GUATEMALA:: PRESIDENTE DESISTE DE ENVIAR EJÉRCITO A MANIFESTACIONES
El Periódico, 11 de octubre 2012


 El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, narró ayer que los soldados que resultaron involucrados en los ataques a pobladores se desmovilizaron luego de que hubo un acuerdo en la capital y los líderes de los campesinos acordaron desbloquear  las vías. “El paso de la Cumbre de Alaska fue el único que se mantuvo bloqueado”, dijo. Explicó que los soldados trataron de regresarse para evitar cualquier enfrentamiento, pero los manifestantes los empezaron a atacar.

 Gobernación pedirá a la Corte de Constitucionalidad una opinión consultiva para determinar si los bloqueos de carreteras son una violación o constituyen un delito. “Hasta el día de hoy todo el mundo lo considera como un arma legítima para la lucha reivindicativa, pero no se toma en consideración que la lucha por los derechos de unos violenta los derechos de miles de personas”, indicó Mauricio López.

 Héctor Rosada, analista político, comentó que durante la época de Carlos Menocal se tomó una decisión sensata donde se liberaba un carril y el otro permanecía cerrado. “Me deja un sabor amargo de cuando se utilizaba la ley para limitar derechos sociales”, expresó.Después de siete días de críticas de distintos sectores, incluidas las opiniones del Cuerpo Diplomático, el mandatario Otto Pérez Molina anunció que los soldados ya no serán enviados para disolver manifestaciones.

 La negociación y control de los grupos sociales para liberar el paso vehicular estará a cargo únicamente de la Policía Nacional Civil (PNC). “Ya ordené a los dos ministros que revisen los protocolos para determinar en qué situaciones se necesita al Ejército”, indicó.

 Pérez recordó que la presencia militar es reclamada en algunos lugares, para patrullar y en ese caso todo seguirá igual. “En las protestas o manifestaciones donde no se utilizará al Ejército será asignada la Policía, aunque no tenga los recursos ni elementos necesarios, pero que miren ellos qué pueden hacer”, comentó.

 Mauricio López Bonilla, ministro de Gobernación, consideró que el Presidente tiene razón en preservar al Ejército, pues su naturaleza no es apoyar en conflictos sociales. “Debemos hacernos cargo con la Policía hasta donde podamos, pero mientras no alcancemos el nivel que necesitamos tendré que usar al Ejército para el combate al crimen organizado”, señaló. Mencionó que en la promoción de agosto se graduaron 1,500 agentes, pero se jubilaron 300 y consignaron a los tribunales a 200. “Esta es una de las complicaciones que enfrenta la institución”, acotó.

“Con la promoción de enero del próximo año tendremos otros 1,500 policías y así equilibramos un poco. El objetivo es graduar 6 mil agentes durante 2013, equiparlos y capacitarlos”, detalló.

Héctor Rosada, analista político, opinó que durante la presente administración el Presidente ha tomado decisiones contradictorias que no responden a un plan estratégico preestablecido en materia de seguridad. “El Ejército está preparado para combatir y eliminar al enemigo y el mejor ejemplo es el del 4 de octubre. El problema de fondo es que el Gobierno ha mostrado incapacidad  y pierde fácilmente el control. Eso genera ingobernabilidad”, señaló.Rosada dijo que Pérez carece de buena asesoría y que las personas que lo rodean no actúan como equipo. “Conocí al Presidente cuando era Jefe del Estado Mayor y tenía la imagen de alguien que sabe armar un equipo y dirigirlo, lo que pasa es que le falla su gente y tiene que acudir al Ejército, pero esa opción no funciona”, explicó.

Dos miembros del equipo antidisturbios conversan con los líderes de la protesta para que desistan de las acciones; depende de los requerimientos de los manifestantes los negociadores analizan la posibilidad de una mesa de diálogo con las autoridades responsables del tema. Si no se logra un acuerdo, los agentes se colocan en fila para prevenir la intervención, realizar la desmovilización y accionar contra los inconformes.

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