspectos como la minería y las consecuencias sociales de decisiones económicas tomadas en el marco de una política liberal.Sociólogo, activista social desde sus años de estudiante. Participó en los procesos de negociación de la paz en Guatemala entre la guerrilla y el Estado. Miguel Ángel Sandoval, Candidato presidencial en 2007 por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y columnista en medios de comunicación escritos, comparte unos comentarios acerca de la publicación de su libro Residencia en el Infierno, en el que presenta una colección de columnas publicadas en medios de comunicación, relacionadas con algunos problemas sociales en Guatemala

Alejandro Pérez |DCA|

¿Cómo surge la idea de este libro?

Yo tenía la intención de hacer una especie de banco personal de datos, pero resultó que no tenía todo el material que había escrito en el último tiempo. Entonces, le pedí favor a un amigo que había publicado la mayoría de mis textos en una revista virtual que es Albedrío y, después de algún tiempo, me mandó una cantidad enorme de columnas en Prensa Libre, en el Diario de Centro América y en la revista Debate y diarios virtuales de distintos países.

Cuando empecé a revisar el material, me di cuenta de que había algunos temas recurrentes y empecé a agruparlos. Entonces me di cuenta de que juntos tenían fuerza y pensé que de eso era valioso para un libro. Algunas veces se piensa que un libro de artículos es algo menor, que no requiere de un esfuerzo intelectual, pero pensé que lo efímero del periodismo podría tener un buen espacio y buena acogida en el marco de un libro que agrupara estos temas.

Entonces, ¿Su fuerza radica en la coherencia de temas que se complementan?

En parte sí, porque yo digo en la presentación del libro que el primer artículo podría ser el último, tanto por la coherencia que hay, como por el hecho que los cuatro gobiernos que ha habido desde la firma de la paz no hicieron mayor cosa por cumplir la agenda establecida en los Acuerdos.

Esta agenda tenía que ver con algunos puntos fundamentales país como el tema agrario o el de lograr un mínimo de desarrollo y bienestar, porque el conflicto armado había tenido en sus orígenes este conjunto de causas económicas,  sociales y de exclusión política. El último artículo podría ser el primero porque los problemas son recurrentes. No hay nada nuevo bajo el sol porque no ha habido voluntad política de hacer cambios.

¿En qué casos ve usted este estancamiento?

Ejemplos muy concretos. Este año fuimos sacudidos por la violencia en el valle del Polochic, resulta que en este caso, están los mismos ingredientes que se produjeron hace 15 años en una finca en la costa sur.

¿Qué es lo que señalo? Que no hay una legislación en el tema agrario que atienda el tema, que se encargue de ver los eventuales delitos que existen en el campo por problemas agrarios. Si no hay Legislación, no hay tribunales ni una fiscalía del Ministerio Público que atienda estos temas. Todo tema de invasiones y ocupaciones se ve con la figura de la usurpación y la usurpación agravada, según el código penal. Un asunto de salud tiene un código de salud y uno de tránsito tiene un código de tránsito, pero no existe un código para el tema agrario.

Sin embargo, en los años pasados, nos reunimos con los distintos gobiernos y todos se comprometieron a hacer un código agrario, crear tribunales y fiscalías para estos asuntos y, por supuesto, a impulsar una ley para el desarrollo rural, junto a la unificación de toda la institucionalidad agraria, pero no se hizo nada.

¿Sin embargo, no todos los textos son del tema agrario?

Encontré que tenía cosas sobre la minería en los que me refiero al pésimo código de minas que existe, que fue redactado por los abogados de la misma empresa que se encarga de la explotación Minera. Esta es una regulación que tiene un pésimo desempeño ambiental. Además, no hay respeto por el estado de derecho, desde que se implantó esta Ley, se ha violado toda la normativa nacional al extremo que de un tiempo a la fecha la fecha, la minera está acogida bajo el término de maquila. Es una vergüenza y un descaro.

De 2005 a la fecha se desarrollaron 57 consultas comunitarias municipales rechazando la minería. Sin embargo los gobiernos no han hecho nada en dirección de aceptar como legítimas estas consultas amparadas por convenio 169 por el Código Municipal y por la propia Constitución Política.

El ser humano tiene distintos derechos, uno de tantos es el derecho a la propiedad. Pero subrayo que este no es superior al derecho a la vida, que ese es el fundamental y que rededor suyo debería articularse jerárquicamente el resto, pero resulta al contrario, y hemos llegado a escuchar expresiones como: “Hay que defender la Ley y la propiedad a sangre y fuego si es necesario”.

También se aborda algo sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que a cinco años de su aprobación es un fracaso.

¿Por qué el título?

Fue una discusión que tuve con el editor. Es una evocación a un texto precioso de Pablo Neruda que se llama Residencia en la Tierra, pues resulta que en el campo guatemalteco vivimos en el infierno. Además creo que es un título que llama la atención.

¿Cree que haya aún suficiente presión para el cumplimiento de los Acuerdos de Paz para los próximos gobiernos?

Yo creo que los Acuerdos siguen teniendo vigencia. Pueden ser mejorados en algunas partes, pero esencialmente aún son ña agenda del país.

Por ejemplo, la cuestión fiscal forma parte del acuerdo del socioeconómico en el que se hablaba de llevar la carga de recaudación al 12%, como punto de partida. También se hablaba de tener crecimiento económico del 6% de manera sostenida. Están los derechos de los pueblos indígenas. Otro ejemplo es que vimos en estas elecciones que se podía votar con cédula y con DPI. Ese es otro compromiso adquirido con la firma de la paz.

Creo que un gobierno haría muy mal si quisiera olvidarse de los Acuerdos. Otto Pérez Molina fue delegado militar en la firma de la paz. Si bien los Acuerdos venían de un proceso largo de negociación, ellos tuvieron la voluntad de hacerlo. Quienes entren el 14 de enero están obligados a cumplir este compromiso

¿Más que los cuatro gobiernos anteriores?

En la medida en que el general Pérez Molina sabe qué es la guerra, no le gustaría que se repitiera, me parece que eso es importante.

Yo diría algo más. Los militares hicieron una guerra para defender a la oligarquía finquera, los intereses geopolíticos de Estados Unidos para oponerse al comunismo, pero no hicieron una guerra para defender la institucionalidad, ni para hacer que Guatemala dejara de ser un país hambriento. El Ejército hoy debería ver con nuevos ojos su función en el país. Tendría que velar por la soberanía, el desarrollo y la paz en Guatemala creo que eso es un desafía que únicamente con el desarrollo de acuerdos se podría impulsar.

Entre los Acuerdos hay uno muy rezagado, el de los asuntos agrarios, y es de este del que más material hay en su libro.

Algunos ilusos pensaron que podrían resolverlo a través del mercado: comprar fincas y entregarlas a los campesinos con deuda; pero no funcionó porque los finqueros encontraron el negocio redondo en esa venta. Vendieron malas fincas, improductivas a precios de oro. Vendieron todas las tierras inundables a campesinos sin capital sin apoyo técnico, sin inteligencia de mercado.

Se olvidaron tres cosas básicas: de poner un impuesto a las tierras ociosas; de incluir en este banco de tierras todas las que están en la franja transversal del norte, ocupadas por militares y políticos a su servicio y no se hizo el ordenamiento territorial vía catastro. Adicional a ello, tenemos una institucionalidad agraria muy dispersa que no sirve.

Usted menciona también el TLC con Estados Unidos ¿Qué resultados vemos hoy?

Los problemas básicos que advertimos desde que se negociaba: que Guatemala no iba a poder competir nunca con la economía estadounidense en aspectos puntuales como el de la agricultura.

Es sencillo porque los Estados Unidos subsidian a los agricultores de maíz, frijol y arroz con miles de dólares por cosecha. El resultado al quitar aranceles es que la invasión de maíz estadounidense termine por arruinar a los productores nacionales. Hoy Guatemala es casi importador neto.

Insistimos también que había que hacer un buen capítulo ambiental y resultó que quedó subordinado al capítulo de inversión.

Dos, advertimos también sobre la urgencia de mejorar lo estándares laborales en guate, porque de lo contrario íbamos a ser sujetos de sanciones internacionales, que ya se están dando. Advertimos también sobre las malas negociaciones en el tema textil que hoy provocan que la región no pueda competir con la producción asiática.

¿Hay bienes públicos amenazados en la actualidad por políticas nacionales o tratados internacionales?

Hay un riesgo muy alto en la Ley de las Alianzas Público Privadas. Se trata de poner una hoja de parra a la privatización. Así de claro. Con ello, se busca privatizar puertos, carreteras y hasta aeropuertos de manera flagrante. También está todo el tema de la salud. Con la óptica de la Alinaza Público Privada, no estaría tan alejada la posibilidad de que se pudiera privatizar el IGSS, por ejemplo.

Claro que los que tendrían interés en propiciarlo son pequeños sectores. Además, esto abriría la caja de pandora. Creo que la gente no soportaría más. Aunque en este país siempre ha podido más la barbarie que la indignación de la gente. Tenemos problemas en torno a que el agua, que es un recurso que bien podría ser privatizado. Han querido hacerlo, por eso ya se dio un levantamiento en Totonicapán.

¿Qué mecanismos hay para evitarlo?

La legislación guatemalteca habla del bien común y la no existencia de monopolios. Eso podría plantearse como línea de defensa básica para las privatizaciones que se buscan. No hay condiciones hoy para que se pueda plantear una privatización absoluta.

Otra de las herramientas es que en otros países se evidenció que esta vía no era la correcta, ya que desproveyó al Estado de un conjunto de recursos y dio como resultado crisis que estamos viendo todavía. La gente entendió que no se podía más. En Guatemala se pueda plantear una segunda línea de defensa a la privatización, mediante la demostración objetiva de cómo ha fracasado la este tipo de acciones en los países. Ante los resultados desastrosos, estas son teorías que ahora plantean el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, pasar a un nuevo tipo de relación estado sociedad.

¿Qué papel tiene que jugar la sociedad?

Tenemos que abrir los ojos a todo lo que está pasando. Me llama la atención que el área urbana se haya preocupado tan poco por las consultas que se han dado en el interior. Ni de las que hubo en Huehuetenango ni las de Santa Rosa, que están más cerca de la capital, tuvieron mayor realce.

Es una época en la que falta articular procesos y las luchas. Es cierto que las personas que animan las luchas no son las mismas, pero se trata de procesos convergentes que deberían de articularse y potenciarse. Esa es la alternativa.

¿En qué manera contribuye esta publicación a ese fin?

Sí un objetivo era plantear una agenda país básica. A esto yo le agregaría, sin duda, el tema lo fiscal, la educación y la salud, Esta agenda básica surge con el objetivo de que la gente vea más los aspectos sustantivos que estar discutiendo si es mejor un civil que un militar o si es mejor un neoliberal con uniforme que uno sin uniforme. Creo que estos puntos fundamentales deberían resolverse y obviamente estoy en proceso de socializar esto con varias organizaciones. Ya lo compartí con compañeros de organizaciones campesinas y espero seguir facilitando ejemplares a cuantas personas pueda para que sea punto de reflexión.


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