Guatemala:

Martín Rodríguez Pellecer: Más grave que una masacre ¿No era que eran militares demócratas e inteligentes?

8 de Octubre 2012
El Periódico

  A pesar de las declaraciones (una tras otra) del presidente Pérez Molina y los ministros Anzueto (Defensa) y López Bonilla (Gobernación), me parece que el presidente no ordenó la matanza de manifestantes en Totonicapán el 4 de octubre de 2012. Pero ese descaro de no pedir perdón, no reconocer que el Estado acabó con ocho vidas de ciudadanos y que ellos tienen su grado de responsabilidad moral o penal, me hace pensar que no tienen la remota idea de gobernar un país democrático. 

¿Qué si estaban bloqueando una carretera y eso es ilegal? ¿Qué mierda importa? Nada justifica que una autoridad dispare y mate a ocho manifestantes. Nada justifica acabar una vida. Nada. ¿Saben cómo se llama eso (porque a veces confunden las palabras cuando matan a indígenas)? En este caso se llaman ejecuciones extrajudiciales. El MP, el Inacif y los jueces asegurarán que no queden en la impunidad.

No sé quién ordenó a los soldados disparar en ese momento, pero este gobierno ha blandido la amenaza de la acción militar contra manifestantes, y se ha comido el discurso fascista de que son terroristas. Que si sindicalistas protestan en el puerto, sacan a militares; que si bloquean una carretera, ahí van militares; que si los indígenas que protestan contra “el desarrollo”, ahí van los destacamentos para asegurar “el orden” (o las balas en Toto). 

Si saco a mi pitbull para cualquier conflicto con los vecinos y cada vez se los acerco más para asustarlos, un día el perro va a morderlos. Lo fácil es decir que “fue un incidente confuso”, culpa de los vecinos por acercarse y tener miedo que el animal puede oler. Pero no. Es mejor prohibir que el pitbull salga a la calle. ¿Puede recular el Gobierno? ¿O tenemos alguna oposición y oficialistas decentes que deroguen el decreto que saca a las calles a los militares para “proteger a los ciudadanos”? Talvez necesitemos protegernos de los militares. 


El presidente Pérez no puede pretender que no pasó nada y pedir que “por favor, no se regrese al discurso del pasado”. Matar manifestantes es de los años ochenta. En ningún país democrático un ministro de la Defensa sigue en su puesto tras una matanza hecha por soldados. Y el ministro de Gobernación, si bien no es el responsable de los soldados, bien puede dejar de justificarlos. El Cacif podría dejar de pedir que se investigue a los manifestantes y no a los asesinos. Los medios, como lo hizo elPeriódico con la portada-tapaboca, y el resto de la sociedad, podemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para asegurar que esto no vuelva a ocurrir. Nunca más.

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